John Maynard Keynes Tomado de http://www.businessweek.com/magazine/content/04_15/art04_15/0415_20innova.jpg 2
Tabla de contenido
1.
Introducción _____________________________________________________________________ 4
2.
La tasa propia del trigo ____________________________________________________________ 5
3.
La tasa monetaria de interés _______________________________________________________ 7
4.
5.
3.1.
La tasa más alta _____________________________________________________________ 11
3.2.
La rigidez de la tasa monetaria ________________________________________________ 11
3.3.
La sustituibilidad del dinero _________________________________________________ 13
Una propuesta teórica sobre el dinero y el interés ____________________________________ 14 4.1.
Los atributos de los bienes ___________________________________________________ 14
4.2.
El por qué la tasa monetaria puede ser la más baja ______________________________ 20
Bibliografía _____________________________________________________________________ 22
3
Universidad Nacional de Colombia Doctorado en Ciencias Económicas
Capítulo 17, Teoría General de Keynes
Una crítica a las tesis de Keynes sobre las Propiedades Esenciales del Interés y el dinero Versión preliminar Agosto 16 de 2002
Yanod Márquez Aldana Doctor en Ciencias Económicas
1.
Introducción
El origen del capítulo 17 de la Teoría General de Keynes, está en la discusión dada entre Keynes, Hayek y Sraffa en los años 30. Fue Sraffa quien manifestó que existían tantas tasas naturales como mercancías durables, con el argumento de que en cada uno de sus mercados existe una tasa que logra el equilibrio (García y García, 1991). Para Mario y Amanda García, “Al llegar al Capítulo 17 –después de haber determinado los niveles de ocupación, de empleo y de la tasa de interés- el sistema de Keynes debería estar completo; sin embargo, a pesar de las repetidas alusiones, aún no se había demostrado exactamente por qué el sistema económico que estudia la Teoría General constituye una economía monetaria”. Aunque estos autores no aclaran esta afirmación, Keynes la explica afirmando que ya que “la tasa monetaria de interés juega un papel peculiar en la fijación de un límite al volumen de ocupación, desde el momento que marca el nivel que debe alcanzar la eficiencia marginal de una capital durable para que se vuelva a producir”, el autor concluye que como esto resulta confuso “es natural tratar de averiguar en dónde reside la peculiaridad del dinero que lo distingue de los otros bienes, si sólo el dinero tiene una tasa de interés y qué ocurriría en una economía no monetaria”, puesto que “Hasta que hayamos contestado estas preguntas no estará claro el significado completo de nuestra teoría”. Entonces es cuando Keynes asume la tarea de definir qué es una tasa de interés y porqué la tasa de interés del dinero es la predominante en la economía, y qué ocurriría en una economía no monetaria. 4
El texto, tal como quedó en su Teoría General, generó fuertes discusiones con Ohlin y Robertson, a los cuales Keynes respondió en tres artículos publicados entre diciembre de 1937 y junio de 1938. Con estos nuevos escritos Keynes aclara y reformula algunas de sus ideas sobre el dinero, la tasa de interés, el ahorro, el crédito y el financiamiento. El texto siguiente tiene dos propósitos, el primero es realizar una mirada crítica, con algunas interpretaciones alternativas, respecto a los siguientes supuestos de que se vale Keynes para explicar por qué la tasa monetaria de interés es la más importante: la tasa – trigo de interés negativa, la tasa monetaria de interés como la mayor de todas, la elasticidad del dinero cercana a cero, la rigidez de los salarios en términos monetarios. Plantearé en el desarrollo del texto que las afirmaciones que Keynes hace en el Capítulo 17 de la “Teoría General” respecto a la elasticidad del dinero cercana a cero, y sobre la rigidez de los salarios en términos monetarios, parecen argumentos propios para cuando el dinero es “dinero material”, pero no cuando el dinero está basado en el papel moneda. Hoy el Estado puede participar en la economía pagando parte del gasto con emisión monetaria, y el sector financiero puede hacer uso del “multiplicador bancario” y los diferentes tipos de cuasidineros para aumentar la oferta monetaria. Con la presencia del dinero fiduciario, los salarios ya no son rígidos en términos nominales como consecuencia de los efectos inflacionarios. Desde Keynes hasta hoy el dinero se ha vuelto tan elástico que en economías inflacionarias fue necesario implantar sistemas como el de las unidades de valor constante, o proceder a dolarizar paulatinamente la economía, como formas de eludir los efectos inflacionarios de la elasticidad de producción del dinero.
2.
La tasa propia del trigo
Keynes, al realizar su estudio sobre la importancia del dinero, empieza abordando la tasa de interés por considerar que juega un papel peculiar en la fijación del límite al nivel de empleo al fijar la eficiencia marginal. La tasa de interés la define como la suma porcentual excedente que se contrata para entrega futura “sobre lo que podemos llamar el precio inmediato”.
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La importancia de la tasa de interés monetaria la demuestra a partir de asumir la existencia de una tasa de interés propia para cada bien o servicio, como por ejemplo una tasa-trigo o una tasa-casa de interés. Para Keynes estas tasas propias no tienen porqué ser iguales, y afirma que no lo son porque la relación entre el contrato a la vista y a futuro es distinta para cada uno de los bienes. Las tasas propias de interés no son iguales ni siquiera entre las diferentes monedas por las diferencias entre contrato a la vista y a futuros.
Cuadro 1: Tasas de interés negativa del trigo En el Cuadro 1 se registran los datos del ejemplo Mercancía expuesto por Keynes para actual interés futuro demostrar la posible diferencia de las tasas Dinero 100 5% 105 propias de interés. Toma el valor actual y le aplica una Trigo en moneda 100 7% 107 tasa propia de interés, obteniendo así un valor Trigo en especie 100 -2% 98 futuro. Incluye el dinero, el trigo expresado en valores monetarios y el trigo expresado en valor mercancía. Al aplicar una tasa de interés monetaria al trigo, por encima de la del dinero, demuestra que la tasa trigo de interés es negativa, puesto que el valor futuro del trigo en especie será menor. La operación que realizaba es la siguiente: Valor
Tasa de
Valor
Partiendo de los mismos datos expuestos por Keynes, el análisis del comportamiento de las tasas propias puede modificarse para demostrar que por el contrario la tasa de interés propia del trigo es positiva.
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Cuadro 2: Tasa de interés positiva del trigo
La idea es que si el dinero Valor Tasa de Valor representa la unidad de Mercancía valor, es en términos de actual interés futuro dinero que debemos comparar el valor. Así, Trigo en moneda 100 7% 107 cuando el trigo pasa de valer $100 a $107, no sólo se Dinero 100 5% 105 ha incrementado, sino que lo ha hecho a una tasa Diferencia 0 2% 2% superior a la del dinero en $2 pesos durante el período, Capacidad de compra puesto que este pasó de 100 100 98 del dinero a 105 solamente. Así tenemos que lo que ha variado es la capacidad de compra del dinero con respecto al trigo. En este caso, si los demás precios no varían, el trigo recibe una apreciación, puesto que con el valor futuro del dinero sólo se puede adquirir una cantidad futura de trigo menor a la inicial. Además, si todos los demás precios cambian en el mismo sentido, lo que ha ocurrido es una inflación, sin que se afecten los precios reales.
3.
La tasa monetaria de interés
Según Keynes, toda mercancía sirve con la misma facilidad como mercancía patrón para calcular la eficiencia marginal del capital. Por ejemplo, con una mercancía compuesta1 que pueda tomarse en sentido estricto como representativa, podría servir para determinar la tasa de interés y la eficiencia marginal del capital en términos de esa mercancía. Sin embargo existen obstáculos para establecer un patrón único de valor, lo mismo ocurre con la forma monetaria de interés. Siendo así, se pregunta
1\ Una mercancía compuesta es aquella que se integra con un conjunto de mercancías de tal manera que permita representar un valor numerario único y constante. Esta idea fue desarrollada con más detalle por Piero Sraffa en su libro “Producción de mercancías por medio de mercancías”
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Keynes ¿Cuál es entonces la característica que le da predominio a la tasa monetaria de interés? Para resolver la inquietud acerca de la característica que le da predominio a la tasa monetaria de interés recurrió a la idea de que la mayor de las tasas propias de interés es la dominante, pues es el nivel de rentabilidad que se requiere para que el capital vuelva a reproducirse2. Y deduce que la mayor de las tasas propias de interés es la monetaria porque las fuerzas que operan para reducir las tasas propias de interés no operan en el caso del dinero. La anterior deducción la obtuvo Keynes al comparar los atributos que tienen los diferentes bienes, clasificados como instrumentales, excedentes y líquidos (aquí presentaré agrupados esos atributos):
a) Algunos dan un rendimiento o producción “q” por procesos productivos o servicios, medido en términos de ellos mismos. b) La mayor parte sufre desgaste o suponen gasto de almacenamiento “c”, excepto el dinero. c) La prima de liquidez “l”, que es el valor que estamos dispuestos a pagar por la disponibilidad de un bien durante un cierto período, por la conveniencia o la seguridad potencial que pueda ofrecer, que no son iguales para tipos de bienes diferentes. d) Los bienes son susceptibles a la apreciación o depreciación “a”. e) Los bienes tienen elasticidad de producción, que es la menor o mayor posibilidad de aumentar la fuerza de trabajo dedicada a su producción ante cambios en el mercado, como por ejemplo un aumento en la capacidad de compra del dinero.
2 \ Keynes expresa que “... puede suceder que sea la mayor de las tasas propias de interés (como podríamos llamarlas) la que lleve la batuta (pues es la mayor de las tasas la que la eficiencia marginal de un bien durable de capital debe alcanzar para que pueda volver a producirse); y porque hay razones para que la tasa monetaria de interés sea a menudo la más grande de todas (pues como veremos, ciertas fuerzas que operan para reducir las tasas propias de interés de otros bienes no actúan, en el caso del dinero)” (Keynes 1936, p. 199). Si la mayor tasa propia es la del trigo, la gente tenderá a producir trigo... Esto parece claro. Ahora, la confusión radica en que la tasa monetaria de interés debe llevar la batuta... Si la tasa-arroz lleva la batuta todo el mundo produciría arroz. Y como no todo mundo puede producir dinero, entonces la tasa monetaria de interés termina siendo la líder.
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f) Los bienes tienen elasticidad de sustitución, la cual es la posibilidad de optar por un bien sustituto ante una escasez o elevación del precio de este bien.
Los primeros cuatro atributos permiten calcular la tasa propia de interés, la cual será igual a: rp = a + q – c + l. Los dos últimos, las elasticidades, permiten deducir la rigidez o flexibilidad de esa tasa.
Cuadro 3. Atributos de los diferentes tipos de bienes Depre Bien o servicio Producto
Gasto
Tasa propia Liquidez
ciación Instrumental
q>0
c>0
a
0
l=0
q+c
Excedentes
q=0
c>0
a
0
l=0
c
Líquidos
q=0
c
a=0
l>0
0
e p*
es**
ep > 0
es > 0
ep > 0
es > 0
de interés a a l
es
0
es
0
*Elasticidad de producción, **Elasticidad de sustitución
En este contexto, para Keynes la tasa de interés monetaria es la más resistente a bajar porque: a) No produce pero tiene una gran liquidez. b) El costo de almacenamiento es muy bajo. Keynes afirma que la mejor definición que puede dar de la economía no monetaria es imaginar una economía en la que no haya un bien cuya prima de liquidez esté siempre por encima de sus costos de almacenamiento. c) La depreciación es igual a cero.
d) La elasticidad de producción del dinero es igual o cercana a cero porque, como lo refiere Keynes, en lo que respecta al sector privado, el dinero no se puede producir fácilmente porque los empresarios no pueden dedicar fuerza de trabajo a expandir su producción. Por eso asegura que “la oferta es fija”. e) La elasticidad de sustitución del dinero es igual o cercana a cero , “lo que quiere decir que a medida que el valor en cambio del dinero sube, no hay tendencia a sustituirlo por algún otro factor”. “Esto se desprende de esa peculiaridad del dinero de 9
que su utilidad se deriva únicamente de su valor en cambio, en tal forma que los dos suben y bajan pari passu; resultado que cuando el valor en cambio del dinero aumenta, no existe motivo o tendencia, como en el caso de los factores de renta, a sustituirlo por algún otro factor”. f) De acuerdo con lo anterior, la tasa propia de interés del dinero es igual a la prima de liquidez:
rp = a + q – c + l rp = 0 + 0 – 0 + l rp = l De acuerdo con todo lo anterior y a manera de conclusión, Keynes afirma que la tasa de interés monetaria adquiere la mayor importancia porque:
a) Los contratos fijos y salarios estables, en términos de dinero, hacen que el dinero tenga una prima de liquidez elevada. b) La conveniencia de conservar bienes en el mismo patrón en que vencerán las obligaciones futuras, respecto del cual se espera que el costo de vida sea más estable. Esto no ocurriría si el dinero es elástico. c) Los salarios son relativamente rígidos en términos de dinero.
Aceptando que la tasa propia de interés monetaria es la dominante, queda por discutir los argumentos que Keynes da para justificar esa condición. Primero, que la tasa propia de interés es la más importante y es la mayor de todas porque fija el nivel de la eficiencia marginal del capital, y segundo que la mayor de todas es la tasa monetaria porque los factores que presionan la reducción de las demás tasas no actúan sobre la monetaria.
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3.1.
La tasa más alta
Si se observa con cuidado se puede notar que en realidad la tasa de interés más importante no puede fijar el nivel máximo de la eficiencia del capital sino el mínimo necesario para que la economía opere. Toda actividad económica debe tener una eficiencia marginal por lo menos igual a la tasa de interés monetaria para que pueda pagar el costo del capital, el cual está representado en dinero y su costo en la tasa monetaria. Una actividad económica que no cumpla el requisito de tener una eficiencia marginal por lo menos igual al costo del capital (FK r) genera una pérdida de valor que obliga a suspenderla o a subsidiarla. En realidad Keynes, más adelante dentro del mismo capítulo, acepta esta tesis cuando se refiere a los efectos de la tasa de interés sobre el nivel de producción, puesto que afirma que la producción se suspenderá cuando no exista una actividad cuya eficiencia marginal supere la tasa de interés monetaria. Lo anterior nos deja la inquietud acerca de porqué Keynes asumió dos manejos totalmente opuestos dentro del mismo tema y en el mismo texto. Otra de las razones que Keynes arguye como factor de predominancia de la tasa propia del dinero, es que como no todo mundo puede producir dinero, entonces la tasa monetaria de interés termina siendo la líder. Pero el monopolio de la emisión de dinero en manos del Estado tampoco parece explicar la predominancia de la tasa propia del dinero. Si esta fuera una razón suficiente, los monopolios del Estado o de particulares sobre diferentes mercancías, induciría el uso de esas mercancías como dinero, pero no ocurre así. Entonces es necesario reconocer que se requieren otras condiciones para que la tasa de interés monetaria sea la predominante.
3.2.
La rigidez de la tasa monetaria
Respecto a que los factores que presionan la reducción de las demás tasas no actúan sobre la monetaria, Keynes aduce que mientras que para los demás bienes su 11
producción se puede aumentar ante una situación de escasez, no ocurre lo mismo con el dinero. Si se pudiera –dice Keynes- dedicar más mano de obra a producir dinero, si se pudiera sembrar y cosechar, la tasa monetaria bajaría.
La anterior afirmación requiere observaciones en dos aspectos: la primera es que para Keynes si no se puede fabricar oro en la cantidad y la oportunidad deseada ante una eventual escasez, el comportamiento del dinero en la economía es de inelasticidad de producción. La segunda observación es que Keynes considera que si el sector privado no fabrica oro ni billetes, no puede introducir dinero. Estas dos conclusiones parecen no ser ciertas a partir de la observación del comportamiento de la economía.
Respecto a la primera conclusión, la inelasticidad de producción del dinero, tendría que ocurrir en economías con participación del Estado muy restringida. De lo contrario es necesario aceptar que el Estado es otro agente económico y que puede generar fuertes elasticidades del dinero mediante la emisión de papel moneda.
Con respecto a la segunda conclusión, la de que el sector privado no introduce dinero, no parece coincidir con la posibilidad de introducir los créditos sobre depósitos a la vista y las facilidades técnicas que permiten multiplicar el dinero circulante. Esta opción está representada por la ecuación M * V = Q * p, que implica que el sector privado puede incrementar la presencia del dinero a través de aumentar su velocidad de circulación.
El dinero ha pasado a ser fiduciario, es decir, un papel impreso de curso forzoso representa el valor, y ese papel puede producirse por cuenta del Estado a costos despreciables y en cantidades casi ilimitadas; o más aún, el dinero es un número en cuenta impresa por medios electrónicos, como lo es el dinero plástico3, que le permite al sector privado usarlo como unidad de cuenta, medio de pago y reserva de
3 \ Mario y Amanda García aclaran que Keynes, a pesar de que su teoría de la tasa de interés se basa en la oferta y demanda de dinero, no explicó la oferta monetaria y que en estas condiciones se vuelve exógena.
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valor. Todo esto permite al sector privado introducir dinero a la economía, aunque dentro de ciertos límites establecidas y controladas por el Estado.
En estas condiciones la elasticidad del dinero de hoy no puede asegurar precios reales rígidos, salvo medidas estrictas, a pesar de la rigidez nominal de los precios. Cuando el dinero era material no existía divergencia entre valor real y valor nominal, el valor representado por el dinero metálico era igual al valor del metal contenido; hoy, por el contrario, con poco o mucho dinero se puede representar la misma cantidad de bienes, lo que implica la posibilidad de una fuerte diferencia entre lo real y lo nominal. Como ejemplo está la experiencia con las hiperinflaciones como la de Alemania de la primera postguerra o como la de algunos países latinoamericanos en las décadas recientes.
3.3.
La Sustituibilidad del dinero
Todo lo anterior nos conduce a discutir la idea de que la elasticidad de sustitución del dinero sea igual a cero. Una cosa es la función del dinero y otra el objeto específico que la cumple. El dinero cumple las funciones de servir como medida del valor, de medio de pago y de medio de acumulación. Pero hay diferentes objetos o formas de dinero que cumplen esas funciones. En estas condiciones no se puede hablar inespecíficamente de la sustituibilidad del dinero. Se requiere, por el contrario de hablar específicamente de la posibilidad de reemplazar tal o cual objeto o medio usado como dinero.
En realidad el oro y todos los metales y piedras preciosas han sido reemplazados muy rápidamente por objetos y medios con escaso valor, incluso por el dinero virtual en cuentas electrónicas, los cuales retienen a pesar de eso buena parte del valor de la mercancía dinero sustituida. El dinero actual no sólo tiene gran liquidez, mucho mayor que la de los metales preciosos, sino que se vuelve cada vez más líquido, su costo de producción y de almacenamiento se reduce cada vez más. Además, si bien se puede afirmar que no tiene costos de depreciación por obsolescencia o desgaste, si puede inflarse o deflactarse.
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4.
Una propuesta teórica sobre el dinero y el interés 4.1. Los atributos de los bienes
A partir de lo anterior es necesario revisar los atributos de los bienes, en particular para mejorar las posibilidades de entender las características que acompañan hoy al dinero o que ocurre con este y que hacen que su tasa propia de interés sea la más importante de la economía.
Los atributos de los bienes pueden ser sintetizados en los siguientes:
a) Costo de producción “K1”. Las economías monetarias en sus comienzos se caracterizaron por introducir un bien o mercancía que les sirviera de unidad de medida, de medio de pago y de medio de acumulación. Ese bien contenía un valor en sí mismo representado, como diría Marx, por el trabajo socialmente necesario para producirlo (K1). Además la importancia inicial de ese bien no fue por servir como dinero, sino por su valor de uso directo, vale decir, la sal en la alimentación o el oro usado como metal precioso en joyería o en funciones rituales. Hoy la función de dinero la cumple, entre otros, el billete impreso a costos que se reconocen como despreciables.
b) Valor de introducción “k2”. Hace referencia al valor que adquiere en la economía y que es en gran medida independiente del costo de producirlo. El oro como moneda tenía un costo de producción que era muy similar al valor que representaba en el mercado. Hoy el costo de producción de un billete de mil pesos es el mismo que de uno de 50 mil pesos. Antes los Estados obtenían utilidad de la acuñación de metales preciosos. Hoy no se requiere ese metal, el cual tiene un costo notable de extracción, sino que la moneda es reemplazada por papel, y más aún puede ser reemplazado por un número en cuentas electrónicas. La diferencia es un valor introducido a la economía del cual se apropia la sociedad en su conjunto a través del Estado. Si consideramos despreciable su costo de producción, entonces el valor de introducción (k2) es una ganancia neta que genera este sistema que no recurre ya a bienes cuyos valores k1 y k2 sean iguales. Cada vez que se avance en el diseño de objetos 14
y técnicas que reduzcan el valor k1, más alta es la posibilidad imponerse en el cumplimiento de la función monetaria.
c) Producción “q” por procesos productivos o servicios, medido en términos de ellos mismos. Es la misma definida por Keynes y no requiere comentarios extras.
d) Gasto de almacenamiento y manejo “c”. Corresponde a lo expresado por Keynes quien afirma que “Los bienes, excepto el dinero, sufren desgaste o supone algún costo con el simple transcurrir del tiempo”, y que en síntesis entrañan un costo de almacenamiento c medido en términos de ellos mismos”. Además, para que una mercancía pueda cumplir la función de dinero debe tener alta “portabilidad”, definida como la posibilidad de transportarla o transferir su valor a muy bajos costos.
e) Liquidez “l”. Esto, según Keynes, es el poder disponer de un bien durante un período de tiempo, sin que exista ningún resultado tangible (ya definido como “q”), y sin embargo la gente está dispuesta a pagar algo por poseerlo. A esto lo llama prima de liquidez. Sin embargo esto no parece caracterizar adecuadamente al dinero, puesto que disponer de un bien en condiciones no productivas puede ocurrir con muchos bienes, sin que esa disposición les otorgue condiciones para servir como dinero. Tratando de hacer una definición más clara, podemos decir que liquidez es la posibilidad de disponer de riqueza acumulada representada en una mercancía que sirva, además de medio de acumulación, como unidad de medida y medio de pago.
Algo notable es que el predominio de la tasa de interés monetaria no se ha reducido ni modificado por el hecho de que hoy tengamos formas de dinero más líquidos que en el pasado reciente o remoto; por contraste sí se ha reducido su tasa propia de interés. Lo anterior nos indica que la “gran prima de liquidez” no conduce a una tasa monetaria de interés más alta, por el contrario debe reducirse en la medida en que esa mayor liquidez reduzca los costos de transacción. 15
f) Depreciación o apreciación “a”. Es el mayor o menor valor que adquiere un bien con el sólo hecho de que transcurra el tiempo por motivos como la obsolescencia tecnológica, o por desequilibrios entre la oferta y la demanda.
g) Inflación o deflación “ ”. Con la introducción de formas monetarias cuyo costo de producción es menor que el costo de introducción en el mercado, se generó la posibilidad de inducir procesos inflacionarios. De acuerdo con la fórmula M * v = Q * p, un incremento del papel moneda o cualquier forma de dinero (con k1 < k2), con velocidad de circulación y producción constantes, la respuesta del mercado es inflar los precios. Lo inverso ocurre, en las mismas condiciones, si se retira dinero de circulación. Además, manteniendo M y Q constantes, un incremento de la velocidad de circulación induce un crecimiento de los precios, en este caso, por cuenta del sector privado. Contando con este hecho, es necesario reconocer el atributo inflacionario propio del dinero fiduciario.
h) Elasticidad de producción “ep”. Con un análisis que integre los sectores gubernamental y privado, la elasticidad de producción del dinero es cada vez más amplia, de acuerdo con lo expresado anteriormente. Este aumento de la elasticidad de producción se origina en la sustitución paulatina del dinero metálico por el dinero fiduciario, inicialmente representado en billetes de curso forzoso y luego por cuentas electrónicas. La disponibilidad de incrementos de dinero es casi inmediata en las actuales circunstancias del desarrollo de las instituciones del mercado. Esto no significa que pueda introducirse una cantidad indiscriminada, por cuanto el dinero ha dejado de tener valor por sí mismo, y tan sólo es útil por el valor que representa y la facilidad que induce en las transacciones. Por esas razones se hace necesario equilibrar el valor representado con la cantidad emitida y la velocidad de circulación. Todo esto explica la tendencia a asignar a los bancos centrales la función de control de la inflación, al mismo tiempo que se le otorgan los instrumentos necesarios para cumplir esta misión.
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Por otra parte el aumento de la elasticidad de producción genera una mayor liquidez, pero no significa que se aumente la prima de liquidez. Por el contrario, menores costos de producción y manejo implican una reducción de la tasa de interés, la cual no sólo paga los costos del capital sino que además debe cubrir los costos de administración del crédito. Así tenemos que a mayor liquidez mayor predominio del dinero, a la vez que se reduce la prima de liquidez4.
i) Elasticidad de sustitución “es”. La elasticidad de sustitución de un bien se refiere a la posibilidad de ser reemplazado por otro bien que preste el mismo servicio o función, cuando se eleva su precio o se presentan desequilibrios entre su oferta y su demanda. Hablar de elasticidad de sustitución requiere entonces diferenciar el objeto y la función que cumple. Al respecto podemos afirmar que la función del dinero es insustituible en una economía de mercado, pero el objeto que cumple las funciones del dinero si puede ser sustituido. Así tenemos que la elasticidad de sustitución de la función dinero es cercana a cero, pero, por el contrario, el objeto que la cumple tiene una elasticidad de sustitución muy alta en las actuales circunstancias. Con unas instituciones de mercado poco desarrolladas la función del dinero la cumplía un metal precioso o cualquier otro bien cuya utilidad intrínseca fuera notable. Hoy, los sistemas de aseguramiento existentes en el mercado permiten que la función del dinero la cumplan bienes sin ningún valor intrínseco.
j) La tasa propia del dinero está dada por rp = q a – c + l , donde cada una de las variables pueden adquirir los valores señalados en el Cuadro 4.
k) Cuadro 4. Atributos de los diferentes tipos de bienes Bien o servicio Inversión inicial
Instrumental
Excedentes
K1 > 0
K1 > 0
Dinero K1
0
4 \ Este argumento es válido si asumimos la prima de liquidez como un costo del dinero, tal como lo maneja Keynes.
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K2 = K1
K2 = K1
K2 > K1
Producto
q>0
q=0
Q=0
Gasto
c>0
c>0
C
a
a
a=0
Liquidez
l=0
l=0
l>0
Inflación
=0
=0
0
Valor de introducción
Apreciación
Tasa propia de interés
q-c
a
–c
a
l
Elasticidad de producción
ep > 0
ep > 0
ep
Elasticidad de sustitución de la función
es > 0
es > 0
es
Elasticidad de sustitución del objeto
es > 0
es > 0
es
0
0
En síntesis, los dos primeros, como ya se dijo, permiten establecer la diferencia entre el costo de producción y el valor que se le reconoce en el mercado. Los cinco atributos entre el c) y el g), permiten calcular la tasa propia de interés. La elasticidad de producción, que tiende al infinito, nos explica una de las razones por la que el costo del crédito tiene a largo plazo una tendencia a la baja. La elasticidad de sustitución nos explica, por una parte, la insustituibilidad de la función dinero, y por otra la sustituibilidad creciente del objeto que cumple esta función. En esta tabulación he asumido que los bienes se aprecian o deprecian siempre, a excepción de los bienes líquidos, y que éstos últimos sufren siempre inflación o deflación.
De acuerdo con estos valores los objetos y medios que cumplen la función del dinero se caracterizan por:
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a) Los costos de producción (K1) son cada vez más bajos. b) Puede ser introducido como representación de valor (K2) con curso forzoso como sustituto de los bienes que antes servían como dinero. c) El producto (q) que genera es igual a cero d) Costo de almacenamiento y manejo (c) cada vez más bajo. e) La depreciación es nula (a) f) La liquidez es cada vez más grande, pero eso reduce la prima de liquidez. g) Puede sufrir inflación o deflación ( ) h) La elasticidad de producción es cada vez más alta, lo que reduce la prima de liquidez. i) La elasticidad de sustitución de la función es cada vez más baja, mientras que la de los objetos que cumplen esta función es muy alta, y facilita la reducción de la prima de liquidez. j) Adicionalmente, a diferencia de los bienes que cumplían la función del dinero cuyo valor de cambio era similar al del costo de producción, el dinero fiduciario requiere el respaldo del Estado para asegurar el valor que representa.
De acuerdo con lo expuesto, cualquier medio que pueda cumplir mejor la función de dinero será usado como tal y recibirá como prima el valor que representa. Aquí lo insustituible es la función del dinero. Como se puede ver, no se requiere que sea capaz de representar precios rígidos, sino que sea capaz de representarlos con la mayor liquidez y a menores costos. La liquidez misma es hoy una condición derivada, entre otras cosas, de la elasticidad de producción que permite introducir al mercado la cantidad que se considere necesaria en un tiempo muy corto y a bajos costos. De todas maneras, sin importar el medio usado como dinero –material, fiduciario o virtual- la función del dinero en una economía monetaria, por definición, no puede ser sustituida.
k) De acuerdo con todo lo anterior, la importancia de la tasa de interés no proviene de su condición de ser la más elevada ni la más rígida. En realidad es la más importante por corresponder a la tasa propia del objeto que cumple las funciones del dinero, sin que sea muy importante qué objeto es. Las funciones son la clave: la de ser unidad de medida, medio de pago y de acumulación. La tasa propia del dinero se paga por la liquidez (poder de disponer) que posee la riqueza acumulada representada en dinero. l) 19
m) Queda claro entonces que la tasa de interés monetaria no puede deber su importancia a situaciones como la estabilidad de precios y salarios, sino a las funciones propias del dinero, las cuales puede cumplir incluso en economías inflacionarias.
4.2.
El por qué la tasa monetaria puede ser la más baja
Luego de aclarar la razón por la que la tasa monetaria es la más importante y porqué debe ser la más baja, debemos aproximarnos a las razones por las cuales puede ser la más baja. Ya en la parte anterior expresé que una de las razones por las que la tasa propia monetaria puede ser la más baja es porque no depende sino de la prima de liquidez y de la inflación, dentro de las cuales la liquidez a su vez tiende a la baja por la gran elasticidad de producción y la reducción constante de los costos de almacenamiento y manejo. Aquí expondré tres causas adicionales, dos referentes a la liquidez y otra sobre el efecto de la inflación. La primera es que al pagar por la liquidez no se paga por trabajo nuevo, la segunda es respecto al mayor incremento de la riqueza acumulada en relación con la liquidez demandada. La última causa se refiere al efecto de la inflación sobre la preferencia por la liquidez. Si atendemos a la forma como se introduce valor en el sistema económico, de acuerdo con la teoría objetiva del valor, podemos decir que este se deriva del trabajo, y que la prima de liquidez es el costo de la posibilidad de disponer de un trabajo acumulado. Lo que Keynes llama prima de liquidez no es más que el costo de la oportunidad que se le paga al propietario por ceder temporalmente la
disponibilidad de la liquidez adquirida en un período anterior (ingreso ahorrado). Es equivalente al pago por el arrendamiento de un bien cualquiera y con diversos fines, de consumo o productivo5.
5 \ Keynes habla tanto de la tasa marginal del capital, EMC, como de la tasa propia de interés, sin que en ninguna parte el texto aclare si corresponden o no al mismo concepto; pero cuando analiza las tasas propias de los bienes, señala claramente que en los bienes instrumentales la tasa propia de interés
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La clave de que la tasa monetaria sea la más baja radica en que para ser obtenida no requiere de trabajo y constituye en realidad una renta, tal como la definen los clásicos cuando se refieren a la renta de la tierra. “La renta –dice Ricardo- es aquella parte del producto de la tierra que se paga al terrateniente por el uso de las energías originarias e indestructibles del suelo”6. De forma similar podemos decir que la prima de liquidez es aquella parte del producto que se paga por el uso de la riqueza acumulada por el esfuerzo de trabajos previos. El asunto importante aquí es que disfrutar de la renta no implica gastos adicionales y que ninguna tasa de renta promedio por baja que sea, inducirá a los propietarios del dinero a mantenerlo ocioso, si a cambio obtienen una renta mayor que cero. Esto se hará más evidente cuando asuma el tema de la inflación. Otra razón importante para justificar la tendencia a la baja en las tasas propias de interés monetarias, es que en el largo plazo la tasa de beneficio es mayor que la tasa de crecimiento de la población, y esa diferencia induce un exceso de liquidez. El mercado de capitales tendrá así una sobre oferta creciente que conducirá a una reducción de su costo representado en la tasa propia de interés monetaria. Adicionalmente, la presencia de los procesos inflacionarios generan las condiciones necesarias que la preferencia por la liquidez no pueda ser con el propósito de mantener capitales ociosos. Si la prima de liquidez es igual a cero (en caso de mantener capital ocioso), la tasa propia de interés se convertirá en: rp = l =0 ,
donde
representa, en tiempos inflacionarios, una pérdida neta 7. Con esta
circunstancia la preferencia por la liquidez tendrá que reducirse a los casos de disponibilidad para transacción, la cual puede ser inmediata o de corto plazo.
proviene del atributo productivo; de esto podemos deducir que corresponde a la eficiencia marginal de ese bien. Mario y Amanda García aclaran que las toman como iguales con énfasis diferentes, asignándole a la EMC la medición de la tasa de rentabilidad de los bienes desde el lado de la oferta, y a la tasa propia la misma función pero como precio de mercado. De acuerdo con lo anterior no hay razón para tomar la tasa monetaria como la más alta de las tasas propias. 6 \ Ricardo, 1950, página 51. 7 \ Una opción para eludir la inflación es la de sustituir el dinero por otras mercancías, como es el caso de las inversiones en finca raíz (bienes no transables).
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5.
Bibliografía
1. García Bolívar, Amanda y García Molina, Mario. Hacia una dinámica keynesiana. Cuadernos de economía No. 15, Bogotá, 1991. 2. Keynes, John Maynard. Teoría General de la ocupación, el interés y el dinero. Fondo de Cultura Económica, México, 8ª reimpresión, 1974 (1936). 3. Keynes, John Maynard. Teoría Alternativa de la tasa de interés. Coyuntura Agropecuaria, Vol. 4 No. 5., 1989 (1937a). 4. Keynes, John Maynard. Teoría ex-ante de la tasa de interés. Coyuntura Agropecuaria, Vol. 4 No. 5., 1989 (1937b). 5. Keynes, John Maynard. El financiamiento de Mr Keynes. Coyuntura Agropecuaria, Vol. 4 No. 5., 1989 (1938). 6. Ricardo, David. Principios de Economía política y tributación, Fondo de Cultura Económica, México, 1950. 7. Supelano, Alberto. Actualidad en Keynes. Coyuntura Agropecuaria, Vol 4 No. 5, 1989.
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