Guatemala 22 de mayo de 2020 El temor de los nuevos viajes Cuéntame, ¿no has sentido temor a veces?, ¿no te has imaginado perder lo que más quieres?, ¿no te has puesto a pensar que vas a volver a ser el perdedor de aquellos meses/años?, ¿no te ha importado ser lastimado (a)? y la respuesta es: inconscientemente sí. Y me hablo a mí, para que puedas comprender una faceta del proceso de pensamiento, me hablo a mí, para ser una carta abierta y facilitarte la distribución de mis dudas y respuestas. Pero, también me hablo a mí, para enmarcar esas creencias irracionales que demarcan mi destino aun sin que se haya consumado. Y todo eso que me digo a mí, es el maravilloso temor de los nuevos viajes. Existen viajes de una nueva oportunidad laboral, existen viajes de una nueva oportunidad académica, existen viajes de una nueva apertura en el mercado, existen viajes de emprendimiento y pueden existir viajes de proyectos personales, pero también está el viaje sobre el cuál me enfoco en este momento y ese es el viaje del amor, uno de los proyectos más importantes para mí: una persona temerosa-emocional. A partir de ahora, me ves nuevamente desnuda el alma, conoces mi inconsciente y no podrás resistirte a leerme porque, aunque tengo debilidades e inseguridades físicas sé el poder que tiene mi alma para encantar las almas inmunes, y es un don otorgado por Dios que según el momento aplicará su función. Tal vez la extravagancia de las palabras causa una alteración de tus sentidos y erice tu piel, pero no te asustes, eso no es malo; el que tu piel se erice y sientas emociones por leer esto detenidamente, es señal de que estás sintiendo lo mismo que yo cuando estoy a mitad de mi desnudez emocional y solo disfrútame, porque no imaginas con cuánto miedo he tenido que cargar para emprender el viaje en estas letras. Quizá tú también tengas tus dudas, como ¿cuál es el fin de leer sobre sus temores? o ¿qué gana con que yo vea de esta manera sus emociones? Y pues la respuesta es un tanto controvertida, porque no gano, ni ganaré nada, excepto que tu atención, tu interés y tu aceptación. Aclaro que el no ganar en buena parte es gracias a que mi desnudez es sin fines de lucro, pero las excepciones son gracias a que llegaste a mi vida y desde el momento en el que distes un paso adentro de mi corazón no quise más que lo especificado: tu atención, tu interés y tu aceptación. También has de decir “pero con eso no hace nada”, y no te fijas que eso para mi son pilares o bases del amor, por tanto, lo que necesito de ti es el amor basado en esas tres cosas. Si te doy a conocer mis temores es en busca de aceptación y si desnudo mi alma es para atraer tu interés, y si te grito desde lo lejano que estamos: “eres el amor que deseo…” es porque quiero que poses en mi tu atención. Eres como ese viaje que me promete ir desde Petén hasta Australia, pero que para ir desde ese punto al otro existirán turbulencias, largas caminatas, necesidad de descanso y peligros que atemorizan mi deseo de llegar al destino. O sea, eres el viaje que deseo y necesito en mi vida, pero con muchos temores; temores ajenos
al total de tus acciones, sino temores que son consecuentes de un mal manejo de mi existencia, pero al final son eso: temores. No sé si sea correcto dedicar una carta para hablar de esos temores y mucho menos sé si está correcto dedicarte mis temores como si fueses un viaje con destino permanente, hay muchas cosas que hago incorrectamente, pero lo que sí estoy seguro es que nada de lo que te doy y entrego es fingido y si alguna vez el fingimiento existiese tu corazón lo dirá, y el entorno me alejará de tu corazón. Por supuesto, deseo fervientemente que eso no suceda y escribirte aun cuando estemos en nuestro destino. Bueno, algo más que voy a aclarar antes de finalizar, es decir que eres un temor que quiero superar, y eres un temor de esos bonitos; porque cuando haces las cosas con temor para que todo salga bien, es porque realmente quieres que “eso salga bien” y al momento en el que te supere, no será porque ya no quiero que salga bien, sino es y será la señal de que todo está más que bien. Con los temores en la mano y el corazón en estas letras, desprendo una emoción no renovable de mi propiedad, para que sepas que en la vida mía eres especial y que aun con kilómetros de lejanía el palpitar emotivo de un viaje planeado es más constante que el afluente de cualquier otro gran río. Porque tú no te ganaste solo el causar mis temores, sino causaste el entregar de nuevo mi ser integral. Te quiero y ten consideración de mis temores, con muchos sentidos aprehendidos: Alexis