Nuestra Naturaleza Esencial by Lidia Elías

NUESTRA NATURALEZA ESENCIAL: ÍKAROS DESDE LA HAMACA ~ Historias Curativas ~

por Niwen Bea

NUESTRA NATURALEZA ESENCIAL: ÍKAROS DESDE LA HAMACA ~ Historias Curativas ~

Desde el pasado viviendo y creando hoy Lima ~ Perú 2014

por Niwen Bea

Copyright© 2014 por Niwen Bea. Todos los derechos reservados. Partes de este libro pueden ser usadas o reproducidas como citas con la debida mención explícita de los derechos de autor. El uso de los dibujos requiere permiso escrito del autor o editora. Desde el pasado viviendo y creando hoy Publicado por Consciencia Creativa ≈ conscienciacreativa.com Perú - Lima PRIMERA EDICIÓN 2014

Editado por: Lidia Elías Diagramación: María Luisa Mori Dibujos de tapa e interiores: Niwen Bea © BEA, Niwen Nuestra Naturaleza Esencial: Íkaros desde la hamaca. Historias Curativas / por Niwen Bea 1. Jardín Botánico. 2. Método Rouzer. 3. Trabajo Corporal Consciente. 4. Plantas Medicina. 5. Proceso Cambio Consciente. 6. Física Cuántica Cotidiana. 7. Cambios Culturales. 8. Invasiones. 9. Comunidad Shipibo. 10. Naturaleza Esencial. 11. Consciencia Creativa. 12. Espiritualidad.

Índice Prólogo 7 Introducción 10 Las amenazas de invasión 16 Creando una arcana de paz 22 Siguiendo al cuerpo 28 Observando nuestros pensamientos de forma 34 consciente . Conectándonos con la física cuántica cotidiana 40 Al atardecer 46 La dieta con plantas de amor 50 Los animales como maestros y mensajeros 56 Curándonos desde estar presentes 62 Separaciones, re-encuentros y cambios inesperados 68 Siguiendo a la intuición y el corazón 74 Esencial tarde natural 80 Tonglen y Ho’oponopono 84 Manadas y aprendizajes 90 Una historia de la curación de un pie 94 Los niños y los objetos acompañantes 100

104 Abriendo caminos y manteniéndolos 108 Los sonidos del amanecer y del atardecer 114 El proceso de maduración 118 La visión consensual y la visión cuántica 122 El mantenimiento de un feudo 126 La fluidez del tiempo y el camino que se . va abriendo 130 Caminando por los senderos de la selva y las calles de la ciudad 134 Re-construyéndonos hacia la autenticidad 138 Cuántos años tienes hoy? Joven o viejo 142 Conversaciones ceremonias de la noche 146 El arte de tejer mostacillas y el arte de bordar 152 Visionando un equilibrio centrado entre lugares 156 Las sombras que nos rondan 160 Qué es la meditación? 164 El atardecer 168 En conclusión, no hay conclusión

PRÓLOGO Hola! Soy Niwen Bea de nuevo. Bienvenidos a esta nueva aventura de meterse conmigo en nuestro mundo de vivir naturalmente y practicar con nuestra naturaleza esencial la construcción de un sueño concreto: cuidar, defender, mantener a un jardín botánico de plantas medicinales en medio de las olas de invasión alrededor de nosotros, de la modernidad y la imposición cultural basada en el dinero, el poder y el consumismo. Estas reflexiones están basadas en una experiencia de una dieta shamánica con plantas de amor y la creación de una arcana de paz en un jardín botánico de plantas medicinales en la selva amazónica. Es la historia de una transición de un paradigma basado en una visión antigua y mecanicista del mundo a un paradigma nuevo con una visión más de física cuántica, y con estudios actuales de cómo funcionamos como seres humanos en el tránsito entre paradigmas.

Hubo una separación explosiva por una escisión familiar sobre cómo usar la propiedad: con fines de lucro con el turismo shamánico o sin fines de lucro para preservar las plantas para futuras generaciones. En la separación tuvimos que aplicar lo aprendido en los primeros 8 ½ meses de la dieta, parir una nueva visión, y en los meses restantes, en la práctica cotidiana en el jardín, expresar de forma concreta lo aprendido. Estas ponderaciones desde la hamaca pretenden presentar un esbozo de lo aprendido y las herramientas usadas basadas en el nuevo paradigma. No es una obra conclusa. Es una práctica continua hacia una maestría. Espero que algo te toque de forma positiva y que te ayude a despertarte a tu grandeza y liderazgo. Con todo cariño, Niwen Bea

Lluvia de abuelo hoy. Botas y cushma-un alivio. La noche fresca, no soporífica. La fiesta al costado se ha calmado. El motor se ha apagado. El último avión se ha ido. La noche está oscura y nublada. Los grillos y los sapos cantan en la calma y el aire mueve circularmente con su música. Los perros duermen y las velas alumbran. La hamaca mece y mi ser se aquieta. Me abro al canal y los espíritus que me acompañan se expresan y yo escribo como tomando dictado. s mi propio proceso que comparto acerca de lo que me hace vibrar y danzar en mi aprendizaje porque Uds. son personas que me han conocido en alguna etapa previa que ha alimentado este proceso, o por mis escritos. También les considero mi comunidad espiritual porque nuestras vidas se han mezclado y enriquecido al estar juntos con otros en el camino consciente de conocernos más. Es mi deseo poder nutrir en algo tu pozo creativo y dónde no comprendes o quieres más información, allí encontrarás una veta enorme para abrir si investigas más.

Mi intención es compartir una reflexión sobre muchos elementos de nuestra vida de comunidad en la selva y su significado, los retos y las herramientas que usamos para vivir una vida natural con los recursos que tenemos y enfrentar un paradigma viejo y divisorio que se va transformando en uno nuevo que es cuántico e integrador. Entra el constante canto de fondo: “Gracias por todo esto.”

e vivido en la selva amazónica por cinco años ya, con salidas una o dos veces al año para hacer gestiones en Lima y para visitar a mi familia en los Estados Unidos y arreglar cosas personales y económicas que todavía me conectan con esa cultura. Pero siempre vuelvo a este mundo fascinante de la Naturaleza en abundancia. He aprendido a ponerme en activo contacto con esta cultura de curanderismo shipibo con las plantas, la música y el arte como medios de expresión. La magia de su visión y espíritu está expresado en los eventos de los días y las noches compartidos con una familia de padres jóvenes y 5 niños, 5 perros, una gallina, un pato, un conejo y tres monos además de una variedad de pájaros, una laguna natural y las variadas plantas medicinales y los frutales que nos cuidan y nos alimentan.

Para mí uno de los accesorios más útiles y placenteros de nuestro uso es la hamaca. Escribí antes desde la hamaca sobre las Artes Somáticas Aplicadas que había dejado para venir a la selva, una síntesis de lo que pretendía ser en ese entonces.

Ahora con el paso del tiempo, varias dietas largas de un año, nuestras experiencias límites para movernos y apoyarnos en nuestro crecimiento y evaluación personal a todo nivel, todo esto y los cambios producidos en relación a un sueño compartido de tener, mantener, cuidar y defender nuestras 3 hectáreas de plantas medicinales como jardín botánico,

refugio natural, patrimonio cultural de la nación con bandera peruana alzada y flameando en las alturas del mango que invita hacia la entrada, me siento listo para escribir desde la hamaca sobre los aprendizajes y las lecciones de estos tiempos. Lo nombro NUESTRA NATURALEZA ESENCIAL.

Reitero desde los comienzos que éstas son MIS experiencias y MIS reflexiones para expresarme, claro, y para invitarte a reflexionar sobre tu propia vida y experiencia, como ejercicio de estar presente en medio del flujo de tu vida, con agradecimiento, asombro y corazón abierto. Somos más grandes de lo que nos permitimos ser. La primera tarea es perder el miedo y pararnos firmes en medio de nuestras propias vidas. Y afirmarnos en vez de criticarnos y juzgarnos. Cada uno es único en su expresión de lo Divino y a la vez somos uno como especie en relación con nuestro medio ambiente interno y externo. Espiritualmente somos uno, parte de una red energética universal, donde lo que hacemos, decimos, sentimos, creemos, y creamos afecta, como holograma, toda la red. Estamos en constante vibración con nuestro entorno. Lo que pensamos y cómo pensamos, las emociones que ponemos en estos pensamientos y nuestras acciones subsiguientes reflejan en el mundo nuestra vida y cómo la vivimos, siendo nuestro cuerpo y nuestro entorno espejos para vernos y lo que hemos manifestado en concreto. Una forma de no caer en las historias que nos contamos del pasado, del futuro, del yo y de los otros es volver a centrarnos en la práctica de estar conscientes y presentes en nuestra vida cotidiana y comenzar a darnos cuenta de cómo vivimos, cuestionar lo que pensamos, y los resultados que tenemos. Hay muchos niveles de limpieza implicados. Limpieza significa ver lo que hay, aceptarlo, soltarlo, sin apego de ser especial como víctima o superior a otros. Volver a punto cero, neutral, es estar presente sin pensamientos ni emociones fuertes que distraen. La experiencia directa de nuestra vida sin juicio ni frenos represivos es un reto de infinitas posibilidades. Práctica y paciencia son las motivaciones para el proceso, confiando en él, y nuestra capacidad de fluir con lo que nos trae como retos. Los retos nos desafían a ser más grandes de lo que creemos ser y usar nuestras herramientas personales y profesionales, nuestras habilidades, y enfrentar las situaciones con calma, paz, claridad e integridad. La solución se encuentra presente en el problema o reto.

Qué piensas tú acerca de todo esto? Si no tienes tiempo para sentarte contigo y reflexionar~meditar sobre estos asuntos, una primera medicina para ti sería decirte: Durante los próximos 6 meses construye un tiempo y un espacio para ti donde puedes estar a solas sin interrupciones para poder sentirte y escucharte y expresarte en el movimiento de la vida en ti hacia adentro y no hacia afuera. Construye una hora al día para ti así, sin dormir y sin distraerte con otras cosas. Esas cosas vendrán después. La tarea es ir a este lugar y sentarte allí contigo y quedarte quieto, sentir lo que sientes,

examinar tus pensamientos con la pregunta: Es verdad? Y practicar estar presente con la experiencia directa sin contarte historias. Durante los siguientes 6 meses con la práctica ya instalada por donde estés, sigue la práctica y registra tu experiencia a través de uno o dos medios creativos como escribir, pintar, tejer, tallar, tocar instrumentos, cantar, bailar, moverte.

Construir ese espacio y esa disciplina por un año es medicina poderosa para tu cuerpo, tu mente y tu alma. Es una inversión en ti mismo como 100% responsable por tu vida y cómo la vives. Es el primer paso hacia el encuentro con nuestra naturaleza esencial.

las AMENAZAS de

INvasion

pesar de tener leyes que nos apoyan como la ley de propiedad privada, la ley de consulta previa, la ley de apoyo a comunidades nativas, la ley de la conservación y reforestación, la ley de patrimonio cultural nacional por la ayahuasca, hemos vivido con chismes, rumores y amenazas de invasión de los cuatro costados por traficantes de tierras que invaden propiedades grandes, las lotizan y revenden, destruyendo la naturaleza a su paso. A pesar de estar enrejados, vivir y trabajar acá, y tener todos los papeles en orden, los políticos locales corrompidos y ambiciosos de poder manejan a los insatisfechos y antes de elecciones, promueven y apoyan las invasiones bajo el pretexto de conseguir más votos y ser reelegidos para continuar con su sueño de la selva moderna con luz, agua, desagüe, pistas y muchas casas para poder ser considerada eventualmente como zona urbana. Nosotros hemos visto en los últimos 8 años cómo este campo ha sido invadido y transformado por la población.

Somos uno de los pocos sitios en esta zona de tres hectáreas dedicadas a las plantas y la preservación de la selva, como refugio natural y jardín botánico de plantas medicinales.

Estas amenazas significan un aumento de estrés e hipervigilancia, a veces por una semana o más, en el día y en la noche, con pocas oportunidades de dormir bien. De dónde vienen las informaciones? De algunos vecinos, amistades, relaciones en la comunidad shipiba que trasmiten rumores, chismes y miedo. Estuvimos golpeados por los cuatro lados con esa guerra psicológica en nuestra contra. Usamos la música, las plantas, nuestra vivencia y forma de ser como respuesta. Nos informamos de las leyes y su escaso conocimiento en la selva y lo costoso que sería seguir un proceso legal. Tuvimos que depender de nuestros propios recursos y apoyarnos en la familia y los parientes hasta descubrir que muchos de los rumores venían con el miedo de la familia inmediata. Nos atrincheramos frente a la envidia y la negatividad que nos lanzaron. Después de dietar un año con “cheshe iscon” (una liana que crece de arriba de un árbol hacia abajo a la tierra donde echa raíces) y tener todo al revés, aprendiendo a estar presentes con nuestras propias fuerzas, decidimos probar crear una arcana, una bóveda invisible llena de dietas, amor, paz, serenidad y creatividad.

Durante nueve meses practicamos crear este espacio compartido en nuestra vida cotidiana y mandar esa energía y aura hacia afuera a la comunidad circundante y al mundo más grande. Hubo una explosión inesperada dentro de los más cercanos, todos nos desenmascaramos y tuvimos que ver lo que se había creado y nuestros roles y actitudes en el proceso. Fueron momentos de crecimiento doloroso y solitario que afirmaron y fortalecieron nuestro vínculo inmediato y este sueño compartido. Las invasiones han venido desde afuera, desde las amistades que nos apoyan tanto que se instalan y después de un mes tenemos que pedirles salir para poder seguir la dieta y no distraernos con su presencia. Luego nos invaden las consecuencias de nuestro miedo y nuestra rabia por la indignación, bajo la forma de varias enfermedades pegajosas que terminan siendo una profunda limpieza y muda de piel. Pero han sido las personas más cercanas el reto más grande por querer convertir este sueño natural sin fines de lucro en un centro turístico con fines de lucro. En una separación inesperada, repentina y algo violenta, tuvimos que usar todos nuestros recursos interiores para no ser víctimas y aprender de la situación. Nos invadimos a nosotros mismos con miedo, rabia, indignación, engaño, envidia, juicios y roles de víctima. Con esfuerzo logramos pasar por alto a los mensajeros exaltados y descontrolados, para escuchar el mensaje y allí es donde crecimos, cambiamos de forma consciente y reafirmamos lo que nos ha dicho nuestro corazón: “Sigue adelante.” Tuve que preguntarme también cómo les invadía, cómo les trataba, cómo me invadía y cómo me juzgaba. Era otra vez una lección de humildad y darme cuenta de los errores cometidos. La situación ofreció el reto de cambiar algunas cosas de forma deliberada y consciente para el bien de todos los involucrados. Cuando uno vive en el sonido de la naturaleza sin la interferencia de la radio, altoparlantes, claxones y arengas políticas, religiosas y consumistas, el universo se expande, la imaginación se abre y los sentidos se amplían. Nosotros los humanos somos tan bulliciosos e inconscientes del tesoro y la riqueza natural que nos rodea y corremos locamente detrás del dinero, olvidando que no podemos comerlo. Destruimos lo que nos da vida a cambio de dinero y poder. Nuestra intención

acá es crear de forma consciente y a tono con nuestras habilidades y actividades, un estilo de vida natural usando los recursos que tenemos y cuidar a un pedazo de “May Joshin” (tierra roja) como zona sagrada y un tesoro para nuestros bisnietos. Hay quienes han cortado nuestro cerco, llevado sinchinas (postes), pero sólo hubo dos instancias de verdadera invasión. Eran el resultado de una ambición de extender hacia nosotros una invasión hecha al costado en la propiedad colindante. Todo el resto de la problemática de las invasiones ha sido a base de la imaginación, el miedo y una invasión a nosotros mismos y nuestra tranquilidad.

De allí salió una herramienta importante: Qué haríamos si nos invadieron, quiénes son nuestros aliados y qué apoyo podemos conseguir? Desde allí decidimos vivir el momento y decirnos: “Acá estamos viviendo y trabajando. Hasta ver a los invasores entrar, no vamos a dejarnos ganar por la negatividad de los que nos envidian y temen.” Y así logramos vivir con 5 años de invasiones alrededor usando las plantas, la música, las ceremonias, y nuestro ingenio. Ahora que estamos rodeados de población hacemos un esfuerzo consciente, especialmente de parte de los chicos y sus padres, de establecer relaciones amistosas con los vecinos y no hacer nada que les provoque una revancha. Jaguar pronosticó hace años: “Primero nos ignoran, luego saben que estamos acá y nos dan la espalda, luego darán la vuelta y nos mirarán y proyectarán sus cosas en nosotros y por fin nos relacionaremos y seremos vecinos, cada uno en lo suyo.” Con una actitud de amor y gratitud hemos logrado aprender lecciones difíciles y saber defender nuestra visión creativamente.

a za

creando una

arcan

eí algo en uno de mis viajes acerca de un experimento realizado hace unos años en una zona de guerra del medio oriente. Se entrenó a un grupo de meditadores a conectarse con su paz interior y mantenerse en ese estado por una hora o más. NO era pensar en la paz ni orar por la paz, sino sentirla en sus células, en su ser y sostenerla durante una hora varias veces en la semana en diversos lugares en la zona de guerra a la misma hora. Lo realizaron por unos días, una semana, no recuerdo pero los resultados eran fenomenales. Cesaron todas las hostilidades entre diferentes facciones, no hubo emergencias en los hospitales y las calles se tranquilizaron. Descubrieron que la raíz cuadrada de 1% de la población con una intención clara de efectuar un cambio positivo en la comunidad logra influir en la colectividad. Con esta semilla de idea en mente vuelvo a la selva y decido dedicar una hora diaria para detener las actividades externas y centrarme física y emocionalmente, conectarme con la paz y calma interior a través de ejercicios físicos conscientes, atención a la respiración, y usar la imaginación para crear vórtices de energía de paz, amor, serenidad y tranquilidad para calmar las energías negativas, guerreras, invasoras y envidiosas de la población circundante, y apaciguar nuestro estado de rabia, paranoia y defensa. Y lo haríamos pensando en los invasores que nos rodean como vecinos y primos hermanos de la especie humana. Compartimos un espacio común y nuestro aporte será amable sin buscar problemas con nadie y nuestro eje será vivir y practicar desde una dieta con plantas de amor.

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El espacio de exploración se compartió con Jaguar y uno que otro pasajero visitante pero básicamente entre dos. Se convirtió en un punto de reunión esencial en el día donde descargamos y recargamos baterías energéticas. A veces descansamos después y a veces regresamos a nuestras labores a pleno dínamo. A veces conversamos sobre la limpieza que ocurría y los temas que surgieron y a veces simplemente guardamos silencio y nos dejamos invadir por la sensación de paz en el medio ambiente. Una arcana es como una bóveda invisible de protección, una burbuja fortalecida con dietas con plantas y buenas energías, cuidando al corazón del lugar con los corazones nuestros, y mandando todo esto afuera a los seres sintientes en la propiedad, a la población que nos rodea y al mundo. Somos como la red de Indra con una joya en cada intersección que refleja

y recibe la luz y el brillo que están a su vez en la red fluyendo constantemente como sistema nervioso y sistema circulatorio del Universo a nivel energético. Es desde nuestra vivencia y aura que proyectamos hacia afuera lo que sentimos y pensamos. Si hay guerra, envidia, invasión afuera es porque también están adentro y allí todos tenemos que hacer nuestro trabajo interior. Encontrar paz interior y sostenerla por un tiempo no sólo nos influye personalmente sino también al medio ambiente donde vivimos y trabajamos. No es pasividad. Es una respuesta no violenta y espiritual. En nuestro caso el terreno es el lienzo sobre el cual pintamos nuestra visión y nuestros cambios. Hemos tenido una etapa de caña brava y construcciones con ella de bancas, puentes, pisos y paredes, cercos y pasadizos. Luego nos abrimos más hacia adentro y entramos en la etapa de la construcción de las acequias para dirigir el agua de las lluvias torrenciales. Se secan y se limpian en época de verano. Dejamos crecer todo sin tocarlo por varios meses y de allí abrimos caminos de nuevo, podamos árboles, escribimos en la tierra nuestros nombres, “Mano” en la puerta hacia afuera y “Bea” frente a la maloca que es corazón y centro comunal. Des-construimos a medias una casa y construimos a medias otra nueva. Todo está en un proceso natural de evolución. Nuestra música de quena, tambor, zampoña y voces nos acompaña como lubricante para la maquinaria funcional. Tú puedes crear una arcana de paz, para ti y para las 10,000 otras personas en el mundo que se sienten iguales que tú. Lo que haces por ti haces por ellos también en un nivel trascendental. Reúnete en tu casa con la familia y las amistades y practiquen juntos estar en silencio, básicamente explorando diferentes formas de llegar a este lugar dentro de cada uno donde se siente un núcleo de paz y bienestar, sin esfuerzo, donde todo fluye naturalmente, y la calma es profunda y confiada. Usa dinámicas sensoriales e intuitivas para practicar con los otros en la comunidad. Date un tiempo para silenciosa reflexión y a finales sintetiza la experiencia de forma telegráfica. Enfatizamos la sensación corporal interior, la imaginación consciente, y el silencio compartido como generadores de un estado de paz interior que es sostenible. Requiere práctica.

Y de vez en cuando haz una evaluación de los cambios y los aprendizajes en una conversación grupal sobre los temas. Qué es lo realmente importante para ti en este proceso?

Qué es lo que realmente puedes hacer con esta experiencia en este grupo?

Aprendan a escucharse profundamente como ser partes de una sola conversación, donde todas las voces hablan por partes similares dentro de ti. Sin juicios, sin críticas pero sí, con abierta curiosidad. Al actuar sobre esto seremos parte de esa raíz cuadrada de 1% de la población que puede sentir paz interior en medio de este proceso de transformación global que vamos sintiendo todos, con cada vez más presencia y fuerza, como una nueva posibilidad, un nuevo comienzo de ciclo vital para la humanidad y la Tierra. Nuestra grandeza se desarrolla al asumir el reto de ser canales conscientes para que estos cambios ocurran en nuestras vidas ahora.

O P

R E guiendo al C U

espués de aprender cómo escuchar a nuestros cuerpos a través de exploraciones estructuradas, después de distinguir con claridad cómo nos apuramos o resistimos, cómo entramos en una zona de calma donde podemos sentirnos hacia adentro y estar más conscientes de nuestras sensaciones corporales interiores, nuestra respiración, nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, entramos en la libre exploración. En medio de todo esto buscamos la zona de nuestra casa interior enaltecida, generalmente por la zona del corazón. Nos planteamos un reto de buscar tres movimientos diferentes en tres posturas diferentes y trabajar a detalle con cada movimiento hasta que sea fluido, libre y donde la respiración y el movimiento son uno. Luego los juntamos como una danza. Pulimos el movimiento, observando lo que vamos moviendo hacia afuera hasta llegar a lo que se siente como una clausura natural del movimiento. Descansamos en la paz sentida después, llenando todos nuestros órganos y células con esa sensación. Luego mandamos la sensación de esa paz al lugar, a la propiedad, a los vecinos, al mundo. Estamos impulsados a escribir, dibujar, cantar, etc., después en nuestro tiempo libre como práctica y no en la ceremonia en sí.

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Llamamos a los encuentros cotidianos “ceremonias” por su intención de ser un lugar de limpieza y sanación con nuestros propios recursos personales. Un día podemos estar muy energéticos y necesitar algo de calma para un equilibrio y otros días estamos con letargo y necesitamos conectarnos con nuestro propio fuego interior y aumentar nuestra energía para un equilibrio. A veces comenzamos con un solo movimiento repetido 25 a 30 veces con consciencia y otras veces dejamos que el cuerpo nos lleve por lo que necesita. A veces es estiramiento, a veces es una danza, a veces es lento, a veces es jugar con los niños o los perros o la patita, Mili. Con incrementada sensibilidad comenzamos a sentir los matices y las conexiones entre el movimiento y el resto del cuerpo, entre el movimiento y nuestras vidas. Poco a poco llegamos a sentir paz, tranquilidad, espacio y una sonrisa interior de bienestar. El descanso entre movimientos sirve para esto.

Se busca un equilibrio entre el hacer algo y el simplemente ser. Se busca una incrementada capacidad de mantenernos presentes en la experiencia directa del movimiento, sin pensamientos, historias o emociones, simplemente sentir lo que hacemos y cómo. El cuerpo es auto-regulatorio pero necesita paciencia y tiempo para poder lograrlo. Para los apurados seguir al cuerpo y no la razón les asusta. Entonces su trabajo es sentir el susto, explorar su mundo y luego hacer el movimiento con susto, sin susto y observar la diferencia. Algunos de repente sienten mucha rabia o tristeza al descubrir los resultados de su trato cotidiano consigo mismos en su forma de realizar los movimientos y las imágenes que surgen. Aprender a ver esto en nosotros desde nuestro observador interior imparcial que no toma partido y sólo nos acompaña, con amor diría yo, es un gran reto para salir de las historias creadas por el ego. Cuando por fin aprendemos a seguir a nuestro cuerpo y tratarlo con respeto, amor y buen cuidado, nos sentiremos mejor y vamos a querer explorar más. Allí es otro aprendizaje. En vez de ser consumista voraz de Nuestra Naturaleza Esencial sugiero que aprendas bien el movimiento básico con el cual trabajas y que lo dejes instruirte sobre velocidades, límites, respiración como apoyo, trayectoria, resonancias intra-corporales, la estructura, conexiones musculares, el poder de la imaginación y la creatividad de la integración. El movimiento forma parte de una secuencia y la secuencia te lleva a la libertad de explorar partes afectadas del cuerpo, las transiciones entre movimientos, hasta que sea un solo movimiento fluido. A través del cuerpo físico también influimos energéticamente sobre el cuerpo mental y lo que pensamos, evaluamos, juzgamos o criticamos de nuestra acción y presencia. El cuerpo emocional se expande y expresiones reprimidas o guardadas comienzan a salir con episodios emocionales que nos perturban suficientemente para examinarlos y ver más de cerca, indagando sobre los pensamientos que ayudan a producir esta respuesta emocional. Hacemos el salto del cerebro racional al corazón intuitivo y nos ponemos en contacto con el milagro complejo y misterioso de nuestra existencia.

En grupo descubrimos que tenemos elementos en común y hacemos modificaciones conscientes para mejorar nuestro funcionamiento y sentirnos uno hacia adentro y practicarlo hacia afuera. Hay días cuando nos sentimos más cansados y otros días espíricos. En vez de tratar de que todos los días sean iguales, escuchamos con atención a nuestros cuerpos y descansamos cuando necesitamos hacerlo porque se está auto-regulando y curando en estos momentos para luego tener más energía, claridad y liviandad de espíritu. Esto nos lleva al cuerpo espiritual que está más elevado, más invisible, más sutil como la intuición, como la ráfaga de una brisa en un día caluroso sin lluvias ni vientos. Esa chispa apenas perceptible nos guía, nos cuida, nos enseña si aprendemos a seguirla con fe en nosotros mismos y los recursos que tenemos. Es como que el reto que nos llega desde el universo es para practicar la maestría de lo que hemos venido aprendiendo. Te caes, tuerces algo, te golpeas, te accidentas o te enfermas, y allí está tu oportunidad de practicar aquí y ahora en vivo y directo, la experiencia directa y real. El cuerpo se eriza, se cierra para protegerse, se defiende o huye. O suelta el control, se suaviza, se abre en receptividad y siente lo que siente, confiando en que las energías que le atraviesen van a dejar huella como tallándonos, enseñándonos lo que hemos ayudado a crear en nuestras vidas con nuestros pensamientos, creencias y acciones. Leí en algún sitio que somos seres espirituales de amor que en esta atmósfera tenemos el vehículo sagrado con el cual realizar nuestra labor-nuestro cuerpo vivo. Somos partes de varios cuerpos colectivos y nuestra presencia o ausencia física afecta a todo el organismo. Si participamos activamente con consciencia desde nuestra autenticidad vivimos para mantener sano y funcional, luminoso y creativo, al organismo más grande-la familia, la clase, el trabajo, la comunidad, las amistades. Nosotros somos el cuerpo, la educación, el banco, la religión, la política, la psicología, el medio ambiente, con nosotros mismos y con la comunidad. Seguir al cuerpo no es ser pasivo como un pedazo de carne muerta. Es vibrar con energía vital, es moverse, es alimentarse y es la eliminación de deshechos, es asearse y descansar. Cada aspecto es un mundo por explorar con consciencia, fascinación y agradecimiento.

Por qué no nos damos tiempo para hacerlo cuando casi todos nos sentimos mejores después?

Dónde aprendemos a tener miedo de vivir libres y saludables en armonía con nuestro entorno interior y exterior?

Una puerta real para todo esto es empezar con o seguir al cuerpo y tu experiencia en estos momentos. Cómo estás leyendo o escuchando esto? Qué respuestas te da tu cuerpo?

observando nuestros

ientos

de forma 34

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ocos prestamos atención a lo que vamos pensando. Quizás una enfermedad, un accidente, o un cambio que resistimos nos despierta a darnos cuenta de lo que vamos pensando. Y pocos nos damos cuenta que surge una emoción y clima alrededor de lo que pensamos, especialmente con las críticas, los juicios, las opiniones, las fantasías, las actitudes y las afinaciones del corazón abierto o cerrado. Y además de esto, pocos nos damos cuenta de cómo creemos que nuestros pensamientos acerca de nosotros mismos, otros, el pasado, el futuro son la verdad. Pero … son historias creadas alrededor de los eventos de nuestras vidas y en vez de quedarnos con los hechos de la experiencia directa creamos historias y jugamos a ser especiales como víctimas o superiores.

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En medio de las amenazas de invasión, casi constantes, reaccionamos de diversas formas. Miedo y luego seguridad de ganar, frustración y rabia, acompañados y sofocados, tristeza y confusión, alegría y amargura nos acompañaron en oleajes continuos. Nos sentíamos sacudidos de un lado a otro y el recuerdo eje ha sido una segunda invasión violenta al fondo de la propiedad donde ya habían comenzado a medir lotes al haber cortado el alambre. Hubo que confrontarlos con machete, la ley y constante vigilancia. Son ellos quienes cortaron un solitario árbol alto del cual colgaban muchos nidos de paucares. Seguían resentidos, con ganas de revancha por parte de su presidente ambicioso que tiene ganas de pavimentar la selva. Cómo reaccionar? Conversamos bastante y evaluamos con cuidado nuestra situación. Qué estamos sintiendo y pensando? “El enemigo está afuera. Quiere quitarnos nuestro sueño hecho realidad. Somos pocos con pocos recursos económicos. No somos parte de la red política corrompida en busca de votos y dinero. La gente que invade es delincuencial y poco les importan las leyes. Invaden, venden, se escapan. Invaden para robar. La familia quiere invadirnos. Los amigos llegan y no se van. Se instalan. No aguanto más. Me voy. No quiero irme. Me quedo.” Son frases frecuentes de esos meses y años de tensión.

En ese entonces leí a Byron Katie a quien admiro y respeto mucho. Nos proveyó de una herramienta valiosa que se llama “El Trabajo” y consiste en examinar nuestros pensamientos con cuatro preguntas básicas. Es verdad? Estás absolutamente seguro sin ninguna duda que es verdad?

Cómo te sientes cuando tienes ese pensamiento? Quién serías sin ese pensamiento?

Ahora voltea el pensamiento al revés. Por ejemplo, si yo me digo a mí mismo, “Él no debe engañarnos.” Es verdad? “Sí” o “no” es la respuesta y no matices. Supongamos que tu respuesta es “sí.” Estás absolutamente seguro sin ninguna duda que él no debe engañarnos? “No.” Cómo te sientes con ese pensamiento? Me siento ofendido, denigrado, y manipulado. Me produce rabia, tristeza por la desconfianza, y miedo de perder algo que me es vital. Y sin ese pensamiento? “Estaría más tranquilo.” Ahora a voltear el pensamiento con dos ejemplos. “Él debe engañarnos.” Nos mantiene en alerta. Nos fuerza a prestar más atención al mensaje y de dónde viene. Nos mueve a confiar más en nuestra propia intuición y conexión con el medio ambiente. Otro volteo sería, “Yo no debo engañarlos.” Esto es más grueso. Me hace preguntarme cómo les estoy engañando. Diciendo que no tengo miedo cuando en realidad tengo terror de la violencia física descontrolada de grupos de exaltados. Actuando con calma cuando adentro soy un volcán listo para explosionar. El tercer volteo es clave. Qué estamos diciendo a nosotros mismos que proyectamos afuera? “No debo engañarme a mí mismo.” Quid del asunto. No soy shipibo de origen. No soy joven ya con la necesidad de conquistar un espacio en el mundo. No sé cómo funcionar bien en esta cultura selvática todavía. Son ejemplos para ilustrar el procedimiento. El trabajo, entonces, especialmente en conflictos relacionales, vuelve a caer en uno mismo.

Pasamos muchas semanas evaluando lo que pensamos, haciendo trabajo interior y aprendiendo a abrir el corazón a los eventos desde la vulnerabilidad y la quietud. Comenzamos a darnos cuenta que creábamos un aura de calma y apertura que invadía todas las tareas cotidianas y nuestras ceremonias y conversaciones. También comenzamos a sentir con más claridad y contundencia a las auras agitadas de quienes vinieron a visitarnos e invadirnos con sus miedos, su negatividad, sus rumores y sus opiniones. Decían muchas cosas sobre nosotros y cuando nos chocaba, tuvimos que ir adentro y hacer trabajo con nosotros mismos. Esto nos llevó a buscar espacios de meditación, silencio y mantener el corazón abierto como parte de nuestra práctica cotidiana. No somos expertos en esto. Recién comenzamos. Pero tener consciencia de lo que nos estamos diciendo con nuestros pensamientos y evaluarlos, cuestionarlos es una herramienta poderosa que nos ha ayudado y empujado a la práctica de estar presentes sin historias, sin emociones y pensamientos distrayentes y vivir la experiencia directa. Es un reto mayor, una oportunidad de corregir errores y evolucionar de forma natural, paso a paso, día a día, es un tipo de entrenamiento en las frecuencias más elevadas.

La nueva micro-biología, alimentada de la física cuántica, dice que lo que pensamos y sentimos acerca de nosotros mismos y nuestro medio ambiente afecta a las células de forma directa y que lo que manifestamos en nuestras vidas tiene que ver con nuestras creencias y nuestras emociones que pueden ser cambiadas y mejoradas. Creamos nuestra visión de la vida y nuestra forma de vivirla. Diez personas pueden compartir un espacio y va a haber 10 realidades diferentes entremezclándose energéticamente. Me da escalofríos pensar qué pasaría si las organizaciones, los gobiernos, los medios masivos comenzaran a cuestionar sus pensamientos y formas de hacer las cosas. Esta herramienta nos ha ayudado a movernos hacia la paz interior.

con la

conectándonos físicacotidiana 40

a c i t n á cu

s fascinante y cada vez más presente la física cuántica aplicada a la vida cotidiana. Representa un cambio de paradigma, una nueva cosmovisión. La mayoría de nosotros ha sido entrenada y acondicionada en el paradigma anterior, que se va agrietando y desmoronándose haciendo espacio para permitir surgir y crear una visión más actualizada de lo que comprendemos ahora acerca del funcionamiento del universo.

Recientemente he leído un libro que se llama QUANTUMTHINK por Dianne Collins. Aquí quiero esbozar algunos de sus parámetros centrales. Lo leímos con Jaguar en medio del proceso que vivimos y nos sirvió mucho para colocar los eventos en una nueva perspectiva al vivenciarlos. Comencemos.

Somos holísticos y holográficos. Somos una unidad de 6 trillones de células que funcionan juntas en nuestra estructura y funcionamiento corporal. A la vez como especie humana somos básicamente iguales en nuestra esencia y construcción. Estamos unidos por una consciencia y una energía colectivas. Llevamos en cada célula las impresiones y los aprendizajes de nuestros diversos linajes ancestrales. Somos un holograma del universo. Es decir, contenemos todo lo infinito en nosotros con sus historias y evoluciones. Somos más profundos y más grandes de lo que podríamos imaginar. Un holograma es una pieza perfecta que representa la totalidad. Son idénticas, una pieza inmensa y una pieza chica. Lo fascinante de un holograma es que si nosotros cambiamos cualquier aspecto de nuestra vida y respuestas, afecta a todo el holograma como una gran red invisible. Si cambiamos “enemigo” en “vecino”, automáticamente algo profundo ocurre a nivel espiritual, mental y emocional, invitando a una nueva respuesta. La realidad vivida está creada por el observador. Lo que ves es lo que tienes. Si aprecias lo que tienes, viene más de lo mismo. Lo que recibes es lo que quieres o has atraído para aprender alguna lección existencial importante. Podemos crear nuestra realidad nosotros al visualizarla, sentirla ya funcionando en otra realidad que está llegando a través de nuestras acciones y actitudes. El uni-

verso está hecho de infinitas posibilidades y generalmente escogemos unas cuántas y eliminamos el resto. Pero esta premisa nos dice que no hay una sola forma ni creencia ni imagen que sea la única válida. Nos abre a aceptar otros puntos de vista sin ponernos defensivos. Nos reta a probar más de una posibilidad si una no funciona. Nos ofrece el desafío de construir nuestra propia realidad desde nuestra manera de vivirla, nombrarla, sentirla, visualizarla. Las personas detractoras nos dijeron que perdíamos plata, que éramos locos, que ya no había propiedades grandes y que nos faltaban más casas y calles por acá. Nos llamaron pelacaras, terroristas, drogadictos, subversivos. Seguimos con nuestra visión y labor como una nueva posibilidad y todavía estamos en el proceso y más abiertos. Otro principio básico es que para conseguir maestría en algo hay que practicar en la vida cotidiana. Cuando se nos presentan grandes retos en la vida es una oportunidad de practicar la maestría con las herramientas que vamos aprendiendo. Es imperfecto y torpe a comienzos pero con la práctica se pule y nos sorprendemos con los cambios naturales que ocurren a nivel consciente. Permitir lo que ocurre en tu realidad implica soltar el control, el miedo, la rabia y el apego. Al permitir ocurrir lo que ocurre sin resistirlo, eligiendo lo que te ha elegido a ti, tienes mucha más energía disponible para ser creativo y sensible en tus respuestas. Ya no tienes que cargar el peso de la resistencia, tus historias y emociones densas. Ayuda a confiar en el tiempo de la Naturaleza y no apurar el resultado pero sí estar despierto y presente en el proceso. Estar en una sola conversación significa que cada voz, cada expresión del otro refleja algo que has vivido o experimentado en esta vida u otra. Cada voz es parte del conjunto. Ninguna es la única correcta. Y al sentirnos presentes en una sola conversación nos conectamos con una energía que une las diferencias en un espíritu y una energía constantemente cambiantes como un ser vivo que da y recibe en la pulsación vital del universo. Hay diferencias pero al expresarlas, escucharlas y sentirlas, algo se resuelve y se profundiza de forma invisible.

Aprendemos a veces a tener la perspectiva de incluir todas las perspectivas. Esto nos amplía y nos abre. Y nos enriquece porque nos permite escuchar las voces de otras posibilidades que no hemos investigado o desarrollado. Cambiamos de la mentalidad del paradigma anterior de y/o y adoptamos el nuevo paradigma ambos/y. Cuando nos dividimos nuestra creatividad y productividad disminuyen pero si actuamos desde la perspectiva de ambos/y significa que aceptamos diferentes posiciones, posturas y buscamos una solución creativa y algo más que funciona para lo mejor para todos. Y de allí escuchamos el mensaje a través de los mensajeros, y los consideramos como una posibilidad más. No matamos al mensajero. Es canal de una voz que necesitamos escuchar.

Vivimos en un universo multidimensional y como parte de estos universos paralelos somos también multidimensionales. El ser multidimensional no es de cartón. Vive y vibra con vida y energía vital creativa. Y la buena noticia es que todos tenemos la posibilidad de evolucionar hacia ese ser humano posible, con sus cualidades más enaltecidas, que está presente en nosotros por desarrollar. Poder centrarnos en quietud y volver al centro cuando tambaleamos es una herramienta básica. Somos canales por los cuales el universo se expresa y se conoce en esta vida. Poder centrarnos y sentirnos en medio del movimiento de nuestras vidas como participantes y observadores nos permite aprender a confiar más en nosotros mismos, en el proceso que vivimos, en la vida y en el universo imparcial que nos quiere y nos cuida porque nos hizo. Como dijo Byron Katie, su religión y su Dios es la realidad abundante y generosa de cada día donde tenemos la libertad de vivir y construir desde nuestro centro. Collins habla del Arte de Distinguir como herramienta esencial. Distinguir no es un juicio ni comparación. Es una sensibilidad de poder sentir si algo nos abre o nos cierra, si se siente bien o se siente no bien, si algo te toca el corazón o no, las diferencias entre la intuición y el ego, etc. Diferen-

ciar cómo vivimos nuestras vidas para complacer o satisfacer a otros, nuestras familias, nuestras parejas y sentirnos, quizás, inauténticos versus vivir nuestra propia vida a nuestra propia manera con paz, calma, seguridad y autodisciplina. Todos somos únicos y originales. Permitirnos ser libres, cambiantes y en flujo quita límites de tiempo y espacio como están entendidos en el antiguo paradigma. Somos partículas cuánticas flotando y moviendo en vastos espacios, a la vez estamos instantáneamente conectados a nivel energético. Un misterio que se va revelando paso a paso, la atemporalidad y el espacio no local son parte de nuestra consciencia elevada y podemos afectar a nuestro medioambiente desde nuestras cavilaciones y acciones. Somos co-creadores de esta realidad que compartimos. Bueno, Collins habla de muchas otras cosas y de forma elaborada. Esta información nos ayudó a tomar la decisión de mandar desde aquí adentro hacia afuera otro tipo de mensaje, otro tipo de respuesta, otro tipo de fe en las plantas y la Naturaleza a través de la amabilidad, establecer claros límites con los visitantes, tocar música, sembrar plantas poderosas en los cuatro rincones, tener un edificio o banca en cada esquina, dar vueltas al terreno y mandar hacia afuera amor, protección, serenidad y paz. De nosotros tiene que salir el cambio que queremos lograr. Requiere coraje, visión, fuerza y una actitud de jugar y experimentar. La física cuántica nos da una nueva forma de pensar en nosotros mismos como parte de la Naturaleza y parte del globo Tierra y no como dueños de ella. Hay fuerzas poderosas que nos están moviendo a todos hacia una gran transformación y no sólo un cambio de códigos. Participamos activamente y ayudamos a crear el mundo soñado de cooperación, relaciones amables, comunicación profunda y abierta y un sentido de cuidarnos mutuamente por ser primos hermanos. Con consciencia procuramos no pelear para ser el más poderoso o rico a costa de nuestras almas, con el propósito de ser mensajeros de amor en el plano tierra. Podemos esperar para que otros hagan el trabajo y nos adaptamos pasivamente a las circunstancias o cada uno de nosotros comienza ahora a hacer los cambios conscientes en nuestras vidas actuales. Escoge.

atar

ecer

e serví una taza de té, vi que el sol se estaba poniendo con un cielo rosado-anaranjado precioso. Decidí ir a la banca de la cocha bastante seca con una patina de musgo encima del agua retrocedida. Los cinco perros me siguieron y era de lo más divertido. Hoy se correteaban y hacían la lucha libre en las hierbas altas. Abrían caminos hacia el otro lado de la cocha y Machito como el más grande abría caminos y los otros le seguían o iba a solas. Panchito cavaba en el barro de la orilla buscando algo para comer. Tomaba agua del lugar. Luchito en un frenesí por correr de la persecución de sus hermanos se lanzó al agua, se sorprendió y volvió a la orilla para retumbarse en hojas secas y la hierba alta. Y así, secarse. Comencé a pensar en la abuela y sus nietos. Como les quiere, si ellos le hablan directamente, les escuchará porque ella necesita de su amor y presencia.

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En eso vienen los chicos que han ido a la vetada casa de su abuela y esperan un castigo de sus padres, medio escondiéndose. Les saludo y les pregunto, “Dónde estuvieron en la hora del almuerzo?” “Donde la tía.” “Cuál de ellas?” Y me dicen. Y me preguntan “Cómo estás?” Les digo,” Estuve pensando que si yo fuera nieto de su abuela le diría: Abuela, te quiero mucho y me encanta cuando me cuentas historias bonitas de mi papá. Amo a mi papá. Pero quiero salir corriendo cuando comienzas a hablar pestes de él.” Se quedan mudos. La niña saca su cuaderno y me muestra que sacó 20 hoy y habla del colegio. El niño observa a los perros y se recuesta en mi hombro, acariciando a Luchito que come madera podrida de la banca. Le sugerí a la niña guardar el cuaderno, cerrar la mochila y escuchar. “Vamos a ver cuántos sonidos diferentes hay.” Hay silencio por un largo rato y luego le pregunto a cada uno lo que ha escuchado y van observando y nombrando. Luego vemos cuáles sonidos nos tocan en el cuerpo y dónde. Prestamos atención a las chicharras y su vibración. “Todo esto es un regalo de la vida, de Dios,” digo. “Poder escuchar todo esto no se puede hacer en la ciudad. Es un privilegio tener este tesoro. Es un concierto si lo escuchamos todo junto.” Escuchan largo rato, agradezco su compañía y vuelvo a casa cuando ya se está oscureciendo. Ha sido un momento especial de mi día hoy.

m con

et di

s a t

plan

Nuestra arcana de paz ha sido fortalecida y alimentada por la dieta con plantas de amor, como preparados con ficus y cola de coto. Hay muchas otras. Es una dieta de un año. En ese año surgen incidentes, eventos mayores, cambios de ánimo y encuentros con otras personas y con todo tipo de dinámica. Dietar no sólo es prestar cuidadosa atención a lo que comemos. Ha sido una práctica cotidiana con pruebas fuertes de responder a todo lo que se nos presenta en la vida con una actitud básica de amor por nosotros mismos y para con otros. Caemos y nos levantamos, más rápidamente ya. Nos desafían desde la comunidad pero respondemos con una sensata mezcla de cumplir con las normas legales exigidas por los gobiernos locales y a la vez mantenemos nuestra libertad de acción dentro del jardín. En un mundo sumido en el miedo, la paranoia y la defensividad, tener una respuesta amorosa en medio de los encuentros y los conflictos de intereses, nos ha pulido, nos ha tallado. Hay amor suave y receptivo y hay amor duro y exigente.

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Primero tuvimos que calar hondo dentro de nosotros mismos para detectar áreas en nuestras vidas donde no nos tratamos con amor a nosotros mismos. Criticamos, juzgamos, nos sentimos fallidos e imperfectos, y nos exigimos al punto de maltratarnos o somos tan blandos y receptivos que a veces no vemos las señales de peligro, cautela, animosidad frente a nuestros ojos. Pero si hemos hecho nuestro trabajo físico bien, podemos sentir el aura energética y la presencia de otros. A veces tenemos que preguntarnos dónde está el amor en esta relación con nosotros mismos y con otros. La dieta es una disciplina mental, emocional y espiritual diaria. Usando nuestras propias formas de expresarnos, podemos mandar amor hacia afuera a los seres sintientes que nos rodean y acompañan. Podemos alimentar al lobo de amor o al lobo de odio y violencia. Cuál ganará? Aquél que alimentamos. Amarnos también implica poder perdonarnos, perdonar nuestras exageraciones, nuestros desvíos, nuestras sombras y nuestros errores. Saber que estamos acá para aprender las lecciones que las situaciones más retadoras nos ofrecen es una forma de amarnos y aceptar lo

que viene como un regalo divino, disfrazado de mil formas. Tuvimos que abrir nuestro corazón y tener fe por no haberlo experimentado de esta manera antes. Era una afinación del corazón para dejarlo más abierto y vulnerable y trasmutar lo que nos llegaba como prueba para explorar cómo responder desde el corazón y el amor y no reaccionar desde las emociones fuertes. Nos ha costado y sigue costando. La dieta de amor nos entrena en una actitud básica que contrarresta, suaviza y a veces anula el miedo y la rabia. Algo que ayuda mucho es poder decir “Gracias” a todo. La palabra “Gracias” expresa la apertura y la permeabilidad que ofrece si es expresada desde el corazón, sintiéndola. Es muy curativa y todas nuestras células vibran a una frecuencia más alta. A veces tomar 5 minutos para decir con autenticidad sólo “Gracias” con la inspiración y “Gracias” con la espiración nos ayuda a cambiar de canal y entrar en una paz interior más expansiva. Generalmente criticamos y juzgamos a las personas que empujan nuestros botones y nos provocan para reaccionar desde las emociones más densas. Si podemos recordar amarlos y agradecerlos como primos hermanos, espejos, vecinos, mensajeros, presentándonos en vivo y directo la situación para aplicar lo que vamos aprendiendo, podemos influir en el aura compartida. Mandamos amor y paz a la tierra y el cielo, a los árboles y las plantas medicinales, a los animales, al agua, al verdor, los edificios, los caminos y el cerco. Mandamos amor y paz a cada uno de la comunidad interior, a familiares, a amistades, a la comunidad que nos rodea. Si no lo sentimos a todo esto como totalmente auténtico, podemos fingir como si estuviéramos sintiéndolo y así se instalará cada vez más como una respuesta posible. Yo tuve que aprender a abrirme con amor después de una separación violenta de quienes antes eran aliados y últimamente han sido detractores y depredadores. La práctica de tratarme bien significaba no ponerme en el rol de víctima maltratado. Más bien tuve que sentirme y estar agradecido por este abrupto detenimiento y despertar. Era un regalo que me devolvía a mí mismo y mi

participación en los sucesos que llevaron a esta separación. Tuve que reconocer las manifestaciones amorosas de otros y no sólo convertirles en enemigos. Me ofreció la vida un tiempo abierto sin piso ni dirección y me devolvió a mi propio corazón y necesidad de no sólo cuidarme más amorosamente, sino también de perdonarnos a todos y sentir compasión y comprensión, dentro de mis habilidades, de otros puntos de vista y entender sus orígenes.

El éxito y la efectividad de la arcana de paz hacia la comunidad resultaron en 7 meses de paz y tranquilidad. En el octavo mes de la dieta comenzaron las contracciones de un parto inminente y en el noveno mes llegó una gran prueba de parir la responsabilidad de una nueva visión de quiénes somos y que pretendemos algo que otros todavía no comprenden. Es curioso. Correspondía con el nacimiento de una niña llamada Olor de Primavera en shipibo. El amor por la tierra y este sueño de vivir con la Naturaleza con armonía, paz y amor nos retó. En la separación tuvimos que mantener el corazón abierto y conectado, tuvimos que actuar y redefinir cómo vamos a estar en este lugar para con la comunidad más grande. El amor genera más amor y lo vemos en las épocas de cosecha con frutales de excesiva abundancia, el cambio de tónica en nuestros encuentros y conversaciones, el aura que proyectamos hacia afuera desde adentro. Dedicar un año a reflexionar sobre y practicar el amor y la paz en nuestras relaciones y actos ha sido la dieta más rigurosa que hemos asumido hasta la fecha. Pero mirando atrás, ha sido también la dieta que nos ha hecho ir más allá de nuestra zona de comodidad, tener valentía, y practicar silenciosa y verbalmente esta actitud de amor y reflexión. Una costumbre acá que me encanta es después de comer cada uno dice gracias a todos, uno por uno. Es un gracias amoroso que va mucho más allá de haber compartido una comida! Esta dieta no ha terminado aún para nosotros y este escrito es mi regalo a las plantas de amor en agradecimiento por la riqueza, a veces incómoda, de esta vivencia. Y gracias a ti, querido/a lector/a, por tu interés en leer esto.

los como

animales

maestros

y mensajeros 56

iempre cuando iba a visitar a una hermana en el campo en los Estados Unidos jugaba y acariciaba a sus perros. Eran mis terapeutas y me curaron de una forma misteriosa y canina. Pero nunca había asumido la responsabilidad de un perro hasta el séptimo mes de una dieta con plantas de amor como piripiri, noi rao, nemen, shawannoirao, chonon noirao, etc. Me llegó Machito en shipibo o Machete en español. Era un cachorro de tres meses, una mezcla de pastor alemán y otro. Nos miramos y hubo una inmediata conexión y en un instante lo asumí como mi perro para con la comunidad. Lo dejé por tres meses cuando ya habíamos establecido una rutina y una conexión y me rompió el corazón dejarlo. Pero lo dejaba en manos de la familia que lo querían y cuidaban bastante. Por mientras, Avencia parió 7 cachorritos en su primera camada. Luego se fueron 4 y quedaron tres, Abelito Linares, Luchito de Águila, y Panchito Fierro. Regresé de viaje y de repente me encontré con una manada de tres cachorritos de 3 meses, hijos de Avencia y Machito actuaba como papá por ser más grande aunque sólo tenga 6 meses. Es una responsabilidad de darles de comer aunque también comen por la cocina sus sopas y huesos. También asegurar que tengan agua para tomar, claras reglas de dónde dormir en la noche (al principio alrededor de mi mosquitero conmigo adentro y ellos afuera y ahora en el primer piso mientras yo duermo en el segundo). De vez en cuando les bañamos en la cocha y los llevamos al veterinario si es esencial.

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Mucho se ha escrito sobre los perros pero me ha gustado más el trabajo de César Millán, “El Susurrador de Perros”, que informa sobre su psicología y sus naturales formas de asociarse. En la mañana temprano salimos en fila a caminar y jugar por los caminos. El primer principio de César es bastante ejercicio. Para ellos y para mí. Luego a comer y acariciarlos. Se ponen espíricos y juegan entre sí como si estuvieran peleando. Están entrenándose para su adultez. Son perros de campo y sufren la plaga de las pulgas. No sólo les bañamos con champú anti-pulga, también les frotamos con talco anti-pulga una vez a la semana y ponemos gotas de aceite de esencia de limón o eucalipto en lugares estratégicos en sus cuerpos. Y de vez en cuando les pongo perfume de eucalipto que hemos hecho para ahuyentar a las pulgas y todo esto parece funcionar a medias. En la mañana

descansan, juegan, entran y salen de la casa. A media mañana otra caminata y merienda. Después del almuerzo descansamos y a la hora del atardecer vamos a dar un paseo por el perímetro de una casa en un rincón lejano y ellos juegan y descansan allí en la brisa que sube por la colina y refresca el lugar. Es una rutina. Yo, como jefe humano de la manada, insisto en que me sigan y que no me adelanten mucho. Hay días y hay días. El nuevo fenómeno para mí es andar perseguido por 3 a 5 perros por donde vaya, incluso al baño. Nos cuidamos mutuamente. Ladran a quienes entran en la propiedad, protegen la casa, y me protegen a mí. Es una relación sana de ejercicio, comida, afecto, descanso. En la tarde o a veces en la noche, Jaguar toca la quena y cuando llega a ciertas notas altas, Machito, como cantante principal, comienza a cantar aullando y luego los tres cachorros entran como coro y a veces Avencia también. Es un canto real entre la quena y las voces caninas. No lo creía cuando recién llegué pero se ha repetido muchas veces y sus voces suenan fuertes en el barrio como canto de perros! Siempre nos produce una sonrisa y alegría para todos. Siempre tienen hambre de comida y de afecto. Cada chico tiene un trato especial con cada perro y los adultos también. Son parte de la familia y la comunidad. Y nos ayudan bastante con su presencia, sus ladridos y su inteligencia. La mujer de Jaguar instruyó a Machito avisarle en la cocina si la niñita que había dejado en la hamaca de mi casa se despertaba y lloraba. Machito a los 10 minutos más o menos fue a la cocina ladrando y ella regresó a investigar y precisamente la bebita se había despertado! Avencia y Machito corrigen a los cachorros. Viven en el presente y la actitud básica del líder de la manada, según Millán, es asertiva calma porque pueden leer nuestra energía y aura. No molestarse, no pegar, sino usar la voz, la mirada y las reglas para crear una manada sumisa y calmada. Más fácil escribirlo que hacerlo! Veo a los hijos de Jaguar y son inevitables las comparaciones de 5 niños juntos con 5 perros juntos. Juegan, se interrelacionan, exploran su territorio, cazan nuevas experiencias, comen, descansan, juegan, etc. Les seguimos como maestros por lo que nos van enseñando.

Para mí personalmente ha representado un compromiso mayor con el lugar y la vida natural acá. He tenido que acostumbrarme a estar acompañado día y noche, y es un cambio de un estilo que antes era más bien solitario para hacer mis cosas. Ahora hay una integración, van de la mano, arte y compañía. Me han enseñado a relajarme y tomar tiempo para relacionarme con cada uno. Abel es el primogénito y algo intrépido, réplica de su madre en la coloración y el macho alfa entre los hermanos. Panchito estuvo traumado por la separación de su hermana gemela y tenía miedo de todo. Le acariciamos, le hablamos, nos acompañó en las hamacas y poco a poco se socializó y ahora es algo ansioso cuando me aparto y me sigue hasta en la noche pero va curando su trauma de separación. Luchito fue el último en nacer y es dormilón, tragón y a la vez es curioso y se mete en todo convirtiéndose en travieso. Avencia es la madre y la buscan y ella los lame o gruñe. Entre ella y Machito hay un juego más fuerte que tumba a los chiquitos y que es juego de amistad y a la vez una danza erótica. Sus olfatos y sus oídos refinados perciben cosas que no podemos discernir y terminan siendo excelentes cuidadores del terreno.

Me mantienen activo y en relación. De repente los otros animales comienzan a interesarme de otra manera y veo patrones similares. El mensaje de ser responsable, de ser líder de la manada canina 24/7 y de practicar la calma asertiva me está permitiendo desarrollar aspectos guardados. Antes tenía miedo de la sarna de los perros y las picaduras de pulgas que me enfermaron un año de muda de piel. Ahora con las puertas abiertas y el trato diario con pulgas y otras cosas, me río del cambio producido. Vivo más relajado y naturalmente con ellos. Jaguar, que tiene experiencia con sus 5 hijos, sólo se ríe de mi recién asumida “paternidad” con los perros, algo totalmente inesperado, y un gran regalo del universo por el cual estoy muy agradecido. Los tratamos como seres sensibles y sensatos. Seguimos su maestría.

curรกndonos desde

estar

presentes 62

s chocante descubrir cuánto NO estamos presentes. Estamos surfeando a través de nuestras historias, nuestros sentimientos y nuestro discurso interior, creyendo que es la realidad. Todos los sabios de casi todas las culturas enseñan que el estar presente directamente en la vida, sin un discurso interior y emocionalmente imparcial es un arte enaltecido que lleva a la iluminación espiritual. Estamos tan distraídos por el pasado o el futuro, pensando, juzgando, criticando, opinando, especialmente de nosotros mismos y de otros que no nos damos cuenta de cómo nos hipnotizamos con nuestras historias. Y sufrimos innecesariamente muchas veces por quedarnos en ese estado casi inconsciente.

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Uno de nuestros primeros pasos ha sido darnos cuenta de lo que nos decíamos con nuestras historias. La imaginación se desbordaba con imágenes paranoides, con rencores pasados, temores futuros, especialmente la pérdida de lo creado. Los temores personales y las proyecciones masivas entre “ellas y nosotros” eran prevalentes. Pero comenzamos a hacer yoga con la ayuda de un autor que me conmueve, Erich Shiffman en su libro: Yoga: El Espíritu y la Práctica de Moverse Hacia la Quietud. Necesitábamos más quietud en medio de toda la agitación alrededor y adentro. Las cosas se estaban acelerando y las relaciones interpersonales estaban en desequilibrio y confusión. Los roles y las tareas no eran tan claros ni nuestra relación desde adentro con el afuera y sus constantes interminables interrupciones/invasiones. No hubo límites claros y todo era un sancochado. Hicimos más ceremonias de encuentro en las noches, tratando de entender por qué habíamos llegado a este estado, si era nuestro o algo asumido de otros y por qué tratábamos de abarcar tantas cosas difíciles al mismo tiempo para luego recriminarnos por débiles e inconstantes. La meditación en movimiento y los largos silencios puntualizados por exploraciones físicas y sonoras nos ayudaron a definirnos en la actualidad. Era denso, profundo, enredado y poco a poco íbamos conociéndonos y nuestro compromiso con este sueño todavía vivo. Soñamos con diversos futuros posibles, y la posición de aceptar lo que nos elige. Sabíamos desde el trabajo corporal, los micromovimientos y la respiración que podíamos llegar más fácilmente a ese estado elevado de consciencia donde estamos

despiertos y prestando atención con nuestros sentidos físicos y emocionales abiertos. Pusimos bastante atención en la respiración y el corazón. Poco a poco se nos fue revelando lo que sentíamos como importante y posible en nuestras vidas. Soñamos bastante y graficamos nuestro proceso. Yo me hice muy consciente de mi discurso interior negativo y de juicio hacia mí a través de otros. Se irguió como serpiente cósmica el mundo del miedo y me era difícil salir de él y encontrar mi centro de nuevo. Estábamos recibiendo y absorbiendo el aura energética que nos invadía a través de la familia, parientes y amistades, aumentando la nuestra propia llena de pequeños miedos. Era hora de cuestionarnos y reformatear nuestro disco duro. Un ejercicio importante fue escribir todas estas declaraciones negativas o juicios interiores y a su costado escribir lo opuesto, aceptando lo que hay. Nos llevó a un nuevo equilibrio donde vemos que hay muchas posibles formas de ver una misma situación. Nos coloca en la posición de aceptar lo que nos elige y tratarlo con amor y agradecimiento, lo cual lleva a una sensación placentera de expansión en el cuerpo y una mayor armonía con lo que es. En mi último viaje conseguí un libro que me ha impactado con este tema: Curándose Desde Adentro Para Afuera por Richard Moss. No sólo reitera que estar presente con la experiencia directa es una forma de vivir la vida plenamente sin pensamientos, sin historias y sus correspondientes emociones. Dice que nuestras historias tienden a ser aquellas del pasado, aquellas del futuro, aquellas de las cosas que decimos sobre nosotros mismos y aquellas que son las cosas que nos decimos acerca de otros. En su “Mandala de Estar Presente”, invita a una persona a pararse en el centro del círculo y ponerse en contacto consigo mismo a través de la respiración, la sensación corporal interior y la visualización. Piensa en un problema actual que le agarra y no le suelta. Va al rubro que corresponde. En este lugar siente lo que siente sobre la imagen, la historia, el discurso interior y trabaja con el pensamiento clave que le atrapa. Regresa al centro, el estar presente y trata de captarse a sí mismo con la sensación de estar presente sin las emociones y las historias y luego con ellas de nuevo, oscilando hasta poder sentir con más claridad y simplemente estar presente consigo mismo donde está, en contacto con la experiencia directa, sin distracciones. Es un gran reto y requiere de práctica, bastante práctica. Pero el resultado es maravilloso-la

libertad de ser parte de un proceso de vida fluida, vista desde otro nivel de consciencia, agradeciendo a la vida, cómo nos enseña y cómo nos lleva. La luna llena sube brillante sobre el campo de la cancha. Voy afuera a pararme en su luz. “Lo que llena nuestra consciencia-nuestros pensamientos empoderados por el intento, los significados que damos a esos pensamientos, y nuestra respuesta emocional a esos significados-nos da nuestra experiencia de momento a momento, determinando nuestras acciones y nuestros resultados.”

~Collins, Dianne, Quantumthink, p.13

s e p a r a c i o n e s , y cambios

r E-E ncuentros inesperados

n toda relación con otros seres ocurren momentos de separación y luego, posiblemente, reencuentros. Si la separación dura por un tiempo y extrañamos a alguien o algo, el reencuentro suele ser emotivo y revelador de los cambios ocurridos. Una parte significativa de todas las dietas que hemos realizado es cuando llega un momento en el que urge la necesidad de viajar, para cumplir con las normas oficiales para estar legalmente en el país o porque voy a los Estados Unidos, mi país de origen, para establecer mi residencia y arreglar papeles. Si la estadía es por más de dos semanas, me meto en las librerías para leer lo último y tomar apuntes. Me gusta nutrirme con las ideas y las vidas de otros. Hay mucho trabajo interior, observando con detenimiento lo que estoy sintiendo y pensando. Escribo y hago garabatos. Veo si hay ideas nuevas que me estimulan y me ponen en alerta como elemento básico importante para los cambios deseados. Pienso y siento cómo quiero estar presente en el reencuentro. Qué es lo que quiero practicar como cambio y cómo quiero comenzar? Cuando tengo más claridad me siento con ella por unos días y trato de esbozar una imagen de cómo quisiera fluir con los días e incluir la nueva práctica.

E 70

Regreso. Encuentro cambios en los otros y el lugar y me toma varios días hasta asimilarlo todo y sentirme acá presente. Yo había decidido como orientación básica cuidarme a mí mismo uno, dos y tres, a los niños y los perros 4 y 5 y dejar que lo relevante de la propiedad y la familia sea resuelto por los dueños del título y no meterme en el asunto. Decidí encadenar y cerrar la computadora nueva dentro de mi casa con chapa y dejar copia de la llave con Jaguar para prevenir otro robo. También decidí escuchar más y hablar menos con mis ideas, opiniones y sugerencias. Mi rol ahora es abrir caminos y mantenerlos, dar de comer y beber a los perros y pasearlos. Es cuidar a los niños cuando los padres han salido y estar disponible para curar sus heridas como “Dr. Curitas”. Comparto lo que escribo con Jaguar en las noches y conversamos sobre la dieta de amor en nuestras circunstancias actuales. Aporto para la comida y la lavada de ropa y el cuidado del lugar. Me encargo de mis gastos más personales. Como estamos en comunidad prestamos nuestras cosas si son útiles y tratamos de cumplir con devolver lo prestado a su sitio o dueño. Jaguar y su familia se encargan de las relaciones con la comunidad circundante y extendida. Y yo me encargo de la comunidad de la ciudad capital y otros lugares. Ya tenemos

celulares y el laptop con conexión a internet, para estar conectados con el mundo desde acá. Es una maravilla que cuesta y a la vez ayuda siempre y cuando no abusemos de ella. A mí siempre me ha ayudado salir de esta burbuja, irme a otro mundo, lo urbano o lo campestre, y poner en claro lo vivido, sentido y pensado, tener una visión global de cómo se inserta en la totalidad de mi vida. Cuáles son las lecciones aprendidas y cuál es la situación actual? Nos fortalece la dieta para enfrentar nuevas situaciones y tener que depender de nosotros mismos con lo aprendido y nuestros propios recursos. A veces nos asignamos diferentes tareas y cuando la otra persona no está presente, tenemos el reto de recuperar las partes dejadas y proyectadas y sentir nuestro propio poder y forma de realizar nuestras actividades de nuevo. El reencuentro, entonces, es un ecrán. Nos muestra los cambios inesperados y nuestra respuesta. Dejamos de lado algunas actividades y asumimos de forma natural la evolución de nuevas cosas en nuestra práctica multidimensional. Una de las cosas que nos ha ayudado a lo largo de los años es cuidar a la maloca, edificio hexagonal que tradicionalmente es edificio de reunión para la comunidad, lugar ceremonial, y el corazón de la comunidad y la ayahuasca como madre de todas las plantas. La cuidamos, decoramos, embellecemos y es allí donde vamos para abrir y nutrir nuestros corazones y almas. Cuando ya estamos en la rutina cotidiana comenzamos a darnos cuenta de cambios inesperados que ocurrieron en la separación y ahora surgen en la dinámica cotidiana. Muchas veces las separaciones han sido planificadas como parte de la dieta. Lo que había faltado era una separación explosiva e inesperada para equilibrar la ecuación. Estar sin piso, sin dirección, y libre desconcertaba. Me permitió sentir la rabia e indignación, la tristeza, el miedo. Escuché las voces de la comunidad apoyadora a través de mis sueños y mi corazón. Comencé a sentir que nuestra dieta y sueño no podrían terminar en el miedo y la rabia. Dónde estuvo el amor en todo esto y dónde está en mí? Eran preguntas importantes que me guiaron a volver con una nueva actitud de buscar un mejor equilibrio entre mi parte participante y mi parte observadora, y hacer mi propio trabajo interior como práctica de maestría.

En las relaciones vivimos una gran pulsación de acercarnos y alejarnos, o como partículas en un signo de lo infinito nos acercamos y nos alejamos en una danza vital. Y siempre estamos conectados. Hasta en las relaciones conflictivas que terminan en divorcio hay una conexión de corazón por ser una parte de la vida de cada uno. Si una de las partes no se ha permitido cambios y resiste a los cambios de la otra parte, en vez de conflictuarse, pueden conversarlo, aclararlo, reformular su dinámica de forma consciente y probar algo nuevo o pueden resistir tanto que sale una u otro de la relación. Resumiría todo esto con una historia en que Buda se encuentra con un guerrero que mata y quiere matarlo a él. El guerrero amenaza a Buda que responde, ”Yo ya me he detenido. Tú no.”

a l siguiendo a

y el

u n i 贸 t i in c

coraz贸n

“

Métete más” era la voz de mi intuición y mi corazón cada vez que tenía el deseo de salir corriendo hacia mi vida anterior. Al principio ocurría con frecuencia pero a lo largo de los años se ha convertido en un refrán para todo. “Quédate y métete más” en la cultura, en la familia, en la comunidad, en mí mismo y eso se abrió a todo esto dentro de mí y la tensión entre mi ego y mi espíritu. El corazón se agrietaba, se rompía, crecía uno nuevo más grande. Varias veces. “Quédate y métete más” en tus experiencias, tus pensamientos, tus emociones, tus historias, tus autoimágenes, tus relaciones, tu visión del mundo y cómo funciona.

Al principio me fascinó todo en términos globales y de allí como un fractal que es holográfico, se abrió más y más hacia adentro hasta encontrar el ser multidimensional que somos. Se abrió el universo de la física cuántica como algo que nos transforma la visión del mundo y nosotros en él como parte de él y no sus dueños. Se abrió el universo de la artesanía cultural de mostacillas y telas bordadas, pipas talladas y música improvisada. Se abrió el universo de los perfumes, los baños con plantas y las mezclas de la dieta. Se abrió el universo de los íkaros, cantos curativos de las plantas, y los procesos curativos de las plantas. Se abrió el universo del río, la canoa, la caza y la pesca en la vida comunitaria. Se abrió el universo del nuevo consumismo en la selva, el turismo shamánico, la violencia hacia la selva y los grupos indígenas por los grandes depredadores ricos. Se abrió el universo de las manipulaciones de los políticos, los evangélicos y los abogados con sus invasiones y los traficantes de tierras e influencias. Mi universo se explosionó a muchos nuevos universos complejos y diferentes de mi vida anterior. Llegué a la selva por una serie de instrucciones sutiles de mis voces interiores. Fui a una primera ceremonia con Jaguar y su madre en las afueras de la ciudad capital y en esa ceremonia con su canto mezclado me enamoré de ese mundo que nos ofrecían. Estuve guiado no por mi razón sino por la alegría que sentí en mi corazón y la fascinación por algo nuevo cuando estaba en un momento de sentirme aburrido con mi propia creación. En ese entonces tenía la tendencia habitual de decir

“no” frente a nuevos y múltiples pedidos. Decidí abrirme al “sí” y decir sí más frecuentemente. Me llevó a su comunidad en la selva, una primera dieta en su casa y de allí como parte de todo el proceso, comenzó la historia de nuestra afiliación. El miedo nos acompaña con nuestros “sí, pero …” y el amor nos reta cuando nos abrimos con “Sí, y …”. Una buena práctica es tomar un día para observarte y detectar las veces que dices “Sí, pero …” que es una forma indirecta de decir no. Otra práctica es decir “sí” a todo en un día y observar cómo va tu vida. Si quieres, puedes pasar otro día cuando dices “no” a todo y observas cómo te afecta esto anímicamente en tu vida. No sé si es cierto o no pero me gusta decirme que la intuición es la voz del alma y reside en el corazón. Y jugando con nosotros, la intuición se nos revela en las sutiles voces interiores que nos llevan hacia un cambio, a través de sueños, imágenes, palabras, corazonadas, y sorpresas. Seguir las intuiciones y al corazón nos reta a una mayor sensibilidad interior y tener fe en que el proceso de vida que vivimos está guiado por una Inteligencia Infinita que es no local y atemporal. Me ayuda sentirla como una fuerza amorosa y apoyadora en un universo benévolo, abundante e infinito. O como diríamos acá, dejarnos llevar y guiar desde el corazón de ayahuasca, la madre de todas las plantas. “Ya has sembrado semillas. Déjalas crecer. Cuídate y date tu tiempo. Practica lo que has aprendido. Deja que las cosas se resuelven por sí solas. Suelta el control. No puedes cambiar a otros con las historias que cargan.” Son voces que me acompañan y aconsejan. En un sueño nace la frase “Nuestra Naturaleza Esencial”. Comienzo a extrañar las cosas que me encantan en mi vida selvática. Mi intuición me empuja a compartir mi deseo de regresar con nuevas reglas de juego y conversamos con ánimo, estando de acuerdo. Contra los razonamientos racionales, mi corazón y mi intuición me decían, “Regresa. Métete más. Quédate. Practica tu maestría. Sigue adelante con lo que sea de forma consciente y despierto. Procura estar presente en la experiencia directa de tu vida. El reto ya no es tan externo sino más bien interno. Conviértete en el cambio que quieres producir.” Han sido las voces que me han traído de regreso.

Ha sido una buena decisión, siento agradecimiento y ahora me doy cuenta que el trabajo que hago lo hago por mí y las 10,000 personas más en el mundo que sienten y trabajan con aspectos similares. La razón no ha desaparecido. Sólo que la intuición y el corazón han creado un nuevo equilibrio que en mi caso es una cantidad enorme de nuevas prácticas que nos llenan con vitalidad y ganas de continuar con nuestra vida natural y creativa.

esencial tarde natural 80

as palmeras se abren como una flor en todas direcciones desde un tronco central. Algunos palos no tienen ramificación abajo sino comienzan arriba desde su tronco como chupetes. Otros se ramifican desde abajo hacia arriba siempre con nuevos brotes a finales de las ramas y ramitas. Los pájaros vuelan libres sin límites de los tipos que ponemos en la tierra. Van de árbol en árbol, comen, construyen nidos, se encuentran en las alturas. Diseños se esbozan en la tierra como texturas entre polvo y bloques de tierra, entre ser terreno de las hojas y palitos secos y desde el mismo terreno brotan nuevas hojas verdes vitales. Las grietas, los montículos y los colores presentan un caleidoscopio de su vida en cuadros casi monocromáticos.

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Nos llovieron las hormigas al bajar guavas maduras para la manada humana familiar que pasaba por mi casa. Es hora de la picadura y el té con canela y miel - medicina. Mi brazo izquierdo está lleno de heridas que pican: serán las plantas, el sudor, otra cosa? Alergia quizás? Las ramas de unos palos caen como lianas forzando un cambio de caminata. La hierba alta cultivada ayer, hoy lo de atrás crece y toma su lugar. A menos que se cultive todo el campo, la hierba caída será empujada afuera y tomará su lugar la hierba de atrás como filas de soldados protectores de la tierra. Los extraterrestres luminosos y amorosos y muy desarrollados ocupan nuestra atención en estos días. Quizás tengamos que descubrir esas partes dentro de nosotros mismos ya que somos todos partes de este cosmos y hechos de los mismos elementos. Los niños libres del colegio por el fin de semana corren casi calatos con sus llantas y algo en la boca-una manada de guacamayos llenos de vida. Avencia con su celo está más tranquila esta vez con sus cuatro protectores. Vienen otros perros pero no se quedan. Machito la cuida día y noche como si fuera su pretendiente y ella lo acepta. El viejo sarnoso Ñoño apareció dormido en mi casa hoy. Trata de recuperar estatus perdido al lado de la hembra. Ya es un estorbo no deseado. El agua de la cocha va desapareciendo por el calor y lo poco que queda se calienta demasiado para poder sobrevivir los peces, supongo.

El aire está denso, pesado y húmedo, típico para este mes más caluroso del año, Setiembre. Vienen las lluvias en Octubre. La nueva avenida abierta sin ripio todavía ha convertido nuestro camino frontal en un césped de basura que la gente bota y el viento nos trae. Pasa un carro y se levanta una nube de polvo sobre todo el jardín. Todos necesitamos un buen baño de lluvia. El cielo está nublado hacia el oeste, que es buena señal que se está cargando una lluvia y la neblina que oculta la puesta del sol refresca la temperatura quizás uno o dos grados. Hace calor! Los sapos y los grillos comienzan su canto que dura toda la noche, a veces fuerte y a veces como música de fondo. Es como un sistema nervioso sonoro que nos vibra e informa toda la noche. El águila ha regresado frente a la banca buscando ‘choros’ y algo de descanso. Siguiendo la intuición y las voces internas los días pasan volando, llenos de actividades que fluyen libremente y todo el lugar está ocupado con esa energía constructiva. La tranquilidad y la quietud que caen sobre el jardín con cada vez más frecuencia invitan a infinitos estímulos siempre cambiantes si escuchamos con el oído interior. Cada día de alguna forma es una obra de arte de teatro improvisado con la música de fondo de los sonidos captados y emitidos. Es el milagro de tu existencia. Es el milagro de mi existencia. Sí, sí, sí!

LEN G N

espués de vivir una experiencia chocante donde la rabia se desbordaba en violencia física y psicológica dentro de la familia cercana y tenerla dirigida a Jaguar y a mí, salí para salvar mi pellejo como víctima injustamente tratado. Era una sensación muy desagradable. Pronto tuve que decirme a mí mismo que yo había ayudado a provocar ese incidente de alguna forma. Tenía que trabajar con el perdonarles y perdonarme, lo cual me costaba al principio. Cómo trabajar con todo ese miedo, ira, tristeza, sensación de no tener piso ni dirección? No quería sentir la energía de víctima. Me baja y me achata. No, quizás sea posible que yo también haya sido victimario. Como despertarme de un trance me di cuenta que mi forma de estar presente, mis opiniones y sugerencias eran fuertes y estaba poniéndome en medio de un drama familiar que no era mío. Al extraerme del aura, recién pude mirar mi participación y evaluar lo que he asimilado de ese conflicto que es mío y lo que no es mío. Mis aliados urbanos me proporcionaron textos, ideas, oídos y silencio. Entro en la etapa de resiliencia. Descubro Youtube en el internet y maestros intrigantes.

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Pema Chodron sugiere la práctica de sentarse, respirar y estar con lo que sentimos y prestar atención a lo que surge y quedarnos con esto y no escaparnos. Richard Moss sugiere abrir un espacio vasto alrededor de lo que sentimos y no dejarlo sólo comprimido. Pema y Richard sugieren la práctica de Tong Len del budismo para estar conectado con uno mismo y 10,000 otras personas que se sienten así al mismo tiempo y de la misma manera. Pema Chodrön dice lo siguiente sobre Tonglen: En Tibetano la palabra tonglen literalmente significa “enviando y tomando.” Se refiere a estar dispuesto a tomar adentro el dolor y el sufrimiento de nosotros mismos y otros y enviar afuera felicidad para todos nosotros.

… Aunque hay muchas maneras de poder acercarnos a tonglen, la esencia de la práctica siempre es la misma. Inspiramos adentro lo que es doloroso y no deseado con la esperanza sincera que nosotros y otros

podríamos estar libres de sufrimiento y al hacerlo, soltamos la historia que acompaña al dolor y sentimos la energía subyacente. Abrimos nuestros corazones y mentes a lo que surge. Al espirar enviamos afuera alivio del dolor con la intención de que nosotros y otros estemos felices. Cuando estamos dispuestos a quedarnos aun por un momento con una energía incómoda, gradualmente aprendemos a no temerla. Entonces cuando vemos a alguien en conmoción no estamos reacios a inspirar el sufrimiento y enviar alivio. Fundamentalmente, experimentando aper-

tura es tener confianza en la cualidad viva de energía básica. Desarrollas la confianza de permitirla surgir, estar un rato y luego pasar adelante. Esta energía es dinámica, inagarrable y siempre en un estado de flujo. Así, nuestro entrenamiento es, en primer lugar, notar cómo bloqueamos o congelamos la energía, cómo nos tensamos en nuestros cuerpos y mentes. Luego nos entrenamos a suavizarnos, relajarnos, y abrirnos a la energía sin juicios ni interpretaciones. Chodrön, Pema; Los Lugares que Te Asustan, Shambhala Classics; Boston, 2002; pp.56-7

Lo que hacemos como respuesta afecta a toda la red porque somos holográficos y holísticos. Recibimos la brea que nos llega en nuestro corazón, recibiéndola en el vasto espacio interior de nuestro corazón donde la trasmutamos, la cambiamos de forma consciente en una energía positiva que se limpia en el amor luminoso de nuestro corazón, deseando que la humanidad no siga sufriendo y con la espiración mandamos afuera espacio, amor, compasión y deseos de bienestar en su vida. Eso es cómo yo lo interpreto. Cada vez que me siento amenazado por una acción, un comentario, una idea miedosa, un pensamiento que critica, juzga, opina conflictivamente, es una oportunidad más para practicar. Sólo podemos mejorarnos en esto con la práctica. Es una herramienta valiosa: Tong Len. Me está ayudando a cuidarme, tratarme bien y estar más despierto cada día. No es un camino directo y recto, no es de una vez y olvídate. De nuevo es una herramienta para practicar la cosmovisión cuántica. Lo que vemos afuera es espejo de algo similar dentro de

nosotros mismos y puede ser un campo de batalla o una integración más consciente. Es una autodisciplina hacia la posibilidad de vivir nuestra sabiduría esencial como shamanes o quedarnos en la densidad de ataque-fuga. Esto me llevó a algo que había leído hace años atrás. Ahora podía ver y escuchar al expositor de ho’oponopono, una curación de la antigüedad y ahora actualizada, de origen hawaiana. Como lo entiendo surge de la hipótesis que somos 100% responsables por nuestras vidas y que nuestros recuerdos y memorias inconscientes nos manejan. Atraemos personas y circunstancias a nuestras vidas con 100% de responsabilidad. Hay que limpiar todo esto del sistema, corregir la brújula de nuestra observación. Ho’oponopono es corregir un error y hacer lo correcto. Aquí estoy transcribiendo algunas cosas leídas sobre esto en YouTube.

“La oración básica es: Divino Creador, padre, madre, hijo, todos en uno: si yo, mi familia, mis parientes y antepasados ofendieron a tu familia, tus parientes y antepasados en pensamientos, palabras, hechos y acciones desde el inicio de nuestra

creación hasta el presente, nosotros pedimos tu perdón. Permite que esto se limpie, purifique, libere y corte todas las memorias, los bloqueos, energías y vibraciones negativas y trasmuta estas energías indeseables en pura luz, y que así sea hecho.”

Lo dije para la familia escindida. Y yo, como representante de los hombres blancos que han maltratado a los grupos étnicos y siguen haciéndolo, tendré que asumir ese rol y usar las cuatro frases básicas de ho’oponopono.

“Divino Creador, padre, madre, hijo, todo en uno, limpia en mí lo que está contribuyendo a este problema.” Lo repites varias veces. “Lo siento”-acepto mi responsabilidad. “Perdóname”-trasmutas el perdón a lo Divino que te ayuda a perdonarte a ti mismo.

“Te amo”-libera. Trasmuta la energía bloqueada (que es el problema) en energía que fluye. “Gracias”-llena el vacío con luminosidad confiando en que todo será resuelto para el bien mayor de todos los involucrados.

Entonces, cada vez que haya algo que nos perturba la calma y reaccionamos con nuestros viejos hábitos automáticos, tenemos la oportunidad de limpiar esto para eventualmente llegar a punto cero, el origen vasto y amoroso y esencial de nuestra naturaleza humana. Asumimos responsabilidad, repetimos las 4 frases varias veces desde el corazón, y esa vibración afectará a la red interior y exterior de tu vida y cómo la vives. Hice bastante Tong Len y Ho’oponopono mientras me reconstruía en la ciudad capital. Me ayudaron a decidir regresar al campo de batalla, ya calmado y funcional de nuevo. Éste será el lugar de mi práctica y aprendizaje. La tarea básica es y será aceptar la realidad que vamos creando como observadores-participantes, amarnos a nosotros mismos, respetarnos y cuidarnos, conectarnos con el corazón que tiene una energía y potencia 5000 veces más que el cerebro. Si asumo 100% responsabilidad por mi vida, decisiones, estilos de vida con liderazgo consciente de mi vida, esto emanará hacia afuera hacia otros, la comunidad y la red energética de conexión con 10,000 personas más. Lo que hacemos ya no es sólo personal. Es también colectivo a muchos niveles de consciencia. Aunque sea sólo una vez al día que te despiertas momentáneamente de tu trance y practicas algo que te ayuda y te centra, es un buen comienzo que incrementará porque te hará sentir más alivio, más libertad, más luminosidad. Nuestra forma de responder a situaciones límites puede llevar a la guerra o a la conversación que es una sola con muchas voces. Escoge tu propia medicina de espíritu y úsala. Estos dos árboles te pueden acompañar como herramientas a tu costado al practicar tu maestría en la vida. Y así, formarás parte de “Los Despiertos”!

MANADAS

y aprendizajes 90

esde elegir organizar a 5 perros y relacionarme con ellos afectivamente y con los niños del lugar, voy aprendiendo un poco más de las manadas y los grupos nómadas. Hay un liderazgo implicado de parte de las manadas animales y las manadas humanas. El líder asertivo y calmado comunica más con su energía y presencia que con sonidos. Para los perros el olfato, el oído y el ojo son esenciales para su sobrevivencia. Metafóricamente podríamos decir lo mismo de nosotros mismos. Podemos oler al ambiente con todo nuestro cuerpo y no sólo la nariz? Olemos las señales sutiles que nos ofrece el aire? Qué escuchamos en los sonidos y los silencios? Podemos escuchar con todas nuestras células los mensajes que llegan como vibraciones y corazonadas? Vemos lo que hay o vemos nuestra interpretación emocional de lo que el escenario nos ofrece? El líder asumido está en frente abriendo camino y los demás le siguen con más sumisión y calma. Primero hay un líder y lo pueden seguir. Segundo, la manada misma se autocorrige pero el líder interviene si hay una pelea feroz entre sus integrantes. La madre es lideresa de los cachorros, y los papás de los cachorros pueden ser varios. Las manadas tienen a una jefa en la madre, un jefe en el padre o alfa presente, y los cachorros tienen a un jefe entre sí. Cada uno tiene energías diferentes y variadas. Unos necesitan descansar todo el tiempo y otros necesitan no deternerse hasta caer exhaustos.

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Los cachorros y los niños saben descansar un poco después de comer y luego a jugar el resto del día. A veces hay días en que pelean jugando entre sí todo el tiempo, los cachorros mordiéndose y los niños persiguiéndose. La hora de comida reúne a todos y de nuevo los diferentes estilos de comer se manifiestan. Los cachorros absorben su comida como aspiradoras, los mayores comen con menos ansiedad y las madres en nuestro caso comen lentamente y de a poquitos. En los paseos de caza y presencia en la comunidad, a veces todos siguen detrás del líder, uno que otro corre adelante y a veces uno que otro se escapa afuera y no sabemos dónde está. Usamos silbidos y voces para llamarnos. En las noches los animales duermen con sus sentidos abiertosrelajados y presentes. Entregamos nuestro sueño a su vigilancia. Cuando hay animales o personas extrañas que han entrado a su territorio, todos corren y le ladran. No atacan, sólo ladran y ahuyentan

a los perros extraños que han entrado en el territorio. La persona extraña se congela, siente miedo y trata de calmarlos con sonidos. Los niños no ladran. Juegan, se ríen, y les encanta recibir a gente conocida, querida y a la gente nueva. Si no les gusta, se van. Si les gusta, se quedan. Ayudan a proteger la propiedad, las personas, y el lugar mismo. Les gusta recibir caricias y atención individualizada y grupal. Cuando me encuentro exasperándome, me río con la rigidez de mi esquema y suspirando me digo, ”Déjalo ser. Acepta. Se resolverá.” Me relajo y sigo adelante respondiendo con mi presencia y mi ser. Si comienzo a pensar en términos de manadas puedo ver con más claridad cómo aprender de los animales y de nuestra parte animal con corazón que vive ahora y está presente. Hay manadas humanas también en los hogares, en el barrio, en el trabajo, en la religión, en la política, en las artes, etc. Muchos critican a los jefes de sus manadas porque creen que su propia forma es mejor, quieren ser los líderes y juegan el rol de víctima. Ser libre y ser líder de tu vida implica seguir tu naturaleza más enaltecida. Para mí la unión de las dos manadas acá ocurre en las ocasiones en que toda la familia está reunida con todos los perros, el jefe toca la quena y los niños y los perros comienzan a cantar todos juntos. Es emocionante y estimulante. Y todos están en el piso entremezclados cuando lo hacen. Sabemos que Luchito es un goloso y a la vez retraído. Panchito está detrás en las caminatas pero se escapa a la calle cuando no lo observamos. Abelito siempre tiene que estar en frente y a veces se fastidia con la energía desbordante de sus hermanitos. Machito es primo hermano de todos y protector de la madre, Avencia. Cómo se autorregulan nuestras manadas cotidianas si aceptamos lo que hay y hacemos nuestro trabajo interior? No se creará alguna respuesta diferente y más de consciencia enaltecida? Las manadas de la Tierra la destruyen por sus propios intereses o la cuidan y conservan, apreciando su belleza y su naturaleza que nos sostiene, nos cuida y nos acompaña. Tenemos infinitas posibilidades de respuestas. Por qué amordazarnos?

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i pie derecho me ha limitado muchas veces por ser pie plano, haberme roto el tobillo una vez, operado la rótula de la rodilla antes de venir al Perú hace más de 45 años. Lo he torcido, machucado, dañado. Me ha detenido en momentos claves de mi vida para después hacer grandes saltos hacia adelante. Ha sido enyesado, puesto en una bota neumática, vendado y con múltiples rayos X. Me dicen que tengo artritis avanzada en el pie. Después de esta última separación de la selva, un día me senté con las piernas cruzadas. Al levantarme no sentí que la pierna derecha estaba dormida y caí hacia la derecha torciendo todo el pie y aplanando los huesos en un gran CRUNCH! Vendado y con ungüentos y zapatillas firmes, cojeaba cuando caminaba, mis salidas las hacía con más movilidad pública, caminaba menos, y me quedé más en casa y conmigo.

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Decidí ir a un huesero y me recomendaron el equipo de dolor del ballet nacional y su escuela. Bueno fui y me atacaron un músculo lateral de la rodilla hacia el pie que era como fierro. Lo trataron como un pedazo de arcilla dura que tenían que ablandar. Esto me hacía gritar de dolor y jadeaba y pedía pare. Volví una segunda vez y esta vez el trato era con el pie pero mientras lo hacía, quien me atendía escuchaba con los otros a un maestro dar una improvisada clase sobre ataques de pánico. Con la atención dividida, ahora tocaba el pie con brusquedad y presión en la parte adolorida. No pedí una tercera cita. Mi trabajo con el cuerpo es participativo, prestarle atención a quien necesita atención, experimentos y movimiento. También sentir la tensión, exagerarla, soltarla. La atención está puesta en el aquí y ahora y no hay formato, sólo nuestra atención con las herramientas que nos enseñan a tratarnos bien. La mejoría después del equipo de dolor fue tener una visión más clara de las condiciones básicas que existen entre quién atiende y quién es atendido. Primero, el cuerpo tiene un lenguaje no verbal y para calmarlo hay que parar la conversación, relajarnos, centrarnos, sentir nuestra respiración

y eje. Luego, cualquier trabajo con el cuerpo, su movimiento o contacto, se realiza en pequeños pasos de auto-reconocimiento, observando las historias, las emociones, las cargas llevadas en la parte que nos llama la atención. Investigamos lo que podría significar y representar esa parte para cada uno y si hay alguna relación de eso con su vida actual. En la ciudad tuve que lidiar conmigo mismo, hacer mis movimientos, escuchar a mi pie, evaluar mi vida aparte de la selva con la vida en la selva. La ciudad la sentí demasiado grande, densa ya, con mucha invasión extranjera del consumismo y como un territorio para jubilarse. Su ritmo es contra natura para mí y me aburro con demasiadas distracciones inocuas. Ya me asfixia cuando estoy allí demasiado tiempo. Vuelvo a la selva y respiro con alivio. Había viajado a los Estados Unidos y caminaba bien allí, 5 kilómetros diarios. De regreso a Lima comienzo a cojear de nuevo y llego así a la selva. Después de instalarme, Jaguar me propone 12 noches de baño de vapor con sueldo con sueldo y bobinsana y luego colocación de huesos. Dietamos pollo asado, arroz, frejoles, ensalada y refresco por los doce días, toda la familia. Se convierte en una ceremonia nocturna. Lo recibo en cushma que es como mi carpa de vapor mientras descanso mi pie en una tabla encima de una olla de agua caliente y hojas, el cushma cerrado hasta el piso. Me ablanda el pie y la pierna como arcilla suave. Me baña el pie en el agua ya tibia, cubriendo el pie con las hojas hasta enfriarse. Saca las hojas y me echa mentholatum en el pie y comienza a probar el pie con los dedos y las manos. Lo jala, tuerce, pone en ángulos y masajea huesos específicos. Mi pie va ablandándose de un bloque rígido a un pie más flexible ya. Tomó varias noches. La vela está prendida, la noche nos rodea con sus sonidos de la selva y yo estoy sentado en una banca al lado de la pared y él me habla desde la hamaca. Le leo lo que estoy escribiendo sobre el proceso. Descubrí que tenía un montón de historias registradas allí en este pie desde el nacimiento con un defecto en el pie derecho, torcido en tensión hacia arriba. Con zapatos correctivos especia-

les con barra entre ellos, poco a poco torcían el zapato hasta alcanzar los dos pies en paralelo, con uno un tamaño más chico que el otro hasta la adolescencia. Habían rupturas y curvas en el camino tomado. A veces yo iba en una dirección y mi cuerpo en otra y crak!, una torcedora. A pesar de todo esto ese pie ha pisado la tierra en muchos lugares y está lleno de esos recuerdos. Y la pierna me ha apoyado y movido por mi vida adecuadamente. En vez de esconder el pie y la pierna como algo feo y desagradable, comencé a decir que llevaba un pedazo de mi corazón en mi pie y decidí amarlo y agradecerlo. Volví a hacer mis ejercicios. Comencé a escribir este relato. Después de los baños de vapor vamos a vendar las hojas de sueldo con sueldo al tobillo para dormir así y a la vez tomar un preparado de sueldo con sueldo para quitar el frío del cuerpo y para que trabaje desde adentro.

Esta forma de conectarnos con el pie, crear un clima especial para hacerlo, y curarnos, escuchándonos, es cómo yo creo que debemos practicar la salud y atendernos. La curación es lenta, espaciosa, libre y amorosa. Es integral. Requiere de trabajo físico, descanso, trabajo mental y emocional, trabajo espiritual y creativa consciencia. Podría decirle al pie adolorido, lo siento, perdóname, te amo y gracias. Estoy conectándome con la Tierra de otra forma ya, con este pie más flexible y menos adolorido. Un viejo y nuevo barómetro, quizás.

los ni単os y los

objetos

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avid tiene 9 años. Anda por todas partes con un aparato electrónico a pilas que contiene muchos juegos virtuales. Sabe jugarlos todos y su cerebro y sus manos muestran su destreza mientras camina distraído por los caminos. Felícitas tiene 7 años y es guacamayo andante. Mili, la patita, le acompaña en el piso y sus brazos. La besa, le habla, le da de comer y le salva de las narices curiosas de los cachorritos. Dragón tiene 5 años y corre por los caminos siempre con un palo en la mano, algo en su boca, fruta de los árboles, o con su llanta de bicicleta rodando a su costado. Va aprendiendo a tener equilibrio con algo a su costado. Piti tiene 3 años y es una mona. Le encanta saltar como saltamontes o rana, sus sandalias y sus vestidos los cambia con frecuencia. Le gusta dejarse lamer y ser acariciada por los cachorritos del tamaño de su mundo. Como a Dragón, le gusta comer y tener algo en la boca.

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A los niños les encantan los objetos que encuentran por acá para sus juegos. A veces la tapa de un balde es platillo volador y a veces es barco en la cocha. Los palos secos sirven como pistolas y escopetas o construyen algo con ellos. Una hoja seca puede ser objeto de curiosa creatividad y usan las cáscaras de chicharra para asustarse, riéndose. A veces agarran los instrumentos musicales y comienzan a buscar sonidos y ritmos. Se echan en el piso con los perros y cantando y aullando siguen la quena que toca su papá. Una flor es un mundo de posibilidades. A las niñas les encanta cambiar sus tallas de ropa-grande para la chica y chica para la grande. Una pelota, un pedazo de madera o cartón como una botella plástica vacía están cargados de posibilidades infinitas para sus juegos. Las herramientas de trabajo les sirven cuando ayudan a los adultos a mantener la propiedad. Su imaginación se desarrolla y sus destrezas físicas y emocionales también. Aprenden a compartir o andar a solas. La cocha es un lugar que a todos les encanta como su piscina. Les encanta calatearse y jugar en el agua no profunda. Los árboles sirven como parasol y suben y bajan como monos para recoger la fruta que cuelga en los altos.

Muestran a todos de una forma natural que cualquier objeto puede captar nuestro interés, y si nos metemos en él, y jugamos con él en una experiencia directa sin pensar ni tener emociones que nos distraen, todos podemos recuperar nuestra capacidad de jugar y celebrar la vida con lo que nos rodea y así, desarrollar nuestra imaginación de nuevo. Manolo, el papá, lleva sus instrumentos musicales, sus herramientas de trabajo, y sus disfraces del día y juega con ellos también. La madre, la Chinita, lleva a su hijita, Perfume de Primavera, en brazos y una bolsa de víveres o ropa para lavar. Cada uno tiene objetos acompañantes que revelan de una forma misteriosa estados de ánimo y de energía día a día y se equilibran entre sí. Si tuviéramos que salir del sitio donde vivimos y prepararnos para poblar una nueva zona donde no hay nada ni nadie todavía, qué llevaríamos para poder sobrevivir y jugar?

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DO CAMINOS

ABRIEN

Y MANTENIÉNDOLO

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e habló con un brillo en sus ojos, con voz apasionada y ponderada. Se había asignado el trabajo de abrir caminos y mantenerlos abiertos. Nace en una ciudad, crece en el campo, vive su adultez en varias ciudades y en el último tercio de su vida, se instala en la selva amazónica y ayuda a mantener funcional y operante un jardín botánico de plantas medicinales bajo el liderazgo de un joven artista, músico, shamán en una pequeña comunidad shipiba que reside allí. Su intención y sueño es crear y vivir una forma natural de vida interconectada con la naturaleza y la comunidad, de forma armónica y amorosa.

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“Yo abro y cultivo caminos por el jardín para conectarnos alrededor de la propiedad. Salgo temprano a la hora del amanecer para pasear a los perros y ver los caminos y por dónde me llaman a trabajar. Puede ser que la vegetación comience a bloquear el camino desde el camino mismo o desde lo que le amenaza desde los costados. Mi herramienta es la pala. Saco filo con una lima larga cada mañana después de darles de comer a los perros. Luego paseamos por el sector donde voy a trabajar. Es más fácil abrir en la época de sequedad que cuando todo está mojado por las lluvias. Abrir un camino donde la vegetación ha crecido y cubierto el camino con sus enredaderas y hierbas altas requiere fuerza y paciencia. Yo tengo

la tendencia de ir al centro donde las enredaderas todavía no están profundamente enraizadas y abro un espacio como camino. Luego abro desde el centro hacia las partes laterales del camino, primero un lado y luego el otro. Junto los deshechos en pequeñas montículos. Al cortar a lo largo de los costados pongo filo al camino. Luego rastreo todo, a veces llevando el desmonte a un lugar céntrico de desmonte o lo tiro sobre la vegetación que crece, sabiendo que se secará, se desintegrará y se convertirá en abono. De vez en cuando usamos una máquina cultivadora para cortar las altas hierbas a los costados de los caminos y todo se abre y la sensación de espacio cambia. Cuando hay poca lluvia es fácil mantener los lugares abiertos y mucha de mi

tarea es rastrear las hojas, los palos y las flores que caen de los árboles, ya en florecimiento pleno para la cosecha de muchas frutas. Pararse debajo de uno de esos frutales en estas épocas es un placer olfatorio sin paralelo. Todo esto me hace pensar que esto que hacemos lo hacemos por 10,000 personas más en el universo por cada persona que vive acá. Somos 8, así que afectamos a 80,000 personas y la red energética que nos une con nuestra labor. Este año es número 1 para mí en la numerología. Es un año de sembrar semillas y comenzar nuevas cosas. De nosotros depende el cambio que queremos vivir al inventarlo con consciencia. Abrir y mantener caminos de interconexión, pasando por diferentes tipos de crecimiento y vegetación y cambios de consistencia de la tierra, usando la

práctica como una meditación en movimiento es más que una labor física. Me permite practicar tener los sentidos abiertos, no apurarme, ejercitar el cuerpo con consciencia, y estar en contacto con la tierra y sus vistas, visiones, iluminaciones cada día. Hay días de epifanía y hay días de principiante. Hay veces que dejamos cerrarse un camino por el esfuerzo que nos cuesta mantenerlo o porque no nos es útil. Día tras día hacer el trabajo de cultivar los campos o mantener los caminos, reparar las instalaciones o solidificar las relaciones podría parecer aburrido pero lo encuentro tan integral y nutritivo que puedo decir que es “medicina poderosa” en todo el sentido de la palabra. Ver la exuberancia de la vida natural y su plenitud me inspira. La selva es reinante y somos sus servidores.”

Con esto, se calló. Al espacio iluminado por la vela entraron lentamente los sonidos de la noche ya oscura de grillos, sapos, los perros jugando en su cama y uno que otro motocarro o ladrido de perros. Mañana será una nueva oportunidad para él de hacer su práctica.

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sonidos y del

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atardecer

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e despertó al amanecer con el movimiento energético de los perros que dormían a su alrededor y la fuerte luz que iluminó su cara y le invitó a un día soleado y de calor. Escucha antes de levantarse y oye el sonido familiar del canto de los múltiples pájaros en los árboles a su alrededor y, de vez en cuando, en el fondo, el chirrido de las chicharras que penetra con su OM agudo. A veces algún político con insomnio decide dar sus anuncios a la población por altoparlante a las 4 ó 5 de la mañana. Al estar de pie comienzan a pasearse él y los perros. Escucha uno que otro motocarro que comienza su día de trabajo y un radio cercano con sus noticias y ritmos frenéticos que después de un despertar sereno, son enervantes. Los grillos todavía cantan un poco al salir el globo rojo por el horizonte hacia el este. Al moverse por los caminos las lagartijas se escapan por entre las hierbas altas y uno que otro perro abre camino saltando detrás de su paso con un “whoosh”. Hay un llamado que hacen las mujeres y los niños a cargo de las gallinas-cluc cluc cluc en tono alto. Las gallinas y los patos abren paso con su canto. Los perros retozan en juego y gemidos. Los niños corren para prepararse para el colegio recogiendo agua del pozo, un baño de cara, vestirse, comer algo, juntar sus cosas y llamarse entre sí- es un coro de excitación y a veces de recriminación para salir de acá al mundo de afuera.

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Hay brisas que hacen cantar a las hojas secas del techo y de los árboles. Caen hojas secas, ramitas, una que otra fruta y el concierto agrega nuevas voces. Alguien clava por un lado y toca claxon por otro. Hay truenos lejanos y los perros ya ladran a los que pasan y pausan o entran. El motor suena con un constante zumbido y alguien prende música rítmica por un altoparlante cercano. Hay risas que entran por uno que otro lado y no falta un grito de recriminación por algún lado. Los vendedores ambulantes cantan su oferta a pura voz o con altoparlantes. Suena el trueno y cae la lluvia con ritmos sobre los techos. Crea otros ritmos cuando cae sobre la tierra y las hojas de los árboles. Los niños menores que no han ido al colegio vienen con sus botas y saltos y alegría. Es un canto de todas las voces. Quisiera tener su energía. Ya la tuvo así y ahora es diferente.

Ahora el atardecer es otro concierto. Las sombras se acentúan y las texturas se revelan. Los pájaros se bañan en la cocha y cantan fuertes a finales del día. Cuando la luz ha bajado a una penumbra las ranas, los grillos y las chicharras comienzan su melódico y rítmico canto continuo de fondo toda la noche. Pero al escucharlo de cerca cambia de un día para otro y en la misma noche porque tiene ritmos, contra ritmos, tonalidades y diferentes voces! Sobre este fondo, al oscurecerse más, pasan menos motocarros que van a sus casas. Uno que otro tocadiscos cercano suena fuerte, y generalmente hay una o dos fiestas a cierta distancia pero con sus altoparlantes el sonido llega fuerte acá. Una que otra ave nocturna canta y hay un águila con su llamado agudo que circula sobre la propiedad todas las noches. Hay gritos de molestia o alegría y el “splash” de alguien que se baña afuera con balde de agua. A veces llegan los niños para inventar historias en la hamaca antes o después de bañarse en el pozo. Sale y entra el zumbido de la moto que se usa para movilizarse en el mundo del tráfico y distancias. Los predicadores evangélicos, a veces tres a la vez, con altoparlantes llenan la noche con sus prédicas a veces contrabalanceadas por una fiesta o un político local que hace sus anuncios y comentarios a la población en idioma shipibo por altoparlante. A veces un radio o tocadiscos agrega su excitación. Los perritos descansan mordiéndose en gritos y gemidos, sacando sus últimas reservas de energía en exceso, como los niños. A veces cuando todo se va calmando y sólo se puede sentir los sonidos naturales, se saca la quena y los perros cantan a la noche antes de descansar. Los ladridos de los perros, todo alrededor, anuncian el paso de alguien, alguna mensajería en el lenguaje de los perros, y si es persistente, están enfrentando a un invasor canino o humano o el zorro o el mono: diferentes ritmos de ladrido. Poco a poco todo se calma excepto en los fines de semana cuando las fiestas duran hasta la madrugada. En esa calma conversan, curan, escuchan.

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Antes había escuchado muchos de estos sonidos como ruidos molestosos. Ahora son el coro y el concierto de este lugar. Al escuchar, poco a poco surgen matices y sutilezas que hacen eco interior. Es música para el alma! Es celebración y agradecimiento para el corazón! Es despertarse con el cuerpo vivo a un nuevo día y es despedirse de ese día y soñar, con esta música de fondo acompañante, y practicar estar presente con la experiencia directa. Somos una especie bulliciosa. Pero a veces se puede sentir un silencio que agarra y detiene en reverencia como las miles de personas y vendedores que acompañan al Señor de los Milagros en sus procesiones por las calles de la ciudad capital en Octubre. Llega un momento cuando se toca una campana y de inmediato las miles de personas se detienen y se callan. Es electrizante la diferencia! Y por varios minutos todo está en suspendida calma hasta tocar otra campanada y entra el sonido masivo de nuevo. Y la música es así-sonidos con vibraciones y espacios de pausa y espera. Él prefiere escuchar los sonidos naturales con más detenimiento y no tanto los discos grabados. Su práctica es combinar sus instrumentos musicales con los sonidos naturales y escuchar lo que sale con interés y corazón. Invita a todos a darse cuenta de la riqueza que nos rodea cada día.

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Haz una lista de todos los sonidos que pueblan tu vida y asómbrate. Tú y yo somos parte de ese concierto.

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el proceso de MADURACIĂ&#x201C;N

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aweyo se paró en el acantilado sobre el río allí abajo que fluía perezosamente. “Debajo de este mango,” se decía a sí mismo, “he crecido y madurado.” Como estaba de dieta y con ganas de revisar su vida antes de tomar su próxima gran decisión que le tenía perturbado, armó su hamaca debajo del mango, se echó y se dejó perder en el río y sus aguas.

“Cómo ha sido mi proceso de maduración?,” se preguntó. “Qué he aprendido para llegar hasta aquí, ahora? Si observo a los cachorros y cómo crecen, las gallinas, el pato, me muestran sus etapas. Si observo al mango y cómo produce fruta año tras año, también me enseña. Pero yo, como ser humano, qué he tenido que aprender desde mi adolescencia hasta ahora? Si veo los hi-

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los de mi vida, los eventos significativos que me retaron y las lecciones aprendidas, los eventos que me llenaron de amor y bienestar, los eventos que me pararon en seco para cambiar de camino o de orientación, cuáles han sido las lecciones que aprendí y que todavía necesito aprender o pulir?”

El río abajo fluye pero él sabe que su ritmo y su profundidad son variados y que lleva deshechos de árboles, follaje, animales, barcos y una que otra sorpresa. Tiene corrientes frías y cálidas, embudos y bancos de arena. Si se deja llevar sin remos, su viaje será errático y de muchos retos. Si trata de controlar todo sin conocer el río, perderá las sutilezas y el esfuerzo será mayor. Si busca equilibrio entre su fuerza y la del río, dialogarán, danzarán y el viaje será más fluido. Recuerda que la rapidez y la fluidez del viaje también dependen de quiénes acompañan en la canoa o colectivo, y de quién lidera la expedición. En el mango ve que hay un florecimiento y un embriagamiento de flores, olores, y pequeñas ramitas que caen cubriendo el piso como una alfombra marrón llena de texturas. Las abejas y los pájaros hacen su trabajo de polinación. La fruta inmadura es verde, pequeña. Poco a poco va hinchándose y creciendo en volumen, todavía verde. Los apurados la recogen antes de tiempo, pero con paciencia llega un día cuando el árbol comienza a botar mangos en cantidad y están ya maduros y en su punto. Y sigue dando más y más hasta sentir que el mango produce para muchos y no solo para unos pocos, así es de prolífico y generoso.

Kaweyo reflexiona sobre todo esto y revisa su crecimiento. Donde ha resistido, se creó turbulencia y retos mayores. Donde sintió miedo, lo rehuyó hasta tener que admitirlo, sentirlo, y cuestionarse si era una respuesta suya o de otros también. Cuando pudo sentir el miedo, reconocerlo, aceptarlo, sentarse con él, el poder del miedo disminuía y él se sintió más fuerte. Cuando el amor que daba y recibía era escaso, lo buscó en otros sólo para descubrir luego cómo conectarse adentro y aprender a no desbordarse o autodestruirse con el exceso o la escasez de amor en su vida. Aprendió a asumir responsabilidad por sí mismo y las decisiones de su vida, muchas veces confundiéndose entre su propia visión versus la visión que otros tienen para él, hasta aceptarse y diferenciarse. Aprendió a sentir que podía asumir las riendas de su propia vida y crear el estilo de vida que a él le agradaba a pesar de ser diferente de su familia de origen. Cómo lo ha hecho? Puede ver pasos, puede detectar lecciones pero todo ha sido tan complejo a tantos niveles al mismo tiempo, que siente todo como una construcción en que él no ha sido el único arquitecto. Todo está integrado en esa sopa interior que él llama el misterio y milagro de su vida. Ahora siente que los niños, los animales, la tierra, el viento, el sol, las plantas y las personas que le llegan son sus maestros porque se han agudizado sus poderes de observación y conexión. Ha vivido lo que ha vivido y lo ha hecho a su manera, es parte de su historia que va creando y no le ayuda criticar ni juzgar lo que vivió porque ya pasó y dejó su huella en su vida y la de otros. Pero sí observa que hay lugares donde puede pulir, modificar, probar otras respuestas y es allí desde su madurez que le permite tener una actitud de no saber y querer aprender. El proceso natural de maduración es lento y pausado y luego de saltos cuánticos. En su madurez puede detectar ya en sí y en otros cuándo está madura una idea o sueño o proyecto y cuándo tomar acción. Ya no apura los procesos para su propia gratificación y en la espera aprende paciencia y perseverancia porque el resultado será delicioso y sin esfuerzo. Se presentará en el momento más apropiado bajo muchos disfraces. Sólo tiene que estar consciente y presente en medio del proceso. Lo de afuera está adentro. Lo de adentro está afuera. Lo de arriba está abajo. Lo de abajo está arriba.

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la visi贸n consensual y 118

la visi贸n cu谩ntica

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l paradigma viejo del mundo nos ha producido lo que tenemos. Nos creemos separados y que vivimos en un universo no amable, frío, indiferente y que para sobrevivir tenemos que esforzarnos más, competir con otros para conseguir lo que queremos tener, como sea, y que el dinero es la droga más grande que existe, queriendo tenerlo y queriendo gastarlo para crear una vida cómoda con todas las necesidades proveídas. Nos rodean la violencia, las guerras, las competencias para obtener el premio mayor de poder y dinero: observamos el mundo que nos muestran los medios masivos de comunicación y creemos, que todo está cayendo en pedazos. Los sistemas políticos y económicos están resquebrajándose, los militares y las leyes muestran cada vez más su delirio de control y defensa, frente a algo que no produce paz y unión. Los sistemas educativos formales ya no funcionan bien para el futuro que crearán nuestros nietos. Hay un caos frente a nuestros ojos y podemos aceptar sin cuestionar lo que parece ser un intento de controlar, callar a los críticos, obrar desde el miedo y el poder económico. Pero este caos es también algo positivo por despertarnos de nuestro trance y comenzar a darnos cuenta de los resultados de nuestra mentalidad colectiva.

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La visión cuántica dice que todo está en flujo constantemente y que el espacio está lleno de energías. Nos dice que estamos interconectados tan estrechamente a muchos niveles que en realidad somos uno, que somos holísticos y holográficos. Nos dice que lo que vemos, pensamos y sentimos como observadores es lo que da forma a nuestra realidad. Nos dice que podemos cambiar esa realidad colectiva si comenzamos a darnos cuenta de nuestra unicidad, con facetas, matices, diferenciaciones pero que en nuestra esencia somos uno y lo que hago, siento, digo, pienso con el otro, lo hago a mí mismo. No podemos seguir pensando en nosotros mismos sólo de forma individualista. Cada uno es una diferenciación, una faceta, de la Gran Inteligencia y su Gran Espíritu y esto significa que nuestra consciencia colectiva se expande a incluir a todo como parte de nuestro ser como hologramas.

Tendríamos que crecer y vivir como si estuviéramos en la sala de nuestra casa y cuidar a la madre tierra y el medio ambiente que nos acompañan, con respeto, cuidado, limpieza y no dañarlo más con nuestra inconsciencia. Es asumir responsabilidad como de grandes y adultos, capaces de crear una nueva realidad colectiva con más amabilidad, más amor, respeto, capacidad de escuchar y un fuerte sentido de comunidad donde la conversación creativa vale más que el apuntarse con armas. Es aprender a detectar nuestra propia arrogancia y en vez de imponer, ofrecer; en vez del dinero primero, enfatizar la calidad de la vida de los ciudadanos del mundo; y agregar un Ministerio de la Paz a cada gobierno. En el antiguo paradigma todos estamos corriendo tanto con tantas preocupaciones para subsistir como hormigas en el sistema que nos mueve, que no tenemos tiempo para nosotros mismos y nuestro propio desarrollo interior. En el nuevo paradigma tener calma y paz interior, tener la consciente capacidad de crear una realidad de mutuo apoyo, amor y respeto por nuestras diferencias nos reta y nos ofrece una parte sustancial para reflexionar, practicar y crear con nuestras vidas a solas con nuestro propio mundo interior y hacia afuera con otros. Podemos dejar la pereza y la comodidad para asumir el reto? Depende de cada uno.

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EL MANTENIMIENTO DE UN

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FEUDO

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ano, Paucar y la China tenían a su cargo el mantenimiento de su feudo y su comunidad. Era una labor concienzuda y constante. Lo que delimitaba su feudo era un cerco de sinchinas (postes) y alambre de púa, abierto para la vista de quienes pasaban, no un muro de cemento. Pero de vez en cuando un ambicioso decidía cortar algo del alambre o quitar una sinchina. Esto siempre se reparaba y a la vez les empujó a asegurar relaciones amistosas y amables con quienes les rodeaban, ya que constituían una comunidad más extendida que incluía a todos los otros feudos también.

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Una de sus tareas era mantener el lugar en relativo orden, abriendo y manteniendo los caminos de circulación para la comunidad interna y cortando el pasto alto cuando estaba muy crecido, abriendo el espacio como conjunto. Eso implicaba rastrear los deshechos y quemarlos en los días de pequeña brisa y generalmente al atardecer. Cuando estuvieron abiertos todos los caminos hacían patrullaje por los caminos hacia fuera, con los perros como paseo en las tardes por los perímetros del feudo, dejándose ver y ser más asequibles para sentir al vecindario. Había que asegurar que el portón, el letrero y la entrada se mantuvieran en buen estado por su uso. Había que limpiar el pozo de vez en cuando y purificar el agua con lejía por unos días porque es la fuente principal del agua usada en la comunidad excepto el agua para beber. Los bidones de agua potable tienen que rellenarse cada semana. El calor produce mucha sed para todos. Las casas requerían una limpieza cada día y una vez cada par de semanas se levanta todo para echar petróleo y desinfectante en los pisos para proteger la madera y disuadir a las pulgas y cucarachas. De vez en cuando había que reparar un listón o tabla o renovar las hojas de shebon (palmera) en el techo. Legalmente era importante asegurarse haber cumplido con los requisitos legales de título de propiedad, autovalúo anual y uno que otro cobro de las municipalidades locales. Se cocinaba con leña cuando era dieta y con cocina de gas cuando era comida regular. Había que abastecerse de los materiales y las herramientas de trabajo que como se usan eventualmente se gastan. Había

que ir a la comunidad más extendida y sus mercados casi todos los días via motocarro o motocicleta. Era abastecer de combustible para la comunidad y de gasolina para los motores. La receptividad a la comunidad, parientes, amigos, viajeros interesados, requería de atención, tiempo y espacio para ellos. La maloca a veces sirvió como lugar de reunión y conversación. Los niños tenían que vestirse, equiparse e ir a y venir del colegio cinco días de la semana. Los colegios requerían reuniones de padres, cobros extras, mantenimiento de zapatos y uniformes que significaba lavar, planchar, remendar. La bebita necesitaba mamar con frecuencia y la China hacía artimañas para equilibrar todo esto y atender a la familia. Tenían que podar y plantar y había que limpiar y ordenar con constancia. En el atardecer la familia se bañaba por el pozo con baldes de agua y la oscuridad. A través de la risa, el motor, la música y el coro de los perros tocaban su propia música a la comunidad anunciando su presencia y contrarrestando las prédicas y las fiestas con otro tono más híbrido y menos invasor. Había que mantener abiertas las acequias y recoger la abundante fruta que botaban los frutales. En la noche había el ritual de reunirse como familia y prepararse para dormir y aquietar el día. A veces en las noches hubo un encuentro entre Mano y Paucar para chequearse, conversar, tocar música, hacer movimientos y afirmar el día y hacer planes si fuese necesario. Al trabajar todos los días con el terreno de su feudo poco a poco el lugar iba revelando los cambios que les proponía para estar más armónico y en equilibrio. Desde temprano hasta tarde había una constante actividad en la comunidad como picos y valles energéticos y hacía que todo vibrara con vitalidad y fluidez. Así se mantenían sanos y creativos en la lenta construcción de su sueño, al tiempo y ritmo de la naturaleza.

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LA FLUIDEZ D EL TIEMPO Y EL CA M INO QUE SE VA ABRIE N DO

LA FLUIDEZ D EL TIEMPO Y EL CA M I N O QUE SE VA ABRIE N O PO Y EL CA UIDEZ QUEE SSEE VA ABRIE D IEMP LA FFLLU T O L O Y E E D M N V M L CA I O QU A ABRIEN D O IDEZ EL TIE LA D M IN NDO

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l tiempo es maleable. Podemos vivirlo en segmentos separados con horarios y agendas. Podemos vivirlo sin reloj y seguir su ritmo errático que cambia de día a día. Podemos vivirlo como un vasto río que fluye y en él surgen las burbujas de los eventos de nuestros días como parte de un continuo. Podemos vivirlo como un infinito de pequeños momentos de aquí y ahora: el pasado, el presente y el futuro coexisten aquí y ahora. Somos el resultado de lo vivido y seremos el resultado de lo vivido. En este momento, ahora mismo. Somos receptáculos y trasmisores simultáneamente. Nos atraviesan una no contable cantidad de vibraciones energéticas de toda índole desde la Naturaleza, la tecnología, las relaciones esenciales. Podemos tratar de controlar todo con planes, proyectos, misiones y visiones. Podemos esbozar la construcción de una visión de un producto de acá a cinco años o menos. Nos presionamos para lograr metas y objetivos, y tratamos de controlar los resultados deseados o por lo menos visualizados. El tiempo es limitado y local y la sensación es que siempre falta. Todas nuestras estructuras sociales funcionan con ese concepto limitante del tiempo que decimos que es de oro.

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El dinero reina en ese mundo del tiempo cronometrado. Vivir sin esa presión es tener tiempo para construir un sueño de corazón al ritmo de la Naturaleza. Es poder vivir el día con una gran variedad de actividades, todas entrelazadas, interconectadas. Es comenzar algo hoy y quizás no completarlo ni seguirlo al día siguiente. Es fluir con los intereses y los días cambiantes sabiendo que todo contribuye a todo, y se va construyendo el sueño que se manifiesta poco a poco hasta decidir hacer ajustes por los resultados producidos. No hay horarios ni agendas ni visiones cristalinamente claras a priori, y es en las acciones de cada día que se va aclarando el conjunto. Nuestra esencial tarea acá es vivir una vida natural y consciente dentro de un jardín botánico de plantas medicinales que cuidamos, protegemos y mantenemos. Sobre esto vamos creando y construyendo según los recursos que tenemos y que nos llegan, poco a poco, paso a paso, fluidamente.

Antes era la propiedad una escuela informal, un centro de actividades, un lugar de medicina y retiro personal. Luego se convirtió en jardín botánico, refugio natural, patrimonio cultural de la nación. Se convirtió en el lugar donde vivimos y trabajamos, donde creamos y soñamos. Ahora es el jardín botánico, patrimonio para las siguientes generaciones, y el lugar donde practicamos un nuevo paradigma de relación con la tierra, las plantas y la comunidad. Ahora nuestro énfasis no está tanto en lo que recibimos y cómo lo procesamos desde el afuera. Nuestro enfoque es más en lo que damos y trasmitimos, lo que sale del adentro para afuera y cómo. En todo esto el tiempo fluye. Tomar un día y no hacer nada puede ser tan útil como trabajar un poco todos los días. En el conjunto se puede terminar una obra a la vez o también se puede comenzar muchas obras e ir trabajando en cada una, poco a poco, como conjunto. En este nuevo paradigma todo nutre a todo y las cosas se terminan cuando están listas para terminarse. No hay que forzarlo sino sentirlo y escucharlo porque el medio ambiente y las cosas que nos rodean nos conversan en su propio idioma energético. Hay que practicar, en nuestro caso por lo menos, a observar, sentir y escuchar. Siguiendo a tu cuerpo, siente lo que sientes al vivirlo con consciencia en la experiencia directa de este momento. Cambiará.

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CAMINANDO POR LOS SENDEROS DE LA SELVA Y LAS VEREDAS DE LA CIUDAD 130

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as veredas de la ciudad son planas, generalmente de cemento, con grietas, huecos, basura y sobre ellas caminamos en nuestros zapatos, por lo general, apurándonos. Es posible caminar y no darnos cuenta del cemento y la uniformidad de nuestras pisadas, el apuro y el tamboreo de los pies sobre una superficie plana. Van atrofiándose partes del pie que está diseñado para poder moverse con más flexibilidad y agilidad. El cuerpo sutilmente se tensa y se rigidiza. El andar de la sierra con sus caminos y subidas y bajadas crea otro tipo de caminata, también esforzada por el jalar hacia arriba y el frenar hacia abajo. Los senderos de la selva producen otro tipo de caminata. Cuando uno va por las calles de tierra y los caminos cultivados, el terreno por la erosión de las lluvias, el viento y el tráfico que deja huella, es caminar con el pie descalzo o en sandalia abierta. Y hay que ajustar las piernas y la pelvis para columpiar con el terreno ondulante. Cuando uno está dentro del monte el camino de tierra invita a una caminata más suelta y menos apurada por las distancias, el calor y la lujosa vegetación circundante. Cuando llueve y todo se inunda la caminata cambia y el ritmo es más lento y consciente, con botas mejor, para no resbalarse y caer. Hay que mirar por donde uno camina.

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Descubro cuando camino por la hierba cultivada en la parte frontal del jardín que si suelto mi pelvis, doblo las piernas, presto atención a los pies, todo se suelta y la caminata es más fácil en terreno ondulante, y los pies duelen menos porque más del cuerpo está conscientemente presente. Hay días que voy al fondo del terreno de forma lenta y consciente, descanso, y regreso con rapidez y rigor. Otros días es al revés. Cómo caminamos, por dónde, y en qué condiciones es otro llamado para conocernos más. Puede ser una meditación en movimiento. Puede ser un entrenamiento para los sentidos y diferentes zonas del cuerpo. Puede ser pantalla de lo que vamos pensando y sintiendo, puede ser simplemente estar afuera gozando del día y los alrededores.

Aprendemos a caminar y es una habilidad tan innata que no le prestamos atención, quizás, hasta no poder hacerlo por varias razones. Cada paso es un balanceo entre el equilibrio y el desequilibrio y sentir nuestro centro en movimiento. Un lado puede pisar más fuertemente que otro, una cadera puede ser más flexible que otra y el largo del paso afecta a la actitud y el porte del cuerpo. Todas las acciones que hacemos son fascinantes, especialmente cuando nos damos cuenta de cómo manejamos nuestro cuerpo. Hay veces que prefiero las veredas de la ciudad pero por lo general, prefiero el ejercicio del pie y la lenta descongelación de su rigidez en el campo. Pocos tienen tiempo o interés en estudiar su caminata o la ciencia de la respiración pero si se hace con consciencia e interés, tus pies te mostrarán muchas cosas sorpresivas y puedes jugar con esto y quizás encontrarte danzando con todo tu cuerpo al andar por las veredas y los senderos de tu vida.

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RE-CONSTRUYÉNDONOS HACIA LA

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AUTENTICIDAD

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o pensé que ser curandero era saber cómo usar y combinar plantas para diferentes malestares, poder dirigir ceremonias con ayahuasca, poder cantar íkaros o cantos curativos y dirigir a otros en una dieta. No me creía curandero y tomé muchos años para aprender algo de la cultura shipiba y el mundo del curanderismo shipibo. Me he sometido a la dirección en ese camino a mi joven amigo maestro, Jaguar. Pero me di cuenta a través de honesta observación que había capacidades innatas propias de la cultura que yo no entendía o usaba y que no iba a ser un curandero shipibo, ni con la intención de serlo. Es un arte y su don. Pero en el aprendizaje hay una suerte de ósmosis y los dos poco a poco nos abrimos a asumirnos mutuamente como maestros-aprendices y que nuestras transacciones son espejos para nuestra propia evolución.

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Al principio habían muchos momentos de choques culturales con diversas reacciones, resistencias, a veces retadoras, a veces una apertura para aceptar otras formas de pensar, visualizar, entender la vida. Lo que hacía uno afectaba al otro por estar conectados a través de la dieta shamánica asumida y explorada. Habían momentos de pruebas fuertes y habían momentos de asombro y belleza en los encuentros que eran como ceremonias, con conversaciones profundas y transparentes. Poco a poco comencé a darme cuenta que mi forma de expresar mi canto era a través de la escritura. Mi forma de curar era a través del cuerpo y la respiración consciente. Mi forma de dietar eran las tareas de práctica en lo cotidiano y mi forma de crear arte era a través de los dibujos, las cartas ilustradas, los bordados y los tejidos de mostacillas. Hasta decirme a mí mismo que era curandero no lo podía asumir. Pero aún más profundo fui descubriendo que no soy curandero de nadie excepto de mí mismo. Nadie cura a nadie. Cada uno se cura a sí mismo a través de eventos y personas encontrados en el camino. Yo soy una de esas personas que acompaña y reta y comparte y escribe pero no asumo el rol de saber cómo otro puede o debe vivir su vida. Sólo puedo compartir mi aprendizaje en el camino mío, sabiendo que lo personal es universal.

Sin embargo, llegan momentos que nos paran en seco, como despertarnos de un trance. Tenemos que detenernos y observar nuestra vida y si estamos siendo auténticos, honestos con nosotros mismos, siguiendo nuestro corazón y pasión o si hemos claudicado en algún aspecto que no hemos dejado florecer. Tenemos la oportunidad de entrar en el universo cuántico y cambiar nuestro intento, cambiar lo que nos decimos a nosotros mismos, salir fuera del sistema de nuestros hábitos de los caminos de menor acción y redefinirnos. Podemos sacar a la luz nuestra grandeza o nuestra chatura y hacer ajustes de forma concreta. Podemos ser más transparentes y abiertos, sin miedos ni juicios, y desde esa autenticidad obrar para crear la realidad que queremos para nutrirnos y a nuestro entorno. Esa re-construcción va más allá de títulos, del dinero, de la edad, de género. Es universal. Han estudiado los científicos y han descubierto que hay muchas etapas de desarrollo en el ser humano según las etapas del proceso de maduración. Así que la vida nos provee varios momentos cuando podemos tomar las riendas de nuestra vida, asumir 100% responsabilidad por ella y crear la nueva realidad de nuestra autenticidad en evolución. Sólo requiere despertarnos, escucharnos, tomar acción e ir corrigiendo los detalles en nuestra caminata por los días y las noches de nuestra vida. Y amar el proceso y amarnos a nosotros mismos y no subyugarnos a auto-críticas y autojuicios de no ser capaces, de no ser suficientemente inteligentes, de no poder. Reconstruirnos para vivir más auténticamente es algo que exige el desarrollo y la evolución de nuestra grandeza como hologramas del universo y lo Divino.

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CUÁNTOS AÑOS TIENES HOY? JOVEN 138

VIEJO?

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os chicos me preguntan en algún momento casi todos los días, “Cuántos años tienes hoy? Joven o viejo?” porque les dije hace tiempo que la edad es relativa. Creo que tenemos todas las edades dentro de nosotros desde bebés hasta ancianos. Hay momentos de sentirnos infantiles, otros adolescentes, otros jóvenes, otros adultos, otros adultos mayores y maduros, otros como ancianos sabios. Hay días cuando la energía fluye vertiginosamente poniendo un salto en nuestro paso. Y hay días que sentimos la carga y el cansancio del mundo que llevamos encima y nuestro paso es lento y tambaleante. Y esto puede cambiar no sólo de día a día sino en el transcurso del mismo día. Tendrá que ver con nuestro biorritmo, intención y actividad. Hay días cuando prevalece la sensación de resistencia que rigidiza en tensión enervante. Es más densa y letárgica que la sensación de soltar el control y aceptar lo que aparece y fluir con el día; deja una sensación de liviandad y bienestar. Hay días de tierra y otros de cielo, hay días con uno mismo y días de la comunidad como foco de atención. Llevamos las historias que nos acondicionan, hipnotizan e informan y las emociones acumuladas con ellas.

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Ser joven o ser viejo son conceptos tan relativos. Es obvio que si sólo prestamos atención al cuerpo real y nos identificamos sólo con él, hay una marcada diferencia corporal entre la niñez y la vejez. Pero los animales nos muestran que si se mantienen activos y comen bien, viven ágiles hasta su muerte. Nosotros somos más que nuestros cuerpos y nuestra identificación con ellos. Los pensamientos pesan y estresan y también abren, elevan y alivian. Las emociones son pasajeras cuando les prestamos atención. Cuando pasan el miedo, la tristeza, la rabia y el gozo, lo que queda es el universo infinito del amor en sus infinitos disfraces y nos queda nuestro propio reflejo de cómo reaccionamos o respondemos como seres amorosos en el mundo de las relaciones. Nuestro espíritu se eleva y se expande cuando logramos salir de la burbuja personal controlada por el ego y recibir una visión más global y comunitaria de conexión.

Si tu mundo se basa principalmente en el intercambio de la energía del dinero, vas a tener una experiencia diferente a aquella de seguir a tu corazón. Cuando creas un sueño de lo posible y esencial para ti, cuando vives con autenticidad y sin apuro, el dinero llegará para apoyarte en lo que necesitas. Deja todo esto una huella en ti y en tu alrededor. No es decir que una forma es superior a otra o hacer comparaciones. Es señalar dos posibilidades de organizar los años y su paso en nuestras vidas. Sabiendo que hay infinitas posibilidades podemos seguir creando otra manera de ver el proceso natural de maduración que viene con la auto-reflexión y la auto-aceptación. Cuando nos reímos en voz alta, algo se expande energéticamente y nos rejuvenece. Podemos reírnos de las cosas del día que nos parecían curiosas y graciosas. Cada edad que sentimos con consciencia tiene una energía y un aura especial. Los días en que nos sentimos niños jugamos ligeramente con todo a un ritmo constante de alegría y exploración. Cuando nos sentimos viejos hay un clima creado de bajar de velocidad, estar más quietos y reflexivos, dejar de buscar algo afuera y buscarlo adentro. Los días de adolescencia nos enamoramos seis veces en un mismo día y nos sentimos invulnerables a los golpes de la vida y que con nuestra fuerza vamos a conquistar el mundo de forma tranquila y silenciosa, por lo general. Pero si es necesario seremos bulliciosos e intranquilos hasta despertar a todos. Los días de sentirnos adultos tienen un aura de calmada determinación de crear un sueño personal, saber los recursos que tenemos a nuestra disposición y manejarlos adecuadamente para poder seguir el proceso sin mayores tropiezos. Sabemos que podemos y que el proceso nos enseñará cómo hacerlo con maestría. Tener todas las edades y asumirlas es mucho más divertido y creativo y vital que tener sólo la edad cronológica de tu cuerpo y nada más. Cuántos años tienes hoy? Joven o viejo?

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CONVERSACIONES

CEREMONIAS DE

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NOCHE

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e pregunté cómo le estaba llegando mi lectura de estas rumiaciones desde la hamaca. Me respondió, después de una larga pausa, que era como un tamal, un paquete de hoja de plátano atado que tenía peso y que al abrir la envoltura recién apareció el tamal que con cada mordisco botaba muchos sabores y mezclas que alimentaban. Podía escuchar la candela y la cocinada de ayahuasca y que eran íkaros curativos con entrada de mareación y una salida. Le agradecí sus imágenes. Decíamos que sería bueno grabar los relatos con música y sonidos de la selva.

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Muchas veces nos hemos reunido a la luz de la vela cuando todo está calmado acá adentro y la familia instalada para la noche en la casa grande, dejándonos un poco de tiempo y espacio abierto para escucharnos, abrir el corazón, conversar sobre un tema, organizar las tareas, evaluar el proceso y a veces resolver problemas o curarnos con nuestras diferentes medicinas antes de ir a dormir. De estas conversaciones han surgido las historias de don Javico, Paucar y Manolo. De estas ceremonias hemos probado la arcana de paz en la noche con sonidos, movimientos, visualizaciones y revelaciones de sueños posibles. A veces los sonidos de la noche y el estiramiento y nuestra mutua compañía son suficientes para llenar profundamente el pozo creativo. A veces la conversación es un espejo y otras veces un viaje interior que lleva al sueño colectivo consciente. El corazón habla su verdad. Somos dos generaciones diferentes, dos culturas diferentes, dos formaciones diferentes y el diálogo y la atenta escucha han cambiado nuestro intento varias veces y nos hemos enriquecido sin imponer nuestras perspectivas. La integración de ambos/y sigue su proceso. Ya nuestra dinámica no es y/o sino ambos/y. Las cosas fluyen mejor así y cada quien es responsable por cómo se organiza y hace lo que hace para sí y el jardín y la comunidad. Somos jóvenes y viejos al mismo tiempo hacia adentro, hacia afuera y entre nosotros. Nos escuchamos y nos esclarecemos. Los íkaros cantados y leídos nos ayudan a curarnos y a la red energética que nos une e interconecta. Luego hay momentos en las dietas cuando ese espacio se disminuye, se reduce y cada uno está a solas con su vida, procesando todo lo que ha transcurrido a su manera, a veces en la misma propiedad y a veces en diferentes lugares. Eventualmente la vida nos trae a este espacio creativo com-

partido de nuevo y practicamos la re-creación de una arcana de paz y amor para nosotros, el jardín, la familia y la comunidad con nuestros diferentes recursos como investigación y ceremonia. Parte de la práctica es la maestría de escucharnos como si no nos conociéramos y cada conversación es una sorpresa y un re-encontrarnos con apertura, gratitud y asombro por los cambios que van ocurriendo de forma natural. Somos seres energéticos en un constante proceso de movimiento y cambio y podemos gozar de esta incertidumbre, o resistirla y encasillarnos con esquema rígidos. La autoimagen propia es quizás 10% de todo lo que somos y cuando soltamos las riendas de los caballos de la rabia y el miedo, podemos abrirnos a las infinitas facetas y reflejos del cristal que somos y dejar florecer nuestra propia vida en su proceso natural de evolución consciente. La maestría para mí viene al balancear todos esos aspectos como un mandala que abre del centro del corazón y atraviesa toda la vida. Somos hologramas del universo y lo Divino, la Gran Inteligencia, el Gran espíritu. Lo podemos ignorar pero está presente, sin embargo, en las profundidades de nuestra esencia, como protones conectados a la distancia en el espacio cuántico vivo y energético. En la transición que vive la humanidad, la Tierra y sus habitantes en estas épocas, no sirve esconder nuestra luz, nuestra grandeza, nuestro amor y nuestra compasión, nuestra creatividad. Estamos retados a crear en nuestras propias vidas un panorama amable, amoroso, pacífico, creativo y abierto que emanará de nuestra aura a nuestro entorno y la red de Indra que nos interconecta. El dinero y el poder pueden ser conceptualizados de otra forma y no ser sólo nuestro templo moderno. Podemos enfatizar al ser humano posible en comunión y armonía con su realidad y su comunidad. Utopía? Quizás pero se nos presenta como un reto para vivir más enaltecidamente, como nuestro mandato, como seres espirituales de amor viviendo vidas humanas, perfeccionándose y transformándose. Si lo hacemos sólo por dinero o poder, vamos a perder la batalla. Si lo hacemos con el intento de crear un mundo más justo, equitativo, amable, de primos hermanos, quién sabe qué pasaría? Una de las infinitas posibilidades. Si no lo practicamos hacer nosotros en nuestro medio ambiente, entonces quiénes? Si no ahora, cuándo?

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EL ARTE DE TEJER MOSTACILLAS Y EL ARTE DE BORDAR 146

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uando recién conocí las telas bordadas y las pulseras de mostacillas hechas por mujeres y hombres shipibos, me quedé encantado con la complejidad y los colores de sus diseños. Cuando aprendí que los diseños tenían significado y muchas veces representaban los cantos de las plantas y la vida de la comunidad, vi a estas obras de artesanía como verdaderas obras de arte. Si alguien trabaja con constancia y apuro de producir para la venta puede demorar entre un día y una semana para crear una pulsera. Y las telas toman un mes y medio o dos. El trabajo se hace en los momentos libres que generalmente son las tardes después del almuerzo, o en las noches a la luz de velas, lamparines o focos, según dónde viven. Sus vidas, sus pensamientos, sus emociones, los eventos que les rodean penetran en la obra y terminan siendo telas curativas y pulseras con poder. Quería aprender para retarme a aprender una destreza nueva y comprender mejor lo que está implicado en el trabajo una vez completado. Por desgracia, venden barato porque la gente compradora no quiere pagar más, y lo ven como objeto de recuerdo turístico más que una representación de una cultura para acompañarles en sus hogares y lugares de trabajo.

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Comencé con las mostacillas. Primero necesitaba comprar los hilos, las mostacillas, una aguja larga y fina, y tijeras o navaja para cortar los hilos. Aprendí haciendo y copiando el diseño de una pulsera ya hecha. Allí me di cuenta que es mostacilla por mostacilla y no todo hecho al azar. Tuve que bajar de velocidad, entrenar la paciencia y desatar cuando me equivoqué, lo cual me despertó. Llegó un momento cuando ya no quería copiar más y comencé a hacer mis propios diseños con diferentes tamaños-primero pulseras delgadas, luego más anchas y convertí a algunas en collares colgantes y por fin me aventuré a hacer mini-cuadros. Allí comenzó todo otro proceso que cambió mi forma de trabajo. Se armó una tabla con dos clavos, corté fierros de un paraguas malogrado como barra arriba y los hilos colgaban abajo como un telar. Hice diseños y de allí los trasladé a un papel cuadriculado con colores y esto servía como mi mapa mientras tejía. Me di cuenta que anticipaba las clases porque todos nos reunimos en un solo sitio, conversamos, tejimos y nos animamos. Esa fascinación me llevó

a explorar tamaños, colores, tipos de mostacillas y siempre estar sorprendido y agradado por lo que surgió, imperfecto o no. Agradezco a mis maestros por dejarme copiar, variar y explorar libremente. Trabajo con dos filas al día de 59 mostacillas en cada fila. Me toma un mes de trabajo diario terminar uno. Les pongo títulos de la dieta. Luego los regalo. Es algo del corazón y espíritu para mí. Me centra y arraiga al hacerlo, me calma y me ayuda a esclarecerme. Esto me llevó a meterme en el universo de los bordados. Me acuerdo haber crecido en una cultura donde sólo las chicas podrían coser y tejer y no era apropiado para los chicos. Me acuerdo que un primo y yo nos fascinamos con los tejidos hasta ser censurados por una tía. Así que descubrir a una cultura donde los hombres y las mujeres pueden tejer y bordar me abrió y decidí probar lo que me parecía demasiado complejo. Tuve que conseguir cañamazo, una tela con huecos pequeños para facilitar la línea recta, agujas, hilos que no se destiñen, tijeras y un modelo. Otra vez en grupo, las mujeres cosían sus chitontis, faldas elaboradas con diseños bastante intricados. Yo comencé con una servilleta y puse los bordes con diferentes puntos. Adentro me habían pintado un diseño que tenía que rellenar con hilos de pocos colores-rojo, azul, verde, amarillo, naranja, violeta. Hice varias servilletas así, cada vez más grandes. Luego salió una corona de mostacillas y bordado. Una correa salió con un nuevo punto. Decidí probar hacer una bolsa, creando al hacerla. Salió algo espectacular que combinaba algo de lo aprendido y algo inventado. Probé hacer un mantel de mesa a base de 8 cuadros por 8 cuadros o 64 en total. Bordé 32 como pequeños experimentos. Me tomó 4 meses terminarlo. De allí me metí en dos bolsas más de aprendizaje. No había logrado el tamaño que quería para cargar mis cosas-eran demasiado chicas. Ahora hago una bolsa grande de mi propio diseño. Mientras tanto, he reconocido que lo intricado de los diseños shipibos merece mi profundo respeto. Sale del aprendizaje que a veces comienza a los 4 ó 5 años si alguien muestra interés y destreza. No logro copiarles si no tengo un dibujo en la tela. Me han hecho un pequeño cuaderno de diseños

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antiguos y he probado algunos, y de verdad, marean. En las telas van los cantos y las conversaciones, los eventos y las historias. En las telas van la calma y la creación, la belleza expresada por diseños y combinaciones de colores y formas. Los colores llenan la tela con su vibración energética. La tela como telaraña fina capta y atrapa los humores de los bordadores. A veces sisean y cantan mientras trabajan-surge de forma natural y la tela se baña con esa energía.

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Siguiendo el proceso me permito pensar que seguiré con mi estilo híbrido y libre, incorporando los diseños en bolsas y banderolas y dejaré los chitontis y servilletas intactas y auténticas en manos de las bordadoras shipibas. La tela es como un lienzo en blanco y abierto para pintar en ella con hilos, puntos y diseños. A mí me encanta jugar con los colores y no tener presiones de tiempo para acabar la obra. Les agradezco a mis maestros shipibos que no sólo saben bordar en tela de huecos chicos, lo que me forzó a usar lentes, sino también hacen su arte en su ropa. También pintan telas con colores naturales. Es un universo el bordado. Intuyo que pronto voy a buscar una forma de integrar el bordado con el tejido de mostacillas. Los materiales son sencillos y las posibilidades de creación infinitas. Ya no es un pasatiempo o pérdida de tiempo, es un momento de estar presente con el corazón abierto para expresar lo que quiere fluir en este momento. Muchas veces es una sorpresa.

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visionando un equilibrio centrado entre lugares

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uáles son los lugares que tenemos como puntos de referencia? Acá es el centro de la balanza. Yo me muevo entre la ciudad capital del Perú y el campo de Pensilvania en los Estados Unidos y Hawai. Jaguar se mueve entre las comunidades del río Ucayali y la ciudad cercana. En cada lugar nos transformamos según el medio ambiente y el contexto cultural del lugar. Salen otros intereses y otras destrezas más allá de la comprensión o no comprensión de otros acerca de nuestra vida acá.

Antes yo me sentía jalado entre dos lugares, los Estados Unidos y el Perú, por recordar mucho el sitio que faltaba. En una reunión de varones hace años tuve el discernimiento de no dividirme sino integrarme, darme cuenta que tenía la posibilidad de una nueva síntesis de llevar los lugares conmigo en mi corazón y aprender a estar en cada lugar cuando allí y no despedirme antes de irme. Luego dejé la ciudad por la selva, después de cinco años de lenta inmersión en esta cultura y sentir que me jalaba más que la ciudad.

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Luego vino un período de comparaciones, juicios, opiniones y resistencias hasta soltar el control sobre las riendas de mi vida y simplemente vivirla en el lugar en que me encuentre. El corazón eje de este lugar, la maloca, comenzó a simbolizar nuestro corazón colectivo y punto central para los esfuerzos de equilibrio que hacíamos. Ahora sé que cada lugar es un campo para la práctica de estar presente y consciente en la experiencia directa vivida. Y cada práctica alimenta como preparación para el siguiente paso. Si ponemos todo esto en perspectiva metafórica, también tenemos el corazón como eje y centro de equilibrio entre el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu. Cada lugar nos toca, nos afecta, nos atraviesa en todos estos niveles. Muchas veces en nuestras fantasías podemos recordar, soñar con o añorar algo, alguien, un lugar, una experiencia. Hay un viejo ejercicio guestáltico cuando estamos allá más que acá. Cerramos los ojos y en la imaginación vamos a ese lugar, persona o experiencia con lujo de detalles. Volvemos

luego al aquí y ahora con los ojos abiertos. Qué hay allá que no encontramos acá? Qué sensación corporal nos produce cada lugar? Emoción? Repetimos lo mismo 3 ó 4 veces hasta poder regresar, estar presente acá y apreciarlo tanto como el otro lugar. Estas añoranzas pueden también indicar que un cambio es inminente o necesario. En la misma propiedad vamos buscando un punto central de equilibrio entre los edificios y las manzanas del jardín. La maloca es central como lo son la cocina y el pozo. Cuál es el espacio central del corazón en nuestras casas? El equilibrio y el desequilibrio son partes importantes en el movimiento literal y simbólico de la vida. La vida ES movimiento. En el fondo todo este asunto de equilibrarnos es para ponernos en contacto con nuestro centro calmado y sólido, que es el eje de nuestra postura en la vida. Cuando podemos dirigirnos desde adentro y ser conscientes, somos libres y allí podemos asumir responsabilidad por nuestras decisiones, sus consecuencias y nuestros aprendizajes. Casi todos las disciplinas espirituales aconsejan entrar en la quietud, sentir y seguir la respiración, soltar las músculos tensos y simplemente estar presentes con la vida mientras fluya y nos atraviese con sensaciones corporales interiores, pensamientos y sentimientos, historias que nos contamos. Eventualmente llegamos a ese espacio enaltecido de nuestro hogar interior donde el alma habita con el Testigo y todo está bien. Hay muchas cosas que hemos permitido entrar en nuestras vidas desde arcaicas memorias inconscientes, que a veces ni comprendemos y que nos perturban. Podemos hacer limpieza y seguir el proceso, más livianos y abiertos, aceptando lo que hay como un regalo abundante y generoso del universo. O podemos quejarnos y ser víctimas sufridas. Ese centro nos acompaña por donde vayamos. Depende de cada uno si le presta atención o no, y cómo se manifiesta su decisión en el vaivén de su vida. De nuevo una de las infinitas posibilidades que podemos explorar para evolucionarnos más hacia el ser humano posible.

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LAS SOMBRAS QUE NOS RONDAN

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lguien me mencionó que no sentía la presencia de la sombra en mis escritos. No la menciono mucho porque tengo la tendencia de acentuar lo positivo y soltar lo negativo. La sombra no es positiva ni negativa. Es parte de la luz y hay luz en la sombra. Las partes no queridas o no aceptadas por nosotros y que proyectamos en otros, suelen ser algo que tratamos de erradicar o no sentir: nuestra ira, nuestro dinosaurio interior, nuestro ladrón, mentiroso, manipulador, juez supremo, nuestra parte promiscua, la parte rígida y moralista, la parte matón delincuencial, la parte descontrolada y agresiva, la parte infantil y fantasiosa.

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En este caso tuvimos una parte que abogaba por un jardín botánico sin lucrar con la ayahuasca y otra parte que recibe dinero del turismo shamánico. Tuvimos una parte policial y confrontacional y una parte miedosa de ser víctimas. Tuvimos una parte acusadora y una parte acusada. Sólo al estar a solas y separado del lugar podría ver todo con distancia, reconocer estas partes mías que había expresado desde el robo de mi laptop. Me da casi vergüenza mucha de mi conducta y aprendí una gigantesca lección de humildad frente a mi arrogancia. A la vez tuve que ver también que las sombras que salieron nos marcaron con fuerzas que no sabíamos tener. Nos esclarecimos y nos vimos sin máscaras. Vivimos el asunto como y/o-separación y división. La honestidad brutal era una arma agresiva. La mentira exagerada era un escándalo público. Era una pelea pública que anunciaba que con armas se defiende el jardín, que les ha robado a una parte de la familia su trabajo. Y la sombra que más perturbó era que yo me había metido y asumido aspectos de la familia que no eran míos, aparentemente. Cómo revertir algo que se expresa con veneno, miedo, rabia y violencia en algo amoroso, pacífico, creativo y con el corazón abierto? De y/o a ambos/y? Qué funcionaría para satisfacer a todos y que sea algo nuevo quizás? No es sólo aceptar la sombra como una parte nuestra sino también amar a esta parte. Allí está lo difícil. Cómo amar a la violencia descontrolada, la ira desatada, el ladrón descarado? Puede ser que no lo hacemos con otros, por lo general, pero por cierto, de una forma quizás inconsciente,

lo hacemos a nosotros mismos. La pregunta más difícil para mí era que si la escena del desenlace representaba mi mundo interior y era la manifestación de lo que pensaba y creía, entonces cómo estaba permitiéndome hacer esto a mí mismo? Cómo era la violencia descontrolada contra una parte mía, cómo expresaba la ira desatada a mí mismo, cómo robaba descaradamente a mí mismo? Tuve que admitir también los atributos generosos y de mucha ayuda de parte de los contrincantes. No soy experto en esto ni estoy muy claro todavía. Esto es cómo yo trabajé con las sombras en ese incidente. Y estoy más claro, más centrado y más consciente de cómo quiero proceder y aunque no creo que tengamos otro incidente igual, nos despertó y buscamos una respuesta más amorosa, comprensiva, compasiva y comunitaria. La sombra ha sido una magnífica maestra y terrorífica a veces. Hemos cambiado de camino e intención con la presencia de la sombra. Ahora a poner todo en práctica.

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IÓN?

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QUÉ

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ay muchos que nos dicen que no meditan, que no tienen tiempo o espacio para meditar y que les parece aburrido sentarse y prestar atención a su respiración. Les contesto que hay muchas formas de meditar. La idea es poder practicar estar presente con la experiencia directa de lo que surge como pensamientos, emociones, reacciones habituales, no escaparse y simplemente sentirse en medio de sus vidas. Y esto lo puedes practicar cuando estás parado en algún lugar, sintiendo tu cuerpo, tu equilibrio y alineamiento, soltar la tensión, abrir los sentidos y estar presente, observando lo que piensas y sientes, sin tratar de cambiarlo o censurarlo. O estás sentado esperando a alguien y puedes centrarte, tensar y relajar tus músculos, respirar, abrir los sentidos y observar lo que ocurre adentro y afuera. O puedes estar echado en la cama y hacer un pequeño movimiento y lentamente repetirlo con consciente atención hasta sentir cómo el movimiento hace que todo el cuerpo se mueva y lo puedes sentir. O como descanso y ruptura de rutina, puedes hacer una caminata breve y lenta con todos los sentidos abiertos y recibir el impacto del lugar donde vives o trabajas o visitas. Puedes dibujar y estar presente con el movimiento, las texturas, los colores, las imágenes que surgen mientras te metes con consciente atención a lo que surge y lo que te dices a ti mismo como crítica o aliento. Tal vez tienes alguna forma de expresarte artísticamente en la vida cotidiana. Esa práctica es una meditación también. Observa lo que piensas y sientes y cómo.

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La práctica de meditación en sus múltiples y variadas formas nos produce un momento de espaciosa quietud para sentir cómo mueve la vida a través de nosotros y cómo la organizamos. Con los ojos abiertos notamos qué nos jala y llama la atención-es un espejo donde focalizamos nuestra atención. Con los ojos cerrados inmediatamente estamos en contacto con las sensaciones corporales interiores, los sonidos y cómo nos hacen vibrar, los pensamientos de nuestro constante discurso interior, sentimientos fuertes a veces no deseados. Y surgirán dolores, tensiones, incomodidades que son mensajes corporales de lugares donde no fluye libremente nuestra energía vital. Si escuchamos música o los sonidos del medio ambiente, pronto nos damos cuenta de cómo

se abre la imaginación a las historias que nos contamos con sus sentimientos. Cada vez que nos encontramos en una situación de y/o podemos cambiarla inmediatamente a ambos/y para ampliar el espacio de nuestra reflexión. Meditar te pone en contacto con el motor de tu vida y su extensión por los universos que habitas. No hay meditaciones buenas o malas, perfectas o imperfectas - son momentos de mirarnos y vernos en la sala de espejos que hemos construido. Podemos criticar y negar o resistir, cerrarnos en el miedo y sufrir. O podemos abrirnos a los mensajes, aceptar lo que hay como una de infinitas posibilidades, decir gracias y gozar de nuestra vida multidimensional. Es cuestión de actitud: curiosidad o crítica como camino de menos acción. De nuevo, a la práctica!

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atar

ecer

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l lado de la cocha casi seca con vegetación verde surgiendo del barro alrededor, Machito y Avencia me acompañan mientras los cachorros rondan por la cocina a esta hora calurosa del atardecer con una pequeña brisa que alivia. La contraluz del sol poniente hace brillar a las hojas con su verde oro revelando sus diseños, luces y sombras en suave movimiento. Todo está quieto momentáneamente. La familia ha salido y estamos acá los perros y yo.

El taller experimental me tiene tomado en estos días y como fractal se va abriendo más y más hacia su esencia. El murmullo de los grillos comienza suave y se expande con cada vez más volumen con el ocasional sapito que entrará más tarde. Alrededor los niños juegan, los vendedores completan las ventas de su día, los chanchitos lejanos rugen y los gallos cantan. Todo está con una calmada paz entre las plantas y la tierra en estos momentos. Vienen los tres niños alborotados para desnudarse y meterse en la escasa agua de la cocha y buscar peces vivos y muertos. Su entusiasmo y energía desbordante son un deleite.

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El té con canela y miel es especialmente rico acá en la banca a estas horas. Todo crece vertiginosa y extravagantemente antes de la época de lluvia. Con la lluvia, crecerá mucho más. El trabajo de mantenimiento es constante, vigorizante y de constante relación con la tierra y sus diferentes entornos. Todo esto es curativo como una meditación multidimensional de estar presente con la experiencia directa del atardecer- la viva manifestación de amor de la Naturaleza que nos cuida y nos protege.

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NCLUSIÓ O C

NO HA N,

CONCLUS

N IÓ

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a vida continúa y se autorregula. El proceso continúa y sigue ofreciéndonos nuevas experiencias, cambios y retos para seguir evolucionando. El sueño continúa con sus modificaciones y nuevas oportunidades. Tenemos recursos personales para fluir con el proceso. Nuestro cuerpo como vehículo sagrado cambiante, reflejo de lo que pensamos y sentimos y hacemos con nuestras vidas es el material más denso y lento energéticamente. Podemos cuidarlo, ejercitarlo, alimentarlo, limpiarlo, mantenerlo de forma sana y consciente. Al soltar las tensiones acumuladas y reducir nuestra velocidad, entramos en el mundo de la quietud con la respiración, micromovimientos y estiramientos hasta sentirnos centrados en nuestro eje de nuevo y beber de la paz y el amor interiores. Podemos seguir al cuerpo en su proceso natural de auto-regulación. Desde la quietud surgen con más claridad nuestros pensamientos y sus correspondientes emociones. Podemos prestarles atención, cuestionarlos, hacer el trabajo y llegar al punto de estar aquí y ahora presentes sin distracciones. Simplemente ser.

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Tenemos las herramientas espirituales de tonglen y ho’oponopono más muchas otras para evolucionar espiritualmente. Nuestras multidimensionales relaciones con nuestro entorno y sus seres sintientes como espejos y maestros nos ofrecen la posibilidad de practicar nuestras habilidades innatas y seguir aprendiendo los unos de los otros en el cambio de paradigmas que nos toca vivir en este momento histórico. También podemos tirar la toalla y abdicar el poder natural que todos tenemos de ser líderes de nuestras vidas y nuestras realidades. Es sólo cuando nos damos cuenta de que somos uno y holográficos que podremos reconocer que lo que hacemos lo hacemos por nosotros y por lo menos 10,000 personas más y que afectamos a la red energética interior y exterior con nuestros pensamientos, sentimientos y acciones. No es una tarea para mañana o ayer, es para hoy, en este momento, acá mismo. Es vivir la experiencia directa de estar presentes en medio de nuestras vidas, conscientes y despiertos, fluidos y abiertos diciendo sí, aceptando nuestra realidad personal como una faceta de la joya,

agradeciendo estas interrelaciones con el resto de la familia sintiente. Podemos sentir el miedo y superarlo. Podemos sentir la rabia y superarla. Podemos sentir amor por nosotros mismos y otros y expandirlo y elevarlo. Podemos sentir felicidad y agradecimiento y asombro de nuevo cada día. Como dice una amiga, “Me despierto en la mañana y es mi cumpleaños. Cada día es mi cumpleaños y celebro mi vida.” Si algo funciona, podemos mejorarlo. Si algo no funciona, podemos corregirlo y mejorarlo sin juicios ni críticas innecesarias. Podemos ser la semilla que florece, crece y se ramifica y se expande hacia arriba y afuera como un frutal, como un shiwawaco. Somos mucho más grandes de lo que imaginamos. Es época de asumirlo y ser todos curanderos de nuestras propias heridas y las heridas de nuestra Madre Tierra. Es época de ser amables, creativos, cooperantes, ser guerreros de luz y ser conscientes de cómo nos tratamos. Tratamos al otro como queremos ser tratados. Compartimos la riqueza de lo que somos y si seguimos lo que amamos, el dinero seguirá después. Si buscamos el amor, la salud o el dinero, implica una escasez y que no los tenemos. Si asumimos que sí, tenemos amor, salud y dinero y que existen en el universo con abundancia, entonces atraeremos más. La gratitud es clave. Por lo poco o mucho que tenemos. El universo proveerá más. En conclusión, no hay conclusión. Hasta la muerte real y metafórica trae sus lecciones y la fuerza vital de la vida continúa. En conclusión, no hay conclusión. El proceso sigue y somos parte de él, quererlo o no. Todo depende de nuestra actitud básica. Estamos abiertos con amor o estamos cerrados con miedo y violencia hacia nosotros mismos y otros?

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