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LA ARQUITECTURA DE RICARDO BOFILL (2DA PARTE)

LA ARQUITECTURA DE RICARDO BOFILL (2DA PARTE)

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Vladimir Belogolovsky: Hablando sobre Walden-7 y otros proyectos experimentales tempranos, usted dijo que cada una de sus obras era diferente porque no le interesaba simplemente producir una arquitectura “hermosa”, sino experimentar en el proceso. ¿Podría contarnos más sobre eso? Ricardo Bofill: Me gusta el tipo de arquitectura que es simple, basada en formas naturales y construida con materiales nobles, pero no caros. No me gustan los excesos, los lujos, las formas o los materiales costosos. Me gusta la arquitectura minimalista y sensual. La arquitectura tiene que ver con el proceso. La metodología es un componente clave en el proceso creativo. No existe un método fijo. Cada proyecto debe tener su propio método. Algunos proyectos se basan en ideas preconcebidas, mientras que otros se basan enteramente en el proceso. Es importante tener motores dentro de uno que impulsen el cambio y provoquen la evolución. Estar insatisfecho y ser crítico de tu propio trabajo es muy importante para mantener esos motores internos en constante funcionamiento. En cuanto a mis primeros trabajos de las décadas de 1960 y 1970, fueron muy interesantes en sí mismos, pero cuando me enfrenté a una escala mucho mayor de una ciudad entera como Francia u otras partes del mundo, estos primeros proyectos perdieron relevancia. Vuelvo a incidir en lo mismo: muchos arquitectos se repiten a sí mismos, no son críticos de sus trabajos; Siguen persiguiendo el mismo proyecto por todo el mundo. Desarrollan un estilo. No evolucionan. No me gustan las personas satisfechas. Yo prefiero ser crítico conmigo mismo. VB: Usted dijo que era uno de los pioneros del posmodernismo. Pero que una vez que el posmodernismo se estableció y se convirtió en un estilo, ya no estaba interesado. ¿Es esto correcto? RB: Estás en lo correcto. En esa época, no sabíamos el nombre del movimiento, pero la idea que yo tenía era la de recuperar algunos de los elementos históricos de la arquitectura, la tradición que fue cortada en los años 1920 y 1930. Entonces la arquitectura se convirtió en una tabula rasa. La historia quedó prohibida. Le Corbusier y Mies van der Rohe fueron seguidos ciegamente en todas las regiones del mundo. Por este motivo, este giro a la historia fue bien recibido. Pero cuando el posmodernismo se hizo popular y fue aceptado en los Estados Unidos y en el mundo, también se convirtió en un estilo. Y con el tiempo se volvió irónico y hasta vulgar. Una vez que se convirtió en un movimiento, yo ya no estaba interesado. VB: Usted prefiere llamar al trabajo que hizo en la década de 1980 clasicismo moderno en lugar de posmodernismo. ¿A qué se debe eso? RB: El posmodernismo se hizo popular después de la Bienal de Venecia de 1980 y, durante un tiempo, estábamos todos muy entusiasmados con él. Pronto yo me di cuenta de que estaba realmente interesado en la arquitectura moderna y en aspectos tales como la eficiencia y el tratamiento minimalista. Pero también estaba muy interesado en la arquitectura clásica y quería combinar estos intereses. No me interesaba el neoclasicismo, que trata de aplicar las reglas académicas de la arquitectura clásica de manera repetitiva y aburrida. Así que estaba tratando de combinar lo mejor del modernismo y lo mejor de los estilos clásicos. Aun me gusta la arquitectura clásica. Me gustan sus nociones de secuencia de espacios, sus sistemas de proporciones y su esfuerzo por la perfección, aunque esta nunca sea alcanzable. Todavía, esta es la arquitectura de la cultura que lucha contra la arquitectura de los bárbaros,

la arquitectura sin reglas, la arquitectura del caos y la deconstrucción. Me gusta la arquitectura que da un sentido de tranquilidad y serenidad. Pero hoy intento evitar seguir cualquier estilo particular. No me inspiro en el vocabulario clásico, solo en su espíritu. En su lugar, nosotros incorporamos nueva tecnología, ecología y nuestra propia historia para escribir arquitectura como un novelista escribiría un libro. VB: ¿Sigue usted siendo un idealista? Cuando piensa en el futuro de la ciudad, ¿qué tipo de urbanismo y arquitectura se imagina? RB: Sí, el mundo entero está siendo urbanizando a una velocidad increíble y nuevas mega ciudades están surgiendo en todas partes. Pero aún hoy debemos preocuparnos por las cualidades y aspectos que apreciábamos de nuestras ciudades antiguas: ser compactas, peatonales, sostenibles, ecológicas, eficientes en lo que respecta a la gestión de residuos, y así sucesivamente. Y estas soluciones deben ser locales. No debe haber soluciones globales. Estamos proponiendo el masterplan, el proceso y muchos elementos diferentes dentro del proceso. Yo postulé mi visión para esta ciudad, pero hay muchos matices en cómo se está planificando. No estoy proponiendo una imagen preconcebida con una tipología particular de edificios. No es como si yo impusiera un criterio inamovible. No. Por ejemplo, Barcelona puede servir como un gran modelo para una nueva ciudad. Aquí tenemos un masterplan fuerte, pero al mismo tiempo, cada 20 metros, tenemos edificios muy distintivos. La visión urbana y las buenas arquitecturas funcionan bien aquí. Urbanistas de todo el mundo vienen para aprender de Barcelona.

VB: ¿En qué proyectos está trabajando ahora?

RB: Estamos trabajando en muchos proyectos ahora, como el concurso para la remodelación del estadio del Fútbol Club Barcelona [nota del editor: desde que esta entrevista se realizó, el concurso fue ganado por Nikken Sekkei, un nuevo edificio residencial en Miami, nuevas torres en Asia, nuevas ciudades en África... Y estamos trabajando en una nueva ciudad en China. Serán diez millones de metros cuadrados de ciudad para 200,000 personas en la parte sur de China.

VB: Ese es un proyecto inmenso…

RB: Y muy, muy complicado, como usted podrá imaginar...

VB: Pero espere un momento, ¡usted se ha convertido en un Le Corbusier de China!

RB: No, no, no, no... [Risas]. No, porque nosotros creemos en un enfoque muy diferente, una forma de diseñar muy distintiva, integrada y personal. No estoy diseñando esta ciudad de principio a fin.

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