Un cambio en mi vida.
Elias Ramirez.
Un cambio en mi vida.
Así inicia mi h"to#a, cuando mi mamá se va de compras al Súper Selectos del centro y todos nos despe%mos de ella con alegría, porque sabíamos que traería algo para comer y otros cosas.
Bueno m" hermanas y yo en
Bueno, m" hermanas y yo en nuestra
nuestra humilde casa nos humilde casa nos quedamos viendo quedamos viendo telev"ión,un telev"ión,un programa llamado
Gla%adores Ame#canos en el canal programa llamado Gla%adores 4 a las 9 de la mañana. M"
Ame#canos,m" hermanas
hermanas sentadas en sillas de
sentadas en sillas de plá'ico y plá'ico y yo aco'ado en la suave
yo aco'ado en la suave hamaca hamaca que era de colores como del
que era de colores como de el arco i#s.
arco i#s.
Luego de ver telev"ión un buen rato, por fin desayunamos y seguimos viendo telev"ión.Por fin, deci%mos hacer limpi(a. E'aba ba'ante sucio, que tierra por aquí, que por allá, que en todas pa)es. De estar pasando a cada rato se ensució y bueno pusimos manos a la obra.
E'aba tan sucio, porque
entrábamos tierra ya sea en
pequeńas o grandes cantidades en los zapatos. Pero antes de hacer limpi(a, nos quedamos un buen tiempo hablando de cosas o momentos que nos
suce%eron, porque sabíamos que mi mamá tardaría.
Y entonces, iniciamos la limpi(a. Mi hermana barre, yo trapeo y mi otra hermana lava tra'es, pero cuando yo estaba trapeando se oye
mi heramana sale cor#endo para ab#r. Yo no le tomé impo)ancia porque estaba en lo que estaba y observé que mi ma+e apa)e de las compras traía una cajita café de unos 50 centímetros de largo y 50 centímetros de alto también.
Yo pensé que era comida pero de repente oí unos la+i%tos muy suaves y agudos, entonces m" hermanas se acercaron y se les veía en la cara esa cu#osidad que traían con sigo, pues todos queríamos saber qué era, aunque en realidad sabíamos qué era, era un PERRITO.
Era de color negro con manchas blancas o blanco con manchas negras, por eso lo llamamos Panda. Tenía un a,ecto de tiernito, y le preguntamos a mi ma+e que ¿Dónde? o ¿Cómo? lo obtuvo. Le pe%mos que nos contara y comenzó mi ma+e : iba caminando a la parada de los autobuses a esperar la 23-A que me traería a la casa.
Por el Parque Infantil lo vi caminando, llorando y solito por eso me conmovió el corazón y no lo podía dejar solito, lo podían apla'ar y ya que tenemos lugar, lo traje porque u'edes se pueden turnar para alimentarlo y cuidarlo, tú, Elias, en la tarde e Isaura,en la mañana.
Iniciamos un turno cada uno, pero los domingos y sábados, yo me encargaba de Panda todo el día. Me enca#ñé mucho con él porque aunque suene loco, como si platicara con él aunque yo no le enten%era, era como si Panda si me enten%era porque le contaba situaciones.
Cuando me sentía mal, Panda se reco'aba en mi pie, dando señal de apoyo o que me sintiera mejor, que eso no me impo)ara y que siguiera adelante, por tal razón yo le daba pe%grí con leche y él seguía pen%ente de mi, porque comía, pero al ratito me volvía a ver. Yo le sonreía y Panda seguía comiendo.
Cuando Panda dormía, era algo tan hermoso porque se le oían los ronqui%tos, se veía bien gordo y sabíamos que no le faltaba nada. Al día siguiente Panda y yo salimos a jugar un rato al pasajOtros perros ya grandes casi sin pelos de color café le la+aron y comenzaron a perseguirlo pero yo le lancé una pie+a a un perro.
A otro le % una patada y salieron cor#endo. Panda seguĂa con temor, de repente, cuando llegamos a casa no podĂa caminar bien, todos nos alarmamos, pues es de menos porque nos habĂamos enca#Ăąado de Panda en poco tiempo. Mi ma+e preocupada le puso palitos de choco bananos en las patitas.
Pero por voluntad de Dios. A la mañana siguiente, me levanté bien temprano. Vi a Panda como si estuviera dormido, pero en realidad lo toqué y estaba frío, su pelito tieso, mi alegría se largó a otro mundo, se me salieron las lag#mas sin control.
Recordé los momentos felices que pasamos juntos, me dejó una gran enseńanza, y es que, no impo)a como sean tus amigos, con tal que sean incon%cionales, que te apoyen, que estén contigo en las buenas y en las malas, así como Panda fue conmigo y yo con él. Bueno, lo enterré con orgullo.
E'o, cambió mi vida desde el p#mer día que conocí a Panda, ha'a el último porque veo de otra forma el concepto de am"tad, ya que Panda me hizo verlo de otro modo y se lo agrad(co.
Mi concepto es: El verdadero amigo es el que estรก contigo en las buenas y en las malas, como Panda estuvo conmigo. No impo)ando la apa#encia, raza, color de piel y muchas otras cosas que no tienen impo)ancia.
Soy Elias Antonio Ramírez Martínez, nací el 12 de Noviembre de 1998, asisto al Centro Supérate Merlet, tengo 14 ańos, estudio 9' grado en el Centro Escolar Dr. Doroteo Vasconcelos, y escribí sobre Panda porque en realidad sí cambió mi vida, aunque ya se marchó y tengo grandes buenos amigos.