Según la Encuesta de Población Activa, entre 2010 y 2012 más de 50.000 personas se han quedado sin empleo en Canarias.
Ante la falta de recursos para afrontar los gastos, los artículos de primera necesidad se hacen prioritarios y las mensualidades de hipotecas y préstamos se retrasan.
En el Archipiélago se producen unos 24 desahucios diarios que condenan, en muchos casos, a familias enteras a ser realojadas en casas de familiares o amigos, en albergues municipales y centros de menores.
Algunos deciden construirse su pequeño habitáculo para vivir con un poco de libertad e intimidad. Los horarios y condiciones del albergue son de una rigidez carcelaria aunque recurren a él para el aseo personal y agradecen su servicio para quienes se ven sin comida o sin techo.