Contracorriente 41

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Entamu Corriente Sindical d'Izquierda www.csi-asturies.org csi@csi-asturies.org

UVIÉU

Horariu de 16 a 20 h c/ Hnos. Menéndez Pidal, 14 CP 33005 Tfnu.: 985 296 964 Fax: 984 283 452

L’

Estáu español tien l’honor de tar ente los trés primeros nel pódium del aumentu de la desigualdá n’Europa. Como detalle significativu, que munchos y munches lleeríeis na prensa, hai que resaltar que los recursos qu’atropen namás trés persones superen los de 14,2 millones de persones, que suponen el 30% de la población más probe. Ye una realidá intolerable y que cada vez medra más, porque mentes los trés primeros aumentaron la riqueza un 3%, el terciu más desfavorecíu vio menguaos los sos recursos, nel últimu añu, un 33,4%. Llamentablemente, esta tendencia nun va camudar, porque dende l’añu 2015 el 1 % más

AVILÉS

Horariu de 19:00 a 21:00 h Martes, miércoles y xueves C/ El Quirinal, 4 baxu CP 33401 Tfnu./fax: 985 563 415

MIERES

Llunes de 10 a 12 h y 18 a 20 h Miérc. y xueves de 18 a 20 h Asesoría Miercoles de 18 a 20 h Plaza Santa Bárbara, 7 CP 33600 Tfnu.:984 045 131 Fax: 984 060 088

XIXÓN

Horariu de 9 a 13 h y 16 a 20 h de llunes a xueves Vienres: 9-13 h c/Sanz Crespo, 3 baxu Tlnu: 985 354 263 Fax: 985 352 747

REVISTA CONTRACORRIENTE Manda les tos collaboraciones y suxerencies a: csi.contracorriente @gmail.com Depósitu llegal: AS 1726-2000

HUMOR

ricu concentra más recursos que’l restu de la población mundial, lo qu’indica que tamos delantre d’un mal sistémicu, onde les estructures de poder tán construyíes pa beneficiar a les grandes fortunes y, pa enriba, pa qu’unes poques manes atropen y atropen recursos. Da-y la vuelta a esta situación ye una necesidá y un deséu de toos y toes. Agora bien, namás va ser posible dende un movimientu global que sume fuercies abondo como pa obligar a facer cambeos reales y non a poner parches. La portada d’esti númberu ye bien significativa, y convida a la reflexón. La individuación supón la nuestra derrota, y la dispersión de fuercies tamién. H


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Duro Felguera nun val un duru Estaya CSI Tallerón-Duro Felguera Calderería Pesada

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amentablemente, nuestros augurios acerca de la posibilidad de que Duro Felguera se fuera al garete se van confirmando; tras el desmantelamiento de los talleres, Duro Felguera se tambalea. Desde que el señor Del Valle se hizo cargo de la compañía a principios del 2011 (vía ley sálica), vamos de mal en peor. Su única fijación ha sido acabar con todo lo que Duro Felguera tenía en Asturies. Ha sido tal su afán de destruir que se cargó hasta su nombre, renegando así de esa Felguera a la que le unían lazos familiares. La estrategia pasaba por desligarse de todo lo que estos 160 años ha representado la compañía para esta tierra. Según esto, una empresa que cotiza en bolsa no puede tener su sede en Asturies —«eso es de aldeanos» (sic)—. Por consiguiente, se hizo una macrosede en Madrid (la cual acaba de tener que vender). Seguramente pensaba que así subirían sus acciones. El segundo paso (el que realmente nos atañe y nos preocupa seriamente) es desprenderse de los centros de trabajo. Una comunidad como esta, tan pequeña, no puede tener tantos talleres diseminados (esto también salió de su boca) y, de paso que elimino talleres y dejo bardiales donde antes había empleo, me cargo unos cuantos centenares de puestos de trabajo. En Llangréu comenzó todo Los cierres del taller de Barros, y de Felguera Melt (en connivencia con las poderosas centrales sindicales, todo hay que decirlo), fueron el inicio de la operación, o la prueba piloto de todo lo que viene detrás en el grupo. Duro Felguera contrató para estos menesteres a personajillos cuya única experiencia laboral era cerrar empresas. El Enterrador, le

Pancarta de apoyo a los despedidos de los talleres de Duro en Barros. Septiembre 2013.

llamaban a uno… y vaya que si les enterró. Desde la Corriente Sindical d'Izquiera SI se advirtió de esto desde un primer momento. Las cartas estaban dadas y la jugada de la empresa estaba clara: primero mermo las plantillas con expedientes de regulación de empleo y después cierro talleres casi sin oposición alguna. La estrategia pasaba por ir concentrando en pequeñas islas el valor humano de su compañía: como en el Talleróm, con apenas 200 trabajadores, incluyendo las contratas; Felguera Rail, en Mieres, con un centenar de personas; y Tedesa, que ya la dan por liquidada. En el Parque Tecnológico de Xixón se sabe que el goteo de ingenieros a otras compañías como TSK es incesante gracias a la incapacidad del presidente de mantener una plantilla comprometida con la empresa, como venía siendo habitual hasta hace unos pocos años… y mientras tanto creando en la sede de Ma-

drid puestos duplicados, probablemente para acabar con los de Xixón. Devaluación de la mano de obra Con este panorama, la destrucción de puestos de trabajo es clara. Las últimas reformas laborales hacen el resto. La contratación de trabajadores mediante subcontratas, práctica habitual en esta empresa hoy en día, convierte nuestro centro de trabajo en un lugar con trabajadores de diferentes clases. El sistemático intento de abuso al que se somete a los trabajadores de subcontratas en nuestras instalaciones, con jornadas abusivas, derechos cogidos con pinzas, no debe ser tomado en balde: es una muestra de cómo la empresa Duro Felguera quiere a su personal, que no proteste, que no levante la voz, que sepa que si se sale del camino fijado, se sale de la empresa (con la amenaza de que se van a encargar de que les cueste encontrar trabajo en el sector). En definitiva... dóciles.

En el Tallerón, nuestra sección sindical sigue fuerte, con gente con ganas de implicarse, luchando como siempre por contrarrestar todos estos ataques empresariales, creciendo en afiliación y demostrando día a día que somos la única alternativa real a los gallifantes de otras organizaciones… que ya no se les puede llamar sindicales. Y con una posición clara no vamos a permitir que esta gente haga lo que viene haciendo hasta ahora. Desde el primer día vimos sus intenciones y lo denunciamos. Cada vez somos más los que lo vemos y eso les duele. Nos mantenemos alerta, porque a pesar de tener en nuestras instalaciones la mayor carga de trabajo de la historia de la factoría, si no somos capaces de hacerle frente, podemos acabar sepultados en ella; sea como fuere, estaremos preparados para dar la batalla en cualquiera de las circunstancias, venga un enterrador o los que consideren necesarios.H


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El Grupo Cultura Covadonga. Deporte colectivo Estaya CSI del G.C.C.

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uando a finales del 2014 un grupo de trabajadores nos planteamos la necesidad de dar un giro total al comité de empresa del Grupo Cultura Covadonga, éramos conscientes de dos cosas: la primera, que no teníamos experiencia en el ámbito sindical; y la segunda, que íbamos de la mano de la CSI, nuestro sindicato, y su ayuda sería fundamental. A finales de junio del 2015, después de haber hablado con todos los sectores de la empresa, después de escuchar a los trabajadores, logramos un resultado impensable: 5 representantes de 9 posibles, lo que nos daba una mayoría que intentamos usar con

mesura y con una idea clara: los trabajadores, a través de la asamblea, decidirán los temas trascendentes e importantes de nuestra empresa. ¡Y en ello estamos! 18 meses de mucho trabajo resolviendo situaciones conflictivas e intentando ser escuchados y valorados por una junta directiva que lleva ocho meses en el cargo y a la cual hemos escuchado, respetado y ayudado en todo lo que está en nuestra mano, no sin desencuentros, como es lógico. Hace unos días hemos convocado una asamblea de trabajadores para decidir el inicio de las negociaciones de un convenio colectivo propio, cuestión que se aprobó por total unanimidad. Hemos llegado a esta situación

después de heredar una situación donde el convenio de Deportes de Asturies estaba sin actualizar desde el 2012 y donde varios clubs con otra representación sindical han firmado convenios propios sin consultar con nadie y ninguneando al convenio existente; eso sí, poniendo cláusulas con las que quieren salvaguardar su integridad y jugar con la inteligencia de los demás. 2017 se presenta movido. Tendremos que luchar por defender nuestros derechos contando con el respaldo de todos los trabajadores y trabajadoras, y siempre con la premisa que reseñamos anteriormente de que sean ellos y ellas los que decidan su convenio, pero deben pelear para conseguirlo. H

La CSI en Mecalux-Esmena Estaya CSi MecaluxEsmena Xixón

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smena se fundó en 1954 y posteriormente fue absorbida por la multinacional Mecalux S. A. El centro de trabajo del Polígono de los Campones, en Xixón, da empleo a una plantilla de 380 trabajadores. La llegada de los afiliados a la CSI estuvo marcada principalmente en dos etapas diferenciadas: una primera etapa en la que ya hay trabajadores con afiliación a la CSI desde hace más de tres años y luego una etapa posterior en la que un nuevo colectivo, formado mayoritariamente por trabajadores que provenían de otro sindicato, decidió la incorporación hace un año aproximadamente. La sección sindical de la CSI en Mecalux tiene como objetivos principales el desarrollo de la conciencia social, sindical y laboral dentro de la plantilla de trabajadores del centro. Consi-

deramos que el escaso desarrollo de esta conciencia constituye un problema genérico de casi todas las plantillas de cualquier empresa que existe en la actualidad, en cualquier sector. Una consecuencia ésta del pensamiento individualista y de los criterios sociales implantados por un sistema social y económico muy injusto y que es egoísta por naturaleza. Actualmente, la sección sindical está en pleno proceso de expansión, donde la llegada de nuevos afiliados ha sido importante en los últimos meses, para implantar un funcionamiento más orgánico y con un proyecto de futuro integrador, con el objetivo de defender los derechos de los afiliados y los del conjunto de los trabajadores de la empresa en Xixón. En estos momentos, la relación de la plantilla, y sobre todo de la representación legal de los trabajadores, con la dirección ha mejorado respecto a anteriores

directores y cadena de mandos. Pero eso no evita los problemas y enfrentamientos a causa de conflictos de intereses permanentes, que son comunes a casi todos los centros de trabajo. Principalmente por las condiciones laborales o por la falta de situaciones preventivas adecuadas. Es muy positivo haber rescatado la representatividad de la CSI en este centro de trabajo, después de muchos años de abandono de la actividad sindical, tras la jubilación de los veteranos que antiguamente representaron estas siglas en Esmena. Este relevo natural de la sección sindical, nunca llegó a producirse por circunstancias diversas. En esta nueva etapa donde la normalización y organicidad de la sección sindical es fundamental, hay una perspectiva ilusionante para ser referente de lucha por los derechos de los trabajadores y trabajadoras y, en especial, por los de la plantilla de este centro de trabajo. H

Fallece el compañero Robustiano Marcos, «Tano» Luis Redondo García

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a esencia de un ser consiste en su existencia». Estas son las palabras de un hombre sabio. Si están en lo cierto, entonces las preguntas que debemos hacernos cuando recordamos a otra persona no son el qué ni el quién o el cuándo. Las preguntas más adecuadas tienen que ver con el cómo. Es precisamente en el espacio del cómo donde Tano reside dentro de mi memoria. Es en el cómo fue, cómo tomaba las decisiones que tomaba, cómo apoyaba mi forma de entender la realidad que nos rodeaba, cómo discutía cuando tenía que discutir, cómo hablaba de su familia o de sus fantasías y añoranzas, cómo compartía sus temores y decepciones, cómo convertía su puesto de trabajo en un ágora, cómo era en sus certezas y sobre todo cómo era en sus debilidades. Recuerdo su sentido del humor, esa forma tan desenfadada de asumir su compromiso con las cosas en las que creía, con las personas en las que confiaba y con las ideas que defendió. Una forma de ser, un cómo que se resumía en la imagen que ahora mismo acude a mi memoria. La imagen de un hombre auténtico que sonreía irónicamente cuando te miraba, como diciéndote «cuando tú vas, yo regreso». Descansa en paz, querido compañero. H


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Precarización y desigualdad en la Administración asturiana Estaya Admón. Autonómica

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i una persona hubiera estado en coma los últimos 30 o 40 años y despertara en este momento, podría pensar que una Comunidad Autónoma gobernada por un partido que incluye en su nombre las palabras socialista y obrero respetaría los derechos de las trabajadoras y trabajadores con los que tiene una relación directa, que no aprovecharía los recortes impuestos en las sucesivas reformas laborales y que respetaría escrupulosamente las sentencias judiciales. Pero la realidad le produciría unas buenas dosis de desconcierto y desasosiego. Veamos :comportándose como unos auténticos trileros jurídicos, la Administración asturiana aprovecha unas sentencias que declaraban ilegales unas contrataciones trimestrales por acumulación de tareas con personal auxiliar educador y fisioterapeuta para suprimir 28 plazas de personal operario (cuyas funciones serán privatizadas) y crear otras tantas de auxiliares y fisios, pero reduciendo su horario de forma que sólo percibirán el tiempo efectivo de permanencia en las aulas con el alumnado, obviando que su trabajo incluye una buena carga de tareas fuera del horario lecti-

vo. Esas tareas, lógicamente, se seguirán realizando. Pero sin cobrar. Ello supondrá que su salario se verá reducido hasta un 20 % sobre el total. Además, hay que añadir que todos los puestos de auxiliares educadores y fisioterapeutas pasarán a ser a tiempo parcial al quedar vacantes, lo que reducirá la posibilidad de movilidad entre estos colectivos y de promoción para otros, dada la diferencia salarial entre estos puestos y los ocupados por las personas que aspiren a dicha movilidad en el futuro . Sigamos. Sólo la imparable destrución de empleo desatada tras el aumento de jornada del 2012 está impidiendo que el porcentaje de personal temporal e interino se dispare hasta techos insospechados. Infinidad de cuerpos y escalas estaban plagados de compañeras y compañeros con unas condiciones salariales distintas (no perciben el complemento de carrera profesional). Y es pública y notoria la tendencia empresarial a tratar de imponer condiciones laborales, tareas y obligaciones al personal supuestamente más débil en el escalafón laboral; la Administración no es una excepción. Más. Esta destrucción de empleo de la que hablamos implica, por pura regla de tres, que el personal restante debe asumir

Concentracion ante la Consejería de Educación. 13/12/2016.

las tareas y funciones de quienes ya no están y no son sustituidos. Empeoramiento de las condiciones de trabajo y peor servicio a los usuarios. Aún no acabamos. El personal interino no percibe el complemento de carrera profesional, en base a un Estatuto Básico del Empleado Público que firmaron y jalearon unas organizaciones supuestamente representativas de los trabajadores. Pues bien, recientemente unas sentencias del Tribunal Europeo dictaban sin ningún género de dudas que este complemento debe ser percibido por todo tipo de personal, independientemente de su vinculación con la Administración, siempre y cuando cumpla los requisitos de antigüedad y compromiso que se le exigen al personal fijo. El Gobierno asturiano mira a otro lado e intenta ganar tiempo. Es de general conocimiento nuestra postura crítica hacia este

En la Administración se comportan como auténticos trileros jurídicos complemento salarial (no hace falta repetir aquí nuestras razones), pero el hecho es que esta discriminación salarial viene a ahondar en las diferencias injustas e injustificadas entre unos colectivos y otros. ¿A qué espera el Gobierno asturiano para cambiar de política de personal? ¿O debemos dar por perdida la esperanza de que ese cambio se produzca? En ese caso, ¿a qué esperamos para dar un definitivo empujón a un partido político y un Gobierno que demuestran ser indignos de sobrellevar sus actuales responsabilidades? H


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Escuela Redondo-Pichi Comenzó la andadura de la formación sindical en la CSI Área de formación

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l pasado 10 de noviembre se dio el paso inaugural de la escuela de formación puesta en marcha por el sindicato. Se eligió para iniciar esta andadura un tema importante y del que necesitamos echar mano frecuentemente, la Inspección de Trabajo. El ponente, Juan Prieto, estuvo impecable, tanto por la forma como por el conocimiento del tema, haciendo ameno y participativo el curso que, de llevarlo de otra forma, podría haber resultado tedioso. Se consiguió el objetivo de que los asistentes pudieran despejar sus dudas y salir con una información y futura autosuficiencia que, sin lugar a dudas, servirá para afrontar situaciones con las que, desgraciadamente, nos encontramos cada día. No podemos olvidarnos de agradecer el trabajo llevado a cabo por el ponente, no solo el día de la charla, sino también con anterioridad, puesto que se volcó con el proyecto, dando toda clase de facilidades y aportando documentación relativa al asunto que se trataría. Asimismo, hacemos extensivo el agradecimiento al compañero José Pérez Miranda, Pichi, que inauguró la escuela, historia viva del sindicato que, sin menoscabar el trabajo de otros, merece todo nuestro respeto y admiración. No podemos obviar la alta participación: la afiliación respondió a la llamada de manera significativa, lo que demuestra, por un lado, la necesidad que tenemos de estar formados para poder ser efectivos y, por otro, el alto grado de compromiso de la afiliación para poder llevar a cabo una labor sindical práctica, sin la espera a consultas previas que dilaten en tiempo la acción y actuación a seguir. Es evidente que no disponemos de los medios e infraestruc-

José Pérez, Pichi durante la charla inagural de la Escuela Redondo-Pichi CSI. 10/11/2016.

turas con los que cuentan los demás, pero eso lo suplimos con el trabajo, el esfuerzo y la cooperación de todas y todos los que formamos parte del sindicato. El resultado no tiene nada que envidiar a lo que ofrecen otras organizaciones y nuestros compañeros y compañeras pueden mostrarse orgullosos de formar parte de este proyecto, de su resultado y de su continuidad. Aun estando satisfechos, todo es mejorable y somos conscientes de la necesidad de remediar los apartados que, sin calificar de negativos sí debemos tratar de subsanar. Entre ellos, apreciamos que no todos los que quisieran asistir pueden hacerlo, por motivos laborales, de estudios u otros. Es imposible fijar una fecha que sirva para la totalidad, pues las circunstancias de cada cual son diferentes. No obstante, se busca alternativa para que nadie pueda sentirse excluido y, si es necesario repetir un mismo tema, no habría inconveniente en hacerlo cuantas veces sea necesario. Lo más difícil de esta escuela, que era ponerla en marcha, está hecho. Ahora sigue darle continuidad y eso es tarea más senci-

lla. Los siguientes temas ya están definidos. Trataremos de otro asunto, también con el que nos topamos a menudo en muchas empresas: los ERE. Veremos la forma de afrontarlos y cómo debemos actuar. De igual manera, pero ajeno a ese asunto, se abordará otro apartado, relacionado con nuestro sindicato, para conocer su historia, su lucha, su forma de actuar, el trabajo sindical y los medios que en cada momento conviene utilizar. Está previsto que sea en la segunda quincena de enero del 2017 cuando se lleve a cabo esta segunda charla de la escuela. No es posible en este momento poner fecha exacta porque ello no solo depende de nosotros sino también de los ponentes y es evidente que debemos tener en cuenta su disponibilidad. En cualquier caso, en su momento, por los medios habituales, contactos, redes sociales..., se dará publicidad del día y hora que se llevará a cabo. No está demás decir que en las dos o tres horas que dura la charla no se pretende conseguir que adquiramos los conocimientos exaustivos de un jurista, se trata de lograr que seamos capaces de

dar una primera respuesta ante una situación concreta; para los siguientes pasos están nuestros servicios jurídicos. También algunos temas requerirán de mayor tiempo que el empleado en una charla. Para esos casos, se valora la posibilidad de emplear en el mismo asunto mas de un día, buscando en la medida de lo posible que todos los asistentes puedan aprovechar la totalidad de los días empleado en el mismo tema para su mejor aprovechamiento. Asimismo, se está estudiando la posibilidad de realizar estos cursos en las distintas localidades, ello con ánimo de facilitar la asistencia, pero debemos ser conscientes de que, como ya se dijo, dependemos de la disponibilidad de quien en cada momento sea el encargado de dirigir la charla, porque, aunque se hace desinteresadamente y con buena disposición, no debemos imponerle nuestros deseos. Sobra decir que estamos convencidos de la positiva respuesta participativa que se dará en la segunda sesión formativa. Si en la primera se consiguió formar la base de partida, con la siguiente se consolidará el proyecto y se le dará continuidad en el tiempo.H


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Valió de falsos autónomos Xurde Llano Montes

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un momentu nel que tamos viviendo cómo se recorten derechos que considerábemos básicos y qu’ufríen cierta estabilidá a la clase trabayadora, volviendo a un nivel de precariedá llaboral que nunca dexó d’esistir, pero que quiciabes nunca foi tan visible como anguaño, asistimos a una vuelta de tuerca más, a una especie d’apueste al too o nada de la precariedá: too pal empresariu y nada pa les trabayadores. Falamos de les falses Autónomes. Ser falsa autónoma ye bien fácil: trabayes a disposición de la empresa, nes sos instalaciones o colos sos materiales y ferramientes, nos horarios o calendarios marcaos pol empresariu, colos sos clientes o cargues de trabayu; a cambiu d’un salariu o retribución estipuláu pola empresa. Talmente paecería que trabayes de la mesma manera que les compañeres coles que compartes nave o inclusive puestu de trabayu, o coles colegues de la competencia coles que te cruces na carretera. Pero ¿por qué tuvisti que date d’alta nel RETA (Réxime Especial de Trabayadores Autónomos) pa desendolcar el trabayu que fai cualquier emplegáu por cuenta ayena? Too pal empresariu Porque poniendo a les emplegaes como falses autónomes éstes nun tienen conveniu al qu’acoyese, polo que, ente otres coses, el salariu a pagar decídelu la empresa. Nin siquiera tien por qué llegar al Salariu Mínimu Interprofesional. La empresa nun paga cotizaciones a la Seguridá Social, pagues tu pola to cuota d’autónoma. En dalgún casu, pue que la empresa pague la to cuota, sigue siendo más barato, sobre manera si aprovechen que tengas accesu a les ayudes al emprendimientu; entós sal-yos regalao pola cara guapa.

Por supuestu, nun hai vacaciones pagaes, nin permisos retribuyíos, nin baxa por maternidá o paternidá. Les baxes por enfermedá acuéyense al RETA, onde les condiciones son entovía peores que nel Réxime Xeneral. Y mui especialmente, nun te quexes, porque’l despidu ye llibre y de baldre. Como’l del restu de les trabayadores anguaño, pero lliteral: esti ye llibre y de baldre. Nada pa la trabayadora Ensin sueldu fixu, nin baxes, nin vacaciones, pueden despidite en dos minutos, un SMS o una llamada pueden ser abondo pa dexate al instante ensin trabayu. Nun vas tener nin siquiera prestación por desemplegu, porque como falsa autónoma nun tienes nada. ¿Reconóceste a ti o a dalguna conocida nesta situación? Nun hai por qué tolerar esto, pero primero vamos ver unos exemplos. Inacio ye terapeuta ocupacional, recibe la ufierta pa trabayar nuna residencia privada. Va cobrar más, polo que paez un bon cambiu, pero resulta que tien que dase d’alta d’autónomu, algo que nun paez un problema siguiendo’l conseyu del empresariu de pidir la tarifa especial p’autónomos nuevos y pagar asina una tarifa reducida’l primer añu: un choyu. Al cabu los meses, l’empresariu píde-y nun facer factures, va pagá-ylo en negro. Qué remediu. A los tres meses, despiden a Inacio y l’empresariu débe-y el sueldu de dos meses. Nun-y garra’l teléfonu. Marina ye fisioterapeuta. Un par d’años dempués d’acabar la carrera por fin alcuentra trabayu no suyo, nuna clínica nueva contratada por un compañeru d’estudios y los sos socios. Como tán empezando cola empresa, estos emprendedores necesiten cierta flexibilidá... así que van contratala a ella nes mesmes condiciones qu’al restu de trabayadores nestos seis meses pri-

meros: como falsos autónomos. Cumpliendo los seis meses toca cumplir cola palabra y facer contratos llegales, pero lo de Marina allárgase hasta que, dempués d’once meses como falsa autónoma, despídenla. Los dos meses últimos reduciéron-y tanto la carga de trabayu que coles sesiones trabayaes malpenes paga la cuota d’autónoma, a pesar de tener disponibilidá horaria total na clínica. Ensin trabayu, ensin aforros y ensin paru. Xaime acepta una ufierta nel sector de l’automoción. Marchar a vivir y trabayar fuera d’Asturies y ponse d’autónomu, como’l restu de compañeros. A lo llargo de dos años alterna xornaes de trabayu que pueden durar dende una o nenguna a 18 hores al día; eso sí, la disponibilidá tien que ser total y el teléfonu siempre dispuestu. Por fin llega la posibilidá de volver a Asturies y per

unos meses algama della estabilidá dientro de la precariedá. A la hora comer del últimu día de mes recibe una llamada. Un compañeru de baxa por enfermedá de llarga duración va reincorporase. Despidíu. Aprovecha la tarde pa date de baxa y que nun te cobren la cuota del mes qu’entra. Estos son namás dellos exemplos de casos nos que tamos trabayando dende’l sindicatu, porque esti fraude ye denunciable y asina vamos facer. Ye preciso denunciar, reclamar la rellación llaboral como fraudulenta y recuperar salarios, cotizaciones pagaes y puestos de trabayu fixu, asina como esponer públicamente a les empreses que pretendan aprovechase d’esti tipu de rellaciones llaborales fraudulentes y precarizadores. Cuntamos col vuestru sofitu, contra la precariedá y el fraude, ¡valió de falsos autónomos! H


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La mayor huelga general del mundo José Pérez Miranda, Pichi

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on este título, Vijay Proshad, uno de los mejores referentes en cuestiones sociales del sur asiático, inicia un artículo donde nos obsequia con la noticia de que en la lndia, el 2 de septiembre del 2016, se pusieron en huelga más 150 millones de trabajadores (destaco el número porque tuve que releerlo; me costaba asimilarlo). ¡Es como más de tres veces la población de España! Sus reivindicaciones principales: incremento del salario mínimo, tener seguridad social (la inmensa mayoría carece de ella), que no se privaticen las empresas estatales y que se creen más empleos. Como se ve, sus reivindicaciones no son tan diferentes a las nuestras, aunque partan de situaciones diferentes, lo que nos indica que el sistema capitalista nos ataca por los mismos sitios. Solo persigue beneficios a costa de lo que sea. Me extrañó, no obstante, no ver entre sus exigencias la eliminación del elevado trabajo infantil existente, del que se aprovechan muchas empresas multinacionales, incluidas algunas españolas. También me sorprendió que no se exigiese la reducción de la jornada laboral, pues en estos momentos de la historia crear empleo sin reducir la jornada laboral parece difícil de conseguir de manera sostenible en el tiempo. ¿Cómo es posible que en un país como España, donde tanto nos costó reconquistar ciertas libertades, entre ellas el derecho de huelga, que no cesan en el intento de arrebatárnoslas, no aparezca esta noticia en las radios, televisiones, prensa... —es decir, en los medios de comunicación convencionales— y que solo a través de algún medio digital nos podamos enterar? ¿Cómo se puede tener tan poco respeto a la opinión pública, al periodismo, etc.?

En esa pelea por las libertades, en la que también estaba el derecho a la información, hubo muertes, exiliados, expatriaciones, despidos y muchísimo, muchísimo sufrimiento. Un respeto, por favor.

En la lndia, el 2 de septiembre del 2016, se pusieron en huelga más 150 millones de trabajadores El derecho de huelga, mucho más en un mundo económicamente globalizado, necesita también de la solidaridad y ésta es mucho más difícil sin la información adecuada. Escamotearla es contribuir a su entorpecimiento. Pero no hace falta ir tan lejos

como la India para darse cuenta. En Francia, país vecino al nuestro, los trabajadores estuvieron y están luchando como jabatos contra la reforma laboral (similar a la que padecemos en el Estado) que al final se les impuso, y los medios de comunicación españoles están al mínimo posible, como si estuviesen en huelga de brazos caídos. Que se entienda que hablo de medios de comunicación, no de los periodistas, tan victimas de ello como el resto de los ciudadanos. Quiero acabar pidiendo un poco de optimismo a todos aquellos que ven imposibilidad a toda idea de avance hacia un mundo mejor. Es verdad que está empeorando, pero de lo que se trata precisamente es de cambiar el rumbo. Soy partidario de reducir, significativamente, la jornada laboral, como la única forma de atajar el creciente desempleo mundial.

A algunos de los compañeros que han leído mis artículos al respecto les parece bien el planteamiento, pero ven imposible alcanzarlo. Si los trabajadores de la India fueron capaces de realizar tal proeza, creo que nada es imposible. Tampoco la reducción de la jornada laboral como único medio razonable de reducir el desempleo; ésta es posible y tan necesaria que terminará imponiéndose. Seguir reculando no puede ser el camino; en algún momento habrá que trabarse y decir: hasta aquí hemos llegado. Avanzar o retroceder, esa es la cuestión. No será fácil, pero con lucha y montañas de solidaridad lograremos que la reducción de jornada sea un hecho, así como la reducción de las tasas de desempleo. El mundo no deja de cambiar cada día: peleemos por que sea hacia mejor. H


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La remunicipalización de los servicios públicos Cándido González Carnero

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ras años de privatizaciones, renuncias y claudicaciones políticas y sindicales en la defensa del bien común que suponen los servicios públicos para el conjunto de la sociedad, recuperamos hoy en mi opinión un debate muy interesante: su remunicipalización. De hecho, algunos ayuntamientos de los denominados del cambio han iniciado ya procesos de recuperación de algunos de ellos. No han sido los sindicatos, ni los empresarios, los impulsores de esta iniciativa porque han estado años en las mesas de concertación social sin que en ningún momento hayan planteado la necesidad de remunicipalizar, ni siquiera los servicios más elementales. La mayoría de los servicios públicos se prestan bajo condiciones de monopolio natural, o en condiciones de reserva de monopolio, como pueden ser los servicios sociales y otros. Desde una visión mercantilista, estos servicios gozan del gran atractivo de disponer de unos clientes cautivos, una demanda estable y capacidad de pagar por servicios, ya sea a través de servicios municipales o a través de tarifas de usuarios. Acceder a este mercado es el sueño de cualquier empresario; menos entendible es que los denominados agentes sociales, que tanto reivindican las mesas de concertación social, se olviden con tanta facilidad de que los servicios públicos son un derecho. Nacieron para garantizar el bienestar social de las personas y no pueden ser una especulación para enriquecer empresarios, que no solamente dan un mal servicio a usuarios y contribuyentes, sino que imponen unas condiciones de trabajo y explotación intolerables a sus trabajadores.

En una situación de emergencia social, resulta especialmente inmoral no destinar recursos públicos, exclusivamente y de forma eficaz, a satisfacer las necesidades básicas. No es admisible, desde ninguna posición política ni sindical, que nos digan que remunicipalizar determinados servicios, como, por citar algún ejemplo, los asistenciales, puede perjudicar tanto a usuarios como a los trabajadores. Todo lo contrario: el perjuicio es la baja calidad del servicio, en manos de la gestión privada. Uno de los mayores sinsentidos de la política económica llevada a cabo por las instituciones y poderes públicos, con el beneplácito de los mal llamados agentes sociales —si no no hubiera sido posible—, es, sin duda, la política de privatizaciones de servicios publicos. Nada ocurre por casualidad. Las privatizaciones (llámense privatizaciones, externalizaciones o como se quiera) tampoco. La controversia es evidente: o se pone en primer lugar, como valor prioritario, a las personas y mayorías sociales, o se pone al mando al capital, al beneficio de unos pocos, a costa de la felicidad de la mayoría de la ciudadanía. Y esta es una batalla que no admite términos medios. O se está por la justicia o, por el contrario, se está a favor de esa mayo-

ría que sólo aspira al lucro individual, injusto e inmoral. ¿Qué supone el modelo actual de privatizaciones? Respecto a los ciudanos supone mayores costes, peor servicio en todas la áreas, menor control social sobre las propias instituciones, corrupción... Menos democracia, en definitiva. Respecto a los trabajadores y trabajadoras, supone despidos, horas extra, bajada de salario, peores condiciones de trabajo y pérdida continua de derechos. Y si nos referimos a los temas económicos, si los analizamos, solo con el ahorro del IVA, beneficio industrial y contratación de servicios, se obtendría un ahorro mínimo de entre el 40 o 55 %. ¿Quién gana? Sin lugar a dudas, con las privatizaciones ganan unos pocos intermediarios y algunos políticos y sindicalistas de turno, que les hacen la faena por unas comisiones u otras prebendas. Mantener la situación actual de prestación de los servicios públicos por empresas privadas significa mantener indefinidamente la precariedad laboral y unos servicios deficientes a los usuarios, con el agravante de que esos recursos económicos salen del erario público. La legislación vigente no impide, sino todo lo contrario, la

gestión directa municipal de los servicios de los que se es titular. La Ley de Bases de Régimen Local establece que la vía normal de prestación es el servicio directo por sus propios medios o a través de organismos públicos. Solo en casos excepcionales debidamente justificados es como puede privatizarse. Los más perjudicados en este proceso serían los empresarios privados que solo les preocupan las cuentas de resultados y no la calidad del servicio, ni las condiciones económicas y laborales de los trabajadores y trabajadoras. La iniciativa de remunicipalizar servicios públicos debe constituir un esfuerzo común de la inmensa mayoría social. Se trata también con ello de reconquistar derechos básicos arrebatados como consecuencia de la claudicación continua de los que intercambian derechos por privilegios. Remunicipalizar los servicios públicos locales es posible y además nos permite preguntar a qué vamos a dedicar el ahorro del sobrecoste de las privatizaciones en lugar de preguntarnos qué vamos a recortar. La alternativa está clara: o se avanza en la remunicipalización de los servicios públicos o se mantiene la actual precariedad de los trabajadores y trabajadoras, además de unos servicios de baja calidad y muy costosos.H


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G. Rendueles: «El proceso de individuación supuso la derrota de la clase obrera» Pedro Menéndez

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inculado a la CSI desde sus inicios por su relación personal con sus fundadores, Guillermo Rendueles (Xixón, 1947) lleva décadas nadando a contracorriente en las siempre procelosas aguas de la psiquiatría. Su experiencia, unida a su militancia política y sindical, ha cincelado un discurso nítido y sugerente sobre los problemas actuales de una clase obrera derrotada y transformada en precariado. Aún así, desde su deriva libertaria, mantiene un optimismo moderado por la irrupción de lo popular al calor de la nueva política. Desde 2007, con la llamada crisis, ¿se ha percibido un incremento de trabajadores en las consultas de salud mental? Se ha notado un aumento del sufrimiento en general, desde el insomnio a las angustias o los estados subdepresivos; la gran patología ni aumenta ni disminuye. Sí hay una disminución de las peticiones de bajas por miedo a los despidos. Bajan las peticiones de tratamientos pautados y

«Hablar de proletariado hoy es casi hablar de aristocracia obrera» piden remedios inmediatos, del tipo «denme algo para dormir y seguir trabajando», alguna pastilla que permita seguir los ritmos normales. La crisis aumenta los sufrimientos y disminuye el cuidado propio en función de la adaptación, la gente quiere conservar como sea la actividad laboral. El abuso de fármacos sí se ha notado drásticamente. Un an-

siolítico es el fármaco más usado en ciertos sectores de edad, un disparate. Quiere decir que el dolor psicológico es más alto que esos dolores banales para los que tomamos un ibuprofeno. ¿Se abusa tal vez del término depresión, tanto para mencionar la enfermedad como para «bueno, no tengo las capacidades para afrontar determinadas situaciones»? Sí, la gente hace una falsa analogía entre malestar y depresión. Lo que tienen no es depresión, lo que se observa en la clínica diaria es una especie de malaria urbana, de malestar generalizado, de alteración de los ritmos vitales, se come de más y de menos, se duerme de más y de menos… Pasa un poco con todo, ¿no? Ese índice de disminución de divorcios con la crisis, ¿qué es, que aumentó el amor familiar? No, lo que aumentó fue el «hay que joderse, hay que aguantar las cosas como vienen»… Y, según mejoran los sueldos de determinados sectores de clase social media alta, hay un aumento claro de divorcios. ¿Lo normal sería que hubiera más personas que no pasaran nunca por una consulta psiquiátrica? Hay más psiquiatras en Asturies que en toda África… Antes la gente sabía comer, ahora todo el mundo necesita asesoría y hay enfermedades gravísimas, trastornos alimentarios y unidades en los hospitales. O el tránsito por las edades del hombre: ahora parece que la adolescencia, el matrimonio, el envejecimiento son enfermedades y la gente pide tutela, guía y fármacos para pasar eso. Es una sociedad que deja indefensos, en el sentido de que pierden la libertad y la entregan a técnicos para que se la gestionen. Vivimos en un tipo de sociedades donde se han perdido los rituales

Guillermo Rendueles, psiquiatra.

y los apoyos comunitarios y el proceso de individuación deja unos individuos teóricamente muy libres, pero que se pierden completamente. Desde hace tiempo se habla del concepto de resiliencia, algo así como la capacidad para enfrentar problemas. ¿Qué ha pasado para que, entre comillas, seamos más flojos? Creo que los individuos siempre fueron flojos de uno en uno. El truco de antes era que estaban integrados en el grupo. Se ve en el duelo; claro que cuando se te muere alguien, si lo tomas individualmente, necesitas psicólogo… Hay un ejemplo de las sociedades tradicionales: en la Costa da Morte se hunde un pesquero y tratan con técnicas de intervención en crisis; separan a las familias de los pescadores y les empiezan a dar tilas, orfidales y consejos. Y de repente todos se van y hacen lo que hacían antes… Van a una zona donde

suelen aparecer los cadáveres y allí están los tíos bebiendo orujo y blasfemando y las mujeres rezando rosarios. Antes eran todos resilentes en la medida en que había unos rituales, unos grupos. La derrota de la clase obrera fue ese proceso de individuación, de uno en uno el trabajo es insoportable. Los individuos más resistentes al malestar son los que están bien vinculados. Pérdida de redes comunitarias, también del sentido de pertenencia a la clase obrera, ¿no es algo que siempre ha existido? Esas historias, incluso literarias, de gente que reniega, que medra, de quien se ha hecho a sí mismo… Cuando la clase obrera pierde la partida es cuando se logra individualizarla. Por ejemplo, de un convenio colectivo sacan 20 en Sanidad: hay sindicato de técnicos de radiología, otro de técnicos de laboratorio, dos o tres sindicatos de enfermería. Cuan-


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do en un hospital los trabajadores se individualizan y cada uno busca las ventajas, se ha perdido todo, es el gran éxito del capitalismo. Eso es muy reciente. Pierre Bourdieu dice que hay un gusto de distinción de las clases altas y un gusto de necesidad de los trabajadores que los homogeniza: en los 80, en Francia, los estilos de vida no eran nada individualistas, todos veranean el mes de agosto y en los mismos sitios, los gustos son parecidos… Y eso se pierde. Él lo llama la desvinculación de los trabajadores. ¿Se podría hacer una analogía entre el diván como solución individual a los problemas frente al comité de empresa como herramienta colectiva? Eso se ve muy bien en esa etiqueta del perseguidor laboral, cuando alguien percibe que el trabajo no cansa sino que quema, y que el responsable de ese malestar no son las condiciones reales de explotación sino que es un perseguidor, un capataz, un jefe que te está fastidiando personalmente. Ahí se ha impuesto el discurso ideal de los liberales y del mercado. La vieja conciencia de clase era eso: al trabajo vas a que te exploten, hay que crear redes solidarias. Un síntoma de que eso se ha liquidado es que ahora se espera que haya buen ambientillo, y si lo pasas mal es porque alguien individualmente te persigue. Y si te va mal tienes que ir al psicólogo a que te defienda del perseguidor, no crear unas redes… ¿Los y las psiquiatras suelen ofrecer planteamientos de resolución de conflictos colectivos o apelan a lo individual? Es un gremio que ha crecido y se ha disparatado gracias a ese ambiente liberal. Freud es el gran maestro del individualismo y de esa elección racional. Las terapias psicológicas siempre parten de eso: «hay que mejorar las defensas individuales, hay que dar una perspectiva de cuidarte tú, de no preocuparte por los demás, el altruismo es de masoquistas, siempre es una culpa que estás pagando por algo…». Hay muy

pocas posibilidades de que en las terapias te den un consejo solidario. Al hablar de individuación pienso en el teletrabajo. Parece la antítesis de las redes comunitarias. Estoy muy interesado en esto, he pedido a varios amigos que trabajan así que me lo escriban. Es aterrador: vivir en un lugar en ninguna parte y con relaciones en ninguna parte. Me contaba un amigo que su supervisor era un indio, y que era el que decía cuánto debían cobrar. Es vivir fuera de las coordenadas espacio-tiempo, pero a la vez tener unas condiciones laborales como del XIX: cobrar por el trabajo hecho, sin condiciones de continuidad, si tienes un accidente en la carretera te penalizan… Son contratos muy detallados en cuanto a la gestión de los riesgos, deslocalizados, destemporalizados…

Pero muchos trabajadores apuestan por ello. ¿Cómo hacer que digan «no, esto puede suponer un aislamiento social»? No tengo respuesta, es novísimo. Todo lo de la Red está cambiando la vida. Los ligues por Internet causan un dolor terrible, empiezan a verse trastornos rarísimos de personalidad múltiple, gente que se le va la pinza con dos o tres personalidades en Internet

y pasan a tenerlas en la vida real. Y en el trabajo… son sistemas supercontroladores, en el sentido de que si te divorcias te penalizan, y contratos personalizados; por ejemplo en la Dupont no hay convenio colectivo. Y está mal visto que digas cuánto ganas, es una especie de intimidad entre el contratante y el contratado. Ese proceso de individuación de las condiciones laborales fue el fin de la partida para la clase obrera. ¿En el origen de esa individuación está el consumismo como clave de un mercado de base productivista a la búsqueda del beneficio? Sí, el gran éxito fue la creación de las necesidades artificiales, la creación en la clase obrera de ese nuevo gusto del que hablábamos. Marcuse hablaba de la desublimación represiva, cómo se transformaba el superyó prohibitivo, el «tienes que trabajar

y ahorrar» por el «gozad, gozad, malditos». Eso ha triunfado. Es la metáfora del capitalismo: cualquier bar de barrio te da una lista con Riberas o Riojas, pero luego hay unas condiciones de mierda. Esa igualación tiene que ver con la dificultad para reconocerse dentro de una clase. Todos se igualan hacia arriba… Sí, es una pregunta que hacen

los sociólogos, y todo el mundo se considera de clase media. Ese éxito terrible de las necesidades artificiales fue un síntoma clarísimo del triunfo de ese capitalismo liberal. Y, bueno, también la falta de resistencia y de perspicacia de los sindicatos… Precisamente… hablamos de cómo buscamos la resolución individual de los problemas laborales, pero los sindicatos algo habrán hecho mal, ¿no? En principio no ver la que se venía encima, analizaron muy mal. Y luego irse pareciendo cada vez más a los sindicatos americanos, que son casi todos de la mafia. Entonces, cuando vi aquí a Villa, dije, este es el político que quiere esa clase obrera, ¿no? Que resuelva mis problemas, no el modelo de sindicato que como colectivo tenía en mente el bien común, sino el que mediaba… Me pasó a mí, se reía uno de los gerentes cuando salí por la CSI. Decía: «Uy, te van a pedir…». Porque la gente a veces pide a los dirigentes sindicales reivindicaciones insufribles: si el convenio colectivo dice que no puedes levantar a un paciente de más de 60 kilos o que no podían subir una historia clínica de un piso a otro… Se combinaban la ceguera de los sindicatos y las falsas necesidades. Y eso generó por parte de los sindicatos un espontaneísmo de masas, un clientelismo y una falta de análisis radical. Desde los pactos de La Moncloa hubo un fracaso de análisis, ese triunfalismo… Debería haberse hecho una estrategia como la de ahora, no de ataque sino de enroque, de defender ese colectivo, no haber admitido los intereses gremiales de los radiólogos, las enfermeras, las tocólogas e insistir en que todos somos clase obrera. Los sindicatos analizaron fatal porque había que ser muy pesimista para ver lo que se venía encima, no hacer falsas promesas sino reconocer que estamos en un periodo de contrarrevolución. Tú militaste en el partido comunista, pero hace tiempo que hablas de tu deriva libertaria. ¿Qué has encontrado ahí para


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apartarte de ese comunismo clásico? Esa conciencia de fracaso, de que el intelectual colectivo que vi en el partido comunista fue un mal analizador de la realidad y una estructura incapaz de defender esa conciencia de clase. Y que en vez de aprender y ver la contrarrevolución fue incapaz, y ahí tuvo mucha influencia Santiago Carrillo, de hacer autocríticas mínimas. La deriva libertaria responde a que estamos en una fase de reconstrucción, que empiezas desde modelos muy individuales, de creación de pequeños grupos en los que la toma de conciencia sea lo fundamental. Creo que estamos en un momento parecido al de la creación de la I Internacional, deben ir juntos los dos modelos. Y me parece que lo de Podemos va por ahí, el reconocimiento de que la clase obrera ha perdido su centralidad, su capacidad, y que hay que retroceder más allá, hasta el final de la Revolución Francesa, cuando hay esa individuación tan fuerte. Hay que volver a crear vínculos, no desde la clase obrera, que es muy difícil, y volver a unir en lo popular, en ese concepto de pueblo, de los de abajo… ¿Entiendo que para ti el concepto de clase obrera está derrotado definitivamente? Ahora mismo sí, perdió la partida. Sin conciencia no hay clase, y en este momento no es la explotación, sino la conciencia de explotación. El triunfo del gusto pequeñoburgués, las necesidades artificiales, la dispersión de los sistemas de producción. El haber pasado de proletariado con un trabajo continuo al precariado, incapaz de convertirse en fuerza revolucionaria, porque trabajas unos meses, unas horas, en condiciones distintas. Y el paso atrás a lo libertario sería la necesidad de recrear unas fuerzas revolucionarias muy ligadas a lo popular, a eso que vagamente hacen desde Podemos. Sin embargo, se habla mucho de la deriva socialdemócrata de Podemos, de una querencia por el Estado que lo libertario desdeña…

No estoy muy en la línea directriz de Podemos, pero sí veo un Podemos que ha sabido analizar un poco las condiciones reales, dar ese paso atrás… casi todos [sus dirigentes] habían sido militantes comunistas y se han reformado, ¿no? Lo libertario en Podemos nace en la ocupación de las calles, con modelos asamblearios. Lo real es eso y luego por arriba los procesos son muy lentos, tardarán medio siglo. Que no creo que estos dirigentes de ahora de Podemos tengan capacidad teórica para ver lo que está pasando, pero sí que… veo diferencias: en una asamblea de Podemos no conozco a casi nadie, cuando voy a una reunión de IU, con mi agenda puedo casi localizar a todo el mundo. Estás diciendo que IU no ha logrado convertirse en partido de masas y Podemos sí… Eso es… y lo ha hecho mezclando lo libertario, esa estructura de las redes sociales y lo de Vistalegre, parece modelo de la CNT, lo hubiese soñado Durruti. Yo estaba muy formado en la estructura leninista de que sin partido y sin teoría no hay acción revolucionaria. Y cuando eso se me vino abajo pensé que o no teorizabas nada y te ibas a casa o empezabas a tejer muy abajo y creo que lo de Podemos va por ahí. Que, como todo, se puede ir a la mierda y convertirse en un partido socialdemócrata. Pero que lo tie-

nen difícil, con los círculos, con esa cosa espontánea que ha despertado unas fuerzas. Y luego el análisis es ese dar un paso atrás: casta-pueblo… Lo del precariado me parece un concepto central para la quiebra del comunismo: hablar de proletariado hoy es casi hablar de aristocracia obrera. Cuando me refería a Villa… los que tienen hoy viejos contratos en Uminsa, en Ensidesa, no dejan entrar a los precarios en el comedor colectivo. Hoy en Uminsa debe de haber 16 o 17 convenios, cada empresa auxiliar tiene unas condiciones distintas. Ahí no hay posibilidad porque además los sindicatos han fomentado ese concepto leninista de aristocracia obrera, de no ser los de abajo. Has dicho que tal vez fuera bueno que la clase trabajadora pierda la esperanza de tener buena vida, que eso puede activarla. ¿Es lo que pasó con el 15M o es algo que está por venir? Hay una falsa fantasía respecto a la crisis de la clase obrera, de que es un túnel, es lo que nos venden desde el poder. Al final se ve la luz y es volver a las condiciones anteriores de la crisis. Se ve en los anuncios de los bancos: vuelve a empufarte, a consumir, ven, que te damos créditos para coches… Si tienen éxito no habrá servido de nada el sufrimiento porque no

«El gran éxito del capitalismo fue la creación de las necesidades artificiales» se habrá modificado ese deseo de consumo, esas falsas necesidades. Y está por ver… Ante este escenario, ¿la alternativa pasa por construir islas socioeconómicas que den también autonomía en el plano mental? Sí, desde ese punto que mencionaba antes del enroque. Y sindicalmente también, crear islas de conciencia con capacidad de

contagiar esas formas de vida: la austeridad, la buena vida no en el sentido fascista sino volver al gusto por los barrios, por las formas colectivas. Ahí veo esas cosas que hace la gente joven, volver a la calle en las fiestas del Carmen con comidas populares, esa nueva cultura… Y veo también esperanzado lo de la Iglesia, lo del Papa. Me parece un buen síntoma que el primero que insultó a Trump por lo de construir muros fuera el Papa. Son redes, esas organizaciones de voluntariado de la Iglesia católica… Cuando haces esa defensa de la Iglesia no sé si lo haces con determinados matices… Sí, claro, es una estructura que ha sido enemiga y ese es el cambio que veo, que frente a esta sociedad individualizada es una organización potentísima. Tan en derrota, por otro lado; lo de Brasil me impresionó, esa habilidad de Estados Unidos… El nuevo presidente [Temer] es evangélico y han hecho una invasión perfecta. La contrarrevolución en Brasil se puede interpretar en términos religiosos. Y sí, esos que reclaman laicidad no saben que el mercado nos quiere de uno en uno; la teoría central del mercado es el vector racional, el somos egoístas por naturaleza, que haya de todo, que cada uno elija lo suyo. La teoría racional es egoísta: de cada situación, desde la tienda al ligue, da lo menos posible y saca lo máximo posible. Y lo otro es la utopía: lo religioso… ¿Y no ves posibilidades de crear cosas parecidas fuera de la Iglesia? Esa es la idea. Siempre fue así, la mayoría de los comunistas de mi época se había formado en esa teoría del sacrificio, del bien común, de un nosotros. Si se desgaja de ahí un cierto nosotros es uno de los factores de esperanza, no que la Iglesia en sí misma pueda ser una estructura revolucionaria. ¿Puede ser un refugio? La Iglesia puede ser una especie de cantera, como lo fue en su momento.H


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Colectivu Muyeres en llucha Resumen del año 2016 y retos para el 2017 Mónica Jiménez

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esde el Colectivu Muyeres en llucha queremos hacer un balance del año para entre todxs compartir las experiencias, preocupaciones y retos para el próximo año, y también aclarar dudas que nos preguntáis. Este año hemos seguido con las alertas con las que empezamos en el 2015. Es muy duro salir cada vez que hay un asesinato machista. En lo que va de año son 111 las víctimas mortales de esta violencia, y desgraciadamente sabemos que saldremos varias veces más, y puede que por más de una víctima, hasta final de año. También sabemos que el día 2 de enero tendremos que volver a la calle con un nuevo listado. Sin embargo, pese a la dureza, seguimos pensando que estas concentraciones de visualización y denuncia son imprescindibles, y vemos cómo a raíz de ellas son más las personas que se están concienciando y visualizan esta lacra social. Algunxs nos preguntáis cómo es que salimos tanto, ya que las cifras oficiales del Gobierno y de los medios de comunicación son, a fecha 19 de diciembre, 43. ¿Por qué esta diferencia? Porque la Ley de Violencia de

Género deja fuera a muchas víctimas de la violencia machista, ya que sólo cuentan las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. Esto deja fuera a todas las demás: hijas e hijos, parejas actuales, amistades, familiares… asesinadxs a la vez que las mujeres o para hacerles daño. Mujeres asesinadas por hombres que no son su pareja o expareja (padres, hermanos, hijos, primos, compañeros de trabajos, desconocidos, etc.) no cuentan tampoco como víctimas según la Ley de Violencia de Género. Tampoco cuentan las mujeres transexuales, o las prostitutas asesinadas por proxenetas, clientes o ahogadas en una inundación por estar encerradas en el prostíbulo. La consecuencia de esto es que se invisibiliza a muchas víctimas y se minimiza el problema. Por eso desde el colectivo, y toda la gente que se ha unido a nosotras en las alertas, reivindicamos a todas las víctimas. A todas. Porque el problema es mucho más amplio y mucho más grave. Por eso en el 2017 seguiremos visualizando, reivindicando y exigiendo que de una vez se hable de machismo y de toda su violencia y se reconozcan a todas las víctimas porque es la única manera de enfrentarnos a esta realidad y cambiarla.

¿Qué más hacemos desde el colectivo? Aunque las alertas son lo más visible, el trabajo del colectivo dentro y fuera del sindicato es mucho más amplio: diferentes acciones de calle para denunciar las diferentes violencias machistas; charlas para compartir experiencias y trabajo con otros colectivos tanto en Asturies como fuera, creando red; charlas sobre perspectiva de género en diferentes temas; jornada anual alrededor del 8 de Marzo; apoyo, asesoramiento y acompañamiento a mujeres maltratadas; lucha por unos derechos laborales justos e igualitarios para todxs, y para acabar con el machismo en el trabajo; apoyo a compañeras con conflictos laborales en la que la mayoría o todas somos mujeres; seguimos reivindicando una educación afectiva sexual adecuada, y unos derechos sexuales y reproductivos para todas (al igual que unas relaciones sanas e igualitarias donde las partes sean corresponsables); participación en campañas de apoyo a mujeres represaliadas en su lucha contra sus maltratadores; participación en la campaña de apoyo a Nais contra a impunidade, colectivo de mujeres de A Coruña que luchan contra la impunidad dentro de las comisarías y las prisiones

Acción de apoyo a la absolución de las Nais contra a impunidade juzgadas. Noviembre 2016.

para hacer con las personas presas lo que se quiera, y que han sido llevadas al banquillo por denunciar esta impunidad; sensibilización dentro del sindicato; participación en convocatorias de otros colectivos feministas; participación con otros colectivos en las diferentes luchas contra las discriminaciones y por la igualdad; recuperación de memoria histórica de mujeres; talleres de formación: acción directa, lenguaje inclusivo… Por supuesto que a todo lo anterior tenemos que sumar nuestra participación en el sindicato y en todo lo que se organiza, pues todas son la misma lucha. Las mujeres sindicalistas y feministas seguimos avanzando en la lucha por los derechos de la clase obrera en general, y los derechos de las mujeres en particular. Nos gustaría que los cambios fueran más rápidos y que nuestra lucha fuera más aceptada, pero somos conscientes de la sociedad en la que vivimos. Por eso en el 2017 tenemos que seguir luchando en la calle, junto con otras personas y colectivos, y también dentro del sindicato, para hacer que éste sea un auténtico motor de cambio social. Avanzando así hacia una unidad obrera, popular y feminista, con la solidaridad como bandera. H


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Sindicalismu y corrupción moral José Ángel Gayol

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a historia d’un país ye la historia de la so xente. Pero, sobre too, ye la historia de les sos lluches polos sos derechos y la so llibertá. Nesto pensaba la primer vez que senté hai unos meses nel Conseyu d’Alministración d’Hunosa al llau de representantes políticos y sindicales de grande pesu. La empresa onde trabayó mio padre, y enantes qu’elli mio güelu. Mio pá, arrancando carbón como picador venti años y depués como postiador y como vixilante, y mio güelu como barrenista. L’otru güelu tamién foi caballista, cuando daquella nun había Hunosa nin locomotores p’acarretar el carbón. Y ellí taba yo, qu’entré nuna mina de visita namás, sentáu nel sitiu dende’l que se gobernó’l destín de miles de mineros, ente ellos el mio paisanu y el mio güelu. Alcordéme de les lluches, de les fuelgues que tenía mio pá en Polio, un día sí y otru tamién, y nos malabares que facía mio ma coles perres pa llegar a fin de mes ensin que faltara comida na mesa y ropa decente que llevar. Pensé en mio güelu, que sacaba siempre a mio ma con dalguna chaqueta colorada o con un xerséi o con otra prenda del mesmu color el día 1 de mayu. Cuando la dictadura. Pa provocar. Lluchaben polos sos derechos llaborales y nun lo facíen con lliberaos sindicales nin con subvenciones, sinón coles convicciones del que sabe’l significáu de la unidá, la fraternidá y la honestidá. Y, claro, pensé en Villa. Esi foi’l segundu y inevitable pensamientu. La siella onde sentaba nesi momentu talmente podía ser la de Villa, l’históricu sindicalista cayíu en desgracia. ¿Taba ocupando’l mesmu sitiu qu’ocupó Villa tantos años? ¿Estes paredes vetustes, colos

cuadros de los socesivos presidentes d’Hunosa, yeren les mesmes paredes que miraba Villa, seique soñolientu mientres escuchaba la llarga filera de cifres d’esplotación? José Ángel Fernández Villa arrampló con 1,4 millones d’euros desviando perres dende 1989 hasta’l 2012 de les cuentes del sindicatu SOMA-UGT, onde elli reinaba como señor absolutu, y sacando unos 500.000 euros de les dietes que recibía d’Hunosa, empresa pública dedicada a la estracción de carbón y a otres rames de nuevos desenvolvimientos industriales y d’innovación. Villa foi’l Puyol asturianu, el personaxe toopoderosu qu’a lo llargo de décades ponía y quitaba alcaldes y presidentes del Gobiernu asturianu, aquel qu’enchufaba trabayadores nes empreses públiques o alministraba los ascensos con una rede xenerosa de testaferros clientelares, aquel que lo mesmo charraba con un ministru qu’amenazaba a un periodista. Dixo una vez nuna manifestación que llevaba munchu tiempu viviendo d’esti negociu. Nunca supimos tan claru’l significáu d’eses pallabres como cuando decidió averase a una sucursal bancaria a blanquiar el frutu de les sos fechoríes. ¿Ye esti l’espeyu del sindicalismu que queremos? Dafechu non. Enfrente mi había una llarga riestra de directores xenerales con corbata y espresión seria, educada y amosando confianza sobrada. Al llau míu, tábemos los conseyeros nomaos pola Xunta Xeneral (a propuesta de PSOE, PP y Podemos) y polos sindicatos mayoritarios (CC. OO. y UGT). Jose Luis Alperi, secretariu xeneral de SOMA-UGT. Jaime Martínez Caliero, responsable de minería de CC. OO.-Asturies. José Luis Fernández Roces (a propuesta del PSOE y secretariu d’organización del SOMA-

Sede d’Hunosa n’Uviéu, mas conocida como Pozu Moqueta. LMLM

UGT). José Manuel Rodríguez González, Lito (a propuesta del PP y conceyal en Mieres). Y un sirvidor. ¿Qué funciones tenemos esactamente nesti órganu? ¿L’alministración de la empresa? ¿Y en qué consiste alministrar la empresa? Al terminar aquel primer conseyu d’alministración pregunté al director de Recursos Humanos l’importe de la dieta por asistencia pa renunciar a ella. Pensaba renunciar, pero lo que nun sabía yera cuánto se pagaba por asistir a una reunión una vez cada mes y mediu, con

una duración d’ente una y dos hores. 856 euros. Quedé plasmáu. Creí que yera broma. Pa cuando volvía sentar nel Conseyu d’Alministración yá mediara una nota de prensa onde anuncié la mio renuncia por paeceme una pura vergoña ganar más d’ochocientos euros por una hora, lo que nun gana muncha xente trabayando un mes enteru. Y nesta segunda sesión la indignación foi xeneralizada. Punxéronme de vuelta y media y disfruté, pa qué voi negalo, como un enanu. Afortunadamente, dolió-yos. Acababa de desenmaz-


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carar que les lluches polítiques y sociales nun se faen nos conseyos d’alministración, onde los discursos grandilocuentes nun valen más que pa conmover a les paredes, sinón que se faen na cai, colos y coles trabayadores. Lo que faen los conseyeros coles perres públiques que cobren por un par d’hores de reunión nun m’importa un res. Dame igual si queden con ello, financien al so partíu o al so sindicatu. Lo que caún fai col so dineru nun m’incumbe. Pero sí m’interesa que se sepa que, más que pagar unes dietes de desplazamientu, los conseyeros d’empreses públiques como Hunosa cobren cantidaes obscenes que difieren del compromisu éticu que-yos correspondería a unos representantes políticos y sindicales. Tamién hai una cierta forma de corrupción moral (anque sía llegal) nesti aforoñar perres en cantidaes escomanaes cuando tán zarrando les mines, les mesmes mines que PP y PSOE roblaron zarrar hai años y agora afirmen tanto defender. Facese trampes al solitariu llámase eso. La trampa de la financiación de los sindicatos esplica que los sos recursos provienen cásique dafechu de les estructures del Estáu, y ello, n’últimu términu, lleva a que nun se dea un cuestionamientu del marcu simbólicu nel que los sindicatos tán operando. Voi esplicalo bien cenciello. Nos conseyos d’Hunosa tengo davezu la sensación de que se representa una obra de teatru, y yo soi l’espectador. Los representantes d’UGT y CC. OO., tamién el del PSOE, que de facto paez furrular como un representante más d’UGT, critiquen a la dirección d’Hunosa, pero ye una crítica que nun manca, que s’asume como parte d’un guión establecíu. Los discursos baleros y les preguntes precedíes d’apostilles crítiques nun conformen más qu’un pelotéu tenísticu nel que la dirección de la empresa participa con deportividá y elegancia. Nada se sal de les blimes establecíes. Les crítiques de los sindicatos son cásique predicibles. Paez haber un entendimientu consciente y acomodaticiu ente los directivos

d’Hunosa y los conseyeros de la empesa. Bono, toos non. Nel mio casu, cada vez que garro la pallabra noto tensión nel ambiente. La xente ponse tenso, con una desconfianza malamente disimulada. Supónense pensamientos torcíos na mio mente cuando faigo, por exemplu y por referime al últimu conseyu, preguntes inocentes por pura inorancia. Dase por fecho que toi buscando quién sabe qué escures trapaceríes o que lo faigo con intenciones avieses pa dexar mal a dalguién. A lo meyor namás toi preguntando por desconocimientu ensin más, pero la

Págabase por asistir a una reunión una vez cada mes y mediu, con una duración d’ente una y dos hores, 856 euros

desconfianza ante la improvisación d’un actor invitáu a la folixa a última hora y ensin esperalo lleva a que l’ambiente nos conseyos se ruempa en dalgún sentíu. La percepción de mio ye que los sindicatos mayoritarios, al marxe del Conseyu d’Alministración d’Hunosa, nun cumplen colos sos oxetivos primarios. Hai una cierta corrupción moral a la que me refería enantes, que desvirtúa la capacidá d’estos sindicatos de lluchar polos derechos llaborales. La corrupción de Villa nun foi más que l’epítome o cumal d’unos vezos sindicales nos que s’escaez la llucha obrera y s’emolecen más pol porgüeyu de la propia organización. ¿Qué compromisu tendría qu’ofrecer el sindicalismu d’anguaño? El sindicalismu tien que ser un sindicalismu combativu, que fuxa del conformismu de la burocratización sindical y apueste por una movilización permanente na defensa de los puestos de trabayu y d’un desarrollu económicu sostenible y igualitariu. Los sindicatos tienen que tener una función clara de

tresformación social, de construcción d’una cohesión ente los y les trabayadores, y una toma de decisiones asamblearia y horizontal que permita l’accesu igualitariu a la información. Pero sobre too tenemos que ser coherentes colos nuestros principios (nun se pue defender los intereses de los trabayadores y cobrar más d’ochocientos euros por llevantar la mano), y respetar la voluntá construyida en común sobre bases de consensu. Tenemos que buscar la unidá nel consensu, non nes mayoríes (davezu les democracies inoren a les minoríes). Les voces de los trabayadores en común configuren el rostru de los lluches sociales que protagonizamos. Lo importante nun son les banderes, son les persones. Y escriben tamién el rellatu de la historia de cualquier país. H José Ángel Gayol ye presidente del Observatoriu Ciudadanu Anticorrupción d’Asturies (OCAN) y conseyeru del Conseyu Ciudadanu Autonómicu de Podemos Asturies


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La CSI: un sindicatu de clas pa un país que se llama Asturies Reflexones sobre sindicalismu y soberanía Iyán González

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á llovió dende aquel ochobre del añu 1984, cuando se celebró la Primer Conferencia de la Corriente Sindical d’Izquierda en Xixón. Nel llibrín espublizáu posteriormente —nel añu 1988— sobre aquel gran fechu fundacional onde se dio aniciu al nuesu sindicatu podemos lleer les siguientes sentencies que son toa una declaración d’intenciones: «La CSI quier ser un Sindicatu de clas p’Asturies, enraigonáu nos movimientos de llucha y resistencia de los trabayadores asturianos. (…) El futuru d’Asturies y del so pueblu decídese en Madrid, por grupos económicos y los socesivos gobiernos, ensin tener en cuenta les necesidaes de los asturianos. Poro, el nuesu Sindicatu quier ser una ferramienta d’organización, de llucha y solidaridá que va armar griesca pa que’l nuesu futuru seya decidíu n’Asturies y polos asturianos». Más de trés décades dempués, la situación descrita nesta primer ponencia fundacional non sólo nun camudó pa meyor sinón que, ensin dulda, fízose más llaceriosa. Al esmantelamientu industrial que yá s’anunciaba polos compañeros y compañeres en 1984 hai quey amestar la socesiva degradación de los drechos básicos de la clas obrera con agresiones constantes, especialmente dende l’entamu nel 2008 de la gran crisis-estafa capitalista que vieno a ximelgar les nueses vides; vides que yá taben n’estáu de crisis permanente. Esta ofensiva de la oligarquía española y europea sobre los y les trabayadores tien n’Asturies, nel nuesu país, responsables políticos específicos y problemáti-

Actu soberanista en Xixón.

ques concretes y propies como, por exemplu, la probeza y espoliu enerxéticu, la emigración forciao de la mocedá, el desaniciu del mundu rural o la desapaición de seutores productivos clásicos como la minería, la metalurxa y siderurxa, l’agroganadería o la pesca, La crisis demográfica asturiana, con una pirámide poblacional invertida —típica de sociedaes n’estáu de resquiebra social total— ye otru más de los síntomes que falen de los tiempos nos que vivimos. Un pueblu avieyáu, con una de les tases de natalidá más baxes d’Europa — ergo del planeta—, que ve cómo les decisiones que son responsables de les condiciones de vida materiales de la xente asturiano siguen tomándose en Madrid o en Bruxeles ensin qu’esista nengún tipu d’intención per parte de los políticos de la Xunta Xeneral

por asumir responsabilidaes nin ufrir una salida asturiana y de clas a la crisis capitalista. Pero énte esti panorama esmolecedor —al que-y tendríemos que sumar el procesu d’opresión llingüística, la estroza ambiental o les terribles consecuencies del patriarcáu na nuesa sociedá, problemátiques toes que yá víen los compañeros y compañeres que decidíen fundar la CSI nos años 80— tamién hebo rempuesta y llucha que tien valío pa parar munchos —munchísimos— güelpes. Y ye una realidá que nes lluches sociales que se vienen desendolcando na nuesa tierra nos últimos cuarenta años, especialmente na redolada de la Corriente Sindical d’Izquierda, nun podemos dexar de llau la esistencia d’organizaciones y militantes que, dende la so individualidá o dende los coleuti-

vos nos que participaben, ufríen un puntu de vista soberanista, internacionalista y de clas a les movilizaciones que se desenrollaben y que, faciéndolo, non solo nun contradicíen la llinia política cola que nacía’l nuesu sindicatu, sinón que la dotaben de más conteníu y apurríen un bagaxe políticu d’interés a la riqueza y diversidá ideolóxica qu’esistía y esiste na organización. Pero ¿qué ye tener un puntu de vista soberanista énte la realidá que nos arrodia? Ye, en primer llugar, facer análisis dende Asturies pal mundu, ensin necesidá d’importalos dende nenguna metrópoli peninsular o continental; plantegar les necesidaes y problemátiques del mediu inmediatu nel que vivimos y diseñar una rempuesta tresformadora al serviciu de los intereses de clas en consonancia con un apues-


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te solidariu ya internacionalista. Aquel lema del movimientu antiglobalización que plantó cara al sistema nes cimeres del FMI o UE-ECOFIN, como veríemos n’Uviéu nel añu 2002, axústase perfeutamente a les premises soberanistes: piensa global, actúa llocal. Tamién concasa esti puntu de vista coles postures del EZLN tres del Llevantamientu Zapatista en 1994. «Queremos un mundu nel que quepan munchos mundos. La patria que construyimos ye una onde quepan tolos pueblos y les sos llingües, que tolos pasos la anden, que toos la rían, que la alborezan toos», diría’l Subcomandante Marcos daquella. Apostar por una llinia soberanista ye tamién tener la capacidá pa crear un calendariu propiu de movilizaciones y nun ser subsidiaries/os de dinámiques ayenes que munches vegaes nun tienen en cuenta’l momentu políticu que se vive en cada sitiu. Ser soberanista tamién ye facer un apueste por un marcu de rellaciones llaborales propiu y dicir, ensin complexos y xustamente como se cita al entamu d’esti articulín, que’l futuru d’Asturies tien que lu decidir el pueblu asturianu ensin inxerencies nin paternalismos. Sicasí, nun fai falta que la CSI se diga formalmente soberanista pa que podamos afirmar que, de facto y dende la so fundación, ye’l sindicatu de clas que meyor

Pancarta de la CSI nuna manifestación pola Oficialidá de la Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana

defende los intereses del pueblu trabayador asturianu dende posiciones que fixen el puntu de referencia nel nuesu país. Porque, compañeres y compañeros, ¿nun ye la CSI una organización d’obediencia asturiana? ¿Nun fai la CSI análisis sociopolíticos y económicos partiendo de la realidá material que vive la clas obrera d’Asturies? ¿Nun plantega la CSI lluches y soluciones pa los problemes llaborales, económicos, sociales y culturales de les asturianes y asturianos? ¿Nun xenera movilizaciones y espacios de

llucha propios y estremaos a los que promueven les centrales sindicales corruptes y sucursalistes qu’operen n’Asturies? ¿Nun ye, al empar de tolo dicho enantes, un sindicatu de trabayadores solidariu con causes y resistencies qu’asoceden n’Asturies y acullá de les llendes del país dientro y fuera del Estáu? El proyeutu sindical que nacía hai más de trés décades en Xixón tien unos finxos bien afitaos que siempre ye bono tener presentes. Tenemos que siguir, como sindicatu, sofitando y dando aliendu

a les que lluchen los primeros de mayu, los ocho de marzu, los ventiocho de xunu y, tamién, los ocho de setiembre o los venticinco de mayu y tolos díes del añu. Arrenunciar a facelo —y a facelo n’asturianu o en gallego-asturianu, por cierto— sedría contradictorio con toa una trayeutoria de praxis política histórica na que la defensa del territoriu y del pueblu que vive nél enxamás tuvo en dulda.H

Revista Contracorriente.CSI

Iyán Glez. (@iyangc) ye militante soberanista.


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Reducción de la jornada laboral Ideas para continuar el debate José Pérez Miranda, Pichi

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reocupado por la solución del desempleo, como supongo que la, mayoría de los ciudadanos, escribí algunos artículos al respecto. En ellos manifesté mi convencimiento de que solo con la reducción significativa de la jornada laboral y sin perder poder adquisitivo se puede atajar la lacra del desempleo y con ello las miserias que conlleva. Ello me permitió hablar con algunas de las personas que los leyeron y así conocer sus opiniones. De las recibidas, todas muy valiosas, destaco la referida a las dificultades para llevarla a cabo. Su visión de la situación de la clase trabajadora en la actualidad les lleva a que, aunque sea imprescindible para atajar el paro, vean muy difícil la lucha por ella. Eso les genera una especie de parálisis, como si no se supiese qué hacer o por dónde empezar. Y, efectivamente, es muy difícil y complicado, pero nunca fue fácil ni sencillo. La debilidad en que se encuentran los trabajadores y las clases populares es verdaderamente grave. Hay varias cuestiones que nos trajeron hasta aquí. Primero, la trasformación de la clase trabajadora: el mayor número era el de los trabadores de la industria; ahora ese lugar lo ocupan los de servicios. Segundo, los cambios geopolíticos y sociales habidos en el mundo, y la brutal transformación económica. Y tercero, la actual crisis económica, sorprendente para la mayoría de la sociedad. Creo que todo ello nos explica, en buena medida, el constante debilitamiento ideológico y organizativo que la clase trabajadora padece. Ésta necesita renovarse en ideas y organizativamente. Para eso necesitará su tiempo. Le costará salir, pero saldrá, es cuestión de supervivencia colectiva y personal.

En la India llegaron a ponerse en huelga 150 millones de trabajadores el día 2 de septiembre del 2016, así que no hay nada imposible, salvo lo que no se intenta. A esa parálisis también contribuye nuestra historia reciente. Hemos vivido una cierta luna de miel que, aunque casi nunca tuvimos pleno empleo, era más tolerable (me refiero a los países desarrollados). Después de la Se-

gresivamente se iban conociendo fue incrementando incesantemente la producción y pronto se fue detectando la incapacidad del mercado para asumirla. Había que aumentar el consumo para poder venderla y el capital financiero recurre a la extensión masiva de los créditos, creando un desenvolvimiento especulativo de la economía. Todo el mundo se empeñó hasta las cejas para

gunda Guerra Mundial, se tuvo que reconstruir todo lo destrozado y, por lo general, era relativamente fácil encontrar empleo. A esto se unió que la clase trabajadora, participante activa en el derrocamiento del fascismo, en la Segunda Guerra Mundial adquirió un reconocimiento social muy importante y, sobre todo con sus luchas, consiguió arrancar mejoras en su situación económico-social y política. Es lo que se suele conocer por la mal llamada sociedad del bienestar. Esto también proporcionó un potente desarrollo económico, así como un aumento considerable de las llamadas clases medias, un potente sectore del consumo. La acelerada implantación de las nuevas tecnologías que pro-

comprar el piso, el coche, ir de vacaciones o pagar el cumpleaños del niño. Un filósofo del siglo XIX decía que no se piensa igual en un palacio que en una barraca. Posiblemente ese cambio de mentalidad y menor empuje de la clase trabajadora tenga que ver con ese consumismo desaforado, como si se pensase que todo el monte era orégano. Se creía que trabajando se irían pagando los créditos, no se pensaba en los masivos despidos que podían llegar. Pero la crisis lo desbarató todo. Lo que nos queda son pérdidas de derechos adquiridos, deudas, desempleo, desigualdad, miseria, sufrimiento, desesperación y desconcierto. ¡También más millonarios! Puede que ese período transitorio nos confunda y haga pensar

a mucha gente que esta situación de crisis es pasajera. Pero la crisis del 29 (salvando las distancias), de parecidas características y en la que también nos intentaron engañar con la repetida salida a la vuelta de la esquina, a lo que nos condujo no fue a la esquina, sino al centro mismo del infierno, a la Segunda Guerra Mundial. Ahora no se sabe dónde acabaremos. Sí se puede señalar que, con el constante crecimiento de partidos y movimientos fascistas y el actual incremento desestabilizador de países, con varios de ellos en guerra, la cosa no pinta nada bien. La elección de Trump como presidente de EE. UU. es un aviso más. De todas formas, aunque no lleguemos a una situación semejante, y ojalá sea así, resulta inimaginable un próximo futuro del mundo (en el que la productividad seguirá creciendo exponencialmente) con la misma jornada de 40 horas semanales que tenemos ahora, pues sería una sociedad con inmenso desempleo, demasiado cruel y socialmente insoportable, por muchos parches que le pongan y sean quienes sean los que gobiernen, cómo gobiernen y bajo qué sistema gobiernen. Por lo tanto, no es un problema de opción, ni de pasar del tema, esperando que nos caigan del cielo buenos y muchos empleos y que el desempleo sea algo definitivamente del pasado. Que sepamos, del cielo nos cae la lluvia, pero empleos… ¿Por dónde continuar el camino empezado? Antes de nada, creo que estamos todavía en la fase de debate e información. A partir de aquí planteémonos por dónde continuar. Este debate está más avanzado en otros países como Inglaterra o Alemania, sobre todo; también en los del norte de Europa. En el Estado español, aunque nos parezca mentira y a pesar del montón de parados que tenemos, estamos


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muy rezagados y muy por detrás en el dabate.. Se trata, pues, de elevarlo al máximo, de ampliar la divulgación al respecto. Pienso que es la etapa por la que hemos de pasar para que llegue a ser una reivindicación generalizada y de primer orden, en los centros de trabajo, en la calle, en la sociedad, etc. Para ello planteo en este artículo algunas sugerencias de lo que podemos hacer. Algunos partidos políticos tienen en su programa la reducción de una jornada laboral significativa (25 y 30 horas semanales) y, en cambio, a la hora de tratar la solución del desempleo, no aparece por ningún lado. Se quedan en meros planteamientos nacionales y cortoplacistas, con propuestas de reorganizar mejor la política económico-social de cada país. No niego que eso sea necesario, pero si no reducimos la jornada laboral, mundialmente, no hay nada que hacer. Por otro lado, competir a ver quién lo hace mejor hasta ahora nunca nos llevó a buen puerto. En vez de tanto practicar la competitividad, practiquemos un poco más la solidaridad. Soy consciente de que a nivel estatal (del Estado español o de cualquier otro país) es un tema irresoluble, como sucede con el cambio climático y otras muchas necesidades que la humanidad ha de resolver. Si necesita una solución internacional, habrá que plantearlo a ese nivel. Y en este sentido, los partidos que quieran, de verdad, avanzar hacia la reducción del desempleo a través de la reducción de la jornada pueden dirigirse a organismos internacionales, como la ONU, la OIT, la CEE, etc.; o a los parlamentos nacionales para que eleven la petición a otras instancias internacionales; o promover que los parlamentos de las comunidades autónomas y los ayuntamientos saquen resoluciones en esa dirección. Todo ello contribuiría a la difusión y al debate sobre el tema, la finalidad que ahora mismo se persigue. También podían promover foros de debate, por ejemplo a nivel europeo con otros partidos y parlamentarios que puedan participar de la mis-

ma idea, o con intelectuales. Esto sería como un portavocía permanente. Lo mismo digo para los sindicatos. Algunos de ellos también mantienen en su programa la reducción de la jornada. Esa atención diaria a los problemas que se les presentan no les puede impedir dedicar atención a la reducción de la jornada laboral para atacar el desempleo. La experiencia de los planes activos de empleo y demás medidas en los que están tan enzarzados, con tan pírricos resultados, solo son paños calientes en el mejor de los casos.

Algunos partidos políticos tienen en su programa la reducción de una jornada laboral significativa (25 y 30 horas semanales) Tenemos la OIT, sindicatos a nivel mundial, europeo, estatales, de sectores, etc. Debemos obligarles a que se mojen. No pueden estar mirando a la luna cuando el paro no deja de crecer, cuando los salarios descienden imparablemente y las condiciones laborales, en algunos casos, tienen ya más de esclavas que de dignas. La desorientación de la que tanto se habla y el preocupante deslizamiento de la sociedad hacia la extrema derecha, seguro que tiene mucho que ver con ese crecimiento constante del desempleo, la precariedad, la pobreza y demás secuelas. Ese incremento del fascismo es otra razón más que nos obliga a poner freno al desempleo. Solamente en el Estado español tenemos una gran cantidad de organizaciones de desempleados. Los parados son los más afectados y, por ello, los más interesados en que se solucione el problema. Estas organizaciones pueden y deben jugar un papel importante. Una de estas organizaciones de Barcelona se dirigió, hace ya unos años, a los representantes del parlamento catalán para que

manifestasen su opinión y compromiso acerca de la reducción de la jornada. Iniciativas de ese tipo son formidables. Esta labor puede ser aún más provechosa si se coordinan entre las distintas organizaciones de parados y se extiende a todas las instituciones estatales, internacionales y organismos como la Organización General del Trabajo, etc. Las empresas multinacionales están instaladas en todas las partes del mundo (algunas con varias empresas en un mismo país). Las relaciones entre los trabajadores deben ampliarse al máximo, también para el desarrollo de este debate. Sus representantes en los comités de empresa son un formidable instrumento, inutilizado. En este sentido nos encontramos con sectores en los que más pérdida de empleo se sufre, precisamente por la facilidad de la implantación de las nuevas tecnologías, como el bancario. Se está perdiendo una gran oportunidad, porque son sectores con muchas ventajas para la extensión de ese debate. Si no se reduce la jornada laboral se quedarán, en muy poco tiempo, en un simple esqueleto

En las distintas administraciones del Estado (de todos los estados) tenemos las mejores condiciones para la difusión y la extensión de este debate. Incluso del comienzo de esa reivindicación de reducción de jornada. La recogida de firmas pidiendo la reducción de la jornada de trabajo para poner freno al desem-

pleo es un medio a utilizar muy importante y al que tampoco se recurre. Aquí tenemos ya mucha experiencia. Recuerdo la que se realizó contra los desahucios. Éstos no se terminaron con la masiva recogida de firmas, pero todos estaremos de acuerdo en que facilitó, y mucho, la toma de conciencia del problema en la sociedad española. Las recogidas de firmas pueden ir dirigidas a ayuntamientos, comunidades autónomas, al parlamento de España y al de Europa, etc., buscando que el tema esté en la calle, que se tome conciencia de ello y pueda ir transformándose en reivindicación, en la más importante de las reivindicaciones, por ser, a mi entender, la que más puede posibilitar una mejora social de la clase trabajadora y de la sociedad. Porque es de una lógica aplastante: si tenemos desempleo, reduzcamos la jornada laboral. Porque la clase trabajadora no es la primera vez que pelea por reducir la jornada laboral y además lo consigue. Porque esta experiencia contribuirá a su movilización. La clase trabajadora necesita pasar a la ofensiva, dejar de retroceder y decir hasta aquí hemos llegado. Entiendo que la reivindicación de la reducción de la jornada laboral para atajar el desempleo es la que mejor puede posibilitarlo y lo va a posibilitar. A nivel individual todos podemos participar en la extensión de esta idea, haciéndosela llegar a familiares, conocidos, amigos, compañeros..., participando en los debates, escribiendo sus opiniones; en fin, de las distintas maneras que nos sea posible. Señalé más arriba que solo son sugerencias generales de lo que pienso que se puede hacer. Bienvenidas todas las que nos puedan enriquecer con más sugerencias y posibilidades. Todo sea por la reducción significativa de la jornada laboral (sin pérdida de poder adquisitivo) que nos permita la reducción del desempleo, por la puesta en pie de la clase trabajadora mundial y el abandono de la zozobra, el miedo y la parálisis en que estamos. Avancemos. H


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El ejemplo heroico de los «petroleros» de Las Heras Una condena injusta trata de amedrentar la lucha obrera en Argentina Comisión de trabajadores condenados, familiares y amigos de Las Heras - Argentina

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l 25 de enero del 2006 en la Patagonia argentina comenzó una huelga de los trabajadores petroleros de Las Heras contra el Impuesto a las Ganancias, un verdadero impuesto al salario obrero y contra la tercerización y precarización laboral. Al grito de Todos somos petroleros, los trabajadores del gremio de la construcción (UOCRA) junto a los trabajadores del gremio petrolero salieron a la lucha. Esta huelga se llevó adelante con asambleas de miles de trabajadores votando a mano alzada y decidiendo cada uno de los pasos a seguir en la lucha. Abandonados y traicionados por la burocracia sindical, los trabajadores de Las Heras protagonizaron una heroica huelga, con cortes de carretera y piquetes que paralizaron toda la producción petrolera. La justicia al servicio de la Repsol y el Gobierno de Kirchner ordena la detención de uno de los portavoces de ésta lucha. El mismo gobernador de la provincia de Santa Cruz, Sergio Acevedo, tuvo que reconocer que la detención se llevó adelante por petición de las empresas petroleras ya que la enorme huelga de los trabajadores petroleros venía afectando las ganancias de las multinacionales en ese sector. Cuando detienen a uno de los portavoces, el pueblo de Las Heras se moviliza a la comisaría para exigir su liberación, pero cuando llegan son recibidos por una brutal represión por parte de la Policía y grupos especiales que disparaban con ametralladoras desde el techo de la alcaldía. En ésta jornada fue herido el policía Sayago, quien luego falleció.

Represión policial durante la huelga de los petroleros de Las Heras.

Inmediatamente, el Gobierno, con su Policía y su aparato represivo, instauró un verdadero estado de sitio en el pueblo. Más de 70 trabajadores fueron detenidos en allanamientos donde la Policía y gendarmería irrumpía en sus casas golpeando y rompiendo todo lo que tenían delante. Decenas de trabajadores fueron torturados, perseguidos y detenidos por horas en centros clandestinos que el Gobierno había montado en el pueblo. Al estilo de la dictadura militar y con la complicidad de la burocracia sindical, se escarmentó así a los petroleros que con su justa lucha se enfrentaban a las petroleras imperialistas. Militarizaron el pueblo de Las Heras durante años para darle un duro golpe al movimiento obrero que les había hecho frente.

De la muerte del policía se acusó a los manifestantes, inventando pruebas y testimonios falsos para incriminar y amedrentar a los trabajadores. Durante tres años y medio, seis trabajadores estuvieron en prisión sufriendo torturas y vejámenes. En junio del 2013, un tribunal al servicio de las petroleras y el Gobierno llevó a juicio a doce trabajadores. Durante las sesiones del juicio, la jueza Lembeye se dedicó a denigrar a los obreros, tratándolos como analfabetos y una escoria humana, burlándose de la situación laboral de los compañeros a los que trataba despectivamente. Las únicas pruebas por las que fueron condenados los petroleros de Las Heras son unas contadas declaraciones testimoniales extraídas bajo torturas y amenazas de

todo tipo, para poder incriminar injustamente a estos trabajadores. Luego de un juicio completamente montado por las petroleras como Repsol, y Gobierno argentino y su Justicia, cuatro de los trabajadores fueron condenados a pasar el resto de su vida en prisión por un crimen que no cometieron y otros seis a penas de cinco años. Los trabajadores de Las Heras se convirtieron así en los nuevos mártires de Chicago de hoy. Vale destacar las palabras que los obreros de Chicago, durante la parodia de juicio que les montaron, decían a sus verdugos: «No habrá ninguna prueba que demuestre y los convenzan de que no somos culpables, porque ustedes ya nos han condenado, porque quieren venganza contra los obreros que nos ponemos de pie».


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Los obreros petroleros de Las Heras, al igual que los mártires de Chicago, sufrieron un juicio de la venganza de las petroleras, con un tribunal que de antemano ya los había sentenciado por la heroica lucha que dieron, por enfrentarse a las transnacionales, su Gobierno

Durante tres años y medio, seis trabajadores estuvieron en prisión sufriendo torturas y vejámenes sirviente y la traidora burocracia sindical. Esta sentencia fue apelada por los abogados defensores. Cientos de personalidades de la Argentina y de todo el mundo ya se manifestaron por la absolución de estos condenados de Las Heras. Este fallo representa uno de los ataques más graves contra la clase trabajadora desde el retorno de la democracia, busca amedrentar a los trabajadores de la Patagonia y del país para que no salgan nuevamente a luchar por lo que le corresponde. A pesar de eso, las demandas de aquellos trabajadores de estas compañías petroleras siguen vigentes: eliminación del impuesto al salario, pase a convenio petrolero de los trabajadores de la construcción y el cese a la criminalización de la protesta. Gracias a la presión social que hubo, no solamente en Argentina sino en distintos lugares del mundo, estos compañeros todavía no están en prisión, pero actualmente viven en constante tensión, teniendo una espada de Damocles sobre sus cabezas, pues en cualquier momento el Estado puede ejecutar la sentencia, por lo que la presión internacional no debe cesar en ningún momento hasta que todos los condenados estén absueltos. Si algo faltaba para confirmar que el Gobierno de Cristina Kirchner dio la orden a la Justicia para condenar a los trabajadores de

Las Heras, se pudo ver a la propia expresidenta en la apertura de las sesiones legislativas del Congreso Nacional, avalando la brutal condena contra ellos con las siguientes palabras: «La justicia finalmente llegó y los condenaron a los responsables de ese homicidio terrible, alevoso, porque fue sin defensa alguna». Hoy más que nunca, ante los gobiernos que continúan descargando la crisis en las espaldas de los trabajadores, ajustando y reprimiendo, es necesaria la unidad internacional de la clase obrera para enfrentarse a estos ataques y luchar por la libertad de todos los presos políticos del mundo. Es por esto que los compañeros de la Comisión de trabajadores condenados, familiares y amigos de Las Heras, junto a organizaciones de Palestina, Grecia, México, el Estado español, Sudáfrica, Japón, Zimbabue, Argentina, Chile y Bolivia, entre otros, han puesto en pie la Red Internacional por la libertad de todos los presos políticos y justicia por nuestros mártires. Como parte de ésta lucha, una compañera de la Red viajó al Estado español para continuar afianzando los lazos con las organizaciones que luchan por la libertad de los presos políticos. Se han dado grandes pasos hacia adelante para romper el aislamiento al que nos quieren confinar los distintos gobiernos que nos reprimen, condenan y encarcelan, pero se necesitan dar muchos pasos más porque la absolución de los petro-

Mapa de situacion de Las Heras, Santa Cruz (Argentina).

leros de Las Heras y la libertad de todos los presos políticos depende de la lucha de todos los oprimidos del mundo por derribar los barrotes y los muros que nos han impuesto para que no luchemos por nuestros derechos y nuestra libertad. Si aún nuestros enemigos mantienen a los nuestros en prisión, es porque no hemos unido nuestras fuerzas en todo el mundo. Necesitamos más que nunca unirnos por encima de las fronteras, como lo hacen los grandes

bancos y empresas para explotarnos y reprimirnos, pero nosotros debemos hacerlo para luchar por nuestros derechos y por nuestra libertad. ¡Alcemos la voz de todos a los que se quiere callar con cárcel, tortura y represión! ¡Libertad a todos los presos políticos del mundo y justicia por nuestros mártires! ¡Todos somos refugiados! ¡La rebelión de los esclavos no es delito, es justicia! H


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LLIBROS Y MÚSICA La tele que queremos. Radiotelevisión pública y reivindicación llingüística n’Asturies, de Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana N’Europa occidental, les televisiones de proximidá en comunidaes con una llingua propia diferente a la oficial nel Estáu concibiéronse como ferramienta de recuperación y normalización llingüística. Perdón, toes non, que n’Asturies somos diferentes. Depués de más de diez años d’andadura, la Radio Televisión del Principáu 'Asturies (RTPA) non solo nun ye un elementu de dignificación del nuestru patrimoniu llingüísticu sinón que ta ayudando a enterralu, a facelu ver como una pieza folclórica que namás val pa la risión. Pa detrás, niéga-y la posibilidá d’un usu normal, cultu y correctu n’informativos, deportes, doblaxes o programación infantil. Dalgún espaciucu residual cada ciertu tiempu ye resultáu de la insistencia y reivindicación testerona del asturianismu, d’entidaes como la Xunta pola Defensa de la Llingua Asturiana.

La tele que queremos recueye, repasando la montonera de comunicaos y informes que l’asociación lleva sacando sobre esti tema, un completísimu repertoriu de midíes, recomendaciones y caminos que podía siguir —y nun siguió— la RTPA pa convertise nun ente públicu al serviciu de los asturianos y asturianes amás de mediu fundamental pa la normalización llingüística. Pero, como bien se denuncia nel llibru, la mayoría parllamentaria PSOE-PP nun aprovechó la modificación de la llei de RTPA pa redactar de manera clara esi compromisu llingüísticu y, pa detrás, colos votos a favor d’estos dos partíos más IX, confirmó nel cargu al director en funciones dende va cinco años, Antonio Virgili, mano executora d’esa deriva testimonial, diglósica y folclorizante pal idioma. Un llibru imprescindible pa entender el desastre.H

Trabe, 2016

Entreteniendo a los pobres. Una crítica político ideológica de las medidas de lucha contra la exclusión social, de Juan Ramón Rodríguez Fernández En este libro se exploran las posibilidades de la Renta Básica ante las limitaciones de las políticas de ingresos mínimos en el Estado español. La transformación social que llevaría a cabo la implantación de una Renta Básica sólo puede plantearse desde la crítica y la denuncia de las contradicciones y falsedades del pensamiento capitalista dominante en nuestras sociedades. Los programas de Rentas Mínimas de Inserción, Salario Social, son parte de los diversos mecanismos que el capitalismo ha ido implementando para mantener un injusto orden social y para al mismo tiempo legitimarse como discurso hegemónico frente a otras alternativas. Son medidas dirigidas más bien a gestionar la pobreza y hacerla más fácilmente digerible, evitando de esa forma la revuelta social. La educación (cursos de formación, tutorías) vinculada a estos programas de ingresos mínimos

asume como cierto el mito neoliberal de la inserción laboral mediante el fomento de la empleabilidad del trabajador dejado de lado por el sistema. Sin embargo, cumple una doble función muy diferente: Por una parte hace de redención y castigo del pobre; y, por otra, se configura como un lucrativo negocio privado, al que acude el complejo caritativo-empresarial que ve en estos cursos un nicho de negocio todavía por explotar. Desde el 2011 al 2015 se han gastado unos 7.000 millones de euros en cursos de formación, la mayoría desarrollados por empresas privadas y tercer sector, para la mejora de la empleabilidad de colectivos excluidos. ¿Cuál ha sido el impacto en términos de utilidad social y de inserción de semejante gasto? ¿Por qué no se ha invertido ese dinero público en la creación de puestos de trabajo o en el establecimiento de una verdadera red de protección social? H

Bomarzo, 2016

Amarraza. 102 díes baxo la llei antiterrorista, de Fernando González Rodríguez, Fer Depués de que s’escosare la tirada de más de 500 exemplares de la primer edición d’Amarraza, asoleyada nel 2008, el colectivu antirrepresivu Sofitu vuelve asoleyar esti llibru con una tirada más llimitada d’unos 200 exemplares. Les razones pa esta segunda edición son delles: d’un llau, ampliar la edición con un cuadernín central con un dossier de prensa relativu al casu de Fer, autor d’esti llibru en primer persona; d’otru llau, rescatar pa les xeneraciones más moces el casu de represión más duru y significativu de les últimes décades n’Asturies, el que llevó a Fer a prisión 102 díes baxo la llei antiterrorista nel 2005. Esti llibru ye un rellatu autobiográficu que va dende xusto’l minutu anterior a la detención en Pilo-

ña de Fer hasta un minutu depués de la so puesta en llibertá n’avientu d’aquel añu. Un rellatu carcelariu bien duru que tien como oxetivu, ente otros y en palabres del so propiu autor, valir de denuncia del sistema xudicial y carcelariu español, amás de valir de guía a toes aquelles persones comprometíes na llucha social, política y sindical énte lo que pudieren atopase nun hipóteticu ingresu en prisión deriváu d’esa llucha colectiva. Más de 500 páxines qu’enganchen dende’l primer párrafu hasta’l puntu final y que faen sentir a quien lu llee tar na piel de Fer, gracies al estilu hiper-realista qu’ésti usa pa describinos la so esperiencia d’aquellos 102 díes baxo la llamada Llei Antiterrorista. H

Sofitu, 2016 (2ªEdicion)


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LA NUESA XENTE

Pablo Capa H ai poques concentraciones o manifestaciones onde nun sintamos les consignes de Pablo Capa col so megáfonu. Miembru del comité d’empresa de la Conseyería d’Educación y Cultura, participa activamente na vida de la Corriente Sindical d'Izquierda, pero nenguna movilización-y resulta ayena ellí onde haya que reclamar derechos o xusticia. En dalguna performance reivindicativa tenemos vístolu mazcaráu de banqueru y hasta de neñu de San Ildefonso repartiendo con munchu humor servicios públicos.

¿Cómo llegues a la CSI y qué te llevó a afiliate? Entré a formar parte del sindicatu al poco d’empezar a trabayar na Alministración del Principáu d’Asturies como operariu de servicios llimpiando nel IES Río Trubia. Decidíme pola CSI porque me paecía que diba defender tanto los mios derechos como los de los demás compañeros de trabayu. Dende entós implícome tolo que puedo nes actividaes del sindicatu. Participé activamente nes movilizaciones que se fixeron dende l’Asamblea de Trabayadores Públicos contra los recortes tanto del PSOE de Zapatero como del PP de Rajoy. Y tanto del Gobiernu central del PP como del autonomicu del PSOE: hai que recordar que’l Gobiernu de Javier Fernández foi’l primeru de tol Estáu n’implantar l’aumentu de xornada a tolos trabayadores públicos. ¿Cuándo empezasti a implicate socialmente? Empecé a lluchar por un mundu meyor nes movilizaciones d’estudiantes del cursu 86/87, de la que taba nel institutu. Foron meses de reivindicaciones nes que toles selmanes tábemos nes cais manifestándonos. Y de pasu tamién facíemos exerciciu corriendo delantre de la Policía... Dende entós quedóme claro que si se llucha ye

Pablo Capa col megáfonu nuna movilización recién énte la Xunta Xeneral. PABLO LORENZANA

como se pueden consiguir coses. Eso sí: si quedamos paraos viendo cómo aumenten los problemes, van acabar pasándonos per enriba. La mayor parte de la mio trayectoria política desenvolvióse siempre nos movimientos sociales, dende l’estudiantil hasta’l COSAL, pasando pela Iniciativa Asturiana pol 0'7 y +, plataformes contra les guerres d’Iraq y Yugoslavia y, más recientemente nel 15M d’Uviéu y nel CSOA La Madreña. Tamién collaboro en La Comuna d’Asturies, nel movimientu d’apoyu a la Querella Arxentina polos crímenes del franquismu. El tema de la memoria histórica tien más actualidá que lo que de mano podía paecer, porque la mal llamada Transición zarró en falso munchos asuntos que siguen pendientes. Tu yes ún de los imputaos pola ocupación del edificiu onde s’abrió’l centru social La Madreña. ¿En qué momentu xudicial ta la cuestión? Nestos momentos les diez persones que tamos imputaes pol

asuntu de La Madreña siguimos aguardando pola celebración del xuiciu. A los cinco primeros imputónos la Policía a requerimientu de l’acusación: ún d’ellos foi por tar na cai los díes posteriores a la ocupación; otru foi por coincidir el so nome con una persona que fixo unes declaraciones a la prensa; dos, por tar descargando material pa una obra de treatru infantil que se fixo ellí; y yo, porque m’identificaron nuna de les ruedes de prensa onde apaecí al llau d’otres persones. Los otros cinco imputaos tánlo porque taben dientro de La Madreña’l día qu’entró la Polícía pa desapolinar el local. Na Conseyería d’Eduación y Cultura tenéis dalgunes reivindicaciones pendientes. Sí, dende la vuelta de les vacaciones escolares d’esti branu tamos movilizándonos polos recortes que’l Gobiernu asturianu acaba de facer na nuestra conseyería. Asumiendo delles sentencies xudiciales, nun-yos quedó otru remediu que contratar 26 auxi-

liares educadores y dos fisioterapeutes, pero fixéronlo nunes condiciones precaries dafechu y, de la que lo facíen, eliminaron 28 places d’operarios que taben ensin cubrir, polo que’l personal de llimpieza de los centros educativos ve cómo cada vez-y aumenten más la carga de trabayu. Tampoco nun paráis na estaya de l'Alministración de la CSI. Ye verdá. Amás de los asuntos que podemos llamar más corporativos, como’l tema del Serida, el personal llaboral d’Educación que yá comenté o los bomberos, que lleven yá manifestándose más d’un añu a les puertes de la Xunta Xeneral, agora tamos centrando los nuestros esfuercios na reivindicación de la vuelta a la xornada de les 35 hores. Amás de ser un derechu que nos arrampuñaron y que tenemos que recuperar, ye una midida que diba repercutir directamente nel aumentu del númberu de trabayadores públicos, sobre manera nel ERA y nos que trabayen na Salú Pública. H


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