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La urgencia y oportunidad del sector minero para actuar frente al cambio climático
La evidencia internacional indica que el cambio climático es uno de los mayores riesgos a nivel mundial, con efectos severos tanto en personas y ecosistemas como en los sistemas productivos de todo el mundo. Crecientes esfuerzos globales se han estado movilizando para abordarlo, ya sea mitigando las emisiones de gases efecto invernadero -reconocidos por la ciencia como los mayores causantes del cambio climático- o bien promoviendo la adaptación de nuestras sociedades y territorios a sus consecuencias, buscando anticipar, reducir y prepararnos ante los posibles impactos.
Si bien en un principio los principales protagonistas de este esfuerzo fueran los Gobiernos, se ha ido reconociendo y valorando el aporte de los actores no estatales -incluyendo corporaciones económicas- en la acción climática. Recientemente se realizó en Bonn (Alemania), la Conferencia Mundial de Cambio Climático SB58, donde actores estatales y no estatales se reunieron a discutir sobre la urgencia y necesidad de actuar, y cómo abrir y articular espacios de colaboración, incluyendo al sector privado.
En este contexto, la minería puede jugar múltiples roles en la acción climática, pudiendo posicionarse como pionera e impulsora de un mayor compromiso del sector productivo en esta materia.
Los estudios existentes muestran que la minería contribuye significativamente a generar gases de efecto invernadero, ya sea debido a sus consumos de energía -cuando esta energía proviene de la quema de combustibles fósiles- y al proceso mismo de transformación del mineral. La transición de la matriz energética de las empresas hacia fuentes renovables y la innovación en sus procesos industriales, conllevaría beneficios importantes en materia de mitigación del cambio climático.
Por otro lado, muchos de los productos mineros, incluyendo, entre otros, el cobre y el litio, son insumos necesarios para el desarrollo de energías renovables, vehículos eléctricos y otras tecnologías que permitirían avanzar en la descarbonización de la matriz productiva mundial, anticipándose a los significativos aumentos de demanda de estos recursos en futuro.
A la vez, la minería es también víctima del cambio climático, pues la sequía afecta a la producción y a los relaves; las inundaciones, derrumbes de tierra y lluvias extremas pueden generar pérdidas y daños en maquinarias, bloquear los procesos productivos o poner en riesgo a sus trabajadoras y trabajadores; y el aumento de tormentas y otros eventos costeros tiene un efecto en el transporte de minerales procesados, que, a menudo, se realiza vía marítima.
Anticiparse a estos riesgos y gestionarlos es de fundamental relevancia para la minería. Sin embargo, su acción puede ir más allá: con un diseño más cuidadoso de sus operaciones e infraestructura, la minería puede contribuir a frenar la retirada de los glaciares, el aumento de la sequía, la pérdida de flora y fauna nativa, y otros efectos relevantes que afectan a los entornos directos de las faenas mineras (comunidades y el medio ambiente local). Así, se mejoraría el impacto social global de la actividad minera, su aporte hacia un desarrollo sostenible, y su relación positiva con la comunidad y el Estado. Chile también está empezando a movilizarse. En los últimos años se han ido incorporando objetivos de acción climática en los principios rectores de la política minera, y pronto nos convertiremos en uno de los primeros países del mundo en generar un Plan Nacional de Adaptación para la minería. Aquello hace urgente reflexionar sobre cuáles son las capacidades, los desafíos y las oportunidades de este sector para promover estrategias de gestión más resilientes al clima. De acuerdo con los resultados del proyecto FONDEF ID 20I10147, un esfuerzo colaborativo de tres entidades de la Universidad de Chile (el Centro de Sistemas Públicos, el Departamento de Ingeniería de Minas y el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia), el país presenta significativas oportunidades, y a la vez desafíos, para avanzar en este ámbito.
En la gran minería del cobre y el litio hay estrategias incipientes de gestión para los riesgos climáticos con efectos más evidentes en las faenas mineras (inundación y sequía, en especial). No obstante, muchos otros riesgos siguen sin recibir atención, en particular aquellos que relacionan la actividad minera con su entorno social y natural. Y en el ámbito de la mediana y pequeña minería hay aún mucho camino por recorrer.
Las compañías mineras suelen optar por la alternativa del “rental y leasing” en el uso de equipos, principalmente en vehículos de transporte. Acerca de por qué ésta es una buena opción, en MINERÍA CHILENA conversamos con algunos de los principales proveedores de estos servicios.
Uno de ellos es Finning, compañía que ofrece CAT Rental; arriendo de distintas gamas de equipos: como minicargadores, retroexcavadoras, excavadoras, tractor de rueda y de oruga, motoniveladoras, cargadores y rodillos, entre otros.
Claudio Massardo, gerente Rental y Usados, de Finning Chile, expone que “las principales ventajas del rental son poder cubrir la necesidad de equipos por plazos determinados para cumplir con un peak de demanda de equipos, y también ser una solución financiera cuando la decisión estratégica es desarrollar los proyectos con gastos operacional versus la inversión del capital”.
Agrega que “como compañía, estamos preparados para dar soporte técnico a nuestra flota de arriendo en todas las faenas del país, y así, asegurar la continuidad operacional de nuestros clientes”.
En el caso de la compañía Grandleasing, operan con modalidad de Leasing Operativo de todo tipo de equipos móviles, como buses, minibuses, camiones, camionetas, equipos móviles, drones, y cualquier unidad que signifique movilidad, ya sea de personas y/o servicios, como es en el caso de los equipos móviles y drones, que acercan a las faenas servicios básicos como la alimentación, servicios sanitarios y de seguridad. Claudio Meza, gerente general de Grandleasing, comenta que “la ventaja principal del modelo es que permite al demandante del servicio concentrarse en las labores propias de su operación, dejando en el prestador todas las actividades propias de la administración de una flota, de operación del cliente, de tal manera que pueda, con oportunidad y forma, prestar un servicio con valor agregado más allá del simple arriendo”. Komatsu, es otra de las empresas que ofrece arriendo de equipos a la industria minera, como bulldozers, cargadores frontales, excavadoras, motoniveladoras, retroexcavadoras, rodillos y camiones. Además, desde este año, están arrendando equipos que incluyen sistemas de nivelación automáticos e indicativos. Carlos Zapata, director de Construcción y Forestal,