La primera pediatra de Colombia, una mujer ejemplar Doctora Vilma Piedrahita
La primera nefróloga pediatra mujer de Colombia fue la Doctora Vilma Piedrahita, quien además fue la única decana en la facultad de medicina de la Universidad de Antioquia, y la primera mujer en la rectoría de dicha universidad.
Por: eria Jiménez y Daniela Henao Zapata
La primera nefróloga pediatra mujer de Colombia fue la Doctora Vilma Piedrahita, quien además fue la única decana en la facultad de medicina de la Universidad de Antioquia, y la primera mujer en la rectoría de dicha universidad.
exigencias, en cuanto al desempeño y logros para poder obtener su graduación, todo esto solo por su género. A pesar de ello a la doctora Piedrahita nunca se le presentaron mayores problemas o contratiempos. En aquella época se presentaron cambios en la estructura de la universidad, construyeron baños y cuartos para mujeres, y no lo podían compartir con los hombres, ya que las directivas en ese momento religiosas del colegio la Presentación.
bachillerato, y al siguiente año la doctora Piedrahita comenzó sus estudios en la carrera de medicina de la U. de A. Esto sucedió en una época en la que no era muy común el ingreso de estudiantes de género femenino a las universidades, pues allí sólo les ofrecían unos cursos de orientación familiar, en los cuales las preparaban para el matrimonio. Sin embargo en esa época en la U. de A, ya se encontraban adelantando estudios unas pocas mujeres en carreras como la odontología y el derecho. Los cupos para estas carreras eran muy reducidos, y para las mujeres era de un solo cupo por semestre. De 100 cupos que se ofrecían para la carrera de medicina, sólo cinco eran para mujeres, aunque en aquel entonces sólo se matricularon cuatro de ellas.
Aunque las restricciones contra las mujeres cada vez eran menos, no faltaban las normas contra la libertad. Se presentaba aún mucho machismo en casos como en la vestimenta, la cual siempre tenía que ser vestido y no pantalones, el puesto en el camión en que se transportaban les era escogido o en la mesa de la cafetería los puestos eran en su mayoría para de los hombres. Vilma nos contó que: “en una ocasión mi hermano que también estudiaba medicina, se bajó y me
en el año de 1967, año en el cual regresó a Colombia para comenzar a ejercer su profesión. y en ese momento en Colombia no había Nefrología Infantil, apenas estaba empezando en el mundo esta especialidad, pero ya se veían muchos niños con glomerulonefritis y con sín¬drome nefrótico, el cual fue el tema de su tesis, así desarrollo el servicio y laboratorio de Nefrología pediátrica, se dedicó a la docencia y manejo de pacientes e inició el grupo de Nefro- urologia Pediátrica con el Doctor Bernardo Ochoa para discutir en juntas médicas los pacientes con patología nefrourologicas. Ha sido una trabajadora incansable por los niños y por la nefrología pediátrica.
grande, ellos no sabían que era familiar mío,
creyeron, pero me dio el puesto de bondad, cosa que no hacía ninguno de los hombres”. También se presentaban diferencias en el modo de trato hacia ellas como presenció Vilma cuando se encontraba realizando sus prácticas, una de sus compañeras se encontraba discutiendo con una de las enfermeras a causa de que a los hombres eran llamados doctores y ellas señoritas, a lo que ella le contestó “Déjala tranquila que es más difícil ser señorita que ser doctora”. El 6 de diciembre de 1958, compartió su grado con 49 compañeros, después de haber en donde no estaban muy acostumbrados a ver una mujer desempeñarse en el campo de la medicina. P or su promedio el cual fue 4 , 3 6 viajó a Boston con una beca que le otorgo la Fundación Kellog, en la Universidad de Harvard, donde realiza su especialización en nefrología.
Para muchas de estas mujeres le fue bastante difícil su estadía en la universidad, no solo porque tanto profesores, como compañeros y pacientes las miraban con recelo, sino porque para ellas ha bían más
una doctora”comento orgullosa la doctora Vilma.
“Fue una experiencia super enriquecedora, aunque era la única, ninguno de mis compañeros me trato diferente, antes me trataban con mucho más respeto solo por ser mujer y ya
Dentro de su formación académica y durante sus prácticas, en esa época no se contaba con tantos instrumentos para medicina, ya que todo era más clínico. Para saber que había un malestar, dolor, alguna irregularidad en el cuerpo, todo era por medio del tacto, oído que sacaban su diagnóstico, Así hacían con el corazón, al cual le escuchaban sus latidos o el estado de los riñones, sólo con el tacto de los mismos. En cuanto a sus otras ocupaciones, la doctora fue nombrada Subsecretaria de Salud, en el 70; cargo que desempeñó un año. Luego fue vicedecana de Medicina en la U. de A. por un año y más adelante se desempeñó como decana por dos años má s.