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LA PIEZA ÚNICA
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Los techos y paredes con molduras de escayola conviven con la instalación colgante de Tomás Saraceno; el sofá a medida, de Claude Missir que edita Nilufar; las cerámicas, de Steen Ipsen, sobre la mesa de Fredrikson Stallard; el asiento-escultura, de Wendell Castle, y el tótem de cristal de Salviati (a la derecha).
LA PIEZA ÚNICA
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El arquitecto y diseñador Claude Missir firma el interiorismo de este singular apartamento en el centro de París, situado en un palacete del s. XIX y concebido como una galería de arte privada. Sus estancias pulcramente vestidas en blanco exhiben obras de arte y objetos de diseño de ediciones limitadas.
FOTOS: GIORGIO POSSENTI. TEXTO: GLORIA MAT TIONI/BEATRIZ FABIÁN.
Ángulo del salón donde se dan cita objetos firmados por nombres de la talla de Tomás Saraceno (e n e l t e c h o), J a i m e Hayon (espejo), Salviati (tótem en cristal), Wendell Castle (asiento escultura), una famosa repetición de Warhol en versión de la artista Elaine Sturtevant (cuadro) y Pierre Paulin (consola).
CLAUDE MISSIR UN ÁVIDO COLECCIONISTA Arquitecto, diseñador e interiorista, este francés libanés colecciona con entusiasmo arte y diseño y es fácil encontrarle visitando galerías, ferias, casas de subasta y estudios situados a lo largo de Europa, América y Asia. ¿Su principal objetivo? Descubrir tesoros que enriquezcan su diverso portfolio de autores favoritos. Es portavoz de la creciente comunidad de diseño y arquitectura del Líbano. En la foto, posa junto a un biombo metálico, de Muller Van Severen , y a la obra “The Reflective Planet” , de Olafur Eliasson.
Vistas a la Torre Eiffel, un palacete de inicios del s. XIX, un hombre de negocios y un sueño: crear un hogar con elementos únicos. Esta historia, que puede recordar el bosquejo de una novela, se completa con un segundo personaje, el arquitecto, diseñador e interiorista Claude Missir. El destacado creador francés y libanés, que comparte orígenes con el propietario de este apartamento, ha interpretado el proyecto de rehabilitación del mismo como una suerte de galería privada para exhibir piezas de arte y diseño de edición limitada. De corte indudablemente haussmanniano, en los cuidados interiores se dan cita elementos arquitectónicos que identifican este estilo, a saber: molduras clásicas de escayola, boisseries, altos techos, suelo de tarima de roble blanqueado en espiga y grandes ventanales típicamente franceses de suelo a techo. Missir ha entrado en escena para tomar como referencia “mis conocimientos de historia de la arquitectura y relacionarlos con mi sentido de la originalidad y el estilo orgánico”, dice. De este modo, aunque ha respetado la estructura original y, prosigue, “el espíritu de la época tenía que ser preservado en esencia”, los fluidos espacios abiertos y volúmenes aéreos se han puesto en valor gracias a piezas de arte contemporáneo mezcladas con mobiliario moderno y de época.
Ávido visitante de galerías de arte, ferias, subastas y estudios de creadores, ubicados en toda Europa, América y Asia, e inspirado en maestros de la talla de Prouvé, Le Corbusier, Pierre Jeanneret, Mies y Gio Ponti, Claude Missir ha sabido mezclar una cuidada selección de objetos de arte y diseño para crear espacios únicos. El escenario elegido por el arquitecto, maestro en el dominio de texturas mates y neutras, donde predomina el blanco, es el telón de fondo perfecto para exhibir una colección de sorprendentes propuestas. Uno de los mejores ejemplos de ello es la escultural c onsola de los diseñadores londinenses Fredrikson Stallard, bajo la luz del no menos impactante espejo retroiluminado de Nanda Vigo que en el hall reciben al visitante. Toda una declaración de intenciones y el hilo conductor de un interiorismo con un minimalismo sofisticado. Desde la instalación en plexiglás de Tomás Saraceno a la hipnótica obra de Olafur Eliasson, el asiento-escultura de Wendell Castle o la serie de esculturas de Steen Ipsen, los más diversos materiales se unen a un factor clave en las realizaciones de Claude Missir, para quien “el color es el primer punto desde el que comienzo cualquier proceso creativo interior”. Para muestra, un ejemplo, “en el caso de este apartamento, la lámpara suspendida en azul de los Bouroullec que contrastaba con la obra de arte de Imi Knoebel en rojo estaba circulando en mi mente de forma persistente desde el principio”, indica. El resultado de esta notable rehabilitación es que ninguna pieza está donde está por azar. Aunque reconoce jugar en sus elecciones al “prueba y error” y haber tenido cierta carte blanche con un cliente para el que ya ha firmado casas en Beirut y Cannes, ha logrado hacer realidad su sueño, un hogar sobrio, masculino y que despierta muchas emociones. Ċ
En primer término, de formas orgánicas, asiento-escultura del recientemente fallecido creador Wendell Castle. Reposa sobre una alfombra con dibujos geométricos, diseñada por Claude Missir. En la pared frontal, obra de Imi Knoebel.
Juego de geometría, creado por los grabados de Josef Albers. En torno a la mesa de Emmanuel Babled, butacas Lady, de Marco Zanuso para Cassina. Centra la sala, la escultural lámparaBabel, de Stephen Burks, que edita Parachilna. La alfombra es de la Galerie Diurne de París.
Declaración de intenciones. A r r i b a , e n e l h a l l , es p e j o l u m i n oso d e N a n d a V i g o (N i l u fa r), co n so l a d e a ce roHudson , de Fredrikson Stallard (David Gill Galleries) y pieza cerámica de Steen Ipsen. En paralelo, dos sofás, de De Sede, centran el estar presidido por una i n s ta l a ci ó n d e To m á s S a ra ce n o. E n l a c h i m e n e a , a d o r n o ce rá m i co , d e Ste e n I ps e n . La m es a d e ce n t ro Gemstone, de Hella Jongerius, y la pieza colgante azul Chaînes, de Ronan y Erwan Bouroullec, proceden de Galerie Kreo. La alfombra es un diseño de Claude Missir.
MISSIR EMPLEA SIMETRÍAS, MATERIALES NOBLES Y SUPERFICIES LIMPIAS PARA PONER EN VALOR EL ESPACIO
El comedor, en l a o t ra p á g i n a , s e a b re a l s a l ó n y l a co ci n a . Lo fo r m a n , l a m es a d e Te re n ce Wo o d g a te y J o h n B a r n a rd p a ra Es ta b l is h e d & Sons; las sillas Tulu, de Kazuhide Takahama, que edita Cassina, y el módulob2, de la firma Bulthaup. La cerámica es de Steen Ipsen. Zona de desayuno. Arriba, junto a la isla que acoge el fregadero, revestida en mármol Calacatta. La mesa es el modelo EM, de Jean Prouvé que produce Vitra, y está rodeada por las sillas Tulu, de Cassina. La lámpara Marseille, de Le Corbusier, es de Nemo Lighting.
Austera elegancia. El mármol Calacatta oro reviste de forma íntegra el cuarto de baño, solo combinado con las superficies de espejo elegidas para ocultar la ducha y los módulos de almacenaje situados sobre y bajo los lavabos. La grifería es de Cea Design. El dibujo de la piedra y algunos detalles de latón elevan el tono en este ambiente masculino y sobrio.
Guiño lúdico. En el acceso al dormitorio, Zombie Chair , de Roger Ta l lon , de los a ños 6 0. La camaSuzie Wong es de Roberto Lazzeroni, para Poltrona Frau, y la mesita la edita Rimadesio. De la pared, pintada en gris aterciopelado, cuelga un grabado de Josef Albers. La lámparaMulti-Lite, de Louis Weisdorf, es de Gubi.