Bajo la sombra del recuerdo

Bajo la sombra del recuerdo.

Bajo la sombra del recuerdo.

Stanley Sรกnchez.

Dedicado a aquellos que son dueños del más grande tesoro del mundo, y a aquellos que lo aprecian tanto como la luz del sol y lo necesitan tanto como la lluvia, su familia a la que tanto honran, aman, respetan y añoran, pero con especial cariño a mis padres.

Gracias a Supérate Raíces y ConTextos.

Tras una vieja verja de madera, había un árbol de mangos. Sus raíces eran unas anclas que ni un fuerte vendaval podía arrancarlas de su morada. Su follaje parecía una fuerte armadura de hierro de un honorable guerrero, era tan alto, que le gustaba que lo acariciase el aire fresco de la mañana. En la distancia parecía un mundo totalmente verde, donde abrigaba a una variedad de pajaritos y a su vez los alimentaba sin ser parcial y egoísta.

Abajo de ese peque単o mundo, se encontraba otro totalmente diferente, ruidoso, cambiante, a veces infeliz.

Se escuchaban gritos, como fuertes trompetazos desafinados, carcajadas escandalosas, donde jugar era una palabra poderosa para un ni単o.

Allí soñábamos despiertos, soñábamos que conquistaríamos nuestro futuro, como sí el futuro fuese un castillo, y que encontraríamos a una doncella o a un príncipe; sin embargo, ignorábamos la profundidad, la oscuridad, el dolor y el misterio de los futuros problemas que tendríamos que afrontar, como a todo el que quisiese ser un conquistador.

Pero las hojas del maravilloso árbol caían como caían las tristezas y regaños, producía delicia como también producía felicidad.Y aquel mundo en verdad que era así, cambiante, a veces pintado de arco iris, y a veces negro como cuando una tormenta empieza a penetrar el cielo.

La tormenta no era una tormenta común, era una tormenta con nubarrones de dolor, con gotas de lágrimas, con fuertes vientos de palabras que dañan el alma, con rayos de llanto que apagan la luz de la felicidad y la armonía.

Todo parecía colapsar y aunque el árbol no observaba sí contemplaba lo que mi familia discutía: --"¡Cállate desgraciada!" - -gritó mi abuela.

--"A mi no me irá a callar nadie"--respondió mi madre --(y es que mi abuela despreciaba a mi madre, de todas sus hijas mi madre era la más despreciada).

--"Te detesto tanto que se me pudren los huesos con sólo verte"--respondió mi abuela.

Mi madre solo se hechó a llorar, y con un odio impregnado en su corazón, sus ojos emanaban lágrimas ardientes de puro odio, pero su conciencia le tendió una cadena que le impidió arremeter con todo ímpetu.

Luego que todo quedó en destrucción, la tormenta pasó, dejando un rastro de dolor, una herida, una dolorosa abolladura, fue como sí el mundo se partiera en dos. El amanecer se oscureció, la luna ya no era más, el cielo se tornó negro, el rocío que refrescaba la mañana se convirtió en ácido, el amor se pudrió como cuando la rosa se marchita, no había más que decir, sólo adiós.

Mi padres tomaron la decisión de separarse de mi abuela y yo de mis primos, aquellas aventuras, nuestra amistad, todo aquello quedó abandonado como un jardín olvidado por el jardinero, tristemente despreciado.

Aquel árbol donde todo lo bello comenzó, en un tragedia terminó, y no se que fue de él.

Los días y los años iban y venían como una ola aventada por el viento de aquí allá, y todo aquello, como una gran herida en mi corazón quedó, sanó, pero cada día veo esa cicatriz y cada vez que me acuerdo es una fuerte punzada que me causa dolor.

No se sí aquel árbol existirá pero en mi mente sigue siendo el gran baúl de este gran recuerdo, y aprendí que aquel árbol nunca creo un sólo problema, nunca se cansó de dar sombra, nunca dejó de compartir su fruto, y mucho menos era traicionero al regalar su oxígeno, y no le interesó sí una simple lluvia se convirtiera en en una tormenta, sabía que siempre iba a ver un magnífico amanecer.

Si pudiera volver atrás regresaría a ver sí aún existe, y recuperar el más grande tesoro, la unidad de mi familia.

Stanley Sánchez, nació el 7 de febrero de 1997 en San Salvador. El Salvador.

Hizo su primer libro para mostrar una pequeña parte de su vida. El llamó a su primer libro: "Bajo la sombra del recuerdo" ya que fue un recuerdo triste que vivió durante su niñez.