Aventuras en el patio de mi casa
Ver贸nica Velasquez
Este libro va dedicado para mis hermanas, Paola y Vanessa quienes llenan todos los días de alegría y con quienes vivo muchas aventuras. De Verónica.
Gracias a Supérate Fundación Raíces y ConTextos.
Aventuras en el patio de mi casa
Ver贸nica Vel谩squez
El patio de mi nueva casa era como un pequeño bosque en ese entonces. En el centro del patio había un gran árbol de jocote, rodeado de algunos otros árboles, habían uno de aguacate, de limón, de mango y algunos otros. También habían algunas rosas blancas y rojas. Al salir al patio se podía sentir que una tranquila brisa acariciaba tu rostro.
Nos acabábamos de mudar con mi familia a nuestra nueva casa, lo cual para mi fue muy doloroso, pues ya estaba acostumbrada a la antigua casa, que era no muy grande, pero acogedora y maravillosa. Mi nueva casa era un poco más grande, pero igual pensábamos que no sería tan divertida como la anterior. Estaba esa tarde sola con mis dos hermanas, porque mi mamá y mi papá siempre trabajan y nos dejan con mi abuela, quien esa tarde había salido. Ya que nos acabábamos de mudar a nuestra nueva casa nunca habíamos salido a jugar al nuevo patio. En esa tarde mis hermanas y yo hablábamos de lo mucho que extrañábamos la antigua casa y sobre las cosas inolvidables que nos habían ocurrido ahí, como esa ves en que creamos un campamento en nuestro cuarto.
Al instante tocaron la puerta. Resulta que eran mi primo, mi prima y su perrito de visita. Eso nos llen贸 de mucha alegr铆a.
Ellos tuvieron la idea de salir al patio de la casa a jugar. --¡Ey vichas vamos al patio a jugar!-- dijo mi prima. --¡No!--le dije yo el patio es muy aburrido. Pero mi prima muy insistente. --¡¡Vamos, vamos, vamos!!. Hasta que nos convencieron y les dijimos que sí. Al ser la casa muy grande. Para llegar al patio teníamos que pasar por la cocina y luego a un pasillo y a la puerta que nos llevaba al patio.
Al salir todos muy contentos corrimos a jugar. Mi prima tubo la idea de hacer un columpio con un trozo de madera y un lazo. AhĂ jugamos toda la tarde.
Pareciera que jugar en un columpio no es tan divertido. Pero para nosotros sí lo fue, porque imaginábamos muchas cosas, historias de aventuras. Imaginábamos que el columpio era un barco pirata y todos nos subíamos en él, decíamos que abajo habían cocodrilos y el que se caía perdía. Yo me subí al columpio al igual que mis hermanas y mis primos, pero me sujeté fuerte pues a mi lo que me daba miedo no era los cocodrilos imaginarios sino que el perrito. El perrito no nos podía hacer daño pues era muy pequeño pero, yo siempre le he tenido miedo a los perros así que me sujeté fuerte del columpio para no caerme. Y ahí disfrutamos toda la tarde cambié por completo la idea de la casa aburrida.
Y como siempre a las 5:30 la hora a la que mi madre siempre llega de trabajar. Escuchamos un suave Toc toc en la puerta principal. Al instante reconocimos que s贸lo mam谩 tocaba la puerta de esa forma.
Todos muy alegres corrimos a abrir la puerta. Ella entró y como siempre lo hacemos la abrazamos. Se sentó el la sala de la casa y comenzamos a contarle lo mucho que nos gustaba la nueva casa.
Ahora el patio de mi casa es más pequeño, pues hay una cerca que divide el patio. El árbol de jocote ahora es más grande pero sus hojas siguen siendo tan verdes como limones, las rosas muy rojas y blancas y esa tranquila brisa que acaricia tu rostro sigue siendo igual. De vez en cuando salgo al patio, pero sólo a descansar o a platicar con mi familia. Nunca olvidaré esos momentos en el columpio, en los que con un poco de imaginación cambiamos algo aburrido en divertido.
Yesenia Velásquez Yesenia Velásquez nació el 15 de marzo del 2000 en San Salvador, El Salvador. Hija de Patricia de Velásquez y Nelson Velásquez. Comenzó a desarrollar sus habilidades en canto a los 5 años en su iglesia. A los 7 años descubrió su habilidad de oradora en su escuela ganando el primer lugar en 4 certámenes de oratoria. Y a los 13 años comenzó a ser contorsionista. Se inspiró en sus aventuras que vivió con su familia.