COA el submundo de las palabras

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Daniela vega f.



Coa

el sUBmUnDo De las PalaBRas

Daniela VeGa F.


Diseño, diagramación e ilustraciones de portada y paginas interiores compuesto por Daniela Vega . Tipografía usada en portada: TrashHand. El texto en las paginas interiores fue compuesto en la fuente Calibri en las variantes Regular, Italic, y Bold— en el software indesing Cs3. El texto corresponde © Apocatastasis: Literatura y Contenidos Seleccionados. Portada impresa en papel couché de 250 grs. Paginas interiores impresas en papel couché de120 grs. Este libro fue diseñado para el ramo de Tipografía sección 2 impartido por el profesor Daniel Hernández en DUOCUC. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o transmitida, mediante cualquier sistema electrónico, mécanico, fotocopiado, de grabación, de recuperación de la información, sin la expresa autorización de Daniela Vega


Coa, modismos y chilenismos A menudo aparecen en los medios de comunicación palabras o expresiones que llaman la atención por ser vocablos imposibles de encontrar en los índices de diccionario alguno, pero que sin embargo cualquier habitante de Chile entiende perfectamente y muchos no podrían decir lo mismo usando nuestro idioma oficial (modismos chilenos, chilenismos). Se trata de palabras o expresiones provenientes del Coa, el lenguaje de la delincuencia chilena. Una jerga es una extensión de la lengua común, lengua madre, que vive en ella como un parásito y que es creada por grupos o agrupaciones de personas que tienen hábitos y propósitos comunes, que hacen una vida más o menos común. Estos tipos de asociaciones tienden en forma natural a crear un argot, una jerga que los distinga del resto y que simultáneamente vincule a sus miembros aislándolos y protegiéndolos del resto de la sociedad. Es la jerga, por lo tanto, un tecnicismo profesional, del cual harán uso los iniciados, los miembros del grupo o sociedad, para reconocerse, tratarse, protegerse mutuamente, compartimentarse de víctimas o enemigos, sea éstas compuestas por médicos, abogados, militares o delincuentes. De esta perspectiva los elementos del argot o jerga vienen a ser una especie de santo y seña que es sólo válido y útil en tanto se mantenga ocupado por los integrantes de la cofradía, en esa especie de hermandad. Por lo tanto, si los términos, expresiones o palabras que constituyen esta forma de comunicarse, pasa a ser conocida por todo el mundo, deja de ser el lazo de


unión que acerca, vincula y defiende. En ese momento el término deja de ser exclusivo del diccionario de la jerga pasando al lenguaje común. Cuando esto sucede, la jerga invade su lengua madre, siendo de ahí en adelante normal observar su uso en todos los ámbitos de la sociedad. Lo que sucede hoy en nuestro país. Pero, por muy grande que sea la fuerza con la que la jerga inunde su lengua madre, nunca será suficiente para abordarla por completo, sustituirla. Es que por las características de su origen, el lenguaje de los delincuentes tiene una extensión bastante acotada, su léxico es especialmente pobre. Normalmente éste se refiere a las imágenes, sentimientos y vivencias de la mente criminal, ya sea que éste se encuentre gozando de una normalmente efímera libertad, purgando condena en una cárcel, o en una esquina urdiendo el siguiente golpe. En todas estas situaciones los objetos y sensaciones que se tienen presente con mayor frecuencia son de carácter criminal o carcelario, limitando entonces, la cantidad de expresiones generadas en el lenguaje, a definir o señalar este tipo de objetos o sensaciones. De ahí que el coa haga objeto de múltiples designaciones al dinero, el robar, el matar o pelear, el sexo, la vida en prisión, el comer y el beber o el drogarse. Este lenguaje siniestramente alegre hace ostentación, eso sí, de su imaginación generando una gran sinonimia. En esta recopilación es notable la gran cantidad de nombres que es posible encontrar para designar al órgano sexual masculino. Aunque aquí consignamos sólo 42, en el curso de la investigación nos encontramos con una cantidad enorme de denominaciones, pero que aparecen en forma muy localizada, no repitiéndose en otros


entornos, por lo que es posible sospechar su poca trascendencia. Sorprende también la cantidad de expresiones o palabras que hacen alusión al sexo, las relaciones sexuales, órganos sexuales femeninos. Esto explicable por la situación de abstinencia prolongada a que somete la pena de cárcel. El coa chileno tiene un vecino notable: el lunfardo argentino, la jerga de los ladrones bonaerenses y con más precisión que el coa, el lunfardo es un lenguaje profesional, “la tecnología de la furca y la ganzúa”, según apunta J.L.Borges. De esta jerga del ladrón porteño, el coa toma una gran cantidad de términos. Quizás los conceptos más propiamente de ladrones que ostenta el lenguaje de los mapochinos, tienen su origen en el lunfardo. La palabra coa tiene su origen en la palabra española “coba”= embuste, adulación, dar coba= adular, que quizás se origina en el caló español, el lenguaje de los gitanos, aunque otros dicen que viene de la Germanía, antigua jerga española, y sería una deformación de “boca”. Como sea, los chilenos transformaron la palabra que llegó a ser “coa”, cuya definición contemporánea podría ser “el lenguaje que intenta ser creíble”. Algo así como “engrupir”. Parafraseando a Borges (Lunfardo: el arte de la furca y la ganzúa), el coa debe ser “el arte del chamullo y la movida”. No resulta raro ver en televisión a algún político decir que “la juventud no está ni ahí” cuando quiso manifestar que “la juventud muestra cierto grado de indiferencia”. Le es más fácil usar el coa y todo el mundo sabrá qué quiso decir.


Pero fue la dictadura, a partir de septiembre de 1973, la que en definitiva hizo lo necesario para sacar el coa de los estrechos círculos de los delincuentes y de las cárceles. Fue la dictadura y la consecuente represión la que llevó a centenares de miles de chilenos a pasar largas o cortas temporadas en las cárceles, en donde se convivió con los llamados presos comunes, delincuentes de todas las facturas. Estos chilenos encarcelados eran en su mayoría dirigentes estudiantiles, obreros, artistas, pobladores, dirigentes políticos, quienes necesariamente aprendieron el manejo de una jerga que no conocían y que al salir en libertad se llevaron y comenzaron a usar. Estas miles de personas y su influencia en sus respectivos medios, hicieron que las palabras aprendidas en coa, a su paso por las cárceles se incorporaran al lenguaje común de otras miles de personas. En el corto tiempo esta mecánica haría que la forma de hablar usada en las cárceles se incorporara al lenguaje común de la gente no delincuente en forma extensa y simultánea. En ese momento el coa se incorporó para siempre a nuestra manera común de decirnos las cosas. Este libro pretende ser un diccionario gráfico del lenguaje utilizado por los delincuentes en los recintos penales “ el Coa” y que muchas personas han ido adquiriendo y adaptando a su manera de hablar.

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Coa

el sUBmUnDo De las PalaBRas

Daniela VeGa F.


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Diccionario gráfico del Coa A

Abrir el tarro: 1. Hablar más de la cuenta. 2. Dar información a la policía. Al costillar: Al costo. Mercancía que es vendida sin obtener ganancias. Armarse: Hacer fortuna, lograr éxito económico empezando con muy poco. Atacar rancho: Comer de la comida que se da en los penales, cuestión que sólo hacen los que no tienen visitas o patitos, conducta que es mal vista por el resto de la población penal.

B

Bagallo: 1.Paquete que se oculta producto de un robo. 2. Mujer sin atributos. 3. Problema. 4. Persona problemática o sin atributos. Barata, sacarla: 1. Obtener el mínimo de consecuencias en un acto delictual. 2. Obtener una condena leve en un juicio en el cual se pudo tener peor suerte. Breva, el: Una forma que adopta la tercera persona singular en el coa. Brígido: Peligroso. La situación se dice que está brígida cuando por intuición o por información más o menos confiable se sabe que la policía dará un golpe certero. En la cárcel, cuando hay ambiente de enfrentamiento entre los internos o de represión por parte de los custodios. 10


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* Abrir el tarro

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C

Candy, venir por: Estar preso por muy poca cosa, por lo tanto arriesgar muy poco tiempo en prisión. Un “Candy” es un caramelo de muy bajo costo. Cuico: 1.Persona de apariencia acomodada y de modales afectados. 2.Abogado joven y sin mucha experiencia que realiza su práctica profesional en los penales defendiendo a quienes no pueden procurarse uno por sus medios propios. Chasca: 1.”Anda de chasca” quien está huyendo de la policía o de algún rival. 2. “Salir de chasca” es huir intempestivamente de un sitio en que se corre serio riesgo. 3. Pelo enmarañado. Chicharra, meter: Entablar conversación con el propósito de desviar la atención de la potencial víctima. Chocolate: Sangre Chupete, hacer: 1.Aprovechar la oportunidad cuando el objetivo del robo no presenta mayores obstáculos. 2.Aprovechar al máximo las oportunidades de vomer y/o beber. 3. Fornicar.

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* Cuico

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D

Dar la pasada: 1.Aceptar la mujer relaciones sexuales. 2.Hacer la vista gorda la policía. 3.Aceptar un arreglo indebido el funcionario judicial Del ambiente: Prostituta Dibujar bonito: Tener valor, audacia, capacidad, ser Vivo. Doméstico: Dícese del que, estando preso, roba objetos de muy poco valor, a sus compañeros de celda o cárcel. Por extensión, se aplica a los ladrones que roban en las cercanías de su propio domicilio. Esta es una conducta muy mal vista dentro del ambiente delictivo, y normalmente la realizan delincuentes de muy baja monta

E

El día del pico: Tiempo o plazo mítico que se refiere a la imposibilidad de la ocurrencia de cierto evento. Entrarle agua al bote: Empezar a sentir los efectos del consumo de alcohol. Entero: Expresión para aumentar la característica aludida: (“Entero Gil, muy gil; Entero bacán, muy bacán, etc) Estirar la manga: Mendigar, pedir dinero

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* El dĂ­a del pico

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F

Fiftififti: “Mitad y mitad” al repartir las ganancias. Flaite: Delincuente respetado, que viste elegantemente y tiene trato caballeroso. Florearse: Darse mucha más importancia por el logro de algún objetivo. Fondear: 1. Esconder. 2.Desaparecer un cadáver lanzándolo al mar.

G

Gastar: Lucir, usar un determinado bien intentando que los demás lo noten. Gil: 1.Gente de la calle, común. 2.Incauto. 3.Persona objeto de robo. Guacho pelado, guacho peludo: Expresión demostrativa de cariño. Guardado: El que está preso

H

Hacer conducta: Portarse bien en prisión para lograr los beneficios carcelarios que son dados sólo a quienes demuestren buen comportamiento. Hacer perro muerto: No pagar el consumo hecho en un restaurant. Hacerlas todas: Estar involucrado en cada lío que se forma en la cárcel o en el ambiente. Hongo, valer: 1.Tener muy poco valor. 2.Persona despreciable 16


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* Guacho pelado, guacho peludo

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I

Ir pasando: Forma de disculpa para declararse inocente de un delito y, por extensión, una forma de desentenderse de determinada responsabilidad. “Yo iba pasando”, dice el delincuente cuando quiere decir que no tiene que ver en determinado asunto. Es una excusa común del ladrón ante el juez : fue detenido en el lugar sólo porque “iba pasando” por ahí. Ir por las peras: Ir al tribunal a notificarse de la condena. Irse para el monte: Quedarse con dinero común del grupo.

J

Jalar: Aspirar cocaína Jai: Persona adinerada y de buena educación. Jote: 1.Uno de los últimos escalafones de la población penal. 2.Vino tinto con Coca-Cola. Juanito: 1.Persona de pocas luces que obra de recadero de otros. 2.Trato despectivo.

L

Lan: Traslado de reos. Lechugas: Dólares. Letrado: Persona educada Limpio: Que no tiene antecedentes penales. 18


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* Mucho gorri贸n en el alambre

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M

Matute: Contrabando. Meter la mula: Estafar, engañar con algún objeto falsificado. Murió la flor: úsase cuando se ha terminado la comida o la bebida. También se extiende para explicar que una determinada circunstancia, otrora favorable, cambió y de ello no se puede ya hacer uso. Mucho gorrión en el alambre: 1.Expresión que se refiere a la existencia de muchas personas al momento de hacer algo. 2.Testigos.

N

Napoleón: Tenazas especiales para cortar cadenas y candados. Naranja: “No”, negación. No estar ni ahí: No importar lo que está sucediendo. Esta expresión derivó en este significado, pero se origina en la respuesta que da el detenido al ser enfrentado con el juez y/o su víctima. El detenido dirá: “Yo no estaba ni ahí...” al ser interpelado por su responsabilidad en el acto delictual. Con esto querrá decir: “No pude haber sido yo, por cuanto ni siquiera me encontraba en el lugar de los hechos”. “No estar ni ahí”, hoy se entiende como sinónimo de indiferencia.

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* Ă‘atazo

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Ñ

Ñachi: Sangre Ñatazo: Aspirar una dosis de cocaína. Ñonca: Arma de fuego.

O

Ochoa: El número ocho. Oreja de caballo, estar: Se refiere a estar atento a lo que está sucediendo, haciendo referencia a la forma en que pone las orejas el animal cuando está atento a lo que pasa a su alrededor. Orégano: Oro. Oyarzún, Orto: Ano

P

Pagar en género: Cancelar una deuda mediante una relación sexual. Papito corazón: El que es detenido por no pagar la pensión alimenticia de sus hijos. Parrilla: Catre metálico en el cual la policía amarra al preso para torturarlo con corriente eléctrica. Pato: 1.Persona que no tiene dinero. 2. Persona en la cárcel que no tiene visitas 3. Persona lerda. 22


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* Pato

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Q

Quedar pillo: Verse en una encrucijada sin solución. Quemar: 1.Dar un tiro a una persona. 2.Fichar la policía. 3.Fumar marihuana. 4. Ofuscar. Quisca: Arma blanca. ¿Quién te auspicia?: Pregunta hecha para saber a título de qué el increpado se meten en conversación o lío ajeno.

R

Rancho, atacar: Comer de la comida que se da en los penales, cuestión que hacen sólo quienes no tienen visitas o “patitos”, y que es mal visto por el resto de la población. Roncar: Mandar, dirigir, dar órdenes, tener el control. Robalito, marca: Objeto que es de origen robado. Rueda de mate: Círculo en que los reos de una cárcel se disponen a tomar mate. Esta es una de las más importantes formas en que dos o más grupos conversan al interior de los penales.

S

Sablear: Pedir dinero prestado sin mucha intención de devolverlo. Salvar el pelo: Cooperar con la policía para poder seguir operando, incluso pagando periódicamente a los agentes. 24


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* TallarĂ­n

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Se le cae: Dícese del que se acobarda ante el desafío Supermán: Nombre dado irónicamente a quien intercede en defensa de quien es asaltado en la vía pública

T

Tallarín: Cicatriz en la cara. Timbrar: Palpar la vestimenta de la posible víctima para saber dónde lleva el dinero. Tololo: Funcionario de Gendarmería recién egresado de la Escuela de esa institución. Trabajar de mano: Hurtar dinero de bolsillos o carteras.

U

Una vez para el vivo: Se dice cuando una persona es o se muestra lenta para entender lo que se le plantea. Se supone que el vivo entiende rápidamente y no es necesario repetirle.

V

Vender pailas de cobre a un gitano: Tratar de engañar a quien sabe más de lo que se supone. Vivaceta, vivanco, vivo: 1. Ladrón o estafador hábil e ingenioso, cuyas operaciones son reconocidas como de buena calidad. 2. Delincuente de respeto. 26


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* Yuta

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Volá, irse en: No medir las consecuencias que acarrea cierta conducta. Volador: 1.Golpe dado a mansalva. 2. Cheque sin fondos

Y

Yapa, de: 1.Regalo por una compra. 2. Estar de más, sobrar. 3. Estar preso sin motivo. Yira: Mujer de la vida, prostituta. Yunta: Compañera de andanzas. Yuta: 1.Policía. 2.Carro policial.

Z

Zapallazo: Golpe de suerte. Zarpado: 1.Desafiante. 2.Que no le teme al enfrentamiento, valiente Zetear: Dormir (de Zzzz) Zurcir: Apuñalar, agredir gravemente con arma blanca

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*Zetear

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La palabra coa tiene su origen en la palabra española “coba”= embuste, adulación, dar coba= adular, que quizás se origina en el caló español, el lenguaje de los gitanos, aunque otros dicen que viene de la Germanía, antigua jerga española, y sería una deformación de “boca”. Como sea, los chilenos transformaron la palabra que llegó a ser “coa”, cuya definición contemporánea podría ser “el lenguaje que intenta ser creíble”. Algo así como “engrupir”. Este libro pretende ser un diccionario gráfico del lenguaje utilizado por los delincuentes en los recintos penales “ el Coa” y que muchas personas han ido adquiriendo y adaptando a su manera de hablar.


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