C U E VA D E L A S M A N O S
Entrevista a cARLOS ASCHERO Mi nombre es Carlos Aschero, tengo 72 años y soy Antropólogo egresado de la Universidad de Buenos Aires. También soy egresado de Bellas Artes, por eso mi tremenda pasión por el arte rupestre. Yo conocí Cuevas de las Manos en 1972. Llegamos con el Citroën de Gradin hasta la estancia “Los Toldos” y de ahí Alfonso Barrera con el tractor nos llevó hasta el faldeo que queda frente a la Cueva. Cuando uno llega a “Cuevas” por primera vez resulta ¡Emocionante!... El lugar es emocionante desde todo punto de vista. Es impactante, más en aquella época que no había ninguna construcción. En el ’73 ya decidimos hacer la excavación y vinimos con mi esposa, mis dos chicos “chicos” y un grupo de la Universidad de Buenos Aires. Todos en Citroën, y después un pilchero con caballos para bajar las cosas para armar el campamento, junto al río. Yo tenía que subir con el Citroën, subir la cuesta que va desde la estancia Los Toldos para llegar a Cuevas de las Manos en marcha atrás, porque si no, no subía el auto. En ese viaje de 1973 probamos primero sondear dentro de la cueva, pero tenía un piso muy inclinado, lo que nos hizo pensar que realmente la gente no había habitado dentro de la cueva. Después supimos que el acceso a la cueva era usado para tirar restos de fauna y lo que comía la gente. En ese viaje encontramos los primeros niveles de ocupación, alrededor de 9.300 años, de 9.400 años. Encontramos un artefacto de piedra teñido con pintura ocre, unos cristales de yeso, pigmentos de minerales puros, de ese color medio ocre-amarillo, que luego sabríamos se usó para pintar las escenas más antiguas. Hicimos excavaciones todos los años, ’73, ’74, ’75, ’76, ’77, ’78… En el ’76 hicimos una excavación grande en Cerro de los Indios, en Posadas, hicimos la Cueva grande del Arroyo Feo, dos campañas… Nosotros siempre que vinimos fue con el apoyo de la Municipalidad local, siempre, siempre, siempre. Hasta las zarandas nos hacían. Todos siempre fueron muy colaborativos, en épocas en que veníamos muy a pulmón y no teníamos ni siquiera subsidios del CONICET. Cuantos años tuvimos de apoyo de los estancieros… Molina, Garitonandia, María Rosa Couto, tantos… Los vaqueanos José Cárdenas, Barria, Burgos… ellos tenían un respeto enorme por lo que estábamos haciendo. De tantos años de venir a la zona, en Perito ya me conocen. Hay muchos que me saludan y no sé quienes son. Se ha creado una cosa muy afectiva ya con Perito. Yo me fui de acá, de este grupo en el ’80, pero después falleció Charles y volvimos a retomar con Annette Aguerre la idea del “Pinturas”, por el 2011. Ahí nos empezó a preocupar seriamente lo que pasaba con la llegada de las mineras y estábamos muy inquietos con eso. Así que volvimos en el 2011, 2014, a excavar la Cueva Grande del “Arroyo Feo”, que habíamos empezado en el ’75. 20