Re riéndose a este crecimiento sano e integral de Jesús, Elena de White nos dice:
“Su inteligencia era viva y aguda; (SALUD MENTAL-EMOCIONAL) y una sabiduría (SALUD MENTAL-EMOCIONAL) que superaba a sus años. Sin embargo, su carácter era de hermosa simetría. Las facultades de su intelecto (SALUD MENTAL-EMOCIONAL) y de su cuerpo (SALUD FÍSICA) se desarrollaba gradualmente, en armonía con las leyes de la niñez”. Elena de White. El Deseado de Todas las Gentes. Pág. 49.