De las soluciones habitacionales al hàbitat como construcción social. Del derecho a la vivienda al derecho de habitar! Carles Llop Torné1
Las lógicas del 0ikos ó por una ecología del habitar. Un punto de partida para enfocar la cuestión de la sostenibilidad en el tema del hábitat. Quisiera situar adecuadamente, desde mi punto de vista, el tema que aborda este compendio de reflexiones sobre la vivienda sostenible. La sostenibilidad ambiental se basa claramente en la reducción del consumo de recursos y energías necesarias para las nuevas producciones de viviendas, en el reuso de los patrimonios existentes antes de la generación de nuevos stocks, y el reciclaje permanente de materiales y de recursos antes de la producir otros nuevos. Quisiera afirmar que, desde esta perspectiva, la producción de nuevos viviendas-stricto sensuno puede ir nunca a favor de la sostenibilidad porque supone siempre la reducción de patrimonio ambiental. Sin embargo, si consideramos los factores de calidad cultural que incorpora cualquier acción constructiva: la infrastructuración del territorio, la construcción de arquitecturas; la producción de viviendas hay que entenderla, también, como una generación de nuevos recursos (artificiales pero necesarios) para a la vida humana. Es desde esta perspectiva, ecocentrada en el hombre, donde toma sentido abordar el fascinante reto de contribuir a la habitabilidad de las personas. La producción de viviendas, para dar respuesta al derecho básico (pero no alcanzado) de vivienda para cualquier ciudadano, de su familia y de su comunidad, es sistemáticamente pervertido cuando solo se aborda como un tema cuantitativo. La vivienda como un producto de consumo, mercantilizado y reducido a la expresión de un espacio entre paredes, se convierte en un objeto banalizado y alienador de la sociedad de consumo. En esta, la vida cotidiana y sus necesidades pierden su valor axiológico, determinante del sentido y de la forma del hogar, para dar lugar a una construcción vulgarizada que toma incluso otros nombres, curiosamente la expresión de una casa mutilada (el 'piso, el' techo 'de las soluciones habitacionales de los países en desarrollo por citar algunos de ellos bastante evidentes ...). Las palabras diabólicas y significativas que se usa para nombrar una vivienda ('Cuarto', 'Piso', 'Techo' ...) identifican claramente como, y hasta qué niveles, se ha pervertido su sentido, pero, sobre todo, en que acaban muchos de los más insalubres y mal llamadas viviendas. Las 'viviendas sostenibles del habitar', son todo una otra cosa. Al pensar, producir y usarlos, no sólo se busca no generar residuos ni derrochar cápita natural, sino que se busca el valor añadido con el aumento del capital cultural que significa crear viviendas eficientes, funcionales, confortables y bonitos, tanto a partir de la calidad de las tipologías, como de las formas de diversificación en su agregación y configuración de las islas vecinales. 1
Este artículo contiene aportaciones que han sido elaboradas conjuntamente con los compañeros de JLParquitectes: Sebastià Jornet, Joan Enric Pastor i l’estudi Jornet-Llop-Pastor, arquitectos.
Si la naturaleza fuera perfecta, no habría hecho falta la arquitectura2 ... Las construcciones de viviendas facilitan el habitar, pero no todas se convierten en arquitectura ni crean buena habitabilidad. Las razones de la arquitectura parten desde el primer cobijo. La historia del mundo como historia de historias tiene, en la historia del habitar, seguramente, el más maravilloso y controvertido a la vez, campo de investigación. Desde los albores de la humanidad, desde el cobijo primario y primigenio hasta las formas más desarrolladas de casas inteligentes, el hábitat es el meollo de la cultura antropocéntrica desde donde ubicarse en el mundo, desde el entorno más íntimo y doméstico, y desde donde construir la relación y comprensión de la ciudad3, y convertirse en ciudadanos. La marginalidad social, causa y efecto de la incapacidad de vivir dignamente, provoca la crisis habitacional, el espacio resultante se convierte en un lugar donde pernoctar, un refugio insalubre, una infravivienda en el mejor de los casos. Solo hay que revisar los informes nacionales e internacionales que destripan el estado de la vivienda en el mundo para darse cuenta de la permanente situación deficitaria, de la inequidad en las ofertas habitacionales, y de la extrema vulgaridad con que la gran mayoría de producciones privadas abordan el tema de la vivienda. Una vivienda digna lo es en tanto que forma parte de una arquitectura digna integral que abarca desde la casa, el barrio, en la ciudad y un territorio digno. La arquitectura del habitar comienza pues en el primer entorno de cada persona-el íntimo-y se extiende al entramado de espacios compartidos constituidos por el espacio público y el espacio colectivo. Las arquitecturas de estos espacios infinitos condicionan y determinan las relaciones del individuo con cada una, y entre ellas. El grado de ensamblaje entre los individuos y las arquitecturas acaban determinando la calidad del habitar, hasta el punto que, psicológicamente, el entorno será causa y efecto a la vez de las admiraciones más profundas y los rechazos más 6
destructivos. Solo una arquitectura de calidad puede producir un buen hábitat.
La plena sostenibilidad ambiental exige equidad social en la producción de vivienda. Recogido en muchas constituciones, el derecho a la vivienda digna es casi un derecho universal4. Sin embargo el problema del acceso a la vivienda es un reto planetario que afecta a millones de personas y marca las desigualdades sociales más determinantes de la pobreza social. El problema de la vivienda se formulará siempre desde la gestión de la habitabilidad y, en consecuencia debe plantear el tema desde un óptica integral que va desde las tipologías de la vivienda y los patrones residenciales de los conjuntos habitacionales, hasta la ciudad como 2
Así se lo he oído contar a Jean Philippe Vassal, y así le atribuyo esta punzante reflexión. La "casa es nuestro rincón en el mundo. Es-como se ha dicho con frecuencia-nuestro primer universo. Es realmente un cosmos "nos dice Gaston Bachelard. (1992, p. 34). Bachelard, G., La poética del espacio, Fondo de Cultura Económica, Col.. Breviarios, núm. 183, Buenos Aires, 1992, 281 p. 3
4
En la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, hasta la Constitución Española de 1978.
gran de comunidades de vecinos y confederación de barrios. Una concepción donde cada vivienda 'es la pieza básica que, por iteración fractal o organizada, produce barrios articulados entre sí en la conformación de una gran conjunción de piezas: la ciudad, compleja, variada, y multiforme. La sostenibilidad ambiental entendida, pues como un equivalente equidad social, exige una regularidad del proceso productivo y de gestión de la vivienda, "haciendo prevalecer el derecho a la vivienda y la función social de la propiedad, al negocio inmobiliario y al carácter de dinamizador de la economía que tiene el sector de la construcción, mediante la intervención por parte de los gobiernos."
5
Frente a las medidas exclusivamente asistencialistas y remediales hay, pues, una decidida política de equidad social que, como recuerdan y reclaman los movimientos sociales activos en una nueva manera de entender el proyecto de la vivienda, permita "Invertir radicalmente el proceso de pérdida de poder adquisitivo, erradicar la marginación y la pobreza, incentivar el trabajo y la economía social solidaria”6. Intervenir en el mercado es uno de los retos fundamentales para cambiar las lógicas de producción basadas en el consumo, por unas renovadas lógicas basadas en el servicio. No hay vivienda sin habitantes, ni ciudad sin ciudadanos, ni sostenibilidad sin sostenibilistas, ni "vivienda sostenible" sin habitantes, ciudadanos y sostenibilistas. Tal vez sea vehemente la aseveración previa, pero aceptaremos o pactaremos que es o sea cierta. Las viviendas no deberían ser solamente una construcción, sino la expresión espacial de las formas de vida de sus habitantes. Dentro del término genérico "de habitante", y bajando de escala en la categorización del mismo, podemos considerar una variedad amplísima de los mismos entre los que, una sociedad avanzada debe ser especialmente sensible a los jóvenes, las personas mayores, los inmigrantes , a las personas con condicionamientos sociales problemáticos, los que tienen dificultades para acceder a una vivienda y que viven (aunque hoy en día y más allá de países en vías de desarrollo) en nuestro país en barracas, infraviviendas, edificios en escombros, o en viviendas que no dan respuesta adecuada a sus necesidades; o a aquellos que no disponen de vivienda. Todos ellos, habitantes que necesitan sentirse ciudadanos de pleno derecho, con autonomía, y capacidad de emancipación social. Pero no es suficiente disponer de una vivienda, para que ciudadanos sin patrones de comportamiento sostenibilista no hacen que su vivienda, su barrio, la ciudad y por extensión planetaria, el territorio, lo sea. La vivienda, pues debe ser concebido como un servicio que hay que gestionar como proceso y no como producto. Para ser sostenible debería ser considerado como el agua, un bien reciclable uso compartido por las generaciones sucesivas que la habitarán y, por tanto, se le debería sustraer el valor de cambio que lo determina en las sociedades capitalistas y liberales 5
Haciendo mías las declaraciones de "Respolis - Iniciativa Ciudadana para la Responsabilidad Política" http://cat.jobdoneorimgone.net. 6
Ibid. Respolis.
por, al menos, acotar los excesos que provoca su consideración como valor especulativo. Una propuesta ciertamente vehemente y tal vez ingenua, pero no imposible, si consideramos que se puede conseguir un progresivo aumento del parque de viviendas protegidas con las distintas modalidades y regímenes públicos, que aseguren, en el proceso de desplazamiento correlativo de usuarios que mejoran de vivienda y que se conoce con el nombre de 'filtering, un stock numeroso de oferta variada, accesible y diversificada. Un modelo de territorio desde el habitar para una política activa en la producción social del hábitat. No hay territorio más sostenible que el que no se desperdicia. La producción de vivienda negocio, consumista de suelo, nunca puede construir bien el territorio. Una ocupación estratégica del territorio siempre parte de un modelo de desarrollo que no es neutro: construir para producir negocio, o construir para disponer los servicios necesarios y ajustados a las necesidades de los ciudadanos? En consecuencia, los factores, que condicionan el desarrollo normal del mercado de la vivienda, y que se pueden clasificar en los siguientes cuatro grandes bloques7, necesitan renovadas posturas de los distintos agentes que configuramos el entramado social: 1. La política económica, que en cuanto a la 'Política monetaria y de regulación del sistema financiero en general ha de establecer el umbral entre lo que deben moverse los costes de la vivienda y la adecuación de los créditos e incentivos para el acceso a los distintos tipos de vivienda tutelada o protegida; incidiendo de manera novedosa en la regulación del mercado libre aproximado los precios en las tasaciones catastrales correspondientes. Una "Política fiscal ligada a la vivienda 'que regule las transacciones interviniendo sobre las plusvalías de manera eficiente y coste real de la imputación impositiva. 2. La política de alquileres, que debe estar primada por la regulación de los precios abusivos mediante un stock público de regulación y dotada de ayudas suficientes por los diversos vectores sociales 3. La política urbanística y del suelo, que debe contemplar la regeneración de 'patrimonio público de suelo' para regular el mercado con la puesta a disposición del proceso urbanizador o de transformación urbana, el suelo suficiente y necesario para la estabilización de la oferta y la demanda, evitando la retención privada de suelo o las operaciones especulativas de mercado. 4. La política de vivienda, que incluye:
La creación del stock suficiente para atender la
demanda de viviendas de protección oficial (VPO), equilibrando y compatibilizando la oferta de promoción privada, planteando los programas adecuados de ayudas asociadas, y una decidida y potente producción de vivienda de promoción pública como garante de las políticas más decididas de construcción social del hábitat. 7
Tomo estos razonamientos de "Recomendaciones para la Socialización de (el Acceso a) la Vivienda en Catalunya", Tesina del Máster en desarrollo urbano y territorial 2005 - Fundació UPC, Autor: Diego Carrillo Messa, Tutor: Josep Maria Vilanova i Claret , Mayo 2006.
Frente a los desajustes que se producen entre los distintos factores y que acaban dibujando una realidad precaria en cuanto a la resolución de las necesidades de viviendas, se cree, pues, que la ecuación positiva está en la articulación de medidas en relación a la función social de la vivienda, el control de precios, a la participación pública en la gestión del mercado inmobiliario, y en el establecimiento de medidas y políticas fiscales que en cualquier caso sirvan para reciclar las plusvalías generadas que deben repercutir en una mayor acción pública en este campo. Proyecto renovado de nuevos Barrios residenciales, una aportación en curso desde Cataluña: las Áreas Residenciales Estratégicas (ARES). Las múltiples políticas recientes del Gobierno de Cataluña en materia de vivienda están buscando propuestas eficientes para hacer factible seguramente uno de los derechos más básicos de la persona para su desarrollo humano: el derecho y el acceso posible a la vivienda. Un derecho inequívocamente basado en la dignidad de todas las personas sin distinción de género, edad o estatus para vivir en condiciones segura e higiénicamente adecuadas en su vivienda, cultural y socialmente fecundas en las relaciones comunitarias, la interacción y el intercambio. Un derecho, pues, por la habitabilidad. En este contexto de un interés renovado y activo para hacer eje de política de gobierno, en nuestro contexto de Cataluña, opino que se están dando pasos de gigante para recuperar, desde el sector público, por una instrumentación adecuada de estrategias territoriales, de planeamiento urbanístico y de actuaciones en barrios en transformación y en la proyección de nuevos barrios que respondan a los principios fundamentales de un proyecto integral. Uno de ellos es el conjunto de medidas que definidas en el "Pliego de recomendaciones para la redacción de los Planes Directores y las Áreas Residenciales Estratégicas"8. Los contenidos básicos de este documento proponen "hacer barrios" al tiempo que "hacer hacer ciudad y curar el territorio". Por ello se proponen un conjunto de directrices y medidas para dar respuesta equilibrada a las nuevas demandas de vivienda. El principio fundamental es que este debe ubicarse en barrios que hagan ciudad. Por ello se plantea que estos barrios faciliten el intercambio social, posibiliten el crecimiento cívico de las personas en comunidad respetando la identidad de todos y cada uno de los ciudadanos y favorezcan la expresión de la diversidad de las personas, y su capacidad económica para disponer de una vivienda digna, económicamente accesible, y espacialmente ajustado a los diversos programas familiares, monoparentales o de geometría variable. Para contribuir a la buena gestión de las dinámicas territoriales de Cataluña, en un marco de cooperación institucional y de concertación de las iniciativas públicas con los diversos 8
Elaborado por el equipo de arquitectos Jornet-Llop-Pastor, arquitectos con fecha de 30 de abril de
2008, por encargo de la Generalidad de Cataluña, a través del Instituto Catalán del Suelo, y en coordinación con la Dirección General de Política de Suelo y Actuaciones Estratégicas, y la Dirección General de Vivienda de la Generalitat de Cataluña. (En curso de publicación).
sectores privados, hay que promover la búsqueda constante de calidad en la producción de las formas y estructuras espaciales y funcionales de las nuevas áreas residenciales en Cataluña, para la adecuación en las nuevas implantaciones territoriales, por su articulación con la ciudad preexistente, y para el incremento de calidad de vida, el cuidado del territorio desde la perspectiva de la ética sostenibilista , y desde la más alta exigencia para construir los nuevos paisajes de urbanidad. Por ello, desde las 'lecciones aprendidas' en la praxis desarrollada por el Instituto Catalán del Suelo, conjuntamente con el trabajo de prospectiva realizado sobre otras experiencias de promoción de suelo residencial y, en el contexto de la generación de buenas prácticas que ha de representar la concreción de las políticas emprendidas, y la legislación en materia de vivienda desarrollada, se plantean una serie de puntos claves para la ordenación de suelo, el proyecto de áreas, la habitabilidad de los tejidos residenciales. Las Áreas Residenciales Estratégicas (ARE), que se proponen desarrollar deberán constituir una nueva generación de espacios, tanto respecto a la actividad principal de vivienda como la económica, como a los aspectos sociales, territoriales medioambientales, paisajísticos, energéticos y de gestión y conservación, por una buena habitabilidad urbana en contacto lo más cercano posible al medio natural de su entorno. Debemos esperar que las ARE tengan un cuidado diseño para la habitabilidad de los edificios, la urbanización y los espacios libres, que permitan alcanzar nuevos umbrales de calidad en las condiciones de vida, el estímulo y motivación en las mejores condiciones en el trabajo, ya la vez reducir el estrés físico y psicológico de los ciudadanos. Los puntos claves de las nuevas áreas deben garantizar tres principios básicos: - Diversidad, entendida como un principio básico de cualquier ecosistema. - Identidad, entendida como un principio básico de cualquier asentamiento. - Sostenibilidad, entendida como un principio básico de cualquier desarrollo. Las nuevas áreas deben basarse en buenas arquitecturas residenciales, que dispongan buenas variedades de viviendas, planteados desde el principio de flexibilidad en la distribución de espacios, para enriquecer la habitabilidad, en 'solares bien urbanizados' que conforman 'tejidos urbanos 'diversificados, bien articulados con el territorio y los sistemas naturales, en ámbitos bien planificados' social, económica y espacialmente. Por ello, en el documento del Pliego, y que ahora de manera sintética recogemos en este artículo, podemos establecer las directrices y medidas siguientes: - Programáticas: 1. Diversificación y mixidad los programas habitacionales para favorecer la integración y la interacción social y la habitabilidad en la diversidad cívica 2. Mezcla de usos de la vivienda con otros espacios de equipamiento, dotación, servicios, y producción económica.
3. Emplazando adecuadamente las nuevas áreas, en posiciones estratégicas, con patrones de ordenación según los territorios y ciudades donde se implanten: • el refuerzo de la estructura urbana existente, para aprovechar la inversión de capital fijo desarrollada, • el aprovechamiento de las condiciones de centralidad derivadas de la accesibilidad del transporte público, (Transport Oriented Developments), • la extensión de tramas existentes, articulando en él a partir de nuevos espacios públicos y equipados que actúen como nuevos ejes y bisagras urbanas, • el desarrollo de ámbitos territoriales específicos donde hay que aplicar las políticas de crecimiento potenciado derivadas del programa de planeamiento territorial, •
el
engrandecimiento
de
núcleos
y
polaridades
urbanas
próximos
a
infraestructuras territoriales de primer nivel (Aeropuertos, Puertos, Estaciones y Hubs intermodales ,...) • la potenciación de nodos territoriales de nueva creación para hacer ciudad amparo del proyecto de Sectores de Actividad Económica Estratégica (SAE's). 4. Fijar los objetivos que regirán el modelo y las directrices de ordenación que prefiguran un patrón morfológico (dimensiones espaciales) y un tejido barrial (dimensiones cívicas): • cómo debe ser, donde debe estar, como se ha de gestionar su ejecución y su posterior mantenimiento mediante una definición precisa del tipo de Área Residencial, en función del programa de usos y actividades predominantes, compatibles y incompatibles. • Determinación de la localización, el modelo de suelo, la ordenación, la urbanización, los estándares de proyecto y las arquitecturas previsibles. • Determinación del proceso de planificación y del proceso de ejecución. • Determinación del alcance de la conservación, de la generación de recursos y del órgano gestor que puede gestionar el proceso. Proyectuales: 1. Diversificación y mixicidad tipológica de las viviendas y el espacio comunitario para una riqueza espacial del tejido urbano. 2. Densidad de viviendas y de actividades compatibles adecuada para dar respuesta espacial a las demandas sociales según los distintos ámbitos funcionales de Cataluña. 3. Incorporar suelo con buenas infraestructuras y urbanizado con una buena estructura de uso y funcionalidad para permitir la adaptabilidad a las demandas de vivienda y su articulación con las actividades industriales, terciaria, comercial y logística, y con un 'pack' de equipamientos , dotaciones, servicios de altas prestaciones: Banda ancha, Internet, GPS, RFID, hoteles, restaurantes, oficinas, gestorías, servicios financieros, aulas de formación, transitarios, talleres, comercios, vigilancia, mantenimiento.
4. Deben tener una estructura de vialidad id'illes que permita la versatilidad de formas de parcelación, para acoger la variedad de las demandas actuales, y, en su caso en el tiempo su reciclabilidad. 5. Un cuidado diseño para la habitabilidad de los edificios, la urbanización y los espacios libres, que permitan alcanzar nuevos umbrales de calidad en las condiciones de vida, el estímulo y motivación en las mejores condiciones en el trabajo, ya la vez reducir el estrés físico y psicológico de los ciudadanos. 6. Una atención al diseño y al proyecto del paisaje urbano como lugar privilegiado de las reacciones sociales y de la cultura urbana, basado en la calle, la plaza, el jardín de proximidad, el parque, los espacios arbolados y las nuevas formas de los espacios abiertos contemporáneos, incorporando el valor añadido de las cualidades paisajísticas y patrimoniales de la ciudad y el territorio
- Económicas: 1. Adecuación a las nuevas solicitaciones del mercado de la vivienda, para incidir desde las políticas públicas a dar respuesta a la exigencia social y al derecho a la vivienda, compatibles con las capacidades de las diversas economías familiares, y coherentes con el marco legislativo que prevé el acceso a la vivienda desde diversas modalidades. 2. En el desarrollo de las áreas residenciales hay que anticiparse a los acontecimientos que las determinarán y, en consecuencia, programarlas adecuadamente, y en consecuencia: • analizar todos los condicionantes sociales, económicos, territoriales, de movilidad, • ambientales y paisajísticos que pueden determinar su viabilidad económica, y al mismo tiempo avanzar en la aplicación de los principios de la ecología urbana, • analizar, interpretar y valorar estos condicionantes mediante herramientas rigurosas de diagnosis y síntesis: análisis del medio receptor, análisis territorial de la localización, previsión sobre los espacios de servicios y equipamientos, estudio sobre la movilidad, condicionantes ambientales, análisis y valoración del paisaje, estudio socioeconómico, estudio previo de ordenación, estudio de mercado, estudio de viabilidad económica, implantando un sistema de control de calidad basado en la Evaluación Ambiental Estratégica. - Ambientales: 1. Deben constituir una nueva generación de espacios tanto en cuanto a la actividad principal de vivienda como la económica, como a los aspectos sociales, territoriales medioambientales, paisajísticos, energéticos y de gestión y conservación, para una buena habitabilidad urbana en contacto lo más cercano posible con la naturaleza y los sistemas agrarios de nuestros territorios.
2. Una buena integración y encaje territorial definida por la calidad paisajística de la arquitectura y la urbanización previstas, así como una excelente previsión de medidas para la calidad ambiental desde el punto de vista ecológico, evitando la generación de huella ecológica, incluso previendo la mejora de implantación. 3. Una cuidada planificación de la movilidad para generar una buena accesibilidad, minimizar
los
desplazamientos
y
evitar
sus
impactos
negativos;
mediante
la
racionalización de los desplazamientos entre domicilio y el centro de trabajo, para hacer efectivo el objetivo de eficiencia energética y reducción de la contaminación . 4. Implementar el uso del transporte público para la accesibilidad a las áreas residenciales en ámbitos territoriales bien servidos, adaptando la frecuencia y horarios; integrando la red de transporte público dentro del sistema intermodal de transporte; optimizando la localización de los intercambiadores, estableciendo prioridades de los vehículos de transporte colectivo en el diseño de las redes viarias. - De gestión: La gestión de nuevos barrios como los que se proponen necesitan prever la figura de un Ente Gestor que se cuide de la gestión integral de la calidad del barrio. Este ha de dirigir la programación, el control del Planeamiento urbanístico y de la movilidad, la implementación de propuestas de calidad en los ámbitos ambientales y paisajísticos y en los proyectos de ejecución de la urbanización. Por eso, creo que los Entes Gestores deben contar con capacidad de representación, interlocución y negociación con las administraciones públicas y los diversos agentes económicos y sociales. Hay que potenciar acciones conjuntas con las entidades y administraciones implicadas para conseguir una gestión proactiva y eficiente de las infraestructuras y servicios, que permita generar recursos para el mantenimiento y la conservación. En resumen, lo que se propone en este documento de partida para la redacción del 'Pliego de recomendaciones para la redacción de las Áreas Residenciales Estratégicas de Cataluña' es establecer un proceso de gestión integral y una "manera de hacer" como marca de calidad que garantice el cumplimiento de los objetivos y el nuevo modelo fijado, por el buen desarrollo de las actividades que se implanten, el mantenimiento de las instalaciones y la generación de recursos que permita una adaptabilidad funcional de las áreas previstas en las demandas progresivas. En definitiva, un instrumento para renovar los "arquetipos" desde nuevas perspectivas
sociales,
técnicas,
funcionales,
económicas,
ambientales,
paisajísticas,
añadiendo valor al urbanismo de los barrios residenciales para la gestión sostenible del territorio.
Por un nuevo consenso en la construcción social del hábitat. Del derecho a la vivienda al derecho del habitar! Un reto del viejo y aún más fuerte del nuevo milenio, será cuidar el hábitat. Necesitamos y será necesario un consenso renovado para facilitar la habitabilidad, la vivienda y el habitat, es claro. Y por eso, a pesar de que seguirá siendo un objeto codiciado y de lujo, tendremos que hacer lo posible para evitar que sea lujurioso. Tendremos que seguir trabajando en cambio para que tome formas diversas, pero de espacio digno. Por eso es imprescindible que la vivienda pierda su condición de objeto de mercado y sea espacio de dignidad en el habitar. Solo una gran equidad social permitirá la gestión de la habitabilidad local. Si es en esta línea, la vía hacia la sostenibilidad ambiental y planetaria vez está más garantizada. Nada fácil pero fascinante el empeño por alcanzar cotas cada vez más altas en el compromiso para hacer posible un derecho fundamental para la calidad de vida y el desarrollo. Del derecho a la vivienda como reivindicación, debemos reivindicar cada vez más un derecho más integral y rico, el derecho al placer de habitar en condiciones justas y dignas.