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Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Poblaci贸n Afrocolombiana e Informe de la Situaci贸n de Derechos Humanos de las Mujeres Afrocolombianas Colombia, 2013

Mesa Nacional de Organizaciones Afrocolombianas

Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas


 Mesa Nacional de Organizaciones Afrocolombianas

Juan Alberto Carabali Ospina Coordinador del proyecto Carlos Augusto Viáfara López Autor Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana Rossih Amira Martínez Sinisterra Autora Informe de la Situación de Derechos Humanos de las Mujeres Afrocolombianas María del Pilar López Patiño Alta Voz Editores Dirección Editorial

Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de este texto, sin la debida autorización de la Mesa Nacional de Organizaciones Afrocolombianas, propietaria de los derechos de autor. Los puntos de vista aquí expresados reflejan exclusivamente la opinión de la Mesa Nacional de Organizaciones Afrocolombianas y, por tanto, no representa en ningún caso, la opinión oficial de AECID.

Bogotá (Colombia), octubre-noviembre 2013.


Contenido Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013 Carlos Augusto Viáfara López

Informe de la Situación de Derechos Humanos de las Mujeres Afrocolombianas 2013 Rossih Amira Martínez Sinisterra


Esta publicaci贸n se realiza con el apoyo econ贸mico de:


Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Poblaci贸n Afrocolombiana 2013

Mesa Nacional de Organizaciones Afrocolombianas

Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas



Contenido Introducción

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Sección 1. Persistencia de la discriminación racial en Colombia

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Sección 2. Características demográficas de la población afrocolombiana en 2010: implicaciones para la caracterización del desarrollo humano Condiciones de vida de la población afrocolombiana Cobertura de servicios públicos privados y comunales Servicios del hogar Salud Educación Ingresos del hogar

16 19 21 27 29 30 31

Sección 3. Derechos humanos de la población afrocolombiana Desplazamiento forzado Homicidios, secuestros y eventos por minas antipersonales, municiones sin explotar y cultivos de coca Implicaciones para el cumplimiento del Auto 005 de 2009

35 35

Sección 4. Ambiente institucional: ¿cambio en las reglas de juego? Proyecto de ley de igualdad de oportunidades Mecanismo de consulta previa

47 48 52

Recomendaciones

54

Bibliografía

57

38 44


88

Carlos Augusto Vi谩fara L贸pez Economista (M. A. Estudios de Poblaci贸n). Profesor del Departamento de Econom铆a de la Universidad del Valle. Autor


Introducción

En los marcos de las observaciones anteriores, los derechos humanos y el desarrollo humano deben ser concebidos como los faros que guían el camino para aumentar las capacidades de la gente y proteger sus derechos y libertades fundamentales (PNUD, 2000). Hechas las consideraciones anteriores, una de las grandes limitaciones para auscultar la situación de derechos humanos y desarrollo humano para la población afrocolombiana, es el limitado acceso a una información representativa y actualizada en torno al goce efectivo de los derechos fundamentales. En ese aspecto, el censo de 2005 constituyó un parte aguas en el análisis de las brechas de desarrollo humano que enfrenta la población afrocolombiana, al proporcionar información sociodemográfica y de condiciones de vida en la mayoría de municipios del país, desagregada por condición étnica-racial, lo cual ha sido documentado en varios estudios1. Sin embargo, más allá de la importancia de esos estudios, en la actualidad no se cuenta con investigaciones que valoren la evolución o el estado actual de derechos humanos y desarrollo humano de la población afrocolombiana; de hecho, es enorme el vacío de información sobre el goce efectivo de derechos fundamentales. El objetivo de este informe es examinar la situación actual de los derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales de la población afrocolombiana, utilizando la información disponible más reciente. Esto implica un análisis de los avances y retrocesos de las privaciones que afectan a la población afrocolombiana y que tienen efectos negativos en la ampliación de oportunidades y desarrollo de capacidades para vivir la vida que desean y valoran. (Sen, 1988, 1990).

1. Ver Urrea y Viáfara, 2008; Rodríguez Alfonso y Cavelier, 2008; Uribe y Jaramillo, 2008; Viáfara, Vivas, Urrea y Castro, 2009; Urrea y Viáfara, 2010; Movimiento Nacional Cimarrón, 2010; Cruces, G.; Gasparini, L. y Carbajal, F., 2010; De Roux, 2011; Cárdenas et al. 2012.

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

Tradicionalmente el análisis de los derechos humanos ha estado asociado a la valoración de las libertades políticas, derechos civiles y libertades democráticas que enfrentan los diferentes grupos sociales y, en consecuencia, todas las personas deberían estar protegidas de actos contra su voluntad y de todo tipo de privaciones (PNUD, 2000). El desarrollo humano se ha considerado en el reconocimiento de los derechos sociales, económicos y culturales (DESC) y desde esta perspectiva el desarrollo puede ser visto como un proceso de expansión de las capacidades reales que la gente disfruta, lo cual refleja el grado de libertad que tiene una persona para elegir el modo de vida que valora y desea (Sen, 1990).

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10 10

En la primera sección se hace un análisis de la percepción de discriminación racial en Colombia en 2010; en la segunda: Características demográficas…, se efectúa un diagnóstico en materia de desarrollo económico y social de la situación que enfrenta la población afrocolombiana frente a la población sin autorreconocimiento étnico-racial o no étnica. En la tercera sección se examina el efecto del conflicto armado en materia de derechos humanos para la población afrocolombiana. En la cuarta sección, se analizan las últimas modificaciones en el ambiente institucional vigente, que atañe a la población afrocolombiana y sus implicaciones para el goce efectivo de sus derechos fundamentales. Por último; y, a manera de conclusión, se brindan algunas recomendaciones de política sobre la base de los resultados obtenidos en el diagnóstico.


Sección 1

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Persistencia de la discriminación racial en Colombia

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

La discriminación racial es la principal barrera que restringe el goce de los derechos fundamentales para la población afrocolombiana, según los resultados de las experiencias consultivas que soportaron las recomendaciones de la Comisión Intersectorial para el Avance de la Población Negra, Afrocolombiana, Palenqueara y Raizal, realizada por el gobierno nacional, en 2009. Por discriminación racial se entiende: “Toda distinción, exclusión, restricción, preferencia u otro trato diferente, basado en motivos de raza, color, linaje u origen nacional o étnico que tenga como resultado o por objeto anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en la esfera política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida pública”2.

En Colombia y en general en América Latina, existe la creencia de que la discriminación racial no existe o es un problema menor que no afecta el bienestar general de los grupos étnico-raciales. Este pensamiento muchas veces se sustenta en la existencia del fenómeno del mestizaje como una prueba de la apertura en las relaciones de sociabilidad de personas pertenecientes a diferentes grupos étnico-raciales. Sin embargo, los resultados del Proyecto sobre Raza y Etnicidad en América Latina (PERLA, en su sigla en Inglés), desarrollado por la Universidad de Princeton, en coautoría con la Universidad del Valle y la Universidad Nacional de Colombia, muestran que el acceso a los bienes y servicios valorados socialmente se encuentran asociados con el color de la piel de las personas, fenómeno conocido como pigmentocracia. Es decir, los colores de piel más claros se encuentran en la cúspide de la pirámide social y, de manera inversa, los más oscuros en el fondo de dicha pirámide, lo cual sucede inclusive, en presencia del mestizaje. Esta coincidencia entre color de piel y clase social, ha llevado a la hipótesis de que el problema fundamental en torno al goce de derechos de la población afrocolombiana en 2. Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 21 de diciembre de 1965, con una reserva a la totalidad del arơculo XXII (jurisdicción del Tribunal Internacional de JusƟcia).


12 12

Colombia es el de pobreza –sobrerrepresentación entre los más pobres– y no de discriminación racial. Sin embargo, ni el Gobierno Nacional, que frecuentemente utiliza este argumento para omitir o dilatar la aplicación del enfoque diferencial o implementar acciones afirmativas, ni otros defensores desde el campo de la filosofía moral, han presentado estudios serios que sustente tal posición. Más bien, en los últimos años, varias investigaciones metodológicamente correctas han demostrado la presencia de discriminación para los grupos étnicos raciales en Colombia en varios ámbitos3. Lo que más llama la atención de este tipo de posiciones que buscan eclipsar la presencia de discriminación racial en Colombia, es que este fenómeno se visibiliza cada vez más, debido a que existe una mayor conciencia de la población afrocolombiana en torno a lo que constituye un acto de discriminación, y también las diferentes facetas de la cotidianidad que involucra. Ante ello, la discriminación puede ser fácilmente documentada en las prácticas de los políticos que disminuyen los recursos públicos a las comunidades afrocolombianas4, en el trato desigual e injusto en el ámbito escolar, que afecta el rendimiento de los estudiantes afrocolombianos5 y en algunos casos su integridad física6, en la presencia de estereotipos en el mercado de trabajo que naturalizan los trabajos u ocupaciones impuestas a las personas africanas por la institución colonial española de la esclavitud, y empuja a los afrocolombianos al fondo de la estructura ocupacional y a la sobre representación en trabajos de bajo pago7, en la búsqueda de una vivienda8 o, simplemente, en las relaciones de la cotidianidad9. Sobre la base de las consideraciones anteriores, a continuación se presenta un análisis de la percepción de la discriminación racial en Colombia en 2010, con base en los microdatos de la encuesta realizada por el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Vanderbilt. La encuesta LAPOP incluye preguntas de percepción de discriminación racial y un módulo de autorreconocimiento racial, que permitirá observar si existen diferenciales en la percepción de discriminación de acuerdo con el color de la piel de las personas, metodología razonable para detectar discriminación racial. 3. Ver, por ejemplo, PorƟlla, 2003; Viáfara, 2005; Hurtado, 2005; Barbary y Estacio, 2005; Viáfara y Urrea, 2006; Díaz y Forero, 2006; Urrea y Viáfara, 2007; Romero, 2007; Viáfara, 2008a; Viáfara, 2008b; Bustamante y Arroyo, 2008; Tenjo y Herrera, 2009; Viáfara, Urrea y Correa, 2009; Viáfara, Vivas, Urrea y Castro, 2009; Viáfara, Estacio y González , 2010; Correa, Viáfara y Zuluaga, 2010, Peña y Willis, 2011; Urrea, Viáfara y Viveros, 2011; Viáfara y Serna, 2012. 4. Ver El Espectador (2012, 8 de mayo). 5. Ver Radio Santafé (2011, 11 de noviembre). 6. Ver Caracol Radio (2013, 10 de julio). 7. Ver Hola (2011, 7 de diciembre). 8. Ver El Espectador (2011, 8 de abril). 9. Ver El Universal (2013, 31 de enero).


20%

Supuesto esto, el Gráfico 1-2, presenta los resultados de la pregunta directa de si hay o no hay racismo en Colombia, calificada en una escala actitudinal tipo liker –que muestra el sentimiento de las personas

10% 0% Blanca

Mestiza En desacuerdor

Mulata Neutral

Negra De acuerdo

Fuente: Cálculos propios con base en LAPOP Colombia, 2010.

13 13

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

Para ilustrar esto, el Gráfico 1-1 muestra que, en general, para la mayoría de personas en Colombia, independiente de la autoidentidad racial, se considera que las personas negras son tratadas peor. Este resultaGráfico 1-1. ¿Usted cree que las personas negras do ya es un indicador de la imson tratadas mucho mejor, mejor, igual, peor? portancia de la discriminación para determinar el disfrute de 100% los derechos fundamentales 90% para la población afrocolom80% biana en Colombia. De hecho, 57,7 60,9 59,1 70% 63,9 el porcentaje de personas ma60% nifestaron que las personas 50% negras son tratadas peor al40% 30% canza aproximadamente 60% 32,7 36,3 34,9 29,9 20% para las personas que se autoi10% dentificaron como blancas o 9,6 4,2 4,6 6,2 0% mestizas, se reduce levemente Blanca Mestiza Mulata Negra a 57,7% para las personas que Mejor Igual Peor se autorreconocieron como mulatas, y exhibe su valor Fuente: Cálculos propios con base en LAPOP Colombia, 2010. máximo de 63.9% para las Gráfico 1-2. “En Colombia no hay racismo”. personas que se autoidentificaron como negras. Esto sig- ¿Hasta qué punto está de acuerdo o en desacuerdo con esta afirmación? nifica que con excepción de la 100% población que se autoidentifi90% 18,9 27,2 25,5 26,5 có racialmente como mulata, 80% 12,6 a medida que el tono de la piel 6,1 70% 10,5 10,7 se hace más oscuro, levemen60% te la percepción de que la po50% blación negra es tratada peor 40% 68,4 67,3 64,0 30% 62,1 es más fuerte en Colombia.


a favor o en contra de una situación social–. De nuevo, los resultados confirman la tendencia de otras investigaciones y es que en Colombia, un porcentaje no deleznable de personas desaprueba la creencia de que no existe discriminación10. Se nota que esta vez, de manera más marcada, hay una mayor desaprobación de la afirmación de que en Colombia no hay racismo, a medida que el color de la piel se hace más oscuro.

14 14

De igual manera, el Gráfico 1-3, presenta los resultados a la pregunta de si alguna vez se ha sentido discriminado, ha sido tratado mal o de manera injusta por su color de piel (panel a) o por su condición socioeconómica (panel b). Obsérvese que aunque un porcentaje relativamente bajo de personas contestan que han sido discriminadas por el color de piel, en comparación con los que declararon que la población negra era tratada peor o que estaban en desacuerdo con que en Colombia no hay racismo, el porcentaje de población que ha sido discriminado se incrementa de manera importante a medida que se oscurece el color de la piel, situación que es menos marcada para los que se declaran haber sido discriminados por su condición socioeconómica. A este respecto, se sabe que las personas no se atreven a denunciar casos de discriminación –lo cual afortunadamente está cambiando– para no ser estigmatizados o evitar nuevas discriminaciones, o porque la discriminación opera de la manera que para algunos, desafortunadamente, los actos de racismo hacen parte de la naturaleza de las relaciones de sociabilidad. Gráfico 1-3. ¿Alguna vez se ha sentido discriminado o ha sido tratado mal o de manera injusta? a. Por su color de piel

b. Por su condición socioeconómica

100%

100%

90%

90%

80%

80%

70%

70%

60%

60%

50%

50%

40%

40%

30%

30%

20%

20%

10%

10%

0%

0% Blanca

Mestiza Muchas o algunas veces

Mulata Pocas veces

Negra Nunca

Blanca

Mestiza Muchas o algunas veces

Mulata Pocas veces

Negra Nunca

Fuente: Cálculos propios con base en LAPOP Colombia, 2010.

10. Este resultado parecería rebaƟr ciertas posiciones reaccionarias que relaƟvizan la discriminación racial como un asunto meramente circunscrito a la percepción del invesƟgador (Ver Color de Colombia, 2012).


Gráfico 1-4. ¿Ha usted vivido o presenciado situaciones en las que otra persona ha sido discriminada? a. Por su color de piel

b. Por su condición socioeconómica

100%

100%

90%

90%

80%

80%

70%

70%

60%

60%

50%

50%

40%

40%

30%

30%

20%

20%

10%

10%

0%

0% Blanca

Mestiza Muchas o algunas veces

Mulata Pocas veces

Negra Nunca

Blanca

Mestiza Muchas o algunas veces

Mulata Pocas veces

Negra Nunca

Fuente: Cálculos propios con base en LAPOP Colombia, 2010.

De todo esto se desprende que el porcentaje de personas que declararon haber vivido o presenciado situaciones en las que otra persona ha sido discriminada se incrementa de manera importante, en relación con la vivencia particular (Ver Gráfico 1-4). De nuevo, llama la atención que no exista un patrón particular entre los dos tipos de discriminación con base en el color de la piel. Con todo, estos resultados sugieren que la discriminación racial sigue siendo un aspecto que limita de manera importante el goce de los derechos fundamentales de la población afrocolombiana, como se va a demostrar a lo largo de este informe. La discriminación no sólo tiene un impacto psicológico para las personas que la padecen, sino que afecta la realización de sus derechos civiles y de sus derechos económicos, sociales y culturales.

15 15

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

En relación con este último, en el estudio de Urrea, Viáfara y Viveros (2011) se pudo constatar que no sólo la percepción de discriminación se incrementaba a medida que el color de la piel se hacía más oscuro, sino también con el incremento de los niveles de educación de las personas. Es decir, a medida que el color de la piel aumenta hacia tonos más oscuros y el nivel educativo es mayor, existe una mayor probabilidad de reconocer la existencia de discriminación, en el sentido que las personas negras tienden a calificar que ellas son peor tratadas o han sido víctimas de discriminación en relación con las personas blancas. Lo que quiere decir, que reconocer la existencia de la discriminación podría estar asociado con un mayor nivel de educación, formación de valores, así como el conocimiento y la sensibilidad en el ámbito de los derechos humanos.


Sección 2

16 16

Características demográficas de la población afrocolombiana en el año 2010: implicaciones para la caracterización del Desarrollo Humano Según la Encuesta de Calidad de Vida 2010, la población nacional alcanzó la cifra de 45.079.392 habitantes. De esta población 7.267 se autorreconocieron como Rom (0,02%), 992.047 se autorreconocieron como indígenas (2,2%), 3.812.094 se autorreconocieron como afrocolombianos (8,46%) y 40.267.984 no se autorreconocieron a ningún grupo étnico-racial (89,33%) (Ver Gráfico 2-1). Gráfico 2-1. Distribución de la población en Colombia según grupos étnico-raciales. Gitano (Rom) 0%

Indígena 2%

Ninguno de los anteriores 89%

Afrodescendiente 9%

Cabe destacar, que el porcentaje de población afrocolombiana, igual que la indígena, es inferior en la Encuesta de Calidad de Vida (ECV) 2010, que en el Censo de 2005. En el Censo de 2005 la población nacional alcanzó los 41.468.384 habitantes. De esta población, 4487 se autorreconocieron como Rom (0,01%); 1.392.623, como indígenas (3.36%); 4.311.757, como afrocolombianos (10.40%) y 3.489.8171 no se autoidentificaron en ningún grupo étnico-racial (84.17%)11.

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. 11. Mientras la tasa de crecimiento promedio anual aproximadamente entre el Censo de 2005 y la Encuesta de Calidad de Vida 2010 para la población nacional es de 1.68%, para la población indígena el resultado fue de -6.56% y para la población afrocolombiana -2.43%.


En este mismo sentido, el hecho de que el país tenga que esperar a cada censo de población para tener datos socioeconómicos desagregados por condición étnico-racial, implica que no es posible valorar de manera oportuna el goce de los derechos fundamentales para los grupos étnico-raciales, entre ellos el derechos al desarrollo y reafirma la menor capacidad de negociación de la población afrocolombiana para inducir cambios significativos en el arreglo institucional actual que ha desfavorecido históricamente a los grupos étnico-raciales. Producir datos desagregados por condición étnico-racial a partir de todas las encuestas y registros administrativos por parte de las entidades el Estado podría ser importe en pos de inducir un mayor desarrollo para la comunidad afrocolombiana12. Las implicaciones que esto podría tener para una caracterización efectiva de las condiciones de vida de la población afrocolombiana son inusitadas pero se podría especular que probablemente induzca un sesgo hacia arriba en la valoración de las condiciones de vida de la población afrocolombiana. Es decir, las brechas en términos de desarrollo humano que arroja la ECV 2010, probablemente podrían ser más grandes si se tuviese una muestra representativa para la población afrocolombiana. Este tipo de dificultades ha sido discutido en Urrea y Viáfara (2007), para la ECV 2003. A pesar de que la participación de la población afrocolombiana según grupos étnico-raciales es relativamente baja en el ámbito nacional, especialmente lo es para la población indígena, al punto que han sido considerados como “minorías poblacionales”. Las cifras ocultan los grandes diferenciales demográficos de los grupos étnico-raciales en Colombia (Ver Rueda, 1993; Barbary et al., 2004; Urrea y Viáfara 2007; Viáfara et al 2009). Los Gráficos 2-2 y 2-3, muestran de manera respectiva la jerarquía poblacional y participación de la población de los grupos étnico raciales según regiones en Colombia. De estos gráficos se puede destacar lo siguiente: La región con mayor concentración de la población afrocolombiana en Colombia es el departamento del Valle del Cauca, con cerca del 31.4%13. Después en orden descendente se 12. Un debate más amplio se puede encontrar en Movimiento Nacional Cimarrón (2012) y kuagro (2009). 13. Es importante anotar que en la Encuesta de Calidad de Vida 2010, el Valle del Cauca consƟtuye una única región y debido a esto se excluye de le región del Pacífico al municipio de Buenaventura.

17 17

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

Este resultado podría ser normal, debido a que la ECV utiliza un muestreo probabilístico mientras el censo encuesta a toda la población. Sin embargo, el hecho de que la población afrocolombiana e indígena sea menor, refleja que este tipo de encuestas no son diseñadas para ser representativas para los grupos étnico-raciales, lo cual refuerza su invisibilidad estadística y limita –de manera importante– el diseño y la planificación de políticas públicas que podrían utilizar este tipo de información, como una herramienta para la aplicación del enfoque diferencial etnico-racial.


ubica la región del Pacífico, con aproximadamente 25.1%. Luego se encuentran la región de Antioquia y de la Costa Atlántica con 18.1% y 17.8%, respectivamente. Las regiones Oriental, Central, Bogotá, San Andrés y Providencia y Orinoquia), albergan en su totalidad el 7.8% de la población afrocolombiana.

18 18

Gráfico 2-2. Distribución de la población en Colombia según regiones y grupos étnico-raciales. 60,0 50,0 40,0

% 30,0 20,0 10,0

ía ay

n

Am

An

dr es

az on

y

le Va l

Or

in

oq

ui

Sa

An tio qu ia

tá go Bo

l

ca ífi Pa c

Ce nt ra

al nt ie Or

At lá nt ica

0,0

Indígena

Afrodescendientes

Ninguno de los anteriores

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Total

Este patrón de asentamiento de la población afrocolombiana muestra una diferencia importante frente a la población total y la población sin autorreconocimiento étnico-racial. Mientras que la población afrocolombiana se concentra de manera preponderante en el departamento del Valle del Cauca, la región Pacífica, el departamento de Antioquia y la región Atlántica, con aproximadamente el 92,4% de la población, este porcentaje apenas alcanza 52,6% para la población total y 48% para la población sin autorreconocimiento étnico-racial.

La participación de la población afrocolombiana por regiones muestra que San Andrés y Providencia (con 34.2%); Valle del Cauca (con 27.5%); Antioquia (con 11%) y la Región Pacífica (con 27.5%) tienen porcentajes de población afrocolombiana por encima del promedio nacional (8.4%). Lo anterior muestra, como se dijo anteriormente, una mayor participación de población afrocolombiana en estas regiones lo cual coincide con la distribución absoluta de población afrocolombiana en el ámbito nacional con excepción de San Andrés y Providencia que sólo alberga aproximadamente al 0.5% de la población afrocolombiana y la región de Atlántico que a pesar de ostentar el cuarto lugar en participación absoluta de población afrocolombiana, su participación en la región está por debajo del promedio nacional (6.9%). Esta breve caracterización demográfica de la población afrocolombiana además de confirmar los patrones de asentamiento de la población afrocolombiana en las últimas décadas en Colombia (Ver Viáfara et. al., 2009), permite establecer la estrategia analítica para valorar el derecho al desarrollo de la población afrocolombiana. Así en primera instancia se va a hacer una


Gráfico 2-3. Participación porcentual de los grupos étnico-raciales en Colombia según regiones y grupos étnico-raciales. 8,4 2,2

89,4

2,9 5,4

91,7

0,2

San Andrés y Providencia

27,5

71,9

0,5 11,0 0,5

88,4

1,6 0,8

97,6

AnƟoquia

8,5

98,0

1,1 0,9

98,8

0,9 0,3 6,9

88,0

Valle

Bogotá

27,5

64,0

Total Nacional Orinoquía y Amazonía

34,2

65,6

PacíĮca Central Oriental

5,0

AtlánƟca

100

80

60

Indígena

40

20

Afrodescendientes

0 Ninguno de los anteriores

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Condiciones de vida de la población afrocolombiana Viviendas, hogares y personas

Total Nacional

Valle

AnƟoquia

PacíĮca

La Gráfica 2-4 muestra el tamaño promedio de hogar según regiones y grupos étnico-raciales en Colombia. En general, Gráfico 2-4. Tamaño promedio de hogar. se observa que los tamaños de hogar son ligeramente más 4,2 4,2 4,5 4,0 3,9 grandes para la población 3,8 4,0 3,7 3,7 3,6 3,6 3,4 afrocolombiana que para la 3,5 3,0 población sin autorreconoci2,5 miento étnico-racial, la brecha 2,0 alcanza 6.67% en el ámbito 1,5 1,0 nacional. La región de Antio0,5 quia enseña los diferenciales 0,0 más grandes 10.7%, mientras que en la región Atlántica los tamaños de hogares son casi iguales entre grupos étnico-raSin autorreconocimiento Afrodescendiente ciales con una brecha de apeFuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. nas 1.68%. AtlánƟca

19 19

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

comparación de la población afrocolombiana frente a la población sin autorreconocimiento étnico-racial en cada una de esas regiones e igualmente la comparación de de cada una de estas regiones con el promedio nacional. Es decir, a continuación se va a hacer un análisis de algunos indicadores seleccionados de condiciones de vida de la población afrocolombiana en comparación con la población sin autoreconocimiento étnico-racial teniendo en cuenta las brechas o diferenciales regionales en Colombia.


Es importante aludir que a pesar de los pequeños diferenciales en los tamaños de hogares, que no son deleznables en torno a las condiciones de vida de la población afrocolombiana como se verá más adelante, la estructura de edades de la población afrocolombiana refuerza de manera negativa el hecho de tener tamaños de hogares más grandes.

20 20

La Tabla 1 muestra algunos indicadores sociodemográficos seleccionados de los cuales se destacan la mayor tasa de dependencia juvenil para la población afrocolombiana, la cual es 13% más alta que la población sin autorreconocimiento étnico-racial. Llama la atención la tasa de dependencia juvenil de la población afrocolombiana en la región del Pacífico, siendo la más alta en el país, con una brecha frente a la población sin autorreconocimiento de cerca de 52%. Una tasa de dependencia juvenil más grande implica mayor proporción de población menor de 15 años. Obsérvese que mientras la participación de población afrocolombiana menor de 15 años es 31% en el ámbito nacional, este porcentaje alcanza 40% en la región del Pacífico, con amplios diferenciales frente a la población no étnica. Del mismo modo, la razón de niños-mujeres, que es un indicador proxy a la fecundidad, exhibe un mayor número de niños menores de 5 años por cada mil mujeres para la población afrocolombiana, que para la población sin autorreconocimiento étnico-racial en el ámbito nacional (13% más alto para la población afrocolombiana). Nuevamente la población afrocolombiana de la región del Pacífico muestra la razón niños-mujeres más alta con un diferencial que alcanza 84%, frente a la población sin autorreconocimiento étnico-racial. Tabla 1. Características sociodemográficas según regiones y grupo étnico-racial. Región

AtlánƟca

AnƟoquia

Pacífico

Valle

Total Nacional

Indicador

Afro

No étnico

Afro

No étnico

Afro

No étnico

Afro

No étnico

Afro

No étnico

Dependencia Juvenil

0,53

0,53

0,51

0,39

0,70

0,46

0,39

0,38

0,50

0,44

Dependencia Senil

0,15

0,15

0,13

0,16

0,11

0,18

0,16

0,18

0,13

0,16

0,82

0,64

0,55

0,55

0,63

0,60

4%

8%

7%

8%

6%

7%

0,99

1,03

1,03

0,91

1,01

0,97

449,06

243,51

206,82

209,41

292,98

257,48

Dependencia 0,68 0,68 0,64 0,55 Total (Proporción de población mayor 6% 6% 6% 7% de 65 años Índice de Masculinidad 1,05 0,99 0,94 0.96 total Razón de hijos menores de 5 años por 1000 252,37 328,34 259,37 202,81 mujeres en edad férƟl

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Estos indicadores revelan la mayor vulnerabilidad sociodemográfica de la población afrocolombiana en Colombia, en especial en la región del Pacífico. Se trata de una población que ostenta tamaños de hogar más grandes y una mayor proporción de niños y jóvenes. Esto por supuesto no sólo tiene implicaciones en sus peores condiciones de vida en el corto plazo derivado de sus menores opciones para invertir en capital físico y humano, lo cual a su vez tiene efectos adversos consabidos


en el bienestar per cápita de la población. Aunado a lo anterior en el largo plazo implica mayores tasas de fecundidad que podrían jerarquizar o provocar una trampa de equilibrio de bajo nivel. (Ver: Galvis y Meisel 2012; Núñez y Carvajal, 2006; MDGIF, 2012).

La Tabla 2 muestra la cobertura de servicios públicos privados y comunales –energía, gas, alcantarillado, basuras, acueducto–, según regiones y grupos étnico-raciales. A este respecto, se observa que la población afrocolombiana muestra menores coberturas en todos los servicios públicos, pero las brechas más grandes suceden el acceso a gas natural, alcantarillado y acueducto. Las coberturas en gas natural son Tabla 2. Cobertura de servicios públicos en promedio 20.0% inferiores, en privados y comunales (%). alcantarillad 22.4% menores y en Servicio Energía Gas Alcantarillado Basuras Acueducto acueducto 14.4% más pequeñas Público para la población afrocolombiana Región No No No No No Afro Afro Afro Afro Afro étnico étnico étnico étnico étnico que para la población no étnica (Ver Gráficos 2-5, 2-6 y 2-7). Sor- AtlánƟca 96,6 96,3 57,1 63,2 47,0 58,2 56,4 66,6 60,9 77,7 0,2 16,0 42,2 41,4 48,1 55,5 89,8 prende que la región del Pacífico Pacífica 86,9 95,3 0 AnƟ oquia 97,5 98,3 28,4 33,2 61,1 76,7 82,9 83,2 69,8 89,1 presente las menores coberturas en el ámbito general y al mismo Valle 96,5 99,2 59,5 69,5 81,4 88,6 92,1 93,3 93,7 94,5 tiempo las brechas más grandes Total 94,9 97,5 41,1 52,0 57,1 73,6 72,4 78,1 74,3 86,8 entre la población afrocolombiaFuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. na y sin autorreconocimiento étnico-racial. Es decir, no sólo se trata de grandes inequidades entre regiones, sino que también en las regiones más pobres las desigualdades entre grupos étnico-raciales son impresionantes. Como se verá más adelante, estas menores coberturas en servicios públicos para la población afrocolombiana, van a tener su correlato en mayores tasas de pobreza y una peor situación de saneamiento básico que limita sus opciones de bienestar, especialmente las de la niñez, derivando en mayores tasas de mortalidad infantil.

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

Cobertura de servicios públicos privados y comunales

21 21


Gráfico 2-5. Cobertura en gas natural (%).

22 22 80,0

69,5 70,0 60,0

53,2

59,5

57,1

52,0

50,0

41,1 40,0

33,2 28,4

30,0 20,0 10,0

Total

AnƟoquia

PacíĮca

AtlánƟca

Valle

0,2

0,0 0,0

Sin autorreconocimiento

Afrodescendiente

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Gráfico 2-6. Cobertura en alcantarillado (%). 100,0

88,6

90,0

76,7

80,0 70,0

81,4 73,6

61,1

58,2

57,1

60,0 50,0

47

42,2

40,0 30,0

16

20,0

Afrodescendiente

Sin autorreconocimiento

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Total

Valle

AnƟoquia

PacíĮca

0,0

AtlánƟca

10,0


Total

Valle

AnƟoquia

PacíĮca

AtlánƟca

Tabla 3. Porcentaje de hogares por tipo de servicio sanitario. AtlánƟca

Pacífica

AnƟoquia

Valle

Total

Afro

No étnico

Afro

No étnico

Afro

No étnico

Afro

No étnico

Afro

No étnico

Inodoro conectado al alcantarillado

45,9

60,7

14,7

46,6

63,3

78,0

81,8

89,4

56,8

76,1

Inodoro conectado a pozo sépƟco

31,4

26,4

43,3

32,8

13,2

13,9

5,7

5,5

21,0

15,8

Inodoro sin conexión

1,4

0,7

8,9

6,9

15,9

5,2

6,9

2,8

7,5

2,8

Letrina

2,7

0,7

3,7

7,8

2,2

0,3

0,2

0,8

1,8

0,8

Bajamar

0,0

0,1

10,5

0,1

1,3

0,5

2,2

0,0

3,4

0,1

No Ɵene servicio sanitario

18,6

11,5

18,8

5,9

4,2

2,0

3,3

1,5

9,5

4,4

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010

23 23

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

Relacionado con lo anterior, la Gráfico 2-7. Cobertura en acueducto (%). Tabla 3 enseña el porcentaje 100,0 93,7 94,5 de hogares por tipo de servicio 89,8 89,1 86,8 90,0 sanitario. El tipo de servicio sa77,7 74,3 80,0 69,8 nitario más utilizado en todo el 70,0 60,9 55,5 60,0 país es el inodoro conectado al 50,0 alcantarillado, seguido por ino40,0 doro conectado a pozo séptico 30,0 y, en tercer lugar, se encuentra: 20,0 10,0 sin servicio sanitario. Obsérve0,0 se que en el ámbito nacional y en todas la regiones, el porcentaje de hogares afrocolombiaSin autorreconocimiento Afrodescendiente nos con sanitarios con conexión al alcantarillado es 25.4% meFuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. nor que para la población sin autorreconocimiento étnico-racial (Gráfico 2-8). En sentido inverso, la población afrocolombiana exhibe un mayor porcentaje de hogares con inodoro conectado a pozo séptico que la población sin autorreconocimiento (32.9%, más grande) y en la población sin servicio sanitario (115.9% superior) (Gráfico 2-9).


Gráfico 2-8. Porcentaje de hogares con inodoro conectado al alcantarillado.

24 24

100,0

89,4

90,0

78,0

81,8

76,1

80,0

60,0 50,0

63,3

60,7

70,0

45,9

56,8

46,6

40,0 30,0

14,7

20,0

Total

Valle

PacíĮca

AtlánƟca

0,0

AnƟoquia

10,0

Sin autorreconocimiento

Afrodescendiente

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Gráfico 2-9. Porcentaje de hogares que no tienen servicio sanitario. 18,8

18,6

11,5 9,5 5,9 4,2

4,4

3,3

Valle

1,5

Sin autorreconocimiento

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Total Nacional

Afrodescendiente

AnƟoquia

PacíĮca

2,0

AtlánƟca

20,0 18,0 16,0 14,0 12,0 10,0 8,0 6,0 4,0 2,0 0,0


Servicios del hogar

La tenencia de un computador y el Tabla 4. Porcentaje de hogares con tecnologías acceso a internet en la actualidad, de información (TICS). se conciben como herramientas Servicio Computador Internet Celular Teléfono Fijo fundamentales para el proceso de No No No No aprendizaje, además que permiRegión Afro Afro Afro Afro étnico étnico étnico étnico ten el intercambio de información AtlánƟca 20,8 21,6 16,3 16,6 83,4 88,6 16,7 23,1 entre personas. También, la tePacífica 10,9 19,5 5,4 10,4 75,2 81,1 7,2 15,0 nencia de celular y teléfono fijo, especialmente el primero, es una AnƟoquia 21,2 36,4 15,0 26,6 85,3 83,2 42,8 67,3 herramienta importante para el Valle 33,1 41,7 19,0 26,7 87,3 91,5 42,8 46,3 cuidado de la salud en regiones Total rurales apartadas y la posibilidad 24,6 32,3 15,5 22,6 84,0 89,3 31,0 42,2 Nacional de coordinar acciones de un grupo Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. de pescadores o productores agrícolas para tener mejor información en el mercado y obtener mayores réditos en la comercialización de sus productos. En este sentido, la Tabla 4 muestra el porcentaje de hogares con tenencia de computador, internet, celular y teléfono fijo. Gráfico 2-10. Porcentaje de hogares con servicio de internet. Sin excepción, la población afrocolombiana muestra un menor 30,0 26,6 26,7 porcentaje de hogares que utilizan 25,0 22,6 19,0 cada una de estas TICS. 20,0 16,3 16,6

10,4 10,0

5,4 5,0

Afrodescendiente

Sin autorreconocimiento

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Total Nacional

Valle

AnƟoquia

PacíĮca

0,0 AtlánƟca

Téngase en cuanta que las brechas más grandes se presentan en la tenencia del servicio de internet, en el cual la población afrocolombiana presenta un porcentaje que es 31.4% menor que para la población sin autorreconocimiento étnico-racial (Gráfico 2-10). Las brechas étnico-raciales

15,5

15,0

15,0

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

El análisis de las brechas en servicios públicos según regiones y condición étnico-racial del jefe de hogar se complementa muy bien con la medición de las brechas digitales en el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

25 25


26 26

Gráfico 2-11. Porcentaje de hogares con telefonía fija. 80,0

67,3

70,0 60,0 50,0

42,8 46,3

42,8

42,2

40,0

31,0

30,0 20,0

23,1 16,7

15,0 7,2

10,0

Total Nacional

Valle

AnƟoquia

AtlánƟca

PacíĮca

0,0

Sin autorreconocimiento

Afrodescendiente

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Gráfico 2-12. Porcentaje de hogares con computador. 41,7

45,0 40,0

36,4 33,1

35,0

32,3

30,0 25,0

24,6

20,8 21,6

19,5

20,0 15,0

21,2

10,9

10,0 5,0

Afrodescendiente

Sin autorreconocimiento

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Total Nacional

Valle

AnƟoquia

PacíĮca

AtlánƟca

0,0

en este caso alcanzan 48,1% en la región Pacífico, 43,6% en la región de Antioquia y 28,8% en la región del Valle del Cauca. Nuevamente la región del Pacífico es la que exterioriza el menor porcentaje de hogares con internet, lo cual refuerza su menor dotación en infraestructura de los hogares en esta región. Después de las brechas étnico-raciales en el porcentaje de hogares con internet, le sigue en orden de importancia el porcentaje de hogares con teléfono fijo, brecha que alcanza 26.5% (Gráfico 2-11). A este respecto, las brechas son más grandes en la región del Pacífico con 52,0%, después está la región de Antioquia con 36.4% y la región del Atlántico 27.7%. El tercer lugar de las brecha digitales y quizás la más importante, se presenta en el porcentaje de hogares con computador (Gráfico 2-12). Las brechas étnicos-raciales en torno a la tenencia de computador alcanzan 23.8%. Las brechas son grandes en la región del Pacífico 44,1%, Antioquia (41.8%) y Valle del Cauca con 20.6%.


Gráfico 2-13. Porcentaje de hogares con celular. 100,0 90,0

88,6

83,4

81,1

75,2

80,0

85,3 83,2

87,3 91,5

84,0

89,3

70,0 60,0 50,0 40,0 30,0 20,0

Total Nacional

Valle

AnƟoquia

PacíĮca

AtlánƟca

10,0 0,0

Sin autorreconocimiento

Afrodescendiente

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Salud Afiliación a seguridad social

Total Nacional

Valle

AnƟoquia

PacíĮca

Las brechas étnico-raciales en Gráfico 2-14. Porcentaje de personas no afiliadas los indicadores de capital hual sistema de seguridad social. mano comienzan con el análisis 25,0 21,8 de la tasa de afiliación a la seguridad social. El Gráfico 2-14 20,0 17,1 16,7 16,0 15,9 15,5 muestra el porcentaje de perso14,0 15,0 12,2 nas no afiliadas al sistema de 9,8 seguridad social según regiones 8,7 10,0 y condición étnico-racial. Según 5,0 se observa, la población afrocolombiana presenta un mayor 0,0 porcentaje de personas no afiliadas al sistema de seguridad social frente a la población sin autorreconocimiento étnico-racial Sin autorreconocimiento Afrodescendiente en el ámbito nacional y en todas las regiones de análisis (con excepción de la región del Atlán- Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. tico). Las brechas étnico-raciales en el porcentaje de no afiliados alcanzan 40.1% para el AtlánƟca

27 27

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

La menor brecha en el acceso a las TICS se encuentra en la tenencia de celular. En este caso a pesar de que la población afrocolombiana muestra un menor porcentaje de hogares con celular, los diferenciales frente a la población sin autorreconocimiento étnico-racial son menores que para los otros servicios del hogar (Gráfico 2-13).


Total Nacional, 42,8% en la región del Pacífico, 83.9, % en la región de Antioquia y 37,1% en la región del Valle del Cauca.

28 28

Régimen de salud Aunado al mayor porcentaje de población sin afiliación a seguridad social, la población afrocolombiana enseña un porcentaje más alto de afiliados al régimen subsidiado y de manera inversa un menor porcentaje de personas afiliadas al contributivo (Gráfico 2-15). Esto ya es un indicador de la menor participación de la población afrocolombiana en empleos formales y por consiguiente su debilidad en la inserción en los mercados de bienes y servicios (MDGIF, 2012; Viáfara, Urrea y Correa, 2009; Viáfara et. al 2009). A nivel nacional, el porcentaje de afiliación al régimen contributivo es 24% inferior para la población afrocolombiana que para la población sin autorreconocimiento étnico-racial. Este comportamiento es similar en todas las regiones de análisis con brechas que desfavorecen a la población afrocolombiana en 23,5% en la región del Atlántico, 41,3% en la región del Pacífico, 29,9% en la región del Antioquia y 10,2% en la región del Valle del Cauca. Gráfico 2-15. Porcentaje de personas según régimen de afiliación a la salud. 85,7 76,5

90,0

73,4 65,3

80,0 70,0

62,4

60,0

51,2

50,0 40,0 30,0

64,4

60,8 54,6

47,9

53,3 45

35,9

34,1 26,1

46,1 38,9

34,9

23 13,5

20,0 10,0

AtlánƟca

PacíĮca

Afrodescendiente

AnƟoquia

Valle

Sin Autorreconocimiento

Subsidiado

ŽŶƚƌŝďƵƟǀŽ

Subsidiado

ŽŶƚƌŝďƵƟǀŽ

Subsidiado

ŽŶƚƌŝďƵƟǀŽ

Subsidiado

ŽŶƚƌŝďƵƟǀŽ

Subsidiado

ŽŶƚƌŝďƵƟǀŽ

0,0

Total

Por otro lado, el porcentaje de población afiliada al régimen subsidiado es 20% más alto para la población afrocolombiana que para la población si autoreconocimiento étnico-racial. Para todas la regiones de análisis estén comportamiento es similar con brechas que favorecen a la población afrocolombiana pero que son inferiores a las presentadas en el porcentaje de población afiliada al régimen contributivo, con excepción del departamento de Antioquia.

Esto datos muestran por un lado la mayor desventaja de la población afrocolombiana en el acceso a la salud en el sentido que no sólo ostenta mayor proporción de población sin afiliación a la seguridad social sino que también los que están afiliados tienen una sobreparticipación en el régimen subsidiado con efecto importantes en la calidad de los servicios de salud que disfruta la población afrocolombiana, los cuales son evidentemente inferiores.

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.


Educación Gráfico 2-16. Tasa de analfabetismo. 25,0

22,1

20,0

16,3 13,5

15,0

11,7

Total Nacional

3,9

Valle

AnƟoquia

AtlánƟca

PacíĮca

0,0

Sin autorreconocimiento

Afrodescendiente

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Gráfico 2-17. Años promedio de educación. 9,0

7,8

8,0 7,0

6,6

7,6 6,4

6,2

8,4

8,1

7,7 7,0

6,5

6,0 5,0 4,0 3,0 2,0 1,0

Afrodescendiente

Valle

Sin autorreconocimiento

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Total Nacional

0,0 AnƟoquia

Las brechas en los años promedio de educación alcanzan 8,7% para el Total Nacional. En la región del Atlántico la población afrocolombiana muestra los mayores diferenciales frente a la población sin autoreconocimiento, 15,2%. Muy de cerca se encuentra Antioquia con brechas que alcanzan 14,21%.

6,0 4,0

5,0

PacíĮca

Los años promedio de educación son más bajos para la población afrocolombiana que para la población sin autorreconocimiento (con excepción de la región del Pacífico).

6,2

AtlánƟca

La tasa de analfabetismo es 65% más alta en el ámbito nacional para la población afrocolombiana que para la población sin autorreconocimiento étnico-racial, las brechas alcanzan 35,6% en la región Atlántica, 53,4% en la región Pacífica, 88,7% en la región de Antioquia y apenas 2% en la región del Valle del Cauca.

9,9

8,8

10,0

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

Las dotaciones en términos de capital humano se complementan con el análisis de la tasa de analfabetismo (Gráfico 2-16) y los años promedio de educación (Gráfico 2-17).

29 29


Ingresos del hogar

30 30

Total Nacional

Valle

AnƟoquia

PacíĮca

AtlánƟca

Los ingresos promedio de los hogares según regiones y condición étnico-racial del jefe del hogar se muestran en el Gráfico 2-18. Obsérvese que en el ámbito nacional los ingresos de los hogares afrocolombianos son menores que para la poblaGráfico 2-18. Ingresos promedio de los hogares. ción sin autorreconocimiento étnico-racial; la brecha étni1.000.000 900.000 co-racial en los ingresos alcanza 800.000 700.000 aproximadamente 20%. En el 600.000 ámbito regional y con la única 500.000 400.000 excepción de la región del Pací300.000 200.000 fico, los hogares afrocolombia100.000 nos exhiben ingresos menores 0 que la población sin autorreconocimiento étnico-racial, las brechas en orden descendenSin Autorreconocimiento te son de 35.2% en Antioquia, Afrodescendiente 32.3% en la región del Caribe y Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. 25.8% en el Valle del Cauca. En relación con este último, resulta oportuno comentar que los menores ingresos para los hogares afrocolombianos están asociados –como en el caso de la menor tasa de afiliación al régimen contributivo de salud– a una sobrerrepresentación en el sector informal de la economía –especialmente como trabajadores unipersonales– y en ocupaciones manuales de baja calificación. Entre estas últimos se destaca la sobreparticipación en empleos del sector de la construcción y servicios de baja calificación –especialmente en el empleo doméstico en el caso de las mujeres afrocolombianas–. En estos trabajos además de obtener bajos salarios se incumple toda la normatividad legal en torno a la seguridad social de los trabajadores. Además en la última década surgieron formas de vinculación laboral asociados a la contratación de trabajadores en cooperativas en el sector cañicultor y portuario que empeoraron las condiciones laborales y, desde aquí, disminuyeron de manera importante el bienestar general de la población afrocolombiana (Correa et al. 2012).


Percepción y nivel de pobreza

31 31

42,7

Total Nacional

Valle

AnƟoquia

PacíĮca

AtlánƟca

El Gráfico 2-19 muestra el porcentaje de personas que se consideraron pobres. Se puede señalar que en todas las regiones de análisis el porcentaje de población afrocolombiana que se considera pobre es mayor en comparación con la población sin autorreconocimiento étnico-racial. Por ejemplo, en el ámbito nacional la brecha étnico-racial en la percepción de pobreza alcanza aproximaGráfico 2-19. Porcentaje de personas damente (30.0%). Por su parte, que se consideraron como pobres. la región del Valle del Cauca es la que ostenta los mayores di80,0 73,7 68,9 ferenciales, con una brecha de 70,0 60,8 55,5 60,0 54,6 aproximadamente (31.1%). La 45,5 50,0 43,8 brecha en la región Atlántica 38,6 34,7 40,0 alcanzó (26,2%), en la región 30,0 Pacífica (21.2%) y en Antio20,0 quia (13, 5%). En consonancia 10,0 con los indicadores que se han 0,0 venido presentando, la región del Pacífico, es la que presenta el mayor porcentaje de personas que se considera pobre; Sin Autorreconocimiento Afrodescendiente seguida –muy de cerca– por la región Atlántica. Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

El examen de la situación en términos de desarrollo humano o la valoración del goce al derecho al desarrollo de la población afrocolombiana frente a la población sin autoreconocimiento étnico-racial culmina con el análisis de las brechas en los indicadores de pobreza. Cabe aludir a este respecto que las situación de pobreza tiene múltiples facetas, y casi siempre está aparejada con la vulnerabilidad sociodemográfica, falta de saneamiento básico, acceso a los servicios fundamentales, el analfabetismo, la desnutrición, un peor estado de salud, bajos ingresos, entre otras lacras de la humanidad, que destruye las esperanzas, aspiraciones y goce para el futuro de las personas (Ray, 1998). A continuación se van a medir las brechas étnico-raciales en la percepción y nivel de pobreza en Colombia. Se va tener en cuenta la percepción subjetiva que tienen las personas frente a este flagelo y luego se miden las brechas en las tasas de pobreza, utilizando el indicador de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Es decir, se va a presentar una valoración psicológica de cómo se sienten las personas en torno sus condiciones de vida materiales y luego se va a contrastar con una medición objetiva de sus niveles de bienestar.


Siguiendo con el análisis en los indicadores de bienestar, el Gráfico 2-20 ausculta los diferencia70,0 60,2 les étnico-raciales en el nivel de 60,0 satisfacción de las necesidades 45,3 50,0 44,2 42,6 básicas del hogar. Específica40,3 37,1 37,2 40,0 33,0 32,5 mente este gráfico contabiliza el 29,7 30,0 porcentaje de personas cuyo in20,0 greso no alcanza para cubrir los 10,0 gastos mínimos asociados a su 0,0 condición de existencia y supervivencia. En correlato con el indicador de percepción de pobreza, el porcentaje de población Sin Autorreconocimiento Afrodescendiente afrocolombiana que considera que sus ingresos no alcanzan Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. para cubrir sus gastos mínimos es más alto que para la población sin autorreconocimiento. Las brechas para el Total Nacional registran aproximadamente 34.0% y nuevamente la región del Valle del Cauca es donde las brechas étnico-raciales alcanzan su mayor valor, con aproximadamente 43.4%. Después de Valle del Cauca se ubica la región Pacífica con una Gráfico 2-21. Porcentaje de personas que manifestaron estar brecha de 32.8%, seguida por en peor situación de bienestar con referencia a 5 años atrás. Antioquia, con 24%, y en la región del Atlántica no se presen18,9 20,0 18,1 17,1 tan diferenciales étnico-raciales 16,6 18,0 16,2 16,0 con respecto a este indicador. 13,6 12,9 12,8 Total Nacional

Valle

AnƟoquia

12,4

Afrodescendiente

Sin autorreconocimiento

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Total Nacional

Valle

AnƟoquia

11,3

PacíĮca

14,0 12,0 10,0 8,0 6,0 4,0 2,0 0,0

PacíĮca

AtlánƟca

Gráfico 2-20. Porcentaje de personas cuyo ingreso no alcanza para cubrir los gastos mínimos.

AtlánƟca

32 32

Para completar el análisis de la percepción subjetiva de la pobreza, el Gráfico 2-21 muestra el porcentaje de personas que manifestaron estar en peor situación con referencia a 5 años atrás. Este indicador –al comparar las situaciones de bienestar en dos momentos en el tiempo– puede ser indicativo de la situa-


ción de vulnerabilidad de las poblaciones de análisis. En correspondencia con los dos indicadores anteriores de percepción de pobreza, el porcentaje de población afrocolombiana que manifestó estar en peor situación que hace cinco años es más alto que para la población sin autorreconocimiento étnico-racial, lo cual sitúa a la población afrocolombiana en mayor riesgo de pérdidas de bienestar ante cambios en los niveles de ingresos. En este caso, las brechas étnico-raciales alcanzan 22.0% para el Total Nacional. Valle del Cauca es la región que presenta las mayores brechas con 67.2% y, al mismo tiempo, presenta el mayor porcentaje de personas afrocolombianas que se sienten en una situación peor en términos de bienestar. En la región del Pacífico las brechas contabilizan 40.3%, en Antioquia 33.5% y de manera curiosa en la región del Atlántico la población sin autorreconocimiento étnicoracial muestra un mayor porcentaje de personas que se declaró peor con una brecha a favor de la población afrocolombiana con -23.5%.

33 33

Gráfico 2-22. Tasa de pobreza. 90,0 80,0 70,0

77,2 63,8

68,4

65,6 58,3

57,0

60,0 50,0

42,2

44,9

41,4

40,0

31,5

30,0 20,0 10,0

Afrodescendiente

Sin autorreconocimiento

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Total

Valle

AnƟoquia

PacíĮca

0,0

AtlánƟca

A este respecto, el Gráfico 2-22 presenta la tasa de pobreza según Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Del mismo modo, el Gráfico 2-23 muestra la tasa de miseria. Cabe destacar que el NBI ha sido la medida de pobreza más utilizada en Colombia, además del análisis de la línea de pobreza e indigencia a partir de los ingresos, e indicadores multidimensionales más recientes como el Índice de Condiciones de Vida (ICV) y de manera reciente el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM).

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

Para terminar el examen del desarrollo humano, se presenta el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) como indicador sintético de la situación de bienestar objetiva que enfrenta la población afrocolombiana frente a la población sin autorreconocimiento étnico-racial. De manera puntual, el indicador de NBI representa el porcentaje de hogares que enfrentan situación de Pobreza o Miseria cuando cumplen con 1 o 2 de las siguientes características, respectivamente: Hogares en viviendas inadecuadas; Hogares en viviendas con servicios inadecuados; Hogares con hacinamiento crítico; Hogares con alta dependencia económica; Hogares con ausentismo escolar. Es importante anotar que en Colombia el NBI ha sido considerado usualmente como un indicador asociado a la oferta de servicios prestados por el Estado.


Al igual que en el análisis de la percepción subjetiva de pobreza, la tasa de pobreza es más alta para la población afrocolombiana en todas la regiones de análisis.

34 34

Gráfico 2-23. Tasa de miseria. 35,0

30,2

30,0

24,8 25,0

21,9 17,9 18,0

20,0

17,6 13,2

15,0

10,8

10,0

9,3

7,5

5,0 Total Nacional

Valle

AnƟoquia

PacíĮca

AtlánƟca

0,0

La brecha étnico-racial alcanza aproximadamente 29.8% en el ámbito nacional. La brecha más grande según regiones se presenta en Antioquia, cuyos diferenciales étnico-raciales alcanzan 55,5%. Le sigue la región del Valle del Cauca con 31.4% y después las regiones Atlántica y Pacífica con 21.0% y 20.0%, respectivamente.

Las brechas étnico-raciales en la tasa de miseria es levemente Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. más grande que las brechas en la tasa de pobreza, alcanzando un valor de 33.3% para el Total Nacional; esto significa que entre los más pobres también existen grandes desigualdades étnico-raciales que perjudican a la población afrocolombiana. Afrodescendiente

Sin autorreconocimiento

Cabe recordar que las personas en situación de miseria son los más pobres dentro de los pobres y nuevamente la población afrocolombiana enseña menor nivel de bienestar. Para este indicador las brechas son más altas en el departamento de Antioquia con brechas que alcanzan aproximadamente 102.8%. Después se encuentra la región del Valle del Cauca con 24.0%. Luego las regiones Atlántica y Pacífica con 21.8% y -0.6%, respectivamente. Estos resultados sintéticos que demuestran las mayores tasas de pobreza de la población afrocolombiana se relacionan con los patrones sociodemográficos, provisión de servicios públicos, acceso a la salud y educación e ingresos observados con anterioridad.


Sección 3

Para el análisis de la situación de derechos humanos de la población afrocolombiana se recurre a una aproximación territorial que permita una comparación de los municipios de mayor participación relativa de población afrocolombiana en el país en comparación con el Total Nacional. Esta estrategia analítica se utiliza porque aún en la mayoría de registros que manejan las entidades del Estado no se incluyen o no se diligencia de manera adecuada la variable de autorreconocimiento étnico-racial; los casos más notables suceden con la identificación de los desplazados en el Registro Único de Población Desplazada (RUPD), y los homicidios en las Estadísticas Vitales del DANE. Debido a esto, se hace difícil valorar el goce efectivo de derechos humanos de la población afrocolombiana utilizando un enfoque micro que permita tener diferentes alternativas metodológicas y comparar inclusive la desventaja de población afrocolombiana en los territorios de mayor poblamiento histórico o como resultado de las migraciones en los últimos años. Hechas las consideraciones anteriores, los municipios estudiados corresponden a aquellos cuya participación de población afrocolombiana sobrepasa el 5%, más los municipios priorizados por la Corte Constitucional en el Auto 005 de 2009. En algunos casos, para efectos de tener un mejor emparejamiento con la población afrocolombiana, se van a diferenciar los municipios que tienen una participación por encima del 50% de población afrocolombiana y también los municipios del andén Pacífico -los cuales incluyen aquellos donde existen consejos comunitarios-. En total se tiene 234 municipios tipificados como afrocolombianos.

Desplazamiento forzado En este apartado, se describirá la evolución de las cifras de desplazamiento forzado de la población afrocolombiana entre los años 2000 y 2011 teniendo en cuenta la aproximación territorial y para las personas desplazadas que se autorreconocieron como afrocolombianos en el (RUPD) en comparación con el Total Nacional. Cabe anotar que el desplazamiento forzado destroza las formas de cohesión familiar y comunitaria, y las formas de gobierno propio de las comunidades. Además, vulnera los de-

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

Derechos Humanos de la Población afrocolombiana

35 35


36 36

rechos colectivos de las comunidades, en especial el derecho a la tierra, con implicaciones negativas sobre su nivel de bienestar en el ámbito general (Afrodes, 2009, 2010; Ibáñez y Velásquez, 2009; Rodríguez, Sierra, Cavelier, 2009; Rodríguez, Orduz y Berrío, 2010). En este mismo orden y dirección, la población afrocolombiana desplazada presenta los peores indicadores en torno a la oferta de servicio públicos provistos por el Estado: saneamiento básico, educación, salud y vivienda. Además, los municipios priorizados en el Auto 005 de 2009 presentan importantes rezagos en materia de infraestructura de transporte y comunicaciones que afectan la capacidad de emprendimiento de la comunidad y la sostenibilidad de los proyectos productivos. Por lo anterior, estos municipios muestran una muy baja especialización en productos agrícolas promisorios y en establecimientos industriales, comerciales y de servicios, que limita los ingresos provenientes de su participación en los mercados de trabajo como empleados, trabajadores cuenta propia o patronos o empleadores, que genera un empobrecimiento general a la población como se observó en la sección anterior (Viáfara et al., 2009; PNUD, 2011a, 2011b; Urrea, 2010). De manera paradójica la incidencia del desplazamiento forzado para la población afrocolombiana coincidió con la puesta en marcha de las titulaciones colectivas en la región del Pacífico y luego en otras regiones del país. Con los procesos de titulación colectiva se hacen presentes diferentes actores armados que disputan las tierras y los recursos naturales y en medio de la aplicación de la Ley 70 se desata el conflicto armado que afecta hasta el presente a la mayor parte de los municipios afrocolombianos. A este respecto, el Gráfico 3-1 muestra el número de población afrocolombiana desplazada según el criterio territorial y por autorreconocimiento étnico-racial frente al Total Nacional. Para cada una de las series se calculó la línea de tendencia para observar con mayor facilidad la evolución en el número de desplazados según criterios de análisis. Obsérvese, en primer lugar, que mientras la tendencia para el Total Nacional es descendente para la población afrocolombiana, utilizando cualquiera de los criterios, la línea es ascendente. De hecho, mientras la tasa de crecimiento media anual para el Total Nacional desde 2000 a 2012 es de -6.9%, para los municipios afrocolombianos ésta alcanza 9.83%; para los desplazados que se autorreconocieron como afrocolombianos 6.91%. Esto demuestra que aunque en el ámbito nacional ha habido una disminución en el crecimiento de la población desplazada, ésta se incrementa para la población afrocolombiana en el periodo de análisis independiente del criterio de identificación de la población afrocolombiana.


Gráfico 3-1. Desplazados afrocolombianos en los 234 municipios estudiados comparados con el total de desplazados afrocolombianos y con el Total Nacional. 60000

500000

50000 400000 350000

40000

300000 250000

30000

200000 20000 150000 100000 10000 50000 0

0 2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

Suma de País

345381 428834

468640

271315

248160

288296

312739

350037

318374

199006

151006

173087

Suma de Estudiados

11789

24676

23801

15239

11567

19519

26060

42783

38927

24638

21884

33052

Suma de Total afros

16708

30461

29105

19175

17254

25074

33359

49670

45173

27946

24376

34836

Fuente: Cálculos propios con base en el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos (DDHH) y Derecho Internacional Humanitario (DIH).

El Gráfico 3-2 confirma el mayor incremento en la población desplazada afrocolombiana frente al Total Nacional. Tomando como base la aproximación territorial, el porcentaje de población afrocolombiana desplazada pasó de 3.41% en el año 2000 a 19.1 % en el año 2011; un incremento de aproximadamente 15.7 puntos porcentuales. Los porcentajes son similares cuando se toma la población afrocolombiana que se autorreconoció como desplazada que pasó de 4.8% en el año 2000 a 20.2% en el año 2011; un incremento de aproximadamente 15.4 puntos porcentuales. De nuevo, independiente de como se considere a la población afrocolombiana su porcentaje de población desplazada se incrementa de manera sostenida en el tiempo.

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

450000

desplazados

37 37


Gráfico 3-2. Porcentaje de desplazados en los municipios estudiados sobre el total de desplazados a nivel nacional. 25,0%

20,0%

Porcentaje desplazados mpios estudiados/ Nacional

38 38

15,0%

10,0%

5,0%

0,0% Total

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

2011

0,034

0,058

0,051

0,056

0,047

0,068

0,083

0,122

0,122

0,124

0,145

0,191

Fuente: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos (DDHH) y Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Homicidios, secuestros y eventos por minas antipersonales (Map), Municiones sin Explotar (Muse) y cultivos de coca El mayor incremento en la población desplazada para la población afrocolombiana se relaciona a su vez con una mayor ocurrencia de graves problemas a los derechos humanos y de violaciones e infracciones al Derecho Internacional Humanitario. En varios informes de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se ha llamado la atención al Estado de “…como los derechos de las (…) comunidades afrocolombianas continúan siendo afectados de manera desproporcionada por el conflicto armado interno. En especial, sus vidas y sus derechos territoriales y culturales están amenazados por la presencia de actores armados en sus territorios” (Naciones Unidas, 2011, pág., 13). Este tipo de amenazas y violaciones cometidas por los actores armados, terratenientes y empresas deben ser neutralizadas por el Estado con la implantación del enfoque diferencial que respete las particularidades culturales y la provisión de leyes en torno a la defensa de los derechos colectivos e individuales (Naciones Unidas, 2013).


Gráfico 3-3. Tasas de homicidios en los setenta y seis municipios en los que más de la mitad de la población es afrocolombiana, comparadas con el promedio del país.

TASA DE HOMICIDIOS POR CADA CI ES MIL HABITANTES

90

80

70

60

50

40

30

20

10

0 Suma de MAS DE LA MITAD DE L POBLACION AFRO Suma de PAIS

1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 62,6 54 55,6 51,2 53,2 60,8 54,4 40,7 49,5 69,2 66,4 63,3 41,8 43,1 53,1 55,9 54,7 50,6 47,1 42,1 39,2 81,1 79,4 77,7 72,7 67,7 70 65,7 58,9 61,2 65,8 68,1 69,6 56,2 47,7 42,2 40,3 39,2 36,3 35,2 34 31,9

Fuente: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos (DDHH) y Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Según el Informe del Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos (DDHH) y Derecho Internacional Humanitario (DIH), este incremento, por encima del promedio nacional, de los homicidios para la población afrocolombiana se debe a que… “La violencia que afecta predominantemente afrocolombianos se desplazó desde Urabá y el Caribe hacia el Pacífico; paulatinamente, desde la segunda mitad de los noventa.” Este 14. Esta agregación de municipios permite una mejor aproximación en términos de violaciones a los derechos humanos que enfrenta la población afrocolombiana frente a la agregación más amplia de los 234 municipios con un porcentaje mayor al 5% de su población.

39 39

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

A este respecto, la Gráfica 3-3 muestra la información sobre total de homicidios entre 1991 y 2011, esta vez comparando el Total Nacional con los municipios en los cuales el porcentaje de población afrocolombiana es mayor al 50%.14 Obsérvese que hasta el año 2000 la tasa de homicidios en el Total Nacional era mayor, y se comportaba igual, que la tasa de homicidios para los municipios de análisis. No obstante en el año 2000 y de manera continúa a partir del año 2004 la tasa de homicidios en los municipios donde más de la mitad de la población es afrocolombiana es mayor. Llama la atención además que mientras que entre los años 2004 a 2006 la tasa de homicidios se estaba reduciendo para el Total Nacional, para estos municipios ésta tuvo un aumento significativo que se ha mantenido hasta el momento.


argumento puede ser loable. De hecho el Gráfico 3-4 se muestra que la tasa de homicidios en los municipios del Pacífico es más alta desde aproximadamente el año 2000, que en los municipios donde más del 50% de la población es afrocolombiana. Sin embargo el informe es parco en torno a las causas de ese incremento en la violencia en la región del Pacífico. Gráfico 3-4. Tasas de homicidios en los 76 municipios con mayor población afrocolombiana: Pacífico comparado con el promedio. 80

TASA DE HOMICIDIOS POR CADA CI EN MIL HABITANTES

40 40

70

60

50

40

30

20

10

0 Suma de PACIFICO Suma de MAS DE LA MITAD DE LA POBLACION AFRO

1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 22,8 22,8 28,6 31,2 23,7 34,3 42,2 36,1 49,3 68,3 65,8 71 46,6 49,5 65,3 72,2 68,6 58,5 52,5 48,1 44,7 62,6 54 55,6 51,2 53,2 60,8 54,4 40,7 49,5 69,2 66,4 63,3 41,8 43,1 53,1 55,9 54,7 50,6 47,1 42,1 39,2

Fuente: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos (DDHH) y Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Aunado al mayor ímpetu en las tasas de homicidios de los municipios con mayor participación de población afrocolombiana en la década pasada, las desapariciones forzadas (Gráficos 3-5a y 3-5b) y las accidentes por Map y Muse (Gráficos 3-6a y 3-6b) cada vez tienen una mayor participación en el Total Nacional, no obstante que existe una tendencia decreciente. Es evidente entonces que existe un empeoramiento relativo para la población afrocolombiana en desapariciones forzadas y accidentes por MAP y MUSE con implicaciones muy adversas para el disfrute de sus derechos individuales y colectivos. Es importante mencionar que este tipo de eventos constituyen una violación grave contra el derecho Internacional Humanitario y los datos muestran de manera irrefutable que la dinámica de éste tipo de accidentes desfavorece a la población afrocolombiano sin visos de un mejoramiento en el corto plazo.


Gráfico 3-5a. Comportamiento de las desapariciones forzadas en los 234 municipios estudiados, en los 76 que encierran más de la mitad de la población afrocolombiana, comparado con el Total Nacional. 800

1800

700

1600 600 1400 500

DESAPARECIDOS

1200

400

1000 800

300

600 200 400 100

200 0 Suma de TOTAL NACIONAL Suma de MUNICIPIOS DONDE MAS DE LA MITAD DE LOS HABITANTES SON AFROS Suma de TOTAL ESTUDIADOS

2000 1204

2001 1372

2002 1757

2003 1427

2004 1109

101

113

166

136

107

479

549

702

588

530

2005 758

2006 512

2007 564

2008 511

83

82

116

118

373

271

342

337

2009 387

2010 257

2011 138

61

56

36

264

168

88

0

Fuente: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos (DDHH) y Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Gráfico 3-5b. Participación en las desapariciones forzadas en los 234 municipios estudiados, en los 76 que encierran más de la mitad de la población afrocolombiana en comparación con el Total Nacional. 80,0

70,0

60,0

50,0

%

40,0

30,0

20,0

10,0

0,0 TOTAL ESTUDIADOS MUNICIPIOS DONDE MAS DE LA MITAD DE LOS HABITANTES SON AFROS

2000 39,8 8,4

2001 40,0 8,2

2002 40,0 9,4

2003 41,2 9,5

2004 47,8 9,6

2005 49,2 10,9

2006 52,9 16,0

2007 60,6 20,6

2008 65,9 23,1

2009 68,2 15,8

2010 65,4 21,8

2011 63,8 26,1

Fuente: Cálculos propios con base en el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos (DDHH) y Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

2000

41 41


Gráfico 3-6a. Accidentes por MAP y MUSE en los 234 municipios estudiados, en los 76 en donde más de la mitad de la población es afrocolombiana, comparados con el promedio nacional

DESAPARECIDOS

42 42

700

140

600

120

500

100

400

80

300

60

200

40

100

20

0 Suma de Total Nacional Suma de 234 municipios estudiados Suma de 76 municipios en los que más de la mitad de la población afrocolombiana

2000 81 21

2001 162 50

2002 345 75

2003 453 91

2004 542 112

2005 613 124

2006 663 114

2007 582 98

2008 525 129

2009 483 115

2010 356 110

2011 375 117

3

4

12

14

9

22

28

19

28

19

16

34

0

Fuente: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos (DDHH) y Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Gráfico 3-6b.Participación en las desapariciones forzadas en los 234 municipios estudiados, en los 76 que encierran más de la mitad de la población afrocolombiana en comparación con el Total Nacional. 35,00

30,00

25,00

20,00 % 15,00

10,00

5,00

0,00 TOTAL ESTUDIADOS MUNICIPIOS DONDE MAS DE LA MITAD DE LOS HABITANTES SON AFROS

2000 25,93 3,70

2001 30,86 2,47

2002 21,74 3,48

2003 20,09 3,09

2004 20,66 1,66

2005 20,23 3,59

2006 17,19 4,22

2007 16,84 3,26

2008 24,57 5,33

2009 23,81 3,93

2010 30,90 4,49

2011 31,20 9,07

Fuente: Cálculos propios con base en el Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos (DDHH) y Derecho Internacional Humanitario (DIH).


Gráfico 3-7. Siembras de coca en los municipios en donde más de la mitad de la población es afrocolombiana. Participación porcentual respecto del conjunto nacional. 40

160000

35

140000

30

120000

25

100000

20

80000

15

60000

10

40000

5

20000

0

0 2001

Suma de Part % Afro / Nal Suma de Municipios > 50% afrocolombianos Suma de País

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2009

2010

5,6

15,2

21,9

18,4

17,4

20,4

22,5

33,8

32,3

34,8

8115

15546

18864

14798

14883

15875

21815

27387

21958

21483

144807

102071

86331

80348

85750

77870

97072

80953

68005

61813

Fuente: Observatorio del Programa Presidencial de Derechos Humanos (DDHH) y Derecho Internacional Humanitario (DIH).

Es importante comentar que este incremento en los cultivos de coca aunado a la estrategia extractivista de economía de plantación de monocultivos, la gran minería y megaproyectos turísticos rompe con la lógica de desarrollo de conservación-transformación de sociedades campesinas rural-urbanas con sistemas agrícolas “adaptativos” al bosque húmedo, especialmente en la región del Pacífico. El aumento en las siembras de coca pone en riesgo el “buen vivir” de las comunidades en el sentido que menoscaba la autonomía y gobernabilidad de los consejos comunitarios y campesinos afrocolombianos, y la sustentabilidad de las prácticas tradicionales propias que son esenciales para el mantenimiento de la soberanía alimentaria.

43 43

Informe Anual de Derechos Humanos y Desarrollo Humano de la Población Afrocolombiana 2013

Esta mayor incidencia cada vez más creciente del conflicto armado para la población afrocolombiana ha estado asociada con un incremento no deleznable en la participación de siembras de cultivos ilícitos, especialmente la coca, en los territorios afrocolombianos. De hecho, como se muestra en el Gráfico 3-7, la participación de los municipios con mayor participación de población afrocolombiana es cada vez más alta en la producción nacional de coca.


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Los resultados del censo de 2005 muestra de manera alarmante como el porcentaje de población afrocolombiana que dejó de comer algunas de las tres comidas básicas en el día alcanzan aproximadamente 36% en la región del Pacífico Nariñense, 24% en la región del Pacífico Caucano, 21% en la región de Buenaventura, 22% en la región del Pacífico Chocoano y 18% en la región Caribe (Viáfara et al., 2009). Esto demuestra que la mayor participación en la siembra de cultivos ilícitos en los territorios afrocolombianos-en muchas ocasiones presionada por los actores armados- no ha significado un mayor bienestar para la población afrocolombiana en la región del Pacífico y Caribe en general. Más bien la grave situación de derechos humanos debido a la mayor afectación por el conflicto armado y el desplazamiento forzado son costos muy altos, que aunado a las carencias tradicionales de la población afrocolombiana, han empeorado sin lugar a dudas el bienestar de la población.

Implicaciones para el cumplimiento del Auto 005 de 2009 Derivado del incumplimiento de la sentencia T-025 de 2004, la Corte Constitucional promulgó el Auto 005 de 2009 para favorecer de manera efectiva a la población afrocolombiana que se encontraba en situación de desplazamiento forzado, confinamiento o resistencia en sus territorios (Mesa, 2012). Básicamente el Auto 005 reconoce que la población afrocolombiana desplazada debe gozar de protección especial por parte del Estado debido a los siguientes factores : 1) la exclusión estructural de larga duración que ha sido víctima, especialmente en la región del Pacífico, y que ha derivado en un empobrecimiento sistemático para su población; 2) por su mayor afectación ante obras de infraestructura e iniciativas productivas agrícolas legales e ilegales y mineras a gran escala en sus territorios; 3) por la debilidad de los consejos comunitarios para configurar la forma de gobierno propia de estas comunidades (ver Rodríguez et al., 2010). La identificación de estas problemáticas debería llevar al Estado, a través de sus políticas, programas y leyes, a poner fin a estas amenazas en contra de la población afrocolombiana en sus territorios colectivos, a defender sus derechos, especialmente los territoriales, y a propugnar por el mejoramiento de condiciones de vida teniendo en cuenta sus particularidades culturales. En este sentido la Corte Constitucional, a través del auto 005, instó al Gobierno Nacional a implementar una serie de medidas orientadas a la ejecución de un Plan General con enfoque diferencial en torno a actividades de prevención, protección y atención que respondiera de manera efectiva a las necesidades de la población afrocolombiana desplazada.


(i) Al Director de Acción Social como coordinador del SNAIPD, diseñar y poner en marcha un plan específico de protección y atención para cada una de estas (62) comunidades. (ii) Al Ministro del Interior y de Justicia, diseñar, a más tardar para el 30 de octubre de 2009, un plan de caracterización de los territorios colectivos y ancestrales habitados mayoritariamente por la población afrocolombiana. (iii) Al Ministerio del Interior y de Justicia, conjuntamente con el Incoder, la Superintendencia de Notariado y Registro, la Unidad Nacional de Tierras del Ministerio de Agricultura, el IGAC y Acción Social, poner en marcha la ruta étnica propuesta por Acción Social dentro del proyecto de protección de tierras y patrimonio. (iv) Al Director de Acción Social que diseñe una estrategia que le permita adoptar en cada caso y de manera urgente, las medidas necesarias para garantizar que la población afrocolombiana confinada, reciba atención humanitaria de emergencia de manera integral, oportuna y completa, respetando los criterios de especificidad cultural aplicable. (v) Al Director de Acción Social como coordinador del Sistema Nacional de Atención a la Población Desplazada y al CNAIPD, diseñar un plan integral de prevención, protección y atención a la población afrocolombiana, con la participación efectiva de las comunidades afros y el pleno respeto por sus autoridades constituidas y de las autoridades territoriales concernidas. (vi) A los Ministerios del Interior y de Justicia y de Defensa, que presenten a la Defensoría del Pueblo, informes bimensuales sobre las acciones tomadas para obtener el cumplimiento de las medidas provisionales dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en relación con las comunidades de Jiguamiandó y Curvaradó”.

Las evaluaciones detalladas del cumplimiento del Auto 005 de 2009 en torno a la defensa de los derechos individuales colectivos se encuentran en los excelentes informes de la Mesa (2012) y Rodríguez et al (2010). A este respecto es importante mencionar que ambos informes coinciden en señalar el incumpliendo de muchas de las disposiciones allí conferidas. Según Rodríguez et al., (2012, pág.11) “…después de un análisis detallado, el ODR encuentra la falta de acciones concretas que demuestren la implementación cumplida de las órdenes dictadas en el auto. El ODR concluye lo anterior debido a que de los informes presentados por el gobierno se desprende que: 1. De las principales seis órdenes dictadas, seis se encuentran en una fase de incumplimiento. 2. Los avances mostrados se concretan en ideas, propósitos, reuniones, trámites, diseño o adopción de medidas generales, en las que la población afrocolombiana desplazada y confinada no ha sido beneficiada directamente”.

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Según la Mesa (2012, pág. 9), “El plan general estructura un conjunto de ordenes complejas y específicas para (i) la protección de los derechos territoriales de las comunidades afrocolombianas; y (ii) la protección de los derechos de las comunidades afrocolombianas y sus miembros en tanto victimas del desplazamiento forzado interno y del confinamiento, en los siguientes términos:


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Del mismo modo, la Mesa (2012, pág., 10) concluye: “… ninguna de las órdenes complejas ni específicas que lo integran, han sido ni diseñadas ni implementadas. El desacato institucional es generalizado, mientras que el destierro, el desplazamiento, el confinamiento, las masacres, la discriminación, las violaciones, los asesinatos de las y los miembros, líderes y lideresas de nuestras comunidades siguen en medio de una pasmosa desatención e insensibilidad institucional”. Ahora bien, los resultados mostrados hasta aquí, que pueden ser vistos como una evaluación de la implementación de las políticas de Estado para resguardar los derechos individuales y colectivos de las comunidades afrocolombianas, ratifican estas aseveraciones sobre la grave situación humanitaria que enfrenta la población afrocolombiana en todo el país (ODR, 2011), pero especialmente en los territorios colectivos Ley 70.


Sección 4

Ya es habitual señalar que la Constitución Política de 1991, marcó un giro para los grupos étnico-raciales en Colombia al declarar a la nación como pluriétnica y multicultural. Esto significó pasar del paradigma republicano de igualdad de derechos, que involucraba una ciudadanía plena para todos los individuos, a una ciudadanía multicultural que fuese garante del acceso y disfrute de los derechos fundamentales, y fomentara sus derechos territoriales, culturales y políticos (Agudelo, 2005). Significaba entonces nuevos arreglos democráticos que involucraba nuevos actores, entre ellos los grupos étnico-raciales, lo cual debía estar en concordancia con el proceso de modernización de la Nación. Este nuevo arreglo constitucional fue jerarquizado con una serie de desarrollos legislativos, leyes y decretos, con el objetivo de disminuir la brecha en materia de desarrollo económico y social que presenta en este caso la población afrocolombiana frente al resto del país, y en el fomento de su identidad étnico-cultural (Mosquera et al 2009). Es importante aludir que en términos del autorreconocimiento y de la defensa los derechos económicos, sociales y culturales, quizás los más importantes han girado alrededor de la ampliación de oportunidades, la protección de derechos y el reconocimiento de los derechos preferenciales, el reconocimiento a la consulta previa, la ampliación de espacios de representación política, el desarrollo del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y el establecimiento de instancias de apoyo a los procesos relacionados con la promoción de los derechos de la población afrocolombiana (De Roux, 2010). En referencia a la clasificación anterior, quizás los más importantes han sido la promulgación de la Ley 21 de 1991 por medio de la cual se aprueba el Convenio No 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre pueblos indígenas y tribales. Esta ley reconoce a los grupos étnico-raciales sus derechos culturales, su carácter de “pueblo” y el acceso a un mayor grado de autonomía y control de sus recursos en sus territorios (CEPAL, 2000). Posteriormente y derivado de la ley anterior, se aprobó la Ley 70 de 1993, que reglamentó el derecho a la propiedad colectiva, la protección de la identidad cultural como grupo étnico y el fomento del desarrollo económico y social, con el objetivo de garantizar condiciones reales de igualdad y autonomía de la población afrocolombiana frente al resto

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Ambiente institucional: ¿cambio en las reglas de juego?

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de la población colombiana. Con la Ley 70 se reglamentó también la protección al medio ambiente, los procedimientos para lograr la titulación colectiva y la normatividad de los Consejos Comunitarios. En relación con este último, existen una gran cantidad de investigaciones que han hecho Una evaluación razonable del impacto de estas medidas en el bienestar de la población afrocolombiana y en el reconocimiento de sus derechos culturales15. Más allá de esas importantes evaluaciones, que coinciden en señalar la persistencia de los factores que limitan las opciones de la población afrocolombiana de vivir la vida que valoran y desean (Sen, 1990), a continuación se hace un balance sucinto de algunas propuestas recientes del Gobierno Nacional para saldar la deuda histórica con la población afrocolombiana que la nueva Constitución Política, debido a la “ambigüedad” en términos de inclusión y exclusión, no ha podido solventar (Agudelo, 2005). El análisis se centra en el proyecto de Ley Estatutaria 125 de 2012, que se presentó al Congreso pero que fue archivado y se espera que se presente en la próxima legislatura, y de la Consulta Previa que ha sido considerada como un “obstáculo” para el desarrollo del país por varios funcionarios de alto nivel del Gobierno Nacional.

Proyecto de Ley de Igualdad de Oportunidades16 El 27 de septiembre del año anterior el Ministerio del Interior radicó el proyecto de Ley Estatutaria 125 de 2012, por el cual se establecía la Ley de Participación y Representación para las Comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras, acuñado como Proyecto de Igualdad de Oportunidades para la Población Afrocolombiana. Según se redacta en el proyecto, las medidas de política pública consignadas allí se basaban en las recomendaciones de la Comisión Intersectorial para el Avance de la Población Afrocolombiana, Negra, Palenquera y Raizal, que enfatizó en la importancia de implementar políticas de acción afirmativa para población afrocolombiana en Colombia. Antes de empezar a puntualizar los aspectos que son particularmente problemáticos del Proyecto de Ley, es importante recordar que las acciones afirmativas son políticas temporales que se aplican para mejorar las condiciones de vida de grupos que han sido víctimas de discriminación. 15. Véase Urrea y Viáfara, 2007; Uribe y Jaramillo, 2008; Rodríguez Alfonso y Cavelier, 2009; Viáfara, Vivas, Urrea y Castro, 2009; Viáfara, Urrea y Correa, 2009; Mosquera, 2009; Cimarrón, 2010; Cruces, Gasparini y Carbajal, 2010; Dane, Cidse, Bid; 2010; De Roux, 2011; Afroamérica, Dane, Cidse, 2011; Cárdenas et al 2012, Mosquera, 2013; entre otros. 16. Esta sección se deriva de los comentarios y recomendaciones que se hicieron al Proyecto de Ley en el marco del proyecto: “Diseño de un modelo de políƟca pública para la implementación de políƟcas de acción afirmaƟva en Colombia”, que adelanta la Red MuƟs de Universidades, los cuales fueron entregados para jerarquizar el Proyecto de Ley al Senador Hemel Hurtado (Coordinador ponente). Estas recomendaciones fueron compiladas posteriormente en Viáfara (2013).


En segundo lugar, en el Capítulo I de educación e investigación, se propone la creación de una “bolsa especial” para la población afrocolombiana mediante el establecimiento de las becas Manuel Zapata Olivella. Si bien es cierto que la creación de una línea de crédito dirigida a financiar estudios de educación superior para afrocolombianos es una medida adecuada que fortalece el Fondo de Créditos Condonables ya instituido por la Ley 70/93, es preciso señalar que los artículos 5 y 6 del presente proyecto dan lugar a interpretaciones ambiguas con relación al destinatario/a de la línea de crédito, los requisitos y funcionamiento de los mismos. En los apartados objeto de análisis, no es claro si el crédito es ofrecido directamente por el ICETEX a estudiantes, quienes tendrían que aplicar al crédito por medio de las convocatoria y conductos establecidos por esta institución, o si el crédito será operado por instituciones de educación superior, quienes, a su vez, ofrecerán becas a estudiantes que cumplan con los requisitos señalados. Conforme a lo expuesto, se sugiere aclarar los puntos señalados, dando prelación al procedimiento y criterios establecidos en el Art. 6 e incorporar el propósito de la medida dispuesto en el Art. 5. Adicionalmente, es importante señalar que en la experiencia del fondo de créditos condonables para afrocolombianos creado por la Ley 70/93 se evidenciaron irregularidades que se deben evitar en esta oportunidad, entre ellas, la incertidumbre frente a la consecución de recursos, la limitada cobertura y la ausencia de mecanismos de monitoreo y evaluación. Por lo tanto, se considera que la propuesta más adecuada a este respecto debe ser solicitar un porcentaje para población afrocolombiana de los programas de créditos que opera el ICETEX, universidades u otro tipo de instituciones, con condiciones más pertinentes para la población afrocolombiana. En este mismo sentido, en lugar de crear un criterio adicional para la asignación presupuestal de universidades, instituciones técnicas o tecnológicas que podría estar expuesto

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Hecha la observación anterior, en primer lugar, en el objeto del proyecto de ley, y a lo largo del texto de la Ley, se define el objeto jurídico de protección como: “derecho fundamental a la identidad étnica”. Igualmente, se habla de “discriminación étnica” como la conducta a sancionar, y de “identidad étnica” como objeto de medidas de promoción. Un uso similar de los conceptos y el lenguaje se evidencia a lo largo de la exposición de motivos. Es importante anotar que aunque la variable étnica es relevante social y constitucionalmente, en realidad la Ley está encaminada igualmente a combatir la discriminación y la inequidad de oportunidades basada en la condición racial. Los recientes resultados del Proyecto PERLA, muestra precisamente como la desigualdad en la estructura de oportunidades en Colombia y en varias sociedades latinoamericanas está relacionada con los colores de piel más oscuros. Como se hizo en la ley antidiscriminación aprobada por el Congreso en 2011, sería importante incluir esta variable explícitamente y hablar de “discriminación étnico-racial” y, en general, de “identidad étnico-racial”.


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a desmejoras progresivas, se propone que la asignación de un porcentaje de cupos para población afrocolombiana sea un criterio para otorgar puntos en el Registro Calificado o proceso de acreditación de alto nivel de calidad de las universidades públicas y privadas. En tercer lugar, el Capítulo IV que establece medidas para mejorar la empleabilidad de la población afrocolombiana y acceso al crédito, es quizás uno de los capítulos más débiles de este proyecto de ley. En términos generales no hay acciones afirmativas específicas para la vinculación de personas afrocolombianos en el sector público y privado en consonancia con las experiencias internacionales. El Certificado de Responsabilidad Étnica Empresarial puede ser una acción complementaria pero no la fundamental para los objetivos de este capítulo, además es preciso que su definición se complemente con sanciones o beneficios para aquellas empresas privadas que obtengan o no dicha certificación. Adicionalmente, no se establecen los procedimientos y mecanismos específicos para promover los procesos productivos en territorios ancestrales y colectivos de población afrocolombiana consignados por ejemplo en la Ley 70/93 Art. 55. A este respecto, la estructura de propiedad de la tierra y la falta de garantías es un asunto importante que el artículo no esclarece. En cuarto lugar, el Capítulo VII que presenta una nueva regulación de los mecanismos de representación instituidos por la Ley 70/93, es contrario al Convenio 169 de la OIT y a la reiterada jurisprudencia de la Corte Constitucional sobre el derecho a la consulta previa. Al restringir los órganos de representación e interlocución únicamente a aquellos Consejos Comunitarios con título colectivo otorgado por el INCODER, se excluye a una porción mayoritaria de la población afrocolombiana asentada en territorio ancestral sin título colectivo y en zonas urbanas, que en suma, constituyen más del 70% de la totalidad de la población afrocolombiana en Colombia. Dado que el propósito general de la Ley es crear mecanismos que promuevan el desarrollo social y la equidad para la población afrocolombiana, la inserción de este capítulo en el proyecto resulta inconveniente y da lugar a una eventual declaratoria de inconstitucionalidad por parte de la Corte Constitucional. En quinto lugar, teniendo en cuenta que uno de los temas centrales de esta iniciativa es el establecimiento de mecanismos para prohibir la discriminación en escenarios de representación política, organizaciones y sectores del poder público, los apartados dedicados a este tema necesitan una mayor elaboración. Es decir, estos artículos no pueden limitarse a reiterar el principio de no discriminación, pues deben estar orientados a proponer medidas que impliquen una acción positiva por parte del Estado. Conforme a lo expuesto, se somete a consideración la exclusión o reformulación de parte del articulado, de tal forma que las medidas propuestas procuren su concreción real en políticas públicas que atiendan a la naturaleza misma de las acciones afirmativas.


Por último, el proyecto de ley no considera las recomendaciones de la Comisión Intersectorial para el Avance de la Población Afrocolombiana, Palenquera y Raizal en torno a la inclusión de la variable étnico-racial en todo el sistema estadístico nacional. Es necesario incluir artículos que insten al Estado a la producción permanente de datos desagregados por la condición étnico-racial, de manera que se puedan evaluar y monitorear los programas propuestos en el proyecto de ley. Con todo, es muy importante para el mejoramiento de las condiciones de vida de la población afrocolombiana que este proyecto de ley pueda involucrar de manera intrínseca las recomendaciones de políticas de acción afirmativa emanadas de la Comisión Intersectorial para el Avance de la Población Negra, Afrocolombiana, Palenquera y Raizal en 2009. El articulado de este proyecto de ley difiere sustancialmente del planteado por la Comisión Intersectorial, cuyas recomendaciones proponen mecanismos de equidad para resarcir las grandes desigualdades estructurales que afectan el bienestar de la población afrocolombiana, y no meramente una “Ley de Participación y Representación” con una versión muy criticable de acciones afirmativas como este proyecto pretendía fomentar. Para finalizar, es preocupante que este proyecto de ley, con las modificaciones sugeridas, no haya sido presentando a consideración del Congreso de la República en la anterior legislatura. Cabe recordar que igual situación aconteció con el proyecto derivado de la Comisión Intersectorial para el Avance de la Población Negra, Afrocolombiana, Palenquera y Raizal en el año 2009, y que de manera incomprensible no fue presentado al Congreso por parte del Ministerio de Interior en su momento. Llama la atención que ambas iniciativas impulsadas desde el Gobierno Nacional no hayan logrado ser no siquiera discutidas en el Congreso lo cual abre un manto de dudas en torno a la voluntad política del Gobierno Nacional y del compromiso de la Bancada Afrocolombiana por impulsar este tipo de iniciativas (Ver por ejemplo El Espectador, 2013, 21 de mayo). Al parecer dentro del Gobierno Nacional, lo

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En sexto lugar, varios de los artículos establecen la cifra de 10% como el porcentaje que garantiza la representatividad de la población afrocolombiana en las políticas de inclusión. Si bien es cierto, en el último censo del DANE esta cifra corresponde al porcentaje de población que se autorreconoció como afrocolombiana en el ámbito nacional, esta obvia los grandes diferenciales demográficos de la población afrocolombiana a lo largo del país. El 10% convierte a la población afrocolombiana en una minoría o grupo subrepresentado en regiones y ciudades de alta concentración de población afrocolombiana como Cali y Cartagena. Por consiguiente, se recomienda que el proyecto reconozca los diferenciales sociodemográficos de la población afrocolombiana por regiones y municipios de modo que no se establezca una cifra estática sino que el porcentaje sea al menos equivalente al resultado del censo más reciente teniendo en cuenta las diferencias demográficos por región.


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cual se ha vuelto una costumbre en las administraciones locales, el concepto de inclusión sólo se concibe en la promoción individual, asignando un exiguo porcentaje de cargos públicos intrascendentes para algunos afrocolombianos respondiendo en la mayoría de casos a compromisos clientelistas, o a la celebración de eventos mediáticos, pero sin cambios importantes en la estructura de oportunidades para la población afrocolombiana en general. En entrevista con César Antonio García, Director de Asuntos para Comunidades Negras del Ministerio del Interior, manifestó que el proyecto de ley fue archivado debido a que era necesaria la realización de audiencias públicas en todo el país para enriquecerlo con los conceptos de las comunidades y con las recomendaciones y propuestas aprobadas por la Comisión Intersectorial. También persiste la duda de si el proyecto de ley fue consultado con la comunidad afrocolombiana. La presentación en la nueva legislatura permitiría la realización del proceso de consulta previa lo cual la daría una mayor legitimidad en términos de los mecanismos de participación de las comunidades afrocolombianas en el país.

Mecanismo de Consulta Previa En este momento en Colombia no es posible la realización de la Consulta Previa, que es un derecho fundamental consagrado en la Constitución, derivado del Convenio 169 de la OIT e implementado mediante la Ley 21 de 1991. La Consulta Previa es la única herramienta de defensa con que cuentan los grupos étnico-raciales en torno a su autonomía para el manejo del territorio ante la intervención del Estado o agentes privados asociados a planes de desarrollo y megaproyectos que afecten la supervivencia futura de las comunidades. La no implementación del mecanismo de consulta previa se deriva de la promulgación, en primer lugar, de la Sentencia T-823 de la Corte Constitucional del 17 de octubre de 2012 que amplió los mecanismos de participación de las población afrocolombiana a los Consejos Comunitarios, con o sin título de propiedad colectiva, los cuales fueron abrogados por la Resolución 0121 de 2012, que restringía la participación a sólo a los Consejos Comunitarios con título colectivo reconocido por el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural -INCODER- y a los representantes de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. En igual sentido, el Auto del 4 de diciembre de 2012 estableció que para efectos de la representación la consideración de únicamente los Consejos Comunitarios, con o sin título, y exigía la inclusión de las comunidades asentadas en predios que no tuvieran el carácter de baldío, a la comunidad negra en situación de desplazamiento y a las comunidades que se encuentran en las áreas urbanas del país. Estas demandas fueron recogidas por el Gobierno Nacional que mediante Resolución 733 del 11 de junio de 2013, convoca a toda la comunidad


En los marcos de las observaciones anteriores, el Estado de Cosas Inconstitucional en torno a los mecanismos de representación de la población afrocolombiana pero de manera específica en referencia a la Consulta Previa ha suscitado varios críticas y apreciaciones desobligantes en torno a su “utilidad” para el desarrollo del país (Valero, 2013). Sin embargo, pareciera que este tipo de posiciones obviaran el actual arreglo constitucional, y el Estado cooptado por los grupos de poder quisiera pasar por encima de los de los derechos consagrados en la constitución para los grupos étnico-raciales (El Espectador, 2013, 12 de febrero). A este respecto, una verdad de perogrullo es que el mecanismo de Consulta Previa no ha funcionado bien debido a la falta de reglas claras o protocolo para su implementación (El Tiempo, 2013, 12 de febrero) En algunos casos la Consulta Previa no ha logrado su cometido en defensa de los intereses de la comunidad debido a intereses particulares de algunos miembros de la antigua Consultiva del Alto Nivel que en contubernio con funcionarios públicos se han confabulado para corromper el proceso (Rodríguez, 2013). Este tipo de inconsistencia ya había sido denunciado por las comunidades quienes en varios escenarios habían reclamado una mayor institucionalización y atención del Gobierno Nacional para blindar el proceso. Además, y no menos importante, Orduz (2013) muestra como el Gobierno miente de manera sistemática, incumpliendo los compromisos asociados a la implementación de la Consulta Previa para luego culpar a las comunidades. Es evidente entonces que los principales aspectos que deben ser mejorados son garantizar la representación de las comunidades en el proceso, mejorar la capacidad de negociación del Gobierno Nacional con el personal idóneo para ellos y capacitar a los funcionarios públicos en torno al enfoque diferencial, y sobre lo que constituye la cosmovisión y costumbres de las comunidades (El Espectador, 2013, 12 de febrero).

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afrocolombiana a las asambleas departamentales para la elección de los representantes para definir de manera transitoria, en espera de un pronunciamiento de la Corte Constitucional, de los espacios de representación en torno al proceso de “… consulta previa que reglamenta la Consultiva de Alto Nivel, así como las comisiones consultivas departamentales, y el decreto que reglamenta la instancia nacional permanente de consulta previa de Comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras y sus expresiones organizativas”.


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Recomendaciones 1. Pedagogía Nacional y Regional de la Ley Antidiscriminación. A pesar de que hay una Ley que penaliza la discriminación vigente, la cual fue ratifica por la corte constitucional recientemente, no existe una política nacional contra la discriminación que facilite la comprensión y aplicación de la Ley. Esto tiene que ver que la Presidencia de la República y el Ministerio de Relaciones Exteriores deben levantar la declaración que mantiene el Estado colombiano en la ONU, sobre el Art. 14 de la Convención Internacional para la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial (Ley 21 de 1982), para posibilitar la creación de un organismo gubernamental para combatir el racismo y la discriminación racial. 2. Aplicación de Acciones Afirmativas. El Congreso de la República debe aprobar el proyecto de ley de igualdad de oportunidades, surgido de las conclusiones y propuestas de la Comisión Intersectorial para el Avance de la Población Afrocolombiana, iniciativa liderada desde la Presidencia de la República. El sistema integral de políticas afirmativas debe basarse en cuatro ejes fundamentales: 1. Desarrollo humano, 2. Desarrollo institucional, 3. Integración a los mercados y conectividad, 4. Desarrollo productivo y generación de ingresos. El gobierno nacional y los gobiernos locales deben implementar acciones que garanticen el acceso y sostenibilidad de la población afrocolombiana al sistema educativo, en especial, en la educación preescolar y superior, el mejoramiento del entorno escolar (infraestructura, profesores, material didáctico), entrenamiento y formación para y en el trabajo. La integración de los estudios afrocolombianos en los diversos niveles del sistema escolar, en cumplimiento de la ley General de Educación y la Ley 70 de 1993, es una asignatura pérdida y pendiente del Ministerio de Educación Nacional. Ante la profunda debilidad institucional que se presenta en la región del Pacifico, especialmente en el departamento del Chocó y los municipios de Buenaventura, Tumaco y Guapi, deben implementarse estrategias de fortalecimiento y consolidación de los diferentes niveles de decisión política, entre ellas, el establecimiento de mecanismos de compensación fiscal que contribuyan a la descentralización política efectiva, la eliminación de las disparidades interregionales persistentes


y la consolidación de las instituciones, la gobernabilidad y la participación ciudadana en la gestión pública.

4. Política de desarrollo rural. El tema agrario que es uno de los puntos de la agenda con la FARC también toca de manera importante a la población afrocolombiana. Una política agrícola debería considerar las estrategias de desarrollo rural para los territorios colectivos de la población afrocolombiana que hasta ahora han sido inexistentes al punto de no garantizar la soberanía alimentaria. A este respecto, el Estado colombiano debe adoptar las medidas necesarias para proteger los numerosos territorios colectivos que ha adjudicado con el nombre de “Tierras de las Comunidades Negras”, y fortalecer los Consejos Comunitarios que los administran consolidando la gobernabilidad de los territorios colectivos, capacitando el liderazgo, reorganizando asociaciones veredales y asignando los fondos suficientes para la ejecución de los planes de etnodesarrollo. Al mismo tiempo se requiere una acción eficaz desde el Estado en todos los niveles en la defensa de los derechos humanos: de la vida y del derecho a la organización colectiva a través del consejo comunitario. 5. Impacto negativo de la minería para la población afrocolombiana. Aunque la locomotora minera afecta a la población afrocolombiana de la Costa Pacífica, Norte del Cauca y Costa Atlántica, en los últimos años en los departamentos de la Guajira y Cesar varios pueblos han sido reubicados lejos de sus territorios ancestrales donde tenían un proyecto de vida ancestral sustentable. Ahora estos pueblos les toca desempeñar cualquier tipo de actividad para lograr su sustento. Esto se encuentra asociado con

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3. Comisión de la verdad con enfoque diferencial. En Colombia se está hablando de la comisión de la verdad para crimines cometidos por las FARC. Se debe implementar una comisión de la verdad con enfoque diferencial para grupos étnico-raciales que pueda valorar el genocidio cultural contra afrocolombianos e indígenas, y sobre todo las afectaciones a los derechos colectivos de estas comunidades. Cabe anotar que los grupos étnico-raciales han sido los grupo más afectados por las FARC y los Grupos Paramilitares debido a que la escalada del conflicto armado se produce en sus territorios con un gran costo de victimas, como en la caso emblemático de Bojayá en el departamento del Chocó, lo que ha derivado en desplazamiento forzado de los territorios ancestrales, especialmente en la Región del Pacífico y la Costa Atlántica, que limitan de manera importante la construcción de planes de vida en consonancia con sus características culturales. En este tema se debería considerar también la protección a líderes afrocolombianos y organizaciones, que luchan para mantener la violencia lejos de sus territorios.

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que el gobierno nacional ha desconocido y tergiversado la aplicación del derecho a la consulta previa o consentimiento previo, libre, e informado, para favorecer los intereses de las compañías mineras y agroindustriales. Este derecho debe respetarse antes de emprender cualquier actividad de exploración o explotación de minerales u otros recursos naturales que se encuentren en el territorio de las comunidades. 6. Autorreconomiento, censo y sistema estadístico. El gobierno nacional debe consolidar un sistema nacional de estadísticas de la población afrocolombiana, integrando correctamente la variable étnica-racial en los censos y los sistemas de información de todas las instituciones públicas y privadas. Las estrategias contra la pobreza y la discriminación racial no tendrán el impacto esperado si no se tiene en cuenta la realidad sociodemográfica de la población afrocolombiana.


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Informe de la Situaci贸n de Derechos Humanos de las Mujeres Afrocolombianas 2013

Mesa Nacional de Organizaciones Afrocolombianas

Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas



Contenido Introducción

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Sección 1. Características demográficas de las mujeres afrocolombianas

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Sección 2. Tasa de jefatura femenina por grupo étnico racial y regiones

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Sección 3. Condiciones de vida de las mujeres afrocolombianas

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Vivienda y hogares Salud Educación Analfabetismo Nivel de Educación Pobreza por NBI Sección 4. Violencia contra las mujeres negras-afrocolombianas Sobre la Violencia Sexual El conflicto armado intensifica la violencia sexual Homicidios contra mujeres y feminicidios en territorios de mayorías afrocolombianas

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Sección 5. Una política pública insuficiente (CONPES 161 de 2013)

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Bibliografía

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Rossih Amira Martínez Sinisterra Mujer Afro-Pacífica, oriunda de Buenaventura. Comunicadora Social-Periodista. Especialista en Pedagogía de la Comunicación y Medios Interactivos. Activista del movimiento social afrocolombiano y de mujeres negras-afrocolombianas. Autora


Introducción

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La Raza se amanguala con el Género y la Clase para mantener las violencias contra las mujeres afrocolombianas, negras, raizales y palenqueras

Informe de la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas 2013

A manera de provocación…

Si la historia de la esclavización se comparara a la actual, el lugar de las mujeres negras-afrocolombianas pareciera no moverse mucho, pues las estrategias de violencias hegemónicas incrustadas en la sociedad esclavista y colonial, se han sostenido a través de las plataformas ideológicas que le dieron vida a la sociedad republicana colombiana y que permiten que constructos socio-históricos dominantes como la raza y el género, agudicen los fenómenos de exclusión, violencia, marginalidad, discriminación y racismo contra las mujeres de la diáspora africana en Colombia. Este informe no podrá ser más que un abrebocas a la necesidad de seguir investigando y visibilizando la cruda realidad que padecen millones de mujeres afrocolombianas, que viven en un país diseñado para no brindar oportunidades a quienes les han asignado un lugar marcado por la exclusión y la violencia sistemática, para garantizar la sobrevivencia de estructuras de dominación que oprimen simultanea y coordinadamente, como son los casos del racismo, el capitalismo, el sexismo, el heterosexismo y la colonialidad. A lo largo del informe se encontrará información concerniente a la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas, contando con información arrojada por fuentes como la última Encuesta de Calidad de Vida y la Encuesta de Demografía y Salud, además de las publicaciones e informes que han realizado organizaciones de mujeres afrocolombianas y del movimiento social afrocolombiano. Es importante decir en voz alta, que es alarmante la escasez de información estadística existente alrededor de las condiciones específicas del goce o no de los derechos humanos de las mujeres negras afrocolombianas en el país. Este fenómeno de invisibilidad perpetúa la exclusión y la falta de atención oportuna, tanto del gobierno y la institucionalidad no gubernamental, como de las expresiones organizativas de la sociedad civil que se concentran


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en la defensa los derechos humanos. La falta de información estadística precisa un esfuerzo del Estado –que por efectos del racismo institucional en Colombia– dilata la posibilidad de combatir el flagelo de la invisibilidad estadística. Estos debates están esperando la reacción y aportes de múltiples sectores críticos de Colombia, pero el desdén que produce hablar sobre la raza y el género en un país profundamente sexista y racista, condiciona a quienes creen que el centro del problema por resolver en el conflicto social, político y armado colombiano debe ser exclusivamente el de las desigualdades socioeconómicas generadas por las clases sociales, esto sin tener en cuenta las diferencias que existen en la particularidad de la etnicidad de millones de personas afrodescendientes, indígenas y gitanas, o sin considerar los muchos escenarios de movilización –que se han dado alrededor de las desigualdades provocadas por los géneros– y organización, alrededor de la necesidad de combatir las opresiones generadas por las imbricaciones existentes entre la raza, el género y la clase. Por último es importante anotar, que no se puede comprender la gravedad de la situación de las mujeres negras afrocolombianas sin consultar la historia, la construcción colectiva del concepto de territorialidad producido por las comunidades negras-afrocolombianas, la imposición de la estética eurocéntrica como determinante de la movilidad social ascendente, las epistemologías que se sostienen en la academia y que reproducen una conciencia colectiva racista, sexista y capitalista, y los impactos del conflicto social, político y armado colombiano que perpetúa la consigna de exterminio que han tenido que padecer los pueblos ubicados en la parte inferior de la clasificación racial de la sociedad. Aunque todos los sistemas de opresión se amangualen como lo han hecho la raza y el género en contra de nuestras hermanas afrocolombianas, es importante reconocer que la capacidad de resistencia y organización de estas mujeres ha permitido la supervivencia del pueblo afrocolombiano en todos los lugares en donde se encuentran asentados.


Sección 1

Gráfico 1. Población total censada en hogares particulares, Las cifras oficiales registradas por pertenencia étnica y sexo. en el censo nacional de población de 2005, realizado por 48,8% el Departamento AdministraTotal Nacional 51,2% tivo Nacional de Estadística 50,4% Indígena 49,6% –DANE–, determinan que la 52,0% Rom población total de Colombia lle48,0% 49,5% ga a 41.468.384 de habitantes, Afrocolombiano* 50,5% de los cuales un porcentaje del 49,5% Raizal de San Andrés y Providencia 50,5% 10,4% respondió a la pregunta 48,6% Ninguno de los de autorreconocimiento étnico anteriores 51,4% como perteneciente a la pobla50,6% No informa 49,4% ción afrodescendiente. Este por0% 10 % 20 % 30 % 40 % 50 % 60 % 70 % centaje corresponde a un total *Raizal del Archipielago de San Andrés y Providencia Hombre Mujer Palenquero de Sna Basilio de 4.311.757 personas. Como Negro(a), mulato(a), afrocolombiano(a) o afrodescendiente lo muestra el Gráfico 1, dentro de la población afrocolombiana Fuente: DANE Censo 2005. hubo un total de 2.168.082 personas que se autorreconocieron como mujeres afrocolombianas, negras, raizales y/o palenqueras. Ésta cifra corresponde al 50.5% del total de la población afrocolombiana autorreconocida en el mismo ejercicio censal. Las mujeres afrocolombianas se encuentran distibuidas en todo el territorio nacional, pero se concentran mayoritariamente en las regiones del Pacífico, Caribe y zona de los Valles Interandinos. Teniendo una concentración de más del 90% en los departamentos de: Valle del Cauca, Antioquia, Bolívar, Chocó, Nariño, Cauca, Atlántico y Córdoba1. 1. Censo de población 2005, DANE.

Informe de la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas 2013

Características demográficas de las mujeres afrocolombianas

67 67


68 68

Tabla. Distribución población Afrocolombiana por Sexo en los 15 departamentos de mayor concentración de mujeres afrocolombianas, ordenado según número de mujeres. Departamento

Mujeres

Hombres

Totales

Valle del Cauca 567.075 Antioquia 299.189 Bolívar 246.984 Chocó 146.772 Nariño 133.574 Cauca 129.952 Atlántico 114.593 Córdoba 92.447 Sucre 58.785 Magdalena 52.725 Cesar 50.337 Bogotá 48.966 La Guajira 45.589 Cundinamarca 36.998 Santander 29.514 Fuente: Censo población 2005, DANE.

525.094 294.537 250.683 139.239 136.956 126.070 112.658 99.604 62.953 57.624 55.075 48.919 46.184 36.653 30.494

1.092.169 593.726 497.667 286.011 270.530 256.022 227.251 192.051 121.738 110.349 105.412 97.885 91.773 73.651 60.008

La existencia de un subregistro en el conteo de la población afrocolombiana ha sido una denuncia constante del movimiento social afrocolombiano, que presentó al Estado y a la sociedad civil, los factores que no permitieron tener un conteo más preciso que el realizado por el DANE en 2005. Los argumentos del subregistro van desde causas estructurales como la falta de conocimiento e inversión del Estado colombiano en los territorios ancestrales afrocolombianos, hasta la ausencia de voluntad política del gobierno de turno. El Estado debe invertir recursos económicos importantes para la configuración de una estrategia que permita llegar a todos los hogares afrocolombianos del territorio nacional y posibilite la preparación previa de la institucionalidad pública, funcionarios y comunidades. Dicha institucionalidad debe mitigar los impactos que el racismo ha generado y garantizar el orden psicosocial y psicoafectivo en el proceso de consolidación de la identidad negra, afrocolombiana, raizal y palenquera en Colombia, en medio de las múltiples estrategias socio-históricas lideradas por el blanqueamiento y el discurso del mestizaje triétnico2 diseñado en épocas coloniales, pero reafirmado en los principios fundacionales de la construcción republicana colombiana. 2. Para profundizar sobre el concepto de raza, el discurso del mesƟzaje y la ideología del blanqueamiento consultar a Wade (1997), Múnera (1998), Quijano (2000), Segato (2007), Mósquera (2011) y Walsh (2010).


Sección 2

La tasa de jefatura femenina de mujeres afrocolombianas sobresale en regiones donde los fenómenos del conflicto armado interno ha tenido un impacto negativo sobre las familias afrocolombianas, además de ocurrir por las asociaciones de orden cultural en donde usualmente las mujeres negras-afrocolombianas juegan un papel decisivo en la consolidación de los hogares y son proveedoras de liderazgo social y económico, al mismo nivel que los hombres o superándolos. En el Gráfico 2 se observa que en regiones como el Pacífico, Antioquía y San Andrés y Providencia, la tasa de jefatura femenina supera a la de las mujeres no étnicas y para el total nacional se sostiene casi al mismo nivel de las mujeres de otros grupos étnico-raciales. En estas regiones la jefatura femenina en hogares afrocolombianos también está determinada por condiciones socio-históricas que tienen raigambre en la división socio-racial del trabajo, generada en épocas coloniales y que permitió la consolidación de formas distintas de ubicar el trabajo de las mujeres negras en escenarios públicos, más allá del lugar reservado en el ámbito privado y doméstico. Este último ha sido mayormente organizado bajo las lógicas del sexismo desarrollado en sociedades blancas, mestizas y burguesas. Las condiciones de trabajo esclavista que tuvieron millones de mujeres africanas y afrodescendientes durante los siglos de la vida colonial e inicios de la republicana, permitieron que el desarrollo de las relaciones de género se dieran de manera diferente en territorios de mayorías afrocolombianas y que hoy, sobre todo, se encuentren en zonas rurales del país. Es por ello que hoy las mujeres afrocolombianas ejercen un liderazgo significativo en los escenarios de producción agrícola, pecuaria, acuícola, pesquera, entre otras, en los territorios colectivos del pueblo afrocolombiano.

Informe de la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas 2013

Tasa de jefatura femenina por grupo étnico racial y regiones

69 69


Gráfico 2. Tasa de jefatura femenina por grupo étnico-racial y regiones, ENCV 2010.

70 70

45 40 35 30 25 20

Afrodescendiente

15

Blanca Mestiza

10

Total

5 0 AtlánƟca

Oriental

Fuente: ENCV, 2010.

Central

WĂĐşĮĐĂ

Bogotá

AŶƟŽƋƵŝĂ

Valle San Andrés KƌŝŶŽƋƵşĂ y y Providencia Amazonía

Total


Sección 3

Vivienda y hogares La infraestructura para la atención de servicios públicos y privados en las viviendas de las mujeres afrocolombianas presenta una de las brechas más altas de desigualdad, respecto a los bajos niveles de satisfacción que ellas poseen, como lo veremos más adelante en este informe. Es visible la dificultad que tienen las mujeres afrocolombianas en el acceso a la cobertura de servicios públicos y privados, en tanto se registra menor cobertura en acceso a energía eléctrica, gas natural, acueducto y alcantarillado (Gráficos 3, 4, 5 y 6). De tal manera, es vital subrayar que el hecho de no contar con acceso al acueducto y alcantarillado, imposibilita el consumo de agua potable e instaura fuertes problemas sanitarios, lo que pone en riesgo a las mujeres afrocolombianas frente a las altas posibilidades de contagio de enfermedades de orden epidemiológico, las cuales se transmiten por medio del consumo de aguas no tratadas ni potables; además del inminente crecimiento de insectos trasmisores de Gráfico 3. Sin servicio de energía eléctrica en la vivienda. enfermedades mortales. En el Gráfico 3 se encuentra un mayor número de mujeres negras-afrocolombianas sin servicio de energía en la vivienda, 16,1%, frente a 4% en mujeres no étnicas, que se encuentran sin este servicio en el hogar. Esta carencia da cuenta de las condiciones en territorios con presencia mayoritaria de población afrocolombiana, donde la falta del servicio de energía eléctrica demuestra la

as gr e sN re e uj M

s

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no

n Ét

Sin servicio de energía en la vivenda

uj

M

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Informe de la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas 2013

Condiciones de vida de las mujeres afrocolombianas

71 71


72 72

precariedad en el proceso de satisfacción de otros derechos, puesto que se exponen a una situación crítica; por ejemplo, en el sistema de salud en general y frente a la atención hospitalaria. Así mismo, se restringe la obtención de la información al limitar el acceso a los medios de comunicación masiva (radio, televisión, internet). En esta misma línea, se vulnera la posibilidad de tener redes de telecomunicación, ocasionando el aislamiento y la marginalidad, debilita la atención institucional del Estado en general y pone de manifiesto el manejo de otras fuentes de energía que encarecen el costo de vida, como en los casos en donde se utiliza combustible o algún otro material inflamable, lo que a su vez deja en alto riesgo la vida y salud de las mujeres negras-afrocolombianas al tener que maniobrar y exponerse constantemente a estas sustancias, como es el caso de muchos lugares (sobre todo en los litorales Pacífico y Caribe, y en las zonas rurales de presencia mayoritaria afrocolombiana) en donde se deben exponer constantemente, al preparar alimentos. Frente a los niveles de acceso al servicio de gas (Gráfico 4) en las viviendas, encontramos 100 90 una brecha significativa en la 80 región pacífica en donde el ser70 vicio pareciera ser inexistente 60 Mujer Afro 50 si se pone en comparación con 40 Mujer No Afro otras regiones del país. Es im30 portante poner la mirada sobre 20 10 la brecha de atención en este 0 servicio público, cuando se Total Región Valle del Antioquia Nacional Pacífica Cauca compara el nivel porcentual de mujeres no étnicas que no Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. poseen este servicio que corresponde al 41% frente al 100% de las mujeres afrocolombianas, quienes no lo poseen en la región del pacífico colombiano. Gráfico 4. No posee gas natural conectado a red pública.

Respecto al total nacional la brecha entre mujeres afrocolombianas y no étnicas se amplía, teniendo en cuenta que el 63,2% de las afrocolombianas no poseen conexión de gas natural en su vivienda, frente al 41% de las mujeres no étnicas. Para regiones como el Valle del Cauca las mujeres no étnicas duplican el porcentaje de atención del servicio de gas natural con 41,8%, frente al 28,2% de las mujeres afrocolombianas.


Las mujeres negras-afrocoGráfica 5. Acceso a acueducto. lombianas en esta zona de Colombia –en uso legítimo de 100 sus derechos colectivos y del 90 conocimiento ancestral he80 70 redado durante siglos de po60 Mujer Afro blamiento de esas geografías– 50 Mujer No Afro han construido estrategias de 40 30 resistencia y supervivencia 20 para enfrentar las condicio10 nes de vida que genera la no 0 Región Pacífica Antioquia Total Nacional tenencia de agua potable, ya que el nivel porcentual de mujeres con acceso a acueducto Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. en la Región del Pacífico se encuentra en 51,8% siendo la más baja del país. A esto se le debe sumar que los sistemas de acueducto existentes en la región pacífica son defectuosos, frente a este panorama se puede inferir que en términos reales, las mujeres negras-afrocolombianas del pacífico colombiano no satisfacen su derecho al agua potable. Frente al total nacional se presenta una clara brecha entre los niveles porcentuales de acceso que tienen las mujeres negras 77%, frente al 94,1% de las mujeres no étnicas. Sólo el 60,2% de las mujeres afrocolombianas tienen acceso al servicio de alcantarillado (Gráfico 6), frente al 84,9% de las mujeres no étnicas. El porcentaje de acceso para las mujeres en la región del pacífico es alarmante, pues sólo el 18,8% de las mujeres afrocolombianas que habitan esta región tienen acceso a este servicio. Vale la pena detenerse en el Pacífico para hacer la comparación

73 73

Informe de la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas 2013

Siendo el agua uno de los recursos naturales más prominentes en la Región Pacífica colombiana, que posee una importante cadena de cuencas hidrográficas y además es una de las regiones más lluviosas del planeta, de manera particular en esta región de Colombia, la posibilidad de garantizar el acceso a redes de acueducto para el consumo de agua potable de la población es nula, en términos generales la población afrocolombiana no cuenta con sistemas de acueducto (Gráfico 5), que funcionen con regularidad. La mayoría de los hogares recurren al sistema de recolección de aguas lluvias y de los afluentes de los ríos para el saneamiento de sus viviendas, la cocción de alimentos y el aseo general. La situación que vulnera la salud de estas personas, pone en riesgo la seguridad misma y aumenta los riesgos epidemiológicos que producen los ambientes insalubres.


Gráfico 6. Acceso a alcantarillado.

74 74 100 90 80 70 60 50

Mujer Afro

40

Mujer no étnica

30 20 10 0 Total Nacional

Región Pacífica

Atlántico

Valle del Cauca

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

con las mujeres no étnicas quienes –a pesar de estar en la misma región con condiciones precarias de atención en el servicio de alcantarillado– presentan un porcentaje mucho más alto de acceso: 59,4%. Presentándose un caso de desigualdad racial determinante en el acceso al sistema de alcantarillado, incluso si se comparan los niveles de desigualdad en otras regiones como la del Atlántico o el Valle del Cauca en donde existen diferencias sustanciales, pero no tan marcadas como en el caso del Pacífico.

La exposición a un ambiente insalubre es al parecer una constante dentro de los espacios que habitan las mujeres negras-afrocolombianas, que además se agrava con la falta de condiciones mínimas para el depósito de desechos orgánicos, poniendo a las mujeres y sus familias en riesgo constante de contraer enfermedades prevenibles. Esto se puede detallar al observar la brecha de desigualdad que expresa la siguiente variable que contempla el tipo de servicio sanitario que se usa en las viviendas de las mujeres negras-afrocolombianas. Por ello la información se concentra en los casos en los que existe servicio de inodoro conectaGráfico 7. Tipo de servicio sanitario do al alcantarillado (Gráfico 7), en (Inodoro conectado al alcantarillado). donde el 83,5% de las mujeres no étnicas poseen este servicio, frente al 59,2% de mujeres negras-afro90 colombianas en el caso de los tota80 70 les nacionales. Si esta información 60 Mujeres Afro se toma en la región del Pacífico, 50 Mujeres no étnicas se encuentra la particularidad de la 40 30 segregación racial determinada en 20 un porcentaje del 17% de mujeres 10 negras-afrocolombianas que tienen 0 Región Pacífica Atlántico Total Nacional un inodoro conectado al alcantarillado, frente al 59,1% de las mujeFuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. res no étnicas con este servicio.


Salud Gráfico 8. Porcentaje de población afiliada al sistema general de seguridad social. 100 95 90 85

Mujer Afro

80

Mujer no étnica

75 70 Total Nacional

Región Pacífica

Valle del Cauca

Bogotá

El sistema general de seguridad Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. social presenta un bajo porcentaje de afiliación de mujeres afrocolombianas respecto al de mujeres no étnicas, encontrando una desigualdad porcentual del 5% en el total nacional. En regiones como el Valle del Cauca se presenta una mayor brecha en donde la diferencia se acrecienta casi al 10% entre las mujeres afrocolombianas y las no étnicas. La salud es un derecho fundamental que debe de ser garantizado por el Estado; no obstante en Colombia el acceso de mujeres afrocolombianas al sistema de seguridad social en salud, revela una precarización del mismo, en tanto menos del 60% se encuentran afiliadas al régimen subsidiado, y un 30% al régimen contributivo. Lo que indica la baja formalización del empleo para las mujeres afrocolombianas y por ende se disminuye la capacidad de introducción de estas al mercado de bienes y servicios. Es así como el 30% de afiliadas al régimen contributivo, un porcentaje por debajo de la media nacional, cuentan con ingresos superiores a un salario mínimo o son pensionadas, dado que poseen una vinculación laboral a causa de un contrato formal, por ser una funcionaria pública y en escasas situaciones por ser una trabajadora independiente con capacidad de pago. La posibilidad de acceder a este sistema contributivo, permite el acceso al Plan Obligatorio de Salud –POS–, a través del cual se accede a amplios servicios como: afiliación de familiares, recibir dinero a causa de incapacidades por enfermedad y por licencias en maternidad, entre otros. El 30% se convierten en un micro–sector de mujeres privilegiadas que acceden a opciones de salud óptimas, pero no implica que su acceso se consolide como una ruptura de la brecha de desigualdad; en tanto deben contar con trabajos que les permitan contar con la capacidad para cubrir este servicio.

Informe de la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas 2013

Para el análisis de las desigualdades étnico-raciales y de género es determinante registrar la atención del Estado frente a las condiciones de vida de las mujeres afrocolombianas. Una de las variables más importantes que se deben tener en cuenta, se focaliza en la posibilidad de satisfacer las necesidades que se presentan en materia de seguridad social (Gráfico 8).

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76 76

Por su parte, el acceso al régimen subsidiado es menor a un 60%, hecho paradójico, en tanto para acceder a este régimen se debe 70 ser evaluado positivamente en la 60 encuesta del Sistema de identifi50 cación de potenciales beneficiaMujer Afro 40 rios de Programas Sociales –SISMujer no étnica 30 BEN–, lo que implica que se hace 20 parte de un sector de la población que es vulnerable y en situación 10 de pobreza. No obstante, el acceso 0 Contributivo Subsidiado de las mujeres Afrocolombianas es menor del 60 %; a pesar de enFuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010. contrarse ubicadas en zonas deprimidas tanto en lo urbano como en las zonas rurales del país. Para comprender de manera estructural este fenómeno es necesario enfatizar en las críticas a la manera en cómo operan las dinámicas de discriminación a causa del género, la condición racial, el estrato socio-económico y la ubicación territorial y geográfica de sus asentamientos, Todo lo anterior nos indica que la satisfacción del derecho a la Salud de las mujeres Afrocolombianas, está en riesgo permanente de ser vulnerado. Gráfico 9. Tipo de afiliación por régimen contributivo o subsidiado. (Total nacional).

El total nacional las mujeres afrocolombianas se encuentran en 11,9% de afiliación mayor al régimen de salud subsidiado, referente al de las mujeres no étnicas, lo que indica una atención de menor calidad en los servicios de salud para estas mujeres.

Educación “…Yo vengo de una raza que tiene una historia pa’ contá que rompiendo sus cadenas alcanzó la libertá. A sangre y fuego rompieron, las cadenas de opresión, y ese yugo esclavista que por siglos nos aplastó…” Mary Grueso3

3. Fragmento de la poesía Ɵtulada: “Negra Soy” de la gran poeƟza del pacífico colombiano Mary Grueso.


Si la educación es el motor para la movilidad social ascendente, pues las mujeres negras afrocolombianas en su mayoría parecieran estar negadas a satisfacer este derecho de manera plena y en todos los niveles que el sistema educativo nacional oferta.

Así mismo, la educación pasó de ser un derecho fundamental para convertirse en un privilegio para las personas pertenecientes a la diáspora africana en Colombia. Las mujeres negras-afrocolombianas por su parte han venido luchando por sostener prácticas etno-educativas que van más allá de las ofertas institucionales profundamente euro-céntricas y con ello han logrado formar al pueblo afrocolombiano en disciplinas diversas que todavía no han sido reconocidas por la epistemologías occidentales, lo que genera que sus niveles de educación propia no son homologados como parte del conocimiento que se requiere para acceder a las instituciones educativas oficiales y mucho menos al mercado laboral formal.

Analfabetismo El porcentaje de mujeres negras afrocolombianas que saben leer y escribir según el total nacional se encuentra en un 90,9%, mientras que la para la Región Pacífico se encuentra en un 86,7% en las mujeres afrocolombianas, frente a un 89,9% en el caso de las mujeres no étnicas.

Gráfica 10. Tasa de analfabetismo. 96 94 92 90

Mujer Afro

88

Mujer no étnica

86 84 82 Total Nacional

Región Pacífica

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Informe de la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas 2013

El problema de la falta de acceso a la educación está relacionado con los niveles de discriminación racial que existe en el sistema educativo nacional, en la inversión que se destina a los centros educativos oficiales en las regiones habitadas mayoritariamente por población afrocolombiana, el nivel de la calidad educativa que se imparte y los contenidos curriculares que sostienen la ideología del blanqueamiento y el racismo.

77 77


Nivel de Educación

78 78

El nivel de educación alcanzado por las mujeres va variando según el nivel, reflejándose en los resultados de la encuesta de demografía y salud que el nivel educativo alcanzado por las mujeres negras-afrocolombianas ha sido más alto para los niveles de primaria y secundaria, pero hay un rezago importante para llegar a la educación superior. Este panorama nos podría estar indicando una participación significativa de las mujeres en espacios del mercado laboral con remuneración muy baja, debido a que la mayoría de ellas están alcanzando sólo el nivel de Secundaria como lo veremos en las siguientes gráficas. Gráfico 11. Nivel educativo alcanzado.

Educación Superior Secundaria

Mujer Blanca/ mestiza Mujer Afro

Primaria Ninguna Educación

0

10

20

30

40

50

60

Fuente: ENDS 2010

Gráfico 12. Logro educativo. 35 30 25 20 15

Mujer Afro

10

Mujer Blanca / mestiza

5 0 Primaria Completa

Secundaria Incompleta

Fuente: ENDS 2010

Secundaria Completa

Educación Superior


Pobreza por NBI

La pobreza está directamente relacionada con las desigualdades y procesos de discriminación existentes en la sociedad. Este flagelo significa vivir en situaciones tan críticas que lleva a estas mujeres a no tener los ingresos suficientes para conseguir ni siquiera una canasta básica de alimentos. El análisis por NBI nos posibilita medir los niveles de pobreza estructural que poseen estas mujeres de acuerdo a su capacidad de obtener cierto tipo de bienes, después de un proceso de ahorro e inversión que se planifica entre algún período determinado. En la actualidad las mujeres negras-afrocolombianas sufren una brecha de desigualdad amplia entre las condiciones de pobreza que viven y las que afrontan las mujeres no étnicas. Cómo podemos observar en el Gráfico 13, las mujeres afrocolombianas en regiones como el Pacífico, el Valle, Antioquia y Bogotá superan los porcentajes de pobreza en comparación con las mujeres no étnicas y en el total nacional se encuentran muy por encima del resto de mujeres del país. Gráfico 13. Porcentaje de Pobreza por NBI. 80 70 60 50 40

Mujer Afro

30

Mujer no étnica

20 10 0 Total Nacional

Pacífico

Valle

Fuente: Cálculos propios con base en la ECV, 2010.

Antioquia

Bogotá

Informe de la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas 2013

El análisis sobre la pobreza se hace a partir de los resultados de indicadores de las Necesidades Básicas Insatisfechas –NBI– que presentan las mujeres afrocolombianas. La alarmante situación de pobreza extrema en que se encuentran las mayorías afrocolombianas, tanto en zonas rurales como urbanas del país, nos proporciona un panorama desolador para la realidad de las mujeres negras-afrocolombianas, quienes han sido víctimas sistemáticas de varios fenómenos de dominación que posiblemente tienen raigambre en sistemas desiguales provocados en otras regiones del mundo mucho antes del siglo XVI, pero que impactaron significativamente en el devenir siglo a siglo de las épocas colonial, neo-granadina y republicana.

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80 80

En relación con la variable de la indigencia por NBI encontramos que en el total nacional las mujeres afrocolombianas se encuentran por encima de las mujeres no étnicas, con un 15,6% frente al 11,0% respectivamente, como podemos notar en el Gráfico 14. Gráfico 14. Indigencia por NBI, total nacional.

Las cifras de indigencia dan cuenta de la complejidad que representa para las mujeres negras establecer estrategias que le 16 ayuden a superar la pobreza estructural 14 que les aqueja, en este punto, las muje12 10 res no tienen la posibilidad de ahorro o Mujer Afro 8 movilidad social, las oportunidades son Mujer no étnica 6 muchísimo más limitadas que las del 4 resto de la población nacional, las famo2 sas trampas de la pobreza se aferran con 0 determinación en el camino que la sociedad patriarcal, racista y capitalista deciFuente: ECV 2010 dieron instalar para provocar un tránsito espinoso, lleno de obstáculos y con un horizonte que les posibilita la llegada deprimente al nivel de la pobreza extrema. Con esto podemos entrever que los esfuerzos económicos que el Estado deberá asumir en algún momento para ayudar a las mujeres negras-afrocolombianas para salir de estos indicadores de indigencia, tendrán que superar las herramientas creadas hasta hoy y que nos demuestran que incluso las acciones afirmativas (de género y/o étnico-raciales) se volverán un instrumento ineficaz en términos estructurales.


Sección 4

Para este capítulo del informe el análisis se basará en los resultados de la Encuesta de Demografía y Salud 2010. También es importante referir que según los planteamientos expresados desde la teoría crítica feminista negra (black feminism). El contexto de la violencia cuando se ejerce en contra de mujeres racializadas debe ser leído desde varios factores que convergen sobre múltiples condiciones que atraviesan la raza, la clase, el género y la sexualidad de las mujeres negras-afrodescendientes para determinar cómo se interseccionan los sistemas que sostienen las ideologías de dominación, exclusión y discriminación por las estructuras del poder hegemónico, patriarcal, racista, sexista y capitalista. Según la ENDS 2010 los deGráfico 15. Violencia física contra las mujeres por departamento. partamentos con niveles más altos de violencia física por parte de los esposos o compañeros contra las mujeres fueron: Chocó con un 46 por Cundinamarca ciento, Meta con el 46 por Caquetá ciento, Amazonas 45 por Boyacá ciento, Boyacá 45 por ciento, Amazonas Caquetá 44 por ciento, Cauca Chocó 43 por ciento, Tolima 43 por ciento y Cundinamarca 43 por ciento. Cifras que demuestran 41 42 43 44 45 46 no sólo que la violencia física contra las mujeres es alarmanFuente: ENDS 2010. te en todas las zonas geográficas del país, sino que pone en evidencia los altos porcentajes de permisividad que la sociedad colombiana tiene frente a la cultura normalizada de la violencia ejercida sobre los cuerpos que

Informe de la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas 2013

Violencia contra las mujeres negras-afrocolombianas

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han encarnado la feminidad asignada e impuesta, mientras que los cuerpos que portan la masculinidad se sientan sobre la concepción individualista, liberal y capitalista de la propiedad privada como arma para determinar el devenir de muchas mujeres, ejerciendo dominación, a través de la violencia física, representada muchas veces en golpes, estrujones, palizas, acoso sexual, torturas y hostigamiento físico. Todas estas modalidades son padecidas con crueldad por las mujeres negras-afrocolombianas, incluso en sus propios territorios.

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Gráfico 16. ¿Su esposo alguna vez la amenazó con un cuchillo, un arma u otro? (Por región).

6 4 2 0

Así mismo encontramos que la naturalización de la violencia contra las mujeres se afianza cada vez más en los contextos regionales del país, encontrando que además las cifras son mayores para la región del pací% Mujeres fico que como sabemos Pacífico Caribe Central Oriental es poblada mayoritaria%4,24 %2,72 %3,65 %3,78 mente por personas afrocolombianas. Las mujeres de esta región en comparación a las de otras regiones se han visto mayormente afectadas por la violencia intrafamiliar generada por su pareja o conyugue. Esta violencia incluso se ha considerado como una de las más peligrosas para las mujeres, llegando a exponerlas a altos grados de inseguridad en sus propios hogares. En muchas ocasiones las mujeres deciden no enfrentar el status quo que genera el sistema patriarcal-machista y sexista contra ellas mismas, debido a múltiples factores coloniales, conservadores y hasta religiosos, que fortalecen las estructuras de dominación, lo que pone a las masculinidades hegemónicas y por ende violentas, en un rol naturalizado de responder frente a algún inconformismo generado por la mujer que intenta desequilibrar de alguna manera, así sea mínima, sus formas de ejercer la dominación.

Sobre la Violencia Sexual En Colombia es importante generar una conciencia colectiva que se movilice alrededor de la necesidad de que se empiece a pensar la violencia sexual como una violencia generalizada y sistemática, cuyo abordaje debe darse en lo individual y lo colectivo, posibilitando que la so-


ciedad colombiana reconozca la afectación social de dicha violencia y los daños particulares agenciados contra las víctimas. Esto posibilitaría el reconocimiento de la existencia de una sociedad sexista militarizada y en guerra, de corte patriarcal con altos niveles de impunidad.

Los niveles de violencia sexual que viven las mujeres negras afrocolombianas, sobrepasa el registro porcentual del de las mujeres blancas-mestizas, según la encuesta de Demografía y Salud, para el caso de la zona central, el Caribe y el Pacífico, mientras que para la zona oriental y en Bogotá las mujeres blanca-mestizas presentan un porcentaje tímidamente más alto. Gráfico 17. ¿Alguna vez ha experimentado alguna forma de violencia sexual? (Por zona urbana). 16 14 12 10 Mujer Afro

8

Mujer Blanca - mestiza

6 4 2 0 Central

Bogotá

Caribe

Pacífico

Oriental

Fuente: Cálculos propios con base en la ENDS, 2010.

Teniendo en cuenta además que existe poca probabilidad de que la mayoría de los casos de violencia sexual, hayan sido reportados o informados debido a los factores de intimidación, la falta de conocimiento sobre la problemática o la falta de rutas claras que las mujeres puedan tener para saber cómo proceder después de un episodio de violencia sexual. 4. CPI, julio 20012 Art. 7 y 8.

Informe de la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas 2013

Si bien la violencia sexual ha sido reconocida por la Corte Penal Internacional –CPI– como un crimen de lesa humanidad y/o crimen de guerra4, en Colombia los niveles de desprotección de las mujeres negras-afrocolombianas frente a este flagelo, dan cuenta de una falta de lectura estructural, sistemática y profunda sobre la realidad de las mujeres negras, así como de un continuum de las doctrinas ideológicas y prácticas que instauraron la esclavitud sexual impuesta en épocas coloniales y que no tuvo ningún tipo de ruptura durante la fundamentación, construcción y consolidación de la nación colombiana.

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Entendiendo que la violencia sexual no es solamente un delito ante los esquemas de justicia, sino que a su vez es una estrategia de dominación que funciona tanto en espacios privados, como públicos y que se mueve a través de las dinámicas económicas, culturales y políticas propias de cada contexto regional o local en el país. De igual manera, la violencia sexual desconoce otros derechos de las mujeres, como lo son la autonomía, la dignidad, la salud física y emocional y la libertad, por lo que se convierte en un arma de dominación tanto individual como colectiva, pues al quebrantar la autonomía y la dignidad de una mujer, se genera inestabilidad emocional para las congéneres que hagan parte de su círculo social, familiar, político o económico. En el caso de las mujeres negras-afrocolombianas, la violencia sexual se puede convertir en una amenaza para el grupo étnico-racial al que pertenecen, en tanto que trastoca el sentido colectivo de la organización social y comunitaria, proporcionando además un impacto masivo de magnitudes no dimensionadas aún, pero que seguramente genera mayores niveles de inseguridad para la vida de las mujeres que son afectadas por la intersección de varios sistemas de opresión que exacerban su grado de vulnerabilidad. La violencia sexual en los espacios domésticos ha venido afectando de manera sistemática a las mujeres negras-afrocolombianas, que por disposición del sexismo, el racismo y el sistema patriarcal existente en la sociedad colombiana, como ideologías y como vectores sistémicos de dominación, no han permitido que la magnitud de la problemática sea visibilizada con claridad y contundencia, pues muchas mujeres aún consideran que esta problemática debe ser asumida bajo la postura de la sumisión y el silencio. Muchos factores determinan el Gráfico 18. ¿Su esposo alguna vez la forzó físicamente a tener sexo accionar de las mujeres negras frente a la posibilidad de denuncuando usted no quería? (Por zona urbana). ciar este tipo de violencia, pues muchas de ellas se han visto obligadas a mantener la convivencia Mujer con los padres de sus hijos/as, Blanca / mestiza pues ellos proveen la carga ecoOriental nómica mayor de la familia, o en Caribe otras ocasiones estas son agobiaCentral Mujer Afro das por la cultura machista y hePacífico terosexual, que las hará ver como mujeres que no cumplen con una 0 2 4 6 8 10 supuesta responsabilidad sexual de satisfacción del hombre y se Fuente: Cálculos propios encuesta de Demografía y Salud, 2010.


convierten en fracasadas e incluso como “malas madres” solo por el hecho de enfrentarse legalmente a sus parejas matrimoniales o de unión libre, por un hecho que no amerita ser atendido por la justicia debido a que se cree que esos asuntos corresponden a la intimidad de la pareja heterosexual en donde el hombre es propietario absoluto del cuerpo de la mujer y mucho más si el deseo sexual está de por medio.

El conflicto armado intensifica la violencia sexual “La violencia sexual contra las mujeres es una agresión directa contra su autonomía, lo que busca esta violencia es la sumisión absoluta de las mujeres al poder patriarcal. En este contexto no se puede hablar de la vivencia de una ciudadanía plena de las mujeres, pues se las ha usurpado de lo más propio que es su cuerpo. Consideramos que por todas estas razones la violencia sexual que viven las mujeres en Buenaventura es un crimen de guerra y también un crimen de lesa humanidad” Fundación Akina Saji Zauda ACNUR, 20125 El conflicto armado, social y político de Colombia ha venido impactando de manera sistemática al pueblo Afrocolombiano, la crisis humanitaria que se ha intensificado debido a los vejámenes cometidos por grupos armados ilegales y la fuerza pública en medio de las constantes confrontaciones, de las dinámicas deshumanizantes de la guerra y de los mecanismos de control sobre las comunidades negras-afrocolombianas, sus grupos etáreos y las mujeres específicamente, da cuenta del riesgo inminente de extinción de los constructos de conocimiento milenario que preserva la etnicidad negra-afrocolombiana y así mismo pone de manifiesto los niveles de vulnerabilidad que sobre todo las mujeres deben asumir en los contextos territoriales que son azotados constantemente por los efectos del conflicto armado. Para este informe tomaremos el caso de Buenaventura como emblemático para acercarnos de manera crítica a la realidad de las mujeres negras afectadas por la violencia sexual, entendiendo ésta, como una estrategia de guerra implementada en los territorios de mayorías afrocolombianas y que pretende (entre otras cosas) prolongar el sometimiento histórico que 5. DiagnósƟco parƟcipaƟvo sobre violencia sexual basada en género en el marco del conflicto armado en el Distrito de Buenaventura.

Informe de la situación de derechos humanos de las mujeres afrocolombianas 2013

El Gráfico 18 nos muestra los resultados al interrogante sobre violencia sexual cometida por el esposo de las mujeres encuestadas en zonas urbanas del país.

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desde la institución de la esclavización se ha utilizado sobre los cuerpos de las mujeres negras como arma de dominación, sumisión, control sistemático y exterminio. Como lo he dicho en el desarrollo de este informe, el análisis de la situación de violencia sexual que afecta a las mujeres afrocolombianas, debe hacerse con la metodología de análisis interseccional6 que recoja las diferentes, pero imbricadas formas de dominación que se ejerce sobre estas mujeres, pues no es posible analizar los impactos que sobre las mujeres negrasafrocolombianas genera la violencia sexual, sin adentrarse en el estudio riguroso de las formas en cómo participan los vectores de opresión racial, patriarcal, colonialista, capitalista, imperialista, sexista y heterosexista sobre las dinámicas que sostienen el circuito de dominación histórica que pesa sobre una conjunción compleja entre la raza, el género y la clase social. De igual manera es preciso indagar en la historia de represión sistemática que sufrieron las mujeres africanas y Afrodescendientes bajo la institución de la esclavización, en donde la justificación para poseer y dominar el cuerpo de las mujeres negras estaba basado sobre todo en la necesidad de ejercer un poder que detentaba el hombre blanco sobre los cuerpos de las mujeres esclavizadas y deshumanizadas por la ideología racista imperante de la época colonial. Esa concepción de propiedad privada que los hombres blanco-europeos ejercieron durante más de cuatro (4) siglos sobre los cuerpos de las mujeres negras, todavía no se ha debatido con rigurosidad e investigado a profundidad en Colombia, para entender con mayor certeza cómo esa forma de represión continuó promoviendo la violencia sobre las mujeres afrodescendientes en el país. Buenaventura es una ciudad ubicada en la costa del océano pacífico colombiano, es el principal puerto marítimo de Colombia y un poco más del 90% de su población es negra-afrocolombiana. Su ubicación geográfica la convierte en uno de los puntos de referencia para el dominio territorial de intereses comerciales para el tráfico legal e ilegal de diferentes tipos de mercancías. El conflicto armado, social y político que golpea a Colombia hace ya más de cinco décadas, ha agravado la situación de pobreza y marginalidad que viven las personas afrocolombianas de esta ciudad, seres humanos que han venido resistiendo a las inclemencias del abandono estatal histórico y sistemático que se determinó bajo las normas del poder ejercido por las élites blanco-mestizas asentadas en la zona andina. La última década ha sido particularmente agresiva con Buenaventura y los niveles de violencia se han incrementado velozmente, estando las mujeres negras dentro de los grupos poblacionales 6. La interseccionalidad, desarrollo conceptual y metodológico planteado por Kimberly Crenshaw.


más afectados, y que han venido sufriendo el flagelo de la violencia sexual como una de las armas de control más fuerte7, no solo sobre el cuerpo de las mujeres, sino también sobre el cuerpo de la colectividad, de la territorialidad y de las tradiciones que sustentan la etnicidad.

“Como podemos apreciar la violencia sexual contra las mujeres en el distrito de Buenaventura se ejerce fundamentalmente en dos contextos de guerra: 1. Contexto de ataque o confrontación: “corresponde a las acciones que realizan los diferentes actores armados para mejorar la posición militar que tienen hasta el momento y avanzar hacia la toma de una zona y 2. Contexto de ocupación: “se caracteriza porque el actor armado tiene el control de una zona geográfica y ejerce autoridad en ella. Las violencias sexuales cometidas en estos contextos responden sobre todo al mantenimiento de la posición militar alcanzada y en algunas oportunidades a alicientes dirigidos a sus integrantes”. Un tercer contexto tiene que ver con actores cotidianos no guerreristas, pero que han naturalizado en el ejercicio de su poder patriarcal la forma de ver a las mujeres como objetos sexuales, especialmente a las niñas”8. Frente a la gravedad de las formas de violencia sexual que vienen padeciendo miles de mujeres negras en Colombia, es necesario que se implementen estrategias para combatir definitivamente el fenómeno particular y articulado de la violencia sexual sobre las mujeres negras en todo Colombia y en especial en Buenaventura en donde las mujeres parecieran padecer esta problemática en solitario, pues las voces de las expresiones organizativas de mujeres feministas más importantes de Colombia no han puesto el tema como una de las prioridades de sus luchas, al menos con la rigurosidad necesaria. 7. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos detalla el control ejercido sobre las mujeres en el conflicto armado, en su informe presentado en el 2006 Ɵtulado: “Las mujeres frente a la violencia y la discriminación derivadas del conflicto armado en Colombia”, en donde detallan que “Los actores del conflicto, en su lucha por controlar territorios y recursos y fortalecerse como grupos, Ɵenden a imponer formas de control social sobre las condiciones de vida de las mujeres. Este control se manifiesta a través de la imposición general de pautas de comportamiento coƟdiano y códigos de conducta en comunidades, donde los actores armados intervienen en conflictos familiares y comunitarios e incluso en el esƟlo de vida de los miembros de las comunidades e imponen casƟgos que pueden llegar al asesinato, la tortura y los tratos crueles y degradantes. En este contexto, los actores del conflicto vigilan regularmente el comportamiento y la vesƟmenta de las mujeres y de las adolescentes y se emplea la violación sexual como casƟgo y ejemplo en advertencia general a la población femenina dentro de la comunidad bajo control” (CIDH, 2006: 96). 8. Acnur–Fundación Akina Zaji Sauda, DiagnósƟco parƟcipaƟvo-Proyecto IdenƟficación, prevención y respuesta frente a la violencia sexual basada en género, en el marco del conflicto armado, en el Distrito de Buenaventura.

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Frente a la violencia sexual en el marco del conflicto armado en Buenaventura, la Fundación Akina Zaji Sausa ha argumentado en el Documento Diagnóstico Participativo publicado en 2012, sobre la violencia sexual en el marco del conflicto armado en Buenaventura, que:

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Homicidios contra mujeres y feminicidios9 en territorios de mayorías afrocolombianas

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Madre África, somos tu descendencia y en la sangre llevamos tu presencia.

Lucrecia Panchano10

Si bien en Colombia el asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres, ha sido categorizado como un delito, a través de la Ley 1257 de 2008, este avance legislativo (como muchos otros) no ha garantizado la reducción de los feminicidios. El caso de las mujeres afrocolombianas es absolutamente alarmante sobre todo en zonas en donde el conflicto armado se ha ensañado contra nuestras poblaciones. Siendo el caso de Buenaventura uno de los más “anunciados” por las expresiones organizativas de mujeres negras que están en esa ciudad. Para el análisis de esta variable se ha utilizado la información de orden territorial que nos aproxima a una realidad que debe ser más investigada y documentada en el país, pero para esta ocasión nos basaremos en los resultados del estudio comparativo de la tasa de homicidios de mujeres, entre 76 municipios del país en donde más de la mitad de la población es afrocolombiana, frente al promedio nacional, como se muestra en la gráfica…. Con esta información se logra hacer una lectura sobre un fenómeno que es poco divulgado y denunciado en Colombia, respecto a la garantía del derecho a la vida de las mujeres negras-afrocolombianas. Establecer cuál es el móvil de estos crímenes es una tarea urgente para los investigadores de las ciencias sociales y étnico-raciales, para lograr identificar cómo están operando las intersecciones generadas por la raza, el género, la clase, la sexualidad y la procedencia regional o la situación de desterrada-desplazada. Es necesario determinar el porcentaje de feminicidios que se presentan, que seguramente es muy significativo, pero además para este caso es definitivo lograr demostrar incluso que el móvil del asesinato no se concentra únicamente en su condición de género, sino que muchas veces estará determinado por su condición racial también, pues las mujeres negras-afrocolombianas no son seres desagregados en el género y la raza, sino que las constituye una serie de múltiples identidades que sopesan el ser Afro-Mujer-Pobre-Lesbiana-Transexual-Desplazada-Víctima-Desterrada-Hipersexua9. Para ahondar sobre este concepto se puede consultar en Segato, Rita Laura, “Qué es un feminicidio. Notas para un debate emergente”. En: BelausteguigoiƟa, Marisa / Melgar, Lucía (comps.), Fronteras, violencia, jusƟcia: nuevos discursos. PUEG/UNIFEM: México, 2007, pp. 35-48., o en “Feminicidio. la políƟca del asesinato de las mujeres” editado por Jill Radford, Diana E. H. Russell. 10. Fragmento del poema Ɵtulado: “Afrodescendencia” de Lucrecia Panchano poeƟza del pacífico colombiano.


lizada y que hacen que los grados de desprotección que poseen las mujeres negras-afrocolombianas se incrementen cada vez que contenga otra condición de vulnerabilidad generada por la hibridación de los sistemas de opresión-dominación-discriminación.

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El feminicidio sin duda es una de las armas de exterminio más peligrosa para la sobrevivencia y resistencia de los pueblos Afrodescendientes, la particularidad del caso colombiano radica en que las mujeres negras-afrocolombianas están siendo asesinadas en algunos territorios como Buenaventura, en donde han sido víctimas de grados de sevicia y racismo exacerbados, pasando por desaparecimientos de los cuerpos que posteriormente aparecen mutilados en bolsas de basura, algunos son tirados a los esteros, a los ríos o en fosas comunes, muchas han sido violadas y posteriormente asesinadas, masacradas y expuestas a los niveles de degradación más crueles que existen en el desarrollo del conflicto armado y la guerra territorial provocada por el narcotráfico y los proyectos neoliberales liderados por el Gobierno colombiano y los intereses de la oligarquía blanco-mestiza andina y racista del país. Gráfico 19. Tasas de homicidios de mujeres en los municipios estudiados comparados con el promedio nacional entre el 2005 y 2011.

Tasas de homicidios mujeres

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10

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6

4

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0 Suma de promedio nacional Suma de 234 municipios estudiados Suma de 76 donde mas de la mitad son afrocolombianos Suma de 15 ciudados donde viven 20.000 o mas afrocolombianos

2005 7

2006 6,1

2007 6,3

2008 5,7

2009 5,6

2010 5,4

2011 5,5

6,3 8

5,7 9,3

5,8 9

5,3 7

5,6 9,9

5,5 6,8

5,7 5

5,8

4,7

4,9

4,7

4,9

4,7

5

Fuente: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH.


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Todas las tipologías existentes del feminicidio se han presentado en Buenaventura provocando un alto riesgo de extinción de nuestro legado histórico de resistencia conservado por las mujeres negras-afrocolombianas en los territorios propios; son estas mujeres que han logrado salvaguardar el patrimonio intangible de nuestras comunidades negras-afrocolombianas, tanto en los contextos rurales, como en los urbanos o semi-urbanos. Y sin duda la impunidad que cobija los feminicidios cometidos contra mujeres negras-afrocolombianas, además de solidificar los patrones del machismo que dictan la posibilidad de asesinar a las mujeres sin considerar que esto sea un delito, ocasiona un robustecimiento de la opresión generada por la raza y el género. Es importante anotar que muchas de nuestras mujeres mayores, matronas conocedoras de la ancestralidad y la espiritualidad afrocolombiana, han sido asesinadas en medio del conflicto armado interno del país, pero también bajo los impactos agresivos de las acciones provocadas por la presencia de empresas multinacionales que han invadido nuestros territorios y que consigo han provocado la muerte de múltiples ecosistemas que han sido la fuente de nuestra soberanía alimentaria, de la sabiduría ancestral, la espiritualidad y la territorialidad, factores estos que provocan la muerte sistemática de miles de mujeres (griots) que junto a los hombres se han preocupado por preservar eso de lo que nuestra carta magna se vanagloria en las letras cuando enuncia la diversidad étnica y cultural del país. La sangre derramada por nuestras mujeres negras corre no solo por la tierra humedecida por el sudor y los rezagos de la lluvia, sino que también se ha ido disolviendo en las salubres aguas de los esteros e incluso se volvió un ingrediente de los sedimentos que transitan los ríos del pacífico y el caribe colombiano, con muchos gritos incansables (los mismos del Lumbalú, de los Alabaos y del Currulao) por la verdad, la justicia y la Libertad.


Sección 5

Aunque el Conpes 161 de 201311 indica que dispone de políticas complementarias en construcción como lo será la “Política contra la discriminación racial y el racismo”, es importante abordar algunos elementos que dan cuenta del desarrollo incipiente de lineamientos que posibiliten la protección real de los derechos de las mujeres negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras en este instrumento de política pública. Teniendo como titulo la siguiente frase desafiante para el sistema sexista12: “Equidad de género para las mujeres”, y que en su aparte introductorio señala que: “se requiere no sólo de acciones afirmativas para las mujeres que permitan un trato diferencial, sino principalmente de una transformación de las estructuras, las prácticas y las jerarquías de la sociedad en su conjunto…” se encuentra que esta política pública no tiene en cuenta las particularidades que presentan las mujeres pertenecientes a estas poblaciones. Esta acción afirmativa no se encuentra con rigurosidad y se siente un vacío en la protección de las mujeres negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras. En este Conpes se reconocen limitaciones de las últimas tres décadas en materia de políticas dirigidas a las mujeres. Éstas han sido fragmentadas y discontinuas, lo que ha evidenciado la dificultad del país en lograr concretar los avances normativos desde la esfera práctica. El Conpes 161, indica que: “…amplia el concepto de equidad, que le da nombre a esta política pública -adoptando- las nociones de igualdad, no discriminación y diversidad” (Conpes 161: P. 8). No obstante, la inclusión de las mujeres racialmente diferenciadas, no se da bajo la comprensión de cómo se interseccionan las estructuras que posibilitan la existencia de fenómenos de discriminación generados por la raza, el sexo, la clase social y en un contexto como el colombiano, la condición de víctima del conflicto social, político y armado. 11. El Documento Conpes (Consejo Nacional de PolíƟca Económica y Social) No. 161 de marzo 12 de 2013. 12. Paradójica e intencionalmente bajo este régimen sexista, heteronormaƟvo, capitalista, racista y colonial se diseña y pone en marcha esta políƟca, como efecto de fenómenos como el mulƟculturalismo acríƟco, el pensamiento liberal integracionista y los dictámenes supuestamente parƟcipaƟvos de las expresiones organizaƟvas feministas colombianas que profesan un feminismo cargado de una praxis racista, clasista y colonial.

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Una política pública insuficiente (CONPES 161 de 2013)

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A lo anterior debemos añadir como fundamental, que cualquier enfoque diferencial dirigido a las mujeres negras-afrocolombianas deberá tener una perspectiva de reparación histórica que posibilite disminuir y erradicar los impactos de vejámenes que han impactado el existir de estas mujeres en la historia, tal como lo fueron la trata trasatlántica y la esclavización. Por lo anterior se debe entender que no basta con el intento retórico de incluir a mujeres racializadas, junto a mujeres que son discriminadas por razón de limitaciones físicas, orientación sexual diferente a la heterosexual, condición generacional o de ubicación geográfica, tal como aparece en el apartado sobre participación en los escenarios de poder: “En materia de participación. También, se evidencia que las mujeres pobre, así como las campesinas, afrocolombianas, negras, raizales, palenqueras, rom e indígenas, las mueres con discapacidad, las jóvenes y de orientación sexuales diferentes a la heterosexual, tienen mayor dificultad para ser elegidas” (Conpes 161: P. 22). En este orden de ideas, la inclusión de las mujeres negras en el documento CONPES 161, se da bajo una noción multiculturalista, atendiendo solamente a que éstas pertenecen a un grupo étnico que hace parte de la diversidad de la nación, lo que denota un posible reconocimiento de la diferencia; sin embargo, no es suficiente con este tipo de reconocimiento que no permite el desarrollo de un enfoque para la atención de la complejidad de sus particularidades sociohistóricas, territoriales, económicas y políticas. Los seis (6) ejes temáticos desarrollados en la política pública son: Construcción de paz y transformación cultural; Autonomía económica y acceso a activos; participación en los escenarios de poder y toma de decisiones; salud y derechos sexuales y reproductivos; Enfoque de género en la educación; y el plan integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencias. Estos ejes temáticos usan datos estadísticos que hablan de “las mujeres”, sin tener en cuenta la diversidad intrínseca que existe. Las únicas variables que se escapan a la generalización son la ubicación territorial: urbana o rural, y el grupo etario, lo que visibiliza el desconocimiento cuantitativo de la situación de las mujeres negras-afrocolombianas y otras, que se intenta cobijar en el CONPES, lo que expone un sesgo estadístico preocupante, en un documento que plantea trabajar la equidad de género. No se presenta indicación estadística de cifras sobre la realidad de las mujeres racialmente vulneradas y diferenciadas. En el eje de salud y derechos sexuales y reproductivos, es donde se visibiliza explícitamente el interés por abordar un enfoque diferencial para tratar lo concerniente a la condición de acceso a la salud, al igual sucede con el plan integral para garantizar a las mujeres una vida


libre de violencias; no obstante, como se indicó anteriormente, no es claro, cómo desde este enfoque diferencial se abordará a las mujeres desde la variable étnico-racial.

En el eje de Enfoque de género en la educación, se ignoran las altas tasas de analfabetismo de las mujeres negras, aludiendo a que “las mujeres” han aumentado el acceso a la educación primaria y segundaria, posibilitándose su culminación. En el CONPES, enfatizan en el acceso a la educación superior (pregrado, maestría, doctorados). Así, se subraya que: “De tal forma, puede evidenciarse que los avances obtenidos con la ampliación de la cobertura escolar básica y media en el país, han favorecido a las mujeres colombianas, no obstante, entre otros aspectos educativos aún quedan algunas inequidades de género por subsanar en el sector” (Conpes 161: P. 29). El CONPES intenta dar luces sobre algunas acciones a través de un plan de acción indicativo 2013– 2016 para cada eje temático; no obstante, a causa de las dificultades anteriormente señaladas, estas acciones plantean fuertes omisiones conceptuales y prácticas para generar una atención diferencial para las mujeres negras-afrocolombianas. Sería importante tener en cuenta lo siguientes aspectos: 1. Construcción de paz y transformación cultural: es necesario instaurar y crear mecanismos para trabajar la inclusión de la formación en género desde las variables de las mujeres que conforman esta categoría, como es el caso de las mujeres negras. Además, proporcionar un papel activo a las organizaciones de mujeres negras para que realicen los aportes en la agenda política de construcción de paz, que se realiza actualmente. 2. Autonomía económica y acceso a activos: es vital que en las acciones que realizará el ICBF para pagar un estipendio a las mujeres que laboran como cuidadoras; y en el subsidio que dará el Ministerio de Vivienda para adquisición y mejoramiento de vivienda, se determine claramente una cuota diferencial para las mujeres negras.

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En los otros ejes se esbozan las problemáticas que afectan a “las mujeres”, pero en el intento de generalizar la “diversidad”, se cometen erróneamente varias omisiones sobre las realidades vividas por esas “otras mujeres”, las cuales no se enuncian en la descripción de las problemáticas. En el eje de salud, por ejemplo, no se aborda lo concerniente al acceso a la salud a través del régimen contributivo o subsidiado ni se indica que el no acceso de derechos fundamentales como el alcantarillado y acueducto afecta directamente la salud de las mujeres negras-afrocolombianas en regiones como el pacifico. No se realizan análisis que conlleven a determinar que la negación de un derecho afecta la consecución de otro.

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3. Participación en los escenarios de poder y toma de decisiones: en aras de garantizar la participación cuantitativa y cualitativa de las mujeres negras, se determine un porcentaje de cuotas para las mujeres negras en los cargos administrativos públicos y privados del país, además escenarios para cualificar políticamente a las mujeres negras. 4. Enfoque de género en la educación: es vital que se trabaje la inclusión de género en el currículo educativo incluyendo las perspectiva de las mujeres negras, desde su condición étnico–racial, evitando con ello limitarse a lo que en el CONPES se enunció, como la aplicación de programas pedagógicos transversales para abordar el tema de la “diversidad”. 5. El plan integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencias: en este eje se abordan las siguientes violencias: feminicidio, intrafamiliar, sexual, psicológica, económica o patrimonial, y en el CONPES se reconoce que no se tiene una medición para lograr el enfoque étnico, por lo que una de las acciones a tomar debe ser la de establecer parámetros para hacerlo, en tanto las mujeres negras están atravesadas constantemente por un contexto de múltiples violencias. Es vital que se reconozca la discriminación racial como una violencia, en tanto genera afectación en la salud mental e integral de la mujer negra, ya sea por omisión o acción de quien la agencia, que puede ser un ente público, privado o un individuo. Finalmente, en el documento CONPES 161, se esboza la necesidad de crear a través de decreto una comisión intersectorial para garantizar el cumplimiento de las acciones, por lo que los integrantes de esta comisión son las entidades y ministerios firmantes; no obstante, es necesario que a esta estructura decisoria se le abran las posibilidades de participación a la sociedad civil a través de los grupos de trabajo de género desde sus matices diferenciales.


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