XVI Jornadas anuales Asociación de Psicoanálisis de Misiones Des-confinar la palabra -El psicoanálisis ante el conflicto de saberesArgumento Christian Gómez “Si el lenguaje fuera un virus, entonces habría que des-confinar la palabra hacia un nuevo decir”. Enrique Acuña.
Como lo inconsciente siempre por venir, el tiempo que vivimos recuerda esa llanura borgeana del atardecer que parece que está por decir algo, o Baltimore al amanecer -según Jacques Lacan- cuando ya no es de noche pero aún no ha asomado el día. Ese limbo, sin embargo, no puede esperar sino aquello de que está hecho el deseo. ¿Cómo saberlo, sino por las consecuencias? Más por lo hecho que por lo dicho, verificamos en un análisis los efectos de un decir olvidado, una frase por escribir en la retroacción de un futuro anterior que devuelve al futuro su contingencia, sin que ello suponga cualquier alusión a lo ilimitado -rasgo de la época-. Hay un resto, real por circunscribir. Así, no está todo dicho, ni hecho, pero no todo puede ser hecho o dicho.
Atentos a esta articulación entre contingencia y deseo, como modo de entender el contexto, nos interesa comentar dos artículos de Enrique Acuña (1) que retoman aspectos presentes a lo largo de su enseñanza. ¿Hacia dónde? La pregunta de nuestro subtítulo insiste. Desde el ¿Quo vadis? reciente (2) hasta la nota editorial de la revista Versus -entre la clínica y la cultura-(3), se trata de puntuaciones donde la época, el contexto, se impone al sujeto y amenaza con devorar el texto del inconsciente. Se trata de la crisis de lo real y sus estallidos sociales: crisis de un modelo económico o irrupción de un virus hasta volverse pandemia. Podemos leer el artículo “¿Post-Inconsciente?” (4) desde aquella página de hace 20 años, casi a modo de anticipo. Cito: “…Cuenta Plutarco que 1
Alejandro y César eran vidas paralelas porque sin conocerse tenían en común su gusto por las conquistas aun sabiendo que podrían ir contra sí mismos, entonces, eran sensibles al sonido del Versus. Ambos se guiaban por los sueños y su interpretación. El desafío en cuestión era saber realizar aquellos anuncios en imágenes y palabras que se les imponían sin consultar al oráculo…” (5) El César sueña un sueño abominable, hasta el límite de lo que no puede pronunciarse sin horror: ¡Tiremos ya el dado! Sabemos lo que sigue: cruza el Rubicón y realiza su deseo, aunque no sabe dónde lo conducirá. Contingencia ética, más que épica. Sigue: “…Si este fragmento de antigüedad resiste el paso del tiempo es porque demuestra la eficacia de las formaciones del inconsciente, como una fábrica de realidades más allá de los dioses o del sentido de la historia. Evocado por Jacques Lacan en su seminario del Acto analítico, este versus que conduce a la decisión de nombrar lo real, nos interesa…” (6)Oxímoron: “ir hacia” e “ir contra”, posibilidades del sujeto del inconsciente. Esta cuestión toca lo que Sigmund Freud denominó “El malestar en la cultura”. Dicho de otra manera, Germán García dice: “…en el psicoanálisis el destino es una neurosis. Se llama neurosis de destino, justamente. Eso tiene que ver con la modernidad en el sentido
siguiente: lo que se inaugura con el siglo XVIII, la Ilustración, es que los sujetos construyen su historia. En ese momento se dan todas las discusiones teológicas sobre la gracia y la predestinación. Es el momento en que se cuestiona que la sociedad está ordenada trascendentemente, con un principio trascendente cualquiera sea: el destino, Dios etc. Entonces los hombres se encuentran con que la sociedad es lo que ellos inventan…” (7) De Plutarco al ¡Sapere aude! kantiano insiste aquel versus descifrable en un sueño, sea el del César o el de la razón. En la actualidad, entonces, des-confinar la palabra quiere decir que aun bajo la forma de una urgencia subjetiva, de lo que se trata es de que cualquier relato alude a quien habla y lleva la firma del sujeto en una interpretación del deseo inconsciente: “…Por eso el equívoco post-Inconsciente en el contexto pandémico actual, pone en escena el viejo sueño freudiano y el síntoma de Lacan, de un sentido que toque lo real, como recuerda Jacques-Alain Miller. Pero que el contexto no se devore al texto del inconsciente implica el observable clínico, por ejemplo, de que aún soñamos en pandemia…” (8). Reverso de las biopolíticas aplicadas a la población y que, bajo la égida de la O.M.S., llaman más bien a las ciencias del comportamiento, pero sin querer saber de ese versus que habla en el inconsciente más allá de la norma pública. ¿Hacia dónde? Hacia un nuevo decir, aquel que no es ni la espera angustiante (Sartre) ni el 2
devenir-ser (Heidegger) sino más bien un habré-sido-siendo, efecto, al final de un análisis, de haber transformado la angustia en síntoma y el fantasma de ser objeto del Otro a la división del sujeto más allá de la conducta y del Yo y su ilusión de dominio. Conflicto de saberes Escribe Enrique Acuña: “…Volviendo al origen de nuestro artículo, desde los meteoros de Descartes donde la ciencia descubre la naturaleza de las semblanzas y la realidad que construyen los discursos (Es lo dicho del arco iris lo que hace que su existencia sea verdadera) hasta la era de internet como fábrica de cultura de lo virtual, algo ha cambiado. Pero esencialmente el conflicto de saberes sigue estando en la dialéctica entre ciencia versus humanidades o técnica versus cultura…” (9) Si el esquema freudiano de la cultura es paradojal en tanto hay optimismo en la eficacia de lo simbólico pero también pesimismo en la renuncia de lo pulsional característica del super-yo, se trata del malestar como reflejo del humanismo de su época. Para Lacan ese orden simbólico está subordinado al super-yo y su imperativo de goce. La paradoja ahora es planteada entre la realidad virtual de los objetos técnicos y la realidad de los discursos. El malestar es un efecto de la ciencia. Máscaras de lo real, al tratarse de un contexto donde hay la creencia en la inexistencia del otro se multiplican nuevas ofertas de satisfacción y nuevos modos, particulares, de nombrar el goce que esos objetos producen. Al modo del arco iris y los cometas, son modos de dar sentido a lo real que ya dependen del sentido que le da la ciencia, más que de las tradiciones narrativas. ¿Realidades más eficaces? Por el contrario, observamos que ante crisis como la que la pandemia desnuda en la ciencia moderna, aparecen en la sociedad respuestas que a modo de los humanismos son formas de protesta: desde el negacionista al libertario, se suman a la proliferación de identidades (de sexo, religión, políticas) cultivando un saber que nada sabe de las causas de cada uno. Es en ese campo semántico de las humanidades, como respuesta
a la técnica, que el psicoanálisis puede operar: “Esta es la paradoja central que nos interesa: es necesario que exista la ciencia como pareja del psicoanálisis para que este juegue su partida o, dicho de otro modo, lo rechazado en un campo de realidad retornará indefectiblemente como real en otra escena”. (10) En el conflicto de saberes entre humanismo y ciencia, el psicoanálisis hace operar un deseo inédito: el deseo del analista, que Lacan escribe con la a minúscula. Nos interesa subrayar dos aspectos que recorren el texto: -Si la técnica se adelanta incluso a la filosofía, la protesta humanista no tarda en aparecer. A partir del denominado “giro lingüístico”, a principios de siglo XX, el interés por el lenguaje lleva a la filosofía a la idea de que puede haber “oraciones sin sujeto”, sin interés en localizar quién habla. Se trata de la fabricación de enunciados colectivos en la naciente cultura de masas, verdaderos antecedentes de la actual proliferación de memes: ideas, frases, melodías, íconos, que pueden propagarse como un virus, impregnando el sentido de la vida cotidiana, al infinito y sin posibilidad de control. Hay que agregar ahora, no solo la “teatralidad de los yoes” en las salas de chat sino la producción de sentido en las redes sociales. Como anticiparan los estudios de recepción (11), no se trata de ninguna víctima de manipulación sino del receptor como protagonista en la construcción de la realidad. Hay, por lo tanto, decisión en el sentido en que se interpretan los hechos, es decir aquello que deseamos. Poética analítica versus enunciados comunitarios. Así, la realidad virtual, y sus síntomas mediatizados por los objetos técnicos, es una producción de información que, aunque aparentemente homogénea en sus efectos, es correlativa de la satisfacción del fantasma en su conexión y disyunción con una satisfacción de la cual nada sabe aquel que solo goza, como un individuo en la masa. -El arte como forma de descentramiento es aquí opuesto a la maquinaria de información. Como la poesía, puede hacer aparecer un vacío en la significación accediendo así al núcleo
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fantasmático, ya no como realidades virtuales en el sentido mediático sino como la máquina de interpretación del deseo de cada uno. Para finalizar, la condición de posibilidad del psicoanálisis -entre ciencia y humanismosdepende de captar aquello que habita un sueño en su desciframiento, la paradójica satisfacción que encierra un síntoma, hasta el vacío desde donde ordenar una nueva realidad. Que haya un nuevo decir puede ser, entonces, lo contrario de la repetición de lo mismo: allí donde es confinado el sujeto cuando es reducido a una cifra, a una reacción o a un Yo en la masa, ahora digital.
Notas (1)Acuña, Enrique: “¿Post-Inconsciente?”. En: Analytica del sur -psicoanálisis y crítica. Nº10. www.analyticadelsur.com.ar Acuña, Enrique: “Semblanzas reales. De los meteoros a internet”. En: Resonancia y silencio -psicoanálisis y otras poéticas. EdULP. La Plata 2009. (www.seminarioenriqueacuna.wordpress.com) (2)Acuña, Enrique: ¿Quo vadis homo sapiens? Curso inédito. Dictado durante el mes de agosto de 2021. Ver reseñas en Ring! El despertar de cada Uno en Red. Boletín de la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas. Por: Fernando Kluge, Inés García Urcola, Leonardo Vera y Julia Pernía. (www.seminarioenriqueacuna.wordpress.com) (3)Acuña, Enrique: “Hacia dónde”. En Revista Versus -entre la clínica y la cultura. (Director Enrique Acuña). Buenos Aires. Junio de 2.000 (Versión PDF en: www.aplp.org.ar o en la web).
(5)(6)Acuña, Enrique: “Hacia dónde”. En Revista Versus -entre la clínica y la cultura. (Director Enrique Acuña). Buenos Aires. Junio de 2.000 (Versión PDF en: www.aplp.org.ar o en la web). Pág. 7. (7)García, Germán: “Una intervención”. En: Revista Versus -entre la clínica y la cultura. (Director Enrique Acuña). Buenos Aires. Junio de 2.000 (Versión PDF en: www.aplp.org.ar o en la web). Pág. 35. (8)Acuña, Enrique: “¿Post-Inconsciente?”. En: Analytica del sur -psicoanálisis y crítica. Nº10. www.analyticadelsur.com.ar (9) Se trata del anteúltimo párrafo del artículo “Semblanzas reales. De los meteoros a internet.” Publicado en Resonancia y silencio, es la versión escrita de una conferencia dictada en el marco del seminario de posgrado “Construcciones de la realidad -Psicoanálisis y culturas mediáticas” Dictado entre los meses de septiembre y diciembre de 1999 en la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata. Una primera versión salió publicada en la revista Versus bajo la forma de un dossier bajo el mismo título, en el que escriben Guillermo Ranea, Graciela Musachi y Germán García. (10) Acuña, Enrique: “Semblanzas reales. De los meteoros a internet”. En: Resonancia y silencio -psicoanálisis y otras poéticas. EdULP. La Plata 2009. Pág. 103. (11) Cf. Saintout, Florencia: “Estudios de recepción en América Latina”. En Revista Perspectivas, la situación del psicoanálisis. Nº 23. La Plata, 1998. (12) Cf. Laurent, Eric: El goce sin rostro. Tres Haches. Bs. As. 2018.
(4)Ver Nota 1. ***
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RED DE ASOCIACIONES ANALÍTICAS Y PUBLICACIONES PERIÓDICAS “El despertar de cada uno -Enseñanzas de Enrique Acuña-” Por Christian Gómez
El día miércoles 17 de noviembre, desde la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas-AAPP-, invitamos a celebrar la enseñanza de Enrique Acuña. “El despertar de cada uno” fue el título que elegimos para esta ocasión particular. En él resuena ya algo de esa transmisión. Sí, como dijo Jacques Lacan, no hay despertar sino de lo particular, aprendimos que cada uno no es sin el Otro: aquí bajo la forma de una red que en los últimos 6 años (a partir de 2015) fue la forma de reunir, en sus diferencias, los múltiples intereses que provocó ese modo, también particular, de contar con Sigmund Freud y con Jacques Lacan. Tomaron la palabra, además de quien escribe esta reseña: Verónica Ortíz (Revista Analytica del Sur-psicoanálisis y crítica-. Buenos Aires-Área Metropolitana de Buenos Aires. Argentina), Héctor García de Frutos (Revista Conceptual -estudios de psicoanálisis-, Analytica del Sur -psicoanálisis y crítica- Corresponsal en Barcelona, España), Rodrigo Cibils (Revista Fri(x)iones -entre el psicoanálisis y la cultura- Posadas, Misiones. Argentina), Mara Vacchetta (Asociación Psicoanalítica Paraguaya Arandú. Asunción, Paraguay), Claudia Espínola (Biblioteca Freudiana Iguazú. Iguazú, Misiones.
Argentina), Daniela Gaviot (Biblioteca Freudiana Bahía Blanca. Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires. Argentina), Fernando Kluge (Biblioteca Freudiana Oberá. Oberá, Misiones. Argentina), Alejandro Sosa Dias (Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas. Ciudad de Buenos Aires, Argentina), Laura Jacobacci (Asociación Amigos Guaraníes -AAGuaPosadas, Misiones. Argentina), Ana Gutiérrez (Revista Conceptual -estudios de psicoanálisis- La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina), Claudia Fernández (Asociación de Psicoanálisis de Misiones. Posadas, Misiones. Argentina) e Inés García Urcola (Instituto PRAGMA. La Plata, Provincia de Buenos Aires. Argentina). Nombres, publicaciones, bibliotecas, asociaciones, institutos, fechas que, desde el año 1992 con Perspectiva Lacaniana -Biblioteca e investigación- (en la ciudad de la Plata) hasta la fundación de la Biblioteca Freudiana de Bahía Blanca en 2019, van dibujando un mapa internacional que, como alguna vez señaló Germán García, es efecto de un estilo particular; una forma que Enrique Acuña ha encontrado para nadar en el mar de los nombres propios.
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Efectos de estilo y enseñanza, la consigna fue la lectura de un fragmento- y la argumentación de esa elección- de un artículo, clase publicada o inédita, editorial de alguna publicación o intervención en una de las tantas jornadas a partir de las cuales nos hemos reunido. ¿Qué significante habrá activado la caja de resonancias de cada uno, para producir ese despertar, más parecido al sueño y su interpretación? No toda es vigilia, la de ojos abiertos, escribió Macedonio Fernández. Buena suerte, ese reloj atemporal fue siempre acompañado por una brújula, la política de hacer red acuñando palabras. Un nombre hecho verbo.
enseñarme a mí mismo”, supo propiciar el pasaje de muchos al psicoanálisis-acaso esto se deduce en la referencia a sus precursores- y el pasaje del psicoanálisis a rincones sutiles de la cultura sin que ello implique la más mínima concesión. Quien cede en las palabras termina cediendo en los hechos, dijo Sigmund Freud.
Al modo de esa fila que es también una ronda abierta, la asamblea de la palabra en fila o Aty Ñeey Chyro, enseñanza que Enrique Acuña supo captar de una transmisión ancestral en los mbya guaraní de Misiones, cada uno pudo decir, sin concluir más que parcialmente, a cerca de ese encuentro. El enseñante, que sabía acerca de la paradoja masottiana: “cuando enseño trato de
El enseñante, su estilo y su verbo, viajó a Posadas, se interiorizó en la selva, cruzó la frontera política para continuar un discurso sin fronteras -el del psicoanálisis-, volvió a las pampas, cruzó el atlántico, se instaló en Buenos Aires. ¿Qué efectos deducimos de este recorrido?
No sin haberlo calculado, fue Verónica Ortiz quien inició el encuentro, hablando desde la revista de la Red -Analytica del Sur-. Dirigiéndonos hacia el punto geográfico y discursivo donde situar un inicio: La ciudad de La Plata y el Instituto PRAGMA -intervención final de Inés García Urcola.
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Cuerpos atrapados por el discurso. Las ciencias sociales con el psicoanálisis. Psicoanálisis, historia y memoria Reseña Julia Pernía (*)
El día 2 de noviembre del corriente año la Asociación de Psicoanálisis de Misiones (APM-ISF) junto al Instituto de Estudios Sociales y Humanos (IESyH – CONICET/UNAM), llevaron a cabo la actividad: Cuerpos atrapados por el discurso. Las ciencias sociales con el psicoanálisis. La primera de una serie que se inicia, llevó por título: “Psicoanálisis, historia y memoria”, y contó con la participación de Christian Gómez, director de Enseñanzas del Instituto Sigmund Freud y Director de la Revista Fri(x)iones entre el psicoanálisis y la cultura, y Yolanda Urquiza,
Doctora en Historia, investigadora de la UNaM y IESYH, con comentarios de Julia Pernía. Quien escribe, comienza agradeciendo a la dirección del IESyH, por el interés de la institución sobre lo que el psicoanálisis puede decir de los hechos sociales. Partimos, desde el discurso analítico, entendiendo que los hechos sociales se articulan discursivamente, siendo el cuerpo un campo de soporte del discurso de una época determinada. Esto implica alejarnos de la idea de un puro organismo biológico, ese que la ciencia sueña con fotografiar, radiografiar, calibrar, diagramar enteramente, como señalaba
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Jacques Lacan en Psicoanálisis y Medicina. Como reverso las dos intervenciones de los invitados muestran el cuerpo afectado por el lenguaje y la apuesta a pensar la capacidad transformadora de la realidad vía la función de la palabra. Desde su experiencia e investigación en torno a los efectos, sobre los cuerpos, de dispositivos represivos y terrorismo de Estado, comienza Yolanda Urquiza describiendo algunas características de la dictadura cívico-militar en Misiones, en tanto resultan necesarias para comprender las formas en que el poder represor intervenía en la territorialidad corporal de las víctimas. El objetivo era acabar con esos cuerpos indóciles que constituían un obstáculo para los sectores que intentaban avanzar en una política neoliberal. Silencios que no son fallas en la memoria, es lo que encuentra en extenso tiempo de trabajo entrevistando a víctimas sobrevivientes y familiares. Hay en los relatos un punto de indecibilidad. Señala: los silencios son una parte esencial del testimonio, como un síntoma que nos habla de algo que no podía ser testimoniado. El testimonio contiene en su centro algo que es intestimoniable. Aquí retoma un detalle de un caso que produce un estallido en la cronología de la historia, enseñando que la memoria no es cognitiva sino inconsciente. Seguidamente, Christian Gómez comienza por despejar la pregunta sobre qué es un cuerpo para el psicoanálisis. La estructura del lenguaje es constituyente del cuerpo, deja trazos que son irreductibles a cualquier significación compartida produciendo un cuerpo que es un traje a medida sólo de ese que habla con las
cosquillas de goce que el lenguaje produce en él. Sin embargo, ese goce nada tiene de armónico sino que introduce el hecho de que no disponemos de todas las palabras para nombrar las experiencias del cuerpo, Freud llamó a esto castración. Es solo a partir de esta marca significante, que los cuerpos y los sujetos que hablan con sus cuerpos participan en significaciones compartidas. Cuando el cuerpo es soporte de discursos como el del terrorismo de Estado –el discurso del Amo en una faz mortífera- los cuerpos no aparecen en la dimensión antes mencionada, la del ser hablante que tiene un cuerpo, sino que se reduce a ser un cuerpo como cosa sometida al tratamiento de ese discurso: desaparición, ilegalidad y tortura. El psicoanálisis requiere el ejercicio del derecho y la práctica de la libertad, para que aparezca la dimensión de un cuerpo hablante. Se detiene un fragmento de Enrique Acuña en su texto “La confesión y el dispositivo analítico, lo indecible y el secreto”, para distinguir lo no dicho como indecible (la enunciación), lo abyecto (lo que no se puede decir porque es prohibido según el contexto) y lo que está perdido por reprimido en el sentido freudiano, es decir, lo que no tiene inscripción. En eso perdido está la potencia para decir algo nuevo: esa memoria marcada en los cuerpos puede dar lugar a nuevas interpretaciones y nuevos espacios vivificantes como posibilidad de salida al horror y como condición de posibilidad para que exista un sujeto con capacidad transformadora de la realidad.
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Finalmente, retoma los comentarios quien escribe señalando cómo ambas intervenciones pusieron en juego el hecho de que el encuentro de cada ser hablante con el lenguaje implica un agujero, una falla en la representación correlativo al hecho de que el lenguaje no puede nombrarlo todo. Hay lo indecible para cada uno, y el cuerpo es ese espacio que muestra cómo hay encuentros (trauma) que resuenan, retumban sin poder decirse, correlativo al hecho de que el propio cuerpo puede ser un misterio para cada
uno. La apuesta continúa en un próximo encuentro en torno a la pregunta sobre qué cuerpos modela el neoliberalismo.
(*) Docente del Instituto Sigmund Freud. Miembro de la Red de Asociaciones y Publicaciones Periódicas.
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RED DE ASOCIACIONES ANALÍTICAS Y PUBLICACIONES PERIÓDICAS
VI Jornadas de Salud Mental General Alvarado “Post Cuarentena y Lazo Social -Infancias, duelo, virtualidad-” Reseña Fernando Kluge (*) En la mañana del viernes 12 de noviembre dio inicio la VI Jornada de Salud Mental de General Alvarado, cuyo título fue “Post cuarentena y lazo social –infancias, duelo y virtualidad” y contó con los auspicios de la red Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas (AAPP) y las publicaciones que la integran: las revistas “Conceptual –estudios de psicoanálisis”, “Fri(x)iones –entre el psicoanálisis y la cultura”, la revista virtual “Analytica del sur –psicoanálisis y crítica”, el boletín de la red AAPP “Ring! –el despertar de cada uno en red-” y la editorial “El ruiseñor del Plata”. Participaron de la actividad y desde la red AAPP Leonardo Vera y quien escribe, Fernando Kluge (también miembro de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones – Instituto Sigmund Freud). La primera mesa fue coordinada por Leonardo Vera (organizador de la actividad), quién en el inicio señaló la incidencia de Enrique Acuña
para la realización de estas jornadas y en la que también participaron colegas de la red (Inés García Urcola, Leticia García) desde años anteriores. Luego tomaron la palabra Vanesa Castro (directora de Salud mental del hospital local) y Lizandro Isasa (integrante del Colegio de Psicólogos de San Isidro). Durante la conversación Leonardo Vera remarcó la presencia del analista ciudadano que interviene en lo social saliendo del resguardo de especialista de la desidentificación, y respecto a la urgencia señaló que se trata del uno por uno, lo cual también incide en la entrada al psicoanálisis: es la urgencia subjetiva la que precipita eso. Quien escribe retomó para puntuar -en el diálogo entre el psicoanálisis y la salud mental- la diferencia que transmitiera Enrique Acuña entre psicopatologizar y sintomatizar, ubicando así al discurso analítico desde la interpretación que supone un inconsciente por venir.
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Por la tarde se llevó a cabo la presentación con posterior conversación del libro “El duelo del Otro …O peor –prácticas del discurso en tiempos instituyentes-” de Eduardo Sullivan (Universidad de Mar del Plata), además del autor comentaron el texto Paula Pioletti y Gabriela Laurentti (ambas docentes de la Universidad de Mar del Plata). La mesa que contó con trabajos de los integrantes de la Red AAPP inició con Isabel Vergagni (Asamblea Permanente por los DDHH), quien presentó el funcionamiento del dispositivo que atienden emergencias de diferentes índoles y relató el caso “Teo” de un niño de 9 años que llegó a la consulta tras el suicidio de su madre. Luego, quien escribe planteó a la pandemia como real de la ciencia en tanto agujero en el discurso, y al que vienen a responder autores (como por ejemplo Byung Chul Han) que desde la filosofía y el humanismo generan una disputa del sentido dando a ver posicionamientos ante dicho real. A su vez y como respuesta al contexto pandémico presentó el dispositivo de Atención a la Urgencia Subjetiva implementado desde la Asociación de Psicoanálisis de Misiones en 2020; retomando también los desarrollos sobre el síntoma neoliberal en el seminario 2021 del Instituto Sigmund Freud titulado “El psicoanálisis y síntoma neoliberal –las neurosis actuales-” y a partir de ello ubicó la articulación entre posición del inconsciente y presencia del analista que Enrique Acuña
desarrollara en “Lo inmutable y los mutantes ¿por qué soñamos aún en pandemia?” clase de apertura del seminario 2020 de Pragma Asociación de Psicoanálisis de la Plata. Para finalizar enfatizó que se trata de pasar de la urgencia –vía el deseo del analista- a una demanda de análisis. Presencia del analista que permite una posición del inconsciente, en tanto el analista favorece el movimiento que va de los dichos que interpretan un hecho para ir hacia el decir olvidado. Entonces ante el hecho social el analista responde para que haya un síntoma, como brújula que permita ir hacia una causa, que está vacía pero que da lugar a un nuevo deseo. Por su parte y a continuación Leonardo Vera habló del inconsciente político a partir del “derecho al sentido”, como respuesta del psicoanálisis en lo contemporáneo con la introducción del síntoma analítico ante la erosión del sentido común, las demandas sin transferencia que no suponen un saber al Otro y el ideal de un lenguaje objeto sin equívocos. Por lo tanto el psicoanalista ciudadano interroga por el sentido del síntoma es un contexto discursivo dominado por la revolución tecnológica del mercado que apela a subjetividades a-históricas, hiperconectadas y desabonadas del inconsciente. Respecto a la salud mental (campo en el que el DSM evidencia su crisis) Leonardo Vera señaló que al considerarla históricamente hoy se presenta como des-patologización, por lo que la pregunta sobre qué es la salud mental se dirige hacia la pregunta sobre qué le es permitido gozar a cada quien, allí donde también se puede jugar la
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pulsión mortífera que evidencia que no todos pueden querer su bien. Y finalizó su intervención a partir del acto analítico en tanto en el terreno de la política la interpretación aparece como herramienta de intervención que deduce la regla que estructura el síntoma. Desarrollos que dieron pié a una conversación con intervención de los presentes, contando con miembros de la red AAPP. Christian Gómez (integrante del consejo de la red AAPP) por su parte planteó que los síntomas sociales constatan un efecto de retorno de lo no resuelto, ejemplo de ello es la cuestión mbya en la provincia de Misiones; luego situó el inconsciente en un contexto de derecho a la
palabra, que funciona como excepción al “para todos” de la salud mental en tanto lo que alguien dice se puede conectar al significante de la transferencia y a la vez señaló que el trauma como agujero posibilitaría un saber por venir. De esta manera la conversación puntuó al inconsciente político como un posicionamiento del analista de intervenir interpretando y pronunciándose en el marco del malestar contemporáneo. (*)Presidente de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones. Docente Instituto Sigmund Freud
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Instituto Sigmund Freud Asociación de Psicoanálisis de Misiones Seminario anual: Psicoanálisis y el síntoma neoliberal -Las neurosis actualesReseña Lorena Olmedo (*) En el marco del recorrido del seminario anual del Instituto Sigmund Freud -Psicoanálisis y síntoma neoliberal –Las neurosis actuales-, se desarrolló la clase: “Localizar el objeto”, por Christian Gómez con los comentarios de quien suscribe. Dicha clase fue la última del seminario que permitió puntuar el trabajo llevado a cabo en todo el año. La apertura de clase, se inició con la referencia que situó Christian Gómez, en torno a la paradoja del objeto entre la producción y la pérdida. En función de ello, tomó dos fragmentos de escritos para la orientación de la clase. Por un lado, citó el texto de Enrique Acuña “El objeto (a)salta lo social” publicado en Vidas Pulsionales. Editorial: el Ruiseñor del Plata. Año 2017; Por el otro, se refirió a un escrito de Eric Laurent: “El porvenir de una ilusión: el culto de la previsión” en El goce sin rostro. Ed. Tres Haches. Año 2009.
Para dar inicio al desarrollo de la clase, ubicó que para hablar del objeto en psicoanálisis, hay que introducir la paradoja de que es un objeto que se produce en un análisis, pero hacia el final del mismo. Para esto retomó las elaboraciones de Jacques Lacan a la altura del seminario La angustia (1963), donde este objeto aparece como resto de lo especular y de lo simbólico pero que es constituyente, es decir, que el objeto es causa y efecto. A partir de este estatuto del objeto como resto, el docente se desplazó a la angustia como efecto de la falta estructural, en tanto en el campo del Otro falta un significante. Es así, que la angustia conecta con la pulsión, es signo de un deseo pero también, señal de lo real. Por lo tanto, puntuó que en el recorrido de un análisis, podemos localizar en su final, un resto que se produce como invento, de ese recorrido. Christian Gómez continuó señalando, que el psicoanálisis muestra que la relación entre el 11
sujeto y el objeto, tan estudiada por las ciencias, no se corresponden, es decir, no tienen nada que ver el uno con el otro. Sino más bien, para el psicoanálisis están en exclusión interna. Para ello se refirió al término de lo familiarmente extraño en Freud, es decir lo ominoso, en cuanto a que el objeto no es real sino, aquello que hace de referente con respecto a lo real, dado que, al cernir el objeto, encontramos una diferencia con lo real, es un referente pero que como tal, está latente, no nombrado aún. Esto le permitió desplazarse hacia la otra referencia situada de Eric Laurent, a partir de la cual planteó que, si el psicoanálisis depende del sentido de lo real, hay que situar el contexto de producción de ese sentido. Dicho contexto tiene que ver con la ciencia anudada al discurso neoliberal, que transforma el sentido de lo real. Allí el docente realizó una puntuación, una orientación para la práctica, en función de que lo que se transforma es el sentido, no lo real en sí mismo y esto implica que lo real continúa sin ser aprehendido por el sentido. Es así que, señaló que el auge de la cuantificación, que se observa en las evaluaciones y que surge sobre la base de que la tecnología se ofrece a las burocracias contemporáneas como garantía que potencian el cálculo, creando la ilusión de atrapar al sujeto con una cifra, falla en su intento de capturar al sujeto. A partir de que éste se encuentra en exclusión interna con el objeto y se resiste a la cifra, a ser capturado por ese sentido aplastante y adormecedor del cálculo. Para ello, Christian Gómez mencionó, a la luz del comentario de texto citado anteriormente,
que el uso de la base de datos demuestra su imposibilidad frente al sujeto que sueña. Sujeto que en tanto está dividido por el lenguaje, no sabe el sentido de sus sueños, y se sirve de Otro -lugar del inconsciente- que posibilite una interpretación por venir. Hasta aquí, el docente recortó su lectura y planteó una pregunta final: ¿Cómo pensar, una ciencia que incluya al psicoanálisis? Esta pregunta quedará abierta. Sin embargo, un primer esbozo de respuesta es hacia la posibilidad de incluir la contingencia del encuentro, ahí donde todo es cálculo. En el paso a los comentarios, inicié retomando esta última puntuación en torno al objeto como resto. Para el desarrollo tomé dos referencias freudianas: El proyecto de psicología para neurólogos y el cap. 7 de La interpretación de los sueños que lleva por título “Psicología de los procesos oníricos”. Comencé el comentario, retomando las elaboraciones de Freud en el proyecto, las cuales giran en torno al propósito de poder introducir en las ciencias naturales de esa época, lo que llama en ese escrito como la psicología. Se puede ver un esfuerzo en Freud de introducir las elaboraciones realizadas hasta el momento en un sistema neurofisiológico. En este escrito, Freud desarrolló un modelo energético de tensión- alivio, que luego desplaza al eje del principio del placer y habla del par placer-displacer. Esto le permitió explicar de qué modo se producen las huellas mnémicas o las imágenes- recuerdo, retomando dos tipos de vivencias: una vivencia de satisfacción y una vivencia de dolor. Lo
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primordial de este escrito es que encontramos aquí las bases para plantear el objeto que está en exclusión interna con el sujeto. Entonces, situé como recorte para la clase, que de esas dos operaciones (vivencia de satisfacción y de dolor) quedan restos: por un lado, los afectos que son displacenteros y por el otro, los estados de deseo que están ligados al placer. Estos estados de deseo, se dirigen a investir de nuevo el objeto producto del placer- pero allí se encuentra con que falta la satisfacción, ya que el objeto no tiene presencia real sino que en su lugar se encuentra una imagen- recuerdo, el objeto está perdido y en su lugar queda una representación. Por otro lado, la otra referencia fue el cap. 7 de “La interpretación de los sueños” de 1900, donde encontramos en Freud un giro respecto del escrito comentado anteriormente, donde el interés pasa en introducir los sueños como una vía de acceso al inconsciente. Ubica que, por efecto de una acción específica que es operada por un otro, el grito de un niño se puede convertir en un llamado a ese otro que con su ayuda externa, puede calmar la tensión. Pues, se constituye una situación de primera satisfacción, que luego tenderá a una repetición de aquella percepción, y a esto Freud llama identidad de percepción. Este momento es mítico y Freud advierte que esta identidad de percepción es un engaño del sujeto. En tanto el objeto se pierde y se recupera por vía alucinatoria. Es así que la noción del objeto, en estos textos, se refiere a la idea de un objeto que está perdido, pero que, -allí encontramos la paradoja- causa el deseo. En este punto, me orientó una referencia tomada de Enrique Acuña en su escrito: El objeto de la paradoja analítica, publicado en el libro “Las paradojas del objeto en psicoanálisis”, donde el autor refiere que la falta de objeto es un elemento negativo que se positiviza en el campo del deseo. A partir de esto, encontramos en dicho texto un abordaje de las teorías del objeto en Freud, bajo tres formas, que leídas a la luz de la enseñanza
de Jacques Lacan, pueden ubicarse en diversos registros: el objekt- como el objeto en lo imaginario, de la realidad efectiva o la percepción; el Die Sache- que se articula a la realidad de la fantasía y por lo tanto a lo simbólico y el Das ding como la Cosa en sí, lo que no queda ni del lado de lo imaginario, ni de lo simbólico, sino que queda como resto real imposible de captar por el campo de lo especularizable o lo simbolizado, pero que opera como causa. Para finalizar, se puntuó que en el lugar de la causa vacía viene a formularse la conjetura de un objeto que, en términos de Freud, está perdido. Este objeto se produce en el final de un análisis, como invención singular. Este recorrido de la clase junto a los comentarios, funcionó a la vez como puntuación de un año de trabajo bajo la modalidad de seminario, así también como invitación a continuar en la política de enseñanza articulada a actividades por venir. (*) Docente del Instituto Sigmund Freud. Referencias: -Acuña, Enrique: “El objeto (a)salta lo social” en Vidas Pulsionales. El Ruiseñor del Plata. Año 2017. -Acuña Enrique: “El objeto de la paradoja analítica” en Las paradojas del objeto en psicoanálisis. Edulp- La plata: Universidad Nacional de La Plata. Año 2007. -Freud, Sigmund. “Proyecto de psicología para neurólogos”. Obras completas. Tomo I. Amorrortu Editores. -Freud, Sigmund. “Sobre la psicología de los procesos oníricos” cap. 7 en La interpretación de los sueños. Obras completas. Tomo IV. Amorrortu Editores. -Laurent E. “El porvenir de una ilusión: el culto de la previsión” en El goce sin rostro. Ed. Tres Haches. Año 2009. -Gómez, Christian: Argumento Seminario Anual Psicoanálisis y el síntoma neoliberal –Las neurosis actuales. Año 2021. www.apmweb.org.ar. ***
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Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas -AAPPV Jornada anual Transitar los goces -Síntoma analítico o pandemia de clasesArgumento (*) En la experiencia analítica, sostiene Enrique Acuña, es decisiva la realidad hecha de lenguaje, más que la realidad material de la situación ante el peligro (1). No obstante constatamos, en este tiempo signado por la Pandemia, como los hechos prolongan el sentido que pretende darle la ciencia moderna, entendida como aliada al capitalismo en tanto discurso que rechaza lo imposible de la castración. Ejemplo de ello el negacionismo en sus diferentes formas. Cuando la época se impone al sujeto, podría ser ocasión para que la urgencia tome formas colectivas en lo social, con sus consecuencias de apelación al cuidado de sí, medicalización de la vida cotidiana y nuevas formas de lo que Michel Foucault denominó biopolíticas. ¿Escuchar la significación social? Oscar Masotta señalaba que en el instante en que eso ocurre el psicoanalista ya no es tal. Freud, por su parte, hablaba más bien de interpretar la cultura y Jacques Lacan situó la especificidad del psicoanálisis en diferencia a otros discursos. Así, durante el ciclo 2021 partimos de la clínica del trauma, que situamos siempre entre
angustia y extrañeza, para distinguirla de cualquier generalización en términos de stress como efecto de acontecimientos colectivos. Se trata de cada cuerpo afectado, de manera contingente, por el lenguaje. Por otro lado, distinguimos de cualquier significado que venga del Otro social a la sexuación como acción del significante, verdadera respuesta del sujeto frente a lo que Sigmund Freud denominó “roca viva de la castración”. La diferencia es significativa: la castración (y su reverso de goce) supone una “x” irreductible a cualquier pasión clasificatoria, sea de sexo o de género. Se trata de lo neutro que, como lo inconsciente y lo femenino, supone más bien un decir olvidado. Pero también quiere decir que hay lo imposible de decir, un vacío a partir del cual situamos la dimensión de la causa (y el consentimiento, como señala Jacques-Alain Miller). Se trata de la materialidad del significante o el traumatismo de la lengua cuando marca al sujeto. Lo vemos: hay aquí lo posible de una nueva apuesta. Transitar los goces (condensación lacaniana que junta la paradoja de que se puede estar bien en el mal y viceversa) es entonces distinguir aquello que hay más allá o más acá del falo en una travesía que no requiere la apelación a la
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ciencia sino al dispositivo analítico para situar la respuesta de cada uno a esa “x”: no hay saber sobre lo sexual, hay la causa (2). Por donde el psicoanálisis se distingue del auge siempre renovado de las clasificaciones y su extensión al infinito, en esa búsqueda siempre queda un elemento inalcanzable como en la loca carrera de Aquiles con la tortuga. En estas V Jornadas anuales de la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas trabajaremos a partir de los ejes situados al inicio del año, extrayendo tanto sus efectos como aquello que nos permitirá relanzar el trabajo el año próximo. ¿Síntoma analítico o pandemia de clases? Responder esta pregunta implica el deseo del analista y el lugar del psicoanálisis en la trama cultural de este tiempo. Ejes: -Trauma y causación de las neurosis. -Angustia y causa del deseo: el objeto a. -La vida amorosa: Lo transitivo. -Masculino/Femenino. Norma, excepción; No-todo: lo neutro. (*) Redacción: Christian Gómez Revisión y agregados: Inés García Urcola, Verónica Ortiz, Ana Gutiérrez, Hugo Espínola y Daniela Gaviot Notas (1).Comentamos el texto “La otra apuesta y el nuevo azar” (www.seminarioenriqueacunia.wordpress.com ) donde Enrique Acuña traza los argumentos del programa del seminario 2021 “Trauma y sexuación-psicoanálisis, angustia y deseo-". Las Jornadas cuyo argumento presentamos aquí continúa los efectos de ese programa de trabajo. (2). Cf: “Del peligro al signo de Uno”. Ana Gutiérrez. Comentario a la clase de apertura, dictada por Enrique Acuña, del Seminario “Trauma y sexuación-psicoanálisis, angustia y
deseo-“. 5 de mayo de 2021. En: www.seminarioenriqueacunia.wordpress.com.
Bibliografía de referencia Acuña, Enrique: -Resonancia y silencio-psicoanálisis y otras poéticas. EdULP. -“La nueva apuesta y el nuevo azar”. En: www.seminarioenriqueacunia.wordpress.com Acuña, Enrique (Compilador): -Las paradojas del objeto en psicoanálisis. EdULP. -Masotta, Oscar: -Ensayos lacanianos. Anagrama. Freud, Sigmund: -Conferencias de Introducción al psicoanálisis, partes I, II y III. En Obras Completas. Biblioteca Nueva. Lacan, Jacques: -El Seminario: Libro 10 La angustia, Libro 20 Aún. Paidós. -Escritos: “La significación del falo”, “La ciencia y la verdad”,” Posición del inconsciente”. Siglo XXI. Foucault, Michel: -Nacimiento de la biopolítica. FCE. García, Germán: -Actualidad del trauma. Grama. Miller, Jacques.-Alain: -Causa y consentimiento. Paidós. -De mujeres y semblantes. Cuadernos del pasador. Laurent, Eric: -El reverso de la biopolítica. Grama.
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Retornos Del Catálogo de bibliotecas Oscar Masotta y la Escuela Freudiana Una lectura a partir de: Cuadernos Sigmund Freud N°5/6. Escuela Freudiana: el discurso y la fundación, 1977.
Por Julia Pernía (*) Si toda fundación es un acto fallido – incluso un chiste-, las palabras que la soportan y que producen son, a la vez, su interpretación y su deseo. Cuadernos Sigmund Freud N°5/6, 1977, p.12 “¿Cuál es la satisfacción de un grupo que paga para escuchar cómo algún otro calificado deletrea en voz alta un texto que luego correrá a revisar para garantizarse el saber que le cuentan?” pregunta a partir de la cual Germán García en “La escritura de la enseñanza” en 1978 (1), intenta mostrar cómo la operación de Oscar Masotta articula otra cosa: escritura, transmisión y práctica. Su enseñanza se diferencia por dirigirse a la promoción de una práctica -la del psicoanálisis- en un momento caracterizado por un imperio de la intervención de la política en la teoría que dejaba de lado la política misma de la teoría en tanto discurso. Si
la práctica es un acto de discurso, la enseñanza de Masotta fue el discurso de un acto: la fundación en 1974 de la Escuela Freudiana de Buenos Aires (EFBA), que retroactivamente retornó como síntoma de aquella enseñanza. Del acta de fundación a la Escuela en lo real: En julio de 1977, bajo la dirección de Oscar Masotta (en el exilio) y un Consejo de Dirección integrado por Germán García, Jorge Jinkis y Juan Carlos Cosentino, se publica la edición N°5/6 de los Cuadernos Sigmund Freud,
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publicación de la Escuela Freudiana de Buenos Aires. Este número está compuesto por los textos de los trabajos presentados durante la realización de las Primeras y Segundas Jornadas sobre la Institución Psicoanalítica llevadas a cabo en diciembre de 1976 y junio de 1977. Bajo el título Derivaciones, el Consejo de Dirección introduce este ejemplar mostrando cómo toda institución se encuentra determinada por un lazo social de discurso. Ésta no debe administrar la estafa de la eternidad. Su continuidad y discontinuidad no pueden afirmar “los hombres pasan, las instituciones quedan” sólo para dedicarse a fabricar nudos de cuerpos atados en un palacio de reglas y consumidos en el goce de esa permanencia. Como reverso, se trata del deseo como fuerza material de una institución que hilvana cuerpos enlazados al descubrimiento de Freud. El clima es claro, en palabras de Oscar Masotta: frente a los peligros imaginarios –que ya se encuentran lo suficientemente en la superficie en esa época- la escuela en tanto Instituto de psicoanálisis supone un tope a las ilusiones de todo exhibicionismo anarco. Para ello, un estatuto, que estructura un modo de organización y delimita lugares y funciones, hace posible la continuidad de un discurso. La escuela, dice, será dirigida por quienes trabajan. G. García (2) señala que con ello Masotta apunta a un pasaje del discurso de la facultad a las facultades del discurso. El proyecto Masotta -de ese Instituto de investigación psicoanalítica- parodia la escuela de Lacan, recreando ciertos lugares. Aquellos que conducen en el sentido teórico y práctico serán Analistas de la Escuela (A.E.). Los A.E. serán seguidos por analistas que la escuela reconozca como tales: Analistas Miembros de la Escuela (A.M.E.), esta elección partirá de una
asamblea de miembros fundadores. Acto seguido, Masotta en tanto director de la EF de BA, se autopropone al lugar de un A.E. A partir de esto, puede darse una organización que permita la conducción de la escuela. La École Freudienne de Paris, fundación de Lacan como efecto de su excomunión de la IPA (Asociación Internacional de Psicoanálisis), es lo que ofrece a ese grupo para el cual su “enseñanza era lo bastante valiosa, incluso lo bastante esencial, como para que cada uno al deliberar haya indicado que prefería su mantenimiento frente a la ventaja ofrecida” (3) por la institución oficial. En Comentarios para la Ecole Freudienne de Paris sobre la Fundación de la Escuela Freudiana de Buenos Aires (1975), Masotta señala que fue esa razón lacaniana la que impulsó a fundar EF de BA, sin embargo en este caso ha sido “menos el resultado de una oposición que un fenómeno tangencial”. Con Masotta fue posible volver a hablar de Freud, retorno que se impulsa no sin Jacques Lacan, hecho al menos controversial: en la Asociación Psicoanalítica Argentina, los gigantes del sillón (como los llama Masotta) que habían heredado el nombre de la institución por Freud creada, ya no hablaban de él. El movimiento masottiano – que continúa siendo el nuestro- es el de renovar la alianza con el descubrimiento de Freud haciendo del discurso psicoanalítico el lazo social de un análisis, siendo la escuela una fundación sostenida en la apropiación de una tradición que la fundamenta. Germán García habla de tradición en tanto que fundar es imposible ya que toda fundación es retroactiva. ¿Qué es una institución analítica? ¿Qué es un fin de análisis? ¿Cómo autorizarse como analista cuando ya no se trata de un análisis
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didáctico? ¿Cómo transmitir sin caer en el saber universitario? ¿Cómo dirigir sin ser un jerarca? ¿Cómo formar psicoanalistas en serio y no en serie? Algunas de las preguntas que atraviesan las exposiciones de este número, sin que encuentren un mismo horizonte político de respuesta. Las tensiones imaginarias, los prestigios yoicos y una disputa sobre la dirección, se leen entre líneas. El punch de Benjadoro o benjadorazo. ¿Qué es una dirección? Significa, en primer lugar, un fenómeno de reconocimiento (no narcisista). Masotta señala: “Mi trabajo de enseñanza y de años, mi voluntad probada de hacer converger todo eso en la Escuela Freudiana, mi vocación de crear condiciones para que la gente pueda estudiar en común me permitieron ocupar ese lugar. Pero en el entretiempo la escuela iba creciendo, hubo ya miembros para quienes yo significaba lo mismo que la foto del tatarabuelo en el álbum familiar” (4). Además, ya no estaba en el país. Entonces, propone conservar el lugar de la dirección como vacío. Para 1979, Isidoro Vegh aparece explícitamente conduciendo un grupo que se propone instaurar una Comisión Directiva en la EF de BA, apelando a los “estatutos legales” de la institución. Nunca antes se había apelado a esto para dirimir problemas internos de la Escuela. El nombre de Benjamín Domb, aparece ligado a ese movimiento lanzado por Vegh. Tragicómicamente apoda este movimiento como el punch, el golpe de Banjadoro o benjadorazo, el golpe de una pareja de pillos, una pareja formada por un mediocre y un canallita (5) Quienes apelaron a la “cosa jurídica”, argumentaron que Masotta era el fundador pero no el dueño. ¿Qué quería Vegh? Nada sino una cierta expansión narcisista: un triunfo, mientras que Domb apodado como “el lugarteniente de la ley social” no iría muy lejos con el movimiento que decía representar.
Indica Masotta (6), “escuela” no significa sociedad. Aquella palabra, tomada de la escuela de Lacan, significa algo que hace al orden del grupo que la constituye, donde las fuerzas burocráticas internas no determinan su verdadera estructura. Resulta absurdo el movimiento de Vegh, apelar al fundamento de la ley social para decidir el momento concreto de la historia de la Escuela y su destino. Sería, prosigue Masotta, como ver a un psicoanalista apelar al juez de instrucción para probar a su paciente la incidencia de la Ley sobre su deseo. Una escuela es un Instituto en cuya existencia y durante el transcurso de cuya existencia, queda excluido – siempre - todo acto que pueda contradecir los principios que fundan el psicoanálisis, a los que la escuela consagra el todo de su proyecto y su trabajo cotidiano. Esto constituye un principio fundante, que a su vez es prospectivo, es proyectivo, es todo futuro. La comisión directiva movilizada por aquella canallesca operación queda constituida por: Susana Mizrahi, Alberto Fernández, Javier Aramburu, Evaristo Ramos, Jorge Golberg, Alejandro Ariel y Juan Carlos Fabricius. Con alguno de estos nombres, como el de Mizrahi, Masotta mantenía una relación muy cercana y una correspondencia, incluso, sobre sus pasos contra la movida de Isidoro. Desconociendo esa Comisión Directiva, quienes garantizan la continuidad de la EF de BA son: Oscar Masotta, Germán García, Gerardo Maeso y Jorge Jinkis. Con este movimiento se renueva un pacto y Masotta refunda su escuela, el 19 de junio de 1979. La Escuela Freudiana que fue durante cinco años “de Buenos Aires”, continúa bajo el nombre de Escuela Freudiana de Argentina, ésta prosigue, entonces, lo que comenzó en 1959 con un hallazgo de Oscar: el discurso de Lacan. Ecos de Oscar Masotta “Sólo tendremos psicoanalistas si la banda que hoy nos lee, se mantiene hasta mañana” Masotta O. (1979) (7)
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Entonces, “la institución es un discurso cuando se deja transformar por lo que produce y es palabra vacía cuando quiere reprimir con sus ‘reglamentos’ aquello mismo que la hizo posible” (8). A este nuevo pacto, suscriben: la Escuela Freudiana de San Pablo, la Biblioteca Freudiana de Rosario, la Biblioteca Freudiana de Barcelona y el Instituto Gallego de Estudios Freudianos. A esta refundación, dos meses después, le siguen tres renuncias: G. Maeso, J. Chamorro y S. Basz. En “Oscar Masotta y lo tragicómico: una versión del exilio”, Enrique Acuña señala que el proyecto de Masotta no estaba plenamente desarrollado a su muerte en 1979, donde la Biblioteca Freudiana se desarrolla, luego, conducida por Germán L. García. Un año después de su muerte, se puso en acto una política de olvido de su enseñanza, cuando en Caracas (1980) algunos analistas argentinos se encuentran con Lacan sin esa referencia. Sin embargo, continúa Enrique Acuña: “En la Argentina algo indestructible de ese deseo se hace metonimia en una serie de fundaciones que, con el regreso de García toma forma en diversas ciudades: las Bibliotecas Freudianas, que realizan un cierto retorno a Masotta bajo la modalidad de un futuro anterior”. Hoy las bibliotecas de la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas (AAPP) y, por lo tanto, las de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones (APM), hacen eco de ese deseo vivo. Notas: (1) García, Germán: (1978) “La escritura de la enseñanza”. En Homenaje a Oscar Masotta. Versión Facsimilar. Ediciones RSI. Colegio de Estudios Analíticos, Buenos Aires: 2020. (2) García, Germán: (1978) Una respuesta. En Homenaje a Oscar Masotta. Versión Facsimilar. Ediciones RSI. Colegio de Estudios Analíticos, Buenos Aires: 2020.
(3)Lacan, Jacques: Proposición del 9 de octubre de 1967 del analista de la Escuela. En Otros Escritos. Paidós, Buenos Aires, 2012 (4) Masotta, Oscar: (6 de mayo de 1979). Nueve cartas públicas. Carta N° 6. En Homenaje a Oscar Masotta. Versión Facsimilar. Ediciones RSI. Colegio de Estudios Analíticos, Buenos Aires: 2020. (5) Masotta, Oscar: (1979). Carta N° 13. En Homenaje a Oscar Masotta. Versión Facsimilar. Ediciones RSI. Colegio de Estudios Analíticos, Buenos Aires: 2020. (6) Masotta, Oscar: (5 de mayo de 1979). Nueve cartas públicas. Carta N° 3. En Homenaje a Oscar Masotta. Versión Facsimilar. Ediciones RSI. Colegio de Estudios Analíticos, Buenos Aires: 2020. (7) García, Germán: (1980) Oscar Masotta y el psicoanálisis del castellano. Ed. Argonauta. Pág. 11 (8) Puntuaciones. Notas de los compiladores (agosto de 1979). En Homenaje a Oscar Masotta. Versión Facsimilar. Ediciones RSI. Colegio de Estudios Analíticos, Buenos Aires: 2020.
Bibliografía: -Acuña, Enrique: Oscar Masotta y lo tragicómico: una versión del exilio. En Resonancia y silencio. Psicoanálisis y otras poéticas. Edulp: La Plata, 2009. -Escuela Freudiana de Buenos Aires Cuadernos Sigmund Freud N°5/6. Escuela Freudiana: el discurso y la fundación. Ed. Nueva visión. (1977 [1978]). -García, Germán: Oscar Masotta y el psicoanálisis del castellano. Ed. Argonauta. 1980. -Masotta, Oscar: Comentarios para la Ecole Freudienne de Paris sobre la Fundación de la Escuela Freudiana de Buenos Aires. En: 4
http://www.descartes.org.ar/masotta-fundaci on.htm Homenaje a Oscar Masotta. Versión Facsimilar. Ediciones RSI. Colegio de Estudios Analíticos, Buenos Aires: 2020.
(*)Julia Pernía. Coordinadora del módulo de investigación “Psicoanálisis y los acontecimientos del discurso”. Docente del Instituto Sigmund Freud. Miembro de la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas (AAPP).
-Lacan, Jacques: Proposición del 9 de octubre de 1967 del analista de la Escuela. En Otros Escritos. Paidós, Buenos Aires, 2012
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En curso Lo colectivo y el ideal, lo universal y el uno por uno (*) Por Daniela Correa (**)
“El perjudicado crea a su partenaire ‘como anillo al dedo’” (Enrique Acuña)
El presente escrito constituye un estado de investigación en curso, efecto del módulo: “Infancias: psicoanálisis y discursos actuales" de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones. Antecede y causa las líneas aquí expuestas, la clase “Consentimiento y posición del inconsciente” dictada por Christian Gómez en el marco del seminario "Trauma y sexuación: psicoanálisis, angustia y deseo" (2021) de la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas. A su vez, responde a la propuesta que él hiciera, en tanto Director de Enseñanzas del Instituto Sigmund Freud, de estudiar las identificaciones en lo colectivo y el ideal, lo universal de la ley que enmarca al niño y la diferencia del caso por caso. Parto, entonces, de la Ley N° 26.061 de “Protección Integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes” para diferenciar entre lo social y el inconsciente. Me
interesa situar, por un lado, lo universal del derecho enmarcado en una ley que domina lo colectivo en el niño. Por otro lado, el hecho de que en el sujeto hay articulaciones dobles (social-inconsciente), a partir del libro El perjuicio y el ideal -hacia una clínica social del trauma- (1999) de Paul-Laurent Assoun, libro al que se refiere Enrique Acuña en su texto “Dialéctica del perjudicado y el prestador”. La Ley N° 26.061 fue sancionada el 28 de septiembre de 2005, y promulgada de hecho el 21 de octubre de 2005. La misma “tiene por objeto la protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes que se encuentren en el territorio de la República Argentina, para garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de aquellos reconocidos en el ordenamiento jurídico nacional y en los tratados internacionales en los que la Nación sea parte”. 5
Es de aplicación obligatoria, interés superior y responsabilidad gubernamental; es decir que los organismos del Estado tienen la responsabilidad indelegable de establecer, controlar y garantizar el cumplimiento de las políticas públicas con carácter federal. Ofrece principios, derechos y garantías, entre ellos el derecho a la vida, a la dignidad y a la integridad personal, derecho a la identidad, a la educación, a la libertad, a opinar y a ser oído, etc. Las niñas, niños y adolescentes son tomados aquí como sujetos de derechos y personas en desarrollo. Los Organismos del Estado deben garantizar programas gratuitos de asistencia y atención integral que promuevan el cumplimiento de esta ley, la cual a su vez posee un principio de igualdad y no discriminación, es decir, que las disposiciones de esta ley se aplicarán por igual a todos los niños, niñas y adolescentes, sin discriminación alguna. Provee un sistema de protección integral de los derechos bajo medidas de protección, con órganos administrativos. En la ciudad de Oberá, en la cual resido, como organismo municipal se encuentra una dependencia de la Secretaría de Desarrollo Humano denominada Departamento de niñez, familia y mujer, que se encarga del abordaje de todo tipo de problemáticas donde se hallen vulnerados los derechos de niñas, niños y adolescentes, quienes poseen comunicación directa con la justicia para dar intervención inmediata en dichos casos. Se configura un mapa discursivo donde vale preguntarse desde dónde se organizan y qué promueven estos discursos. Paul-Laurent Assoun, en su libro El perjuicio y el ideal -hacia una clínica social del trauma-, refiere que lo que la clínica encuentra en lo cotidiano de la enfermedad es un cierto sentimiento de perjuicio. Esta referencia a los “perjuicios” determina una posición donde el sujeto organiza su discurso, su estilo de vida inconsciente, su relación con los demás, alrededor de esta convicción de un perjuicio cuya eventual reparación exige. Es un sujeto que tiene de qué quejarse, pero lo hace bajo un hecho colectivo indisoluble, “generalizado”, es un hecho social en el cual la posición singular de los sujetos está articulada.
Hay una socialización del perjuicio, el Otro social lo reconoce, lo sitúa y lo instituye. Instaura un discurso con un significante amo de “la exclusión”, bajo el cual se ordena toda esta lógica, reglamentando un goce social. Se trata de un sistema para todos, de un tratamiento del perjuicio. Cito, “¿Qué hacer con un síntoma o con una discapacidad? Solución: crear una asociación. ¿Qué hacer con un trauma? Solución: ayudar a las víctimas. ¿Qué hacer con una anomia -sexual(homosexualidad)? Solución: una sub-cultura (gay). ¿Qué hacer con una anomia sociocultural (desculturación)? Solución: una forma de creación (rap). ¿Qué hacer con una anomia identitaria (toxicomanía)? Solución: transformación de los bienes químicos en algo que sirva para “crear”. ¿Qué hacer con una anomia socioeconómica (desempleo, endeudamiento)? Solución: autogestión de la penuria, de la miseria “temperamental””. Enrique Acuña en “Dialéctica del perjudicado y el prestador”, plantea que nos encontramos en un nuevo siglo donde las políticas de Estado se basan en un derecho a la salud para todos, como lo que denomina una nueva metáfora de lo jurídico sobre la medicina en la figura del perjudicado; donde las terapias de salud mental estarían entre lo público y lo privado. En este artículo, me encuentro con un detalle del libro Actualidad de trauma, en el que Germán García en torno al síndrome postraumático, señala que el trauma anula la angustia. Aparece el “estrés” que, como categoría de un manual psiquiátrico (DSM), clausura la angustia dando lugar a un “desorden”. Esto es un ejemplo clínico de cómo lo traumático victimiza y aparece entonces la figura legal del perjudicado. Es una dialéctica en la cual hay un perjudicado por un elemento externo (otro), producto de lo cual es efecto de un daño objetivo, cuantificable. La demanda jurídica entonces aparece, siendo esta quien justifica el circuito social del sufrimiento. Podríamos aquí pensarlo desde la lógica de los cuatro discursos de Jacques Lacan, en la cual ubicaríamos estas políticas dentro del discurso de la ciencia, bajo un
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significante que orienta y regula un sistema para todos, organizado de manera objetiva. A contraparte de esto, el psicoanálisis se lee aquí como otro discurso, donde el afecto según la teoría freudiana se constituye en dos tiempos a partir del síntoma como efecto que remite a una causa desconocida para el sujeto, se trata del trauma que luego se desplaza al fantasma. El factor sorpresa del trauma tiene que ver con que el yo no lo espera, pero el fantasma lo determina. Luego, Freud abandona la teoría del trauma e introduce la teoría del fantasma creando una exterioridad interior. En el discurso de la ciencia, el perjudicado es la víctima en alianza con el asistencialismo, es decir con un prestador. El par perjudicado-prestador produce un excedente que es un plus-de-goce, una plusvalía dice Paul-Laurent Assoun, que se encuentra entre el sujeto del síntoma perjudicado y el otro social. Existe entonces una clínica social del trauma con un nombre que ofrece "identidad" según cada afección: "mujer golpeada", "niño abusado", “adicto”, etc… El perjudicado se dirige al otro social y moldea sus síntomas a lo que ese Otro le ofrece y determina el síntoma; es por eso que se trata de un síntoma social en este punto, a diferencia de lo que llamamos síntoma analítico en la clínica del psicoanálisis. Son las nuevas bodas, y el anillo de goce, donde “el perjudicado crea a su partenaire “como anillo al dedo” cuando este piensa que había ofertado solo un significante al rasgo de la víctima. En esas bodas se degrada la demanda a la necesidad, escapando el deseo como un plus” (Enrique Acuña). Es una dialéctica donde el otro social crea políticas de Estado para todos, iguales, como ser la “Ley de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes”; pero, ¿qué lugar para el sujeto allí? El psicoanálisis da cuenta de una falla en el discurso jurídico, que permite me pregunte, ¿realmente la categoría del perjudicado agotaría el campo del sujeto?, o ¿hay ahí algo que se escapa, un resto? En su clase: “Consentimiento y posición del inconsciente”, Christian Gómez plantea que en la lógica del perjudicado, hay una dimensión
a-temporal del trauma; tomo dicha noción para mi hipótesis en la cual el sujeto responde a partir de una interpretación acerca del origen de dicho trauma, es decir que se identifica en una posición subjetiva (generalizada-para todos), ej.: víctima; donde prevalece un sentimiento de perjuicio, una queja de la cual no sabe el objeto pero que sufre pasivamente, es un intermedio entre el determinismo inconsciente y los emblemas sociales. En el discurso del psicoanálisis hay un consentimiento a que existe una causa, vacía del sentido común, que obliga a otra apuesta. El psicoanálisis se enfrenta con el desafío de la estructura perjudicada de la subjetividad, pero para llegar al hueso debe atravesar este orden imaginario que rodea al sujeto, hacer caer los efectos del significante del perjuicio, vaciarlo de sentido; introducir allí un enigma en el cual se apele a otra apuesta. Hay una división del sujeto entre la verdad y el saber, donde en palabras de Freud “allí donde ello era, allí como sujeto debo advenir yo”, es eso a lo que el sujeto consiente, a que hay una causa, pero que esta es vacía para el sujeto, ya que se trata de aquello que no solamente puede estar en un detalle del discurso del otro, sino que algo de ese detalle toca al sujeto del inconsciente; la causa está en el mismo punto donde el objeto divide al sujeto y lo estructura en esa división, Lacan pone allí una verdad, y en cuanto se consiente a ello, adviene el sujeto en análisis. Hay un goce (del uno por uno) que no se someterá entonces a ninguna ley, ello no implica que las leyes fracasan en su totalidad, es más, son necesarias para un orden social, pero de ellas siempre escapa algo. El psicoanalista debe entonces hacer creer que es parte de la lógica de un prestador, pero para hacer nombrar una certeza del sufrimiento con un enigma que es el síntoma, dividir al sujeto, separar la marca del significante del lugar de la causa para vaciarla y obtener así la causa como vacía. El psicoanálisis es entonces posible en el momento en el cual toma aquello que retorna en la falla de ese saber, donde aparece un resto no calculado por el discurso científico. Se trata de otra apuesta y un nuevo azar, una contingencia por venir. Un nuevo
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golpe de suerte, ya no necesario, en el sentido de lo generalizado, el para todos, sino del orden del deseo.
-Ley de protección integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes. Nº 26.061. Disponible en http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet /anexos/110000-114999/110778/norma.htm
(*) Este escrito constituye un recorte de investigación enmarcado en el Módulo de investigación: “Infancias: psicoanálisis y discursos actuales”. Responsable: Carla Pohl, Coordinadora: Aldana Macena, Asesora: Claudia Espínola, Participantes: Claudia Fernández, Carla Bertinetti, Daniela Correa.
-Gómez, Christian: Consentimiento y posición del inconsciente. Versión resumida de la clase dictada el miércoles 7 de julio de 2021 en el marco del seminario anual de la Red de Asociaciones Analíticas y Publicaciones Periódicas-AAPPTrauma y sexuación: psicoanálisis, angustia y deseo. Disponible en https://seminarioenriqueacuna.wordpress.co m/2021/07/20/consentimiento-y-posicion-delinconsciente-por-christian-gomez
(**) Daniela Correa: Integrante del módulo de investigación “Infancias: psicoanálisis y discursos actuales”, de la Biblioteca Freudiana Oberá. Participante de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones. Bibliografía:
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-Assoun, Paul-Laurent: El perjuicio y el ideal. Hacia una clínica social del trauma. (1999)- 1ra ed. Buenos Aires: Nueva Visión, 2001. -Acuña, Enrique: “Dialéctica del perjudicado y el prestador”. En Microscopía n° 71, Diciembre de 2007.
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Catálogo de Bibliotecas
*Biblioteca Freudiana Oberá
*Biblioteca Oscar Masotta
-Acuña, Enrique (compilador): Vidas Pulsionales. El Ruiseñor del Plata. Ediciones de la Biblioteca Freudiana. La Plata. 2018.
- Acuña, Enrique: Epifanía de los epitafios. Letritas del changarrito. México. 2013. (Donación Enrique Acuña).
-Freud, Sigmund: Obras completas Tomo III. Biblioteca Nueva. España. 2007.
-Miller, Jacques-Allain: Causa y consentimiento. Los cursos psicoanalíticos de Jacques-Allain Miller. Editorial Paidós. Buenos Aires. 2019.
-Lacan, Jacques: Seminario 17. El reverso del psicoanálisis. Ediciones Paidós. Buenos Aires. 2016.
*Biblioteca Freudiana Iguazú -Acuña, Enrique (compilador): Curarse del lenguaje -locuras y psicosis. El Ruiseñor del Plata ediciones. La Plata. 2016. -Masotta, Oscar: Ensayos lacanianos. Editorial Anagrama. Barcelona. 1976. -Foucault, Michel: Tecnologías del yo. Ediciones Paidós. Buenos Aires. 2008.
-Escuela Freudiana de Buenos Aires. Cuadernos Sigmund Freud nº 5-6. Escuela Freudiana: El discurso y la fundación. Buenos Aires 1976. (Donación Julia Pernía). Boletines: -Microscopía -el psicoanálisis entre los intersticios de la cultura- Boletín mensual Biblioteca Freudiana de La Plata. Año 20 N° 208. Noviembre de 2021. https://issuu.com/aplp/docs/microscop_a_novie mbre_2021_1_
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Agenda de Módulos de Investigación
●
Psicoanálisis y salud pública
●
Infancias:
Psicoanálisis
y
Miércoles 8 de diciembre, 20:15 hs.
discursos actuales
Responsable: Claudia Espínola.
Jueves 23 de diciembre, 20:30 hs. Responsable: Carla Pohl.
●
Lectura
de
los
casos
de ●
Sigmund Freud
El
psicoanálisis
ante
las
Jueves 9 de diciembre, 20:00 hs.
tecnologías del yo
Responsable: Fernando Kluge.
Lunes 27 de diciembre, 19:30 hs. Responsable: Claudia Fernández.
●
Actualidad
de
respuestas
●
la
clínica-
a
lo
●
El
psicoanálisis
y
los
contemporáneo
acontecimientos del discurso
Jueves 16 de diciembre, 20:30 hs.
Lunes 27 de diciembre, 20:30 hs.
Responsable: Christian Gómez.
Responsable: Rodrigo Cibils.
Los conceptos fundamentales
●
Recepciones: el psicoanálisis
del psicoanálisis
en la cultura
Lunes 20 de diciembre, 20:00 hs.
Lunes 27 de diciembre, 20:30hs.
Responsable: Claudia Espínola.
Responsable: Fernando Kluge.
(*) Las reuniones se encuentran sujetas al DISPO y protocolos vigentes.
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Televisión - Canal de la Asociación de Psicoanálisis de Misiones.
Radiofonía -Ivoox-. Radiofonía - voces del psicoanálisis en movimiento- Spotify.
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