east / west, a working-class housing taxonomy

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east / west a working-class housing taxonomy by

daniel sirvent



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daniel sirvent

восток / запад систематика жилья для трудящихся


London #5 [England, UK]


Moscow #1 [Russia]


Diversidad de soluciones, arquitecturas, para un problema común, la vivienda colectiva, hacen de esta serie de imágenes, ideal para neutralizar cualesquiera credos estilísticos, una lección de saludable eclecticismo y una muestra aleatoria idónea para un diagnóstico de la Modernidad, con sus antecedentes y sus consecuencias, incluidos los restos de su posterior naufragio y liquidación.

El sello “loosiano” es patente en la imagen “Wien #1”, como lo es la tradición vienesa en otros ejemplos. Pero la mayoría de ellos presentan fórmulas en las que abundan nuestras ciudades, de distintas latitudes y longitudes, porque son patrimonio de una civilización que transciende ideologías y opciones de poder: composiciones en damero, modos y medidas de vuelos, materiales y revestimientos…

Son 45 imágenes de edificios en las que el único rasgo compartido, evidente en algunas y en otras discretamente velado, quizá sea la observancia del principio de economía, formulado desde la Antigüedad y vigente en el entorno del Movimiento Moderno: el que Oud invoca cuando aboga por un “clasicismo no histórico”. Lo cual, dicho sea de paso, salvaguarda su reconocible dignidad.

Pero, sobre todo, esta valiosa colección fotográfica radiografía, precisamente por la voluntad de austeridad de sus modelos, un panorama de arquitectura que va mucho más allá de los propósitos y programas que dieron ocasión y oportunidad para erigir los edificios que ella nos muestra.

Algunos ejemplos son sencillamente magistrales. Otros no pasan de correctos, si es que llegan a serlo. Pero ninguno es francamente disonante o enteramente falto de interés. Vistos uno a uno (y de ahí su interés como muestra), adivinamos o abiertamente constatamos, referencias a la Bauhaus o destellos del joven Mies. Como, en un primer vistazo y antes de demorarnos en ello, podemos entrever alguna de las lecciones de “l’Unité d’Habitation”. En alguna ocasión, insólita pero presente, asoma el espíritu de los barrios “Wendingen”.

Joaquín Arnau Amo Catedrático de Composición Arquitectónica Universidad Politécnica de Valencia


“Yo, para esto, Hermosura: a ver y ser vista voy” El gran teatro del mundo Pedro Calderón de la Barca

Conozco a Daniel Sirvent desde hace relativamente poco tiempo. Él no era un personaje en busca de autor, pero sí un doctorando en busca de director (de su trabajo de tesis). Porque el autor de las hermosas fotografías de esta muestra es arquitecto y es investigador, dos condiciones claves para entenderle y entenderlas. Como arquitecto, me recuerda la feliz expresión de Rafael Moneo: “Doy gracias a la arquitectura porque me ha permitido ver a través de sus ojos el mundo”. Daniel Sirvent no es un voyeur, un mirón que ve el mundo desde fuera sin implicarse, sino que es un viajero incansable que lo recorre, lo visita y lo habita demorándose en sus lugares, confundiéndose con sus paisajes y entregándose al placer de estar donde está para comprender y amar los sitios y las gentes que termina conociendo en profundidad, mientras avanza, a tientas, como todos, en el conocimiento de sí mismo.

No es posible ser docente (al menos decente) sin ser investigador. Y no se puede ser investigador sin ser un curioso impenitente y, a veces, impertinente. La curiosidad de Daniel Sirvent es casi infantil (a ver, a ver…) y tiene su punto belicoso (llega, ve… y vence). Como buen guerrero, de vuelta a casa nos cuenta sus incruentas batallas a través de sus bellas imágenes, en las que descubrimos, mediante los innumerables ojos que nos abren, que ha ido a ver, sí, y ha sido visto también. En la era de Windows, gracias a esta colección de fotografías, nos asomamos al mundo no desde la realidad virtual de las ventanas de nuestros navegadores, sino como lo hacemos los arquitectos investigadores o los investigadores arquitectos, como prefieran: dejándonos aprehender por aquello que, con emoción y excitación, aspiramos a aprender: arquitectura. Pasen y vean. Serán, además, vistos…

Daniel Sirvent es arquitecto y sale al mundo, el que ve a través de los ojos de la arquitectura, para saber y aprender. Como los antiguos viajeros, toma nota de cuanto le interesa o le sorprende o le sale al paso y lo hace, como los modernos, con su cámara fotográfica. Lo que esta exposición exhibe es parte de sus cuadernos de viajes. Magnífica lección de arquitectura porque la primera escuela de arquitectura, después de la vida que Daniel Sirvent vive intensamente, es la arquitectura misma, que está donde está y que hay que ir a ver si se quiere aprender este oficio, el cual nuestro fotógrafo enseña a sus estudiantes desde sus mismas bases: los materiales, las técnicas, la construcción.

María Elia Gutiérrez Mozo Doctora Arquitecta Profesora de Composición Arquitectónica de la Universidad de Alicante Directora del Secretariado de Desarrollo de Campus


El imaginario del mundo de más allá del Telón de Acero es una foto fija. Todos los imaginarios lo son: una imagen detenida sacada de una información documental. Sea así para evocar, con la fuerza de la memoria, lo que fueron las ciudades y las calles y los edificios de aquel mundo que, para los que hemos pasado los sesenta años, se nos muestra en blanco y negro. Y más aún: sombrío. Hasta la caída del muro, podemos editar en la memoria, varias etapas de aquella Unión Soviética agrupada con sus satélites en el Pacto de Varsovia, muralla del Este frontal a la primera de la OTAN, que agrupaba al Oeste. Una desde el fin de la Guerra Mundial y la conferencia de Postdam hasta la invasión soviética de Hungría en 1956. La siguiente finaliza en la intervención en Checoslovaquia impidiendo la Primavera de Praga. La tercera, la definitiva decadencia, con la caída del muro. Toda esa historiografía ha entrado en el imaginario social a través del cine, del que se pueden citar tres filmes más o menos integrados en las etapas mencionadas. Por orden son: El Tercer Hombre, El espía que surgió del frío y El Topo, de la que existen dos versiones, una totalmente ajustada a la novela de Le Carré, de factura extraordinaria, de la BBC en serie de 6 capítulos, y otra la excelente versión final de Hollywood.

En todas ellas se nos muestra la ciudad gris, de penumbras y silencios, un mundo asfixiante y ruinoso, extraída del viejo expresionismo europeo, en la que la vida es un sobrevivir en un mundo agónico y despiadado. Pocas veces hemos tratado de ver, sino es a partir de la evocación. Las ciudades del Este, por inevitable comparación con las lujosas y vívidas del Oeste, resultan adecuadas al imaginario ofrecido con anterioridad. Barrios nuevos, ampliación de los cascos antiguos, reconstrucción de la terrible devastación de la Guerra, y un objetivo: construir sencilla y económicamente para la clase obrera, desalojada del mundo, sin hogar en la nueva ciudad de aluvión y emigración. Lo que suele suceder es que, al extraer del imaginario la evocación y comparar con el Oeste, siempre se hace con una sociedad de clases medias o acomodadas, instaladas en el nuevo universo del consumo, felices, libres y en technicolor. Probablemente tengamos que admitir que los barrios obreros, sea donde sea e impere la libertad que sea, son lo que son. Un paseo por San Blas, la Verneda o Bellvitge, Villaverde o… -una lista interminable- nos habla de una realidad que no está en el imaginario. De eso va esta exposición: ESTE-OESTE. Luis Rivera Promotor de L’ESPAI


Recién cumplido el 25 aniversario de la caída del muro de Berlín, L’ESPAI presenta una exposición didáctico-dialéctica que, apoyada en la fotografía arquitectónica y envuelta por la instalación, plantea al visitante múltiples preguntas en torno a las realidades socio-políticas separadas por el telón de acero. Contamos para ello con el extenso, meticuloso y aséptico estudio que su autor, Daniel Sirvent, desarrolla durante los últimos 8 años sobre las construcciones realizadas para la clase obrera a ambos lados del muro. Un trabajo de Tesis Doctoral que le ha llevado a recorrer 40 países por todo el mundo, en el que disecciona la realidad heredada de las muchas décadas en que las palabras Este y Oeste expresaban mucho más que puntos cardinales. Al conocimiento que como arquitecto posee el autor, hay que sumar su afán documental y el acierto en las decisiones formales. Una serie de características que convierten este trabajo en un documentado y prolijo proyecto fotográfico basado en el rigor temático, la uniformidad de los puntos de vista, la ausencia de efectismos y finalmente la sistematización del proceso a lo largo de casi una década. Cuando en 1959 el futuro matrimonio Becher inició el colosal proyecto de fotografiar la decrépita industria alemana en vías de extinción, no imaginó que con aquel trabajo que se extendería por 50 años, estaban sentando las bases de uno de los más relevantes puntos de inflexión que configurarían la fotografía contemporánea tal como hoy la conocemos.

La disposición en retículas heredada del trabajo de los Becher y que hemos podido ver más de cerca en las exposiciones de Manolo Laguillo, primero en la Fundación ICO de Madrid (PhE’13) y este mismo año en La Virreina Centre de la Imatge de Barcelona, se asoma ahora a nuestra sala de la mano de Daniel Sirvent, ofreciendo un diálogo que excede de la simple empatía visual que provocan la reiteración, los ritmos y cadencias o la geometría. Lo que en realidad hace es abrir una conversación con el observador en el que cabe plantearse cuestiones relativas a la unidad y la diversidad; la coincidencia y la divergencia; la individualidad y el grupo, la identidad. La instalación de un muro ficticio que separa el espacio expositivo entre Este y Oeste, además de expresar la irracionalidad de aquella profunda brecha, permite sin embargo el libre tránsito del espectador, y con él, un análisis de los conjuntos de fotografías que se muestran a ambos lados. ¿Qué preguntas nos hacemos tras este análisis? ¿Y qué respuestas nos damos?

Carlos Balsalobre Comisario de la exposición





There was a time not so long ago when Europe was split into two halves, two antagonistic systems, two irreconcilable powers. The tension after the Second World War was cemented with the raising of the Berlin Wall and stressed the secrecy of socialist and communist countries in Eastern Europe, which were plunged into a deep slumber, anesthetized by a tight and controlling political system. In the late 80s, the Soviet bloc disintegrated and a process of opening up began, which had not yet been completed in many of these countries. In 2006, nine years ago, it began a great adventure. An insatiable curiosity to discover first hand what life was like on the other side of the Iron Curtain, coupled with a passion for travel as a way of learning through personal experiences, led me to undertake a long and complex journey in stages, with the ultimate goal of crossing each and every one of these Eastern countries that, in one way or another, were ruled by communist regimes. At the same time, and after finding that the problem of minimum dwelling is a global issue in all Europe during the first third of the twentieth century (although under different approaches and points of view, depending on the sociopolitical situation in each country), I decided to include some examples of working-class housing in Western countries in order to compare them with their Eastern counterparts. The scope of the investigation was then expanded to include 29 (+2) countries, in several trips totalling more than 80,000 km. This photo exhibition, which is a preview of the doctoral thesis I am currently in the process of writing ("Architectural types for the new socialist way of life"), is a visual account of this great adventure.

Hubo una época no muy lejana en la cual Europa estuvo partida en dos mitades, dos sistemas antagónicos, dos potencias irreconciliables. La tensión existente tras la Segunda Guerra Mundial se escenificó con el levantamiento del muro del Berlín y acentuó el hermetismo de los países socialistas y comunistas de Europa del Este, que se sumieron en un profundo letargo, anestesiados por un sistema político férreo y controlador. A finales de los 80, el bloque soviético se desintegró y muy lentamente se inició un proceso de apertura que aún no se ha completado en muchos de estos países. En 2006, hace ahora 9 años, comenzó una gran aventura; la insaciable curiosidad por descubrir en primera persona cómo fue la vida al otro lado del Telón de Acero, unida a la pasión por el viaje como medio de aprendizaje a través de experiencias personales, me lleva a emprender una larga y compleja peregrinación por etapas con el objetivo final de recorrer todos y cada uno de estos países del Este que, de una u otra manera, estuvieron dirigidos por regímenes de corte comunista o socialista. Al mismo tiempo, y tras constatar que el tema de la vivienda social mínima es un asunto que se aborda de forma conjunta en toda Europa durante el primer tercio del siglo XX (si bien bajo diferentes enfoques y puntos de vista, matizados por la situación sociopolítica de cada país), decido incluir algunos ejemplos de vivienda obrera en países occidentales con el objeto de compararlas con sus homólogas orientales. El ámbito de la investigación se amplía entonces hasta abarcar un total de 29 (+2) países, en una serie de viajes que suman más de 80.000 km. Esta exposición fotográfica, que supone un avance de la Tesis Doctoral que me encuentro redactando en estos momentos ("Tipos arquitectónicos para el nuevo modo de vida socialista"), es la historia gráfica de esa gran aventura. Daniel Sirvent


El triunfo de la Revolución Bolchevique en 1917 trajo consigo la oportunidad de aplicar un “nuevo modo de vida socialista” como medio para transformar la sociedad; a efectos prácticos, esto significó una oportunidad para investigar en el tema de la vivienda mínima obrera, y crear nuevos tipos arquitectónicos basados en la colectivización de la vida doméstica. Este periodo de experimentación inicial no se extendió más allá de una década, debido a las reticencias de gran parte de la población a vivir en habitaciones mínimas con servicios compartidos (baños, cocinas, comedores), y a la oposición frontal de Stalin hacia los nuevos conceptos y formas arquitectónicas. A partir de los años 60, y bajo el mandato de Jrushchov, comienza un nuevo periodo de construcción masiva de viviendas mínimas. La tecnología de la prefabricación se vislumbró entonces como óptima, puesto que permitía controlar perfectamente costes, superficies y plazos de ejecución. La silueta característica del distrito residencial (“microrayon”) formado por anodinos, simples y repetitivos bloques de hormigón se extendió por todos y cada uno de los rincones de la Europa socialista hasta conformar uno de sus iconos más reconocibles. Las imágenes que se incluyen en esta primera serie muestran, a través de detalles particulares de bloques residenciales, un orden y rigor geométrico que transmite la idea de repetición como base fundamental de la composición. Cualquier rasgo de expresividad o singularidad es suprimido, lo cual contribuye a reforzar una de las ideas del comunismo: homogeneidad y uniformidad frente a individualismo y diversidad.

The triumph of the Bolshevik Revolution in 1917 raised the opportunity of a "new socialist way of life," whose purpose was to transform society. It called attention to the issue of subsistence housing, and created new architectural types based on the collectivization of domestic life. This initial experimental period did not extend beyond a decade. This was due to the reluctance of the majority of the population to live in rooms with minimal shared services (bathrooms, kitchens, dining rooms), and the opposition of Stalin towards new concepts and architectural forms. From the 60´s, and under the leadership of Khrushchev, begins a new period of mass construction of minimal housing. Prefabrication technology loomed then as optimal as it allowed effective control of costs, deadlines, and surfaces. The characteristic silhouette of the residential district ("microrayon") consisting of bland, simple, repetitive concrete blocks swept every corner of socialist Europe to form one of its most recognizable icons. The images included in this first series show, through particular details of residential blocks, geometric order and rigor that conveys the idea of repetition as a fundamental basis of the composition. Any trait of expressiveness or singularity is suppressed, which helps to reinforce one of the ideas of communism: homogeneity and uniformity versus individualism and diversity.


east

восток


Budapest #2 [HU]


Sofia [BG]


f Budapest #1 [HU]

ff Polva [EE]

d Ljubljana [SI]

dd Moscow #2 [RU]



f Moscow #4 [RU]

ff Moscow #3 [RU]

d Katowice #2 [PL]

dd Litvinov [CZ]



f Kiev #1 [UA]



f Skopje [MK]

ff Krakow #3 [PL]

d Zlin [CZ]

dd Moscow #7 [RU]

fff Kemeri #2 [LV]





f Kemeri #1 [LV]

ff Dessau [DE]

d Krakow #2 [PL]

dd Krakow #1 [PL]



Katowice #1 [PL]


Kiev #2 [UA]


f Beograd [RS]

ff Budapest #3 [HU]

d Kemeri #1 [LV]

dd Moscow #5 [RU]

fff Kishinev [MD]





LIST OF CAPTIONS Beograd [RS] Kralja Aleksandra bv. (not documented) [aug. 2011]

Katowice #2 [PL] Aleja Wojciecha Korfantego (not documented) [aug. 2010]

Krakow #2 [PL] Nowa Huta (not documented) [may 2010]

Budapest #1 [HU] Havanna utca. (not documented) [jul. 2011]

Kemeri #1 [LV] Sanatorium Liva (actually abandoned) 1975-85 arch. Pilsétprojekts [aug. 2011]

Krakow #3 [PL] Królewska (not documented) [may 2010]

Budapest #2 [HU] Havanna utca. (not documented) [jul. 2011] Budapest #3 [HU] Havanna utca. (not documented) [jul. 2011] Dessau [DE] Prellerhaus (Bauhaus) 1925-26 arch. W. Gropius [jan. 2009] Iasi [RO] Soseaua Pacurari (not documented) [aug. 2012] Jurmala [LV] Sanatorium Jaunkemeri 1967 arch. A. Reinfelds [aug. 2011] Katowice #1 [PL] Superjednostka 1967-72 arch. M. Król [aug. 2010]

Kemeri #2 [LV] Sanatorium Liva (actually abandoned) 1975-85 arch. Pilsétprojekts [aug. 2011] Kiev #1 [UA] Hotel Salute (not documented) [aug. 2012] Kiev #2 [UA] Volodymyrs’ka st. (not documented) [aug. 2012] Kishinev [MD] Romashka (aka. dom kukuruza) 1978-84 arch. O. Vronski [nov. 2013] Krakow #1 [PL] Nowa Huta (not documented) [may 2010]

Litvinov [CZ] Kolektivni Dum (Koldum) 1947-58 arch. V. Hilsky & E. Linhart [may 2011] Ljubljana [SI] Hayrack commercial & residential (not documented) [mar. 2013] Moscow #1 [RU] Apts. at Prospekt Mira 1966-69 arch. V. Andreev & T. Zaikin [aug. 2011] Moscow #2 [RU] Communal house for Textile Institute students 1929-31 arch. I. Nikolaev [aug. 2011] Moscow #3 [RU] Communal house for Textile Institute students 1929-31 arch. I. Nikolaev [aug. 2011]

Moscow #4 [RU] Narkomfin dom kommuna 1928 arch. M. Ginzburg [aug. 2011] Moscow #5 [RU] Dom Novogo Byta (house of the new way of life) 1965 arch. N. Osterman [aug. 2011] Moscow #7 [RU] Novyy Arbat ul. (not documented) [aug. 2008] Polva [EE] Kanepi Leevaku kesk (not documented) [jan. 2013] Skopje [MK] Nikola Vapcarov ulica (not documented) [aug. 2011] Sofia [BG] Lyulin (not documented) [aug. 2012] Zlin [CZ] Kolektivni Dum (Koldum) 1947-51 arch. J. Vozenilek [may 2011]



En 1929 tuvo lugar en Frankfurt el II Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), enfocado en el tema de la vivienda para el mínimo nivel de vida (existenzminimum). Un foro en el que, por encima de ideologías y diferencias entre los distintos sistemas sociopolíticos que integraban la vieja Europa, se enfocaba el asunto de la vivienda obrera como un problema global. En estos debates se expusieron, analizaron y compararon las diferentes experiencias que se estaban llevando a cabo por entonces; en especial tres de ellas: la vienesa, la berlinesa y la soviética. Pero, sobre todo, se mostró que el problema del alojamiento afectaba especialmente a los estratos inferiores de la población urbana, y que este fenómeno se daba por igual en países orientales y occidentales. Asimismo, se observó que, aunque existían diferencias regionales a la hora de abordar el problema (motivos políticos fundamentalmente), se podía encontrar una base común: las soluciones técnico-arquitectónicas. Si bien no se llegó a ensayar ningún prototipo genérico, lo cierto es que se pueden rastrear influencias cruzadas entre los ejemplos construidos a uno y otro lado del Telón de Acero. Quizás por este motivo no sorprende encontrar bastantes similitudes entre las imágenes mostradas anteriormente y las que ilustran esta serie. La seriación, repetición y el rigor geométrico como base compositiva salvan las distancias entre Este y Oeste, hasta el punto de hacer casi imposible discernir la ubicación concreta de algunos de los edificios presentados; una prueba que, por encima de ideologías y modos de habitar, impera la austeridad y la economía, el funcionalismo, como método común para resolver el problema del alojamiento de las clases trabajadoras.

In 1929 it took place in Frankfurt the II International Congress for Modern Architecture (CIAM), focused on the issue of housing for the minimum standard of living (existenzminimum). Despite the differences between ideologies and socio-political systems, the issue of working-class housing was focused as a global problem. In these debates were exposed, analyzed and compared the different experiences that were taking place at that time; especially three of them: the Vienna, Berlin and Soviet solutions. Over all, it was shown that homelessness was affecting the lower strata of the urban population, and that this phenomenon was happening at the same time in eastern and western countries. It was also noted that, although there were regional differences in focusing the problem (mainly political reasons), it was possible to find common concepts: the architectural and technical solutions. Although it was never tested any generic prototype, it is possible to track crossed influences between built examples on either side of the Iron Curtain. Perhaps for this reason, it’s not surprising to find many similarities between the previous images and the ones shown on this series. The serialization, repetition and geometric rigor as a compositional basis bridge the gap between East and West, to the point of making almost impossible to discern the specific location of some of the buildings presented; an evidence that, over ideologies and ways of living, austerity, economy and functionalism reign as common solution for solving the working-class housing issue.


west

запад


Marseille [FR]


Briey [FR]


f Rotterdam [NL]

ff Den Haag #1 [NL]

d Chamonix [FR]

dd London #1 [UK]



f Zermatt [CH]

ff Riomaggiore [IT]

d Wien #1 [AT]

dd Barcelona #1 [ES]



London #3 [UK]


London #7 [UK]


f London #2 [UK]

ff Barcelona #2 [ES]

d London #4 [UK]

dd Genova #1 [IT]

fff Firminy [FR]





LIST OF CAPTIONS

Barcelona #1 [ES] Casa Bloc 1934-39 arch. J.L. Sert, J.B. Subirana & J. Torres [jul. 2011] Barcelona #2 [ES] Walden 7 1972-75 arch. Taller de Arquitectura Ricardo Bofill [mar. 2012] Berlin #2 [DE] Storkover straBe (not documented) [jan. 2009] Briey [FR] Unité d’Habitation 1959-61 arch. Le Corbusier [jan. 2009] Chamonix [FR] Le Régina Maison de la Gendarmerie (not documented) [apr. 2012] Den Haag #1 [NL] Nirwana apts. 1927-30 arch. J. Duiker [aug. 2011]

Firminy #1 [FR] Unité d’Habitation 1965-66 arch. Le Corbusier [apr. 2012]

London #5 [UK] Robin Hood Gardens 1969-72 arch. Alison & Peter Smithson [aug. 2011]

Genova #1 [IT] Forte Quezzi (Biscione) 1956-68 arch. L.C. Daneri & E. Fuselli [apr. 2012]

London #7 [UK] Robin Hood Gardens 1969-72 arch. Alison & Peter Smithson [aug. 2011]

London #1 [UK] Model Houses for Families (Parnell House, Streatham str.) 1850 arch. H. Roberts [aug. 2011] London #2 [UK] Peabody Estate, Rosendale rd. 1901 arch. W. Cubitt & Co. [aug. 2011] London #3 [UK] Heygate Estate (actually demolished) 1974 arch. T. Tinker [aug. 2011] London #4 [UK] Heygate Estate (actually demolished) 1974 arch. T. Tinker [aug. 2011]

Marseille [FR] Unité d’Habitation 1947-52 arch. Le Corbusier [apr. 2012] Riomaggiore [IT] Via Colombo (not documented) [aug. 2010] Rotterdam [NL] Bergpolder flats 1933-34 arch. J.A. Brinkman, L. van der Vlugt & W. van Tijen [aug. 2011] Wien #1 [AT] Goldman & Salatsch building (Loos Haus, Michaelerplatz) 1910 arch. A. Loos [may 2011] Zermatt [CH] Hotel Bahnhof (not documented) [apr. 2012]



LA ARQUITECTURA COMO EXPERIMENTO SOCIOLÓGICO Extracto de la entrevista realizada por Ferrán Mateo a Daniel Sirvent, publicada en “Russia Beyond the Headlines” el 2 de mayo de 2014.

F.M. ¿Por qué quiso buscar paralelismos en este tipo de tipologías en países fuera de la órbita soviética? D.S. La idea inicial de la Tesis Doctoral surgió tras mi primer viaje a Moscú, y el análisis “in situ” del edificio Narkomfin, de 1928. Me resultó muy curioso el hecho de observar que la archiconocida Unité d’habitation de Marsella, construida casi 20 años después al otro lado del Telón de Acero, compartiera tantas similitudes formales y constructivas con el edificio de Moscú, pese a haber surgido en un entorno socio-político tan diferente.

F.M. El trabajo reúne más de cinco años de viajes. Ahora está redactando la tesis doctoral para defenderla. ¿Cómo nace la curiosidad? D.S. La curiosidad es precisamente lo que inició este proceso de investigación. Mi adolescencia transcurrió en la década de los 80, una época en la que el mundo estaba fuertemente polarizado en dos grandes “bandos”: capitalismo y comunismo. Crecí en un entorno que terminaba al Este donde se alzaba el Telón de Acero, y lo que pasaba al otro lado era un gran misterio; por si fuera poco, las grandes producciones de Hollywood se encargaban de presentarnos a los soviéticos como unos despiadados enemigos, alguien a quien temer, un feroz adversario al que no le temblaría el pulso en caso de conflicto. Nadie me explicó que sucedía realmente al otro lado, así que, poco a poco, decidí comenzar de forma autodidacta a juntar fichas de ese gran puzzle, y descubrirlo por mi mismo.

F.M. ¿Qué detalles ha encontrado en común a un lado y otro? D.S. Lo curioso del asunto, es el diferente enfoque que se daba para justificar estos modelos formales de vivienda mínima con servicios colectivos: mientras en los países socialistas el objetivo era influir en los modos de vida para crear unos hábitos acordes con la ideología imperante (“nuevo hombre socialista”), en los países liberales occidentales se pretendía dotar de viviendas a los sectores más desfavorecidos de la sociedad, y mejorar las condiciones higiénicas de las viviendas. En el fondo se podría decir que no hay tanta diferencia en los modelos, ambos perseguían como objetivo final la mejora de las condiciones de vida de las clases trabajadoras.

F.M. ¿La manera en que se vivió en la URSS está “escrito” en la manera en que se “proyectó” la vivienda? D.S. En el caso de la Unión Soviética, existe una relación directa: el triunfo de la Revolución Bolchevique de 1917 trajo consigo la oportunidad de aplicar un “nuevo modo de vida socialista”, como medio para transformar la sociedad. A efectos prácticos, esto significó una oportunidad para investigar en el tema de la vivienda mínima obrera, y crear nuevos tipos arquitectónicos basados en la colectivización de la vida doméstica; es así como surgió el modelo de las “casas-comuna” (que, curiosamente, mantiene un gran paralelismo con el modelo occidental de los “hoteles”), que consiste en crear espacios individuales mínimos para la vida privada, mientras que el resto de necesidades y funciones domésticas (higiene, comida, lavado, etc.) se realizan de forma colectiva.

F.M. ¿Existen diferencias notables entre el núcleo duro (Rusia) y los países satélite? ¿Hay variaciones locales? D.S. Si bien existen pequeñas diferencias regionales, propias del clima o de la idiosincrasia de cada pueblo, lo cierto es que los modelos de vivienda (especialmente a partir de los años 60) estaban muy centralizados, fuertemente sometidos por la prefabricación, seriación, estandarización y economía. Esto explica el poco margen de maniobra de los arquitectos soviéticos, y la tremenda uniformidad existente en los anónimos y anodinos bloques de vivienda de la antigua URSS. Un caso muy conocido es el de las Khrushchyovkas, un tipo de edificio prefabricado que se popularizó durante la época de Jrushchov (de quien toman su nombre), y que pueden ser encontrados en prácticamente cualquier lugar de la antigua URSS.


F.M. ¿Por qué falló el modelo? ¿Qué cosas positivas cree que habría que valorar? ¿En qué momento nace y por qué? D.S. Uno de los objetivos de los dirigentes de la Revolución durante los primeros años era el de romper la familia tradicional (que consideraban un fraude y una limitación para el desarrollo de la mujer), y en su lugar, establecer unas formas de vida en comunidad donde la mayor parte de las actividades cotidianas estaban colectivizadas, relegando la privacidad de cada individuo a una pequeña célula de habitación. Los responsables del Departamento de Estandarización del Stroikom, que ya comenzaban a percatarse del rechazo masivo de la población hacia estos nuevos modos de vida, crearon a finales de los años 20 los llamados “modelos de transición”, que pretendían ser un paso intermedio en ese camino hacia la colectivización de la vida doméstica. Estos modelos incluían pequeñas cocinas y aseos privados en células de unos 30 a 40 m2. Con la llegada de Stalin al poder, estos “experimentos sociales” fueron abandonados. Por todo ello podríamos concluir que, realmente, el modelo había fracasado antes incluso de ser implantado, debido a la escasa predisposición de la población a cambiar sus modos de vida. F.M. ¿Cómo son las lecturas occidentales de estas tipologías? D.S. Pasados más de 20 años desde la caída de la Unión Soviética, ahora son los mismos habitantes de las ciudades y de los bloques los que tratan de hacer una relectura, una revisión crítica de sus ciudades pobladas por anodinos y repetitivos bloques grises de hormigón prefabricado. En países como Polonia, Hungría, Eslovaquia, están comenzando procesos de rehabilitación donde el único contrapunto a la monotonía consiste en pintar los bloques con vivos colores, quizás de una forma un tanto simple o inocente. En otros lugares como Bulgaria, los procesos son mucho más anárquicos: cada propietario repara o realiza mejoras en su vivienda de forma individual, añadiendo una caótica sensación de anarquía a los ya de por sí decadentes distritos de vivienda obrera. Por último, en zonas o países con menos recursos, los bloques grises se encuentran cubiertos por una negra capa de polución, creando una intensa sensación apocalíptica.

F.M. En el dossier veo básicamente imágenes exteriores. ¿Hizo también en los interiores? D.S. Si, por supuesto; de hecho, esta fue una de las experiencias más interesantes de todo el proceso de investigación. En ocasiones (Litvinov, Kemeri, Budapest, Timisoara, Odessa, ...), tuve incluso la oportunidad de alojarme en algunas de estas viviendas, lo que me permitió experimentar de primera mano cómo es la vida en estos bloques de vivienda colectiva. Además, siempre que puedo (que me dejan) trato de acceder a las viviendas, puesto que resulta tremendamente interesante ver cómo un mismo espacio (el mismo tipo de vivienda) puede generar atmósferas tan diferentes en función de las personas que lo habitan. Esto vuelve a confirmarme una de mis hipótesis iniciales: no es la arquitectura la que condiciona los modos de habitar, sino al revés, es el inquilino quien transforma la arquitectura en función de sus propios hábitos de vida. F.M. ¿Podría comentar su experiencia? ¿Cuál es el estado de conservación general? D.S. La primera sensación que se tiene al entrar en cualquiera de estos bloques del Este es de estrechez, opresión y angustia: las viviendas son muy pequeñas, las estancias están abigarradas de objetos y, por lo general, suele vivir mucha gente en ellas. El estado general es pésimo, por una falta de mantenimiento constante a lo largo de años: muchos servicios domésticos no funcionan, las fachadas precisan reparaciones, pero la escasez presupuestaria impide acometer estas reformas. F.M. ¿Qué opinión tienen los inquilinos actuales? ¿Cómo choca con el individualismo capitalista actual? D.S. El individualismo existe no sólo en la Europa occidental capitalista, sino en todos los países que he podido visitar. De hecho, creo que es algo innato al ser humano. La muestra más palpable, es el fracaso de todas las estancias colectivas que se diseñaron en los primeros bloques de vivienda social con la idea de crear espacios donde los inquilinos pudieran establecer vínculos entre ellos. Tarde o temprano, estos espacios caían en desuso, y terminaban siendo privatizados, cerrados y/o demolidos.



Daniel Sirvent (1974, Alicante). Architect (Universidad PolitĂŠcnica de Valencia, 1999). Quantity Surveyor (University of Alicante, 1996). Professor of Architecture at the University of Alicante. Visiting professor at several Universities: Krakow, Ljubljana, Brno, Bucarest, Copenhague and La Habana. Actually

he develops a multifaceted work, in various artistic fields: Has designed and built several single-family houses, and designed some home furnishings. Has written and published several books about photography, architecture and prefab construction. Has collaborated with the MARQ (Alicante Archaeological Museum) in underwater archaeological campaigns. Has played in theatrical productions with several companies. As a film director, has shot short-films and a music-video. As a photographer, has won first prize in CINA (2008) and COAATA (2012), and his photographs have been selected and published in the "Ciudad Blanca" exhibition by CTAA. He has travelled in over 55 countries on 4 continents, and is currently finishing his PhD about soviet architecture.


This booklet have been published on the occasion of the exhibition east / west, a working-class housing taxonomy held in the gallery L’Espai (Alicante, Spain), from January 15 to February 20, 2015 Programming and curatorship: Carlos Balsalobre

ISBN 978-84-617-3716-1 Depósito Legal A 1-2015 Printed in Spain by Industrias Gráficas Alicante S.L. ‘east / west’ booklet: concept, design and editing © 2015 Daniel Sirvent Texts © 2015 Their authors Photographs printed with HP technology All rights reserved. No parts of this publication may be reproduced, transmitted or stored in a retrieval system, in any form or by any means, without permission in writing from Daniel Sirvent, application for which must be made at: sirvent@ua.es Aknowledgements: To all the people in eastern and western countries who hosted me, showed me around or helped me to find documents or just non-published, unknown (daily) buildings. To Estefanía Sirvent, and Mª Jesús Martínez & Gregorio Arroyo. To Ana Gonzalvo, Silvia Cabra, and José Sanjuan. To all the staff & friends from gallery L’Espai, and to my family.



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