Los Dominicos

MUY PERSONAL

Tanto en su conjunto, como en cada espacio y detalle, esta casa encanta por su calidez y por la fascinación que su dueña tiene por la decoración. Esta pasión la ha movido desde que tiene recuerdo y es justamente el motor para que cada rincón se disfrute al máximo.

Por: Catalina Plaza / Fotos: Matías Bonizzoni / ProduCCión: FranCisCa reyes C.

este maravilloso jardín de invierno es uno de los lugares favoritos de todos los integrantes de esta numerosa familia. aquí se disfruta, en toda época, de un ambiente acogedor y lleno de luz, además de una preciosa vista al exterior.

al entrar a la casa se impone esta escala que fue remodelada por el decorador Francisco silva, quien agregó los balaustres de madera. a un costado, llama la atención el conjunto de cuadros de diversos artistas que –sobre el muro pintado a rayas– le da mucha vida al lugar.

E

l instinto y el carácter son dos claves muy importantes al momento de decorar, son las llaves que abren la puerta a lugares originales con un una personalidad definida. A esos que no aburren y a los que se le suman nuevos muebles y objetos atemporales. Nada de modas. Salvo uno que otro detalle. Al entrar a esta casa se hacen patentes estas premisas. Su dueña se fascina con el tema y desde que se cambió, hace alrededor de tres años, no ha parado de trabajar para que cada espacio adquiera un toque especial. En un comienzo trabajó codo a codo con el decorador Francisco Silva, que estuvo a cargo de varias de las remodelaciones, la arquitectura interior y, por supuesto, en la propuesta en decoración. Su sello, sumado a los aportes de la dueña de casa, se transformaron en un gran complemento.

desde el living se accede a esta terraza de dos ambientes y que es el lugar ideal para disfrutar del jardín proyectado por el paisajista Cristóbal elgueta.

“Francisco se hizo cargo de todo, incluso de las modificaciones de la casa. Decoró muchos de los espacios. El trabajo de él me encanta y lo sigo hace mucho tiempo. Cuando compramos la casa y me encontré con que en el segundo piso estaba lleno de boiseries, un sello de él, inmediatamente lo llamé”, cuenta. Así, en cerca de 7 meses se cambiaron desde pisos y ventanas, hasta cocina, baños y terrazas. Con nueva fisonomía, hoy los casi 600 metros cuadrados ya tienen nueva identidad. Claro que aunque los trabajos de remodelación ya quedaron atrás, en esta casa siempre hay movimiento. Su dueña no le ha puesto punto final al tema de la decoración; muy por el contrario, reconoce que siempre está pensando en cambiar algunos tapices o incorporar nuevos muebles u objetos. Apasionada por el tema desde siempre, se fascina armando espacios nuevos o dándole un toque diferente a los ya establecidos. Tanto así que admite, cuando pasamos por una pieza de alojados y celebramos una linda silla, que tiene varias más guardadas y que piensa llevárselas a la casa que están construyendo en la playa. Otro desafío más que la tiene muy contenta.

en el living destacan obras de grandes artistas chilenos como Matilde Pérez, Benjamín lira, Josefina Guilisasti y Maite izquierdo.

en todas las piezas se nota una especial dedicación de la dueña de casa. abundan las lámparas de lágrimas, las muy bien escogidas alfombras y cojines que le dan un toque especial a cada ambiente. a la izquierda, la pieza de alojados y en esta página, la pieza principal.

El dormitorio infantil: un clásico de buen gusto que combina hábilmente muebles vintage con decoración delicada, pero muy colorida para no perder la esencia de este tipo de cuartos. Una alfombra para albergar los detalles más bonitos de estos espacios y un papel tapiz de ensueño para quien duerme plácidamente en esta habitación. Desde los ventanales de esta casa se vislumbra la silueta de un winter garden, uno de los espacios más sorprendentes de esta casa: un lugar de relajo y encuentro. Los hijos de este matrimonio, que suman 7 –de entre 31 y 7 años–, aprovechan mucho cada rincón. Desde aquí, la vista al jardín proyectado por el destacado paisajista Cristóbal Elgueta se transforma en un verdadero espectáculo. Como en cada lugar, se disfruta también del buen gusto y la calidez.