NADA MÁS HERMOSO QUE SOÑAR...

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NADA MÁS HERMOSO QUE SOÑAR...

Por: Liliana Yamileth Hernández Flores.





NADA MÁS HERMOSO QUE SOÑAR...


Era un lunes realmente cálido, yo estaba muy atareada, el estrés y el sueño parecían dominarme, ya no aguantaba tantas tareas, ¿Porqué se les habrá ocurrido a todos los maestros dejar el mismo día estas guías tan largas para mañana? Estaba fuertemente enojada y sentí una ligera sensación de cólera, pero en un instante de esperanza, pensé -Un día voy a estar sentada en un escritorio elegante, con mi propia computadora enfrente y a la par una deliciosa taza de café humeante... A esforzarse Lily, vale la pena. Cada vez que me imaginaba con un buen futuro, recogiendo el fruto de mi esfuerzo se me quitaba la cara de enojo y sonreía, enserio necesitaba alcanzar mis metas. Después de aquella chispa de inspiración, de un minuto de alegría y anhelo moví mi cabeza perezosamente para ver la hora, ¡HAY! ¡ME VA A AGARRAR LA TARDE! -MAMÁAAA PODRÍAS AYUDARME A GUARDAR MIS COSAS... es tarde. Mamá siempre estaba apoyandome y ayudándome en todo momento aunque siempre me regañaba y solía decir que me faltaba organización.


Luego de que mamá me ayudara a guardar mis cosas, corrí a darme un buen baño, en realidad necesitaba terminar de despertarme. la noche anterior me había desvelado terminando una tarea de Matemáticas, si soy sincera en realidad no me gustan mucho las matemáticas, eso de ver números, planos y signos me confunden demasiado y me ponen los nervios de punta, mamá, por el contrario, es amante de la materia, entiende con gran facilidad los ejercicios, y aveces me ayuda cuando yo le pido que me explique. ¡Qué ducha más deliciosa! Me sentí tan bien mientras el agua resbalaba por mi cuerpo, me sentí viva de nuevo. Al salir de la ducha me di cuenta que había pasado demasiado tiempo, que tenía que apresurarme si no quería perder el bus escolar y que me regañarán por llegar tarde nuevamente, me vestí lo más rápido posible y medio probé el almuerzo que mamá me había hecho con tanto amor - Lily, ¿te has terminado todo tu almuerzo? - No mami, es tarde, ya debo irme. -!No te vas a ir sin comer! - ¡ES TARDE! Al decir esto agarre mis cosas y salí corriendo, mamá se quedo muy molesta, pero si empezaba a discutir, llegaría tarde y tendría como castigo hacer limpieza en todas las instalaciones escolares y yo no quería eso.


Había llegado justo a tiempo para abordar el bus, cada vez que yo me subo a un bus, elijo el lado de la ventana, me encanta ver el paisaje, las casas, la gente... Cada vez que voy en un bus me desconecto del mundo y con mi cabeza recostada en el asiento dejo que la brisa mueva mi cabello, me encanta sentir esa sensación de frescura y empiezo a reflexionar,a recordar cosas y a pensar en las personas especiales. Ya habíamos llegado, al bajarme de el bus escolar, un ligero olor a madera inundo el ambiente, aún el pasillo estaba mi grupo de amigas, que me recibieron con un caluroso abrazo -¡Lily! Terminaste las tareas o te falta todavía. -Me falta terminar algunas cosas... Y vos Ester, ¿las terminaste todas? - Me falta, pero no tiene importancia, es poco lo que me falta. Sabes... Ayer estuve súper mal, ¡Tenia una calentura horrible! Estaba súper enferma, me dolía la cabeza, y el pie... -jajaja, sigues con tu dolor de pie, ¿qué acaso todos los días estas enferma? -Me estaba muriendo.


Ester es una de mis mejores amigas, ella es alta y delgada, su piel es trigueña y tiene el cabello colocho, generalmente divide su cabello en dos rizos que son su fastidio ya que sueña con tener el cabello lizo.cada día que llego me cuenta que estuvo enferma, que anda con gripe, que apenas puede caminar... Cuando yo la veo muy bien, creo que es una costumbre que tiene, desde que la conozco siempre le ha dolido su pie y ese día no era la excepción, sobre todo porque nos tocaba la clase de educación física. Bueno... Siempre ponía esa excusa para no hacer ejercicio, y lo del "dolor de pie" ya había formado parte de su vocabulario. En aquel... Hmmmm... Como podría decirlo... "Emocionante" momento en que escuchaba como mis amigas se quejaban por todo se escucho la campana. TRRRRRRRRRRIIIIIIIIIINNNNNNNNN. TRRRRRRRIIIIIINNNN.. Era hora de entrar a clases, todos entraron con una cara de aburrimiento, en realidad el hecho de que fuera lunes no era muy gracioso que se diga, pero por otro lado me alegraba el hecho de ver nuevamente a todos mis compañeros, bueno, a casi todos mis compañeros. Había en el grado un grupo que se encargaba de criticar y hacer sentir mal a los demás, siempre hay personas que parecen gozar cuando ven a otras personas sufrir, y este grupo a mi me caía muy mal, pero... Muy en el fondo, yo sabía que tenían una historia, que tenían alguna herida... ¿Pero cómo podría saberlo? No me preocupaba por eso aquel día, ya que en un par de ocasiones sus burlas y críticas me habían hecho llorar.


Recuerdo que iba a sexto grado, se acercaba la fecha de intramuros, para esa fecha es costumbre elegir por grado a una candidata que representara el grado, siempre se elegían las chicas más bonitas del salón, ese día nadie quería hacerse cargo y yo siempre había deseado salir de candidata, pensaba en el bonito vestido que me pondría ese día, el peinado que mi mamá me haría con tanto cariño, los listones que me compraría mi papá para que me viera mejor, y aquella frase… mi princesa, eso me dio valor ese día, levanté la mano temblorosa y me ofrecí, aquel grupo se me quedo viendo con una sonrisa burlona, un segundo después uno de ellos se tiró una carcajada y exclamó fríamente -Jajajaja solo que vaya a asustar… -es realmente fea -si vos, que pena que llevemos eso enfrente del grado. Todos se pusieron a reír, e incluso algunos exclamaban que aquel payaso tenía razón, la maestra dijo que yo sería la candidata, pero a todo eso yo me sentía realmente mal, aquellos chicos me habían hecho sentir realmente fea…


Ese día cuando llegué a casa no dije una sola palabra pero aquella inocente ilusión se había roto a la más mínima expresión, ahora quería desaparecer, pensaba en fingir estar enferma al siguiente día para así tener una excusa para faltar a clases, empecé a sacarme defectos… a compararme y a sentirme menos que las demás, es que aquellos chicos no se daban cuenta como podían afectar a una persona con sus burlas y humillaciones… sus críticas, estúpidas críticas… Así pasaron 3 días, ya no quería ser la candidata, pero ya me había comprometido ¿Qué iba a hacer? Mi maestra ya había avisado a mi mamá, y ella se había emocionado… me había conseguido un vestido prestado, muy bonito, se suponía que yo debía estar muy feliz también, pero no era así, mi autoestima estaba por el suelo, cada día que entraba en el salón de clases alguien le decía en vos alta a la maestra que porque no ponía a otra persona… una chica más guapa. Estas palabras eran tan frías, tan fuertes… palabras destructivas, que penetraban en lo más íntimo de mi alma, el alma de una chiquilla soñadora. Cuando llegó el día de los intramuros, me vistieron, me peinaron, y… ahí estaban los listones, ahí estaba mi hermosa familia, mis hermanos y mis padres, me alegré un momento porque me sentía diferente, las niñas siempre nos emocionamos cuando cambiamos de estilo, y de pronto antes de salir de casa, ya lista, escuché lo que quería escuchar… -Que linda se ve mi princesita… -Gracias papi. - Apresurémonos, es tarde…


Todo iba bien, aun me sentía fatal después de que me hubiesen denigrado en el salón de esa manera, pero una esperanza perdida me hacia sonreír por algunos momentos, tal vez con mi nuevo look no me vería tan “fea”… estos pensamientos erróneos se cruzaban por mi cabeza, cuando llegamos al punto de encuentro de toda la escuela, vi a las candidatas de otros grados, se miraban realmente hermosas… cuando me vieron nadie tomó importancia, solo mis amigas… mis mejores amigas, que me abrazaron y me dijeron que me miraba bonita, pero mi autoestima estaba demasiado dañada como para que se recuperara con ello, ahora pensaba que solo me llamaban bonita para hacerme un favor. Siempre fui muy fuerte en cuanto a lo que mostraba y lo que en realidad sentía… podía estar muriendo y llorando por dentro, un mundo totalmente gris, y representar una gran sonrisa por fuera. Ese día no fue muy cómodo, pero pesar de todo me divertí un poco, solo un poco…


Ese año, sexto grado, fue de cambios, de reflexión, ese año forme una parte de mi vida, construí un pilar en mi forma de pensar. Me di cuenta como las palabras hieren, que a veces podemos ver a una persona contenta, como que ha olvidado… pero por dentro sufre, que tenemos que aprender el valor de la empatía, pero lo más importante, aprendí que lo más importante es cómo nos sintamos con nosotros mismos, que todas las chicas somos hermosas, que no existe y nunca existirá la fealdad, solo las malas actitudes, que hacen que algunas personas sean desagradables, que no tenemos que anclarnos en un insulto de parte de un ignorante, porque no vale la pena llorar por ello, después de la tormenta llega la luz, sale el sol y comprendemos con claridad ciertas cosas.


Esos chicos… verlos aquel día me traían ese recuerdo y muchos más, me dolió ver como molestaban a una compañera, porque yo sabía lo que se sentía, pero al igual que los demás yo preferí callar y seguir hablando con mi amiga a meterme en el asunto, porque sentía un poco de inseguridad, que con el tiempo se me fue quitando, fui perdiendo el miedo a hablar, aunque fue un proceso realmente difícil… La tarde había pasado súper rápido, ya faltaban solo 5 minutos para que tocaran el timbre de salida, la tarde empezaba a oscurecer, las nubes estaban llenas de matices, los árboles se movían al son del viento, en una danza lenta, en una danza quizás melancólica…


TRRRRRRRRRRRRRIIIIIIIIIIINNNNNNNNNN… TRRRRRRRRRRRRRRRRRIIIIIIIIIIIIIIIIN Había sonado el timbre. -Bueno jóvenes, ya es hora de salida, se van directo a sus casas, y no olviden la tarea. -Si Seño Grisel, hasta mañana. Había terminado un día normal para mí, al salir del portón de la escuela, me despedí de mis amigas, y me quedé observando los árboles, aquellos árboles que estaban frente al portón del colegio se veían viejos y majestuosos, en el tronco tenía gravados muchos nombres… por un instante me inspiré en el aroma que despedían. Si estos árboles hablaran ¿Cuántas historias podrían contarnos? ¿Quiénes habían gravado aquellos nombres… porqué…? En cada rama estabael típico corazón con un fulano y mengano. Qué lindo es ese amor inocente e infantil… ese amor escolar, la primera vez que te enamoras enserio, pero que lo guardas en secreto… eso no tiene precio y jamás se olvida.


Bueno debía irme, la mayoría ya había se había ido del colegio, tenía que llegar temprano a casa, o por lo menos antes de que oscureciera, el microbús escolar estaba esperándome, fue un día cansado, yo veía como el anochecer caía lento, como las luces resplandecían en los cerros que se alcanzaban a visualizar desde la estrecha ventana de aquel bus, los aromas a cena caliente, el cielo entre un color rosadopálido, una pizca de celeste y la negrura de la noche. Pasamos por una colonia llamada los cedros, que gente más hermosa la que ahí vive, siempre dispuesta a ayudar, mi amiga Ester vivía allí, su abuela era un señora realmente tierna al igual que su abuelito, siempre que pasaba el microbús y los veía por la ventana me saludaban con una calurosa sonrisa, cada vez que veo la sonrisa de los ancianitos mi corazón se llena de alegría, siento un amor inmenso por los abuelitos, esas sonrisas valen más que las estrellas juntas, el brillo de sus ojos… su enigma, la dulzura y su humildad, tan sencillos. Son niños, niños que han pasado por el largo camino de la vida y ahora se convierten en un ejemplo.


En esa colonia hay una calle realmente empinada, así que Félix, el muchacho que manejaba el autobús tenía que subirla para ir a dejar a un niño que vivía por esos lugares, era un niño gordito, su nombre era Julián… que suerte vivir allí pensaba yo, pues desde su casa se miraba toda la ciudad de Zaragoza, tenía una vista muy bonita y fresca, desde allí la luna se miraba más grande, más brillante, las estrellas podrían verse en todo su esplendor, mi espíritu parecía estar en contacto con aquellos momentos mágicos, sentir el aire en mi cuerpo, sentir la tarde, el trinar de las aves...algo casi indescriptible.


Así transcurrían mis regresos a casa, llenos de emociones, a veces sentía un nudo en la garganta y las relaciones con mi yo interior se hacían más perceptibles, podía hablar con mi conciencia, recordar cosas que creía olvidadas. La calle de los sueños… la hora más hermosa, en que la noche empieza a vencer al ocaso y cae el sereno como gotitas de cristal, ese sereno tan delicioso, tan nuestro. A todo esto, entre tantos pensamientos y suspiros… aquel día llegué a casa cansada, quizás un poco mal humorada por el cansancio -Hola -¡Hola Lily! Veo que estas cansada… -Sí, un poco. -Entonces a cenar, a poner el uniforme en gancho, si hay tareas a hacerlas y a dormirse lo más temprano que se pueda. ¿Qué haría yo sin esa señora? Me subía el ánimo siempre y aunque me regañara seguido por no ordenar mi cuarto, por no doblar mi uniforme luego de plancharse, por andar de mal humor y responder mal, o simplemente porque ella andaba de mal humor… así yo la quería y la seguiré queriendo siempre, hasta el infinito y más allá. ¿Si tuve discusiones? Claro que en algún momento un joven siempre tendrá discusiones con su familia, pero en mi caso nunca fueron de tanta importancia, siempre pasaban a la historia y quedaban olvidadas.


El reloj de pared sonaba con aquel tic-tac que acompañaba mis pensamientos en mis desvelos cuando ya todos estaban dormidos y yo seguía pensando, transportándome a otras dimensiones...jamás dejaré de ser la niña soñadora a la que le apasionan los ángeles y los cuentos de hadas, historias de princesas y dragones envueltas en un mundo de fantasías tan ajeno al nuestro, ¿Por qué no abandonar la realidad un segundo y cerrar mis ojos para entrar en la fábrica de chocolate de Willy Wonka? En mi pensamiento nadie lo impediría, en mi imaginación podía ser sirena si lo deseaba, por eso cada noche… cuando el tic-tac de aquel viejo y polvoso reloj se escuchaba más fuerte y palpitante, antes de dormir me tomaba un momento, aunque sea un momento para vivir escenas infantiles que en el mundo físico son imposibles… para volar sobre el espacio y encontrar portales ocultos que llevasen a un mundo totalmente nuevo y desconocido, crear mi mundo, plasmarlo en un papel y al final guardar mis escritos bajo el colchón de mi cama, esta ya era una vieja costumbre, que hasta ese día aún conservo.


Pero paso el tiempo y yo ya no era la misma, ya no me dormía reflexionando e imaginando cosas, ya no era la niña perfeccionista en las tareas... La que se fijaba en cada detalle, me había convertido en una adolescente aislada y mal humorada, desde la ventana de los buses ya no me veía observando y deleitando me con el verde de las hojas, ahora se me observaba mensajeando en un celular. El celular que había pedido a mi papa de regalo para mis quince... Algo de lo que después me arrepentí. Unas semanas antes de convertirme en quinceañera una amiga llego a mi casa a investigar una tarea de inglés, eran aproximadamente las 5 de la tarde, encendí la computadora y accedimos a la web, luego la deje sola porque tenía que ir a comprar las tortillas, pero al regresar me di cuenta que ella no estaba investigando tareas, ella estaba en una afanosa conversación en Facebook. Yo no tenía una cuenta en Facebook, ¡Yo quería tener una cuenta en Facebook! Me parecía interesante ver como mi amiga chateaba y le daba like a unas fotos, me emocione mucho cuando ella empezó a mostrarme las aplicaciones por lo cual inmediatamente después que mi amiga se fue, cree una cuenta, mi propia cuenta en aquella red social, ¡Que orgullosa me sentía! descubrí que todos en el grado tenían una y envíe solicitudes a medio mundo, conocidos y no conocidos... Ese fue mi primer día en aquella red social, ya antes había escuchado sobre "El face", pero no sabia ni que era, ni con que se comía, y tampoco me importaba, pero después de haberlo conocido me fascine muchísimo y al siguiente día no hice más que andar presumiendo a mis amigas mi nuevo perfil.


Al siguiente día de haber creado mi cuenta y habérsela presumido a medio mundo, esperaba ansiosamente el regreso a casa, para enviarle solicitud a mis compañeros, compañeras, tíos, primos, conocidos, desconocidos... En fin, a medio mundo. Entre tanto pensar escuche el sonido de el timbre, ahhh que alivio, guarde mis cosas apresuradamente y fui la primera en subirme al bus escolar, iba tan ansiosa, que no sentí el viaje, ni a la hora que bajé, lo único que recuerdo es que en un abrir y cerrar de ojos yo ya me encontraba con el modem y la computadora encendidos. -Lily... ¿Ya llegaste? Mi mamá en repetidas ocasiones me preguntaba si ya había llegado cuando me estaba mirando, o si me me había caído cuando me miraba tirada en el suelo por algún resbalón, eran preguntas un poco obvias, pero bueno, no podía hacer nada más que responder... - Si mami... Ya vine. Pero la conversación nunca acababa ahí. -¿Tienes tareas? -No… Deberías acostarte temprano, y aprovechar envés de encender esa computadora - Déjame divertirme, solo será media hora. - Y que vas a hacer…


Yo sabía que a mis padres no les gustaría la idea, ya que para ellos las redes sociales solo eran un distractor, no sabía cómo responderle a mi mamá que había creado mi propio Facebook, me sentía nerviosa. ¡Ahora si me iban a regañar! Pensaba._ -Nada… no haré nada. -Entonces para que la enciendes si no vas a hacer nada. Me imaginaba como terminaría esto… -Solo voy a usarla un rato. -¡Liliana! -Voy a… es que hice una cuenta en una página. - Explícame eso. Ella solo me llama por mi nombre completo cuando está realmente enfadada o molesta conmigo… Liliana, si todo está tranquilo me dice dulcemente Lily o Lilita, pero aquella vez me había dicho un grotesco “Liliana”… Bueno, en aquel instante estaba acorralada.


-En Facebook, todos en el grado tienen una cuenta. -Ya he mencionado que eso no sirve para nada más que distraer. -¡TE EQUIVOCAS! -¡No me levantes la vos Liliana! -Pero puedo hablar con mis amigas y solo es los tiempos libres, que no entiendes que después de haber estado solo haciendo tareas está bien que… -si está bien que te diviertas pero no en la pantalla y menos allí, eso no trae ningún provecho, señorita. -Algunos maestros están allí, y puedo agregarlos y por cualquier cosa… -Es para los flojos… Los delincuentes la usan para robar información, y los adolescentes se hacen viciosos y holgazanes. - Sabes que no soy ese tipo de “adolescente” -Otra vez vas a hacer lo que quieras, y podría prohibírtelo, pero no lo voy a hacer para darte una lección…


Aquello me había dejado realmente confundida, ¿cómo me iba a dar una lección mi mamá?... Ella se había ido a dormir molesta, yo me sentía mal, pero creía tener la razón, por lo cual me hice la indiferente y seguí con mis planes, accedí a mi perfil, vi a unos cuantos conectados, y me fijé que tenía una solicitud de amistad, y fue grande mi sorpresa al ver que se trataba de uno de los compañeros que evitaba en el grado, porque era de aquel grupo que hacían sentir mal a todo mundo… pensé mucho, antes de aceptarla, pero al final creí que no importaba si la confirmaba o no, igual no le hablaría… así que sin ninguna importancia le día aceptar. Es increíble como el destino nos prepara lo que menos nos imaginamos a través de distintos medios, nos hace percibir las cosas de otra manera, conocer más allá de lo superficial… más allá de los sentimientos que se muestran y sus sombras.


Aquel día inmediatamente después de haber aceptado agregar a mi círculo de amigos a aquel compañero, me envió un mensaje que decía “Hola Lily, espero que estés bien… hey y ya hiciste la tarea de Educación moral”._ Yo en ese momento lo único que podía pensar era en que aquel compañero era un hipócrita y me escribía para pedirme copia, ¡HA! Es un interesado, repetía, pero de todos modos le respondí un simple “si” … pensé que allí acabaría todo, y si me pedía copia, no le iba a contestar, pero ocurrió todo lo contrario. Su respuesta fue “Lily, como haces para portarte tan bien, para no responderles mal a los que a veces te molestan, quisiera tener tu paciencia” Además de causarme asombro me causó curiosidad, no confiaba en aquel chico, y le dije “A los que me molestan… a los que me hacen sentir mal a mí y a todo el grado… es simple,sabes, sus palabras son totalmente huecas, creo que estoy muy joven para amargarme la vida poniendo atención a palabras sin sentido” .


Era mi segundo día en aquella red social y no conocía muy bien cómo funcionaba, pero aquella conversación se volvía interesante, yo sabía que en persona no nos dirigiríamos ni siquiera la mirada, por mi orgullo… por su conciencia, así que decidí aprovechar la situación para decirle lo que pensaba, estaba totalmente decidida a decirle que él y sus amigos eran unos sin vergüenzas, que caían mal… etc. Pero echó a perder mis intenciones con su respuesta “ Lily, yo soy uno de los que molestan a todos, y ya sabes, pero yo estoy peor que todos, nadie conoce mi historia… ni yo sé quién soy, y hago lo que los demás hacen a veces porque me siento sin mi propio rostro” ._ Ahora se habían esfumado las emociones negativas en mí, y sentí lástima… es cierto… pensé. Yo no conozco su historia, tal vez pueda ayudarle a ser mejor… quizás no tenga a nadie que le dé una palabra de amor… más sorprendidas a no podía estar…mi respuesta fue sencilla “ Cuéntame tu historia” Esta vez se tardó un poco en responder, pero cuando me contó sus problemas sentí lástima y simpatía por aquel chico... Su mensaje decía así:


“ Lily… eres la primera persona a quien le cuento esto, pero ya me aburrí de que todos me etiqueten como una persona que cae mal, no siento el cariño de nadie, ni en mi casa, ni en la escuela… jamás le importé a nadie en mi casa, les daba igual lo que yo hiciera, y cuando entré a estudiar quise llenar el vacío con amigos… muchos amigos, pero me junté con ese par de payasos, y luego me convertí en uno de ellos, la verdad no los considero amigos, solo ando con ellos porque no se con quien mas, a veces cuando nos burlábamos de otros me hacían sentir extraño, como una vos en mi cabeza que me advirtiera que no era lo correcto. pero este año… maduré, no se… es extraño describírtelo Lily, después de haberme deprimido cada noche, empecé a ir a la iglesia y algo me hizo cambiar, quizás el hecho de saber que hay alguien que murió por mí… no lo sé, al menos me da ánimos, sabes que en un par de ocasiones injerí droga… créeme que si mi papa me hubiera castigado, no importa como… yo me hubiera alegrado, pero me vio… y se fue sin decir nada, tan fresco y despreocupado como todos los días, le vale si me voy o no de la casa. No se porque te digo esto, pero necesitaba hablar, con alguien que se que es maduro.."


A todo esto, me había quedado sin palabras... ¿Porqué precisamente había confiado en mi para contarme esto...? Desde aquel momento cambió mi perspectiva sobre aquel compañero y le escribí simple y sencillamente lo que yo pensaba, "mira... Me da tristeza saber esto, quizás nunca nadie te dijo lo que debías hacer, pero no tengas miedo de mostrarle al mundo que quieres ser diferente, tu sabes lo que es correcto y lo que no, tu sabes lo que debes hacer y no dejes que nadie te robe tus sueños, nadie ni nada ¿comprendes? Cumple tus metas, estudia, prepárate, y amigo... Confía en mi. Cualquier cosa puedes consultarme, soy una chica igual que tu, pero si te puedo ayudar te ayudaré, y si no buscaremos una manera" Yo ya había pasado más de media hora en la computadora, por lo cual mi mamá se levantó y me apago el equipo, me sentí enojada... Pero sin mediar palabra me cepillé los dientes y me fui a la cama, ya estando en mi habitación como era costumbre, me quede pensando junto al reloj...


Tic-tac... Tic-Tac... Pobres esos chicos que andan el la calle... Quizás nunca nadie les dijo un "te quiero". No sintieron el abrazo maternal en donde se mezclan los latidos de los corazones entre madre e hijo, estuvo ausente el "estoy orgulloso de ti" del padre... Y luego van a buscar desesperadamente llenar este vacío a otros lugares, confiando en cualquier persona su amistad, aprendiendo costumbres paganas, y dando lo que reciben...Ahora entendía todo, ¡Las personas dan lo que reciben!, estaba entre estos análisis cuando una pregunta asaltó mis memorias, fue como un disparo... Como una estrella fugaz , y yo... ¡Yo tenía una familia grandiosa, que no cambiaría por nada del mundo, que sólo querían lo mejor para mi, y aún así en ocasiones no sabía valorar y me enojaba sin razón que lo amerite. Tuve un segundo de meditación y volví a levantarme, iba a pedirle perdón a mi mamá por aquella discusión, pero me fue realmente difícil... ¿Cómo empezaría? - Lily ya te dije que te fueras a dormir, siempre haces lo que quieres... ¡Me estoy cansando! - Mami... Te amo, lo siento por la discusión, pero quisiera decirte que, yo no soy de esas chicas que le tomaría más importancia a eso que al estudio.. -Lily, solo quiero lo mejor para ti, y confió en que no te va a suceder eso, te amo hija, ahora si a dormir… -Yo también te amo mamá… sueña con los angelitos. -Igual mi niña


Ahora si podría dormir tranquila… sentía paz, y amor. Al volver a acostarme seguí pensando un momento, sumergiéndome en ideas alborotadas dentro de mi cabeza hasta quedarme dormida… totalmente dormida en un profundo sueño, arrullada por los grillos que se escuchaban perfectamente entre el silencio de la hora, el tic-tac de siempre, el viento… He allí mi segundo día online, fue inesperado, me di cuenta que hay personas que lo utilizan para desahogarse, que viven estancados en una red cibernética por falta de amigos, porque se sienten solas, o incapaces de decir algo de frente. Al siguiente día me levanté sin ánimos, el agua estaba realmente fría, tuve una lucha porque no me decidía si empezar mojándome los brazos, o los pies, pero al final decidí que empezaría por los pies… cuando salí de la ducha,me vestí, comí y fui a la escuela, ese día tenía que estar más temprano pues tendríamos exposiciones en equipos y habría que prepararse juntos, al llegar al salón en que nos reuniríamos, me encontré con el compañero que había estado chateando conmigo la noche anterior,! por primera vez en la historia lo había escuchado decir buenos días! Y además estaba sonriente, pero ya no era aquella sonrisa burlona… era una sonrisa real, que salía del alma, ya no estaba con el mismo grupo de siempre, ahora estaba platicando con todos de una manera educada y amigable, me sentí muy bien, pero no quise hablarle… pero él lo hizo -Lily, gracias… deberías ser psicóloga. Hahaha… -Gracias por confiar en mí… para eso estamos los amigos. -Gracias… amiga…


Al escuchar eso me di cuenta como algunas personas pueden cambiar su vida con tan solo un empujoncito, una esperanza… desde ese día aquel compañero encontró a los verdaderos amigos, y se dio cuenta por el camino que iba, luego me contó que sus relaciones con su padre habían cambiado, estaban mejorando, y que con él, estaba cambiando toda su familia. Es increíble como las energías positivas pueden transmitirse al igual que las negativas, eh influir considerablemente en nuestro camino… Bueno hasta ese día todo iba perfecto, pero entre más pasaba el tiempo, y más conocía la página, me obsesionaba más con ella, al principio solo eran conversaciones sobre tareas, dudas o algo importante… pero después fueron solo conversaciones con mis amigas, conversaciones realmente innecesarias, empecé a crearme una dependencia inconsciente… y aunque a veces reflexionaba, el vicio me vencía… no era la única, muchos jóvenes de mi edad pasaban por la misma situación. Si… yo lo sé por experiencia, no parece tan malo, pero en realidad lo es… esto es letal, es jugar con fuego, poner en riesgo nuestro destino ¿Por qué? No hay ciencia en la respuesta… al crearte adicción… una adicción que siempre vas a negar, empiezas a descuidarte, a hacer las cosas mediocres, y el día que no hay internet sientes la necesidad y desesperación, es justo lo que me sucedió a mí.


Una noche después de haber sacado un 3 en dos exámenes y una baja calificación en un cuaderno, yo estaba llorando, otro en mi lugar no le hubiera tomado importancia, pero yo jamás había salido mal en las calificaciones, ¿Qué le había pasado a aquella niña que soñaba despierta cada noche antes de dormir? … no quería esto, jamás fue aquella mi intención… y si seguía así…¿Dónde estaban mis sueños? Ya no era la misma, hacía tanto tiempo que no veía un atardecer… que no me paraba frente a aquel árbol plantado en la escuela, donde estaban grabadas tantas historias infantiles y tiernas… extrañaba entrar en mi mundo, dejarme llevar por el viento, ver la luna y sentirla cerca cada vez que subíamos por aquella cuesta empinada, en Los cedros.… ERA AQUEL UN MOMENTO DECISIVO. CERRARÍA AQUELLA CUENTA, HASTA QUE ME SINTIERA PREPARADA PARA USARLA… Si me lo propongo, lo logro…


mi musa dormida había vuelto a despertar, inmediatamente después de las lágrimas, la ira, el arrepentimiento, y aceptar el daño que me estaba haciendo llegó la sonrisa, hay cosas tan pequeñas… totalmente mínimas, a veces imperceptibles, que si las vemos detenidamente nos damos cuenta que son tan dañinas como una bomba, que crecen como la espuma, que pueden tener un lado positivo pero estamos arriesgándonos a perderlo todo en su lado negativo… ¿Quién sabe? Simplemente ideas… conclusiones de una niña de quince años. Entre tanto trabajo cerebral volví a escuchar el tic tac del reloj, había estado tan ocupada en un teléfono celular y en la computadora que no escuchaba nada más, y aun así me quejaba del tiempo… me llenaba de vergüenza pensar esto , pero ya era tiempo pasado desde ese momento, lo había comprendido, salí al patio de mi casa, acaricié nuevamente las plantas, y al ver las estrellas, pude sentir el brillo en mi mirada, aquella fuerte sensación a libertad, me sentí erguida nuevamente, después de meses de querer permanecer sentada frente a una pantalla hasta empezaba a sentirme jorobada, una ráfaga de viento atravesaba en ese momento el cielo, volví a gozar como mi cabello se elevaba… A lo lejos… muy lejos… se escuchaba el sonido sordo de una guitarra, el sonido que se expandía entre la negrura de la noche, y ahí estaba yo recuperando mis sueños, míos y solo míos, y no dejaría que nadie ni nada me hicieran abandonarlos o dejar de luchar por ellos cada día.


-¡NUNCA MAAAAAAAAAAAS! Gritar al horizonte nocturno es inigualable, gritar con pasión, saber que se está creciendo como persona… -Lily, entra ya a la casa, hace mucho viento… -Seré psicóloga mamá, y luego tomaré la carrera de licenciatura en idiomas, jajaja … pero no acaba ahí… Quiero ser una gran comunicadora, y me llevaré a toda la familia a vivir a un lugar más bello… -Así se habla mi niña, la cena está caliente, apúrate…


Mágico momento… una estrella fugaz atravesó atrevidamente el firmamento marcando la huella de una nueva historia, de un futuro prometedor, de una adolescente que pensaba diferente, que se atrevió a soñar, a vivir la belleza de la naturaleza, no hay nada que reemplace esas emociones … Soñar es hermoso, es lo mejor, pero no solo hay que visualizar, hay que luchar… El farol de la colonia destellaba entre la luz de las casas y la luna, allí… silencioso e inmóvil como fiel testigo de historias perdidas entre el tiempo y el espacio, el pensamiento y el suspiro… entre una pluma y una lágrima. La noche incesante borraba caprichosamente la silueta de las nubes y el sonido sordo de aquella misteriosa guitarra seguía sonando al son de la sonrisa de un ángel…






Mi nombre es Liliana Yamileth Hernández Flores, tengo 15 años de edad y estudio en C.O.A.R (Centro Escolar Católico Monseñor Oscar Arnulfo Romero). Desde muy pequeña me ha apasionado la escritura y literatura, cada vez que leo un libro me transporto al momento de la historia, vivirlo como lo vivió el autor, saborear cada palabra… igual que a la hora de escribir me gusta describir las sensaciones para que el lector pueda disfrutar cada página como yo lo hago al momento de escribirlas. Desde que llegué a supérate Fundación Poma, mi vida cambió completamente, reforcé mis sueños, y me di cuenta del camino que quiero tomar, en este libro quise plasmar sencillas experiencias por las que pasamos los adolescentes hoy en día, cosas que inconscientemente nos llevan a olvidar el motivo de nuestra lucha y por ende a descuidarnos de nuestra meta, creo que soñar es hermoso, y ver realizado nuestro sueño es mucho mejor aún… ¿Tú qué opinas?



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