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Eduardo Goycoolea, director ejecutivo de New World Currents
from Revista AQUA 247
a niveles ya casi pre-pandemia”
EL EJECUTIVO CONFÍA PLENAMENTE EN LA RECUPERACIÓN DEL MERCADO CHINO PARA LOS ENVÍOS CHILENOS DE SALMÓN. SI LA PANDEMIA SIGUE CONTROLADA, ESTÁ CONVENCIDO DE QUE ESTE DESTINO CONTINUARÁ EN LA SENDA DE CRECIMIENTO QUE VENÍA MOSTRANDO HACE UNOS DOS AÑOS ATRÁS.
Si hay alguien experto en el mercado chino para las exportaciones chilenas de salmón, es Eduardo Goycoolea, ejecutivo con amplia experiencia en la comercialización de productos del mar y que los últimos años se ha desempeñado como director ejecutivo de
New World Currents, alianza formada en 2013 para la venta de salmón nacional en el gigante asiático y que hoy reúne a las empresas Blumar, Yadrán y Marine Farms.
A través de New World Currents, Eduardo Goycoolea ha seguido desde cerca cada detalle de lo que sucede en el mercado chino. Se trata de un destino descubierto hace unos diez años y que mostró, desde un principio, un enorme potencial, llegando a situarse en pocos años como el cuarto mercado más relevante para el salmón Atlántico chileno y quinto si se consideran todas las especies.
Hasta 2019, la historia caminaba bien. Sin embargo, hacia fines de dicho año comenzaron algunas complicaciones asociadas al conflicto social que se generó en nuestro país y que significó problemas logísticos. Aquello se resolvió. No obstante, en 2020 comenzó la pandemia del Covid-19 y desde entonces la situación se tornó más compleja. Primero, los envíos cayeron debido a las medidas de confinamiento tomadas por las autoridades chinas. Posteriormente, vino una crisis de desconfianza de los consumidores hacia el seafood importado, temiendo que en estos productos pudieran venir trazas del virus.
Hoy no existen prohibiciones para que el salmón chileno ingrese a China. Sin embargo, los embarques tardan más en llegar, pues son sometidos a minuciosas inspecciones para determinar que están libres de Covid. Asimismo, las autoridades chinas han impuesto nuevos requerimientos, como, por ejemplo, en el ámbito de la certificación de los frigoríficos. ¿Se podrá recuperar este mercado? Aquí el análisis de Eduardo Goycoolea acerca de la situación general de la industria chilena del salmón y sus proyecciones respecto a los envíos a China en particular.
Fotografía: Eduardo Goycoolea
Eduardo Goycoolea, director ejecutivo de New World Currents
En 2020, las exportaciones chilenas de salmónidos totalizaron US$4.382 millones, cifra casi un 15% más baja que la del año anterior. ¿Qué balance puede efectuar acerca del desempeño del sector?
El año pasado, Chile tuvo un aumento en las cosechas, pero justo vino la pandemia y se frenaron las ventas al food service en prácticamente todo el mundo –que generalmente son de producto fresco–, lo que significó una baja en la demanda, de modo que hubo que ir congelando esa producción. Al haber una oferta pronosticada y una baja en la demanda se generó inventario, lo que causó una baja en el precio. De ese modo, podemos resumir que los menores retornos del año pasado tienen que ver con la baja en el precio que se produjo por una contracción de la demanda.
Uno de los grandes efectos de la pandemia para las exportaciones chilenas de salmónidos fue la disminución de las ventas al food service. ¿Cree que se pueda recuperar este canal de distribución?
Cuando empezó la pandemia, comenzaron las cuarentenas y restricciones, y cuando eso ocurrió la gente dejó de comer en los restaurantes, ya sea porque no podía salir de la casa,
o porque se asustó. Además, los restaurantes no estaban preparados para absorber una demanda de atención al aire libre o con distanciamiento social. Eso llevó a una disminución en el food service.
Esto es algo que se va a recuperar plenamente. El tema es cuánto tiempo tendremos que esperar para que la gente sienta que puede salir tranquila a los restaurantes y que estos estén adaptados para recibir a las personas. También contribuirá el avance de los procesos de vacunación, de modo que no exista problema para salir a comer, aunque sea con mascarilla. De hecho, hemos ido verificando que, a medida que se levantan las cuarentenas, la gente lo primero que hace es salir a los restaurantes. Asimismo, hay muchos consumidores que se adaptaron al delivery y que puede que se queden con ello antes de salir, pero sigue siendo la misma demanda.
En cuanto al mercado chino, este ha mostrado una drástica caída para el salmón chileno desde que comenzó la pandemia. ¿Cree posible una reactivación?
En China, los últimos meses, debido al Covid, se han impuesto una gran cantidad de controles y restricciones que han hecho bajar el consumo de salmón. No obstante, este es un efecto transitorio y en algún momento la situación va a volver a la normalidad. Los últimos meses ya estamos experimentando, de manera cierta, un aumento en la demanda. Al mismo tiempo, Chile está mostrando una contracción en la oferta hacia China porque se ha recuperado la demanda en Brasil y Estados Unidos, y se levantaron restricciones a varios productores en Rusia. Todos estos mercados están solicitando salmón de forma muy activa, de modo que a veces no hay suficiente pescado grande del que compran los importadores chinos para satisfacer esa demanda. Como consecuencia, los precios en China han ido subiendo a niveles ya casi pre-pandemia.
Ahora, en China aún se mantienen ciertas restricciones, pero estas tienen que ver más con chequeos y validaciones. No es que no estén importando, sino que cuando llega, por ejemplo, un embarque de salmón fresco, este tiene que estar uno o dos días más en el aeropuerto hasta que se compruebe que está libre de Covid. Cuando pase la pandemia, estas restricciones ya no existirán. Eso me hace pensar que las pérdidas que hubo en este mercado, tanto en el food service, como en el retail, se van a recuperar. No veo que los consumidores chinos vayan a dejar de consumir salmón.
¿Cuándo se podría observar aquella recuperación?
Desde el 2022 vamos a ver retomar los ritmos de crecimiento que había antes de la pandemia. Es interesante lo que sucede en el retail. Más allá de China, en todos los mercados hemos visto que los productores han ido desarrollando productos para el comercio minorista. Y es que, al mudarse la demanda salmón
En China se generó una crisis de desconfianza hacia el consumo de seafood, percepción que ha ido mejorando, de acuerdo con Eduardo Goycoolea.
Fotografía: B2B Media Group.
del food service al retail, se han ido desarrollando formatos que hacen que la gente pueda comer en la casa lo que antes comía en el restaurante. Esto ha sido un gran impulso al retail, incluso en China. En este último mercado, hemos visto un aumento en la demanda de productos con mayor valor agregado, tanto en el retail, como en el e-commerce.
Uno de los mayores problemas que ocurrió en China tiene que ver con la desconfianza que se generó en los consumidores. ¿Cree que se ha superado esta situación?
La desconfianza que se planteó respecto del seafood comenzó cuando se empezaron a realizar test a los productos importados; los consumidores chinos escuchaban permanentemente noticias acerca de que el producto importado podría estar contagiado, de modo que tendían a comer productos locales. Esto comenzó con el seafood y se fue extendiendo. Yo tengo una teoría y es que hay alimentos de consumo masivo y otros que no lo son. Y en este caso el salmón no es de consumo masivo por su mayor valor, de modo que pudieron poner muchas restricciones a su consumo. Pero no podían hacer lo mismo con el pollo o el cerdo. Siempre he sentido que el seafood fue el caballo de batalla que usaron los chinos para poner restricciones, porque las trazas se encontraron en diversos productos, pero no se le dio la misma fuerza. ¡Se quedaban sin comida!
No obstante, el aumento de la demanda que hemos visto estos meses nos indica que esa percepción ha empezado a variar, aunque no está 100% superada. Pero se va a superar. En un año más ellos dirán ¿te acuerdas cuando no nos atrevíamos a traer camarones de Ecuador por el Covid? Además, se atenuará cuando vean el progreso que ha tenido Chile en el control de la pandemia, con las vacunaciones. Vamos a tener la capacidad de decirle al consumidor que el producto es sano porque el país está bastante sano.
Las últimas semanas nuevamente ha habido problemas en el mercado chino, relacionados con las certificaciones de los frigoríficos. ¿Cree que este evento será solucionable en el corto plazo?
Esas son cosas que se resuelven en un tiempo razonable. Lo que pasó allí es que en las últimas semanas la autoridad china determinó que no entraría ningún producto que no venga de depósitos certificados en origen por las autoridades chinas. Ahora, en pandemia, esto no significa que vendrán las autoridades chinas a certificar los frigoríficos, sino que se están haciendo inspecciones en línea, video conferencias y una serie de gestiones para avanzar en la materia. Pero este es un asunto que en un período corto de tiempo estará resuelto.
PROYECCIONES
Finalmente, ¿cuáles son sus perspectivas para este año 2021 para la industria chilena del salmón? ¿Será posible ver un aumento en los precios y finalmente en los retornos?
Aquí hay que considerar varias cosas. En primer lugar, este año la producción física va a disminuir, porque es algo que se había previsto con los peces que entraron al agua en los ejercicios anteriores. Se discute si la baja será de entre un 5% o un 10%, pero habrá una contracción en la oferta. Además, este año se prevé un impacto adicional debido a los bloom de algas y bajas de oxígeno que han matado pescado en el sur. No sabemos cuál va a ser el efecto real de esto, pero lo habrá y se va a dividir entre el 2021 y 2022. Esas dos cosas, más la recuperación de la demanda que hemos observado en los mercados, producirá un alza en los precios. Los precios ya subieron. Para el segundo semestre de 2021, si sumamos la mayor demanda en todos los mercados, frente a la menor oferta, vamos a tener precios todavía más altos. El segundo semestre será de mejores precios respecto del primer semestre y mucho mejores que los del año pasado.
En general, yo soy un tipo realista optimista. Me preocupo cuando veo problemas estructurales, y el año 2020 hubo un problema estructural, pues disminuyó la demanda y se mantuvo la oferta. Y cuando baja mucho la demanda y mantienes la oferta, los precios caen y se produce una acumulación de inventarios. Para el segundo semestre de este año, en cambio, veo precios recuperados a niveles pre-pandemia o tal vez mejores, porque va a haber una menor oferta y los inventarios ya se van a haber licuado. Salvo que la pandemia nos juegue una muy mala pasada, veo un segundo semestre bueno y un 2022 con un mercado bastante pujante.