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Dag Sletmo, vicepresidente senior de la División Seafood de DNB Bank

“No creemos que la pandemia cambie las perspectivas a

largo plazo”

DE ACUERDO CON EL ANALISTA, LOS DESAFÍOS QUE IMPLICÓ LA PANDEMIA PARA EL SECTOR SALMONICULTOR, TANTO EN TÉRMINOS LOGÍSTICOS, COMO DE VENTAS, ESTÁN SIENDO SUPERADOS, DE MODO QUE LAS PERSPECTIVAS PARECEN POSITIVAS PARA ESTE

2021, SI ES QUE LA CRISIS SANITARIA SE MANTIENE BAJO CONTROL.

El vicepresidente senior de la División Seafood de DNB Bank, Dag Sletmo, se ha convertido en un referente en cuanto a análisis y perspectivas para la industria de productos del mar a nivel internacional, principalmente, en lo que se refiere a salmón. Y es que el experto sigue siempre de cerca la situación del sector, con el fin de tener información certera disponible para las operaciones de este banco noruego fuertemente ligado a las industrias marítimas.

El analista también es cercano a la salmonicultura chilena, participando constantemente en eventos y conferencias relacionadas con el sector, visitando incluso la región de Los Lagos, cuando aún se podía.

Hoy, en conversaciones con AQUA, analiza el impacto que ha tenido la pandemia del Covid-19 en la industria de productos del mar, así como entrega sus perspectivas para el año 2021. Si bien su análisis es optimista, también se muestra cauto, pues nadie sabe con certeza cómo seguirá evolucionando la situación sanitaria en los diferentes mercados.

¿Qué balance puede efectuar acerca de los impactos de la pandemia en la industria del seafood en 2020?

La industria se vio afectada. Como punto de partida, se podría argumentar que no debió haberse visto perjudicada, ya que necesitamos comer incluso si hay una pandemia. En ese sentido, la demanda subyacente estuvo ahí todo el tiempo, pero se trasladó desde el canal food service hacia el retail. Ese cambio afectó los precios. Además, hubo desafíos logísticos, pues la industria de líneas aéreas casi colapsa. Sin embargo, las fronteras permanecieron en gran parte abiertas para el producto, con excepción de China.

En la industria del seafood hubo grandes variaciones. En general, los productos congelados obtuvieron mejores resultados que los frescos, así como les fue bien a los productos de baja gama con una alta penetración minorista, en comparación con aquellos caros dirigidos a restaurantes. Asimismo, los productos que se venden en muchos mercados tuvieron mejores resultados que los que se ofrecen en algunos pocos.

Fotografía: B2B Media Group.

Dag Sletmo, vicepresidente senior de la División Seafood de DNB Bank

En el caso de la salmonicultura, en particular, ¿cuáles fueron los principales problemas?

El efecto principal fue que los acuicultores necesitaron mover los volúmenes enviados al food service hacia el retail. Eso implicó encontrar nuevos clientes y producir más productos de valor agregado y menos pescado entero. Inicialmente, había mucha preocupación también por el Covid-19 en la cadena de valor, especialmente, en el procesamiento. Pero al final del día esto resultó no ser un gran problema; muy diferente a la situación, por ejemplo, de la industria procesadora de carnes de Estados Unidos. Creo que Chile y Canadá se vieron más afectados que los productores europeos, ya que los precios en América cayeron mucho más.

En cuanto a los menores precios que experimentó la industria chilena, además de los efectos de la pandemia, ¿hubo también otras razones?

Principalmente, tuvo que ver con la pérdida del food service, pero también hubo algunos mercados a nivel mundial que se cerraron de manera más amplia. Asia desapareció en gran medida durante un período específico, debido tanto a problemas de transporte aéreo, como a preocupaciones por la seguridad

“La investigación de mercado muestra que el aumento de los volúmenes de salmón en el retail no ha sido impulsado solo por clientes existentes que compran más, sino que la categoría también ha reclutado nuevos consumidores”.

alimentaria. En Europa, vimos una caída de la demanda mucho mayor en aquellos países que cerraron las góndolas de pescado fresco (como Italia) en comparación con los que mantuvieron esto segmentos abiertos (como España).

¿Cuáles son sus perspectivas para la industria salmonicultora mundial para 2021? ¿Se seguirán sintiendo los efectos de la pandemia?

Creemos que el equilibrio de mercado en 2021 será bastante sólido. El crecimiento de la oferta mundial será bajo; Kontali habla de un 2%. Este es el crecimiento de oferta más bajo desde el 2016, cuando Chile se vio afectado por el bloom de algas. Al mismo tiempo, la demanda debería ser buena, ya que el difícil cambio desde el food service al retail ha quedado atrás. De igual forma, el food service se recuperará a medida que se implemente la vacunación en mercados clave. Estados Unidos está por delante, pero Europa no se queda atrás. Y la industria ha creado también una nueva demanda en el comercio minorista que no desaparecerá cuando las sociedades vuelvan a abrirse. La investigación de mercado muestra que el aumento de los volúmenes de salmón en el retail no ha sido impulsado solo por clientes existentes que compran más, sino que la categoría también ha reclutado nuevos consumidores.

Pero debemos ser humildes y admitir que no sabemos con certeza cómo se desarrollará la pandemia. Hemos visto que las vacunas son muy efectivas en los países con las tasas de vacunación más altas como Israel. Pero aún podría surgir una nueva mutación del virus. Además, las vacunas pierden efectividad con el tiempo y pueden aparecer nuevas olas en países en desarrollo con vacunación limitada.

En el caso de la salmonicultura chilena, ¿cuáles son sus proyecciones para este año? ¿Habrá mejoras en términos de precios?

Si. La sociedad se está abriendo junto con el despliegue de las vacunas. El mercado clave de Chile, Estados Unidos, está a la vanguardia. Los precios ya se han recuperado. La mejora de la demanda es parte de la explicación, pero el factor clave es una caída en la oferta.

Finalmente, ¿cómo observa la banca la situación actual de la industria chilena del salmón?

No creemos que la pandemia cambie las perspectivas a largo plazo. Pensando a futuro, la pandemia solo habrá sido una piedra en el camino para la industria, reconociendo que 2020 fue un año doloroso y difícil. Sin embargo, siempre hay lecciones que aprender de una crisis. Una lección de la pandemia es que es importante tener una base de clientes diversa, tanto en términos de tipo de cliente como de geografía. También está la vulnerabilidad de los productos frescos en combinación con las cadenas de suministro globales, lo que puede acelerar el movimiento hacia productos congelados de alta gama vendidos como “previamente congelados”. Esta situación también ayudará a acelerar la adopción de tecnología digital.

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