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Informe anual del IMSS 2021-22
El Instituto se reorganiza y esfuerza por robustecer las prestaciones médicas, económicas y sociales, cuya cobertura alcanzó a 71.6 millones de personas al cierre de 2021, lo que significa más de 50% de la población del país. No obstante, es indispensable la implementación de medidas para su fortalecimiento, las cuales deben basarse en un diagnóstico claro de su situación financiera. A 79 años de su creación, el IMSS es el instrumento más importante de la política social del Estado Mexicano. Por ello, a través de su personal y del Consejo Técnico –órgano tripartito conformado por los patrones, personas trabajadoras y el Gobierno federal-, el Instituto Mexicano Seguro Social reitera su firme compromiso de no dar tregua en todos los esfuerzos necesarios para fortalecer la seguridad social que brinda a toda la población derechohabiente, en beneficio de México. Al cierre del ejercicio 2021, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) obtuvo un remanente de operación de 830 millones de pesos. Este resultado consideró el cumplimiento de

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la meta de reservas y fondos estipulada en el Artículo 6 del Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación del Ejercicio Fiscal 2021, así como el fortalecimiento de la Reserva Operativa.
El estado de situación financiera con cifras al 31 de diciembre de 2021 muestra que los activos totales del Instituto ascendieron a 658,545 millones de pesos, el pasivo total ascendió a 469,059 millones de pesos y el patrimonio ascendió a 189,486 millones de pesos. El saldo contable de las Reservas y Fondo Laboral ascendió a 340,985 millones de pesos.
Durante el 2021, el IMSS ofreció gran diversidad de servicios médicos preventivos y curativos a la población derechohabiente: en un día típico, el Instituto brindó más de 418 mil consultas médicas (de las cuales 40 mil fueron por urgencias), tuvo alrededor de 5,400 egresos hospitalarios y realizó casi 3 mil intervenciones quirúrgicas y más de 715 mil análisis clínicos. Lo anterior significó un incremento de 25% respecto a 2020 Al cierre de 2021 se contó con 1’053,670 registros patronales afiliados al Instituto, lo que significó un incremento de 5.3% respecto a 2020 con 53,256 patrones adicionales, señala el documento. Este registro es superior al número de patrones afiliados antes de la pandemia por COVID-19, 1’007,751 en febrero de 2020. Al 30 de abril de 2022 ya se contaba con 1’059,255 patrones, lo que representa un incremento de 0.5% respecto al cierre de 2021, con 5,585 registros adicionales. Al último mes de 2021, los puestos de trabajo asegurados en el IMSS sumaron 20’620,148 y, por segundo año consecutivo, se mantuvo la tendencia de presentar las menores disminuciones del empleo en diciembre. La disminución mensual de diciembre de 2021, de 313 mil puestos, fue la segunda cifra más baja desde 2015, 304 mil puestos. La población derechohabiente sumó 59’321,565 adscripciones plenamente identificadas a Unidad de Medicina Familiar (UMF), 93.3% de ellas con CURP asociada en los sistemas del IMSS, considerando las afiliaciones efectivas de titulares y sus personas beneficiarias. Esta cifra no incluye a los beneficiarios del IMSS Bienestar, que suman 11.6 millones de personas, entre ellas, 4.1 millones que residen en localidades indígenas En el Seguro Social, las mujeres han aumentado su contribución en el total de personas aseguradas de 41.9% (12 millones de mujeres) en diciembre de 2019 a 42.3% (12.2 millones de mujeres) en diciembre de 2021. Considerando solo a las personas trabajadoras, la participación de las mujeres aumentó de 38.3% a 39.0% en el mismo periodo, en tanto que en el grupo de personas aseguradas no asociadas a un empleo (constituido por estudiantes, Seguro de Salud para la Familia y Continuación Voluntaria), las mujeres mantienen 50.7% de participación.


A diciembre de 2021, las empresas con más de 250 puestos de trabajo registraron un salario promedio de 533.52 pesos, 136% mayor al promedio de 226.39 pesos que recibieron los micronegocios (1 a 5 puestos), 68% mayor al promedio de 317.23 pesos que recibieron las empresas pequeñas (6 a 250 puestos) y 24% mayor al promedio de 430.25 pesos, que percibieron las empresas medianas (51 a 250 puestos).
PENSIONES Al cierre de 2021, estaban registradas 4.96 millones de pensiones, con un aumento de 5.1% respecto a 2020, de las cuales se estima que 10% representaron o representan algún gasto para el Instituto y 90% está a cargo del Gobierno Federal. Las pensiones que se registraron al cierre de 2021 incluyen 338 mil pensiones asociadas a personas extrabajadoras del IMSS, las cuales se otorgan en su mayoría con base en la LSS 73, por lo que el pago de la pensión de Ley corre a cargo del Gobierno Federal; no obstante, se abordan a detalle en el Capítulo VIII de este documento los efectos del pasivo laboral para el Instituto derivado de las prestaciones del Régimen de Jubilaciones y Pensiones.

EXTENSIÓN DE LA COBERTURA DEL SEGURO SOCIAL Durante 2021, se mantuvo la vigilancia para evitar la precarización del trabajo, conservando los puestos de trabajo formal y, al mismo tiempo, se priorizaron los programas de ampliación de la cobertura, extendiendo los beneficios de la seguridad social a grupos históricamente excluidos. La incorporación de sectores de personas trabajadoras no consideradas en el Régimen Obligatorio ha contribuido a la formalización del trabajo. Estas medidas promovidas durante la pandemia, han permitido que el aseguramiento en el Instituto continúe creciendo más que la población. A finales de 2021, la población cubierta por el Instituto (sin considerar IMSS-BIENESTAR) representó más de 55.5% de la población del país. Mientras que durante el año de 2021, la población en el país aumentó 1 punto porcentual en relación con su índice base 2010, en ese mismo periodo la población adscrita al IMSS incrementó 5 puntos porcentuales, y si se considera a la población potencial, no adscrita pero con el derecho, la tasa de crecimiento fue de 6 puntos porcentuales. Esto pone al IMSS en una posición de liderazgo hacia una cobertura universal. Destacan dos nuevos esquemas de cotización: personas trabajadoras del hogar y personas trabajadoras independientes. Ambos esquemas de aseguramiento se visualizaron, planearon y diseñaron como pruebas piloto para poder terminar de conocer cada sector, y ajustar los esquemas y su normatividad de tal forma que se facilite la incorporación de estos colectivos a la seguridad social. Al 31 de diciembre de 2021, había 437,995 jóvenes inscritos en el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro en el IMSS como aprendices del programa. En abril de 2022, la STPS informó que el programa abrió 40 mil vacantes para que personas de entre 18 y 29 años de edad, que no estudian y no trabajan, puedan vincularse con empresas, talleres, instituciones o negocios, y de esta forma desarrollar o fortalecer sus hábitos laborales y competencias técnicas para incrementar sus posibilidades de empleabilidad a futuro.



El documento destaca que la consulta de Medicina Familiar y la atención en las unidades hospitalarias se ha incrementado de forma exponencial en las últimas décadas, producto del envejecimiento de la población derechohabiente, lo cual conlleva un mayor gasto para el Instituto, pues en la vejez no solo se demandan más prestaciones, también se enfrentan enfermedades más complejas, se viven más años con enfermedades crónicas lo cual requiere del consumo de medicamentos en personas con mayor vulnerabilidad y, en muchos casos, se observan niveles de discapacidad y dependencia importantes. Es de hacer notar que en 2020 y 2021 la reducción en la consulta externa se redujo drásticamente por el confinamiento derivado de la pandemia por COVID-19. Agrega que el envejecimiento de la población se ha acompañado de una modificación en la estructura de las causas de muerte. La transición epidemiológica por la que atraviesan el país y el IMSS ha traído que reduzcan drásticamente las defunciones por afecciones en la etapa perinatal, enfermedades infecciosas intestinales y tuberculosis, que ocupaban los primeros lugares de mortalidad hace 45 años. En contraste, se observa un aumento importante de defunciones originadas por enfermedades no transmisibles como diabetes mellitus, cardiopatía isquémica, enfermedad cerebrovascular, enfermedades hipertensivas, insuficiencia renal y neoplasias malignas, que ocuparon los primeros lugares de mortalidad. La diabetes mellitus y la hipertensión arterial se han posicionado como la principal causa de gasto médico para el Instituto desde hace más de una década. En 2021 el número de pacientes atendidos por diabetes mellitus, hipertensión arterial e insuficiencia renal crónica fue de 3.1 millones, 4.8 millones y 66 mil, respectivamente. En total, estás tres enfermedades acumularon 7.9 millones de pacientes, cifra equivalente a 13.3% de la población adscrita a Unidades de Medicina Familiar. El gasto médico para 2021, derivado de la atención de estas tres enfermedades, se estima en 94,547 millones de pesos, del cual se asocia 47% (44,841 millones de pesos) a la diabetes mellitus, 35% (33,403 millones de pesos) a la hipertensión arterial y 17% (16,304 millones de pesos) a la insuficiencia renal crónica. La suma del gasto de estos padecimientos significa 1 de cada 4 pesos que se recaudaron para el Seguro de Enfermedades y Maternidad en 2021. El Informe agrega que el doble reto que enfrenta el IMSS, y que se traduce en un creciente gasto en salud, se encuentra en la atención de las enfermedades no transmisibles producto del envejecimiento poblacional. Este tipo de atención ha adquirido gran relevancia por los recursos que demanda. Por otro lado, la atención de enfermedades transmisibles (infecciosas), en particular la enfermedad por SARS-CoV-2, ha implicado una demanda de recursos importante desde 2020. Uno de los principales desafíos del Instituto para los siguientes años, será tomar acciones que permitan atenuar las consecuencias del rezago en la atención de las enfermedades crónicas provocado por el confinamiento producto de la pandemia, así como los efectos financieros que ha dejado la atención de la misma. Estas acciones implicarán el desarrollo de planes y proyectos con el objeto de lograr una mayor eficiencia en el manejo de los recursos, que se traduzca en mejores condiciones de seguridad social para la población derechohabiente. Ante la necesidad de recursos para atender la emergencia sanitaria, en términos netos, se registró un aumento en los egresos por 17,612 millones de pesos, que representó 3.4% más respecto al año anterior. En cuanto al presupuesto inicial, se tuvieron mayores egresos por 15,571 millones de pesos. El rubro de Servicios de Personal representó 46.4% del total de los egresos propios del Instituto, registrando un incremento de 7.0% respecto al presupuesto inicial, que significó una erogación mayor por 16,022 millones de pesos. Lo anterior, como consecuencia del incremento en plazas de personal médico destinadas al combate de la pandemia por COVID-19. Las Prestaciones Económicos tuvieron una participación de 9.9% en el egreso total, que al compararse con el presupuestado registró un sobre ejercicio por 14,946 millones de pesos; lo que se traduce en un incremento de 39.4%. Lo anterior se debió principalmente a un aumento de 7.5% en los casos que requirieron el pago de una suma asegurada en el Seguro de Invalidez y Vida; por un incremento en subsidios por enfermedad general, así como un aumento interanual de 19.8% en días subsidiados y de 18.4% en los certificados de subsidio por enfermedad general, incluyendo lo relacionado con COVID-19, entre otros. Las proyecciones para el cierre de 2022 indican que los ingresos totales (propios y aquellos a cargo del Gobierno



Federal) ascenderán a 1.05 billones de pesos, mientras que el gasto total será de 1.04 billones de pesos. Lo anterior, generaría un excedente de 8,088 millones de pesos, ingresos restringidos por 4,111 millones de pesos y una meta de reservas de 21,878 millones de pesos. El resultado final sería un déficit de 17,902 millones de pesos, que requeriría ser financiado mediante el uso de 8,071 millones de pesos de la Reserva de Operación para Contingencias y Financiamiento (ROCF) derivado de los recursos orientados a la inversión física, así como de 9,830 millones de pesos de esta misma reserva, en préstamo. Lo anterior, atendiendo el objetivo de esta reserva respecto de proveer estabilidad y certidumbre a la operación cotidiana del Instituto y facilitar la planeación de mediano plazo de la operación de los distintos seguros que administra. El Informe también habla de la situación financiera de cada uno de los seguros que otorga el Instituto en su Régimen Obligatorio: Seguro de Riesgos de Trabajo, Seguro de Enfermedades y Maternidad, Seguro de Invalidez y Vida, y Seguro de Guarderías y Prestaciones Sociales; así como para el Seguro de Salud para la Familia el cual forma parte del Régimen Voluntario. El balance actuarial refleja que los Seguros de Riesgos de Trabajo y de Invalidez y Vida presentan un superávit, es decir, se estima que sus ingresos serán suficientes para financiar sus gastos y que, por lo tanto, sus primas de financiamiento también son suficientes. En contraste, para el Seguro de Enfermedades y Maternidad en sus dos coberturas (asegurados y gastos médicos para pensionados) el balance actuarial arroja un resultado deficitario, lo que indica que sus actuales primas de financiamiento no son suficientes, con una brecha de 3 puntos porcentuales entre la prima de financiamiento y la prima de equilibrio. En el caso del Seguro de Guarderías y Prestaciones Sociales, su balance es apenas positivo, no obstante, la perspectiva particular del seguro indica que, de no implementar medidas para mejorar su situación financiera, se observará déficit creciente en el mediano plazo; la estimación para este seguro considera la ampliación del servicio de guardería para hijas e hijos de hombres trabajadores conforme a la reforma a la LSS de marzo de 2020, la cual, aunque implicó una ampliación de la cobertura, no incrementó la fuente de financiamiento del seguro. Con base en el análisis sobre la situación financiera del Instituto, se estima que este podrá contar con los recursos suficientes para hacer frente a sus gastos hasta el año 2035, considerando el uso de sus reservas. Aunque se prevé el uso de las reservas en el año 2036, estos recursos no son suficientes para solventar los egresos esperados durante ese ejercicio, por lo que a partir del mismo se prevé que el Instituto registre déficits financieros.


