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Paso firme y buen ritmo: Crece la Corporación Festival del Porro

Por: Omaira Bustamante Restrepo

Para hablar de la Corporación Festival del Porro se debe mencionar su evento insignia, el Festival del Porro de Medellín, que desde sus inicios y a punta de gaitas, clarinetes y tambores sobrepasó los límites geográficos, al dejar de ser un encuentro barrial para convertirse en un evento de ciudad con proyección nacional, tanto así que el Concejo de Medellín lo reglamentó bajo el Acuerdo Municipal 028 de 1998. ¡Hoy, vigente!

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Este crecimiento retó a sus fundadores a mejorar año tras año la parte artística y con ella la selección de los músicos y bailarines y, en especial, los procesos educativos porqué la formación de públicos fue, es y será uno de los objetivos misionales del Festival del Porro que promueve y proyecta las diferentes modalidades del porro1, que permite la multiculturalidad y el diálogo generacional.

Objetivos que los creadores del Festival quisieron mantener vivos en el tiempo por lo que decidieron crear una organización que les permitiera consolidar y fortalecer los diversos procesos que cada año emprendían. Así nació en

1 Porro es un ritmo musical que tuvo su origen en el Caribe colombiano. Es un ritmo cadencioso, fiestero que propicia el baile en parejas. Debido a la apropiación y arreglos musicales realizados a este ritmo, hoy se puede hablar de dos modalidades: porro folclórico interpretado por bandas pelayeras (tapao y palitiaos y el porro marcado que es interpretado por orquestas.

2002, la Corporación Festival del Porro, Entidad Sin Ánimo de Lucro que bajo la batuta de Fanny Pabón Restrepo y Alonso Franco L. comenzó a posicionarse en la Comuna 13 y en Medellín como una organización para el fomento y desarrollo artístico y cultural del porro.

Desde entonces, la Corporación ha estado activa, de puertas abiertas a la comunidad, creando y posibilitando procesos que den como resultado la construcción de memoria colectiva y conservación del patrimonio, esto desde tres líneas de trabajo: formación, investigación, y asesoría y realización de eventos artísticos.

De acuerdo con Fanny Pabón Restrepo, presidenta de la Corporación Festival del Porro, esta entidad es el resultado “de un sueño conjunto, del trabajo en equipo, del gusto, el amor y el intercambio de saberes sobre el porro y otros ritmos colombianos”. Agrega que: “es un sueño que se ha ido transformando con base en las dinámicas socioculturales”.

La Corporación hoy tiene una escuela, esta no solo promueve la apropiación, conocimiento y práctica del porro en sus diferentes modalidades, sino también de otros bailes y ritmos como la cumbia, las gaitas, el bullerengue, la salsa, la bachata, el merengue, entre otros; que permiten un acercamiento a las tradiciones y costumbres de comunidades, pueblos, países.

“El único baile que no enseñamos es el reguetón”, señaló Pabón Restrepo, quien asegura que pese a la fuerza que ha tomado, no va en la misma dirección de los propósitos de la Corporación, los cuales buscan formar públicos críticos, amantes y conocedores de la música, la danza y el baile.

Para avanzar en ese propósito, se tiene proyectado en el mediano plazo ofrecer una técnica, avalada por los entidades gubernamentales correspondientes, que permita consolidar aún más la escuela Festival del Porro; por la que han pasado unos 3.000 alumnos2, y que tan solo en el primer semestre de 2017 cuenta con cerca de 100 estudiantes entre niños, jóvenes y adultos, quienes conforman los grupos infantil, inicial, avanzado y proyección de la Corporación.

A pasos de ciudad, nos enorgullece

A portar a la reconstrucción y construcción de memoria colectiva y conservación del patrimonio cultural, que es una de los objetivos misiones de la Corporación, se ha liderado y participado en diferentes proyectos de investigación, entre los que se encuentra: “A pasos de ciudad”3 que en su primera edición tuvo como hilo conductor el baile de salón desde la década de los 40 hasta finales de los 80, trabajo que permite vislumbrar las relaciones de poder, amor y desapego de esa época. Este proyecto de investigación contó con el aval del programa Vigías del Patrimonio Cultural de Medellín.

2 Estudiantes entre los 6 y los 70 años de edad han hecho parte de la escuela Festival del Porro. En su mayoría han sido residentes de la Comuna 13 y barrios aledaños.

La segunda edición de esta investigación se enfocó en la historia de Guayaquil, especialmente a lo que sucedió entre 1960 y 1990. Una zona que era el punto de encuentro y esparcimiento de los habitantes y visitantes de Medellín, quienes encontraban allí además de mujeres y licor, salones para bailar y socializar con otros bajo la excusa de la música.

Más que eventos…

Paralelamente a la formación de públicos, la Corporación incursionó en el mundo de los eventos a través de asesorías, acompañamiento y ejecución de los mismos, participando en licitaciones públicas y en actividades con empresas privadas. Es así como ha hecho presencia durante varios años en El Desfile de Mitos y Leyendas, Feria de las Flores, corredores artísticos y culturales en las comunas 4, 5, 7, 11, 14, 13 de Medellín.

La Corporación ha participado de ferias y festivales en Antioquia y Colombia como: el Festival Nacional del Porro de San Pelayo, Córdoba, que este año llega a su edición número XLI; El Festival

3 A pasos de ciudad es una revista que se socializa con los diferentes públicos de la Corporación Festival del Porro a través de un montaje artístico, en el que el protagonista es el baile.

Nacional de Gaitas de Ovejas Sucre, donde obtuvo el segundo puesto en la categoría de Danzas. Además, hizo parte del Mundial de salsa World Latín Dance Cup, realizado en la ciudad de Miami en el 2014, donde obtuvo el campeonato de la modalidad Rueda Casino.

Lo anterior ha ayudado a fortalecer la línea estratégica del baile de la Corporación para elevar su trabajo creativo; además de obtener ingresos que apalanquen otros proyectos y procesos creativos y artísticos innatos al quehacer de la entidad.

Alcázares; al Centro Cultural Los Alcázares, la Parroquia Santa Rosa de Lima, donde nace la idea del Festival del Porro. Además, a los bailarines, maestros, colaboradores y defensores, enamorados y promotores del porro y el folclor, a quienes invitamos a levantar su voz para decir ¡Qué viva el porro!, como expresión cultural y orgullo nacional.

Retos que son motivos

Finalmente, pero no menos importante quedan por mencionar los retos de la Corporación Festival del Porro, que debe fortalecerse financieramente, la consecución de una sede propia que se convierta en un punto de encuentro para la creación y el fortalecimiento de experiencias artísticas, la difusión y la proyección del porro.

Una sede a la que puedan llegar los líderes culturales de la ciudad a porponer, pensar, actuar y llenar de melodías, historias y personajes a Medellín, cuna de artistas, músicos, actores y soñadores, quienes ven en el arte una ruta para la construcción de tejido social y la anhelada paz.

25 años del Festival de Porro de Medellín

Por. Alonso Franco Londoño

Una historia llena de aliados

La historia de la Corporación Festival del Porro no estaría llena de logros y retos superados sin el apoyo y respaldo de instituciones, entidades y empresas que creen en el poder transformador de la cultura, el arte y el trabajo con comunidades.

Por eso, cuando se celebran 25 años del Festival del Porro y 15 de la Corporación, los miembros de su Junta Directiva le dicen ¡Gracias! A La Alcaldía de Medellín, Concejo Municipal, Ministerio de Cultura, Gobernación de Antioquia, y a las empresas privadas que año tras año se han sumado a las diferentes actividades que realizamos.

También agradecemos a las Corporaciones

Recreando y Canto Arena, las cuales han ayudado a construir una entidad sólida, estable y en continuo crecimiento; a la Red Cultural Expresarte, a la JAL Comuna 13 y a las JAC Santa Rosa de Lima y

El año 1993 marca un hito en el barrio Santa Rosa de Lima, El Coco, pues allí, en un rincón de la cuidad nace lo que hoy es El Festival del Porro; en plena calle donde en épocas anteriores era el sitio de pasos para los sainetes que bajaban de La Loma para llegar al barrio Robledo, el paso obligado para los habitantes de El Coco, epicentro de rumbas y encuentros familiares, el tránsito de vehículos o mulas que iban a las misas o procesiones de semana Santa a la iglesia de Robledo… si lugar donde varios líderes se unen para darle vida, color, sabor, ritmo, música y alegría a un fenómeno socio-cultural que vivían los barrios de Medellín: El Porro

“El primer Festival del Porro es una obra de la Comunidad, dela creatividad cultural juvenil. Es un acto que dotará de experiencia para futuras actividades organizativa, en la cual llamamos a la participación y colaboración de toda la comunidad. Así para que en el futuro pueda decirse: aquí se unieron los hombre, trajeron sus alas en la mirada y volaron en la risa…”1

El Coco epicentro de la rumba paisa

Con los sabores y el baile gestados desde Enciso, Manrique, La Loma, La Toma, Guayabal y El Coco, en Medellín las rumbas familiares estaban acompañadas de los ritmos interpretados por las orquestas de Lucho Bermúdez, Pacho Galán, Edmundo Arias, Los Corraleros de Majagual, la Sonora Cordobesa, Pedro Laza y Sus Pelayeros, junto con ellas alternaban orquestas paisas como Los Graduados, El Combo de las Estrellas, El Combo Dilido, Los Hispanos… que en las noches y los fines de semanas a paso de porro pasiado gozaban sus habitantes

Con la marca de un baile gestado en las entrañas de las calles de Medellín, el porro costeño fue transformado en pasos citadinos para darle una característica propia, mezclado con rumba paisa, bote, guaracha, salsa le dan cuerpo y vida a un ritmo que llego a la ciudad a través de los ferrocarriles, la radio, el LP y Discos Fuentes para quedarse en las barriadas de la ciudad, en los bares, clubes sociales, sitios de rumbas, estaderos, en Guayaquil, hoteles y demás espacios de encuentro de fiestas donde se reunían sus habitantes a gozar.

En este ambiente musical y de rumba el porro, y gracias a los eventos que desde Enciso se gestaban como porro vías, tablados, encuentros de bailadores y fiestas callejeras, en El Coco se gestaba la idea de darle al porro el sitial, el lugar que se merecía, una evento de encuentro para bailadores, investigadores, músicos y amantes de este ritmo; era recoger esa tradición de sus habitantes y colocarlo en un escenario de dialogo entre bailadores.

Acompañados por los grupos de cuerda de Lito Zapata, Gilberto Saraz, los Hermanos Isaza, Julio “Pollo” Álvarez y la orquesta de Fernando Pabón2, los organizadores se dan a la tarea de crear un sueño, el Festival del Porro de Medellín; una gesta que está acompañada desde la Escuela Popular de Arte EPA, con los maestros Jesús Mejía Ossa “Chucho”, Carlos Tapias, Antonio Tapias y Oscar Vahos, se le va dando cuerpo a la fiesta callejera para tomarse el barrio y poner a gozar a ritmos de porro, gaitas y cumbias interpretados por grupos de chirimías, LP’s, danzas folclóricas que mostraban los orígenes del porro y los bailes callejeros. del Porro, que ahora tenía alma, vida, cuerpo y movimiento. Los organizadores en cabeza de Julián Pulgarin, Carlos Rivas, Francisco Pulgarin, Alonso Franco L, Fanny Pabón y William Álvarez4 , daban los primeros pasos para convertir el Festival en un referente musical y dancístico para la ciudad.

1 Texto Extraído del primer volante editado para la realización del Primer Festival del Porro. 15 de mayo de 1993. Editado por los organizadores del Festival.

2 Estos eran los conjuntos de cuerda y orquesta que habían en el barrio El Coco.

El Festival del Porro: Expresión social y artística del porro.

Los primeros Festivales no fueron fáciles, habían que trasegar en un mar de dificultades que incluía la financiación, la sostenibilidad, lo organizativo, la formación y la investigación, eran retos que sus organizadores tenían en frente, junto con ellos la poca crebilidad de la administración pública frente a la importancia de que la ciudad tuviera un Festival del Porro, su apuesta era poca, sin embargo con los avatares de políticas públicas que van en contravía de las necesidades, pensamientos e ideas de los líderes, el Festival sigue realizándose en este sector de Medellín.

del Porro de San Pelayo Córdoba llegan los sones y el bullicio de la fiesta callejera de Medellín, esto permite construir un puente cultural y artístico, un dialogo y un intercambio de saberes entre Medellín y San Pelayo, llegan maestros como William Fortich, Margarita Cantero, Álvaro Castellano, Chico Páez, Chicho Cantero, Luis Alberto Pertuz, Sari Pastrana y Pablo Carvajal, acompañados de bandas como María Varilla, San Juan de San Pelayo y la Madera; Los Gaiteros de San Pelayo, el grupo de danza Catalina, ballet folclórico Uyá y una serie de organizaciones que muestran lo más rico y variado del porro palitiao y tapao construido por los habitantes de las Sabanas de Sucre, Bolívar y Córdoba.

El primer encuentro de la fiesta callejera fue tomada por los habitantes que entre porros, gaitas y cumbias gozaban niños, jóvenes, adultos y adultos mayores; sus inicios con comparsas, juegos, fiestas, goces y rumbas los habitantes le daban vida a un evento que nace de las entrañas de sus pobladores y de su idiosincrasia, era recoger un legado histórico de las familias Álvarez, Vélez, Monsalve, Pabón, Pulgarin, Paniagua3, toda una tradición que desde años anteriores lo hacían acompañados por la banda Paniagua del barrio La Loma.

El primer paso hacia la conquista de una cultura porrera que estaba en la vida de los habitantes de Medellín, un sueño hecho realidad, un espacio de encuentro y disfrute popular eso era Festival

3 Familias que fundaron el barrio El Coco, que luego fue nombrado como Santa Rosa de Lima.

Con el acompañamiento de maestros, investigadores, bailadores, gestores culturales, la empresa privada, concejales, las organizaciones barriales y sociales y las entidades culturales de Medellín, los organizadores continúan con la tarea de seguir trabajando por mantener vivo el Festival del Porro; sus labores llegan a la administración municipal la cual avala la creación del Acuerdo donde se institucionaliza el Programa de danzas y Festival del Porro en la ciudad de Medellín5, que si bien le da un impulso económico y un apoyo estatal, se requiere de otras opciones: la formación artística, la investigación y la proyección del festival a otros escenarios locales, departamentales y nacionales.

A medida que van pasando los años el Festival del Porro toma mayor acogida y se va convirtiendo en un evento de encuentro para bailadores, investigadores y habitantes de Medellín para disfrutar, gozar y rumbiar en torno al porro; con el impulso del evento nacen nuevos retos, así se crea la Corporación Festival del Porro para darle una orientación de convertir en Festival de ciudad.

A oídos de los organizadores del Festival Nacional

4 Estos fueron iniciadores del Festival del Porro de Medellín, que dieron la idea y la estructura para realizar el evento en el barrio El Coco.

5 Acuerdo Municipal 028 de 1998, donde se Institucionaliza el Festival del Porro de Medellín.

Durante 25 años el Festival del Porro de Medellín, se ha convertido en un referente cultural, artístico y musical, porque han pasado las diferentes expresiones del porro, la gaita, la cumbia y la puya, con la presencia de grandes exponentes del folclor de Colombia como Toto la Momposina, Petrona Martínez y Juancho Nieves. Junto con ellos han estado orquestas como El Combo de la Estrellas, El Tropicombo, El Combo Dilido, El Combo que Nota, los Graduados, además de maestros como Gustavo “El Loco” Quintero, Abram Núñez, Doris Salas, Gabriel Romero, Fernandito Pabón y Oscar Velásquez que han mostrado todo su sabor, goce y sabiduría.

El Festival del Porro en sus años de realización ha permitido construir un camino por mantener vivo el legado histórico y la tradición musical y dancística no solo del barrio Santa Rosa de Lima sino de la ciudad. El Festival debe ser un evento incluyente donde haga presencia el porro marcado, la danza y la música interpretada por bandas pelayeras y orquestadas; ese es el escenario de difusión, fomento, cultivador e impulsor este ritmo, ya que por los cambios socio-culturales de un mundo globalizado quiere desconocer, acabar y arruinar las culturas ancestrales, milenarias de origen popular y comunitaria.

25 años más de porro…

Los retos del Festival del Porro de Medellín y sus organizadores son muchos, en palabra de Enrique Álvarez danzarín e integrante del grupo Guayaquil “El Festival del Porro debe existir, pero hay que hacerles cambios, y esos cambios tiene que ser con la promoción de un público nuevo, un público juvenil e infantil que ame la tradición… porque no nos podemos quedar enamorados de la ejecución de los adultos cuando nos vamos convirtiendo en algo mayores y la tradición no permanece y se genera otras culturas cada vez más rápidos”.

La existencia misma del Festival del Porro es en sí es un hecho grande e importante, pero hay que trascender más allá, de ser un evento de y para la ciudad, donde la muestra del porro en sus diferentes modalidades estén en permanente dialogo, un sitio de encuentro para el disfrute del porro, donde la ciudad lo conozca y lo pueda defender, en este sentido Eliana de León directora de CEFOARTE, sostiene: “… no debemos dejar que el Festival se acabe, debemos fortalecerlo; al contrario, hay que mejorarlo, cómo me la juego para que el Festival siga siendo un Festival de y para la ciudad”. Pero, ¿cómo lograrlo?, en palabras de Yeisme Romero músico y director de la Corporación Canto Arena de Medellín, la clave está en los organizadores, “Cuando algo se vuelve un ícono, un símbolo en un territorio, uno tiene que salir a defenderlo y a buscar cómo se sostiene… pero yo creo que el Festival debe continuar por muchos años y no caer en lo que muchos festivales se han convertido en llegar al punto de la comodidad, se quedaron conformistas, que tenían todo a la mano y cuando empezaron las dificultades no sabían cómo aminorar las dificultades, entonces el Festival [del Porro] es para mucho tiempo y que ojalá las directivas no entren en esta dinámica” miren no solo los repertorios coreográficos sino los diferentes eventos, para retomar de ahí lo que se pueda adaptar al medio, porque no es lo mismo un festival en la costa que tiene una costumbre y un tiempo determinado a este Festival que tiene otras condiciones”.

El compromiso está en la Corporación Festival del Porro por hacer del Festival un acto festivo, un encuentro de generaciones, una acción pedagógica en torno a las formas de expresión del porro (marcado, pasiado, palitiao, tapao), en un escenario para el disfrute, el gozo, la rumba y la fiesta; en promover, difundir y proyectar la danza, la música y el baile del porro, es cumplir su principio misional “… El Festival del Porro de la ciudad de Medellín es el escenario, para seguir cultivando, promoviendo y recreando el porro moderno, un porro que no quiere morir y que hoy sigue vivo en los barrios de Medellín”

¿Cómo mantener el Festival del Porro vivo y sea de ciudad?, para Toni Tapias, ex-docente e integrante del grupo de danza Hojarasca el objetivo del Festival está en “enfatizar más en rescatar las raíces y buscar un método de desmenuzar los pasos, movimiento por movimiento para que la gente pueda racionalizar los pasos y luego lo pueda hacer a gusto no mecanizado, para que lo haga tal como él lo siente sin perder la esencia del paso… su función deber ser pedagógica en torno al porro, para rescatar lo que es el porro, que la gente lo disfrute…” En este mismo sentido piensa Carlos Tapias danzarín e integrante del grupo Hojarasca, “El Festival debe apropiarse del porro folclórico y el porro de salón… yo pienso que el porro [Festival] debe volver a retomar lo que en un principio tenía como objetivo y era la difusión de la música de esa zona del país empezando por el porro, el cual tomo como abanderado…” y más adelante enfatiza en la importancia de la investigación como elemento importante para los organizadores del Festival “Pues yo pienso que un festival de esta categoría y con los años que tiene, la investigación debe ser constante, porque estos eventos no se pueden anquilosar, evolucionar y en la medida que investiguen y

Finalmente está en que los próximos años esté presente en los tablados la expresión viva de un porro construido, hecho e interpretado por bandas pelayeras, conjuntos de millos, cantaoras, conjuntos de gaitas, cantos palenqueros… acompañados por grupos de danzas folclóricas que van bailando en las noches con velas que invitan a disfrutar de una rueda de fandango a ritmo de un porro, una puya, una gaita, una cumbia o un fandango.

Referencias Bibliográficas

Franco Londoño, José Alonso. ¡Que viva! El Porro. Historia, desarrollo y actualidad del porro en Medellín. Editorial Diseños y Letra. Medellín. 2010.

Franco Londoño, José Alonso. Festival del Porro de Medellín. 20 años. ¡Qué viva el Porro!. Revista Porro y Folclor. Edición No. 10 Junio de 2012.

http//www.festiporromed.blogspot.com

Entrevistas.

Carlos Tapias L. Entrevista realizada por Alonso Franco L. 9 de marzo de 2017

Eliana De León. Entrevista realizada por Alonso Franco L. 22 de marzo de 2017

Toni Tapias. Entrevista realizada por Alonso Franco L. 13 de mayo de 2017

Yeisme Romero F. Entrevista realizada por Alonso Franco L. 4 de abril de 2017

Festival del Porro en “El Coco” año 1993

Parecía una quijotada cuando Alonso Franco L y Fanny Pabón R integrantes de teatro y las danzas respectivamente, y un grupo de personas pertenecientes a la biblioteca de la iglesia Santa Rosa de Lima, llegaron a la Escuela Popular de Arte EPA con la propuesta de realizar un festival a nivel de ciudad en su barrio “El Coco”.

Como buenos Quijotes Jesús Mejía y Carlos Tapias nos unimos a la idea; “Chucho” en la parte folclórico-ideológica de la nacionalidad e identidad cultural, su bandera pedagógica, y yo en lo mejor que se hacer y que aún me sigue gustando, la danza y el baile. Porque fue con el baile del porro inicialmente y luego con las danzas de la Costa Atlántica con que empezamos a motivar a los jóvenes y adultos mayores del barrio para venderles la idea de un festival a nivel de ciudad.

La gestión de estos líderes después de mover muchos contactos lograron venderles la idea a John Bazurto Concejal de Medellín que presenta la propuesta al Concejo de la Ciudad1, la cual

1 Se hace referencia al Acuerdo Municipal No. 028 de 1998, donde es aprobada y así el Festival logra su estabilidad económica para poder subsistir en el medio para bien y provecho de toda la comunidad Medellinense. que Medellín reconozca y disfrute como suya la cultura Pelayera en toda su extensión músicodancística.

Porque con sus errores y aciertos el Festival se posesionó y hoy al cumplir su mayoría de edad, 25 años, requisito indispensable para que un hecho se consideré folclórico o dicho de otro modo, para que una comunidad reconozca un hecho cultural como suyo, el FESTIVAL DEL PORRO en Santa Rosa de Lima, la Floresta, tiene un reconocimiento a nivel nacional.

A través de sus 25 años el FESTIVAL DEL PORRO a unido dos cultural porque ha proporcionado a través de los sabedores y hacedores de la cultural Sinuana; desde los historiadores entre los más destacados Wiliam Fortich, Marcos Vega Seña, Oscar López, Guillermo Valencia, etc., bandas musicales de las de mayor renombre en el Festival Nacional del Porro en San Pelayo Córdoba y Cantadoras de renombre como “Toto” La Momposina y Petrona Martínez, para se Institucionaliza el Programa de danzas y Festival del Porro en la ciudad de Medellín.

Decir cuál es el grado de asimilación de dicha cultura por el paisa, sería el resultado de una indagación científica que dé cuenta hasta qué punto el porro ha influido en el que hacer del ciudadano común y corriente de Medellín y de acuerdo a ese resultado replantear los objetivos del Festival, si es del caso o evaluar si el Festival ha servido para reafirmar la forma de bailar del paisa la música caribeña a la cual se le han dado los nombres de: Porro marcado, clásico, de academia, moderno, popular, show, etc., y el cual también hay que reconocerlo e incluirlo en el repertorio dancístico tradicional del paisa, porque también hace más de una generación se pervive en nuestra cultura. No podría yo juzgar sin hacer hecho un estudio científico del aporte que El FESTIVAL DEL PORRO en MEDELLIN, le ha aportado a la ciudadanía, pero si me atrevo a asegurar que el Festival tiene el reconocimiento de los amantes del porro y año tras año se espera con expectativa la programación para disfrutar hasta el cansancio del Festival del Porro.

Si bien es cierto que la programación artística de tarima es importante, porque da la oportunidad a muchos artistas de mostrar su trabajo, se hace necesario intensificar la oportunidad que el pueblo goce y se extrovierta en la calle donde ocurre lo lúdico-social , hilo conductor de la transmisión de la herencia cultural de la identidad colombiana y como dice Wiliam Fortisch Co-fundador del Festival Nacional del Porro en San Pelayo, Córdoba “Hay una conciencia de la necesidad de fortalecer los lazos de unidad social mediante la música y la danza que nos llega desde los orígenes. Música y danza que deben tener como escenario principal, la calle, el parque, el espacio abierto, libre como la vida, porque la música y la danza no pueden ser pensadas en abstractos, al margen de un contexto social”.

Jesús Mería Ossa:

Chucho es la expresión o la voz de la rebeldía. La voz de la rebeldía porque enseño a no ser conforme con la tristeza, ni con la opresión, ni con el egoísmo, sino que por el contrario con optimismo buscar un mundo mejor. Chucho siempre tenía en la mochila un cargamento de sueños, realidades, de críticas y de oportunidades para repartirle a todo el que se encontrara, tenía voces de aliento, documentos críticos, libros, historias, anécdotas... Él era EL INDIO MAYOR, porque tenía toda esa recopilación, ese ancestro en la memoria, la sabiduría, el saber acercarse a todo tipo de persona, sin mayor interés solo con el interés de fomentar, sembrar, impulsar, apoyar… Es la LUZ PRESENTE siempre en el movimiento social, en el movimiento popular y en el movimiento cultural, siempre estaba BRILLANDO donde llegaba y donde se le veía”1

El día 21 de mayo de 2017, nos dejó el gran maestro, el investigador, el folclorólogo, el productor de saberes, el indio Mayor de una gran tribu que le aprendió a amarlo, a seguirlo, a escucharlo, a acompañarlo y aprenderle toda una sabiduría popular. Chucho Mejía un defensor, amante, escritor, orador, cultivador y constructor de la cultura popular, ancestral, indígena, afro y comunitaria se fue en cuerpo y alma, pero su pensamiento será la guía que ilumine nuestras acciones culturales, artísticas y populares.

La revista Porro y Folclor le rinde un homenaje a Chucho que partió para siempre dejándonos toda su sabiduría y conocimientos; por eso escribimos parte del escrito que le hicimos en la Edición No. 20 de la revista2, que hoy tiene vigencia, como parte de lo que “Chucho” nos dejó en su legado.

“Si algo ha caracterizado Jesús Mejía Ossa es su compromiso con las causas libertarias. Su ética y su temple, en ese sentido, deben ser ejemplo en estos tiempos, en que los compromisos y la palabra empeñada, así como la vida, no valen nada.

En Chucho, como cariñosamente lo llaman sus amigos y allegados, se conjugan varios elementos que de por sí darían para muchas palabras. Si hablamos de Jesús el maestro, necesariamente tocamos una de sus facetas más interesante, pues la vocación innata con la que la ejerce es ejemplo, paradigma y referente, para quienes apenas nos asomamos a la difícil pero apasionante tarea de enseñar. Expone una serie de cualidades, en las cuales la paciencia es una sus virtudes proverbiales. A ella agregamos una alta dosis de comprensión, solidaridad y mística. Varias generaciones le deben el entendimiento del mundo, sus fenómenos, sus contradicciones y comprender cómo la condición humana ha sido la protagonista de lo que tenemos hoy.

Si hablamos de Jesús el político, encontramos en él a un ser que con ética y valentía ha asumido la defensa de los derechos de aquellas comunidades invisibles, desposeídas o despojadas. Nunca ha renunciado a decir, en su verbo urticante, lo que piensa del atropello cultural, de las acciones contrarias al respeto de los pueblos a su emancipación y autodeterminación para escoger libremente su propio destino. Los indígenas, los negros, los campesinos, los trabajadores de la cultura, los sindicalistas, y en fin los que luchan por causas sociales, han contado, en forma desinteresada, con su adhesión y apoyo. Jesús no ha claudicado, no ha renunciado a sus ideas, no ha cedido ni un ápice, no se ha dejado envolver por los cantos de sirena del capitalismo rampante y su voz se ha levantado, a veces solitaria, para increpar a la barbarie y al absurdo desangre de este país y del planeta en general, amenazado por los carniceros, a los que le han dado patente de corzo los pusilánimes gobiernos occidentales para que destruyan y masacren sin un átomo de remordimiento.

2 Texto escrito por Marcos Vega Seña. Lo puede encontrar de manera completa en la Revista Porro y Folclor No. 20 de noviembre de 2016.

Pero sin duda, la faceta más emocionante de Jesús, es la del ilustrado. Como el personaje del sabio catalán de “Cien años de soledad”, Jesús no mezquina su sabiduría para repartirla y compartirla. Su profundo conocimiento de todos los aspectos de la humanidad, hacen de él una biblioteca andante, pero con la complementariedad de su calidez humana, sencillez y buen tino para acercarte datos y más datos, libros y más libros, autores y más autores.

Su amor y dedicación por el arte llamado popular es uno de los elementos que ha distinguido a Jesús en el ámbito del conocimiento, donde es respetado y acatado. Su defensa por el folclor, lo terrígeno, lo propio, por lo de acá, hacen de su trabajo un apasionante ejemplo para aquellos, que aún siguen, como en los tiempos de los españoles, engañados con los deslumbrantes espejitos de la bobería y la cursilería.

La lucha libertaria lo ha llevado a ser un trotamundos, recorriendo, con la pasión y la paciencia de quien no espera nada a cambio, los escarpados caminos y laberintos del país, donde su voz se ha escuchado, como el bálsamo de esperanza, de que no todo está perdido. Eso lo retrata en una dimensión insoslayable, que lo hace ancestral, pero a la vez posmoderno, pues Jesús es de aquí, pero también es de allá; es de la tierra, pero también es un ciudadano de todos los mundos; conjura el tiempo y lo sempiterno, como errante que llega donde lo necesitan… … Afirma que la cultura colombiana existe y es vital, pero está enajenada por los medios de desinformación y por quienes practican el vicio para degenerar la creatividad popular. 63 años de guerra contra las diversas comunidades y contra el ecodesarrollo, vienen ejerciendo tres ejércitos en una trampa mortal por acabar lo poco que nos queda de dignidad: el oficial de la oligarquía, el narcotráfico y el insurgente: “en un plato de trigo comieron tres tristes tigres... y se atragantaron” “Los grandes países nos quieren descolombianizar, quien nos descolombianizare, nos desnarizaorejará y se irá”, dice Jesús en su humor cítrico, pero refrescante.

Jesús habla de que tiene lista una publicación relacionada con la taxonomía de nuestro folclor. Pero, como siempre, esta clase de proyectos necesitan dolientes para llevarse a cabo. Y en estos momentos, en que las preocupaciones de los grupos culturales y de las entidades a su cargo, andan en otras órbitas, es difícil que alguien o alguna institución se le mida a este proyecto, interesante, primero por venir de quien viene, y segundo, por su contenido, que consigna un legado para que la memoria del olvido no nos coge y terminemos desnarizados y desorejados…”3

Chucho Mejía4

“vocero permanente de la rebeldía”

! Albricias¡ , dijo mil veces,

El Maestro Chucho Mejía

Voz vital de rebeldía

Dador de dones y preces.

Ahora se va y amanecen

Para siempre en las conciencias, Artes, folclores y ciencias, Sus enseñanzas de amor

Sus luchas contra el dolor

Y sus ricas experiencias.

Por allá A los 17

Era maestro de escuela

Y ya tenía la espuela De legendario jinete.

Nunca marchaba al garete

Pues claro tuvo su rumbo Y no anduvo dando tumbos

Sino, de forma sencilla

Esparciendo la semilla

Fraterna De nuevos mundos.

El “Ciudadano del mundo”

Fue fundador de tertulias

Para vencer las abulias

Del conformismo profundo. En sus enseñanzas me hundo Buscando la claridad De la solidaridad

De “Los pobres de la tierra” Que luchan contra la guerra Y construyen la hermandad.

Fundador de periodismos, Grupos, universidades, Colectivos comunales, Institutos de optimismo…

Sindicalista en sí mismo, Folclorista en corazón

Sembrador de la ilusión De los nuevos horizontes, En las Ciudades y montes Chucho es el “Indio Mayor”.

Chucho Mejía no irá

En viajes de anonimato

Porque hace ya mucho rato Su memoria brillará.

Y Nunca se ocultará

Su amor por el socialismo

Y su fe en el optimismo Hará que en la dura brega Afincados en su entrega Dejemos el egoísmo.

“Yolanda, siempre Yolanda”

Compañera del camino

En su vivir peregrino

Le brindó amor y lavanda. Yolanda, siempre Yolanda Ahora lo está despidiendo Pero nos sigue ofreciendo Las sendas de sus virtudes. En medio de multitudes

Su amor seguirá creciendo.

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