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La lengua del pueblo Yagán. Natalia Valderas
from Memoria Seminario Internacional Experiencias de Revitalización de Lenguas Indígenas 2019
by Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio - Gobierno de Chile
La lengua del pueblo Yagán
Natalia Valderas
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Pueblo Yagán, Bahía Mejillones
27 de noviembre, Temuko
Natalia Valderas presenta el proceso de revitalización del yagankuta, la lengua yagán; señala que ha sido un camino difícil, pero ya se han tomado decisiones que facilitan seguir avanzando. El pueblo Yagán es el más austral del mundo y, antiguamente, fueron grandes navegadores. Hoy en día se ven impedidos de continuar su tradición canoera debido a la instalación de bases navales en el territorio. La visión del pueblo Yagán considera el trabajo integral para la protección de su patrimonio cultural, que contempla la lengua, la navegación, la historia, la memoria, los cantos y relatos, las danzas y los sitios sagrados, entre otros.
La comunidad de Bahía Mejillones, como organización, se constituyó en 1991. Desde ese entonces se ha avanzado significativamente en el autorreconocimiento y en la valoración positiva de la identidad yagán. En la revitalización de la cultura se ha integrado a distintos actores de la comunidad; Valderas destaca la elaboración de un diccionario ilustrado por niños, que se llama Yágankuta. Pequeño diccionario yagán. Esta publicación cuenta la historia del pueblo, además de presentar un repertorio lexicográfico bilingüe. Otro importante trabajo ha sido la publicación y valoración de las memorias y vivencias de la abuela Cristina Calderón, reconocida en 2009 por el entonces Consejo Nacional de la Cultura y las Artes como Tesoro Humano Vivo. Un hito interesante también lo constituye el disco Kuluana, de la agrupación electrónica Lluvia Ácida, que acompaña con su música los testimonios y leyendas en voz de Úrsula Calderón, hermana de la abuela Cristina. Finalmente, a partir de una colaboración con el Museo Antropológico Martín Gusinde se publicó un álbum fotográfico que reconstruye antiguas historias familiares. Uno de los aspectos culturales que presenta mayor vitalidad, de acuerdo a Valderas, es la artesanía.
El vivir tan aislados, como lo es en el caso yagán, impone también sus particularidades a la vida cultural y a la valoración de esta en otros
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Ponencias
«Por mucho tiempo nuestra lengua se enmudeció, pero vamos a lograr que nuestro pueblo la hable».
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2019 AS n E Indíg AS ngu lE E ón d I c A z I l A t I v E R E d IAS nc ERIE l Exp A n IO c A n ER Int ARIO n EMI MEMORIA S territorios. Valderas, como técnica en educación parvularia, tuvo la oportunidad de realizar una pasantía en la isla de Chiloé donde pudo conocer de primera mano las metodologías que se utilizan ahí para la enseñanza del mapuzugun. Con esta experiencia volvió a su territorio, donde pudo replicar y adaptar dicha metodología en la enseñanza práctica de su propia lengua con buenos resultados, tanto en niños como adultos. Sin embargo, la situación crítica del yagankuta hace que los avances en el proceso de recuperación de la lengua sean principalmente referidos al aspecto léxico, que han permitido avanzar poco a poco en el uso social de la lengua.
En su experiencia pedagógica, Valderas trabaja con relatos tradicionales y presta especial atención al ordenamiento cultural yagán a través de un «calendario sociocultural». Estos elementos permiten a los niños situar el conocimiento de su territorio y la actualidad de su cultura así como promover la autoafirmación positiva. Las nuevas metodologías que ha implementado en el jardín infantil Ukika consideran salidas a terreno que permiten contextualizar territorialmente el proceso de enseñanza, destacando particularmente la importancia del mar para la vida y el desarrollo cultural del pueblo Yagán. Como educadora, Valderas destaca la importancia de la transmisión cultural a temprana edad. Finalmente, se refiere al dicho ampliamente difundido y reproducido según el cual la abuela Cristina Calderón sería la última y única hablante de la lengua, lo que no corresponde a la realidad, puntualiza Valderas, pues se cuenta con al menos tres hablantes. Y aunque la situación de la lengua es crítica, señala la importancia del proceso de revitalización y el compromiso político del pueblo para volver a hablar su lengua pese al despojo, a la prohibición de sus prácticas culturales, como la navegación, y al genocidio que sufrieron.