Pedro G. Romero «Es el más viejo de los bailaores jóvenes.»
corinne frayssinet-savy
«No creo que haya existido en la historia del flamenco nada comparable al baile de Israel Galván. Técnicamente, el bailaor es una máquina perfecta, que además domina prácticamente todos los registros.»
Israel Galván ha producido una ruptura radical en el baile flamenco actual. Siempre a la vanguardia, el bailaor ha sido definido como un cuerpo libre, un artista en continua búsqueda de nuevas estéticas, que hace de la tradición su legado y la integra en su lenguaje hasta volverla contemporánea. Escrito originalmente por la etnomusicóloga francesa Corinne Frayssinet-Savy y con epílogo del artista multidisciplinar y experto en flamenco Pedro G. Romero, este volumen propone un recorrido por la obra de Israel Galván, que permite aproximarse al particular lenguaje de un bailaor excepcional en la historia del flamenco.
ISRAEL GALVÁN. BAILAR EL SILENCIO
ISRAEL GALVÁN. BAILAR EL SILENCIO
Enrique Morente
corinne frayssinet-savy
C ntinta me tienes
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traducción de Idoia Quintana
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ISRAEL GALVÁN. BAILAR EL SILENCIO
Corinne Frayssinet-Savy
ISRAEL GALVÁN. BAILAR EL SILENCIO Una antropología histórica del baile flamenco
Traducción de Idoia Quintana Epílogo de Pedro G. Romero
Frayssinet-Savy, Corinne, Israel Galván. Bailar el silencio. Una antropología histórica del baile flamenco, editorial Continta Me Tienes, Madrid, abril de 2015 Edición y colección Escénicas a cargo de Sandra Cendal. 132 pp. 16 x 10,5 cm. Depósito legal: NA 646-2015 ISBN: 978-84-941266-9-7 IBIC: ASD_Danza
www.contintametienes.com. Tlf. 91 469 35 12 info@contintametienes.com www.facebook.com/ContintaMeTienes @Continta_mt © © © ©
Frayssinet-Savy, Corinne de la traducción: Idoia Quintana del epílogo: Pedro G. Romero de esta edición: Continta Me Tienes
Título original: Israel Galván. Danser le silence © De la edición original: Actes Sud, 2009 Créditos fotográficos: Pp. 10-11: © Xavier Sanfulgencio P. 14: El final de este estado de cosas, 2008, © Luis Castilla P. 20: El final de este estado de cosas, 2008, © Luis Castilla P. 64: Tábula rasa, 2006, © Daniel Muñoz P. 83: Arena, 2008, © Félix Vázquez Pp. 98-99: Arena, 2006, © Diego García Diseño cubierta: Marta Azparren
A Daniel Charles
Índice
El baile, una propuesta.................................................15 Baile solista y baile en solo.........................................21 Cuerpo sonoro y plástica rítmica................................41 Músico-bailaor................................................................65 Epílogo.............................................................................85 Biografía de Israel Galván.........................................101 Breve glosario..............................................................105 Índice de repertorios flamencos...............................109 Biografía de algunos artistas....................................113 Bibliografía...................................................................123
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¿Por qué bailas solo? «No me siento solo, estoy con mis músicos y con mis objetos, que funcionan como personas, haciendo un dúo conmigo. También siento la comunicación con el público, la siento como una coreografía conjunta. Alguien1 me dijo que mi destino era bailar siempre solo, quizás lleve razón. Todavía me estoy buscando a mí mismo, me queda encontrar distintas formas y sinfonías en mi cuerpo.Quizás baile solo porque intento que mi baile adopte distintas personalidades de maestros de baile que bailen paralelo a mi estilo o forma, y aunque esté solo me siento como una tinaja llena de fantasmas.» Israel Galván, Sevilla, marzo de 2009
1. Israel Galván se refiere a Georges DidiHuberman, autor del libro Le Danseur des solitudes, publicado en 2006 en la editorial Minuit.
El baile, una propuesta
El baile de Israel Galván propone y genera una mirada diferente sobre el flamenco. Hace estallar toda imagen de Épinal, toda visión tópica. Es una urgencia de ser en el mundo. Se trata de centrar el sentido sobre la ejecución del gesto. Con él, esta forma de ser pasa a ser un modo de ser ante la música, ante el baile, ante, simplemente, la creación. Israel Galván rasga el velo de la interpretación para adentrarse en el espacio vertiginoso de lo desconocido. Él «hace retroceder al infinito los límites de lo imposible» (Jankélévitch, 1988: 65). Su audacia recuerda la actitud de Maurice Ravel frente a la creación descrita por Vladimir Jankélévitch: «Se expresa en primer lugar en el gusto por vencer la dificultad y la búsqueda obstinada del esfuerzo». Presente, el espíritu del artificio es un me-
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dio para crear un espacio de juego abierto al otro: cantaores, cantantes, músicos, bailaores, bailarines, público. Cada protagonista existe según su propia expresión. Israel Galván proyecta este espíritu en su visión artística, presidida por una «estética del desafío, porque en Desafío se encuentra la idea de la proeza y la voluntad de hierro» (1988: 66). Cada espectáculo nos permite asistir a esa apuesta que ha llegado a ser común, ya que es compartida. Cada espectáculo, enriquecido por experiencias previas, presenta nuevos problemas que deben solucionarse a la manera del jugador que complica por gusto las reglas del juego. Israel Galván, «sin que nadie lo obligue, se impone a sí mismo obstáculos y aprende, como decía Nietzsche, a bailar en las cadenas», a bailar en un ataúd, momento último de El final de este estado de cosas, redux. «Es la riqueza de la pobreza» (1988: 67). Su baile se construye a través de secuencias regidas por un montaje sutil y meticuloso. No hay margen para el azar; la organización de las figuras rítmicas y gestuales recuerda la precisión de un reloj. No obstante, si ocurre un accidente como el del tambor roto del 28 de febrero de 2009 en la escena del Mercat de les Flors, en Barcelona, lo integra con deleite como un nuevo obstáculo que se ofrece a sí mismo. Improvisada improvisación que el espíritu de su bai-
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le absorbe naturalmente. La secuencia permite un ajuste preciso de gestos, actitudes, figuras rítmicas. El trabajo de elaboración pasa por una repetición incansable que llega hasta el agotamiento; busca, en una perpetua vuelta al comienzo, extraer lo sustancial de cada célula melódica o rítmica. Modela, lo más acorde posible a su visión, cada fragmento, cada secuencia de pasos, siempre solidario con lo gestual. La precisión del gesto aturde. Exige de la música la misma eficacia. Cuando el movimiento alcanza la fluidez buscada, el cuerpo animado desafía todo equilibrio, toda frontera de lo posible. Israel Galván no deja nunca de bailar. Todo su ser tiende hacia el baile. Transfigura la virtuosidad en poesía. Su cuerpo moldeado por el baile flamenco se abre al mundo, se nutre de la alteridad. Resuena en él ese estado de cosas. Nos pone al alcance de la mano el límite, la frontera, el final inesperado. Se borra incluso ante el baile de Yalda Younes1, presente por medio de una proyección de vídeo en «Anuncio. Noticias desde Beirut» (El final de este estado de cosas, redux).
1. Se trata de fragmentos del espectáculo Non, hommage à Samir Kassir, concebido y bailado por Yalda Younes, antigua alumna de Israel Galván.
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El proceso de la secuencia revela el lenguaje de baile de Israel Galván. Induce varias formas de articulación y otras que están aún por llegar. La secuencia bailada breve se concibe como una serie de propuestas. Cada una se centra en un elemento gestual o un elemento estructural del baile flamenco, a veces incluso ajeno a él. La secuencia bailada continua se construye alrededor de un objeto que plantea al bailaor el reto de crear nuevas propuestas sin traicionar el espíritu del cuerpo sonoro del baile flamenco. La secuencia bailada dramatizada se elabora a partir de una puesta en escena presidida por el encuentro de diferentes repertorios musicales. La narración emana de la coexistencia de distintos elementos, como en «Principio. La catástrofe mayor» (El final de este estado de cosas, redux); la teatralidad nace del encuentro de diferentes expresiones: el hard-rock del grupo Orthodox2, las saetas de Inés Bacán y lo gestual del bailaor-mujer Israel Galván, espejo de una España barroca, impregnada de lo grotesco, de lo irracional, de la desmesura. En sus espectáculos, Israel Galván pone de manifiesto la polisemia del baile flamenco, interpretándolo 2. El grupo Orthodox reúne a Marco Serrato al bajo, a Ricardo Jiménez a la guitarra eléctrica tocada con arco y a Borja Díaz a la batería.
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y jugando con él. No lo detiene en una forma fija. Lo enreda en un largo proceso que hace de cada espectáculo una propuesta en devenir continuo. Esta actitud creativa está asociada a una revaluación libre de la pluralidad de la herencia flamenca. «No llegó para suprimir la tradición, sino para cumplirla», según el sentido que le atribuye André Levinson (1929: 43), incluso para liberarla.
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