Siempre contigo.
"Dedicado para esa persona especial en quien me inspire y para todo aquel que posee el don de esperar eternamente."
Me pregunto que hubiera pasado si no lo hubiera conocido, quizás mi destino fuera distinto o incluso sin sentido pero, no fue así esta es una historia con su principio y con un fin sin tenerlo aún. Recuerdo aquel día del mes de febrero, la mañana era fresca donde el sol deslumbraba en cada charco de agua había brisa pero era poca y a la vez era mucha. Me recuerdo perfectamente era solo yo con mis amigas en un día normal en la escuela, sólo eso: -Mis amigas. -La escuela. -Y yo Solamente eso, yo me paseaba por la escuela como una niña sin nada en que perder el tiempo, solo eso. Lo recuerdo a el, estaba sentado en una banca de madera sucia y vieja junto a sus amigos observándome como pasaba caminando. En ese momento todo se detuvo y todo mi mundo cambio del blanco y negro al color, dentro de nuestra mirada, éramos solo los dos y nuestro
momento soñado y fue ahí donde encontré a mi gran amor, y donde creó que el me encontró a mi también. Mediante pasaban los días lo miraba muy detalladamente y supongo que el no se daba cuenta hasta que llego el momento en que yo creí que debía conocerlo así que empece por hablarle a todos sus amigos. El primero que conocí se llama Elías y de hecho me cae bien, es agradable estar con el. El es alto y delgado, y su piel es blanca y con pecas muy similares a las migas de pan, y su cabello era de un color anaranjado fuerte. Luego conocí a otro que se llama Emerson y le dicen "viejo" no se los motivos pero sin duda alguna el me agrado. Su físico era como el de cualquier chico normal alto, piel blanca pero no tanto como el otro, y cabello negro. Lo único es que el es fornido y con voz algo gruesa. Por ultimo conocí a su mejor amigo, Rodrigo y a este le dicen "Bolo", el motivo de el por que
dicen así es por su aspecto físico. El es mediano, muy delgado, su piel es demasiado pálida, casi sin color, y en su rostro sus ojos siempre se notan cansados y con ojeras. Pero sin ninguna duda me llego a caer muy bien. El tenía otros dos amigos más pero a ellos nunca lo conocí pero en fin, lo importante es que pude conocer a mi gran amor y recuerdo perfectamente como, cuando, y donde lo conocí. Y es aquí donde comienza todo.
El se llama Aristides y el es muy distinto a los demás. Su piel no es blanca como la de los demás, su piel es morena, es delgado y mediano, y su cabello es negro. El es una persona agradable aunque un poco tímido, cuando se sienta a hablar contigo es maravilloso el poder escucharlo por que, el tiene una manera de hablar muy especial e interesante. Lo primero que me pregunto fue como me llamaba, ahí me di cuenta de que le interesaba conocerme y de que no solo estaba jugando conmigo.
Un día antes de mi cumpleaños, el 31 de marzo del 2011 el se acerco hacia mí, le pedí que habláramos y el solo se sentó ala par mía y sonrió en ese momento sin razón aparente me puse muy nerviosa tanto que las piernas me temblaban era inevitable detenerlas y estaba muy helada aunque no hiciera frío. Mientras hablábamos yo le pregunte sin pensar si me iba a dar algo de cumpleaños por que era el día siguiente, el sonrió de nuevo y amablemente me pregunto que quería, si un dulce, una paleta o un beso, cundo me dijo eso quede maravillada y solo le devolví la sonrisa un poco nerviosa y no dije nada, me quede callada cuando sabía que era perfectamente lo que yo quería. Me empezaba a gustar sentía algo muy profundo por él,ya estaba enamorada. Mis días empezaron a cambiar, me sentía distinta, mis mañanas eran más alegres de lo normal me levantaba con un brillo por la ventana tan ligero que te daña las pupilas y con la
desesperante emoción de verlo un día más. Nos conocíamos cada vez más y éramos testigos de que entre los dos crecía un cariño tan tierno y un amor verdadero.Mis días mejoraban por que sí bien lo recuerdo no estaba bien, estaba más que destrozada en esos momentos, mi padre se había marchado de casa y yo me hundía en mi lecho de lágrimas sin ningún consuelo ni aliento. El mejoro mi situación, gracias a el salí del gran abismo de depresión en el que yo me encontraba, me dio nuevas esperanzas y una vida llena de alegría y delirio.Recuerdo sus miradas constantes y su risa de niño inquieto. Éramos los dos una gran flama ardiente de amor puro, que ni la gota más grande de maldad podría apagar, éramos como un sol ardiente que iluminaba la más breve acción y momento en el cual descubríamos mucho. Yo lo buscaba sin saber si lo hallaría y me alegra el haberlo conocido, todo de el me enamora. Lo que más me gusta de el, es la ternura y los nervios con los cuales se acerca a ti para poder
hablar contigo, y junto a su simpatía, pero lo más importante es su madurez junto a su infancia por dentro. Sinceramente yo no me fijo en su físico, pues para mi así no es un amor especial y sincero, en sí el no es la persona más guapa y fornida, pero el es tan grande por su interior que con solo eso le basta a el y a mi, pero el único defecto suyo es que no habla mucho o tal vez no lograba ver un buen momento para acercarse a ti, fue difícil el poder estar cerca de el, pero ese no fue motivo para que me impidiera amarlo. Hay pequeños detalles los cuales regresan a mi mente, recuerdo como en mi jardín día con día brotaban las rosas, yo todos los días cortaba una y la guardaba en mi bolsillo para aquella ocasión en la que decidiera dársela y decirle lo que yo sentía por él Pero los días de ese año pasaron tan rápido que no te dabas cuenta de lo que hacías, y tanto el como yo nadie se dijo nada, nos guardamos los sentimientos y los dejamos para luego.
El tiempo se fue volando como cuando los pájaros dejan su nido y empiezan su nueva aventura por otro rumbo. Los dos sentíamos lo mismo pero el ya no como antes, ese sentimiento de amor el se lo guardaba todavía más afondo, era menos su cariño y sus miradas eran cada vez más vacías y frías, en esos momentos no entendía lo que le sucedía y lo deje pasar. El invierno llego ese año y al principio llego encantador y fresco, las mañanas eran frías y oscuras era muy difícil dejar la cama, pero yo siempre me levantaba con la emoción de ir a verlo y sonreír le una vez más a la vida aunque no estuviera soleado. Pero al parecer todo iba de mal en peor, el ya no sonreía ni a la vida y mucho menos a mi, el ya no era el mismo que yo había conocido en aquel día, seguía sin entender lo que ocurría y una vez más lo deje pasar. El invierno seguía, y cada vez era más fuerte y en la escuela por motivos de seguridad tuvieron que suspender las clases por una temporada o por lo
menos hasta que pasara la época. En ese momento solo pensé en el y en lo mucho que lo extrañaría aunque sólo, fueran unos cuantos días, eso creía. Llegue a mi casa y solo me puse a pensar en ese tiempo que no nos llegaríamos a ver, a preguntarme a mi misma si el llegaría a pensar tanto en mi como yo en el. Pasaban los días del duro invierno, pero por alguna razón el destino no nos quería cerca a los dos. Sentía esos días bastante eternos, eran una eternidad desesperante, me ahogaba entre tanta espera, lo único que ,hacia era sentarme por las tardes junto ala ventana a disfrutar el aire frío y miraba como caía la lluvia sobre el camino y como se resbalaba por las hojas, pensando en el era la única forma en que dejaba pasar el tiempo. Pasaban los días del duro invierno y recordaba las palabras de una vieja "amiga", llegue a pensar cosas totalmente absurdas, puras tonterías, no entiendo como se me ocurrió imaginar que la vida fuera mejor sin el. Ella me dijo que lo
olvidara que el ya lo había hecho y que ya no valía la pena, me dijo que el no era un amor verdadero y que solamente era un capricho que pronto habría de olvidar, sus palabras me penetraron tanto que por un momento llegue a darle l razón. Ella estaba más que equivocada y por sus palabras incluso llegue a cometer una gran equivocación de l cual me arrepiento profundamente de lo que pasó. Se acabó el invierno, días claros y hermosos llegaban, el sol claro alumbraba la tierra mojada y el poco rocío que había en las telarañas, todo era hermoso. Regresamos a clases de nuevo y es aquí donde mi error más grande lo cometí. Y bien si es cierto de que nosotros somos los arquitectos de nuestro propio destino. Las palabras de mi "amiga" me segaron, lo ignoraba y lo maltrataba, no le daba importancia a el quería olvidarlo y no estaba consiente de lo mucho que lo dañaba.
Cuando me di cuenta de lo que hacia ya era tarde, el daño ya estaba hecho, su rostro se apagó, su mirada era de decepción y el ya no sonreía como antes, todo en el pareció morir. Quise reparar el daño, ya era tarde lo había perdido y tal vez en el momento no lo había entendido pues sí me dolía profundamente su desprecio, se partió mi alma. Sólo me quedaban unos cuantos días con el y no los supe aprovechar para pedirle perdón pues no hubo tiempo. Sin embargo llego el último de ese año escolar, el clima era fresco y parecía otoño, fue un 25-11-2011, recuerdo haberlo visto a el por última vez, vi como salía por aquella puerta, ni siquiera se despidió de mi, no pude decirle mi último adiós aunque en ese momento no sabía que fuera a ser el último. Darán las vacaciones y yo con la esperanza en mente no me preocupaba, creía que el iba a volver otro año conmigo, así que yo guarde
la calma. Iniciaron la clases de nuevo y yo dichosa y alegre, con las esperanzas más grandes del mundo,pero para que ilusionarme,la vida me pisoteo tan fuerte y mis acciones se reflejaron en ese momento. No tenía idea de como sentirme,estaba en un mar de sentimientos,al principio lo tomé sin tanta importancia, nunca pensé que lo llegarían a perder para siempre. Mi nueva vida comenzaba, la vida que ahora yo había creado. Los días pasaban,eran eternos, sin amor me di cuenta de que es imposible vivir, estaba desesperada no lo podía soportar me sentía inquieta ya no sabía que hacer era poco lo que sabía de el. Tenía unos amigos que me informaban de el, me contaron de que había ido a un nuevo colegió, el quería tener otras oportunidades y conocer otros rumbos, quería dejarme atrás y yo nunca pensé que me llegaría a convertir en parte de su pasado,
estaba destrozada me había quedado sin nada y para mi ese no había sido el fin todavía apenas comenzaba y faltaba lo peor. Después de un largo tiempo de no saber de el, me dieron la más impactante noticia la cual me mato por completo. Me habían comentado de que a el le iba bien y que estaba feliz, pero luego me comentaron de que el ya había conseguido a alguien más y supo dar ese paso que nunca pudimos dar los dos. Se me partió el alma y el corazón, nunca me había ocurrido algo como eso,había oído de que dolía mucho, pero nunca imagine que fuera tanto el dolor que sentiría me dolía amarlo tanto. Dentro de poco ese dolor se empezó a convertir en espera, siempre soñaba con su llegada pero luego la espera se volvía más impaciente y ya no habían fuerzas, perdía las esperanzas. Pensé en aceptarlo y resignarme a que ya no volvería, pero en mi interior alguien me decía que no lo hiciera y que siguiera firme y no me
rindiera. Difícil se que es, y que cualquiera lo hubiera dejado atrás y hubiera seguido como sí nada, pues yo no pude, no lo he logrado. He descubierto que es verdad lo que dicen "que los sueños siempre se hacen realidad en el momento menos pensado", la vida me sonrió por unos minutos y me dio unas pocas esperanzas, de lejos me pareció verlo, sólo recuerdo que el corazón se me salía del pecho, me latía muy rápido y muy fuerte y recuerdo como me sonreía emocionado de verme, dudo que haya sido mi imaginación pues yo sentí que era muy real. Pero a pesar de eso no creo que haya cambiado algo, tan solo me ilusiono más. Me hundía en lamento y me molestaba, me daba envidia de las personas que no estaban en mi lugar, yo no podía encontrar a alguien que estuviera igual de destrozada que yo, a alguien que estuviera hecho pedazos. Duele mucho recordar y siempre dan ganas de llorar, pero el llorar no me da el alivio,
no me sirve de nada, hasta las ganas de llorar son pocas, ya no valía la pena si no estas conmigo. Algo que he podido aceptar es de que lo nuestro a sido rastro del pasado y de que ya no regresara. Yo te deseo lo mejor si alguien más es lo que tu quieres yo lo entenderé, de mi parte no hay rencores tan solo un poco de coraje con migo misma, yo se que he perdido la batalla y que ya nada será igual. Durante tu ausencia he aprendido tanto que "lo que no mata fuerzas te da" , te has quedado en mi y todos los momentos que estuvimos juntos. Espero que ella te cuide bien y sepa quererte de una manera sincera así como lo hice yo, y todos esos días de risa i sueños que no volverán. Yo se que esta historia ya va a acabar, pues los dos tenemos caminos distintos y muy separados, pero de mi parte te seguiré amando hasta que pueda encontrar a alguien que pueda arrancarme todos todos tus recuerdos.
.Espero que todo este amor haya válido la pena, ya que por ahora esta es una historia que no llega a su fin, yo seguiré esperando tu llegada donde quiera que tu estés y sigue siempre a tu corazón.
RocĂo Castillo C Edad:14 Complejo Educativo Walter A. Soundy