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Casa Quito
from CASAS 109
Casa BC
Buscar el vértigo y el extravío
Por Paulina Terán. FoTos: BicuBik, seBasTián cresPo
Abrazada por la sobrecogedora vista de la quebrada del Río Machángara, esta casa en Cumbayá ofrece inspiración infinita y flexibilidad para quienes la habitan. De hecho, la pandemia puso a prueba su diseño, demostrando que el mismo permite descubrir cada día una nueva perspectiva, un nuevo camino y una nueva posibilidad, creando el refugio ideal para el encierro.
uando se comprende que la arquitectura es materialidad y que esa materialidad no se ocupa, que lo que se habita es su espacio vacío, se intenta organizar la materia de tal manera que deje lugar a la búsqueda natural del ser humano y a la expresión cotidiana de la misma: el deseo de ir más lejos, de enfrentarse a lo incierto, de construir y destruir creencias a diario y de encontrarle un nuevo sentido a la existencia que, sin estímulos que la enriquezcan, se volvería monótona e intransitable. Esta casa, que se enfrenta de lleno a la quebrada del Río Machángara, fue pensada para oponerse a esa monotonía. Al diseñar el proyecto, Alfonso Bucheli y Paz Rodríguez, sus arquitectos, se inspiraron en la corriente del brutalismo, y dentro de ese brutalismo, más precisamente, en el esencialismo, sobre todo el del célebre arquitecto brasileño Paulo Mendes da Rocha. “La corriente a la que nosotros pertenecemos es la corriente brutalista y después nace otra corriente que se llama esencialismo” empieza a explicar Alfonso. “Lo que pasa es que el brutalismo se enfoca demasiado en los materiales; pero Mendes da Rocha habla más de esencialismo, desde el que se pretende buscar esa conexión con el sitio a través de los materiales y con la arquitectura a través del espacio C que logras. En esta casa, por el privilegio que ofrece su paisaje, se daba muy natural que esta fuera su materialidad” agrega Paz
el uso inteligente del terreno empinado, el juego de volúmenes y módulos, la utilización del vidrio y decisiones estructurales como la de crear un volado, contribuyeron a la creación de un efecto general de vértigo.
y, para completar la idea, Alfonso concluye: “Es entender que la arquitectura se hace de volúmenes y no de superficies. Mostrar los materiales con los que se hace la arquitectura te enseña cómo se conforma. La arquitectura es la materia y no se ocupa”. La casa que más tarde se llamaría simplemente “Casa BC”, fue el primer proyecto que Alfonso y Paz realizaron juntos después de graduarse de arquitectos y fue creada para los padres de Alfonso. El terreno tenía una fuerte pendiente (de treinta metros), por lo que, desde el principio, se buscó que la casa se relacionara mucho con el paisaje. “Queríamos lograr una casa introvertida, pero con mucha relación con el exterior. Por eso utilizamos esta tipología que se conoce como vivienda bi-nuclear, es decir, que está separada en dos núcleos o dos bloques: el privado y el público. Lo que hicimos fue reinterpretar esta tipología, propuesta por el arquitecto Marcel Breuer (Pécs, Hungría, 1902 - New York, 1981), para que con la tensión entre los volúmenes se pudiera dominar la naturaleza,
“Desde el esencialismo se pretende buscar esa conexión con el sitio a través de los materiales y con la arquitectura a través del espacio que logras. en esta casa, por el privilegio que ofrece su paisaje, se daba muy natural que esta fuera su materialidad” explica Paz.
generar un espacio para que se desarrolle lo doméstico, a dividir los usos, a tener mejores condiciones y de luz y, además, se adaptaba muy bien a la topografía” dice Alfonso. Pero, además, esta tipología los ayudó con la estructura, específicamente con la creación de espacios a partir de módulos. “Nos gusta trabajar con módulos que nos ayuden a integrar. Partimos del módulo 1,20 x 1,20 que, aunque parezca muy rígido resulta flexible, pues está pensado para que, si la casa llega a convertirse en un departamento, pueda hacerse sin problema” dice Alfonso y Paz agrega: “La casa, en realidad, es dos casas que salen de la montaña. La una corresponde a la zona privada y la otra a la zona social. Pero es interesante porque los espacios tienen casi las mismas medidas, pero diferentes usos”. “Lo que queríamos demostrar es que la configuración la pone el habitante; ya no es un objetivo de la arquitectura, sino es un objetivo muy doméstico. Cada habitación tiene su personalidad y no viene dado por sus medidas, sino por su uso” concluye Alfonso. Así, cada espacio se puede adaptar a diferentes objetivos. Por ejemplo, el piso principal, que es el primer piso hacia abajo, es hoy realmente el espacio que funciona estrictamente como vivienda y podría decirse que ya se desenvuelve como un departamento independiente desde este momento. El desplazamiento de los volúmenes también puso otras cosas en su lugar, como la climatología y el paisajismo. Se ubicaron las “casas” en los lugares que recibieran suficiente luz para mantenerse fresca en el día y abrigada en la noche. Además, un bloque está adelante del otro, para que ambos pudieran acceder a la vista. “El desplazamiento de los volúmenes no solo va en altura, sino que uno va adelante del otro para poder garantizar que las dos cajas puedan disfrutar de la vista de la quebrada del Río Machángara” explica Paz. La pendiente de terreno terminó de aprovecharse al máximo, al reemplazar los árboles que ocupaban el terreno originalmente (eucaliptos, cuya implantación suele desgastar terriblemente el suelo), por especies nativas, creando un precioso ecosistema de quebrada que dio espacio para plantas frutales (taxo, granadilla y maracuyá) y la visita cotidiana de varias especies de aves. En cuanto a los materiales, predominan el hormigón, la madera, el vidrio y el acero oxidado. Para escoger los espacios en los que se ubicarían estos materiales también se partió de la misma filosofía: “Tuvimos reglas estrictas al escoger los materiales: todo lo que
tocara tierra iba a ser de hormigón y todo lo que tocara aire, iba a ser de acero. Los espacios interiores son de hormigón pulido y los pisos exteriores son pisos de madera. Además, utilizamos mucho vidrio. No solo modulamos la planta, sino que también modulamos la fachada. Tenemos esta idea de que el vidrio de alguna manera quiere desaparecer, por eso queríamos que el vidrio fuera fijo. Desarrollamos tres tipos de paneles: uno que es fijo, que nos ayuda a controlar el sol y la perspectiva; otro que es fijo y tiene una ventana en el medio y otros que son puertas corredizas” explica Alfonso. En cuanto a la madera, se utilizaron dos tipos: una para los pisos del exterior (seique, más oscura) y otra para los tumbados interiores (retazos de madera tríplex) al exterior en los tumbados. Finalmente, el uso inteligente del terreno empinado, el juego de volúmenes y módulos, la utilización del vidrio y decisiones estructurales como la de crear un volado, contribuyeron a la creación de
un efecto general de vértigo que resulta fascinante y que termina de convertir a esta casa en una fuente constante de inspiración, algo que, según Alfonso y Paz, se volvió completamente evidente durante estos meses de cuarentena: el encierro en esta casa fue un verdadero deleite. “Aquí, de alguna manera, el paisaje entra en la casa. En la habitación master todo es vidrio y se siente como si el paisaje entrara y como estás en un lugar muy alto, se crea este efecto vertiginoso” dice Alfonso, a lo que Paz agrega: “La casa tiene el privilegio de contar con dos circulaciones. Puede funcionar muy bien en el interior, como en el exterior. La forma en que recorres la casa no siempre es la misma. La capacidad que tienes para caminar y recorrer estando aquí es enorme y cuando hacemos el recorrido con la gente que viene a conocer el lugar, empezando a nivel de calle y conociendo la casa de arriba hacia abajo ofrece intervalos de casa, terraza y jardín, casa, terraza y jardín que hacen a este tránsito algo sumamente interesante”.
“Tuvimos reglas estrictas al escoger los materiales: todo lo que tocara tierra iba a ser de hormigón y todo lo que tocara aire, iba a ser de acero. los espacios interiores son de hormigón pulido y los pisos exteriores son pisos de madera. además, utilizamos mucho vidrio” explica alfonso