conVersos
Revista de poesía nº3, año I 1
Índice
Carnet de identidad
3
Fondo de armario Nieves Pulido Carmen Díaz-Maroto Elisa Fernández de Castro María de la O Guillén Juana Arriaga Paloma Espartero Manuela Sola Castro
5 9 13 17 20 24 28
Poeta a la carta
34
Territorios diversos
45
Mirador
48
Retrato en auto
57
Ficha técnica
61 2
Carnet de identidad
Con este número de la revista llegamos a los tres previstos para este año y en él completamos la nómina de conversos. Quizá sea apresurado hacer balance después de un primer paso pero no puedo evitar alguna satisfacción por haber sido capaces de llegar hasta aquí. Me atrevo a pensar que hemos tenido algunos lectores e incluso que alguno, sensible e inteligente, habrá disfrutado. Es suficiente. Para nosotros el hecho de escribir lleva en sí la recompensa. En este tiempo en el que han madurado muchos de nuestros desencantos, la poesía ha sido una excelente compañía. Como pensaba Baudelaire, no se puede imaginar un tipo de belleza sin la presencia de la desdicha. Si el tiempo es un requerimiento que pide cuenta de lo que haces, ahí están los tres “volúmenes” de nuestra revista, no es mucho pero es lo pactado. Hemos sido veinte voces, veinte maneras de estar en el mundo y entender el quehacer poético y su hechizo. Allá cada cual con su elección. Cada uno ha aportado su granito de creatividad y todos hemos tratado de encontrar las palabras justas, aunque luego, al menos en mi caso, te conformes con evitar las inadecuadas o peligrosas.
Sin embargo, no todo es recato y prudencia, durante este año hemos seguido recolectando premios, publicando libros, dando recitales, y aunque una sana modestia me impide relacionar ahora todos nuestros humildes éxitos, sí creo justo dar noticia de uno de ellos: Nieves Pulido ha obtenido el XXVI Premio “Gerardo Diego” de Poesía, 2010 de la Excma. Diputación Provincial de Soria. Espero que en adelante vengan otros de igual o mayor importancia. Talento no les falta a mis compañeros. En el 2012 intentaremos continuar y cambiaremos o mantendremos lo que entre todos decidamos cambiar o mantener para mejorar en lo posible los contenidos y la gestión de la revista. Disfruten ahora de este último numero de 2011 (no hay orden de prelación) y sepan que, si alguien no lo remedia, desde hoy mismo nos ponemos a trabajar en los tres números del año que viene.
J.P.C.
Creo que todavía no estamos acongojados por lo mucho y bueno que se ha escrito antes y seguramente se escribirá después de nosotros. Todavía algunos somos merecidamente invisibles y lo seremos, afortunadamente, para siempre. No importa, pocas cosas son más placenteras que el telar de un poeta.
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Fondo de armario
Con: Nieves Pulido, Carmen Díaz-Maroto, María de la O Guillén, Elisa Fernández de Castro, Juana Arriaga, Paloma Espartero y Manuela Sola Castro.
4
Fondo de armario
Nací en Madrid, el 27 de junio de 1975. A los diecinueve años abandoné mis estudios de Filosofía y me fui a Londres, donde pasé los
siguientes
cuatro
años
trabajando
como
camarera,
vagabundeando y escribiendo en mis ratos libres (que eran muchos). De regreso a Madrid continué con los viajes (México, India, Argentina, Marruecos) y con los trabajos precarios (secretaria, cajera, jardinera...). Actualmente trabajo en una pequeña librería de segunda mano. Escribo desde que era pequeña. Me encanta leer. He participado en un montón de talleres de escritura (poesía, narrativa, guión).
Nieves Pulido
Grandes éxitos es mi primera obra publicada.
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Fondo de armario/Nieves Pulido
Hombre-árbol
África o el amor
para Rachid Mouddin
Todo lo que quise de ti
El amor viene después.
era un poco de sombra.
O no. Hay que pensar en la noche: recoger leña,
Mujer-pájaro
ir por agua al pozo. Qué pequeño se ve el mundo desde aquí arriba. Te has vuelto tan diminuto que no puedo distinguirte entre los demás hombres. 6
Fondo de armario/Nieves Pulido
Poema de amor a las manos de mi ex-novio
Me quedé mucho rato viendo cómo desmontaban Cortylandia.
Ya no te quiero
Unos hombres con sierras mecánicas
pero no puedo olvidarme
despedazaban la selva.
del gorrión que se coló en la sala de estar. Se golpeaba, ciego, contra las paredes.
Saltaban chispas naranjas como flores.
Tú lo atrapaste, lo sacaste al balcón,
Una jirafa se había quedado tuerta, la trompa del elefante estaba desconchada.
lo lanzaste al cielo.
Busqué entre los animales -algunos caídos,
¿Por qué
otros mareados-
a mí no
al tigre.
me salvaron tus manos?
Pero no lo encontré. Quizá logró escapar.
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Fondo de armario/Nieves Pulido
Vaso medio lleno
La poesía es un tigre
Al otro lado del vaso de agua
que juega con mariposas. Cuando nadie mira.
estás tú.
A este lado mis cien bocas te beben.
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Fondo de armario
Nace en Madrid, el 3 de diciembre de 1962.
Fue premio Blas de Otero de poesía 2006 de la Universidad Complutense de Madrid, publicado en el año 2007, con el poemario Alimento del aire. Participa en la Tertulia de los “Poetas ConVersos” y asiste a los Seminarios que imparte Ada Salas en el Centro de Poesía José Hierro en Getafe. En la actualidad tiene un poemario inédito.
Carmen Díaz-Maroto
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Fondo de armario/Carmen Díaz-Maroto
A las ocho, coger el tren,
Los otros, los perdidos,
cuando en la superficie asoma el día.
los desaparecidos en lo que no poseen
Aquí, en el vagón,
(nuestra prueba-testigo),
es ficción, siempre,
ellos me ven, te ven,
la luz.
saben lo queremos-quiero ignorar. Su perplejidad me esclarece.
Y a su pesar, en la estación
Y te amo,
se abre la puerta dúctil.
mis huesos, mis ojos, mi pose
Y surges
sin fisuras lo anuncian.
tú,
Mis venas catenarias de deseo.
claridad-luminaria,
A destiempo, a contra-hora,
en esta tierra de metal.
te amaré-te amo
Te acercas,
para toda la eternidad
me sacas de mi no ser.
que cabe
La dicha entra en mis ojos,
en este trayecto de Metro.
y en la garganta se sucede. Hierven nuestros cuerpos en su contagio. 10
Fondo de armario/Carmen DĂaz-Maroto
I
II
No te amo
Y aĂşn sin futuro
y la dicha lo celebra en tus ojos.
nos rompe el resplandor este breve suspiro de lo eterno.
Tu boca me abre y me comienza. Tu lengua me arrastra. Hay aceite en mis manos para todos los hombres en ti. En tu cuerpo la textura del pan.
Te creces. 11
Fondo de armario/Carmen Díaz-Maroto
Duermes en el tren
No temas a los peces abisales,
y
no te devorarán.
no es propicia la hora.
No se acabará el mundo en los versos más obscuros
Desde donde estoy
A la profundidad no hay que temerla.
puedo oler tu suavidad. Es sólo el fluir, Te delatan:
el mecerse en la memoria,
tu abrigo, tu manta
en lo que ya fue
de albergue.
perdido o encontrado.
Escondes
Mañana quizás sea claridad
tu cara,
en la palabra.
intentas llevarla hacia la noche.
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Fondo de armario
Soy Elisa Fernández de Castro, la oveja negra de los ConVersos. Digo por qué: no soy poeta, nunca voy a ser poeta. Me gusta la poesía más que cualquier otro género literario, me gusta más que el resto de las artes, me gusta muchísimo, sin más rollo. Eso me ha llevado hace ya algunos años a acercarme a talleres y tertulias para conocer la parte de la poesía que permanecía oculta para mí: cómo nace, cómo se proyecta, cómo se hace. Y la verdad es que he aprendido algo, gracias a mi profesor, Jesús Urceloy, y a mis muchos compañeros poetas. Lo suficiente como para, lo digo como Borges en un verso, “haber urdido algún endecasílabo”. Pero nada más.
Elisa Fernández de Castro
No obstante, la cariñosa invitación del Comité de redacción de esta revista me hace presentar aquí algunos ejercicios de métrica, o de métrica y rima, con los que espero que los lectores de ConVersos sean lo más benévolos posible.
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Fondo de armario/Elisa Fernández de Castro
Caldereta de cordero
Poner más bajo el fuego que hasta ahora. Luego pelar un pimiento morrón y echárselo cortado muy finito.
Se fríen unos trozos de cordero, cachos de pan, dos ajos y laurel, se escurre bien de aceite en un papel y se machaca luego en el mortero.
Se pone a hervir con vino en un caldero, vertiéndole una jícara de miel y moviendo despacio -como aquel de todos conocido cocinero-.
Cuando lleve cociendo media hora, tenemos que añadirle pimentón y dejarlo de huesos expedito.
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Fondo de armario/Elisa Fernández de Castro
Mitríades VI, rey del ponto (soneto)
sólo con una cosa no contaba: con el cabrón con pintas de Pompeyo.
Soy el malo Mitríades, rey del Ponto. Es cierto: soy más malo que la quina, ayer mismo tiré por la colina
Perplejidad
a mi madre, joder, se dice pronto.
Malo sí, pero ni un pelo de tonto. Sé lenguas por un tubo y se me esquina… es decir, chapurreo la latina
La certeza y tu vértigo juegan en un tablero sin apoyo y no hay dados ni premios. Y no hay reglas.
que estudio, estudio y nada, no remonto. Fogonazos alumbran las jugadas Estoy inmunizado a los venenos. Haciendo probaturas me arriesgaba,
sin ley y los zarpazos al aire de tu asombro.
pero orgulloso que me siento de ello. Si ganas, el camino será tu laberinto. Matados por igual malos y buenos,
Si cedes, qué será de ti tan firme. 15
Fondo de armario/Elisa Fernández de Castro
Soneto centón sobre poemas de Jesús Urceloy
Quise olvidar su nombre hace unos años -es el olvido el arma del que ama¿qué historia nueva de dolor redime el estrago de amar una memoria?
Nieva en la galería del olvido. Está el dolor sentado, sonriente. No le invité a pasar, pero traía el último final, lo dicho todo. Le=te; traía=traías.
Hablo para mi muerte y mis amigos acompañado de morfina y voces. Sé que os estoy pidiendo otra dulzura.
Si habremos de encontrarnos en un verso,
Versos: 1. Su nombre (La profesión de Judas). 2. Libro primero 11 (El libro de los salmos). 3 y 4. El visitador de tumbas (Berenice). 5. Nada (Berenice). 6. La soledad, el orgullo, la soledad (La P de J). 7. Pasodoble (Berenice). 8. Ofrenda (La P de J). 9. Los libros (El L de los S). 10. Liubliana, Sarajevo… (Berenice) 11. La soledad, el sueño, la soledad (La P de J). 12. Marítima (Diciembre). 13. La mujer perseguida (inédito). 14. Las manos (Berenice).
dame tu corazón, descuida el paso y déjame dormir otro silencio.
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Fondo de armario
Licenciada en farmacia. Desde 1984 escribe narrativa, poesía y cuento infantil. Ha participado en los talleres de Relato Breve impartidos por Ángel Zapata y Javier Sagarna; de Novela con Ángel Zapata; de Poesía con Jesús Urceloy, y Literatura Infantil con Luis Rafael. Cuentos suyos figuran en las antologías de relatos Ruidos de fondo (1999), Festín de amotinados (2000), Vino un chino y nos vendió un mechero (2001), Nada normal (2002), Leí el diario de un extraño (2003), El día que nos dimos cuenta de todo (2004), Gotas de Mercurio (2006) y Con sabor a sugus (2008), editadas por el Taller de Escritura de Madrid.
María de la O Guillén
Ha participado en la antología de cuento infantil Fábrica de Cuentos, editorial Alfalfa (2009). Ha publicado el cuaderno de versos A la luz de una vela (ediciones LF Comendador 2006) y el libro de poemas El Ruido de las Flores (El Quid Ediciones 2010).
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Fondo de armario/María de la O Guillén
Se abre el telón La vida es una promesa de placer rojo un anhelo un sueño de fiesta para siempre un truco que se desvanece. Es abrir la puerta de un matrimonio desnudarte de tu libertad acompasar tu espacio al de otros andar el camino en el borde de la noche.
mientras tu cara dibuja una graciosa mueca de actor contraído. ¿Qué loco te está cegando la salida? ¿Qué monstruo se esconde dentro de ti dirige tus hilos y te lleva por la vida como una trágica marioneta?
¿Quién anda poniéndole fecha a tus ganas? La vida es un trazo de ingenio sobre el vacío más absoluto un juego para liberar tus ansias de títere seco en el espacio señalado.
La mariposa
¿Quién guarda la llave de tu puerta?
Cuando vino hacia mí vi sus ojos encendidos como luces en el negro de la noche.
La vida es como la risa: sentir que suben a la cabeza, notas de agua que viven en tu vientre. Sentir que se disuelven cristales dentro de tu corazón
Yo vi una mariposa blanca volando por la habitación; iba de cama en cama.
Cogí la mariposa blanca y el contacto suave y caliente de su mano, me hizo dormir esa noche agarrada al mundo. Las manos de mi padre eran blancas y volaban.
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Fondo de armario/María de la O Guillén
La luz
La cicatriz
Llueve entre dos luces esos días el suelo húmedo
Tata tiene un secreto: una herida dentro del corazón que guarda en una caja de zapatos.
refleja la cara de los niños riéndose de las estatuas que se ahogan en los charcos.
Tata guarda un secreto en una caja de cartón, dentro de un armario de madera.
Llueve en gris. Esos días vuelan pájaros de plomo por el cielo
Dentro de la caja hay trozos de manos, y dedos de Santos rotos, recogidos por ella en la iglesia durante la guerra.
y los niños buscan un cuadro en el muro por donde escapar del ruido de las flores pero es al atardecer de esos días cuando las mujeres que han estado guardando una lágrima en un bolsillo - Esas mujeres, al atardecer hacen que se vuelvan diáfanos los velados abanicos.
El recuerdo de los muertos de una guerra cabe en una caja blanca de cartón dentro de un armario de madera negra.
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Fondo de armario
Juana Arriaga Bravo nace en Madrid en el año 1960. Estudia Filología Clásica en la Universidad Complutense y Filología Hispánica en la Autónoma de Madrid. Profesionalmente se dedica a la enseñanza. La poesía forma parte de su vida desde la infancia, pero no será hasta su ingreso en el taller de poesía de Jesús Urceloy cuando empieza a desarrollar su obra poética por escrito. Colabora en el libro publicado por dicho taller de escritura El día en que nos dimos cuenta de todo, 2004.
Juana Arriaga
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Fondo de armario/Juana Arriaga
El metro
Tantos años sin impelerme esta subterránea hendidura a rozar a alguien y provocar su caída, que llegué a soñar fuera fantasía
He llegado al oscuro túnel alargado,
este ímpetu vengador de cualquier desconocido.
travesía señalada por estaciones intemporales,
Pero ahora, vuelto a mí,
que la masa acoge como lugar de meditación
preciso arrebujarme en la curvada pared,
de a dónde vamos,
enlazando las manos a mi cuerpo,
nunca de dónde venimos.
como nudo que atara mi consciencia; así, hasta que la puerta abierta del vagón
Un panel luminoso alienta el tiempo de espera,
permita mi huida a un viaje sin sangre.
que lo dilata aún más que la luz del día. Lejano, el estridente bufido de su apremiante marcha,
Y mañana, revividos tan ignominiosos instintos,
nos recrea en el ánimo un tren que por fin llega.
volveré a aferrarme al libro que contengan mis manos, y a la lectura que evada mis sentimientos.
Entonces, mi alma se violenta y apacigua
No miraré el infausto cronómetro,
en el segundo que el tranvía traspasa mi figura.
hasta que mi alma, ya sosegada,
He conseguido dominar el impulso ancestral
pueda cruzar el andén observando a los demás sin desafiar esta obsesión.
- tal vez de los hombres el primero – de provocar el final de ese o aquel,
Y cuando miro a tantos y tantos cómo devoran letras impresas, pienso:
desafiante a su destino,
“ No soy el único en esta cripta que esconde sus ojos entre las páginas,
que subestime la fronteriza franja amarilla,
para perdonar al mundo un día luctuoso. ”
ahuyentadora del negro foso de la muerte.
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Fondo de armario/Juana Arriaga
La quimera
El avestruz
Construyo cada día la quimera que me sostenga el cielo por encima del mundo de infortunio aquí abajo aquí tan cerca
La carrera del vuelo insta la frente, con plumas de vedette desgarradas. Silencio de un aplauso que no remonta la irascible esbeltez de su linaje. Un desierto inocente de deseo alcanza casi el cielo con la vista, desplegando altivez de pasarela que no sabe de gloria. Sólo la soledad alienta un ímpetu secular de escalada lujuriosa al orgullo de su aire.
un cielo rosa verde gris marrón que mi vivienda pinta por el día y llegada la noche es ya celeste su turbado color y linda la distancia de mi sueño al clamor ambicioso de este mundo con el prohibido disco rojo al paso Caribe sin palmeras, clepsidra rota de agua al mar, agónica distancia firma tregua a pies sin tierra, a ríos sin caudal. Caminos derrotados de conciencia son mártires senderos que trillar. La nada dictamina su era. Marchito el mundo va sin autor que ritme sus tinieblas. Tan cerca está el final, tan lejos las condenas, tan poco para dar, que apenas Dios nos siente alguna pena.
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Fondo de armario/Juana Arriaga
Único y eficaz método para aprender el alfabeto griego
Σ τ Tau tímida un sombrero se caló. Τ υ Ípsilon se abre entera a este mundo;
Α α Alfa empieza a volar una cometa,
Υ φ y tanta letra loca a fi la lio.
Β β que beta nos anuda en doble hatillo.
Φ χ Ji entonces llega riéndose al segundo.
Γγ
Gamma rompe con ese hilo que aprieta,
Χ ψ Al final el demonio psi plantó.
Δδ
y delta cierra al fin con un anillo.
Ψ ω Gracias a Dios, omega cierra al punto.
Εε
Épsilon se revela con tridente.
Ζζ
Dseda con gran sonrisa hace un bolillo.
Η η Eta aparece así tan recurrente, Θ θ que zeta se arrebuja y cede el paso Ι ι
a la iota anoréxica y balbuciente,
Κκ
y kappa le da alas con retraso.
Λ λ Lambda se nos presenta viento en popa, Μ μ y mi tan egoísta no hace caso; Νν
pero la humilde ni ofrece una copa.
Ξξ
xi luce serpentino contoneo;
Ο ο ómicron, circunspecta, va sin ropa; Π π y pi nos abre puertas al deseo Ρ ρ de volver al arrullo de la ro. ς,σ Sigma se abre o se cierra según veo. 23
Fondo de armario
Notas para una autobiografía poética
Paloma Espartero Martínez. Madrid. 1955.
Paloma Espartero
Las palabras siempre han ejercido un efecto mágico sobre mí. Me rompen. Me adentran. Me desarman. Vivimos de palabras. Morimos de palabras, de las que pronunciamos o de su ausencia. Hace diez años decidí poner en pie algunas de las palabras que me habitaban y comencé a asistir a unos talleres de poesía en Fuentetaja. Primero con Graciela Baquero, después con Esther Ramón. De mi paso por esos talleres queda la participación en un libro colectivo “Poesía para caber”. Hace dos años que participo en un taller que imparte Ada Salas en el Centro de Poesía Jose Hierro.
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Fondo de armario/Paloma Espartero
Soy y tengo miedo
Habitamos desiertos.
por eso me coso
La memoria del mar
a la sombra de tu espalda
guarda sus bordes.
como un animal herido por la ciega claridad del vértigo.
Abro branquias para respirar el abismo
Voraz intimidad de dos extraños.
de pie de cobre y el placer
Hacia dentro.
que lo contiene.
Un pez fósil nos muerde la médula
Todo
y despertamos.
y su contrario
Somos otros. Poseemos
caben en este instante.
el silencio 25
Fondo de armario/Paloma Espartero
Regalos (a la manera de Inma Chacón)
Un refugio para los días de abismo. El aire en el algodón de azúcar.
Regálame una sonrisa
El deseo que nunca se alcance.
cayendo desplomada
La memoria de los días felices.
en la comisura de tus labios. El olor de la lluvia. Los púrpuras. Tu mano en mi vientre. Un gesto que me haga única. El sabor de las fresas silvestres. Un abrazo desplegándose. El silencio cómplice. Las palabras más allá de las palabras. Un caballo de cartón con sabor a infancia. El tacto de lo que no puede tocarse. Un abanico que avente las nostalgias.
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Fondo de armario/Paloma Espartero
¿Quién sería yo si no fuera?
En el borde, en el límite de lo que no tiene nombre.
Luz penetrada. Movimiento horizontal abriendo huecos. El rizo de una ola antes de formarse.
Abro
Pájaro varado en vuelo.
mi propio abismo.
Duna jugando al cambio. El silencio donde todo se detiene.
O acaso raíz profunda. El breve espacio de un instante. Voz aullando en desiertos minerales. Molécula antes del tiempo. El roce de un beso ahuecándose. Rajadura al aire.
Un apenas nada, palpitando. 27
Fondo de armario
Me llamo Manuela Sola Castro y escribo. Mi relación con la escritura de versos empezó cuando asistí, allá por el año 2004, al Festival de Poesías y Músicas del Mediterráneo que tiene lugar en Bastia (Córcega). Fue la fascinación de ese lugar y de todo lo que desfilaba por mis ojos lo que me impulsó a transformarlo en poemas. Esos poemas, a pedido de Jacques Thiers, poeta y organizador del festival, fueron publicados en la revista BonnaNova de la Universidad de Córcega donde él es profesor. Con estas experiencias, llegué al taller de Jesús Urceloy. Allí, con él, cimenté mi titubeante forma de escribir. De estas tardes de taller salió la plaquette “Intervención Quirúrgica”, Béjar, 2006 y “Lugar de paso” un libro bilingüe, a la espera de editor.
Manuela Sola Castro
Todavía, la mayor cómplice, es mi amiga y gran poeta portuguesa Rosa Alice Branco, pues su poesía me inspira y su presencia me agita. Con ella al timón, hemos organizado Los Encuentros de Talábriga (festival internacional de poesía), que tuvo lugar en la ciudad de Aveiro (Portugal) durante 5 años. El poema “El ángel de la casa” a ella va dedicado. Sigo viviendo en Madrid y sigo escribiendo en las lenguas que me habitan, portugués y español. Ellas son las que escogen y acogen mis poemas.
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Fondo de armario/Manuela Sola Castro
El ángel de la casa
subida en una silla. Quieres saber a Rosa Alice Branco
qué sería del pan sin manos para amasar harina.
El ángel despega del paseo. Alegre.
Qué sería del silencio
Sobrevuela la ciudad amanecida
sin gargantas desgarradas.
cruzando pinceladas de neblina
Qué sería de la amapola
matizadas de estío.
si nuestros ojos no entendieran el rojo.
El Douro tiene el margen izquierdo musicado. Los peces se reparten por las cañas izadas al cielo
Tal vez el ángel no vea el verde de tus ojos
invocando a la virgen de los pescadores
cuando saltan al interior de las cosas
en el margen de mi cuerpo.
hasta alcanzar la partícula sin masa donde reside tu paz.
El río se recorre río arriba vuelan barcos hasta la hoz
El río sigue.
y el ángel nos vela en el paseo dentro de la casa.
En él mojamos las ausencias.
Hablas con él junto a la ventana 29
Fondo de armario/Manuela Sola Castro
30
Fondo de armario/Manuela Sola Castro
Desnudez
la sorbe la digiere
Exhibe su semántica
y agitando la mano
velada por un fino tamiz
la esculpe dulcemente
que la hace más apetecible.
-la escupe
Va soltando las tildes
dulcemente-
desde sus hermosos hombros
en un poema
hasta la línea donde se despliega el sentido.
de amor.
Sacude la tónica y acaricia las vocales. Con un golpe de diptongo se libera por fin de lo accesorio inscribiendo un extravagante ritmo a su cuerpo deletreado. Él la mira y sin poder contenerse la coge entre sus brazos le dice: eres mi sentido la vuelve la revuelve 31
Fondo de armario/Manuela Sola Castro
Insospechada realidad A Chema Madoz
“La poesía es un juego donde, bajo una realidad aparente, aparece otra insospechada” Juan Brossa
Cambia la memoria de las cosas con una displicencia casi infantil, si no fuera el orden otorgado por las sombras. De nuevo le pillan en el espejo con metáforas escondidas en las solapas. Lo niega todo esgrimiendo una inocencia que hace pender los platos de la báscula. El zumo de las cerezas escurre por el pijama y se cree prisionero de guerra azotado por su verdugo. Escapa de las visiones recostándose en el hombro de la silla. Allí se queda, esperando que las agujas caigan del reloj. 32
Poeta a la carta
Pepe AlcamĂ divaga por no lugares leyendo a Borges
33
Poeta a la carta
Una versión personal sobre Borges poeta
cultos y cuidadores, a una historia familiar de héroes, a una
por Pepe Alcamí
inteligencia excepcional, a una sensibilidad extrema, a una belleza mágica… La supervivencia se define evolutivamente como un ejercicio
Introducción Todos somos supervivientes. Sin embargo, cuando contemplo y analizo las vidas de los hombres -este fenómeno inapelable que nos lleva a atravesar el tiempo y el espacio entre dos oscuridades- veo cómo nuestros desafíos de supervivencia son diferentes. Hay quien debe sobrevivir a un tiempo histórico y a un lugar, como una guerra o un país africano invadido por el SIDA. Hay quien debe sobrevivir a un destino trágico, una enfermedad, una muerte, un suicidio, la violación o el abandono. Y hay personas que deben sobrevivir a su propio éxito con el que ya vienen al mundo. Existen herencias excelsas que se transforman en maldiciones, especialmente cuando esos dones sobrepasan los límites. Como si dioses celosos no permitieran a los seres de un día que alcancemos una riqueza que ni siquiera ellos poseen. Esos hombres y mujeres privilegiados deben paradójicamente sobrevivir a todo lo bueno, a todo lo que es envidiado: a padres
de
aprendizaje
para
la
adaptación
al
mundo.
Frecuentemente quienes nacen con dones privilegiados son seres inadaptados, profundamente infelices porque viven un mundo demasiado simple respecto a la visión de su mente, o simplemente dotados de una hipersensibilidad emotiva a la que todo hiere, no pueden comprender la realidad sin sufrirla. Todos somos supervivientes, la mayoría a vidas vulgares, a vidas que hay que pelear palmo a palmo, a los mazazos de cada día, a las grises rutinas… unos pocos deben sobrevivirse a sí mismos, a su brillantez y a la de su herencia. Borges y el destino trágico de la inteligencia Borges nace con todo el bagaje del superdotado, con una inteligencia prodigiosa, con una cultura casi inabarcable, con una imaginación y un dominio del lenguaje envidiable y sin embargo no fue feliz y en su poema “remordimiento” refleja ese fracaso teñido de culpa por haber traicionado su estirpe. 34
Poeta a la carta
El remordimiento
artistas… no tuvo descendencia. Lector voraz y compulsivo quedó ciego un tercio de su vida...
He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido
Nadie rebaje a lágrima o reproche
feliz. Que los glaciares del olvido
Esta declaración de la maestría
me arrastren y me pierdan, despiadados.
De Dios, que con magnífica ironía
Mis padres me engendraron para el juego
me dio a la vez los libros y la noche.
arriesgado y hermoso de la vida, para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
...y a pesar de eso escribe y la poesía es su universo como relata en:
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida On his blindness
no fue su joven voluntad. Mi mente se aplicó a las simétricas porfías
Al cabo de los años me rodea
del arte, que entreteje naderías.
una terca neblina luminosa
Me legaron valor. No fui valiente.
que reduce las cosas a una cosa
No me abandona. Siempre está a mi lado
sin forma ni color. Casi a una idea.
La sombra de haber sido un desdichado. Cuando
contemplo
con
cierta
distancia
La vasta noche elemental y el día a
ese
hombre
contradictorio, Jorge Luis Borges, veo retratadas en él esa inadaptación que se plasma en metáforas terribles: heredero de una estirpe de generales, hombres de estado, intelectuales,
lleno de gente son esa neblina de luz dudosa y fiel que no declina y que acecha en el alba. Yo querría ver una cara alguna vez. Ignoro la inexplorada enciclopedia, el goce de libros que mi mano reconoce, 35
Poeta a la carta
las altas aves y las lunas de oro.
Posesión del ayer
A los otros les queda el universo; a mi penumbra, el hábito del verso
Sé que he perdido tantas cosas que no podria contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío.
Maestro en el manejo de las palabras, en invenciones ingeniosas,
Sé que he perdido el amarillo y el negro
fue tartamudo. Escritor inabarcable nunca recibió el Premio Nobel,
y pienso en esos imposibles colores como no piensan los que ven.
dicen que por sus posiciones políticas. Idealista y admirador de la razón fue incapaz de entender la realidad de la pobreza y la política. Forjador de una gran autoridad moral nunca pudo trasladarla al
Mi padre ha muerto y está siempre a mi lado.
mundo real y llegó a justificar la dictadura militar argentina a la que
Cuando quiero escandir versos de Swinburne, lo hago, me dicen, con
nunca condenó. Tuvo casi todo para ser un seductor pero sus
su voz.
relaciones con las mujeres fueron en muchas ocasiones frustrantes
Sólo el que ha muerto es nuestro, sólo es nuestro lo que perdimos.
o infantiles.
Ilión fue, pero Ilión perdura en el hexámetro que la plañe. Israel fue cuando era una antigua nostalgia.
A veces quiero creer, quizás porque quiero creerlo para mí mismo,
Todo poema, con el tiempo, es una elegía.
que el Borges poeta salva al Borges perdido en el mundo, un mundo
Nuestras son las mujeres que nos dejaron,
a la vez demasiado grande y demasiado pequeño para el suyo
ya no sujeto a la víspera, que es zozobra,
propio. Un mundo perdido en una profunda nostalgia y que a pesar
y a las alarmas y terrores de la esperanza.
de eso logra poseer:
No hay otros paraísos que los paraísos perdidos.
36
Poeta a la carta
La poesía de Borges
Ha soñado la aniquilación de Cartago por el fuego y la sal. Ha soñado la palabra, ese torpe y rígido símbolo.
La poesía de Borges comparte mucho de su estilo literario con otros
Ha soñado la primera mañana de Ur.
géneros, el relato corto esencialmente. Algunos rasgos literarios
Ha soñado el misterioso amor de la brújula.
son:
Ha soñado la proa del noruego y la proa del portugués. Ha soñado la ética y las metáforas del más extraño de los hombres, el
- La erudición. Borges presumía de haber leído la enciclopedia
que murió una tarde en una cruz.
Británica en su totalidad. Su vasta cultura acompaña toda su obra
Ha soñado el sabor de la cicuta en la lengua de Sócrates.
pero a la vez que juega con esa erudición es capaz de ofrecer una
Ha soñado una cuarta dimensión y la fauna singular que la habita. Ha soñado el número de la arena. Ha soñado los números transfinitos, a los que se llega contando.
sencillez extrema en sus poemas, una combinación difícil de
Ha soñado al primero que en el trueno oyó el nombre de Thor.
conseguir.
Ha soñado las opuestas caras de Jano, que no se verán nunca. Ha soñado la luna y los dos hombres que caminaron por la luna.
Alguien sueña (fragmentos)
Ha soñado el pozo y el péndulo. Ha soñado a Walt Whittman, que decidió ser todos los hombres, como
¿Que habrá soñado el Tiempo hasta ahora, que es, como todos los
la divinidad de Spinoza...
ahoras, el ápice?
...Ha soñado el Ganges y el Támesis, que son nombres de agua.
Ha soñado la espada, cuyo mejor lugar es el verso.
Ha soñado mapas que Ulises no habría comprendido.
Ha soñado y labrado la sentencia, que puede simular la sabiduría.
Ha soñado a Alejandro de macedonia.
Ha soñado la fe, ha soñado las atroces Cruzadas.
Ha soñado el muro del Paraíso, que detuvo a Alejandro.
Ha soñado a los griegos que descubrieron el diálogo y la duda.
Ha soñado el mar y la lagrima. 37
Poeta a la carta
Ha soñado el cristal. Ha soñado que alguien lo sueña
a la muerte, cuando la suerte nos desate de la triste costumbre de ser alguien y del peso del universo.
- La capacidad inventiva. Borges inventa en muchas ocasiones historias inexistentes. Hasta aquí nada que criticar al oficio de escritor, pero lo que le hace genial es que nos convence de que son reales. Es uno de los autores con mayor capacidad de verosimilitud hasta el punto de que describe diálogos propios con personajes inexistentes, crea escritores que muchos creen reales y en numerosas ocasiones inventa dioses, reyes y datos históricos con tal grado de veracidad que es difícil diferenciar el hecho histórico de la ficción. Triada
- La enumeración. Es un recurso del que Borges abusa pero lo hace con tal maestría que no se hace pedante ni cansado. Al estilo del Haiku que Borges también cultivó como género poético, la enumeración de hechos anuncia una frase final que ilumina el resto del poema. HAIKU Algo me han dicho la tarde y la montaña Ya lo he perdido
El alivio que habrá sentido César en la mañana de Farsalía, al pensar: hoy es la batalla. El alivio que habrá sentido Carlos Primero al ver el alba
Las causas
en el cristal y pensar: hoy es el día del patíbulo, del coraje y del hacha. El alivio que tú y yo sentiremos en el instante que precede
Los ponientes y las generaciones. Los días y ninguno fue el primero. La frescura del agua en la garganta 38
Poeta a la carta
de Adán. El ordenado Paraíso.
El rey ajusticiado por el hacha.
El ojo descifrando la tiniebla.
El polvo incalculable que fue ejércitos.
El amor de los lobos en el alba.
La voz del ruiseñor en Dinamarca.
La palabra. El hexámetro. El espejo.
La escrupulosa línea del calígrafo.
La Torre de Babel y la soberbia.
El rostro del suicida en el espejo.
La luna que miraban los caldeos.
El naipe del tahúr. El oro ávido.
Las arenas innúmeras del Ganges.
Las formas de la nube en el desierto.
Chuang-Tzu y la mariposa que lo sueña.
Cada arabesco del calidoscopio.
Las manzanas de oro de las islas.
Cada remordimiento y cada lágrima.
Los pasos del errante laberinto.
Se precisaron todas esas cosas
El infinito lienzo de Penélope.
para que nuestras manos se encontraran.
El tiempo circular de los estoicos. La moneda en la boca del que ha muerto.
- Los diferentes géneros
El peso de la espada en la balanza. Cada gota de agua en la clepsidra.
Borges se alimenta de la poesía más clásica y a lo largo de su obra
Las águilas, los fastos, las legiones.
evoluciona desde una primera etapa muy vanguardista, la mayoría
César en la mañana de Farsalia.
no recogida en poemarios hasta un clasicismo formal (El Hacedor.
La sombra de las cruces en la tierra.
El otro, el mismo, el oro de los tigres), pasando por un periodo de
El ajedrez y el álgebra del persa.
poesía nacionalista (Fervor de Buenos Aires, Luna de enfrente,
Los rastros de las largas migraciones.
Cuaderno San Martín) o incluso de canciones para milongas (Para
La conquista de reinos por la espada.
las seis cuerdas). Sin embargo es en libros como Elogio de la
La brújula incesante. El mar abierto.
sombra, La moneda de hierro, Historia de la noche donde dentro
El eco del reloj en la memoria.
de la erudición se muestra una forma poética mucho más libre. La 39
Poeta a la carta
cifra, y sobre todo Los conjurados, su último libro, son por su
el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi
sencillez mis favoritos.
interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un
- La poesía como Aleph.
traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi racimos, nieve, tabaco,
En su maravilloso relato del mismo nombre Borges nos habla del
vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y
Aleph como un lugar físico, que tiene una localización precisa, un
cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no
sitio desde donde puede contemplarse el universo entero, sus
olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de
tiempos y sus distintos espacios. La poesía Borgiana tiene mucho
pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo
de Aleph, de enumeración, de intentar abarcar el universo con la
un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera
palabra, desde distintas perspectivas, con metaforas y aliteraciones
versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo
y una enumeración a veces obsesiva. Así describe Borges el Aleph:
cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el
En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña
decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un
esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al principio la creí
poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en
giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión
Bengala, vi mi dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un
producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. El
globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplicaban sin fin, vi
diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio
caballos de crin arremolinada, en una playa del Mar Caspio en el
cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna
alba, vi la delicada osadura de una mano, vi a los sobrevivientes de
del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía
una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de
desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la
Mirzapur una baraja española, vi las sombras oblicuas de unos
tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en
helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, 40
Poeta a la carta
marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un
terrible hecho del tiempo, ese desierto por el que caminamos y al
astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo
que nos enfrentamos. El sentido y el absurdo de la vida vienen
temblar) cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había
dados por nuestro discurrir en el tiempo. Tiempo real y tiempo
dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la
imaginario, historia y presente, finitud e infinitud son los ejes del
Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido
héroe Borgiano, el que pervive y el que se pierde, el que ve y el que
Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje
recuerda, el que vive y el que fabula la vida, el que atraviesa el
del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los
tiempo y aquel para quien el tiempo es el destino.
puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y
Son los ríos
conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.
Somos el tiempo. Somos la famosa
Sentí infinita veneración, infinita lástima…”
parábola de Heráclito el Oscuro. Somos el agua, no el diamante duro, la que se pierde, no la que reposa.
- El tiempo en la poesía de Borges
./. Somos el vano río prefijado,
El tiempo es el gran protagonista de la obra de Borges y de su
rumbo a su mar. La sombra lo ha cercado.
poesía. El tiempo y lo que conlleva: la simultaneidad de los hechos,
Todo nos dijo adiós, todo se aleja.
su misteriosa concatenación, la historia que se fue para siempre y
La memoria no acuña su moneda.
sólo pervive en unos pocos recuerdos o en el recuerdo de unos
Y sin embargo hay algo que se queda
pocos, la huella en los libros. El laberinto y la gran biblioteca son los
y sin embargo hay algo que se queja.
enigmas y las claves de un pensamiento que intenta comprender el 41
Poeta a la carta
Doomsday
siento y lo que se me escapa, quizás porque es la visión de un ciego, la de un hombre lúcido perdido en un laberinto que no es sino la
Será cuando la trompeta resuene, como escribe San Juan el Teólogo.
inmensidad del desierto.
Ha sido en 1757, según el testimonio de Swedenborg.
Quizás sea porque cuando leo a Borges me siento como en mis
Fue en Israel cuando la loba clavó en la cruz la carne de Cristo, pero
viajes, suspendido en el aire, suspendido en el tiempo entre una
no sólo entonces.
ciudad extraña a la que quizás nunca volveré y otra que dicen es mi
Ocurre en cada pulsación de tu sangre.
hogar. De la mano de su poesía atravieso el mundo y sus misterios,
No hay un instante que no pueda ser el cráter de Infierno.
recuerdo todo lo que se fue, todo lo que perdí, buscando el Aleph
No hay un instante que no pueda ser el agua del Paraíso.
desde donde contemplar el inconcebible universo. Ese lugar desde
No hay un instante que no esté cargado como un arma.
donde los hombres que somos soledad, amor y tiempo podemos
En cada instante puedes ser Caín o Siddharta, la máscara o el rostro.
llorar todas las cosas.
En cada instante puede revelarte su amor Helena de Troya. En cada instante el gallo puede haber cantado tres veces.
Elegía
En cada instante la clepsidra deja caer la última gota Sin que nadie lo sepa, ni el espejo, Borges es mi poeta preferido en los viajes, el que leo siempre en las
ha llorado unas lágrimas humanas.
largas esperas de los aeropuertos, en esos territorios de zombis:
No puede sospechar que conmemoran
venimos de un lugar y un tiempo y nos encaminamos a otros lugares
todas las cosas que merecen lágrimas:
y otros tiempos. Nunca he comprendido bien por qué Borges es un
la hermosura de Helena, que no ha visto,
poeta para los viajeros, sobre todo para los viajeros entre mundos
el río irreparable de los años,
diferentes. Quizás sea porque me habla del tiempo, quizás sea
la mano de Jesús en el madero
porque enumera sin descanso todo lo que veo y no veo, lo que
de Roma, la ceniza de Cartago, 42
Poeta a la carta
el ruiseñor del húngaro y del persa, la breve dicha y la ansiedad que aguarda, de marfil y de música Virgilio, que cantó los trabajos de la espada, las configuraciones de las nubes de cada nuevo y singular ocaso y la mañana que será la tarde. Del otro lado de la puerta un hombre hecho de soledad, de amor, de tiempo, acaba de llorar en Bueno Aires todas las cosas.
Pepe Alcamí
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Territorios diversos
Juana Arriaga viaja a la India y nos relata su emoci贸n.
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Territorios diVersos /Juana Arriaga
La India
Y como la vida es la muerte, tranquila y despejada. Raj Ghat, Memorial de Mahatma Gandhi, es un símbolo de ejemplaridad
Tanto mundo hay en tus calles que los ojos no pueden concentrarte en una mirada y entonces, ellos mismos te reconvierten en la visión de un caos coherente, de un alboroto sosegado y, ante todo, de unos rostros serenos en los que se atisba una espiritualidad agradecida. Tantos valores propagados en nuestra sociedad de los que apenas percibimos nada, sólo ideas, teorías y palabras, se muestran en esta amalgama de seres, animales, comida y tierra. Como al silencio de una montaña, nos supeditamos sin imposición a la templanza de este pueblo, del que tanto aprendemos sin que nos quiera enseñar nada. Es la auténtica naturaleza que no se resiente por sus carencias; que pisa sus templos sagrados con los pies descalzos, palpando la devoción en una comunión con la tierra; que no sabe de leyes, porque las crea según la necesidad del momento; que no
eterna tendido al sol. En su llama imperecedera se abogan todas las injusticas que padecemos la humanidad, con un crepitar silencioso junto a una lápida de color de sufrimiento, cubierta de ese cielo que dice tanto de la esperanza. La madre Teresa de Calcuta, no obstante, no tiene el amparo del sol sino el de sus hermanas. Tumba tan sencilla en recoleta habitación, que apenas deja espacio para tanto fervor como desearíamos profesarle, es la máxima elocuencia de la grandeza de su alma. Pero la suntuosidad acompaña la muerte en Taj Majal, cuyas cúpulas recortan el horizonte azul y su blancura nos evoca un grato reposo. Tanta belleza dedicada al recuerdo eleva el espíritu hacia los que ya no están. Es la nostalgia que libera del temor a la muerte y dulcifica la vida.
pierde la sonrisa ante la hipócrita superioridad del extranjero,
Mas no pensemos que se trata de un pueblo que no disfruta los
porque para ella nadie está de más ni de menos. Es la integridad de
placeres de la vida. Khajuraho es una verdadera revelación para el
quien, simplemente, cumple con la vida; y la vida le permite vivirla
occidental que se considera tan liberado en las prácticas sexuales.
sin trasiego, con la cadencia de un tiempo que no arranca.
Los bajorrelieves eróticos de sus templos declaran expresamente con las figuras de poses irreverentes una asunción de la propia naturaleza y un ensalzamiento de la misma que alcanza las más 45
Territorios diVersos
altas cotas artísticas. La sexualidad así representada en templos sagrados se sublimiza,
y el pagano siente un profundo
que las acompaña, que nos cueste concebirlas como auténticas obras humanas.
arrobamiento ante tal sinceridad de los instintos y la armonía religiosa
que
los
enaltece.
Tampoco
pensemos que es un pueblo distante y sin conexión
con
la
cultura
europea:
la
poderosa silueta del Surya Mandir, el gran Templo del Sol con su enorme carro, se nos identifica como símbolo paralelo a nuestro Apolo; y en Calcuta nos encontramos con el centro de Estudios Indoeuropeos: una misma lengua, unas creencias semejantes en un tiempo no tan remoto, nos hermanan con un pueblo que puede parecer al principio alejado y diferente del nuestro. Con territorios tan inmensos nos parece poder palpar, sin embargo, un mundo mucho
Hay que llegar hasta aquí para conocer otro mundo.
más pequeño. Cuando sentimos que ya nada nos puede despertar más admiración y asombro, descubrimos en las Cuevas de Ellora, una artesanía pétrea que nos sumerge en una imaginada ficción que nos ayuda a comprender cómo tanta magnificencia puede encontrarse tan aislada y casi en el olvido. Tal vez sea por eso mismo, por la soledad
Juana Arriaga
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Mirador
Antonia Roig en coautoría con Estrella Corona nos regala el álbum de fotografías “La Estancia Olvidada”
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Mirador
La Estancia Olvidada
FotografĂas de Antonia Roig y Estrella Corona
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Mirador
Sabes que dentro de la casa es hace muchos años y que hay luz: se derrama desde una lágrima sonora. Los peldaños de mármol, el cristal, el suave olor y las ondas doradas de aquella visitante, ocupan su lugar, su tiempo, su sentido. Julia Uceda
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Mirador
Hay un jardĂn claro, entre muros bajos, de hierba seca y luz, que rehoga con calma su tierra. Es una luz que sabe a mar, respiras esa hierba. Te tocas los cabellos y haces que su recuerdo se agite. Cesare Pavese
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Mirador
Allí, en aquel jardín, sentado al borde de una fuente, soñaste un día la vida como embeleso inagotable. La amplitud del cielo te acuciaba a la acción; el alentar de las flores, las hojas y las aguas, a gozar sin remordimientos. Luis Cernuda
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Mirador
Contempl茅 tanto la belleza, que mi visi贸n le pertenece. Konstantino Kavafis
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Mirador
Jardines de mi infancia de clara luz, que ya me enturbia el tiempo Antonio Machado
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Mirador
Un pequeño rincón en el mapa de España que me sé de memoria, porque fue mi reino Jaime Gil de Biedma
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Mirador
Sobre las poblaciones una lengua de polvo podrido se adelanta rompiendo anillos, royendo pintura, haciendo aullar sin voz las sillas negras, cubriendo los florones del cemento, los baluartes de metal destrozado, el jardĂn y la lana Pablo Neruda
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Retrato en auto
Ada Salas es nuestra invitada. A algunos de nosotros nos enseĂąa el arte de una poesĂa despojada.
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Retrato en auto
Ada Salas Biografía, o algo así.
Nací en Cáceres, “en la cama de mi madre”, como decía de chica, va a hacer cuarenta y seis años. Quinta de una retahíla de seis hermanos. Fui a un colegio de monjas, de donde me vienen seguramente casi todas mis “desviaciones”, que no son pocas. Después a un instituto público donde
me enseñaron a amar la literatura. Tuve una adolescencia como la de todos: intensa. Decidí estudiar Filología Hispánica entre otras cosas porque ya la poesía me había inoculado su veneno y quería saber si debía buscar un antídoto, y cuál podía ser éste, o si sencillamente debía dejarme morir lentamente por la acción del mismo. Finalmente me incliné por la segunda opción. Tuve un maestro que nunca me llegó a dar clase, porque murió muy joven: Juan Manuel Rozas, catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de Cáceres, especialista en el Siglo de Oro y en la generación del 27, y espléndido poeta. No llegó a ser profesor mío, pero era el padre de mi mejor amigo y me pasaba las tardes y los fines de semana en su casa, en su biblioteca, un verdadero templo de bibliófilo donde pude leer, por ejemplo, a todo el 27 en primeras ediciones y “explicado” por el mejor lector posible. Acabé la carrera, tuve una beca de doctorado durante dos años, me fui a Francia a enseñar en una universidad y no sé cómo un verano volví y aprobé las oposiciones de instituto. Caí en Madrid, lugar, si se le puede llamar así, al que tanto temía y al que no he dejado de temer, de donde no he “descaído”. Desde entonces me peleo con la Enseñanza Secundaria para sobrevivir, un trabajo maravilloso y durísimo para el que no me considero suficientemente dotada. Tengo una hija a la que me gustaría saber dar todo el amor que necesita, y más. Escribir es, ya lo he dicho en otro lugar, la forma de vida más intensa que conozco. En cuanto a los coches… me encanta que me lleven (que me lleven bien), como en casi todo.
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Retrato en auto/Ada Salas
and death and birth (I)
and death and birth (II)
En esta palma escrito
El caballo del tiempo al paso
el trazado
por la playa
el sangrado su huella dactilar
demimuertemivida
sobre la arena
cuál la línea de la muerte o la vida
qué
si ahora invierto el sangrado
os habíais creído
el trazado escrito en esta palma del poema.
(De Ashes to ashes, 2011)
(De Ashes to ashes, 2011)
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Retrato en auto/Ada Salas
Lo sólido y lo frágil
Es una piedra y mira el transito ligero de las nubes
lo que no muere
la curva de las ramas
ves
la imposible
porque encierra en sí mismo
geometría del pájaro.
un tiempo detenido Es una piedra y muda y lo que está muriendo
mira
ante tus ojos rosa
la secreta impostura de todo movimiento.
pálido
púrpura
granate hacia lo negro.
(De la serie Flores. Inédito)
(De Lugar de la derrota, 2003)
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Retrato en auto/Ada Salas
El frío ha convocado a la ceniza.
nuestro.
No es oro el amarillo que pone sobre el cielo
Con palabras hirientes que penetren
un rictus lívido.
en él y palpiten
Nos tirita la lengua.
con él.
Y sin embargo anduve miles de millones
Prepárate por tanto para el grito.
para llegar aquí y quitarme una a una la piel de los zapatos
Para que todo
los jirones de ropa (no, perdón, dije sombra)
suene como suenan los cuerpos que se abren
hasta quedarme en hueso
para darle a otro cuerpo la soledad
en palabras que suenen
el blanco aburrimiento y la pasión
como suena la caña de los huesos
la plenitud la ira
cuando silba por ellos la verdad
el amor y la muerte.
de la sangre. Como suena El frío ha convocado a la ceniza
la lluvia
pero insisto he venido hasta aquí
sobre el rostro llagado del desierto.
para quedarme. Ya en otro tiempo dije no es éste nuestro tiempo. Pero lo haremos
(De Esto no es el silencio, 2008)
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Ficha técnica / edición nº3
Grupo de los poetas conVersos:
Alicia Naya, Antonia Roig, Carlos Gamarra, Carmen Días Maroto, Carmen Paredes, Elisa Fernández, Esther Lucio Marino, Federico Monroy, José Pérez Carranque, Juana Arriaga, Manuela Sola Castro, María Jesús Silva, María de la O Guillén, Marisol Huerta, Marisol Perales, Miguel de Francisco, Nieves Pulido, Paloma Espartero, Pepe Alcamí y Tirsa Caja.
Fotografía de la portada: Esther Lucio (detalle de una instalación de Yayoi Kusama, Museo Reina Sofía de Madrid) Pensada en: Café Ajenjo, Madrid, 2010 Diseñada por: Manuela Sola Castro Correctora de estilo: Esther Lucio Número 3, editado digitalmente el día: 6 de octubre de 2011 Contacto: revistaconversos@yahoo.com
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