conVersos nº25

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co n Ve rs o s Revista de Poesía nº25 / año IX

Poeta invitada: Luz Pichel


í ndi ce Carnet de identidad

3

Retrato en auto

7

Obras públicas

Poética a la carta Saborear un Haiku/Paloma Espartero

Luz Pichel

63

Publicaciones de los poetas conVersos

85

Fondo de armario Carmen Crespo Claudio Carrillo Aranda

22 26

Esther Lucio Marino Juan Hospital Manuela Sola Castro Tirsa Caja

30 33 36 40

Re-creación de un poema de Rupert Brooke/Eva Yárnoz

45

Mirador 10 verbos para ser/fotos Clara Equey y textos Paloma Espartero

51

Territorios diVersos

2 / conVersos nº25

Ficha técnica

88


car net de i de nti da d

En el Título Preliminar de nuestra cuarentona y vigente constitución se proclama lo siguiente: “La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección”. Atendiendo a este mandato y convencidos de la riqueza que supone nuestra pluralidad lingüística, vamos a contar en retrato en auto con poesía escrita en gallego, euskera y catalán en los tres números correspondientes a 2019. Los poemas serán magníficos lugares de encuentro para una mejor comprensión mutua. Comenzamos con la poeta gallega Luz Pichel, una voz lúcida y con un profundo compromiso ético y estético, que nos acompaña en este número. Formando parte de nuestro fondo de armario contamos con Carmen Crespo, Claudio Carrillo, Esther Lucio, Manuela Sola Castro y Tirsa Caja, un ramillete de lujo. Como trabajo colectivo se recogen las impresiones producidas por “awares” distintos (ese imprevisto encuadre de una hoja solitaria en una rama tronchada, por ejemplo) a partir de una idea de Paloma Espartero, que nos invita a degustar un haiku en poética a la carta y nos ofrece algunas claves fundamentales para hacerlo. Paloma también pone textos en mirador a las fotografías de Clara Roig. En territorios diVersos Eva Yárnoz se introduce en el no siempre reconocido mundo de la traducción de poesía y reflexiona sobre él a partir de unos textos de Rupert Brooke. Mención destacada merecen los excelentes libros Alguien Surge de Carmen Díaz-Maroto y Pájaros Tattoo de Marga Mayordomo, editados por Polibea y Cuadernos del laberinto respectivamente, y presentados ambos en la librería Enclave de libros los días 17 de noviembre y 1 de diciembre.

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car net de i de nti da d

Carmen Díaz-Maroto

Marga Mayordomo

En este espacio también celebramos el 29 de octubre pasado Autorretrato de Poeta, esta vez con Pilar Martín Gila.

Pilar Martín Gila 4 / conVersos nº25


car net de i de nti da d Con mucha ilusión presenté el día 9 de enero, en el Centro de Poesía José Hierro, mi primer poemario No sabría decirte, editado por Ilmo. Ayuntamiento de Aguilar de Campoo.

José Pérez Carranque

Los libros se añaden a nuestras obras públicas que ya superan las dos docenas. Los poetas sabemos que a veces las casualidades son señales, reflejos entre mundos paralelos, por eso no me extraña que 25 sea el número de este ejemplar de nuestra revista y también el de los libros publicados hasta hoy por este grupo de poetas conVersos con voces y poéticas diferentes, pero todas surgidas desde la pasión por esta nueva fe que nos habita y enriquece, la poesía.

José Pérez Carranque

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poética a la carta “Saborear un haiku” Paloma Espartero ha propuesto a los conVersos que buscáramos un Haiku y describiésemos la emoción (aware) de ese encuentro. Éste es el resultado:


po ĂŠtica a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero Saborear un Haiku

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po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero SABOREAR UN HAIKU

es preciso imaginarse esas nubes, el viento que las mueve, el otoño y las sensaciones que él nos transmite.

Si dijéramos que un haiku es un poema breve japonés de 17 sílabas, que en muchas ocasiones reviste la secuencia de tres versos de 5-75 sílabas, que nos habla de la Naturaleza, que contiene una palabra que indica la estación del año en la que tiene lugar el suceso que narra (kigo), y que contiene una cesura (kireji) para separar dos versos de un tercero, nada diríamos de su esencia, solo de su forma. Igual que un caparazón ha de ser abandonado cuando una langosta crece, hemos de dejar las formas y fijarnos en la esencia del haiku para aprender a saborearlo.

Saborearlo también en silencio, es decir, sin el ruido mental que añadimos al ponernos nosotros como protagonistas de los acontecimientos. En el haiku lo que se nos dice es: esto pasa, esto sucede en el mundo, esto es lo que el mundo nos dice, y no: esto es lo que yo tengo que decir al mundo. ¡Qué alivio deshacernos de nuestras narraciones para poder escuchar neutra y ecuánimemente un mundo en el que no somos protagonistas!

Basho, el maestro japonés a quién se atribuye la creación del haiku, señaló que un haiku es lo que está sucediendo en este lugar, en este momento. Haiku es pura presencia y para saborearlo hay que estar también presente. Presente y en silencio. El haiku sucede en primer lugar en la vía de los sentidos y desde los sentidos ha de ser percibido. Cuando Santoka dice: Nubes que salen de ninguna parte. Nubes de otoño

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Pero no hay ausencia de emoción en el haiku, al contrario. Como diría el maestro Vicente Haya, el haiku nace del aware. Aware es la emoción profunda, el asombro, que ha sobrecogido al poeta de haiku (haijin) ante algo que ha contemplado y que quiere transmitirnos. Es ese aware al que tenemos que aproximarnos cuando queremos saborear un haiku, aproximarnos a la emoción que sintió el haijin. En el libro El monje desnudo, donde se recogen 100 haikus de Santoka, dice Chantal Maillard: “Se ha dicho del haiku que es como una piedra lanzada en el estanque del espíritu del que escucha”, ésta es extremadamente parecida a la que utilizó en el siglo IX, el autor del primer tratado de Poética que (no) se conoce, el Dhvanyaloka o “Teoría de la resonancia”. La palabra poética, decía Anandavardhana en este tratado, tiene, a diferencia de la palabra de uso coloquial, la facultad de sugerir. La sugerencia poética semeja las ondas que se propagan concéntricamente en la superficie cuando una piedra cae en un estanque, o las que se transmiten por el aire después que el badajo haya golpeado el bronce de una campana.


po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero La resonancia alcanza el corazón del oyente …La resonancia no ha de ser entendida aquí como connotación… sino, también y sobre todo, como la capacidad de modificar anímicamente al receptor y de evocar en él ciertos estados sentimentales”.

Noche corta de verano.

Resonar ante el aware. Vivir nuestro propio aware. Emocionarnos ante él. Percibir el mundo de una forma que antes no percibíamos. Ver la invisible relación entre las cosas.

O éste de Issa, que nos podrá parecer incluso desagradable, al hablar de algo tan grosero como la orina:

Se dice del haiku que no es poesía, por señalar que no es lo lírico, ni la belleza de las palabras, por más que a veces estén presentes, lo que define al haiku. Haiku es más que construcción de lenguaje, en este sentido. El haiku es sencillez, que no significa simplicidad. Pero haiku es poesía si por ésta entendemos las relaciones invisibles entre las cosas. El haiku es palabra sugerida, más que revelada. Y en esa sugerencia está su capacidad para conmover, para provocar sensaciones que nos hagan descubrir lo maravilloso dentro de lo cotidiano. Como señalaba Alejo Carpentier en los Pasos perdidos: “Llego a preguntarme a veces si las formas superiores de la emoción estética no consistirán, simplemente, en un supremo entendimiento de lo creado. Un día, los hombres descubrirán un alfabeto en los ojos de las calcedonias, en los pardos terciopelos de las jalenas, y entonces se sabrá con asombro que cada caracol manchado era, desde siempre, un poema”. Por ejemplo, la relación entre el rocío y una oruga, como en este haiku de Basho:

Una gota de rocío en la parte posterior de una oruga peluda

Bajo la meada una gota, otra gota. ¡Florece el lirio! ¿Pero acaso no hay belleza en la relación entre este lirio y la meada del peregrino? ¿Y acaso no nos produce asombro que ambas cosas puedan estar relacionadas y conmover, por un momento, al haijin? ¿No nos parece que estamos aquí ante un orden misterioso que nos habla con palabras no gastadas, con palabras vivas? Y ahora sentémonos a la mesa y preparémonos para saborear algunos haikus. Recordemos las reglas para saborear un plato:

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po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero - Escuchar en silencio

Eso es todo

- Escuchar con todos los sentidos

el camino acaba

- Sentir el aware

en el jardín

- Prestar atención al orden de los versos, porque normalmente responde al orden en que el aware tuvo lugar como por ejemplo en este haiku de Susuji Masajo:

Ruiseñor del verano en el agua del caño una taza desportillada La haijin nos transmite en primer lugar el sonido de fondo (el canto de un ruiseñor) para luego fijarse en un detalle de la escena (una taza desportillada en la fuente de agua. - Prestar atención al kigo, la palabra estacional, porque las estaciones van asociadas normalmente con ciertos estados emocionales que se nos sugieren a través de ella. No es lo mismo decir “Un camino. Árboles. Primavera”, que “Un camino. Árboles. Otoño”. Las emociones sugeridas serán distintas.

Buson

La belleza

ahora mismo

está en el jardín.

En ese petirrojo a la intemperie que busca su última semilla del día para soportar la noche. Es hermosa su fragilidad

y su fortaleza.

- Dejarse llevar por el aware y cómo resuena en nosotros - Escuchar el eco del haiku al terminar. Y ahora, cada conVerso va a saborear el haiku que ha elegido de la extensa carta de degustación.

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Alicia Naya


po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero

Tras el relámpago

De la montaña de primavera,

un sonido de gotas

el sonido de una roca

en los bambúes

que cae rodando

Buson

Santôka

:y de súbito se siente :sin necesidad de desollamiento ni cráteres :algo así como esa cosa extraña en el centro del pecho –ahí sí :donde está el corazón :es como si otro cuerpo raro diminuto deambulara dentro de mí :pero no duele ni incomoda ni patalea :es larva es cosquilleo :es un bombardeo silencioso en la boca :un desierto nocturno apaciguando/ atravesándome :sin pensamiento ni aullido :si cierro los ojos :abriéndose forma en mí lana tejiéndose

Lo primero que el haijin nos muestra, es una “montaña de primavera”. Cerremos los ojos y convoquemos ante nosotros la imagen de una montaña en primavera. ¿Qué vemos, qué sentimos? Hasta nosotros llega la brisa templada o un frío que ya no hiere, la calma en la temperatura, la tierra se despereza, surgen los brotes, una ternura de lo que empieza a nacer.

Carmen Crespo

“el sonido de una roca/ que cae rodando”, estamos rodeados de silencio. Es fácil suponer que es algo indispensable para el haijin, su postura es la atención y para ello es necesaria la búsqueda del silencio, de la quietud. El haijin se encuentra en mitad de la montaña, a su alrededor la naturaleza se despide del letargo del invierno y aparece ante él la primavera despertando a sus criaturas y a su manto, todo ello en silencio. Pero el silencio se rompe por una roca que cae rodando con un sonido estrepitoso, ese acontecimiento capta toda su atención y se produce el aware. Un silencio roto por algo tan poco vivo como una roca que cae, una roca que deja de pertenecer a la montaña y cae, rueda, se mueve y se comunica con ruido. La montaña ha perdido una pequeñísima parte de ella conVersos nº25 / 11


po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero pero ahora ya no es la misma montaña, se ha desprendido de una roca y ha roto el silencio con un ruido, con el lenguaje de lo natural. Quizás el haijin fue depositario de un reflejo del principio de impermanencia que rige el mundo, ni las montañas se libran de ello. Y es hermosa esa sutileza con la que el orden natural nos recuerda que estamos de paso, que rodamos y que nuestro tránsito breve, azaroso; se pronuncia rompiendo el silencio y la calma que siempre nos acoge, envuelve.

Tras el relámpago un sonido de gotas en los bambúes Buson

Carmen Díaz-Maroto Estoy sentado en una loma sobre un bosquecillo de bambúes dorados por el verano. Durante la tarde han ido creciendo grandes nubes de tormenta que han oscurecido el cielo y cargado el aire de una electricidad tensa que me eriza el cabello. Estalla el relámpago y la cortina de lluvia repica en los bambúes. La tensión se diluye, el pelo se aplasta en mi cabeza. Un escalofrío me reconforta. Pienso que llorar recompondrá mi espíritu.

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Claudio Carrillo Aranda


po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero

En cada puerta,

Simplemente un río:

la primavera ha empezado

oscuridad que fluye

con el barro en los zuecos

entre luciérnagas.

Kobayashi Issa

Chiyo Ni

En este haiku, con el uso en el último verso de tan solo un elemento como “barro”, el autor crea un campo de significación muy diferente al que podría desprenderse en la unidad poética de los dos primeros versos. Llega la estación del año convencionalmente más amable y, sin embargo, se genera la desazón, una inquietud al descubrir que hemos arrastrado algo pegajoso, dejando una marca a la puerta de nuestra casa. Ahora, todos tenemos algo que limpiar. Estos breves tres versos nos conducen inevitablemente a la reflexión sobre lo que, probablemente sin desearlo, se ha agarrado a nuestros pies al caminar y puede haber dejado una huella, una mancha, un rastro visible.

Quizás hay una verdad escondida y honda que fluye en la noche de nuestras vidas, y puntos de luz que son como la luz de la luna que distorsiona la verdad que está en la noche. La verdad quizás sea una luz sin opuesto, una luz como una noche eterna y cierta. El amor que profeses por otro eres tú y es esa noche. En la oscuridad no hay distorsión, con la luz nace el error, ¿la luz dónde se refleja? La luciérnaga es un animal ciego, por eso brilla. Eva Yárnoz

Esther Lucio Marino

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po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero

Muerte voraz.

Hasta que no se cae

Coronado de flores

de la hoja de hierba...

el limonero.

¡No echa a volar la luciérnaga!

Joan de la Vega

Bashô

En este continuo manifestarse que considero que es la vida, la muerte juega un papel decisivo para el proceso de regeneración. La naturaleza nos lo muestra constantemente de una manera sencilla y precisa: quizás el proceso más fácil de ver y entender sea el del desprendimiento de las hojas en los árboles caducos cuando llega el otoño. Sin embargo, este haiku de Joan de la Vega nos hace mirar más allá: ¿no es acaso también el proceso de floración una forma más de morir a través de una manifestación de vida? La dualidad alcanza la unicidad. La tensión, el miedo a la muerte del primer verso, nos lleva a la paz. No hay más que un continuo. Y en él somos.

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Fran García

El niño/poeta presencia un acontecimiento sobrecogedor: la -parece que inminente- irrupción de la muerte. Queda paralizado. El insecto -nada menos que una luciérnaga -avanza, arqueando con su peso un alto tallo de hierba. Resultará inevitable que caiga desde él. Cuando esto ocurre -el niño/poeta ha anticipado ya en su corazón que la luciérnaga se estrellará contra el suel -, el insecto despliega repentinamente sus alas y... asombra... a quien lo observa, volando lejos de lo ya previsto.

Javier Lerena Muñoz


po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero mijikayo ya komise aketaru machihazure Calado hasta el tuétano La noche corta del verano

ya me puedo quitar

Una pequeña tienda abierta

el sombrero de bambú

a las afueras de la ciudad Santoka Buson

Entrar en un haiku sin saber japonés es como pretender que una gallina imparta una clase de metafísica. Una vez apuntada mi defensa, paso a contar qué me suscita éste que he elegido del maestro Buson: La noche corta del verano coincide con el solsticio de verano y en esas fechas en Japón se celebra Nagoshi no Harae, una suerte de rituales purificadores que “limpian” a los participantes de las impurezas acumuladas durante los seis primeros meses del año. Algo parecido a nuestra noche de San Juan pero a lo Zen. En algunas traducciones de este haiku aparece villorio en lugar de ciudad, con lo cual se matiza en sentido peyorativo el lugar. La pequeña tienda abierta en esa noche de tan marcado carácter espiritual, muestra cómo lo material está presente en nuestra vida y aparece aunque tratemos de situarnos por encima.

En pie, hasta los huesos calada, bajo un sombrero de esparto: tableteo de dientes, frío intenso, en un paraje verde oscuro, esperando que esa nube (que amenaza con granizo), tenga a bien desperezarse y se abra paso el arcoiris, que une los puentes de mi valle entre dos cerros.

Marga Mayordomo

José Pérez Carranque

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po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero ¿No oyes el gemido ya de noche?

Two Japanese Boys

Parlez-vous

singing

A:

¿mmh?

Inky Dinky Parly Voo * Jack Kerouac

Segundo Acto Escena completamente a oscuras. Se oye al fondo la voz de A cantando. A:

Primer Acto

Inky Dinky Parly Voo

Vacío en escena. Se oyen dos voces al fondo.

Inky Dinky Parly Voo

Voz 1ª.- Consciousness (en adelante C): ¿A dónde va el coronel tras la batalla?

Inky Dinky Parly Voo etc.

Parlez-vous

Simultáneamente, en primer término, se escucha un golpear de pies acompasado.

Voz 2ª.- Awareness (en adelante A): “¿mmh?” C:

¿A dónde los soldados entre muerto y muerto?. Parlez-vous

A:

¿mmh?

C:

¿Qué teme la muchacha de expresión ceñuda tras el quicio? Parlez-vous

A:

¿mmh?

C:

¿No oyes el gemido en la mañana?

Baila el sentido.

Juan Hospital

¿No oyes el gemido al mediodía? ¿No oyes el gemido por la tarde? 16 / conVersos nº25

* Estribillo de una canción popular titulada “Mademoiselle from Armentieres”


po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero

Penetra la luz de la luna

La recojo

hasta la cocina.

y la alzo hacia la luna

Estoy solo

la luminosidad del agua.

Taneda Santoka

Camino suavemente por el pasillo. La puerta de la cocina abierta, desvela una claridad de luna que ilumina tu soledad de chef. Crepita el fuego que ilumina tu cara concentrada en la confección del manjar de luz. Era una escena brillante e intemporal. No pude contener la emoción. Quería congelar el momento. Cogí la cámara y disparé: un halo plateado inundaba el recuadro atravesado por un fogonazo naranja. Tu silueta se había disuelto pero, en el rincón inferior derecho se podía descifrar el pequeño punto de tu soledad. Curiosamente la imagen exhalaba un olor a hierbabuena.

Santoka La luz es la goma elástica de la infancia, el dedo que señala un silencio imposible, un viaje de vuelta al intersticio primigenio y único. También lo que da apariencia, a veces bella, y confusión. Miguel Cuerdo Mir

Manuela Sola Castro

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po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero

Están extendiendo sus ramas:

Está enferma de muerte

los árboles del invierno

¡Sentada al brasero qué hermosas sus uñas!

Taneda Santoka Se abre un claro, un sendero hacia arriba. El corazón sube y se ensancha para hacer sitio a un poema que anuncia la nieve. Pero ni el poema ni la nieve llegan. Nada aquí tiene nombre. Hay sí algo parecido al olvido, o al vértigo que sobreviene cuando se levanta el vuelo. Nieves Pulido

Un conmovedor haiku de amor y compasión. El haijin está en presencia de una mujer a la que ama, una mujer mortalmente enferma; el invierno, que aparece con el brasero, también nos trae a la mente este deterioro de quien se aproxima a su final. Pero su amor le hace fijarse no en su deterioro, sino en la belleza de un elemento casi tan imperceptible como las uñas. Un amor que gira en torno a unas uñas, un amor que vence la decrepitud y es capaz de ver la belleza en algo casi nimio. La fragilidad y la belleza. Una muerte sobria, tan japonesa, sin espacio para la desesperación, porque así es la vida, aunque el dolor también, el dolor detrás, el dolor en la esfera de la intimidad. Abrazar esa vida y esa muerte desnudas.

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Ryunosuke

Paloma Espartero


po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero Sarinagara Sólo rocío es el mundo, rocío, y sin embargo

Kobayashi Isa

Kobayahi Isa, ante la muerte de su única y adorada hija, mientras su mujer lloraba desgarradoramente, escribió este haiku. Entre los más de 10.000 que escribió a lo largo de su vida éste resuena como un suspiro. La imagen de su hija es la del rocío, ese ser frágil que es alumbrado por la luz, la humedad y el amanecer, una gota que vive y desaparece fugazmente cuando se levanta el día. Sólo rocío es el mundo, sólo rocío es su hija, sólo rocío cada vida. Pero el haiku termina de forma atípica, con un adverbio, “sarinagara” que quiere decir “y sin embargo”. Todo es leve, frágil, liviano, destinado a morir… “y sin embargo…”, “sarinagara”

París en 2015 junto al lecho de mi hijo enfermo. Por eso este haiku es mío, porque Kobayashi Isa lo escribió para mí y para Philippe Forest y quien sabe para cuantos más. Pero el haiku termina de forma atípica, con un adverbio, “sarinagara” que quiere decir “y sin embargo”. Todo es leve, frágil, liviano, destinado a morir… “y sin embargo…”, “sarinagara” En las noches de espanto, en los amaneceres sin esperanza recuerdo este haiku y recito como una plegaria, como un anhelo, como un responso por todas las almas hechas de rocío… “sarinagara”.

Pepe Alcamí

Descubrí este haiku en un libro de Philippe Forest, periodista francés que le da este título “Sarinagara”. El libro de un escritor atormentado que acaba de perder a su hija de cuatro años sobre tres hombres que atraviesan la tempestad y la noche. “Sarinagara”, escribió Kobayashi Isa en el siglo XVIII a la muerte de su hija, “Sarinagara” escribe Forest en 2009 cuando escapa a Japón tras perder a su hija, “Sarinagara” el libro que yo leía en conVersos nº25 / 19


po ética a la carta/ Saborear un Haiku / Paloma Espartero

Simplemente estando, quedándose en ese estar caía la nieve. Issa Mi infancia, mi pueblo y yo insignificante en medio del monte. Si entonces yo hubiera sido Issa habría podido escribir exactamente este haiku. Conozco ese aware, pero no soy Issa. Una capa mullida va cubriendo de blanco las hondonadas, los cerros, las copas de las encinas, los caminos. No pisada por nadie como si nada hubiera sucedido nunca desde el inicio hasta el fin de los mundos. Nada. No hay tiempo. Solo belleza. Aséptica. Sin ruido. Sin ninguna intención ni movimiento. Cae. Lo grandioso. Absoluto. No frío, no calor. Estado alquímicamente puro. No hay peso, se podría levitar como los copos. Mantenerse por encima del suelo, ascender lejos del propio pensamiento. Puro estar. En la belleza. 20 / conVersos nº25

Tirsa Caja


fondo de armario Carmen Crespo Claudio Carrillo Esther Lucio Marino Juan Hospital Manuela Sola castro Tirsa Caja


fondo de a r ma r i o/ C a rm en C respo

Carmen Crespo

22 / conVersos nยบ25


fondo de a r ma r i o/ C a rm en C respo He aquí una palabra muy nueva –el amor. Cuando la cosa arde en

esto

el pecho, ahí, justo en el centro (¿quién no comprende?) HELÈNE CIXOUS

fuera la espina que el golpe fuera

quizás una zanja una

premura incesante

que

| lo extraño que

| esto

algo así como un abismo

| allí

donde | luz calla luz supe entonces de una nieve puntiaguda

de pájaros espoleando

en los intersticios del

corazón

| nadie dijo nadie me dijo que

conVersos nº25 / 23


fondo de a r ma r i o/ C a rm en C respo

pudimos transitar soles números imaginarios mi animal profundo

mantén el secreto – te dices no muestres todos tus surcos tus panes lo que te espina así

| te dejé

si algo tiembla

tiembla

crecer dentro de mí

y ahora una falla una cosa

ahí

tal vez podrías aquietar esos pasajes esas

donde se da la dolor de mi dolor

flechas que

donde la bestia del otro lado nunca es

vienen al mundo

todo

del otro lado

24 / conVersos nº25

sin rostro

| si la cosa


fondo de a r ma r i o/ C a rm en C respo

| tan adentro

Escucha el otro lado. SAN AGUSTÍN

dije

pensares tantos – ser cuerpo

tantos

siempre fue extraño

despojos juntos llegarán a engendrarme de nuevo a

un puñado de

morirme

tan

sangre un altillo de huesos y

callando

en mí

| tan

otros brotes azarosos

lugar

donde nadie a quien no puedan rumiar bueyes no sé si ahí dentro

conVersos nº25 / 25


fondo de a r ma r i o/ C l a udi o C a r ri l l o

Claudio Carrillo

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fondo de a r ma r i o/ C l a udi o C a r ri l l o

Este รกrbol con sus sombras, tus palabras,

No sabe de la tuya

la arena de un reloj sin los segundos,

el hueco de mi boca

bandadas de palomas mensajeras,

ni conoce el gusto de tu amor.

mi caminar movido por latidos

No sabe de lo terso del deseo,

cada metro se alarga la distancia.

de las palabras como magma

Arrastro asfalto y pรกginas de oraciones No he vuelto, ya he salido de la casa.

resbalando de la fragua.

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fondo de a r ma r i o/ C l a udi o C a r ri l l o

Camino por la arista de azaleas,

Sólo tu tacto roza

por la nieve y la piedra.

al pez bajo las piedras, a la espina por la espalda,

El cuerpo asciende, el vértice

al dedo que acaricia al animal.

apunta a la pradera de cielo y a sus cuchillos de sombra.

Sólo tu tacto sabe del salitre y de la arena,

Con tu ausencia camino,

del verdín amargo,

presiento el aire.

de los labios que pronuncian.

28 / conVersos nº25


fondo de a r ma r i o/ C l a udi o C a r ri l l o

El otoño oxida el compás de las horas, bajo los nidos.

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fondo de a r ma r i o/ E sther L uc i o Ma ri no

Esther Lucio Marino

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fondo de a r ma r i o/ E sther L uc i o Ma ri no Contexto

Encarar el mar y saberte

Un lugar seguro sin orilla

mantener la calma

la materia que sustenta donde enarbolan los tallos las raĂ­ces

pese a todo

la que sana mis aristas.

respirar el aliento de los peces

Eres la tierra, la palabra

reflejarte en sus ojos

el filtro que provee de alimento

en su medio gesto de parĂĄbola

el agua necesaria

(definitivamente)

la calma

no es fĂĄcil morirse.

y alguna tempestad tan deseada.

conVersos nÂş25 / 31


fondo de a r ma r i o/ E sther L uc i o Ma ri no Fragmento

Una mano, dos manos. Nada más.

Esta puerta es un aspa

Una sola huella de la mirada

que algo

es un juego de entradas y salidas

no corta aún

o alguien, no sé

Es un triángulo

nos ofrece desde la cúpula como un espacio que ocupan imprescindiblemente los dioses

que señala

de succión y desalojo. contigo seduce

e interpela.

y ya todo.

32 / conVersos nº25


fondo de a r ma r i o/Jua n Hospi ta l

Juan Hospital

conVersos nยบ25 / 33


fondo de a r ma r i o/Jua n Hospi ta l sexto sin ascensor

en palabras que no te pertenecen y que ayer recitaron los muertos

cargado con un número a la espalda atraviesas la línea que divide el césped de la hierba

II nos ve semidesnudos levitar por encima del roce de las sábanas

sobre un fondo de nubes

con la mirada vuelta

se recorta quien eres

y la cabeza a trozos

la figura desciende y se asoma

despiezada en deseo y sospechas

a tu reflejo en el cristal

no es el violinista ni trae un ramo de flores bajo el pico

III nos ve accionar el mecano que cierra los pestillos y condena el acceso al total aislamiento

I

en el que un día yacerás

nos ve reptar atentos

ajeno a tu hermetismo

a tu voz ampliada

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fondo de a r ma r i o/Jua n Hospi ta l IV

VI

nos ve expresar

nos ve memorizar la cifra

el amor por el pájaro

que nos devuelve al césped

que sobrevuela libre

donde el calor del cuero

el barniz de los muebles

envuelve a la persona equivocada

y defeca en el brillo

donde no hay violinistas

como los pensamientos

donde el ave desciende y desciende sin un ramo de flores bajo el pico

V nos ve purificar el agua verter la química que venden los tenderos del barrio y sumergidos expulsar por la boca la última burbuja hasta recuperar intacta la superficie líquida en reposo

conVersos nº25 / 35


fondo de a r ma r i o/ M a nue l a Sol a C a stro

Manuela Sola castro

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fondo de a r ma r i o/ M a nue l a Sol a C a stro Discurso

Pies de plata

Bailando con sandalias de plata sobre el mar W. B. Yeats

Pies descalzos. Talones ligeramente levantados

El mundo se asoma a la ventana.

confunden cada paso con un movimiento de ala.

Parapeto hoja de papel

Los dedos entrelazados en la memoria

aro ojiva esencial

reposan en las teclas, rehaciendo la melodía

que apunta con cinismo al otro lado del océano.

que los ojos dejaron junto a la puerta.

Busca el blanco donde descargar

El corazón con la piel de nuestro texto espera el mar.

el brasero de las palabras.

Los dedos acarician instantes y deletrean emociones:

Las puertas dilaceradas

dedos adormecidos recortando palabras mudas.

dejan extrañamente intacto

Los pies van y vienen en el paisaje del cuerpo.

el paisaje en el lienzo

El momento suspenso de un ala

paisaje que se desliza sobre los ojos

se abriga en la memoria.

agasajando el cuerpo

Los pies con sandalias de plata

como la mano acaricia el poema.

se desatan mas allá de la breve eternidad.

conVersos nº25 / 37


fondo de a r ma r i o/ M a nue l a Sol a C a stro Polifonías del alma

Sabía que después de las lágrimas derramadas en la platea llegaría el poema. Se me metió por los ojos como si me bordara los tímpanos. Escupí el hueso que cruzaba tu memoria como quien escupe las cicatrices del mundo. La isla me ha trasfigurado la mirada descubriendo la ventana en donde se agita una consonante, después otra, hasta encontrar la palabra. Nuestras palabras: las palabras que se dicen por la boca de los sentidos por la polifonía de las arterias por los pliegues del paisaje en donde se instala el instinto que nos dice: estréchame el tronco, recibe en ti toda la energía del mundo.

38 / conVersos nº25


fondo de a r ma r i o/ M a nue l a Sol a C a stro Huesos del oficio a Ana

La piel estirada enmarcaba tus huesos. Era posible tocarlos de uno en uno como quien deshila las cuentas del rosario que ya no cuentan nada. Porque las palabras irritan la piel, rompen los tímpanos, lastiman las lágrimas. Ahora que las expulsaste de tu boca, caminan dentro de ti: Alambre soldado en el fondo de las entrañas. Miro la poca carne que te sostiene los huesos, las cicatrices que el corazón arrastró para dentro de la vida.

Hecho curioso: en medio de tanta amargura, ¿cómo fue posible la indómita subida de azúcar? conVersos nº25 / 39


fondo de a r ma r i o/ T i rsa C a j a

Tirsa Caja

40 / conVersos nยบ25


fondo de a r ma r i o/ T i rsa C a j a súbete en una gota evaporada que te sea propicio el viento en el baile de los siglos del agua Extiendes los azules a secar y esa es tu casa un poco de intemperie un poco

todavía tú puedes puedes regar el mar

de lo que el mar se lleva

te llamas odisea te llamas alfonsina y podrías llamarte negra piel transfrontera mujer tendida playa de los muertos

la bajamar deja tu corazón erosionado

de la antología Hai mulleres

encuentras una piedra que se parece a un nombre un trozo de cristal que refleja un olvido un niño de sorolla

conVersos nº25 / 41


fondo de a r ma r i o/ T i rsa C a j a Dorothea*

sillones que se tragan tu cuerpo y regurgitan

Las estancias son cajas

mullida como felpa líquida como el alma de los peces ante una puerta que no te deja entrar pero te saca

desde donde mirar lo inmenso pero también intemperies abiertas a las que accedes por una embocadura a veces te ahogan los espacios añades puertas que se abren sucesivas te dirigen de un hueco hacia otro hueco desde la única dirección de la edad ojos de anivesario niña que va subiendo lo mismo que un termómetro llena hasta la cintura de líquenes y pétalos si han cerrado tu casa vives en una habitación de hotel con paredes que trascienden los papeles pintados

42 / conVersos nº25

*Dorothea Tanning


fondo de a r ma r i o/ T i rsa C a j a El pensador

Solsticio

He visto tu cabeza ensimismada porque tienes todo el ruido del ser nublรกndote los ojos y crees que si te haces de bronce no te quemarรก el fuego

Si se le gana terreno a la luz que sea para macerar barbecho en reflexiรณn reciclando materia a fuego lento

esa pose tan fuerte tan varรณn con los pies como estatuas y los tendones tensos y esas manos hechas para aplastar el mundo de un solo movimiento y fulminarnos solo quieren pensar deshabitadas

el tiempo se alimenta de lo que hemos perdido fermentamos

conVersos nยบ25 / 43


territorios diVersos

Eva Yรกrnoz se acerca a la problemรกtica de la traducciรณn/re-creaciรณn trabajando sobre un poema de Rupert Brooke


te rrito rio s diVe rso s/ Re-creación de un poema de Rupert Brooke / Eva Yárnoz Clowds

Nubes

DOWN the blue night the unending columns press In noiseless tumult, break and wave and flow, Now tread the far South, or lift rounds of snow Up to the white moon’s hidden loveliness. Some pause in their grave wandering comradeless, And turn with profound gesture vague and slow, As who would pray good for the world, but know Their benediction empty as they bless.

SE APRIETAN las columnas interminables en la noche azul En tumultuoso silencio, se rompen, se enroscan y fluyen, Ora pisan el lejano sur, ora levantan pilas de nieve, Hasta la ternura escondida de la blanca luna. Algunas se detienen en su tumba, deambulando en soledad, Y se retuercen con un gesto profundo, vago y lento, Como quien reza por el bien del mundo, pero sabe Que sus buenos deseos se vacían conforme son bendecidos.

5

They say that the Dead die not, but remain Near to the rich heirs of their grief and mirth. I think they ride the calm mid-heaven, as these, In wise majestic melancholy train, And watch the moon, and the still-raging seas, And men, coming and going on the earth.

THE PACIFIC, October 1913. Rupert Brooke

10

Dicen que los Muertos no mueren, sino que permanecen Cerca de los ricos herederos de sus penas y de su júbilo. Yo digo que cabalgan sobre la calma del cielo, como éstas, Un tren de majestuosa y melancólica sabiduría, Y contemplan la luna, y los mares aún coléricos, Y a los hombres que van y vienen por la tierra.

THE PACIFIC, Octubre 1913. Rupert Brooke conVersos nº25 / 45


te rrito rio s diVe rso s/ Re-creación de un poema de Rupert Brooke / Eva Yárnoz

Rupert Brooke Rupert Chawner Brooke (Rugby, 1887 – Mar Egeo, 1915[]​) fue un magnífico poeta inglés. Rupert B. fue conocido por su belleza, su bisexualidad, su precocidad como artista, sus sonetos patrióticos y su vinculación con Bloomsbury, entre otros muchos motivos. Pero sobre todo fue reconocido por la calidad de su obra y admirado por Joyce y por Woolf, dos de las mentes más brillantes de su época. Rupert les dejó pronto, a los 28 años, como consecuencia de una picadura de un insecto en la isla griega de Skiros, en el transcurso de la preparación de un asalto a Gallipoli. El poema “Clouds” nació en una travesía marítima entre San Francisco y Hawaii. Al leerlo, es fácil imaginar a Rupert tumbado en la cubierta, contemplando el cielo nuboso en una noche clara.

Gobierno Británico – Fotografía Q 71073, de dominio público, procedente de las colecciones del Museo Imperial de la Guerra

46 / conVersos nº25

Os he dejado aquí sólo una versión de las muchas posibles de uno de los poemas que más me han gustado por su sencillez y por esa capacidad que, al menos en su versión original, tiene de transmitir las sensaciones de eternidad y de transitoriedad. El “Reino de los cielos” fue en la antigüedad una metáfora que quería designar lo que hoy quizás denominaríamos como “dimensión de lo informe”,


te rrito rio s diVe rso s/ Re-creación de un poema de Rupert Brooke / Eva Yárnoz que también es la dimensión de la eternidad. El Buda también lo dejó dicho: “somos transitorios, como nubes de otoño.” Me han pedido que incluya un comentario relativo al proceso de traducción, cuando hace ya un tiempo que la escribí. No encontré grandes desafíos, el poema estaba ahí, limpio y hermoso, como una piedra con su escultura latente. Sólo has de decir lo que pone, sin añadir, sin omitir, sin inventar. Nada de “granitos de arena”, el traductor no está ahí para lucirse; la traducción entra como entra el poema, si tienes los conocimientos para permitir ese proceso. Quizás lo fundamental, más allá de la técnica y las horas de oficio que se presuponen, sea captar el espíritu del poema, y permitir que se vierta con respeto profundo, sin autoexpresión. Cuando se traduce un texto, como sabéis, hay un acto de creación o re-creación. Ésta es sutil, y es también una intuición relativa a cómo verter el contenido de manera vibracionalmente equivalente, con una resonancia y capacidad de sugestión parecidas. En este poema concreto, señalaría dos momentos que contienen esta clase de sutil dificultad a la que acabo de referirme, y cómo han sido resueltos:

In noiseless tumult, break and wave and flow, Now tread the far South, or lift rounds of snow

que han sido resueltos de la siguiente manera:

En tumultuoso silencio, se rompen, se enroscan y fluyen, Ora pisan el lejano sur, ora levantan pilas de nieve,

Se utiliza la expresión ora… ora… que quizás actualmente ya no esté tan presente en los textos literarios, pero que sin lugar a dudas en los tiempos de Rupert Brooke, sí. Esto es así porque la cualidad y el ritmo del verso iniciado por “now” lo pedían. Está expresado de un modo en el que queda reflejado el sucesivo movimiento, los cambios de estado de las nubes, en perpetua transformación.

Otro momento que considero más sutilmente complejo es también para mí el más hermoso del poema:

En primer lugar, los versos 2 y 3:

conVersos nº25 / 47


te rrito rio s diVe rso s/ Re-creación de un poema de Rupert Brooke / Eva Yárnoz As who would pray good for the world, but know Their benediction empty as they bless.

Ha sido resuelto de la siguiente manera:

Como quien reza por el bien del mundo, pero sabe Que sus buenos deseos se vacían conforme son bendecidos.

Se me ocurre que también habría podido recurrir a “como quien rezando por el bien del mundo, sabe…”, pero no es esa parte la que más me ha preocupado. Es posible que así el contenido habría resultado un punto más exacto, pero la gramática castellana es más compleja, y le habría aportado, quizás, un matiz de reflexión que nos sacaría un poco de la intemporalidad del cielo del poema. He decidido, por ello, dejarlo todo en tiempo presente, que además es el tiempo de la poesía, donde las palabras cobran toda su fuerza. Me he detenido a valorar sobre todo ‘their benedictions empty as they bless’, ya que ‘benedictions’ también habría podido ser traducida como ‘bendiciones’. En realidad, en esencia una bendición es un buen deseo, y pensando en la enorme melancolía que destila

48 / conVersos nº25

el poema, intuí acertado reflejarlo de esta manera y ser así fiel al término ‘bless’, que en castellano habría contenido la misma raíz. Por último, hay que puntualizar que el texto original dice ‘bless’, y no ‘are blessed’. Decidí casi inconscientemente pasarlo a pasiva para intensificar la sensación de melancolía, de eterno final. Pero realmente, el significado final apenas sí cambia con la variación. Así que basta ya de destripar el poema. Me permito dejaros un enlace a una versión musicada de “Clouds”, una bellísima composición de Berthold Goldschmidt que es completamente fiel tanto al contenido como al espíritu del poema (esta versión en la voz de Judith Sheridan es la única que he encontrado en Internet): https://www.youtube.com/watch?v=UaZd4qcTQY0

Una interpretación de Iris Vermillion y piano del mismo Goldschmidt, que a mi juicio es mucho mejor, la encontraréis dentro de este CD de la ópera Beatrice Cenci, que contiene al final cuatro canciones compuestas por Berthold Goldschmidt a partir de cuatro poemas de diferentes autores. Está publicado por Sony.


te rrito rio s diVe rso s/ Re-creación de un poema de Rupert Brooke / Eva Yárnoz

Y si alguien tiene ganas de profundizar, podéis leer a Rupert Brooke aquí: https://www.bartleby.com/232/ o adquirirlo en castellano: Poesía completa. Rupert Brooke. Traducción de Eva Gallud. El desvelo ediciones, 2017. 327 páginas. 20,81 euros.

Eva Yárnoz

conVersos nº25 / 49


“10 verbos para SER” Un trabajo conjunto de Clara Roig Equey y Paloma Espartero


A d mi ti r

mirado r/ 10 verbos para ser / fotos de Clara Roig Equey

y textos de Paloma Espartero

en la noche mรกs oscura abriste un hueco para escuchar el canto de los pรกjaros

conVersos nยบ25 / 51


Br i lla r

mirado r/ 10 verbos para ser / fotos de Clara Roig Equey

y textos de Paloma Espartero

en los huesos la luz sostenida se ha quebrado el cĂ­rculo y su ceniza intersticios donde respirar des-ahogados

52 / conVersos nÂş25


So ñ ar

mirado r/ 10 verbos para ser / fotos de Clara Roig Equey

y textos de Paloma Espartero

oigo las voces del otro lado murmuran en una lengua que no conozco atravieso el espejo flores incendiadas y pálpito de pájaros puedo ser la extraña de mí misma finalmente real conVersos nº25 / 53


Pa rt i ci p ar

mirado r/ 10 verbos para ser / fotos de Clara Roig Equey

54 / conVersos nº25

y textos de Paloma Espartero

dedos de tiza los conejos se esconden detrás de un fagot blanco corazones que viajan en globo tú deshaces el laberinto detrás nosotros desvelados en tu infancia


O l v id a r

mirado r/ 10 verbos para ser / fotos de Clara Roig Equey

y textos de Paloma Espartero

esconderte de la mañana porque la luz tiene su nombre y te hiere todo es un eco bajo los párpados semillas aún sin germinar

conVersos nº25 / 55


Am ar

mirado r/ 10 verbos para ser / fotos de Clara Roig Equey

56 / conVersos nÂş25

y textos de Paloma Espartero

nuestro universo 500 millones de grupos de galaxias 10.000 millones de galaxias grandes 100.000 millones de galaxias pequeĂąas 2 millones de billones de soles pero hoy tu rezo es para este milagro de una pequeĂąa margarita


D e scu b r ir

mirado r/ 10 verbos para ser / fotos de Clara Roig Equey

y textos de Paloma Espartero

por primera vez mirar y que las cosas se nos revelen en su asombro piedras iridiscentes bajo el agua tesoros escondidos entre pies de niños últimas tardes de verano sólo los juegos son necesarios conVersos nº25 / 57


Crea r

mirado r/ 10 verbos para ser / fotos de Clara Roig Equey

58 / conVersos nÂş25

y textos de Paloma Espartero

en el borde en el lĂ­mite de lo que no tiene nombre arquitecturas efimeras en busca de otra orilla


Ava nzar

mirado r/ 10 verbos para ser / fotos de Clara Roig Equey

y textos de Paloma Espartero

Alicia lo supo conviene andar en direcciรณn contraria para ir al encuentro retroceder hasta que el blanco alcance a la flecha voluntad sin deseo

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Reír

mirado r/ 10 verbos para ser / fotos de Clara Roig Equey

60 / conVersos nº25

beberse de un trago la liviandad toda luz y amar como un borracho

ser del aire

y textos de Paloma Espartero

vestirse con ropas de

la esquina, un límite, el astrágalo


Biog raf i a de Clara Roig Equey

Clara Roig Equey. Barcelona (1962). Fisioterapeuta. Su vida ha transcurrido entre Suiza, España, Inglaterra e Irlanda y fruto de esas vivencias surgió la pasión por la fotografía en el intento de retratar diferentes culturas y paisajes.

conVersos nº25 / 61


retrato en auto Luz Pichel Poeta gallega que acuna y cuida su lengua a través de una poesía de la tierra, de sus gentes y de sus entrañables vivencias.


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel

conVersos nยบ25 / 63


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel BÍOGRAFÍA

cabía na cunca desta man para que non se gholpease tan pronto

ensuciase a herba da corte

sen suplicio ningún ía ter dúas mans

para que non

dixera o pai multiplicador

a cama

das becerras

multiplicando

con ese cheiro a a a a

dous brazos con dúas mans cada un

a nena

no cabo de cada brazo

e e e foi boa de ter

cada unha das mans con montóns e montóns

pronto ía a acrecentar a osamentiña dixera

de dedos movendo as súas falanxetas e as súas

e iso non o ben acadou

falanxiñas

iso non o deu conseghido ben de todo

para

pronto ía

para ensartar restras e restras

pero pero deu pouquí

de mazaró

deu pouquísimo suplicio

de marozá

caeu cun ghrande respecto alí

de marazó

alí alí alí

de mazarocas de

alí entre as vacas.

moreas cúmulos pilas cuantía innúmera de de mazarocas agarreina no aire para que non para que non chorases máis dixo o pai

díxolle á nai

64 / conVersos nº25

ti


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel cabía en la cuenca desta mano para que no se golpease tan pronto sin suplicio ninguno iba a tener dos manos dijo el padre multiplicador multiplicando dos brazos con dos manos cada uno al final de cada brazo cada una de las manos con montones y montones de dedos moviendo sus falangetas y sus falangitas

para

para ensartar ringleras y ringleras de mazaró

para que no

ensuciase la hierba de la cuadra la cama

de las becerras

con ese olor a a a a a nena y y fue buena de tener

pronto iba

pronto iba a acrecentar la osamentita dijera y eso no lo bien consiguió eso no lo lo consiguió así bien del todo pero pero dio pouquí

de marozá

dio poquísimo suplicio

de marazó de mazzzz-orcas montones cúmulos pilas cuantía innúmera de

cayó con un grande respeto allí allí allí allí allí

entre las vacas.

mazorcas la agarré en el aire para que no para que no llorases más tú dijo el padre

dijo a la madre conVersos nº25 / 65


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel NON CANTAR

Sí, claro que sí, estoy de acuerdo, es nuestra lengua y se podría perder si no la hablamos. A mí no me importa hablarla, de verdad que no me importa, hay que hablarla y se habla y ya está. Pero dentro de un límite ¿no crees? Porque a ver, a nadie le gusta esa cosa tan fea, ese acentazo así bruto, paleto, esa manera que tienen de cantar, vaya.

1.Aparellos de tormento para cantadeiras: Material xenérico de sutura para bocas sobresoantes serra de aire para agudísimos intrínsecos alicates de chatarreiro para os baixos afundidos ata o mesmo fondo vasoiras de raíz para guturales luxuriadas aceite de fígado de bacallau para asilvestradas sibilantes penumbras para sol para do para mi para fa para falar huchas do millo. Bauliños dos faiados: encerran ós nenos amantes do canto e da música das conversas en bauliños dos faiados póñenlles flores e pan por exemplo para soportar a culpa Caixas de mistos para grilos e carricantas: Ás noites, as poboacións activas non as xentes coa raiba labranza cada un uns cen grilos por noite

non darían collido o sono sen o canto e saen cos primeiros grilos sairían para recollelos con pas de cantores recollerá para que a ver se o rei da grilada lles

perdoase o sen cantar Gaitas cegas: un neno asubía e o pai ponlle unha mastigue e se aquiete vén o rei dos chiflos a flauta para o seu museo das cousas 66 / conVersos nº25

ponlle unha unha gaita cega nos beizos para que e gandúxallelos os beizos despois leva con el


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel 2.Cousas que pasan pasaron e pasarán As mamás explícanlles ós fillos o que se podería facer no canto de cantar pero os seus fraseos non se entende os sons son é coma se viñesen de alá de lonxe son as palabras parecen velliñas de morrer. Así que vén moi dereitiño o rei das voces dereitas e manda falar máis claro pero sen música non lles sae e o rei ergueito berra con acento inglés e gramática rara: I’ll take them away eu os levo acamiño que os levaaa! para os seus calabozos das xentes! Que que que pasa todo? Pois que as mocidades

cando cantan os grilos e as carricantas que malia todo morrerían

cantan

engaioladas

de envexa primeiro e de nostalxia e congoxa despois.

E que que que pasa cando as mamaíñas lembran cantar as súas crías? Non sei non sabería algo moi triste seghurísimo sei que lle faría o rei dos calabozos ás mamaíñas non o quero saber.

e tampouco non

Noutros tempos ese rei de nonnaides vivía lonxe e non se decataba de como cantaban eses cantabamos quero dicir Un día e a ver

e

ímonos xuntar todos os de aquí nunha cova dun monte ou algo boh a ver

de como

e

e

e

e

conVersos nº25 / 67


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel NO CANTAR

Sí, claro que sí, estoy de acuerdo, es nuestra lengua y se podría perder si no la hablamos. A mí no me importa hablarla, de verdad que no me importa, hay que hablarla y se habla y ya está. Pero dentro de un límite ¿no crees? Porque a ver, a nadie le gusta esa cosa tan fea, ese acentazo así bruto, paleto, esa manera que tienen de cantar, vaya.

1.Aparatos de tormento para cantores: Material genérico de sutura para bocas sobresonantes

sierra

de

aire

para

alicates de chatarrero para los bajos hondonados hasta lo fondofondo

para guturales lujuriadas

cepillos

aceite de hígado de bacalao para asilvestradas sibilantes

sol para do para mi para fa para falar

agudísimos

intrínsecos de

penumbras

raíz para

arcones del maíz.

Baulitos de los desvanes: encierran a los niños amantes del canto y de la música de las conversas en baulitos de los desvanes

les ponen flores y pan

por ejemplo

para soportar la culpa.

Cajitas de cerillas para grillos y cigarras: A las noches

las poblaciones activas no

con la rabia

con los primeros grillos

grillos

68 / conVersos nº25

por noche

cantores

no podrían conciliar

sin el canto

y

salen

saldrían a recogerlos con palas de labranza

la

gente

cada uno unos cien

recogerá para que a ver si el rey de la grillada les perdone el sin cantar.


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel Flautas ciegas:

un niño silba y el padre

le pone una

le pone una

para que la mastique y se consuele

viene el rey de los flautistas

entonces se lleva la flauta para su

museo de las cosas.

2.Cosas que pasan

pasaron

y se los hilbana

sus sonidos son es

en lugar de cantar pero

como si vinieran de allá

lejos

son

sus fraseos

las palabras

parecen

de morir. Viene entonces to derecho el rey de las voces derechas y manda hablar más claro música no les sale away

y el rey enhiesto

que llévomelos acamino

¿Qué qué qué pasa

los labios

y pasarán:

Las madres explican a los hijos qué es lo que se podrían hacer se entiende

una flauta ciega en los labios

¡que se los llevaaa!

pero

no viejitas sin

grita con acento inglés y gramática rara : I’ll take them ¡para sus mazmorras de las gentes!

cuando cantan los grillos y las cigarras que a pesar de todo

cantan

enjauladas y

todo? Pues que las juventudes

morirían

de envidia primero y de nostalgia y de angustia después.

Y ¿qué qué qué qué pasa cuando las mamaítas recuerdan cantar a sus crías? No sé no sabría

algo muy triste

rey de las mazmorras a las mamaítas

segurísimo

y tampoco sé qué le haría el

no lo quiero saber.

En otros tiempos ese rey de nonaides vivía lejos y no se enteraba de cómo cantaban estos de cómo cantábamos Un día a ver

quiero decir.

nos vamos a juntar todos los de aquí en una cueva de un monte o algo

y

y

y

bueno

a ver a ver

conVersos nº25 / 69


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel Poema prólogo

Hai nesta aldea un gato que coñece os abismos. Ás noites, desde o Alto das Penas, érguese e mira para a casa que fora do seu dono e laia coma un cadelo adoecido. A súa sombra é longa e afiada. Espétaselle a un no peito de por vida. Vai haber que o matar. De Casa pechada, 2006

70 / conVersos nº25


Ret rato e n a uto / L uz Pi c hel

Poema prólogo

Un animal, un gato, un ghato,1 dos córneas, dos cortes verticales frente a lo hondo, lo fondofondo, la noche, la noiteneghra. A la nochenegra yérguese, animalito, espeta sus dos patas en el Alto das Penas, yérguese y mira para la casa que fue de su amo, qué fue de su amo, lo hondo allá hondo qué es quéjase, laia2, es un cadelo3 adolientado, una sombra longa una sombra un hilo un filo negronegro

1 Gh de house, de Hölderling también, creo. De zueco, de maza, de Alén (eso es seguro), de costurera, de neno, de paleto, de ghallinero, de albañil, de labrador, de amar, de armar, de amor, de todo lo que no cuenta. Gh, gheada, [h]eada, [h]allinero, [h]ato, a[h]ua.

un filo neghroneghro, clávasele a una de por vida clávasele a cualquiera de por vida y va a haber que matarlo va a haber que matarlo

2 Laiar es dolerse de los perros con sus vocales, por trabajo, por carestía, por contusión, por luto. O por honra de territorio violentado. Gh de can. Todo lo que al cuerpo golpea regístralo el idioma y su laio es un rastro sonoro que dura, más que el tiempo y más que su debujo. 3 Cadelo coma niño-can, aprendiz de can, perro en edade de soltarse a dar la gente con el ladro. Instrúense también en averar la pelotiña, dar bien la mano con humildade, tirarse a capricho del amo y repetir. El cadelo de can de raíz carga en su cuerpo, como de nacimiento, el respeto, la protección y las señas de la tribo, el clan de la gh.

va a haber que lo matar. De Cativa en su lughar, 2012

conVersos nº25 / 71


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel

O nome das cousas

Gustaríame ter algún sentido máis, máis música na cabeza máis cores ou máis coñecemento para poder dicir este é o estorniño e esta, a pega marza. Aquí dáse a Sagittaria sagittifolia. Angazo de pau, angazo de ferro, gadaño, legón, caldeiro. Trasno do lavadoiro no mes de xaneiro. Frecha da auga, por que só teñen nome nesta aldea os trastes de levar ao lombo? O rei do sacho escapou co nome das cousas bonitas.

72 / conVersos nº25


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel El nombre de las cosas

palo de lumbre guadaño, guadaña azada y azadón

Más sentidito, más lluvia más música color, sol, son conocimiento. Para poder decir este es el estornino, bien la vinca difformis4.

caldero trasno del lavadero en el mes de enero caldera y calderín y calderilla. Vincapervinca, ¿por qué sólo tienen nombre en esta aldea los trastos de apenar? El rey del sacho escapó con el nombre de las cosas bonitas.

Rastrillo de palo, rastrillo de hierro horquillas del mundo palas de toda casta palos de cada casa palodepalo paladelpán palodel-lomo y delas-piernas

4 Dos vincas se conocen, difformis y major. Las dos son forma, flor, trazo (palito y curvatura). Las dos tienen raíz y colorean con el riegho y con la luz. Traman en los tapices con maravillas, pasifloras, lengua de vaca, diente de can y pensamientos. Aseméjanse como de un solo palo, pero la vinca major está más consentida y medra más, cultívase en jardines con categhoría. Clase, mejor. En el lughar sólo se habla la vinca difformis, también llamada minor, una planta vulgaris, como de carballeira.

conVersos nº25 / 73


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel

lo que deja el invierno en las cañadas son cuadros curvas quebraduras derrumbes árboles caídos puentes confusos chênes/ oaks/ quercus/ carballos/ robles caminantes cargados con la vida buscan la cascada esto no es sencillo / isto non é doado los cuerpos se retuercen pasan bajo los troncos los esquivan se alzan

un cuerpo se reconoce

en el esfuerzo de otro cuerpo montparnase

la torre que se mira fea en el espejo

de la otra

la que se vuelve azul a la puesta del sol / no luscofusco bleu 74 / conVersos nº25


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel todos los ojos caen desde aquel ventanal sobre los nombres y las conjunciones de la ciudad que asumes o te toca (en invierno) la pulsas no te refleja

te expulsa a veces

te acoge una voz familiar

un pastoreo carga un nubarrón sobre el oro de los inválidos el río lo azul les tuileries/las tullerías tras el fundido en negro reaparece guapísima parís

una ciudad en construcción

la gallina se sacude las plumas montparnase

se cobija

mojada como un pollo

la oveja

la cabaña

una pintura en algún louvre mujer boca abajo sentada en silla sosteniendo silla no teniendo manos que no son teniendo palos huesecitos osos (gharabullada) agarrando fuertemente silla boca abajo soportando el soporte bravamente bocabajo siendo caída conVersos nº25 / 75


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel abismándose tú en 1975 no ibas a ser hueso contra canto en una ciudad lejos como tu madre tu abuela tu bisabuela before you

tú tenías

un abriguito rosa regalo de la amante inglesa y en la caja de madera había en la caja de madera había había carcoma y sellos y sellos y sellos y sellos un registro de migraciones en el olvido

rastreable

el dolor te era tan desconocido como una carta que no se leyó nunca sólo los sellos una vaca

los cuadros diminutos de caracas inglaterra londres one cow

un oak un roble quercus carballizo la orquídea la reina flor/the queen (unha raíña fea) her dauther

her son

her tree jer litel tri her her her litle tree suu suuyo de la reina el árbol 76 / conVersos nº25


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel de su royal garden de ella perteneciente/ su coronita de oro del diente de los inválidos 75 céntimos de sello coleccionables la mujer boca abajo salió del cuadro y se fue con los suyos ocupando casa pequeñita enorme abierta como un final no había sueño porque todo era posible (tampouco non había sono) en la cama se cabía algo se cabía mal (non se cabía vaia) no había espejo no se multiplicaban por equis sus sentiditos non había paciencia

pero había

ciudad (unha cidade) había una ciudad por construir había una ciudad por construir había una ciudad por construir una ciudad conVersos nº25 / 77


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel sin conjunción sin enunciado ni sintagma ni sol ni proposición saliendo del fundido en negro había una ciudad por construir

al otro

lado del diente de oro de la reina (do dente de ouro da raíña, de la quin) un árbol puente para

la otra

orilla carballo antiguo nenos sucios

pero mucho

de días sin agua

cazuela sin habas a la verita del invierno (pota sen caldo) ganitas de comer la niña la del abrigo rosa preguntaba y cómo sabes tú que tú eres tú (la madre espera) como sabes ti que ti es ti (la madre espera aún) comment tu le sais que toi es toi 78 / conVersos nº25


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel cómo sabes tú que tú eres tú cuando te miras en el espejo así pastando fuera como sabes ti que ti es ti cando estás a mirarte cuando tú bailas

bailo

criatura

eso le respondió la madre que había estado esperando mucho rato antes de decir

De Tra(n)shumancias, 2015

conVersos nº25 / 79


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel

preséntase a fighura dunha árbora rara cun nove raíces ó aire sete fracuchchiñasñas e dúas ghrosas xighante pra abrazalu

troncu

nin sete abrazus encadeadus darían

as pólas eran a) dúas nu mediu tiraaaaaaandu cara a riba e b) sete

vulteadiiiñas cara abaixo

cousa de indiciar tristura

a folla aínda verde toooda pulu chan estrada alghu que parece un nenu sucísimo come cireixas debaixu

unhas boas outras a medio

cumer dus paxxxarus

e nin era un nenu era

un home pequeniñu

nun sabía

recoñecel a cireixa podre as dúas raíces máis cativas engharameñadas unha noutra

semellan

a de máis á squerda remata en dous

gharabullus recubertus cun escarpíns de la e botas de cor vermella sendu néghralas antepostas botas da raíz cocupa a posición da dreita o rapas vai en canelas ponse a medral a árbora nese intre e espáaaaallase cuma 80 / conVersos nº25


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel a masa na artesa meeedra

e meeedra pros ladus e pro ceu ata

desaparcer detral as paisaxes e nun se ve máis ca esa rareza unírica us us us

us za

us zapatiñus estrulladus pulu volume da masa ios que viñerun e viñerun e virán pasaron amosándolle aos nenos unha hortensiña esbrancuxada nu cantu de cantar eran suplantadores súpetus da

da mú

da música máis

da música máis

da música máis liiiiinda du cantar deles du cantu da ghaliña ceibe e pur que linda? nun sei

u amor é lindu

u amor é linde ai si?

nun sei

raiar

as leiral as casas us corpus medianís de pedra innóranas aparcendu

lindar

estremar unhas cuas outras

abrigharse

sepulturas tamén

eles innóranas

us mortus

tral us buxus

(Traducción de Ángela Segovia) conVersos nº25 / 81


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel

apaece la figura duna árbola rara con nueve raíces al aire siete

escuchchchimizás y dos muy gordas gigante

pa abrazarlo

tronco

ni siete abrazos encadenaos darían

las ramas eran a) dos en el medio tiraaaaando parriba y b) siete volteadiiiiitas pabajo

cosa de indiciar tristeza

la hoja toavía verde tooooda por el plano esparcía algo que paece un crío sucísimo come cerezas debajo

unas buenas otras a medio comer

de los pájjjjaros

y ni era un crío era

un hombre chiquito no sabía reconocer la cereza podría las dos raíces más canijas enredadas luna en la otra

semejan

la de más a la izquierda remata en dos palitroques

recubiertos con unos calcetines de lana y botas de color rojo siendo negras las antepuestas botas de laraíz cocupa la posición de la derecha el crío va en pernetas pónse a agrandar la árbola en ese instante y desparráaaamase como la masa en la artesa suuuube

y suuuube pa los laos y pal cielo hasta

desaparecer atrás los paisajes y no se ve más que esa rareza onírica lo lo lo los za 82 / conVersos nº25


ret rato e n a uto / L uz Pi c hel los zapatitos estrujados por el volumen de la masa y los que vinieron y vinieron y vendrán pasaron mostrándoles a los críos una hortensiecita blanqueada nel canto de cantar eran suplantadores súbitos de la de la mú de la música más de la música más de la música más liiiinda del cantar dellos del canto de la gallina libre y por qué linda? no sé

el amor es lindo

el amor es linde ala, sí?

no sé

rayar

los praos las casas los cuerpos medianiles de piedra ignóranlas

lindar unas con las otras taparse sepulturas también

ellos las ignoran los muertos

aparciendo antre los bojes

De CO CO CO U, 2017.

conVersos nº25 / 83


obras públicas A la lista de libros de los conVersos se añaden los de: Carmen Díaz-Maroto - Alguien Surge Marga Mayordomo - Pájaros Tatoo


obra s públ i ca s Antonia Roig

Tal vez huésped

Nueve piezas de fuga y tres divertimentos

Editorial Devenir, 2014.

Ediciones Vitruvio, 2012.

Pavana y aria para un adiós

Carmen Díaz-Maroto

Alacena Roja, 2013.

Alguien Surge

Polibea, 2014.

Alimento del aire

Carmen Crespo

Premio Blas de Otero de Poesía, 2006.

pájaros, caballos

Ediciónes Gabriel Viñals, 2017.

Teselas

Esther Lucio Marino

XIII Premio de Poesía César Simón 2016.

Cómo trabajar una duna

Editorial Denes, 2016.

Editorial Devenir, 2014.

Todo ardió Luminoso

Armagord, 2016.

Eva Yárnoz

Cuerpo o el corazón del mundo todavía

Filiación

Editorial Sol y Sombra, 2015.

Premio Flor de Jara de Poesía 2016.

Diputación de Cáceres, 2017.

De músicas y otras pieles Editorial Polibea, 2015.

Poemario breve

Universidad Complutense, 2007

Universalia ante Rem

Neopátria, 2015.

Editor Manuel Ayllon, 2014. conVersos nº25 / 85


obra s públ i ca s Fran García

Julio César Navarro (1970-2009)

Mare Nostrum

Todo sigue así (Poesía completa)

XXI Certamen de Poesía Marc Granell

If ediciones, 2009.

Edicions 96, 2018

Javier Lerena El silencio en su hueco I Premio internacional de Poesía Manuel del Cabral. Huerga y Fierro, 2015.

José Pérez Carranque No sabría decirte XIV Premio “Águila de poesía”

Marga Mayordomo

Pájaros Tattoo

Cuadernos del Laberinto, 2019.

Dedos de Martini-Dry.

Colección Melbea, 2014.

Miguel Cuerdo Mir

Álgebra de la memoria

Ediciones Vitruvio, 2012.

Ilmo. Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, 2018

Juan Hospital

Gris: una teoría

Amargord, 2012.

86 / conVersos nº25

Miguel de Francisco (1949-2012)

Dalton Peabody (Poesía completa)

Amargord ediciones, 2012.


obra s públ i ca s Nieves Pulido Grandes éxitos. XXVI Premio Gerardo Diego de Poesía, 2010. Excma. Diputación de Soria, 2011.

Tirsa Caja

Los más queridos nombres

Amargord ediciones, 2011

conVersos nº25 / 87


fi cha té c ni ca Grupo de los poetas conVersos:

En la portada:

Alicia Naya, Antonia Díaz Rodríguez, Carmen Díaz-Maroto, Carmen Crespo, Claudio Carrillo Aranda, Esther Lucio Marino, Eva Yárnoz, Fran García, Javier Lerena, José Pérez Carranque, Juan Hospital, Manuela Sola Castro, Marga Mayordomo, Miguel Cuerdo, Nieves Pulido, Paloma Espartero, Pepe Alcamí y Tirsa Caja.

Foto de Manuela Sola Castro (Fin de tarde en Madrid, octubre 2018)

Y también: Elisa Fernández de Castro, Julio César Navarro y Miguel de Francisco

Diseño y maquetación: Manuela Sola Castro

Correctoras de estilo:

Comité de redacción:

Esther Lucio Marino y Nieves Pulido

Antonia Díaz Rodríguez, Carmen Díaz-Maroto, Carmen Crespo, Esther Lucio Marino, José Pérez Carranque, Manuela Sola Castro, Nieves Pulido y Tirsa Caja

La revista fue ideada en: Café Ajenjo, Madrid, 2010 (cafeajenjo.com)

Secretaria: Carmen Díaz-Maroto

88 / conVersos nº25

Número 25 editado digitalmente el día 10 de febrero de 2019


conVersos nยบ25 febrero 2019



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