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pabellón humanidade 2012 . Brasil Carla Juaçaba por Ana Carolina Ferreira Mendes

mini 02. índice 04. editorial 185. staff 186. apuntes

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Max Zolkwer Buenos Aires, Argentina obras pequeñas

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mini-estudio . México Juan Pablo Maza FRENTEarquitectura por Emilio Canek Fernández


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mirador viña seña . Chile Germán Del Sol por Igor Fracalossi

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pabellón de cristal . Uruguay Rafael Alanis, Andrés Bonino, Matías Coll, Diego Secco OMMarquitectura por Verónica Pastore Hernández

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cabaña delta . Argentina Agustín Moscato, Lucía Hollman AToT-Arquitectos por Lucas Carranza

entrevista a Daniel Moreno Flores Quito, Ecuador por Omar Paris


Mini... ¿el tamaño importa? La posibilidad de generar arquitectura nada tiene que ver con el tamaño de la obra. Este número está dedicado a intervenciones de pequeña escala o intervenciones que con una mínima operación de diseño logran hacer arquitectura potenciando el espacio donde se insertan y cumpliendo las funciones para las cuales fueron concebidas.

¿Se puede hacer arquitectura con un elemento? La respuesta a esta pregunta la da la obra de Carla Juaçaba con la construcción de Pavilhão Humanidade 2012 para la exposición Desarrollo Sostenible Río+20 donde la elección de los andamios tiene un triple sentido: sistema constructivo, soporte de actividades y comunicador del carácter de temporalidad y reuso propios del módulo constructor en consonancia con la temática de la exposición. La repetición de la unidad en el espacio posibilita que una mínima e ingeniosa operación configure un espacio de complejidad funcional y espacial. ¿Se puede hacer arquitectura en pocos metros cuadrados? La limitación de los metros no es excusa para hacer una buena obra. Tampoco es excusa obviar detalles. Estas obras “pequeñas” muchas veces se transforman en declaraciones-tratados de lo que es la arquitectura para sus diseñadores. El Mirador Viña Seña, de Germán del Sol es un punto dentro del Plan Maestro para la Viña Seña (250hás). La estrategia es seducir a los viajeros a partir de potenciar el protagonismo del paisaje desde mínimas acciones que amplían la experiencia.

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La Cabaña Delta del estudio AToT (Arquitectos Todo Terreno) se estructura desde su sistema constructivo liviano y de ensamblaje en seco respondiendo a las condiciones que impone el río en cuanto a la dificultad en transportar elementos y los presupuestos asignados para el emprendimiento. El estudio mini, de FRENTEarquitectura, está emplazado en un pequeño intersticio al fondo de una vivienda. El cuidadoso manejo de la perspectiva y el minucioso manejo de los detalles y terminaciones hace que los 27 m2 del pequeño estudio tome las cualidades de un gran espacio. El Pabellón de Cristal en el jardín del Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo de OMMarquitectura es una lección en cuanto a intervenciones mínimas realizadas en contextos comprometidos. La idea pareciera ser la de “desaparecer” en su contexto y se apoya en la definición de un sistema estructural que se reduce al mínimo de elementos y una cubierta, que a pesar de su aparente levedad, tiene la posibilidad de contener en su interior las instalaciones que acondicionan climáticamente el lugar.

Los textos críticos de Verónica Pastore Hernández (uy), Emilio Canek Fernández (mx), Ana Carolina Ferreira Mendes, Igor Fracalossi (br), Lucas Carranza (ar) complementan las imágenes y piezas técnicas aportando elementos del proceso que esclarecen las tomas de decisiones proyectuales. En la entrevista, Daniel Moreno Flores (Ec) nos devela lo lúdico de su proceso creativo, ensayando desde la experiencia participativa la potencia del mínimo gesto. Max Zolkwer (ar), con su texto Obras pequeñas nos habla por un lado, de la no correspondencia entre complejidad y escala de la obra. Por otro lado nos cuenta como algunas cosas que podrían ser tomadas como restricciones (presupuesto, recursos materiales limitados, tiempo de desarrollo y tiempo de permanencia) se transforman en puntos de partida y oportunidades a la hora de tomar decisiones proyectuales Como siempre, mucho ingenio, sigue siendo uno de los mejores recursos para hacer arquitectura. Esperamos lo disfruten! Omar Paris Director 30-60

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cuaderno latinoamericano de arquitectura - mini

entrevista a

Daniel Moreno Flores www.arquitectodanielmoreno flores.blogspot.com.ar

por Omar Paris

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latitud: 0º 10´S longitud: 78º 28´O

Quito, Ecuador

Nace en Marsella, Francia 1984. Estudió el colegio en la Fundación Experimental Pestalozzi (1990-99), Tumbaco, Ecuador. Es Arquitecto egresado de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Artes, de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (2002-07) y actualmente Maestrando, en la Maestría en Diseño Arquitectónico Avanzado (MDAA, FADU, UBA). Buenos Aires, Argentina. Sus obras y trabajos han obtenido Premios.

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actitud creativa O.P.: Cuando uno mira tus trabajos, tus obras de arquitectura, se ve una relación con lo lúdico, un gusto por el juego… ¿Querés contar algo en relación a eso? ¿De dónde viene? D.M.F.: Viene de una actitud que he cultivado frente a las cosas, una actitud de curiosidad, de descubrimiento continuo, de juego, que me permite preguntarme constantemente cómo podrían ser las cosas pensadas desde otra perspectiva para determinada situación. Es una actitud de un desaprender constante, al cuestionarme sobre los supuestos o los prejuicios frente a las acciones humanas, es el asombro por lo que surja al explorar nuevas soluciones. Mi proceso de aprendizaje, desde mi niñez, fue en base a mis necesidades internas, siempre jugando, construí mis propios juguetes, estos eran elementos abstractos que representaban cosas. Por medio del juego aprendí. Me interesa jugar en mi proceso creativo y que el co-jugador sea la persona que va a desenvolverse en el espacio creado. Es decir una arquitectura viva, que se mueva y que se modifique con la acción del ser humano. 170

O.P.: ¿Qué cosas alimentan tus procesos creativos en el diseño arquitectónico? D.M.F.: Conversar para encontrar palabras, soñar para imaginarme cosas que no conozco, recordar para afirmar conocimientos y estructurar objetos a partir de distintos materiales. Te muestro unos videos del Pestalozzi para que conozcas un poco del lugar en donde estudié.

https://vimeo.com/4211517

https://vimeo.com/4211978

https://vimeo.com/4351996


en 30-60 N42 eco-arquitectura

“MIRADOR DEL QUILOTOA”, (proyecto junto a Javier Mera y Jorge Andrade) obtuvo el Premio Nacional Diseño Urbano y Arquitectura del Paisaje en la XIX Bienal Panamericana de Quito 2014 y el 2do lugar en los premios obra del año 2015 (ODA15) de Plataforma Arquitectura. fotografía: Daniel Moreno Flores

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en 30-60 N38 re-usos

“EL ESTUDIO MIKE”, (proyecto con Margarida Marques) obtuvo la Primera Mención de Honor Nacional en Rehabilitación y reciclaje en la XVIII Bienal Panamericana de Quito 2012. fotografías: Daniel Moreno Flores, Sebastián Calero

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O.P.: Un placer ver esos espacios del “pesta”, divisorios, estanterías, juegos… “La creación de ambientes aptos para procesos humanos respetuosos…”, ahora entiendo más tu trabajo. Entre 1999 y 2002 ¿qué hiciste? D.M.F.: En la época que estudiaba en el Pestalozzi, los chicos sabíamos que estábamos en un sitio distinto y privilegiado. Escuchábamos de forma externa como eran los colegios tradicionales, sin saber mucho como eran, entendíamos que era otro tipo de educación. Esto a algunos les daba curiosidad y a otros nos parecía que no queríamos experimentar esa vivencia. El Pesta (nombre del colegio dicho con cariño) únicamente nos reconocía la colegiatura hasta tercer curso (modalidad de ese tiempo) o cuando uno tenía 14 años, por tal motivo muchos de los niños se salían en este momento. Con la vivencia de mi hermana mayor, yo decidí ir a un colegio a distancia al igual que ella. Estuve ahí los tres últimos años del colegio, la modalidad era estudiar distintas asignaturas desde la casa y cuando estaba preparado iba al colegio a rendir exámenes. 174

Recuerdo a esta época como un momento de mucha exigencia, por decisión personal rendía diariamente 5 exámenes, tenía una rutina bastante fuerte, me despertaba a las 5 AM para estudiar, por la mañana iba a dar los exámenes, en la tarde y noche hacía los escritos de las asignaturas. Como era una modalidad diferente al Pesta al principio me costó (algunos exámenes no pasé), incluso tomaba clases de matemáticas de un colegio tradicional para poder tener destrezas en este campo. Una vez que le agarré el ritmo todo se facilitó, 5to curso lo desarrollé a una velocidad impresionante, lo hice como en tres meses y 6to curso lo hice como en 4 meses. Los últimos tres años en lugar de hacerlos en ese tiempo, los realicé en dos años. Esto me permitió acabar pronto del colegio y poder hacer las cosas que me interesaban a mí, desde la última etapa me había involucrado en un grupo de teatro que se llamaba el circo de los espejos e hicimos 90 presentaciones en muchísimos barrios de Quito, hacíamos una presentación los viernes, dos los sábados y dos los domingos. Yo desde el Pesta había hecho malabarismo, incluso fui a una escuela de circo en Austria para enseñar a hacer diábolo y aprender a hacer moniciclo y clavas. En esta obra de teatro, además de haber sido el ayudante (todos eran actores menos yo) también era el malabarista.


“CASA ALEGRÍA” Diseño y construcción: Carla Kienz y Daniel Moreno Flores Maestros: Jaime Quinga y Roberto Quinga fotografías: provistas por Daniel Moreno Flores

Hubo una época que me dediqué a hacer muchísimo malabarismo, era muy bueno y en ese entonces no era muy común los malabaristas en las calles. Hice fiestas infantiles, elecciones de reinas, fiestas de la ciudad, presentaciones en las plazas de Quito, viajé por el sur del país haciendo malabarismo, entre otros. Desde pequeño tenía la idea de ser arquitecto, tan pronto se abrió la posibilidad de dar los exámenes para el ingreso a la universidad, apliqué. No logré sacar el puntaje para ingresar sin embargo tuve la oportunidad de ir de oyente a las clases de matemáticas, papel y cerámica. Durante ese tiempo tuve que prepararme para hacer nuevamente el examen de ingreso de la universidad, y lo logré. O.P.: Veo que en tus trabajos vas cambiando los co-equiper de diseño… ¿qué hay de bueno en eso? D.M.F.: Esto me ha permitido generar comunidad, libertad de acción, conocer distintos criterios y enriquecer los procesos creativos. Son alianzas coyunturales que se forman para fines específicos o momentos de la vida. 175


en 30-60 N34 geometrías +

“CASA LOS ALGARROBOS”, (proyecto con José María Sáez), obtuvo el Premio Nacional Diseño Arquitectónico en la XVIII Bienal Panamericana de Quito 2012. fotografías: Omar Paris

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la escala del proyecto O.P.: ¿El tamaño o escala del encargo te incentiva en tu proceso de diseño? D.M.F.: Trabajo a partir de sistemas, la escala la trabajo siempre con la misma rigurosidad, ya sea un edificio o un objeto muy pequeño. Considero que es fundamental la combinación de las piezas y la coherencia de las partes. La escala pequeña me permite auto-encargarme, desarrollar un objeto que yo mismo necesito, al hacer un trabajo manual muy minusioso siento muy de cerca la materialidad. Por otro lado la escala grande la trabajo, la mayor parte de las veces cuando hay encargos y el objetivo principal es llegar a trabajarla con las manos, siempre buscando el reconocimiento del trabajo humano. O.P.: ¿A qué encargos calificarías como importantes? D.M.F.: Todos los trabajos que hemos realizado, con los diferentes equipos, los hemos considerado importantes, cada uno de ellos en su momento, siempre los hemos trabajado con la misma fuerza, intensidad y compromiso.

O.P.: ¿Qué papel cumple el “detalle” en tu trabajo? D.M.F.: El detalle es el motor de esta arquitectura, cada cosa cumple un rol y ha sido previamente pensada. Me entusiasma sobremanera poder llegar a pensar hasta en el último detalle. Sin embargo es una labor bastante compleja, porque además de demandar muchísimo tiempo necesito tomar conciencia de todo y muchas veces los problemas solo aparecen en el proceso, por este motivo es fundamental que el proceso de diseño siga mientras se hace la construcción. 177


mix O.P.: ¿Qué papel tiene la estética en tus trabajos? D.M.F.: Pienso que la estética es la consecuencia del trabajo de sistema y materia, es un resultado que se da naturalmente por el ordenamiento de la partes. Al permitirme explorar muchos materiales en el proceso de diseño, surgen distintas formas, texturas, colores, espacialidades, por lo tanto aparecen nuevas estéticas. Son actos racionales en los que no sabes como van a acabar, pues la realidad te sorprende. Por otro lado permito que los materiales se muestren como son y encuentro una estética en el objeto sea cual sea su condición. 178

“CASA CARRIZAL” Diseño y construcción: Sebastian Calero y Daniel Moreno Flores Colaboración: Luis Fernando Taco, Ana María Aguilar, José López, Roberto Alban, Gabriela Loaiza, Santiago Egas, Gustavo Aguirre, Mateo Torres Ingeniero estructural: Patricio Cevallos Maestro mayor: Fabián Tenorio fotografías: Roberto Albán Torres


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O.P.: ¿Por qué trabajar con el reciclado? ¿O desde el reciclado? D.M.F.: El reciclado me ha permitido muchas cosas. Desde muy temprano me di cuenta que se puede hacer mucho con lo que se tiene alrededor, esto me permite estar muy despierto con lo que está ocurriendo en mi contexto, y así se amplían las posibilidades de obtención de los recursos. He aprendido que los objetos que aparentemente están caducos vienen con muchísima información, valiosa y característica propia del mismo. Viene con memoria e historia. Por otro lado es una actitud de poder desarrollar arquitectura sin tener que priorizar lo económico, es un trabajo de gestión. También me interesa lo abstracto y el reciclaje me permite tener objetos que son propios de otras áreas y ocupándoles se hace una descontextualización. Es importante que el útil se siga leyendo pero que su funcionalidad cambie.

O.P.: Si no hicieras arquitectura… ¿qué harías? D.M.F.: Sería un cirquero. En la adolescencia pocos años antes de ingresar a la universidad hice con mucha fuerza acrobacias y malabarismo, al momento de decidir ingresar a la facultad dudé si estudiar arquitectura a pesar de que era algo que quería desde chico.

“CENTRO AMBULATORIO DE SALUD MENTAL SAN LÁZARO”, (proyecto con Jorge Andrade) obtuvo el Premio Ornato Ciudad de Quito 2013 en la categoría Intervenciones en edificios existentes ubicados en zonas protegidas del Distrito Metropolitano de Quito con el proyecto. fotografías: Jesús María Loor, Henry Jiménez, Jorge Andrade, Daniel Moreno Flores

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