5
Prevalencia de alteraciones arteriales subclínicas en niños y adolscentes: Asociación con el normopeso, sobrepeso u obesidad
9
Talla, índice de masa corporal y ganancia de peso gestacional inadecuados como riesgo para el crecimiento intrauterino adverso en Chile y Uruguay.
13
Una variable de evalución indirecta para las políticas alimentarias en el cono sur
17
Prevalencia de riesgo nutricional en pacientes pediátricos al ingreso hospitalario
20
¿El consumo de fructuosa proveniente de bebidas azucaradas supera las recomendaciones de hidratos de carbono simples?
Nro. 3 - Diciembre 2015
1
Índice Nro. 3 - Diciembre 2015 Esta 3ra. Edición estuvo a cargo de la Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas, entidad responsable de presidir la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Nutricionistas, CONFELANYD, en el período 2012 – 2016. Directiva AUDYN 2014-2016 - Presidente: Lic. María Rosa Curutchet M.Sc | Vicepresidenta: Lic. Virginia Puyares | Secretaria: Lic. Alejandra Girona M.Sc | Tesorera: Lic. Marcela Balas| Vocales: Lic. Beatriz Agazzi M.Sc, Lic. María Luz Vidal M.Sc, Lic. Luisa Saravia M.Sc,| Lic. Virginia Natero | Lic. Sofía Verdier. Edición semestral Año 2, No 3 Diciembre de 2015 ISSN: 2393-5987 Presidenta CONFELANYD : María Rosa Curutchet M Sc. Coordinación de la Revista: Lic. Marcela Balas Comité Editorial: Dra. Isabel Bove, Lic. Lucia Perez Castells, Mag. Sonia Nigro, Mag. Patricia Jansons, Lic. Graciela Romano, Lic. Jacqueline Lucas, Dra. Maria del Huerto Nari, Lic. Ana Paula Della Santa, Lic. Sonia Dergazarian, Lic. Daniel Prendez, Mag. Rosana Martinez, Mag. Florencia Cerrutti, Dr. Gaston Ares, Dr. Ernesto Irrazabal, Dra. Carmen Marino, Dra. Cecilia Del Campo, Dr. Samuel Duran (Chile), Dra. Marcia Fidelix (Brasil), Dra. Marina Wallinger (Argentina). | Diseño y realización: Carla Del Pup | Secretaria Administrativa: Adriana Arzogaray AUDYN Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas Duvimioso Terra 1880, Montevideo. Tel +598 24025101
5
Prevalencia de alteraciones arteriales subclínicas en niños y adolscentes: Asociación con el normopeso, sobrepeso u obesidad
9
Talla, índice de masa corporal y ganancia de peso gestacional inadecuados como riesgo para el crecimiento intrauterino adverso en Chile y Uruguay.
13
Una variable de evalución indirecta para las políticas alimentarias en el cono sur
17
Prevalencia de riesgo nutricional en pacientes pediátricos al ingreso hospitalario
20
¿El consumo de fructuosa proveniente de bebidas azucaradas supera las recomendaciones de hidratos de carbono simples?
32 34
Declaración Montevideo y Declaración Conumer CONFELANYD, gestión 2012-2015.
38 Requisitos de publicación
Carta de bienvenida Queridas/os Colegas: Con esta tercera edición de la revista electrónica de la Confederación Latinoamericana de Nutricionistas Dietistas, hemos llegado a la culminación del periodo presidido por la Asociación Uruguaya de Nutricionistas Dietistas (AUDYN), el cual ha sido colmado de éxitos y desafíos logrados. Con sumo placer, disfrutamos de un concurrido XVI Congreso Latinoamericano y del Caribe de Nutricionistas y Dietistas, VI Congreso Iberoamericano de Nutrición, en la ciudad de Montevideo, que fue un momento de encuentro y enriquecimiento tanto profesional como personal, con tantos colegas queridos de toda Latinoamérica, España y Portugal, así como la presencia de destacadisimos Conferencistas que nutrieron nuestros saberes y fortalecieron nuestro lazos. Cabe destacar que se recibieron y evaluaron más de 280 trabajos científicos de toda Latinoamérica mostrando un excelente nivel académico lo cual enorgullece y enaltece nuestra profesión. Por este motivo se decidió que en esta edición se publican los artículos de los trabajos libres premiados, ya que el número superó ampliamente las expectativas. Esperando que la misma sea de vuestro interés, nos despedimos desde Uruguay enviando un fuerte abrazo y deseando que disfruten unas Felices Fiestas! Hasta la próxima.
Lic. Nut. Marcela Balas Coordinadora de revista CONFELANYD
Prevalencia de alteraciones arteriales subclínicas en niños y adolscentes: asociación con el normopeso, sobrepeso u obesidad. Datos de un nuevo servicio asistencial universitario. Santiago Curcio1, Victoria García1, Maite Arana2, Victoria Mattos2, Juan M. Castro1, Yanina Zócalo1, Pedro Chiesa3, Gustavo Giachetto2, Daniel Bia1 1.Centro Universitario de Investigación, Innovación y Diagnóstico Arterial (CUiiDARTE), Universidad de la República (UR), Uruguay. 2. Clínica Pediátrica “C”, Centro Hospitalario Pereira Rossell, ASSE - UR, Uruguay. 3. Servicio de Cardiología Pediátrica, Centro Hospitalario Pereira Rossell, ASSE, Uruguay.
* Primer premio trabajos orales.
5
Antecedentes: Se encuentran poco caracterizados los cambios arteriales precoces que pueden existir en la propia infancia, asociados a la existencia de sobrepeso (S) u obesidad (O)
Objetivos: Determinar la prevalencia de alteraciones arteriales sub-clínicas asociados a S u O en niños y adolescentes estudiados en un nuevo servicio universitario nacional.
Métodos: Fueron estudiados 450 niños y adolescentes que asistieron de manera consecutiva al nuevo servicio (Edad media/rango: 12/4-19 años; 190niñas). Se recabaron datos clínicos, antropométricos, nutricionales y de exposición a factores de riesgo cardiovascular (FRCV). Cada participante se clasificó según el score z de IMC, en normopeso (NP; z>-1 y <1), S (z≥1 y <2) u O (z≥2). Se midió presión aórtica central (PAC, tonometría de aplanamiento), rigidez aórtica (velocidad del pulso, VOP), espesor íntima-media carotídeo (EIMC; ultrasonido) y función endotelial (vasodilatación flujo-mediada, VMF). Se consideró alterado: VOP y EIMC mayor al percentil 95 para edad y sexo, y VMF <5%.
Resultados: La prevalencia de FRCV fue elevada, existiendo: 28% de Oy 19% de S. El grupo O presentó mayores niveles de PAC, EIMC y menores niveles de VMF respecto del grupo N (p˂0,05). La prevalencia de alteraciones arteriales sub-clínicas fue mayor en los grupos S y O respecto de N, alcanzando significancia estadística en los O (EIMC alterado: 20% vs. 3%, VMF alterada 39% vs. 20%; p˂0,05). Aún en NP, la prevalencia de alteraciones sub-clínicas fue elevada.
Conclusiones: En la propia infancia, el S y O asocia elevada prevalencia de alteraciones en estructura y función arterial.
6
7
4
8
Talla, índice de masa corporal y ganancia de peso gestacional inadecuados como riesgo para el crecimiento intrauterino adverso en Chile y Uruguay. Formato de Presentación: ePosters Eje temático: La nutrición en el ciclo de la vida Autores: Mag. Leticia Klaps, Dra. María Isable Bove, Dr. Francisco Mardones
* Primer premio de ePosters.
9
Resumen El embarazo es una etapa de cambios en la mujer que tiene efectos determinantes sobre el crecimiento y el desarrollo fetal.
Objetivos: Conocer el riesgo del crecimiento intrauterino adverso de una talla, índice de masa corporal pregestacional (IMC-PG) y ganancia de peso gestacional (GPG) inadecuados de mujeres adultas, sanas, con embarazos únicos de término de Chile y Uruguay.
Métodos: Estudio de dos cohortes de 11.466 embarazadas chilenas y 23.832 uruguayas y sus recién nacidos (RN). Se estudió la asociación entre retraso de crecimiento intrauterino (RCIU), talla baja al nacer y macrosomía con el IMC-PG, la talla materna y la GPG. Se determinó el riesgo de un resultado adverso con una regresión binaria, expresándolo en Odd Ratios (OR).
Resultados: Se observó asociación positiva y significativa entre el crecimiento intrauterino y la antropometría materna. En ambas cohortes la talla, IMCPG y GPG bajos se asociaron a mayor RCIU y talla al nacer <50 cm. Por el contrario talla, IMC-PG y GPG elevados se relacionaron a macrosomía. Se observó que a similar categoría de talla, IMC-PG y GPG los RN uruguayos presentaron mayor riesgo de RCIU y de baja talla al nacer pero menor riesgo de macrosomía que los RN chilenos (p<0,001).
Conclusiones: Los resultados evidencian la necesidad de evaluar el IMC-PG como también la GPG de modo de dar a cada mujer la consejería apropiada. A su vez, sugieren investigar respecto a las razones por las cuales a similares categorías antropométricas las mujeres embarazadas uruguayas presentan mayor riesgo de RCIU
10
11
12
Una variable de evaluación indirecta para las políticas alimentarias en el cono sur. Formato de Presentación: oral Eje temático: Nutrición en Salud Pública Autores: Anabella Marisa Ruth Zanini
* Mención especial de trabajos orales.
13
Objetivo: Describir y analizar a las auditorías gubernamentales de las políticas alimentarias del Cono Sur.
Métodos: Estudio descriptivo transversal. Se analizaron 324 informes de auditoría gubernamental de libre acceso relacionados con las políticas alimentarias del período comprendido entre el año 1990 y el año 2012 correspondientes a los 12 organismos de control externo del Cono Sur.
Resultados: La mayor cantidad de informes corresponden a la Argentina (7,29%) y Perú (2,74%) mientras que Bolivia no ha realizado auditorías. Desde el año 2008 se realizan en forma continúa mientras que en la Argentina se iniciaron en el año 1999. A su vez, desde el año 2006 hasta el 2012, se han producido disminuciones o aumentos de las cantidades de auditorías alimentarias realizadas en Argentina. Generalmente, el abordaje de éstos informes se centran sobre aspectos legales o financieros excepto los de Paraguay, Chile, Ecuador y Argentina- en especial en la Auditoría Autónoma General de la Ciudad de Buenos Aires- en donde se valoriza a los aspectos específicos alimentarios. En Ecuador y Colombia se centran en las planificaciones estratégicas de los programas como eje rector de la auditoría.
Conclusión: Este tipo de auditorías es una variable que permite aportar información para la evaluación de la gestión de las políticas alimentarias y que debería ser considerado debido a las escasas o nulas evaluaciones como una evaluación indirecta
14
15
16
Prevalencia de riesgo nutricional en pacientes pediátricos al ingreso hospitalitario. Formato de Presentación: ePosters Eje temático: Los nutrientes y la evaluación del estado nutricional Autores: Amestoy Alejandra, Agulla Lucía, Fernández Florencia, Rearte Ma Clara, Medina Laura, Remedios Claudia, Delmonte Ivana, Larrea Fernanda Dpto de Nutrición y Dietoterapia. Hospital Británico. Montevideo, Uruguay.
* Mención especial de ePosters.
17
Objetivo: Determinar la prevalencia de pacientes pediátricos con riesgo nutricional al ingreso hospitalario.
Métodos: Estudio descriptivo, prospectivo, transversal. Se estudiaron niños hospitalizados en Hospital Británico, ambos sexos, entre 1 y 18 años, durante abril 2015, en las primeras 24 horas de ingreso. Para riesgo nutricional se aplicó cribado nutricional Paediatric Yorkhill Malnutrition Score. Datos procesados con SPSS® versión 19. Se aplicó Test de Chi cuadrado y prueba exacta de Fisher para asociación variables categóricas. Se consideraron significativos valores de p < 0,05 (IC 95%).
Resultados: Se evaluaron 96 niños (56,3% varones, 43,8% niñas). 55,2% entre 1 y 5 años, 22,9% entre 6 y 10, 21,9% ≥ a 11. Se encontró malnutrición por déficit 6,3%, malnutrición por exceso 24,9% y 68,8% normopeso. Prevalencia de riesgo nutricional 21,9%. Un 11,5% perdieron peso previo ingreso y 24% redujo ingesta en última semana, ambos casos se asociaron significativamente con padecer riesgo nutricional (p<0, 001).Se evidenció que ser adelgazado tiene asociación con presentar riesgo nutricional (p= 0,002). El 100% de los emaciados presentaron riesgo. Enfermedades más prevalentes: respiratorias (41, 7%), digestivas (16, 7%), piel (9,4%), genitourinarias (9,4%) y traumatismos (6, 3%). Enfermedades digestivas mostraron mayor riesgo (47,6%).
Conclusiones: El 21, 9% de los niños estudiados presentó riesgo nutricional. La detección precoz de este riesgo es un paso fundamental para el cuidado del paciente. Es necesaria la implementación de un método de cribado nutricional, a fines de evitar problemas de malnutrición hospitalaria que comprometan la condición actual del niño o su crecimiento a futuro.
18
19
¿El consumo de fructuosa proveniente de bebidas azucaradas supera las recomendaciones de hidratos de carbono simples? Autor: Horan L, Alessandro C, Basili P, Fantini S, Diz M, Wallinger M. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Medicina. Escuela de Nutrición. Dpto. Fisiología. Contacto: mwallinger@fmed.uba.ar Paraguay 2155, piso 7, CP1121, CABA, Argentina.
20
Introducción: El consumo crónico de fructosa ha sido considerado como uno de los factores que contribuye al desarrollo de sobrepeso/obesidad, diabetes y dislipemias, entre otras alteraciones metabólicas. Este monosacárido está contenido en diversos alimentos, aunque un grupo de interés particular son las bebidas azucaradas debido al aumento de su ingesta en las últimas décadas. Si bien existen estudios sobre la ingesta de líquidos en nuestro país, no existen registros del consumo de fructosa proveniente de las mismas. Objetivo: Medir el consumo de fructosa de bebidas azucaradas diferentes grupos erarios de la población. Material y Métodos: Estudio exploratorio, transversal y cuantitativo. Se realizaron encuestas de frecuencia de consumo de bebidas auto-administradas, en una muestra seleccionada por conveniencia (n=248). La población se clasificó según grupo etario (años): en infantes (1-5), niños (6-12), adolescentes (13-17), jóvenes (18-45) y adultos (>45). Se consideró el contenido de fructosa de las bebidas de un estudio realizado en el país y tablas internacionales. Los datos fueron analizados con el programa Microsost Excell, calculando media y error estándar. Resultados: Se observó un predominio en el consumo de bebidas azucaradas en niños y adolescentes, con una ingesta de fructosa (g/día) de 90.50 ± 10.98 y 83.49 ± 13.18, respectivamente. Ambos grupos superan con la ingesta de bebidas azucaradas las recomendaciones de hidratos de carbono simples de la Organización Mundial de la Salud –OMSConclusiones: La ingesta de fructosa proveniente de bebidas supera ampliamente las recomendaciones de la OMS, en especial en los niños y adolescentes, pudiendo traer consecuencias sobre su estado metabólico actual o a futuro.
Palabras Claves: Jarabe de Maíz de Alta Fructosa (JMAF), fructosa, obesidad, alteraciones metabólicas, bebidas azucaradas.
21
INTRODUCCIÓN Entendemos por transición epidemiológica (1) a los cambios en los procesos de morbimortalidad de las poblaciones, que progresivamente pasan de presentar perfiles con preeminencia de causas agudas (principalmente infecciosas) a situaciones en las que prevalecen enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT). En los últimos años en Argentina, la prevalencia de muertes por ECNT ha ido en aumento. La Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2009, arrojó que el 79,3% de las muertes se deben a este tipo de enfermedades (2). La transición epidemiológica antes mencionada guarda relación, entre otros factores, con la transición nutricional. Esta se refiere a los cambios seculares en las pautas de nutrición, debido a la modificación de la estructura de la alimentación de las personas como consecuencia de las transformaciones económicas, sociales, demográficas y sanitarias. El patrón alimentario actual se caracteriza por un aumento en el consumo calórico total, particularmente a partir de azúcares simples y grasas (mayormente de origen animal), y descensos variables en el consumo de frutas y verduras e hidratos de carbono complejo (3). Dentro de los alimentos consumidos un caso particular lo constituyen las bebidas azucaradas, cuya ingesta se ha incrementado notablemente en los últimos años (4). El consumo de azucares simples, particularmente fructosa, ha crecido, entonces, por la amplia variedad de bebidas que contienen JMAF (jarabe de maíz de alta fructosa) y/o sacarosa en su formulación. Por otro lado, numerosas investigaciones han descripto las modificaciones metabólicas que produce la ingesta crónica y/o alta de fructosa (5-10). En un estudio realizado por Teff y colaboradores (5), se observó que en aquellas mujeres jóvenes que ingirieron bebidas endulzadas con fructosa, la concentración plasmática de triglicéridos se incrementó más rápidamente y alcanzó una mayor concentración, que en aquellas que recibieron bebidas endulzadas con glucosa. Aarbeli y colaboradores administraron a un grupo de personas bebidas con un 25% de fructosa durante tres semanas, encontrando que la sensibilidad hepática a la insulina se veía disminuida, así como incrementados los niveles de LDL y el colesterol total (9). Stanhope, también demostró que el consumo crónico de bebidas endulzadas con JMAF elevaron los niveles de triglicéridos y LDL comparado con ingestas de glucosa. A esto se suma que en estos sujetos, aumentó el tejido visceral adiposo produciendo dislipemia, reducción de tolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina (10). Dirlewanger y colaboradores, proponen que la infusión aguda con fructosa induce a la insulino resistencia a nivel hepático y extrahepático, al aumentar en la síntesis intrahepática de glucosa-6-fosfato (11). Sumado a lo descripto en los párrafos anteriores, los mecanismos de saciedad que funcionan para sólidos, son menos eficientes cuando la oferta de calorías viene de un vehículo líquido (4). Éstos últimos no requieren de los procesos digestivos tales como masticación, permanencia y distensión gástrica y estímulo de hormonas reguladoras. Se propuso entonces realizar un estudio de tipo exploratorio que permita medir y cuantificar el consumo de fructosa proveniente de bebidas azucaradas en la población general, y describir su distribución según el grupo etario para conocer si existen diferencias entre los mismos.
22
MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un estudio exploratorio, transversal, cuantitativo sobre una muestra no probabilística por conveniencia de 248 personas de ambos sexos. La población se clasificó según los siguientes grupos etarios: niños (6-12 años); adolescentes (13-17 años); adultos jóvenes (18-25 años) y adultos (>45 años). Los criterios utilizados para esta clasificación, se corresponden con los implementados en otros estudios similares (4). Se incorporaron al estudio todas aquellas personas que al ser invitadas a participar aceptaron y dieron su consentimiento informado, en el período comprendido entre el 29/07/2014 y el 29/08/2014. Los datos se recolectaron a través de una encuesta auto-administrada, que fue completada por medios digitales (e-encuesta.com) para los mayores de 13 años y en forma escrita (por un mayor responsable) para los menores de dicha edad. Los datos de ingesta de bebidas y fructosa se obtuvieron mediante el método de frecuencia de consumo alimentario para lo que los encuestados debieron responder sobre cantidad semanal y porción de las distintas bebidas ingeridas. Los grupos de bebidas que se evaluaron fueron: infusiones, agua, gaseosas regulares, gaseosas light, aguas saborizadas, jugos concentrados, jugos en polvo, bebidas energizantes y bebidas deportivas. Se incluyeron también preguntas sobre el conocimiento general sobre el JMAF y fructosa, y sus consecuencias sobre la salud. Para la consideración del contenido de fructosa de las bebidas se tuvieron en cuenta el trabajo de Leibovich y col (12) y las Tablas de Composición Química Canadienses (Canadian Nutrient File ) (13)-. Los valores se observan en la tabla 1
Fuente: Elaboración propia, en base a los datos de Leibovich y cols (19) y las tablas de Composición Química Canadienses (20)
23
Como no existe recomendación de la ingesta para el monosacárido fructosa, se utilizo como referencia (para la adecuación del consumo a las recomendaciones) la recomendación de la OMS sobre ingesta de hidratos de carbono simple (14), que contempla entre un 10% (strong recommendation) y 5% (conditional recommendation) del VCT. Para ello se estimaron los requerimientos energéticos (FAO-OMS 2004) (15) de distintos grupos etarios, para luego, a partir de ellos, obtener el umbral de consumo de azúcares simples propuesto por la OMS (teniendo en cuenta un individuo estándar en peso, talla y actividad física para cada grupo) (Tabla 2).
Fuente: Elaboracion propia en base a los requerimientos energeticos de FAO-OMS (22)
Para el análisis estadístico de los datos se utilizó el programa EXCEL de Microsoft Company. Se obtuvo la media +/- el DE del consumo de cada bebida (mL/día) y de fructosa (g/día).
RESULTADOS La distribución del consumo de las diferentes bebidas en la población en general se presenta en el grafico 1. Sin embargo, se observó que al interior de cada rango etario esta tendencia cambia. En el grupo de niños y adolescentes se destacó un elevado consumo a bebidas azucaradas (Gráfico 2 y Gráfico 3) Se observó que en el grupo de adultos jóvenes, el consumo de bebidas azucaradas comienza a disminuir (23% de las bebidas consumidas), siendo aún menor en el grupo etario siguiente (20%). Se pudo observar, al comparar con los resultados obtenidos por medio de la frecuencia de consumo sobre la ingesta de fructosa a través de las bebidas azucaradas (Tabla 3) que, niños y adolescentes, excedieron entre un 61-112% y un 15-42% respectivamente, lo recomendado por la OMS si se toma en cuenta la strong recommendation del 10% del VCT. Si se considera la conditional recommendation del 5% del VCT, estos porcentajes se duplican. En contraste, los adultos jóvenes como los adultos, no alcanzaron a superar las mismas (Tabla 3).
24
Gráfico 1: Distribución porcentual en el consumo de bebidas en la población general
Gráfico 2: Distribución porcentual en el consumo de bebidas en la población de 6 a 12 años
Gráfico 2: Distribución porcentual en el consumo de bebidas en la población de 13 a 17 años
Fuente: Elaboración propia
25
Fuente: Elaboración propia
El 57,66% de la población estudiada no lee el rotulado de las bebidas que consume. El porcentaje restante, al leer la información fija su atención principalmente en calorías y azúcares. A su vez, el 74,19% de la población no ha escuchado hablar del JMAF, mientras que el resto, si bien lo conoce ignora cuales pueden ser sus efectos, o cree que son malos (asociación con diabetes, obesidad, dislipemias, adicción a su consumo y enfermedades cardiovasculares)
26
DISCUSIÓN Si bien asociar el consumo de fructosa con el sobrepeso/obesidad o el síndrome metabólico excede los fines del presente estudio, existe suficiente evidencia científica para pensar que el exceso en la ingesta de este monosacárido podría tener consecuencias sobre la salud de la población. Desde el punto de vista de los estudios en investigación básica se ha demostrado que, tras la administración crónica de soluciones con fructosa en animales, los mismos desencadenan a corto y largo plazo alteraciones metabólicas como: sobrepeso, obesidad, diabetes y dislipemias (16-19). En cuanto a los estudios realizados en humanos (5-7; 20-22), un trabajo llevado a cabo en Estados Unidos con individuos a los que se le administraron 600 ml/ día de bebida endulzada con 40 g de JMAF muestra que los mismos desarrollaron luego de tres semanas alteraciones en la producción hepática de glucosa y lípidos en sangre (colesterol total y LDL elevados y bajo HDL) (20). En otro trabajo realizado en el mismo país, donde 559 adolescentes consumieron bebidas endulzadas con fructosa al 25%, se pudieron observar resultados similares al estudio citado anteriormente evidenciando también un aumento de tejido adiposo visceral (21). Poder describir, entonces, el perfil de consumo de fructosa en distintos grupos poblacionales, podría ser de interés para futuras investigaciones sobre los efectos del mismo sobre la salud humana, así como para la planificación de intervenciones en educación alimentaria-nutricional. Si bien el consumo de bebidas azucaradas (y por lo tanto de fructosa) es alto en la población estudiada (39% del total de bebidas), al analizar los distintos grupos etarios, se pudo observar que esta tendencia era mucho mas marcada en los grupos de niños y adolescentes, cuya ingesta resultó ser alrededor del 65-66% del total de bebidas ingeridas en el día. La alta ingesta de jugos concentrados (predominantemente en niños) y gaseosas (predominantemente en adolescentes), hace que ambos grupos superen ampliamente las recomendaciones de la OMS en relación al consumo de hidratos de carbono simples. Al valorar el consumo de bebidas azucaradas en los grupos de adultos jóvenes y adultos, se observó que la ingesta de las mismas disminuía a medida que aumentaba la edad. Consecuentemente, el consumo de fructosa también fue menor y no llegó a superar la recomendación de azúcares simples. No obstante, cabe aclarar que solo se contabilizó la cantidad de fructosa que contienen las bebidas azucaradas, sin tener en cuenta el resto de azúcares que poseen, ni aquellos alimentos consumidos en el día que asimismo aportan cantidades significativas de estos hidratos de carbono simples. Se podría conjeturar entonces, que toda la población en mayor o menor medida supera la recomendación propuesta por la OMS. La información nutricional parecería no tener mucha importancia en las elecciones por parte de los consumidores de bebidas. El presente trabajo evidencia que existe en la población un bajo interés por conocer la composición nutricional de las bebidas, ya que sólo el 42,34% lee el rótulo nutricional. Por otra parte, también se observó que el 74,19% de los encuestados, desconoce que es el JMAF, mientras que el porcentaje restante ha escuchado hablar sobre el mismo. Sin embargo, la mayoría de ellos manifiesta no conocer sus efectos. El Código Alimentario Argentino (23) en el capítulo 10 Art. 778 3º, exige a las empresas que utilizan JMAF en sus ingredientes, que expliciten en sus etiquetas la leyenda: “contiene Jarabe de Maíz de Alta Fructosa ” o “contiene JMAF”. Sin embargo existen algunas empresas que no lo cumplen, siendo este, un punto desfavorable que se suma a la situación anteriormente planteada.
27
Los resultados obtenidos en el presente trabajo, carecen de comparación con otros estudios locales que contemplasen los mismos fines, ya que no existe ningún antecedente en el país que informe sobre el consumo de fructosa en la población. Por este motivo, resulta un material novedoso como punto de partida para comenzar a profundizar sobre los efectos que genera su uso en la salud de la población y a partir de eso empezar a fundar recomendaciones específicas sobre este azúcar, implementar consejería oportuna y decretar políticas públicas que incluyan todos estos aspectos. Dado que, el mayor consumo de fructosa a través de bebidas azucaradas sucede en edades tempranas, debemos preguntarnos como profesionales de la salud, qué hábitos prevalecen en la niñez y la adolescencia, a qué se encuentran expuestos y cómo podemos mejorarlo. No es difícil pensar que en un futuro inmediato, dichos grupos sean los más vulnerables a padecer las citadas alteraciones metabólicas. Es por esto que se considera la necesidad de generar distintas estrategias, las cuáles, dentro de sus acciones, informen a la población sobre la cantidad de productos que contienen JMAF y los efectos que produce en la salud, con el fin de impactar en forma positiva en la decisión de los consumidores y así mejorar sus elecciones, basándose en principios de salud y prevención. Es de suma importancia que dichas estrategias estén acompañadas por una correcta regulación por parte de las instituciones pertinentes, en lo que refiere al uso de JMAF en la industria, y en la especificación del mismo en los rotulados nutricionales, siendo esencial que el mismo se presente con un nombre reconocido por la sociedad y que no preste a confusión, como así también se especifique la cantidad empleada.
28
Bibliografía (1) Durán P. Transición epidemiológica nutricional o el “efecto mariposa”. Arch Arg Pediatr 2005; 103(3):195-197. (2) Ferrante D, Linetzky B, Konfino J, King A, Virgolini M, Laspiur S. Encuesta nacional de factores de riesgo 2009: evolución de la epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles en argentina. Rev Argent Salud Pública, 2011; 2(6):34-41. (3) Ministerio de Salud. Encuesta Nacional de Nutrición y Salud. Documento de Resultados. 2006. Buenos Aires: Ministerio de Salud. 2007. (Disponible en : http://www.msal.gov.ar/htm/ site/ennys/pdf/ENNyS_Documento-de-resultados-2007-II.pdf ) Consultado el 15 de julio de 2014. (4) Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil. Resultados preliminares del estudio HidratAR. (Disponible en:http://www.cesni.org.ar/Content/Informe%20Preliminar.pdf). Consultado el 15 de julio de 2014. (5) Teff KL, Elliot SS, Tschop M, Kieffer TJ, Rader D, Heiman M, Townsend RR, Keim NL, D’alessio D, Havel PJ. Dietary fructose reduces circulating insulin and leptin, attenuates postprandial suppression of ghrelin and increases triglycerides in women. J Clin Endocrinol Metab 2004; 89:2963-2972. (6) Perez Cruz E, Serraldo Zuñiga A, Melendez Mior G. Efectos benéficos y deletéreos del consumo de fructosa. Revista de Endocrinología y Nutrición. 2007; 15(2):67-74.
29
(7) Basciano H, Federico L, Adeli J. Fructose, Insulin resistance, and metabolic dyslipidemia. Nutrition and Metabolism. 2005; 2(1):5. (8) Robbins S L, Ranzi S Cotran. Patología estructural y funcional. Séptima edición. Barcelona: Elsevier Saunders; 2009. (9) Aeberli I, Hochuli M, Gerber P. Moderate amounts of Fructose consumption impair insulin sensitivity in healthy young men. Diabetes Care. 2013; 36:150-156. (10) Stanhope KL, Griffen SC, Bremer AA, Vink RG, Schaefer EJ, Nakajima K, Schwarz JM, Beysen C, Berglund L, Keim NL. Metabolic responses to prolonged consumption of glucose- and fructose-sweetened beverages are not associated with postprandial or 24-h glucose and insulin excursions. Am J Clin Nutr 2011; 94, 112–119. (11) Dirlewanger M, Schineiter, Jequier E, Tappy L. Effects op fructose on hepatic glucose metabolism in humans. Am Jphysiol Endocrinol Metab. 2000; 279:907-911. (12) Leibovih J, Aimar A, Casonú M, Milano C, Paludi S. Cuantificación de fructosa total en una muestra de bebidas comerciales disponibles en el mercado argentino. 2013. Trabajo presentado en el IV Congress of the International Society for Hemodialisys. CABA, Argentina. (13) Canadian Nutrient File. (Disponible: http://www.hc-sc.gc.ca/fn-an/nutrition/fiche-nutri-data/index-eng.php). Consultado el 9 de agosto de 2014. (14)World Health Organization. Guideline: sugar intake for adults and children. Geneva, World Health Organization, 2015 (15) United Nations University, Wordl Health Organization, Food and Agriculture Organization. Human energy requirements, Report of a Joint FAO/ WHO/UNU Expert Consultation. Rome, 2004 (16) Cohen A, Teitelbaum, Rosenman E. Diabetes induced by high fructose diet. Metabolism. 1977; 26 (1): 17-24.
30
(17) Delbosc S, Paizanis E, Magous R, Araiz C, Dimo T, Cristol JP, Cros G, Azay J. Involvement of oxidative stress and NADPH oxidase activation in the development of cardiovascular complications in a model of insuline resistance, the fructose-fed rats. Atherosclerosis. 2005; 179: 43-49. (18) Hsieh PS. Attenuation of insulin-mediated pressor effect and nitric oxide release in rats with fructose-induced insulin resistance. Am J of Hypertension. 2004; 17: 707-711. (19) Verma S, Bhanot S, Yao L, Mc Neil J. Defective endothelium-dependent relaxation in fructose-hypertensive rats. Am J of Hypertension. 1996; 9: 370-376. (20) Bray G. Energy and fructose from beverages sweetened with sugar or high-fructose corns syrup pose a health risk for some people. Advances in Nutrition. 2013; 4:220-225. (21) Tordoff MG, Alleva A. Effect of drinking soda sweetened with aspartame or high-fructose corn syrup on food intake and body weight. Am J Clin Nutr. 1990; 51:963-969. (22) Pollock NK, Bundy V, Kanto W. Greater fructose consumption is asociated with cardiometabolic risk markers and visceral adiposity in adolescents. J Nutr. 2012; 142: 251-257. (23) C贸digo Alimentario Argentino, Capitulo X, Art 778. Disponible en: http://www.anmat.gov. ar/alimentos/normativas_alimentos_caa.asp. Consultado el 18 de julio de 2014. (24) Rippe JM, Angelopoulos TJ. Sucrose, high-fructose corn syrup, and fructose, their metabolism and potential health effects: what do we really know?. Advances in Nutrition. 2013; 4:236-245. (25) Ferder L, Ferder MD, Inserra F. The role of high-fructose corn syrup in metabolic syndrome and hypertension. Currents hypertension reports. 2010; 2:105-112. (26) Casella N, Carrasco Manrique AL, Mesa C, Milton A. Presencia de jarabe de ma铆z de alta fructosa en snacks. Actualizaci贸n en Nutrici贸n. 2010; 11(3).
31
DECLARACION MONTEVIDEO y DECLARACIÓN CONUMER: Compromiso de trabajo para mejorar la alimentación y nutrición de nuestra gente.
En el marco del VI Congreso Iberoamericano de Nutrición, XVI Congreso Latinoamericano de Nutricionistas y el V Congreso Uruguayo de Alimentación y Nutrición realizado en setiembre de 2015 en la ciudad de Montevideo, los Nutricionistas de Ibero-América representados por las entidades miembros de la Alianza Iberoamericana de Nutrición y de la Confederación Latinoamericana de Nutricionistas, y las entidades que integran el Comité de Nutricionistas del Mercosur (CONUMER), se comprometieron a trabajar activamente para impulsar Políticas Públicas que protejan y promuevan estilos de vida saludables. Como consecuencia de una inadecuada alimentación, la población de Latinoamérica presenta una prevalencia moderada y alta de malnutrición observándose un incremento acelerado en el consumo de productos y bebidas ultra-procesados y un estilo de vida sedentario, siendo dos factores de riesgo modificables que contribuyen a la escalada del exceso de peso con serias consecuencias para la salud, medio-ambiente y economía de las naciones. Los Nutricionistas de Ibero-América se comprometieron a trabajar incansablemente para impulsar acciones, tanto desde la Sociedad Civil como desde sus ámbitos laborales, para la construcción de Políticas Intersectoriales, con especial atención en diferentes líneas de acción promoviendo la información, comunicación y educación de una alimentación saludable y sostenible que defienda la cultura alimentaria regional, proponiendo la creación de medidas que faciliten el acceso económico estable a alimentos saludables, con especial énfasis en aumentar el consumo de verduras y frutas. En esta misma línea, se comprometieron a impulsar la creación de acciones regulatorias que protejan especialmente a niños y adolescentes, de las prácticas directas e indirectas de promoción y publicidad de alimentos y bebidas que vayan en contra de la alimentación saludable y asesorar a la Industria Alimentaria, para la reformulación de productos de alto contenido en grasa, sal y azúcar. Contribuirán activamente al desarrollo e implementación de una campaña de erradicación de la anemia ferropénica y de reducción del retraso de talla infantil y apoyarán la implementación de las acciones de prevención de la obesidad en la infancia y adolescencia en acuerdo con lo propuesto en el Plan de acción de la Organización Panamericana de la Salud.
32
Coincidentemente las entidades miembros de CONUMER (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) manifestaron la urgente necesidad de que los Gobiernos definan mecanismos de regulación de la publicidad de alimentos y bebidas dirigida a la infancia y la adolescencia, pues consideran que la modalidad actual vulnera los derechos de las niñas, los niños y los adolescentes. Tambien solicitaron a la industria alimentaria comprometerse a la producción y publicidad responsables de alimentos y bebidas destinados a estos grupos. Asimismo se acuerda la elaboración de un documento que defina criterios para regular y controlar auspicios de marcas, alimentos, bebidas y métodos dietéticos en eventos de carácter científico-técnico a cargo de dichas organizaciones. Por último todas las entidades coinciden en que lo expuesto facilitará el acceso al derecho a la alimentación adecuada, a la educación y a la información veraz con el objetivo de garantizar el derecho humano a la salud y el bienestar de la población.
1 Plan de acción para la prevención de la obesidad en la infancia y adolescencia. 154 Sesión del Comité Ejecutivo. OPS-OMS, 2014.
Firman esta Declaración representantes de Argentina (FAGRAN), Brasil (ASBRAN), Chile (Colegio Chileno de Nutricionistas), Costa Rica (ACDYN), El Salvador (ASONDES), Guatemala (ANDEGUAT), España (FEDN), Paraguay (ASPAGRAN), Perú (CNP), Portugal (APN) y Uruguay (AUDYN).
33
Confederación Latinoamericana de Nutricionistas y Dietistas – CONFELANYD, gestión 2012-2015.
34
La Confederación Latinoamericana de Nutricionistas y Dietistas tiene por objetivo la difusión de conocimientos y el fortalecimiento de las Asociaciones de Nutricionistas y Dietistas de Latinoamérica y el Caribe. Son miembros activos las entidades representantes de Federaciones, Colegios y Asociaciones de Nutricionistas y Dietistas de Argentina, Brasil, Guatemala, Costa Rica, Perú, Paraguay, Chile, Colombia y Panamá. La Confederación realiza sus Asambleas ordinarias y su Congreso cada 3 años. La Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas (AUDYN) tuvo la Presidencia Pro-témpore por el período mayo 2012 a setiembre de 2015, a cargo de la Lic. María Rosa Curutchet. Los trabajos realizados en estos últimos 3 años han sido: la elaboración y difusión de la Revista semestral de la CONFELANYD, la integración al Comité Asesor de la Red de Información, Comunicación y Educación Alimentaria y Nutricional (ICEAN) para América Latina y el Caribe, coordinado por la FAO (información disponible en: http://www.fao.org/red-icean/es/) y la Organización del XVI Congreso de la CONFELANYD llevado a cabo del 8 al 11 de setiembre de 2015 en Montevideo. Desde el año 2012 al 2015 se realizaron las siguientes asambleas: - XV Asamblea CONFELANYD, Del 10 al 12 de mayo de 2012, Argentina. Se propuso a Uruguay como país sede del XVI Congreso de la Confederación. - Reunión extraordinaria, 28 setiembre de 2012, Recife-Brasil. Se acuerda mejorar estrategia de comunicación y difusión mediante la creación de una revista electrónica a cargo del país sede. Se integran a la Confederación: la Asociación de Nutricionistas de Guatemala (ANDEGUAT) y la Asociación Costarricense de Dietistas y Nutricionistas (ACDYN). Participaron delegados de FAGRAN (Argentina), ASBRAN (Brasil), Colegio Chileno de Nutricionistas (Chile), ACDYN (Costa Rica), ASPAGRAN (Paraguay), ANDEGUAT (Guatemala), CPN (Perú) y AUDYN (Uruguay). Se realizó la invitación a integrarse a la Confederación a representantes de Colombia y Nicaragua y más recientemente a El Salvador (ASONDES). - XVI Asamblea, 8 setiembre 2015, Montevideo- Uruguay. Participaron delegados del CPN, ASBRAN, FAGRAN, ACDYN, ANDEGUAT, Colegio Chileno, ASPAGRAN, ASONDES y AUDYN. Se realizó informe de gestión 2012-2015 y se acordaron contenidos de la Declaración de Montevideo firmada por los países miembros en el cierre del citado Congreso y se aprueba el cambio de mando al Colegio Peruano de Nutricionistas, bajo la Presidencia del Lic. Roy Miranda por el período 2015-2018.
Reunión extraordinaria, 28 setiembre de 2012, Recife-Brasil.
XVI Asamblea, 8 setiembre 2015, Montevideo- Uruguay.
35
Memorias del XVI Congreso de CONFELANYD- Montevideo, Uruguay. Uruguay fue anfitrión del XVI Congreso Latinoamericano de Nutricionistas, VI Congreso Iberoamericano de Nutrición y V Congreso Uruguayo de Alimentación y Nutrición, desarrollado del 9 al 11 de setiembre de 2015 con la consigna “Por una mejor nutrición para alcanzar estilos de vida saludables y sustentables” La Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas (AUDYN) marcó un hito en el desarrollo de este evento que contó con el apoyo del Gobierno Nacional, de la Intendencia de Montevideo y de Organismos Internacionales como la Organización Panamericana de la Salud y la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El evento contó con más de 700 participantes, 250 conferencias y 158 disertantes de más de 15 países con el objetivo de contribuir con la actualización, el intercambio de conocimientos y el desarrollo de especialistas en Alimentación y Nutrición de Iberoamérica. Se destacó la presencia de conferencistas de diversas disciplinas (nutricionistas, antropólogos, agrónomos, médicos, ingenieros en alimentos, químicos, economistas, trabajadores sociales, sociólogos, psicólogos, gastrónomos, maestros, veterinarios, parlamentarios), reconociendo el carácter multisectorial y multiprofesional de la temática. En ese sentido, estuvieron presentes temas que fueron desde el sistema productivo, la revalorización de la comida de elaboración casera, el abuso del consumo de los productos ultra-procesados y su impacto en la salud, el ambiente y la economía, la mal nutrición infantil, el déficit de micronutrientes y la anemia ferropénica, la actividad física y el deporte, los cambios en los hábitos alimentarios y su impacto en el desarrollo de sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas en la vida adulta. También se analizó la información, comunicación y educación alimentaria y nutricional, la reformulación de productos y su reducción en azúcar, sal y grasa, las carnes uruguayas y su valor agregado, entre otros temas diversos. De forma paralela al evento científico se llevó a cabo una muestra Interactiva y de Cultura Alimentaria que difundió mensajes saludables a los congresistas y también a escolares, liceales, grupos de adultos y de adultos mayores que visitaron la muestra a lo largo de 3 días. Allí, desde diversas organizaciones de la sociedad civil, organismos del estado y empresas nacionales, se difundió la cultura culinaria de Iberoamérica, se realizaron demostraciones de preparaciones saludables a cargo de cocineros reconocidos, y se aplicaron diversos medios lúdicos para transmitir mensajes positivos sobre alimentación y actividad física. Por otro lado y con el apoyo de la Intendencia de Montevideo y del Ministerio de Educación y Cultura se contó con la participación de la ONG Supersaludable, de Rosario, Argentina, donde se ofreció la Obra de Teatro Infantil “Supersaludable y el maravilloso mundo de los alimentos”, en dos salas de Teatro, con una puesta en escena de 14 actores. Durante 3 días se realizaron 6 funciones y de forma gratuita disfrutaron de la obra de educación alimentaria 1700 niños. De forma simultánea se realizaron reuniones con representantes de asociaciones de nutricionistas de 11 países de Iberoamérica, se aprobaron los estatutos fundacionales de la Alianza Iberoamericana de Nutrición y se acordaron diversos compromisos de trabajo y líneas de acción.
36
En el cierre de este evento internacional, que contó con la presencia del Ministro de Salud Pública y del Presidente de la Comisión Salud del Senado, se presentó la Declaración de Montevideo (disponible en www.audyn.org.uy), donde los nutricionistas de Iberoamérica se proponen trabajar activamente para contribuir a la construcción de políticas públicas que favorezcan un estilo de vida plena, saludable y sustentable. Por este medio la Asociación de Nutricionistas de Uruguay hace llegar su agradecimiento a todos quienes colaboraron con el desarrollo de este exitoso Congreso.
37
REQUISITOS DE PUBLICACIÓN Aspectos Generales: • Se recibirán contribuciones en cualquiera de los idiomas de los países que integran la CONFELANYD, (Español, Portugués) • La revista se compromete a publicar todas las contribuciones aprobadas por el comité evaluador de cada país. • Se podrán presentar artículos de investigación, revisiones bibliográficas, informe de desarrollo de investigaciones, ensayos científicos, propuestas y modelos e innovaciones educativas, productos de elaboración de tesis de grado, posgrado, maestría y doctorado, trabajos de ascenso o proyectos institucionales. • Los artículos podrán ser tanto originales como también Reproducir artículos ya publicados en revistas indexadas.
Los artículos de investigación deben estructurarse de la siguiente manera, siguiendo criterios Vancouver. Página del título: • La página del título contendrá: • El título del artículo, que debe ser conciso pero informativo.
38
• El nombre de cada uno de los autores, acompañados de su grado académico más alto y su afiliación institucional. • El nombre del departamento o departamentos e institución o instituciones a los que se debe atribuir el trabajo. • En su caso, una declaración de descargo de responsabilidad. • El nombre y la dirección del autor responsable de la correspondencia. • El correo electrónico del autor al que pueden solicitarse separatas, o aviso de que los autores no las proporcionarán. • Origen del apoyo recibido en forma de subvenciones, equipo y medicamentos. • Título abreviado de no más de 40 caracteres (incluidas letras y espacios) situado al pie de la primera página. Resumen y Palabras Clave La segunda página incluirá un resumen (que no excederá de las 150 palabras en el caso de resúmenes no estructurado ni de las 250 en los estructurados). En él se indicarán los objetivos del estudio, los procedimientos básicos (la selección de los sujetos del estudio o de los animales de laboratorio, los métodos de observación y analíticos), los resultados más destacados (mediante la presentación de datos concreto y, a ser posible, de su significación estadística), y las principales conclusiones. Se hará hincapié en aquellos aspectos del estudio o de las observaciones que resulten más novedosos o de mayor importancia. Tras el resumen los autores deberán presentar e identificar como tales, de 3 a 10 palabras clave que faciliten a los documentalistas el análisis documental del artículo y que se publicarán junto con el resumen. Utilícense para este fin los términos del tesauro* Medical Subject Headings (MeSH) del Index Medicus; en el caso de que se trate de términos de reciente aparición que aún no figuren en el MeSH pueden usarse los nuevos términos. Introducción Se indicará el propósito del artículo y se realizará de forma resumida una justificación del estudio. En esta sección del artículo, únicamente, se incluirán las referencias bibliográficas estrictamente necesarias y no se incluirán datos o conclusiones del trabajo. Métodos Describa con claridad la forma como fueron seleccionados los sujetos sometidos a observación o participantes en los experimentos (pacientes o animales de laboratorio, también los controles). Indique la edad, sexo y otras características destacadas de los sujetos. Dado que en las investigaciones la relevancia del empleo de datos con la edad, sexo o raza puede resultar ambiguo, cuando se incluyan en un estudio debería justificarse su utilización. Se indicará con claridad cómo y porqué se realizó el estudio de una manera determinada. Por ejemplo, los artículos deben justificar porqué en el artículo se incluyen únicamente sujetos de determinadas edades o se excluyen a las mujeres del mismo. Se evitarán términos como “raza” que carece de significado biológico preciso debiendo utilizar en su lugar las expresiones alternativas “etnia” o “grupo étnico”. En el apartado de métodos se ha de especificar cuidadosamente el significado de los términos utilizados y detallar de forma exacta cómo se recogieron los datos (por ejemplo, qué expresiones se incluyen en la encuesta, si se trata de un cuestionario autoadministrado o la recogida se realizó por otras personas etc.) Describa los métodos, aparataje
39
(facilite el nombre del fabricante y su dirección entre paréntesis) y procedimientos empleados con el suficiente grado de detalle para que otros investigadores puedan reproducir los resultados. Se ofrecerán referencias de los métodos acreditados entre ellos los estadísticos (véase más adelante); se darán referencias y breves descripciones de los métodos que aunque se hallen publicados no sean ampliamente conocidos; se describirán los métodos nuevos o sometidos a modificaciones sustanciales, razonando su utilización y evaluando sus limitaciones. Identifique con precisión todos los fármacos y sustancias químicas utilizadas, incluya los nombres genéricos, dosis y vías de administración. En los ensayos clínicos aleatorios se aportará información sobre los principales elementos del estudio, entre ellos el protocolo (población a estudio, intervenciones o exposiciones, resultados y razonamiento del análisis estadístico), la asignación de las intervenciones (métodos de distribución aleatoria, de ocultamiento en la asignación a los grupos de tratamiento), y el método de enmascaramiento. Cuando se trate de artículos de revisión, se ha de incluir una sección en la que se describirán los métodos utilizados para localizar, seleccionar, recoger y sintetizar los datos. Estos métodos se describirán también en el resumen del artículo. Ética Cuando se trate de estudios experimentales en seres humanos, indique si se siguieron las normas éticas del comité (institucional o regional) encargado de supervisar los ensayos en humanos y la declaración de Helsinki de 1975 modificada en 1983. No emplee, sobre todo en las ilustraciones, el nombre, ni las iniciales ni el número de historia clínica de los pacientes. Cuando se realicen experimentos con animales, se indicará si se han seguido las directrices de la institución o de un consejo de investigación nacional, o se ha tenido en cuenta alguna ley nacional sobre cuidados y usos de animales de laboratorio. Estadística Describa los métodos estadísticos con el suficiente detalle para permitir, que un lector versado en el tema con acceso a los datos originales, pueda verificar los resultados publicados. En la medida de lo posible, cuantifique los hallazgos y presente los mismos con los indicadores apropiados de error o de incertidumbre de la medición (como los intervalos de confianza). Se evitará la dependencia exclusiva de las pruebas estadísticas de verificación de hipótesis, tal como el uso de los valores P, que no aportan ninguna información cuantitativa importante. Analice los criterios de inclusión de los sujetos experimentales. Proporcione detalles sobre el proceso que se ha seguido en la distribución aleatoria. Describa los métodos de enmascaramiento utilizados. Haga constar las complicaciones del tratamiento. Especifique el número de observaciones realizadas. Indique las pérdidas de sujetos de observación (como los abandonos en un ensayo clínico). Siempre que sea posible, las referencias sobre el diseño del estudio y métodos estadísticos serán de trabajos vigentes (indicando el número de las páginas) en lugar de los artículos originales donde se describieron por vez primera. Especifique cualquier programa de ordenador, de uso común, que se haya empleado. En la sección de métodos incluya una descripción general de los métodos empleados. Cuando en la sección de resultados resuma los datos, especifique los métodos estadísticos que se emplearon para analizarlos. Se restringirá el número de tablas y figuras al mínimo necesario para explicar el tema objeto del trabajo y evaluar los datos en los que se apoya. Use gráficos como alternativa a las tablas extensas. Evite el uso no técnico y por ello erróneo de términos técnicos estadísticos, tales como “azar” (alude al empleo de un método de distribución aleatoria), “normal”, “significativo”, “correlaciones” y “muestra”. Defina los términos, abreviaturas y la mayoría de los símbolos estadísticos.
40
Resultados Presente los resultados en el texto, tablas y gráficos siguiendo una secuencia lógica. No repita en el texto los datos de las tablas o ilustraciones; destaque o resuma tan sólo las observaciones más importantes. Discusión Haga hincapié en aquellos aspectos nuevos e importantes del estudio y en las conclusiones que se deriven de ellos. No debe repetir, de forma detallada, los datos u otras informaciones ya incluidas en los apartados de introducción y resultados. Explique en el apartado de discusión el significado de los resultados, las limitaciones del estudio, así como, sus implicaciones en futuras investigaciones. Se compararán las observaciones realizadas con las de otros estudios pertinentes. Relaciones las conclusiones con los objetivos del estudio, evite afirmaciones poco fundamentadas y conclusiones insuficientemente avaladas por los datos. En particular, los autores deben abstenerse de realizar afirmaciones sobre costes o beneficios económicos, salvo que en su artículo se incluyan datos y análisis económicos. No se citarán trabajos que no estén terminados. Proponga nuevas hipótesis cuando esté justificado, pero identificándolas claramente como tales. Podrán incluirse recomendaciones cuando sea oportuno. Agradecimientos Incluya la relación de todas aquellas personas que han colaborado pero que no cumplan los criterios de autoría, tales como, ayuda técnica recibida, ayuda en la escritura del manuscrito o apoyo general prestado por el jefe del departamento. También se incluirá en los agradecimientos el apoyo financiero y los medios materiales recibidos. Las personas que hayan colaborado en la preparación del original, pero cuyas contribuciones no justifiquen su acreditación como autores podrán ser citadas bajo la denominación de “investigadores clínicos” o “investigadores participantes” y su función o tipo de contribución debería especificarse, por ejemplo, “asesor científico”, “revisión crítica de la propuesta de estudio”, “recogida de datos” o “participación en el ensayo clínico”. Dado que los lectores pueden deducir que las personas citadas en los agradecimientos de alguna manera avalan los datos y las conclusiones del estudio, se obtendrá la autorización por escrito de las personas citadas en dicha sección. Referencias bibliográficas Numere las referencias consecutivamente según el orden en que se mencionen por primera vez en el texto. En éste, en las tablas y leyendas, las referencias se identificarán mediante números arábigos entre paréntesis. Las referencias citadas únicamente en las tablas o ilustraciones se numerarán siguiendo la secuencia establecida por la primera mención que se haga en el texto de la tabla o figura en concreto. Se utilizará el estilo de los ejemplos que a continuación se ofrecen, que se basan en el estilo que utiliza la NLM en el index Medicus. Abrevie los títulos de las revistas según el estilo que utiliza el Index Medicus. Consulte la List of Journals Indexed in Index Medicus (relación de revistas indizadas en el Index Medicus), que la NLM publica anualmente como parte del número de enero del Index Medicus, y como separata. Esta relación también puede obtenerse en la dirección web de la NLM. (Nota: para consultar las abreviatura de revistas españolas, puede consultar el catálogo del
41
Instituto Carlos III. También puede consultar Biomedical Journal Title Search) Evite citar resúmenes. Las referencias que se realicen de originales aceptados pero aún no publicados se indicará con expresiones del tipo “en prensa” o “próxima publicación”; los autores deberán obtener autorización escrita y tener constancia que su publicación está aceptada. La información sobre manuscritos presentados a una revista pero no aceptados cítela en el texto como “observaciones no publicadas”, previa autorización por escrito de la fuente. Tampoco cite una “comunicación personal”, salvo cuando en la misma se facilite información esencial que no se halla disponible en fuentes públicamente accesibles, en estos casos se incluirán, entre paréntesis en el texto, el nombre de la persona y la fecha de la comunicación. En los artículos científicos, los autores que citen una comunicación personal deberán obtener la autorización por escrito. Los autores verificarán las referencias cotejándolas con los documentos originales. El estilo de los Requisitos Uniformes (estilo Vancouver) en gran parte se basa en el estilo normalizado ANSI adoptado por la NLM pasa sus bases de datos. Se ha añadido unas notas en aquellos casos en los que el estilo Vancouver difiere del estilo utilizado por la NLM Tablas Deben ser enviadas en un documento Excel utilizando la fuente ARIAL en tamaño 11 (a pedido del diseñador gráfico). Mecanografíe o imprima cada tabla a doble espacio y en hoja aparte. No presente las tablas en forma de fotografías. Numere las tablas consecutivamente en el orden de su primera citación en el texto y asígneles un breve título a cada una de ellas. En cada columna figurará un breve encabezamiento. Las explicaciones precisas se podrán en notas a pie de página, no en la cabecera de la tabla. En estas notas se especificarán las abreviaturas no usuales empleadas en cada tabla. Como llamadas para las notas al pie, utilícense los símbolos siguientes en la secuencia que a continuación se indica:*, †, ‡, ¶, **, ††, ‡‡, etc. Identifique las medidas estadísticas de variación, tales como la desviación estándar el error estándar de la media. No trace líneas horizontales ni verticales en el interior de las tablas. Asegúrese de que cada tabla se halle citada en el texto. Si en la tabla se incluyen datos, publicados o no, procedentes de otra fuente se deberá de contar con la autorización necesaria para reproducirlos y debe mencionar este hecho en la tabla. La inclusión de un número excesivo de tablas en relación con la extensión del texto puede dificultar la composición de las páginas. Examine varios números recientes de la revista a la que vaya a remitir el artículo y calcule cuántas tablas se incluyen por cada mil palabras de texto. Al aceptar un artículo, el director de la revista podrá recomendar que aquellas tablas complementarias que contienen datos de apoyo interesantes, pero que son demasiado extensas para su aplicación, queden depositadas en un servicio de archivo, como el National Auxiliary Publications Service (NASP) en los Estados Unidos, o que sean proporcionadas por los autores a quién lo solicite. En este caso, se incluirá una nota informativa al respecto en el texto. No obstante, dichas tablas se presentarán a la revista junto con el artículo para valorar su aceptación.
42
Ilustraciones (Figuras) Envíe el número de juegos completos de figuras solicitado por la revista. Las figuras estarán dibujadas y fotografiadas de forma profesional; no se aceptará la rotulación a mano o mecanografiada. En vez de dibujos, radiografías y otros materiales gráficos originales, envíe positivos fotográficos en blanco y negro, bien contrastados, en papel satinado y de un tamaño aproximado de 127´ 17 mm (5´ 7 pulgadas), sin que en ningún caso supere 203´ 254 mm (8´ 10 pulgadas). Las letras, números y símbolos serán claros y uniformes en todas las ilustraciones; tendrán, además, un tamaño suficiente para que sigan siendo legibles tras la reducción necesaria para su publicación. Los títulos y las explicaciones detalladas se incluirán en las leyendas de las ilustraciones y no en las mismas ilustraciones. En el reverso de cada figura se pegará una etiqueta que indique el número de la figura, nombre del autor, y cuál es la parte superior de la misma. No escriba directamente sobre la parte posterior de las figuras ni las sujete con clips, pues quedan marcas y se puede llegar a estropear la figura. Las figuras no se doblarán ni se montarán sobre cartulina. Las microfotografías deberán incluir en sí mismas un indicador de la escala. Los símbolos, flechas y letras usadas en éstas tendrán el contraste adecuado para distinguirse del fondo. Si se emplean fotografías de personas, éstas no debieran ser identificables; de lo contrario, se deberá anexar el permiso por escrito para poder utilizarlas (véase el apartado de protección del derecho a la intimidad de los pacientes). Las figuras se numerarán consecutivamente según su primera mención el texto. Si la figura ya fue anteriormente publicada, cite la fuente original y presente el permiso escrito del titular de los derechos de autor para la reproducción del material. Dicha autorización es necesaria, independientemente de quién sea el autor o editorial; la única excepción se da en los documentos de dominio público. Para las ilustraciones en color, compruebe si la revista necesita los negativos en color, diapositivas o impresiones fotográficas. La inclusión de un diagrama en el que se indique la parte de la fotografía que debe reproducirse puede ser útil al director. Algunas revistas, únicamente, publican ilustraciones en color si el autor paga el coste adicional. Leyendas de las ilustraciones Los pies o leyendas de las ilustraciones se mecanografiarán o imprimirán a doble espacio, comenzando en hoja aparte, con los números arábigos correspondientes a las ilustraciones. Cuando se utilicen símbolos, flechas, números o letras para referirse a ciertas partes de las ilustraciones, se deberá identificar y aclarar el significado de cada una en la leyenda. En las fotografías microscópicas explique la escala y especifique el método de tinción empleado. Unidades de medida Las medidas de longitud, talla, peso y volumen se deben expresar en unidades métricas (metro, kilogramo, litro) o sus múltiplos decimales. Las temperaturas se facilitarán en grados Celsius y las presiones arteriales en milímetros de mercurio. Todos los valores de parámetros hematológicos y bioquímicos se presentarán en unidades del sistema métrico decimal, de acuerdo con el Sistema Internacional de Unidades (SI). No obstante, los directores de las revistas podrán solicitar que, antes de publicar el artículo, los
43
autores añadan unidades alternativas o distintas de las del SI. Abreviaturas y símbolos Utilice únicamente abreviaturas normalizadas. Evite las abreviaturas en el título y en el resumen. Cuando en el texto se emplee por primera vez una abreviatura, ésta irá precedida del término completo, salvo si se trata de una unidad de medida común.
Para la segunda sección “compartiendo experiencias de trabajo” se valoraran aquellas experiencias de programas nutricionales que cumplan con los criterios de los programas de Buenas prácticas ICEAN. Para ser considerados como “Buenas Prácticas en ICEAN (BP-ICEAN)” los programas deben cumplir con los criterios del nuevo enfoque de ICEAN: 1. Se formulan después de una investigación en profundidad, en la que se han determinado las percepciones, creencias, actitudes, conocimientos, barreras y motivaciones que permiten comprender las prácticas alimentarias de la población objetivo, así como sus necesidades y prioridades, para abordar apropiadamente los problemas nutricionales que la afectan. 2. Consideran las necesidades nutricionales del grupo objetivo. 3. Promueven conductas muy específicas, que invitan a la acción y no sólo trasmiten conocimientos. 4. Establecen objetivos que priorizan el cambio de conductas o prácticas alimentarias. 5. Las conductas que promueven están basadas en las preferencias del grupo objetivo. 6. Utilizan enfoques metodológicos orientados al logro del aprendizaje a partir de las experiencias y la solución de problemas sentidos por la población. 7. Ponen el proceso de cambio en manos de los actores, dando mucha atención a las habilidades para la vida. 8. Consideran el contexto social y físico en el que las personas deciden y actúan, por lo que operan, tanto como es posible, en todas las dimensiones del ambiente de la persona. 9. Utilizan una combinación de canales interpersonales y masivos, lo que provee exposición frecuente y directa a los mensajes. 10. Reconocen las dificultades del cambio de comportamiento y el tiempo que toma cambiar, por lo que se comprometen a esfuerzos de largo plazo para lograr un cambio de conducta sostenido. 11. Trabajan en forma coordinada con los líderes comunitarios y las redes sociales para promover soluciones a los problemas nutricionales. 12. Capacitan a los agentes de cambio en habilidades de consulta y de comunicación para: • Discutir qué es lo que las personas realmente están haciendo
44
• Explorar las causas y dificultades • Discutir cómo hacer cambios fáciles y atractivos y construir sobre las prácticas existentes • Dar buenas explicaciones, ejemplos y realizar demostraciones prácticas • Impulsar iniciativas para la acción • Dar seguimiento a las acciones que se realizan • Discutir formas simples de autoevaluación • Generar el apoyo mutuo entre los miembros de la comunidad y lograr el apoyo comunitario • Estimular a los actores a trasmitir conocimientos, habilidades y experiencias. Además de cumplir con estas premisas relacionadas directamente con los lineamientos y metodología del programa, las buenas prácticas de ICEAN deben cumplir las siguientes características que son consideradas como “factores de éxito.” • Efectividad o (Eficacia): Utilización eficaz de los recursos disponibles con la que se consiguen los máximos efectos posibles. • Eficiencia: Nivel o grado en el que se alcanzan los objetivos de un programa en relación a sus costos. • Sostenibilidad: Probabilidad de que continúen los beneficios de una intervención a largo plazo. • Replicabilidad: Capaz de repetirse en otros escenarios obteniendo resultados similares y que responda a necesidades locales reales.
45
Miembros CONFELANYD:
Nro. 3 - Diciembre 2015
Derechos reservados Confederación latinoamericana y del Caribe de Nutricionistas
Las opiniones expresadas en esta revista reflejan los puntos de vista de los autores y no necesariamente representan la opinión del Comité Editorial, ni de la Asociación Uruguaya de Nutricionistas. Las normas de publicación y las instrucciones para los autores se publican al final de la edición y están disponibles en: www.audyn.org.uy Queda prohibida la reproducción o publicación en otros medios de los contenidos de Revista poner nombre sin autorización escrita de los editores y del autor.
Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela Asociación Colombiana de Nutricionistas Dietistas ACODIN Ecuador - Colegio de Nutricionistas de Pichincha Colegio de Nutricionistas – Dietistas de Bolivia Asociación de Nutricionistas de Guatemala - ANDEGUAT