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Totalidad
TOTALIDAD
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Bicho Carrera regresó a casa para una experiencia única - volara durante un eclipse solar total
“Lo más increíble fue cuando el sol se estaba oscureciendo por completo. La luz era muy extraña, no era normal. Todo se hizo púrpura, como ultravioleta. Se hizo cada vez más oscuro y la temperatura cambió por completo en un segundo”.
Bicho Carrera describe el vuelo en el momento de la totalidad, cuando la luna cubre al sol en un eclipse total de sol.
“Sí, la temperatura cambió completa e inmediatamente. Era mi primer eclipse y fue mágico estar allá arriba. Mágico”.
Pero su momento en la oscuridad no fue suerte. Como piloto patrocinado por Red Bull en su nativo Chile desde hace 18 meses, el piloto de acrobacia tiene cuatro meses planeando este vuelo en el eclipse.
“Sabíamos que habría un eclipse total y que se vería en el norte de Chile el 2 de julio. Y sabíamos que Condoriaco, un pequeño pueblo minero de unos 100 habitantes, a cerca de 500km al norte de Santiago, sería uno de los mejores lugares para fotografiarlo gracias a sus cielos despejados. “Parte importante de la planificación fue la prueba de luces, así que podríamos ver el ala en la oscuridad porque en un eclipse solar no habría luz”. La idea era volar en paramotor frente al eclipse con un ala iluminada, su ala de acrobacias Advance Omikron 16, en el momento en que la corona del sol se viera en el punto del eclipse máximo, para fotografiarlo y filmarlo.
Luego de su entrenamiento veraniego acrobático en Orgañá, Bicho regresó a Chile especialmente para el eclipse. “Salimos de Santiago de Chile para Condoriaco cinco días antes del eclipse. En los días previos al eclipse hicimos algunas pruebas, para buscar la mejor manera de pasar frente a la cámara.
“El plan era volar 1.500m frente a la cámara y que el ala pareciera ser del mismo tamaño del sol. Esas pruebas las hicimos el día antes, no el mismo día”. Los eclipses totales de sol son poco comunes – solo habrá nueve entre ahora y octubre de 2024. A veces solo se pueden ver en lugares remotos o desde algún punto del océano, así que los que se pueden ver siempre atraen a mucha gente. El eclipse total en Chile no fue la excepción. Miles de turistas fueron en bandadas a verlo. Se estima que solo a La Serena (pob. 200.000) llegaron 300.000 personas, algunas de ellas desde el otro lado del mundo. En total, se esperaba que millones de personas lo vieran en el norte de Chile.
“El eclipse total fue a las 4.39pm, hora local”, dice Bicho. “Despegué 40 minutos antes, hice algunos pases de prueba e hicimos algunas tomas. El eclipse duró apenas dos minutos y 39 segundos, así que solo tuvimos dos oportunidades de lograr la toma”.
Agrega, “ese día estaba muy nervioso porque mi referencia principal cuando tomamos las fotos de prueba era mi sombra. Si ponía mi sombra sobre las cámaras, sabía que estaba en el lugar perfecto
para el fotógrafo. Pero durante el eclipse total no había nada. Solo tenía la referencia de la distancia y la altitud”.
Con un equipo de tierra de 10 personas, incluyendo a los cineastas y al fotógrafo, la presión era fuerte. “En realidad, no sé cómo lo hice. Estaba muy feliz. Tuvimos comunicación por radio, lo que ayudó un poco, pero estaba prácticamente solo. Podían decirme, ‘Estás cerca. Tanto no’, pero nada más. No es muy buena referencia”.
Volar mientras la luna comenzaba a pasar frente al sol fue “una sensación increíble. Una vista increíble. La luz era extraña, como ultravioleta. Se hace cada vez más oscuro”. Desde el aire vio cómo la sombra de las montañas, normalmente tan marcada, desaparecía. “Se desvanecieron lentamente durante el eclipse”.
Después de dos minutos y 39 segundos, el sol regresó. “Cuando el eclipse estaba en su parte final, la luz regresó muy rápidamente”. El momento había terminado. Hizo algunos wingovers para los cerca de 100 espectadores que habían venido a Condorica y escuchó la confirmación del éxito de su equipo de tierra. Momentos más tarde ya estaba de vuelta en tierra. Se acabó el espectáculo.
VICTOR ‘BICHO’ CARRERA
Bicho, de 23 años, es de Chile y ha volado casi toda su vida, desde los 11 años, cuando volaba biplazas con su padre. Él mismo le regaló una cometa para manejo en tierra a los tres años e hizo su primer solo a los 11. Creció en el pueblo costero de Maitencillo, a dos horas de la capital Santiago, y siempre estaba volando. “Cuando los demás salían de la escuela y se iban a la playa o a jugar fútbol, yo me iba a volar. Me dedicaba casi exclusivamente a eso”. A los 19 se concentró en hacerse piloto profesional. Desde enero de 2018 tiene el patrocinio de Red Bull, compite en el Acro World Tour y fue quinto en el Campeonato Mundial de Acro de la FAI, en Annecy, en 2016. instagram.com/bichocarrera