8 minute read

Recordando a Don Adolfo Mussali Mussali Z”L

El pasado 13 de febrero, falleció un gran líder de nuestra Comunidad: el Sr. Adolfo Mussali Mussali Z”L. Visionario y emprendedor por naturaleza, el Sr. Mussali fungió como Presidente de nuestra institución de 1975 a 1979. Este periodo fue particularmente memorable, ya que fue cuando se inauguró el primer Centro Social Monte Sinai, en la calle Fuente de la Huerta. Pero los logros del Sr. Mussali están presentes en una amplia gama de comités y actividades de la Comunidad.

A continuación, presentamos un modesto homenaje a este distinguido activista comunitario, compartiendo con nuestros lectores, algo de su larga y admirable trayectoria de trabajo para Monte Sinai.

Advertisement

DON ADOLFO MUSSALI nació y creció en un hogar donde el trabajo comunitario se respiró desde siempre, a través del ejemplo de sus padres. A principios de los años 50, se integró a un pequeño grupo de jóvenes, quienes llenaron de vida el espacio comunitario de Coahuila 30, en la colonia Roma. Así nació la Juventud Sionista Monte Sinai, de la cual fue nombrado Presidente en el año 1955. En este comité emprendió una serie de innovaciones, tales como la edición de nuevas publicaciones comunitarias, la creación de un grupo de teatro, la organización de eventos socioculturales, y proyectos de acercamiento con el recién nacido Estado de Israel. Con el paso del tiempo, fue invitado a participar en la Mesa Directiva de nuestra Comunidad. Durante la gestión del Sr. Alberto Kalach Alfie Z”L, fue designado Vicepresidente; y en 1975 asumió el cargo de Presidente, puesto que desempeñó hasta diciembre de 1978.

Su gestión fue un parteaguas en el crecimiento de nuestra Comunidad. En 1976, inauguró el edificio de Preparatoria del Colegio Hebreo Monte Sinai en el plantel de Avenida Parque Chapultepec; y ese mismo año apoyó la creación del Moadón, el primer juvenil para niños en Monte Sinai.

Pero sin duda, la joya de la corona de su Presidencia fue la construcción e inauguración del primer Centro Social Monte Sinai. En 1977, participó en la colocación de la Primera Piedra, y en noviembre del año 1979, presidió la magna inauguración de aquel entrañable espacio que llegó a ser, durante décadas, el epicentro de la vida comunitaria, un recinto donde todos cultivamos vivencias y memorias. Don Adolfo tuvo la inteligencia para reconocer la urgencia de una sede comunitaria cercana a los hogares de nuestros socios, quienes estaban en esa época mudándose a las colonias Tecamachalco y Trouyet (hoy Bosques de las Lomas). Supo reconocer que un espacio así atraería a los jóvenes; pero sin duda, el Centro Social fue un lugar donde llegaron a convivir chicos y grandes, hombres y mujeres, en un sinfín de actividades sociales, culturales, educativas, artísticas, filantrópicas, recreativas y religiosas. El Centro Social posibilitó el activismo de hombres y mujeres de todas las edades, fortaleció el marco de pertenencia de nuestras familias, y facilitó la transmisión de nuestra identidad en todas las generaciones. Este logro de Don Adolfo -y de todas aquellas personas que trabajaron con él en la Mesa Directiva y en innumerables comités- acrecentó el dinamismo de Monte Sinai, y abrió el camino para un nuevo periodo de crecimiento, desarrollo e innovación. Él reconoció y alentó a una nueva generación de activistas comunitarios, y su liderazgo sirvió de inspiración para muchos logros que vendrían después. Después de haber concluido su periodo como Presidente de Alianza Monte Sinai, Don Adolfo continuó participando, de manera permanente y hasta el último día de su vida, como Consejero activo de todos los Presidentes que vinieron después, y por supuesto como integrante activo del Consejo Consultivo de la Mesa Directiva.

Hoy, el legado de Don Adolfo Mussali está escrito con letras de oro en la memoria colectiva de Monte Sinai, ¡y mucho de lo que hoy existe en nuestra Comunidad es gracias a la trascendencia de su trabajo!

Deseamos enaltecer el alma, y honrar la memoria, de quien fue un gran hombre, un fiel hijo de Monte Sinai. El activista, el dirigente, el visionario. El líder que impulsó la modernidad en nuestra Comunidad: Adolfo Mussali Mussali Z”L.

Hoy, a la luz de la historia, encontramos que su obra, en todos los sentidos, siempre buscó y logró fortalecer la unión comunitaria, uno de los pilares que fundamentan la razón de ser de Alianza Monte Sinai. Desde siempre, su objetivo fue lograr que nuestros espacios de reunión tuvieran movimiento, y los jóvenes fueron siempre, el motor de su vida. Como miembro del Consejo Consultivo, Don Adolfo estuvo presente hasta los últimos años de su vida, entregando su tiempo, compromiso y pasión a nuestra Comunidad.

En lo personal, me siento privilegiado de haber tenido una relación estrecha con él. Siempre encontré su inteligencia, su visión y su sabio consejo en los dos años que me acompañó durante mi actual gestión. Y lo digo con toda humildad, su lamentable partida me recuerda la altísima responsabilidad que representa ser Presidente de Alianza Monte Sinai.

Pero más allá de su legado institucional, está su legado familiar, construido y alimentado con amor y valores, junto con su pareja de vida, la Sra. Raquel, logrando una familia de bien. Una familia en la que hijos, nietos y bisnietos están comprometidos con su Comunidad y con las mejores causas del pueblo judío. Sra. Raquel, como su compañera de vida, compartió con Don Adolfo su amor por Monte Sinai. Hoy también le reconocemos los muchos años que ha colaborado para la Comunidad. Como integrante del grupo de damas que inició el Moadón Monte Sinai, y con una entrega sin igual a Unión Femenina -de la que cual fue Presidenta de 1995 a 1997. Usted también tuvo esa visión de modernidad, impulsando innovaciones que llegaron a enriquecer el crecimiento comunitario, tales como la apertura de la Tienda Shelanu y el proyecto del Bat Mitzvá Monte Sina; en paralelo a toda su trayectoria en la WIZO, incluso a nivel internacional. Sra. Raquel, hoy la abrazamos y le expresamos todo nuestro cariño. Su hijo Emilio, quien también fungió como Presidente de Monte Sinai, en el periodo 2004-2007, de igual forma lideró una nueva generación de directivos al frente de la Comunidad. Su atinada visión a futuro se materializó en la ampliación de los terrenos de nuestro Bet Hajayim, entre muchos otros logros. Su hija Aurora, también una gran activista comunitaria, ha sido parte de Unión Femenina Monte Sinai, y ahora también en el Comité de Arte y Cultura. A todos ustedes, integrantes de esta gran familia, incluyendo también a sus hermanos, nietos y bisnietos, gracias por siempre estar presentes para Monte Sinai. Hoy, de la misma forma, Monte Sinai está con todos y cada uno de ustedes.

Jacobo Cheja Mizrahi

Presidente, Alianza Monte Sinai

Hay momentos de la vida que los ves lejanos, sabiendo que algún día van a llegar, pero cuando suceden, el corazón tiene un conflicto muy grande, ya que está lleno de vacío, silencio, dolor, recuerdos y nostalgia. Decir con gran orgullo, “somos hijos del Sr. Adolfo Mussali Mussali”, desde que nacimos mis hermanos y yo, hace que se nos ilumine el alma. Mi papá siempre nos dio lo mejor de él, y nos enseño con su ejemplo a caminar con rectitud, ética y moral, ya que su nombre y su palabra eran muy importantes para él. Fue su sello para siempre caminar con la frente en alto y dormir tranquilo. Dormir tranquilo… Así se fue nuestro padre, sabiendo que vivió al máximo, feliz desde niño, respetando y adorando a sus padres, abuelos y hermanos, y convirtiéndose en un patriarca para toda la Familia Mussali. Ser feliz y vivir al máximo, reír y vacilar lo traía en su sangre, así como trabajar y esforzarse para ser un hombre de bien y exitoso, siempre teniendo muy presente la ayuda al prójimo. Ese amor y sensibilidad por ayudar, desde su juventud, se convirtió en una forma de vida, a la par de su negocio personal. Recordar sus ojos de alegría por haber logrado sus metas, le inyectaba más energía para seguir adelante. El orgullo que sentía por pertenecer a su Comunidad, y de haber llegado a ser Presidente de la Sociedad de Beneficencia Alianza Monte Sinai, le llenó el alma toda su vida.

Fue un hombre de amor… Cuidó, adoró, y apoyó siempre a su gran compañera de vida, nuestra madre, quién fue su cómplice, su confidente y su otro yo. Fueron una pareja hermosa, siempre el uno para el otro durante 63 años. Juntos nos enseñaron el valor de la familia, que la unión hace la fuerza, y que el amor mueve montañas. “Hola Pa, ¿cómo estas?”… (¡Ésta es mi llamada diaria que extraño tanto!) Hoy quiero que sepas que tu legado tiene cimientos firmes, que tu vida y memoria la vamos a mantener viva por siempre, que aunque tenemos el corazón roto, estás vivo en nuestros sueños, nuestros recuerdos, en los hermosos atardeceres que admirabas, y en el día a día; ya que estarás siempre al lado de cada uno de nosotros. Papá, gracias por todos aquellos momentos y recuerdos vividos a tu lado, que atesoraremos por siempre en nuestro corazón. Gracias, y mil veces gracias, por ser un gran ejemplo en nuestras vidas y en la de tantas personas que tocaste.

Aurora Mussali de Salame

This article is from: