Segundo, es necesario que aprendan a expresarse (en un conflicto) partiendo de sus emociones: “cuando haces X, me haces sentir de esta manera y no me gusta”. Por eso es importante que desde pequeños les empecemos a nombrar todas las emociones y no solo las básicas como alegría, amor, tristeza, miedo, enfado, asco y sorpresa; sino también las secundarias: ternura, culpa, compasión, tensión, aburrimiento, melancolía, ilusión, orgullo, gratitud, envidia y muchas más. Hay un montón de libros y cuentos que nos pueden ayudar a enseñárselas. Y por último, la negociación. Hay niños y niñas que saben negociar perfectamente. Pero para negociar primero han tenido que aprender a saber lo que quieren y a decidir entre más de una cosa. Así se enseña a negociar, aprendiendo a decidir. Cuando yo le enseño a mi hijo a tomar decisiones en una situación en la que se nos presentan varias opciones, le estoy enseñando a pensar en lo que realmente quiere, a mostrarse firme y decidir. Y posteriormente les enseñaremos a negociar si en vez de decidir les ofrecemos una negociación: “vamos a hacer un trato, ¿qué te parece si en vez de ir de paseo en bici, vamos andando y aprovechamos para recoger caracoles?” Si no quiere le preguntamos qué le gustaría hacer e intentamos llegar a un acuerdo entre lo que ambos queremos. Eso es negociar. Y todo junto, es la asertividad, que les ayudará a salir de situaciones complicadas, a resolver conflictos, a tomar decisiones, a respetar a los demás, a llegar a acuerdos,…, en definitiva: a vivir. RMGC
¡Feliz verano! ¡Feliz vida! LECTORITO FILM:
Erin Brockovich
(+13)
RMGC
Película del año 2000, dirigida por Steven Soderbergh.
Una madre de tres hijos, con problemas laborales, comienza a trabajar en un pequeño despacho de abogados. Allí conoce el caso RMGC. de una familia con problemas de salud y su relación con una gran empresa de gas y electricidad. Erin, gracias a su asertividad, consigue que su jefe luche por el caso y que muchas familias se unan al proceso. Basada en una historia real, nos cuenta como las convicciones, la empatía y lo que uno cree puede generar grandes cambios. Nominada a varios Oscars, Julia Roberts recibió el galardón por la mejor actriz, el globo de oro y el premio BAFTA. CVL
De vidas ajenas (Emanuel Carrére) Emanuel Carrére, es junto a Houllebecq, el escritor francés que más me fascina. Al pensar en un libro sobre asertividad pensé en grandes libros en los que los personajes son hechos a sí mismos, personajes de gran carisma y perfectos… pero la asertividad no es eso, la asertividad se pone de manifiesto en nuestras debilidades y en nuestras fortalezas. En esta novela, que comienza con un drama y prosigue con otro, aparece el personaje del juez de primera estancia Etienne Rigal. Personaje que se me ha venido a la mente por ejercer la asertividad, tanto en su trabajo, como al transmitir a Carrére sus pensamientos más íntimos. Una novela que habla de la lucha del ser humano contra los giros de la vida, que habla de la superación y de cómo las convicciones y la lucha por llevarlas a cabo tienen sentido desde la comunicación asertiva. Probablemente no era el libro con un personaje “súper héroe” asertivo, sino que refleja personajes reales, con principios claros y dudas. CVL
LectoGaceta
Número XXVIII AÑO 2021 VILLAMUELAS
LECTOGACETA ES UNA PUBLICACIÓN TRIMESTRAL EN LA QUE SE TRATARÁ UN TEMA DE INTERÉS. EL TEMA DE INTERÉS SE COMPLETARÁ CON UNA RECOMENDACIÓN SOBRE UNA LECTURA Y UNA PELÍCULA. LECTOGACETA SE DESARROLLA DENTRO DEL PROYECTO DE INNOVACIÓN LECTORITO Y SUS AMIGOS Y FORMA PARTE DE LA “ESCUELA DE PADRES” Y SE REALIZA INTEGRAMENTE POR EL PROFESORADO DEL CENTRO.
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El elogio más grande que me han pagado jamás, es cuando me preguntaron que pensaba y se atendió a mi respuesta” Henry David Thoreau
Durante el curso, algunos de nuestros alumnos, concretamente los mayores, recibieron unas charlas de la Asociación Anformad, sobre la resolución de conflictos. En una de las charlas les hablaron sobre la comunicación y hubo un día que les dijeron una frase que, a mí, personalmente, me encantó: “la sinceridad sin empatía, es crueldad”. Y es verdad. Siempre me ha gustado la sinceridad y he intentado en mi vida ser lo más sincera posible, pero es cierto, que en ocasiones hay que pensar lo que dices y a quién lo dices. Los/as niños/as pequeños/as, siempre se ha dicho que son crueles y que dicen lo que piensan, ¡¡claro!!, ellos y ellas no saben aun lo que es la empatía; y la empatía hacia las circunstancias vitales del otro, comienza a finales de la niñez y se desarrolla a lo largo de toda la vida.
Pero no quiero hablaros de la empatía, ni de la sinceridad, aunque están muy relacionadas con el tema de hoy: el asertividad. Vamos al diccionario: la asertividad se define como "la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta, directa y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás. Negociando con ellos su cumplimiento.” Es una definición perfecta. Pero ¿en qué fallan nuestros hijos/as para ser asertivos? Pues yo creo que en varias cosas. La asertividad nos sirve para defendernos en un conflicto, para salir de una situación que nos hace sentir incómodos o no nos gusta, pero ellos y ellas, en esas ocasiones se centran en sus intereses y en juzgar a los demás o hacer una interpretación de las acciones de los otros y en vez de resolver, empeoran la situación o incluyo llegan a realizar cosas que no quieren hacer. ¿Qué podemos hacer para ayudarles a resolver sus conflictos utilizando la asertividad? Yo creo que primero tenemos que enseñarles a no juzgar y eso implica que nosotros tampoco lo hagamos, porque el ejemplo es el único discurso que no necesita palabras, y en muchas ocasiones nosotros mismos nos pasamos el día juzgándoles a ellos y ellas u otras personas: “eres un vago”, “eres tonta”, “eres un presumido”, “el abuelo es un egoísta”, “la tía es una agarrada”, etc. ¿A quién le gusta que le juzguen?. ¿Y si en vez de juzgar decimos lo que vemos?: “veo que te pasas todo el día jugando y no estudias”, “la tía suele pensar muy bien en qué se gasta el dinero y suele ahorrar mucho”, ¿no es más positivo?.