Rosa Campoalegre, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas de La Habana (págs. 6 y 7)
Víctor Casaus, director del Centro Pablo de la Torriente Brau de La Habana (págs. 14 y 15)
Número 41 Otoño de 2018 Ejemplar gratuito
Yuli: un grito contra el bloqueo en el Festival de San Sebastián Al recibir el Premio del Jurado al Mejor guión en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián por la película de Icíar Bollaín “Yuli”, inspirada en la vida del bailarín cubano Carlos Acosta, el británico Paul Laverty realizó un alegato contra del bloqueo de EEUU a la Isla: "Hace 58 años, EEUU impuso un bloqueo ilegal a Cuba, que cada año es condenado en Naciones Unidas, y que solo es apoyado allí por dos votos: los de EEUU e Israel. Dos expertos en aplicar castigos colectivos a la población civil. Dos matones, sinvergüenzas, hipócritas. Hay que acabar con esta vergüenza, hay que terminar con el bloqueo a Cuba".
FOTO: EVAN VUCCI (AP)
Opinión ¿Cambia la política de Estados Unidos hacia Cuba? (pág. 3)
Género Cuba, a la avanzada en salud y derechos sexuales y reproductivos (pág. 18)
Las miles de asambleas celebradas en todo el país, durante tres meses, para añadir o modificar los artículos del Proyecto de nueva Constitución de la República de Cuba, son un ejemplo más de democracia participativa y protagónica, frente a los tópicos mediáticos, que siguen dibujando un país de decisiones unánimes. Con una novedad: se ha dado espacio también a la voz de la emigración, partícipe desde más de cien países del mundo. Sin duda, un proceso constituyente –como tantos aspectos de la Isla– verdaderamente sui generis. FOTO: KAROLY EMERSON (ICAP)
La nueva América Bolivia: doce años de liderazgo histórico y de proyecto alternativo (pág. 20)
Cuba: nueva Constitución y democracia participativa ¿Silenciar la denuncia de la OMS al bloqueo de medicinas a Cuba? Cubainformación.- No lo denunció el Gobierno cubano, sino Cristian Morales, representante de la Organización Mundial de la Salud: “El bloqueo de EEUU a Cuba es injusto y afecta a la salud del pueblo cubano”. En la Isla se fabrican dos tercios de los medicamentos necesarios, pero parte de la materia prima necesaria, que podría adquirirse en EEUU, debe ser importada de mercados distantes a un importe mucho mayor. En los equipos de alta tecnología los sobreprecios pueden ser hasta tres veces mayores.
Solo en el último año, Cuba necesitó productos o tecnología médica de 30 fabricantes estadounidenses, que rehusaron las ventas a la Isla. El bloqueo, jaleado por la famosa “disidencia” cubana, es un acto tipificado como genocidio, según la Convención de la ONU de 1948. Pero el papel de la prensa internacional no es el de visibilizar esta violación masiva de derechos humanos, sino el de silenciarla. Ya la denuncie el Papa… o la Organización Mundial de la Salud.