5 minute read
CUESTIÓN DE ESCALA
from Cadzdfvc
CUESTIÓN DE ESCALA
Con una estructura singular rescatada del pasado y un espíritumid-century , la casa de Paulo Ribeiro, arquitecto brasileño y fundador de la feria Joya Barcelona, es un pequeño tesoro ubicado en pleno centro de la Ciudad Condal.
Advertisement
REALIZACIÓN: ME RCE DES RUIZ-MATEOS. FOTOS: MONTSE GARRIGA. TEXTO: MAR SANTAMARÍA.
Sobre la consola escandinava de l o s a ñ o s 50 (e n l a ot ra p á g i n a), l o s l i b ro s d e m o d a , a r t e y d i s e ñ o c o m p a r t e n espacio con dos jarrones de cristal de Alvar Aalto y objetos decorativos de Jeemin Jamie Chung. En la pared, obra de Attai Chen. En el salón, alfombra, sofá y butacas escandinavos de los años 40 adquiridas en Antic Centre, de Vulpellac, con cojines , de Very Boho; mesita de un anticuario en Polonia, con joyero de Niki Stylianou; jarrones de Cerámica Planas Marquès, y lámparas Tiffany, de Paulo Ribeiro.
Esta zona es el rincón favorito de Paulo Ribeiro: “la mesa de comedor, cuando me reúno con amigos, es el epicentro de la casa”. Las sillas vintage de los años 50 se agrupan en torno a una mesa de madera, de Maisons du Monde, sobre la que se apoya una escultura de hierro, de Enric Pla Masferrer. Para delimitar visualmente el espacio, se colocó una alfombra de Ikea. La escultura amarilla colocada en el suelo es una obra de Roger Coll.
Paulo Ribeiro, (e n l a ot ra p á g i n a), q u e posa con un broche de Liana Pattihis, diseñó la cocina abierta al comedor con mobiliario creado por él y unos electrodomésticos de la firma Smeg.
PAULO RIBEIRO EXQUISITA ELEGANCIA El arquitecto brasileño afincado en Barcelona ha realizado proyectos en México, Italia, Suiza, Francia, Alemania, Holanda, Polonia y España. Es, además, director de la agencia creativa Le Département (especializada en ferias de m o d a e i n te r i o r is m o) y f u n d a d o r y d i re c to r d e la feria Joya Barcelona Art Jewellery & Objects Fair que atrae cada año a más de 1.000 artistas de todo el mundo. www.joyabarcelona.com
Igual que las piedras preciosas muestran sus matices al ser tocadas por un haz luminoso, esta casa, en pleno centro de Barcelona, enseña su cara más atractiva cuando se inunda de claridad natural. Éste fue el argumento principal que conquistó a Paulo Ribeiro. “Buscaba una vivienda con mucha luz y muchas puertas balconeras. Generalmente los pisos en esta ciudad tienen pocas salidas a la calle pero éste, al ser esquinero, tiene cinco y esto me enamoró. Además de la luz, me encantaron la posibilidad de eliminar paredes y tener un espacio abierto y diáfano, las vistas a la Sagrada Familia y la tranquilidad de vivir en una calle peatonal como Avenida Gaudí”. Esta pequeña joya permanecía casi intacta desde los años 30. “Adquirí la casa en 2014, en su estado original; tuvo solamente una familia propietaria desde 1936 y nunca había sido reformada: las paredes conservaban el papel de la época, el suelo cerámico estaba hundido y roto en varias zonas, tenía muchas habitaciones y puertas, techos falsos de PVC, linóleum en el baño...”
Su ojo entrenado de arquitecto supo intuir todas las posibilidades que ofrecía la casa. “Realicé una reforma integral, eliminé una pared estructural para tener una visión amplia desde la puerta de la entrada, y otras tres para abrir y crear un espacio totalmente diáfano entre el salón-comedor, la cocina y la habitación. La distribución en W posibilitó disfrutar de privacidad sin tener tabiques. Amplié el baño, prescindí de los techos falsos, para resaltar la arquitectura, y suprimí los papeles pintados dejando el piso al desnudo”. “El principal objetivo fue respetar la arquitectura existente y resaltar los puntos fuertes; enseñar el esqueleto del edificio, con todas las virtudes de las construcciones de mediados del siglo XX, y sacar partido de lo más esencial”. Para la decoración, jugó con un concepto muy original. “Desde mi punto de vista, lo que parecía tener más sentido era buscar muebles de la década en la que se construyó del piso e hice mi interpretación como si fuese el primer propietario y viviese justo en esos años. Seleccioné piezas que posiblemente en aquella época se habrían puesto aquí y las combiné con arte contemporáneo que nos sitúan en la época actual”. Para lograr este efecto, se fijó en grandes nombres del diseño y la decoración. “Alvar Aalto me inspiró por su calidez y sofisticación escandinava y Axel Vervoordt por la elegancia rústica y las texturas naturales que utiliza en sus interiores”. Paulo Ribeiro se mueve con la misma soltura en el mundo de la decoración y la arquitectura como en el de la alta joyería, disciplinas que para él están sólidamente conectadas. “La joyería artística está directamente relacionada con el arte, con el diseño y con los espacios. Los joyeros crean piezas para el cuerpo pero, si las cambiamos de escala, podrían perfectamente ser una escultura o un cuadro. La creatividad que expresan joyeros, diseñadores, arquitectos o escultores tiene como base la tridimensionalidad, respetando siempre una composición armónica, siguiendo pautas técnicas y conceptuales que hacen que todos hablen la misma lengua, pero con distintos acentos”. •
En la reforma de la casa se puso especial atención a los elementos arquitectónicos originales, como el techo que ahora queda a la vista. El toque de color lo ponen las paredes en efecto estuco con pintura Valentine, en contraste con el suelo de microcemento.
El estilo escandinavo mid-century domina en el comedor con las sillas vintage de los años 50 y la mesa, de Maisons du Monde, sobre la que se apoya una escultura de hierro de Enric Pla Masferrer. Alfombra de Ikea y lámpara Tiffany de Paulo Ribeiro.