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A.L.M.A
A.L.M.A.: rastrear el miedo para volver al asombro
Giordana García Sojo
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El proyecto A.L.M.A. surge en tiempos de pandemia y confinamiento. Todo el proceso creativo estuvo atravesado por esa condición distópica que nos arrojó intempestivamente la situación de emergencia mundial. Desde la distancia física, utilizando redes y canales digitales, junto con Marcela Lunar (directora del proyecto) escribimos una obra que precisamente busca interpelar esa situación de angustia y opresión que la pandemia develó. Por ello la obra A.L.M.A., una producción de Amaká Colectiva y El Horno Colectivo, está atravesada por la situación de emergencia mundial desatada por la pandemia de Covid-19, tanto en la concepción y desarrollo creativo, que significó el uso de tecnologías y dinámicas telemáticas para la confección del guión, como en el contenido final y los sentidos que se desprenden de la obra.
A.L.M.A. es una obra de raigambre distópica, pero que no busca solamente hacer “mímesis” y representar el estado del espíritu y el cuerpo en confinamiento, sino también trata de abrir un compás amplio de interpretaciones donde las y los espectadores sean la pieza final indispensable para armar y componer sentidos, desde su propia experiencia del distanciamiento y la pandemia.
El título hace referencia a un doble juego: el de una de una de las más altas esferas de la idea de lo humano: el “alma”, y el del aparato de altísima gama tecnológica que es el telescopio A.L.M.A., del que nos inspiramos para escribir la obra. El nombre A.L.M.A evoca las siglas correspondientes al telescopio Atacama Large Millimeter Array,(1) instalado en el desierto de Atacama, Chile. El telescopio utiliza una tecnología
(1) www.almaobservatory.org
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Foto de Adrián Naranjo
especial que permite ver una galaxia tan lejana que su luz ha tardado más de 12 mil millones de años en llegar a nosotros; se vale de un efecto conocido como “lente gravitacional”, que utiliza una galaxia cercana como lente amplificador, permitiendo ver el pasado (deformado) de cuerpos espaciales muy lejanos.
Es difícil no maravillarse ante la capacidad innovadora y desafiante de constructos tecnológicos como el telescopio A.L.M.A., y de las posibilidades que sus descubrimientos implican para el vuelo de la mente humana. Ver a través del reflejo de una galaxia a otra galaxia acaso ya apagada pero que su luz llega a nosotros en una cantidad de tiempo cuasi inconcebible, sin embargo pronunciable y medible por la ciencia astronómica, resulta un hecho que roza lo poético y conecta con el pensamiento filosófico. En este encadenamiento de ideas, asombros y emociones que nos genera las posibilidades del telescopio A.L.M.A., hallamos una fuerza, un potencial humano, que creemos imprescindible desplegar para salvaguardar un futuro vivible ante la distopía que ha significado la pandemia de Covid-19 y sus consecuencias devastadoras en la sociedad.
Utilizando el arte como discurso amplificador, decidimos invertir la mirilla del telescopio y usar su fuerza evocadora para mirar adentro, acaso en el “alma”, y medir quizá la insondabilidad y capacidad de asombro de lo que somos como especie, rastrear el miedo, la incomodidad, la incertidumbre que nos atraviesa como sujetos, y volver a las preguntas fundamentales para recomponer el afuera.
En este juego de metáforas y construcciones poéticas está basada la dramaturgia de la obra A.L.M.A., un seriado de ocho capítulos breves (de entre 2 y 4
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Fotos de Adrián Naranjo
minutos cada uno) que conjuga distintas disciplinas artísticas (danza, teatro, música, cine y poesía) con las dinámicas de difusión telemática, ceñidas además a los ritmos que despliegan las redes sociales como filtros de contenidos.
Concebimos la obra desde la asunción de que sería mirada, hurgada e interpretada, especialmente mediante dispositivos portátiles como teléfonos celulares y computadoras, además de ser difundida por redes sociales. A sabiendas de esta condición de los soportes y medios, quisimos apostar a la participación necesaria de los espectadores para no sólo desentrañar sino reconstruir sentidos a partir de la obra, en una especie de juego de armado visual que pudiera verse con independencia entre capítulos, secuencialmente, alternadamente y en distintos momentos.
En esta superposición de manifestaciones expresivas, formatos y soportes se enmarca A.L.M.A., como un tránsito no sabemos bien a qué estadios, quizá a ese clima de inquietud y de inconclusión de esta época de pandemia, el reflejo de la incertidumbre activa, la protesta del miedo, la incomodidad que nos lleva a la acción nerviosa, y nos junta desde el vértigo que produce no sólo el futuro, sino el presente.
Giordana García Sojo es licenciada en Letras mención Literatura Hispanoamericana y Venezolana por la Universidad de Los Andes (ULA). Realizó la diplomatura en Gestión y Promoción de los Derechos Culturales del Observatorio de Políticas Culturales del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini (CCC) junto con la Universidad de Buenos Aires (UBA).