REFUGIO - VIVAC en los pirineos el m茅todo I+CT
proceso de proyecto en la arquitectura prefabricada ligera
escrito y compilado por dani sirvent proyectos y dibujos: alumnos construcci贸n III arquitectura, universidad de alicante curso 2011-12
EL MÉTODO I+CT Taller de Arquitectura Prefabricada Ligera
Coordinación del Taller y la Publicación: César Daniel Sirvent Pérez Concepto, Texto, Diseño Gráfico y Maquetación: César Daniel Sirvent Pérez Proyectos de Arquitectura Prefabricada (Refugio-vivac en los Pirineos): Alumnos de la asignatura Construcción III, 2011-12 4º curso de Arquitectura Universidad de Alicante
© texto: César Daniel Sirvent Pérez © proyectos, gráficos y planos: sus autores Todos los derechos reservados El documento original se terminó de redactar en abril de 2012.
ISBN: 978-84-9403-241-7 Depósito Legal: A-414-2012 Printed and bound in the European Union Edición a cargo de: Ingra Editors Avda. del Zodiaco, 15 03006 Alicante 965.10.74.64 www.ingra.net
La edición y distribución de esta publicación ha sido posible con el apoyo de:
indice Presentación:
¿Cómo se proyecta un edificio prefabricado?
4
+ Idea & Construcción: un manifiesto + Arquitecto vs usuarios + El arquitecto ha dejado de ser un buen partido
segunda fase:
PROCESO de proyecto
tercera fase:
documentación y PLANOS
definición del trabajo:
REFUGIO-VIVAC
El refugio de emergencia
10
Construyendo Ideas
40
El “super-trabajo Indie”
96
¿Qué?
18
a/// relación forma-material (I+CT)
42
Maquetado y grafismo: un decálogo
98
20
+ cotas y medidas de elementos + modulación + planta y percepción del espacio + trabajo con varias escalas
+ El programa de necesidades
¿Para quién? + El cliente y el usuario
¿Cómo?
22
+ La técnica y el proceso de montaje
¿Dónde?
24
+ Entorno, situación y contexto
primera fase:
ANÁLISIS de referentes
Lecciones de natación a/// técnica
26 28
+ sistemas 1D: elementos lineales + sistemas 2D: elementos planos + sistemas 3D: elementos modulares + sistemas mixtos
b/// instalaciones
32
+ sistemas activos + sistemas pasivos
c/// proyecto + distribución y espacio mínimo + aprovechamiento de la sección + integración en el entorno
36
b/// sistema Instalaciones
a/// planos de Idea: geometría 52
+ integración de los sistemas en el diseño + esquema de elementos + predimensionado y planta acotada + imagen real de la arquitectura + condensaciones
c/// sistema Estructural
b/// planos de Idea-Construcción: materialidad
64
+ transporte y montaje (funcionamiento dinámico) + modelización y esquema (funcionamiento estático) + ensamblaje de los módulos + apoyo en el terreno
74
d/// sists. Envolvente, Compartim., Acabados
76
+ identificación de envolventes-tipo + axonometría explosionada “tipo ikea” + sección 1/20 global y zoom detalles + pliego de prescripciones técnicas particulares + envolvente térmica (CTE DB-HE1)
e/// procedimiento de montaje: story-board + esquema-resumen general por fases + fase 1: taller + fase 2: transporte + fase 3: obra
106
+ b1.1 sección 1/20 edificio completo + b1.2 secciones parciales + zoom detalles + b2. axonometría “ikea” sistemas y componentes + b3. tipos de envolventes: esquemas y tabla + b4. esquema estructural + b5. esquema instalaciones
c/// planos de Construcción: 4D, tiempo
Reunión con el cliente
102
+ a1.1 situación y emplazamiento + a1.2 replanteo cimentación + a2. plantas: usos y cotas + a3. alzados y secciones
112
+ c1. planos de taller: componentes y despieces + c2. planos de taller: detalles por oficios + c3. story-board, proceso de montaje + c4. planos de obra: montaje
d/// documentación escrita
118
+ d1. memoria descriptiva + d2. pliego de prescripciones técnicas particulares
86
epílogo:
propuestas de REFUGIO-VIVAC
Sólo puede quedar uno
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Fotomontajes de los proyectos
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¿cómo se proyecta un edificio prefabricado?
¿Por qué los edificios son como son? ¿Qué tiene en la cabeza un arquitecto cuando comienza a diseñar un edificio? Las primeras ideas, los croquis iniciales, ¿de dónde salen? ¿Son producto de algún tipo de método de diseño, parte de una teoría arquitectónica, o simplemente responden al capricho personal de sus autores?
La primera fase consiste en la investigación y estudio de otros referentes: proyectos y obras, de características similares a la nuestra, y que destaquen especialmente por sus características técnicas, la aplicación e integración de las instalaciones de autoabastecimiento energético en el diseño, o sus características proyectuales.
La publicación que tienes en tus manos explica detenidamente y con una estricta esquematización el método de proyecto idea y construcción (I+CT), mediante su aplicación a un caso real: el diseño y construcción de un refugio-vivac en los Pirineos, con técnicas y sistemas de prefabricación.
En la segunda fase, el proceso de proyecto propiamente dicho, aplicamos una metodología secuencial, en la que se estudia por separado la estructura, instalaciones, envolvente, compartimentación y acabados (sistemas del Código Técnico, CTE), con el fin de llegar a una forma definitiva como resultado de la interacción de ideas de proyecto y técnicas constructivas.
La primera parte del libro analiza las variables iniciales (el objeto del encargo), y lo hace de un modo directo, planteando preguntas muy concretas: ¿Qué se va a proyectar? (programa de necesidades) ¿Para quién se diseña? (el cliente y el usuario) ¿Cómo se va a construir? (técnicas y proceso de montaje) ¿Dónde se va a ubicar? (entorno, situación y contexto)
Por último, y con el objeto arquitectónico totalmente pensado y definido, pasamos a la tercera fase: la representación geométrica del edificio en planos definitivos de proyecto. Esta fase es de vital importancia, puesto que de poco sirve un proyecto magnífico si no sabemos explicar su proceso de montaje a las personas encargadas de su construcción.
4 | presentación
Gran parte de la documentación contenida en esta publicación ha sido elaborada por los 90 alumnos de la asignatura Construcción III (4º curso de Arquitectura en Alicante), durante el año académico 2011-12, penúltimo de esta asignatura anual de 12 créditos antes de su desaparición debido a la implantación del nuevo Grado en Arquitectura. Una de las premisas de esta asignatura ha sido siempre aproximar el trabajo en las aulas a la realidad profesional que se encontrarán los estudiantes en la calle. No obstante, y dado el carácter académico del trabajo, se ha dejado deliberadamente una puerta entreabierta a la creatividad y al utopismo, con el fin de romper esquemas tradicionales y abrir nuevas vías de investigación.
Daniel Sirvent Pérez arquitecto y aparejador profesor asociado, coordinador Construcción III arquitectura alicante
idea + construcción: un manifiesto En primer lugar, me gustaría aparcar las connotaciones pedantes que tiene la palabra manifiesto. No he inventado nada nuevo. Hace ya casi 100 años que Walter Gropius usaba en la Bauhaus el slogan Arte y Técnica: una nueva unidad. Y más de 15 que Alberto Campo Baeza editara su colección de textos La idea construida. ¿Qué tiene de especial entonces este documento? En primer lugar, se ha hecho un importante esfuerzo para esquematizar y explicar de forma muy metódica y rigurosa una forma de hacer arquitectura donde la construcción influye en la forma final. Por otro lado, se quiere aplicar este método de forma especial a la arquitectura prefabricada, donde los materiales tienen unas medidas concretas y los sistemas están perfectamente definidos por el fabricante. La idea sin construcción, no sirve para nada. Y por último, se pretende recuperar conceptos olvidados (o al menos aparcados) tras una época de arquitectura-espectáculo en la que la imagen, la forma, es lo único que importaba. Se ha construido mucho y mal, y la sociedad ya nos demanda unos estándares mínimos de calidad.
la IDEA
algunos consejos prácticos
¿QUÉ se quiere hacer?
¿Cómo funciona el método I+CT? Debemos utilizar esquemas de proyecto en espiral, donde avanzan en paralelo idea y construcción interrelacionándose entre ellos, hasta que finalmente ambos caminos convergen en una forma final, resultado de esta interacción entre Arte (I) y Técnica (CT).
La respuesta debe incluir (al menos) un análisis pormenorizado de estas variables: + el lugar (¿dónde?) - contexto (físico, social, temporal, …) - entorno (integración, alienación) + la gente (¿para quién?) - el cliente y/o el usuario - el programa de necesidades
Aquí tienes algunos consejos prácticos: + piensa a la vez en diferentes escalas: 1/100 y 1/1 (lo que se hace a 1/1 influye en 1/100 y viceversa) + decide materiales y sistemas el primer día (cada material tiene sus propias exigencias)
la CONSTRUCCIÓN
¿CÓMO se van a materializar las ideas? Existen variables que dependen del arquitecto (su propio bagaje cultural), y las que dependen del entorno socio-económico donde construimos: + el conocimiento (¿cómo?) - relación estructura / procedimiento de montaje - detalles constructivos concretos + la industria (¿quién?) - tecnología disponible (sistemas y componentes) - prestaciones y exigencias
+ diseña todos los detalles de la obra (si no quieres que otros los diseñen por ti) + piensa los edificios como si fueras un usuario más (no como el comisario de una exposición) + pégate la idea de proyecto a modo de post-it (utilízala para tomar decisiones constructivas) + ante cada decisión, plantéate si el proyecto mejora (de dónde vienes, y a dónde vas) + anticípate a problemas que surgirán en la obra (piensa en el proceso de montaje o story-board) |5
arquitecto vs usuarios El método de diseño que hemos descrito, I+CT, se basa en desarrollar de forma conjunta dos factores que, desde tiempos remotos, parecen discurrir por separado: la idea y el arte de la arquitectura de un lado, y la construcción, la realidad material y la técnica por otro. Si buscamos el origen de esta disociación llegaríamos hasta Vitruvio, que ya habló en su momento de idea, concepto, belleza (venustas) y de técnica, construcción, estabilidad (firmitas). Pero en su tratado, Vitruvio contemplaba un tercer factor: utilitas, que podríamos entender como el uso del edificio, o en palabras más contemporáneas, el programa de necesidades, el cliente y el usuario. Decía Saenz de Oiza que, salvo el caso particular en que un arquitecto diseña su propia casa, las obras ni les pertenecen, ni las pagan, ni en muchos casos serán tampoco los usuarios; por ello es muy importante escuchar al cliente, conocerlo, saber interpretar qué es lo que nos pide. Un error muy frecuente que comenten los arquitectos es dejarse llevar por la vanidad y decirle a los usuarios cómo deben vivir y utilizar los edificios, e incluso despreciarlos si se atreven a cambiar algo del diseño original (con frases del tipo no han sabido entender la obra).
6 | presentación
La historia de la arquitectura está llena de ejemplos en los que edificios brillantes desde el punto de vista de la arquitectura (incluso premiados a nivel internacional) son un completo fracaso al poco tiempo de ser usados, lo cual nos lleva a plantearnos una serie de preguntas: ¿Quién debería dar los premios, los arquitectos o los usuarios? Si un edificio “no funciona”, ¿de quién es la culpa, del arquitecto que no ha sabido interpretar las necesidades del cliente, o de los usuarios, que no están preparados para utilizar edificios que incluyen conceptos novedosos? Mejor que dar respuesta a estas preguntas, vamos a exponer un par de ejemplos reales. El Cementerio de Fisterra, diseñado por César Portela, se construyó en 2001, y desde entonces nunca ha llegado a ser utilizado. Edificado en una ladera cercana al faro de Finisterre con impresionantes vistas al mar, se compone de 14 cubos de granito, aparentemente desordenados, asemejando contenedores de un barco naufragado que la marea hubiera lanzado a la costa. Finalista incluso de los prestigiosos premios Mies van der Rohe en 2003, provoca rechazo entre los vecinos, que quisieran ser sepultados en un lugar “más acogedor”, como el cementerio actual. Su ubicación, lejos del pueblo, tampoco ayuda: en invierno, el temporal hace imposible ir, y en verano los autobuses de turistas dificultan la llegada. Para colmo, la metáfora del barco varado es ofensiva para aquellos que perdieron su vida en el mar.
S Finisterre: cementerio, y faro (foto: Daniel Sirvent)
S Cementerio abandonado, arq. César Portela (foto: Daniel Sirvent)
S Cementerio en uso actualmente: San Martiño Duio
Otro ejemplo de desencuentro entre arquitecto y usuarios lo podemos encontrar en Hanoi (Vietnam), donde el arquitecto japonés Kazuiro Kojima construyó su Space Block en el año 2003.
En el año 2008, tan sólo cinco años después de su construcción, realicé un viaje al sudeste asiático, y tuve oportunidad de visitar el edificio. Si bien había visto muchas fotografías publicadas en revistas, lo cierto es que me costó mucho encontrarlo, y es que, en tan corto espacio de tiempo, el edificio se encontraba prácticamente irreconocible.
¿El arquitecto no valoró la cultura local, o los usuarios no entendieron el nuevo concepto de edificio? Aunque la memoria del proyecto mostraba una cierta preocupación por los factores del entorno, lo cierto es que una a una las imágenes iniciales de las revistas se iban desmontando ante la dura realidad del uso.
Se trata de un proyecto pensado para el casco antiguo, una zona densamente poblada con un clima húmedo y caluroso. El edificio se inserta en una trama caracterizada por la escasa longitud de fachada en comparación con su fondo (6,3 x 41,6 m.).
El blanco inmaculado de las fotografías había dejado paso a tonos grises, el agua de lluvia había producido manchas y desconchados, muchos de los patios se habían edificado con chapas y plásticos, el original diseño minimalista había dado paso a un horror vacui (por otra parte muy típico de la ciudad), y, como si de hongos se tratara, habían crecido multitud de antenas, cables, aparatos de aire acondicionado, rejas, plantas…
Si bien siempre puede haber alguna indeterminación entre lo que proyectamos y lo que ocurre realmente en la obra, lo cierto es que muchos de los errores ya se podían preveer leyendo la memoria del proyecto: pocos patios abiertos al cielo nunca podrán generar una luz natural intensa, y, en relación a la ocupación de los patios para transformarlos en habitaciones, es algo que ya se sabía que iba a pasar, es parte de la cultura vietnamita, e incluso estaba escrito en la memoria. ¿Por qué iba a ser diferente en esta obra?
S Comparación: fotografías revista 2G y realidad (foto: Daniel Sirvent)
S Iluminación con luz artificial, incluso de día (foto: Daniel Sirvent)
S Ocupación del espacio vacío del patio interior (foto: Daniel Sirvent)
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el arquitecto ha dejado de ser un buen partido
Hace más de 20 años, en 1987, el arquitecto y docente Alberto Campo Baeza escribía su artículo “Despidiendo a Godot”, nombre puesto en homenaje a la obra teatral del escocés Samuel Beckett, en la cual los protagonistas, dos vagabundos, esperaban a un tal Godot que nunca llegaba. En este texto, se podía leer lo siguiente: Las nueve escuelas de arquitectura existentes son capaces de producir cerca de mil titulados cada año; los cerca de catorcemil (¡14.000!) titulados existentes en nuestro país, superan ya en más de un 50% a las cifras de arquitectos que considera como necesarios y convenientes para España la UIA (Union Internacional de Arquitectos). Y el ritmo de estas cifras no decrece. Si a Alberto le parecía un exceso la existencia de 14.000 arquitectos, tan sólo veintidós años después, en 2009, esta cifra se ha multiplicado por tres (49.795), así como el número de escuelas de arquitectura, que en dicho año alcanzaban las 31 en el territorio nacional (datos ofrecidos en el marco del Congreso de Arquitectos de España, celebrado en Valencia en julio de 2009). 8 | presentación
Estas cifras suponen un ratio de 1,15 arquitectos por cada 1.000 habitantes (diez veces mayor que en 1970). Por si fuera poco, se estima que actualmente hay en las aulas unos 30.000 estudiantes, con lo que en unos pocos años se podría duplicar esta cifra actual, de por si muy elevada (se espera que dentro de diez años lleguemos a los 100.000). Dicho de otra forma, el 99,88% de los españoles AUN no son arquitectos. De momento. De forma inversamente proporcional ha evolucionado el nivel de actividad en el sector de la construcción. El modelo económico que reinó en España durante los últimos años, basado en una construcción excesiva que llegó a la cifra de más de 800.000 viviendas por año, acabó recientemente con lo que coloquialmente se ha dado en llamar el “fin de la burbuja inmobiliaria”. Este superhábit de edificación ha desembocado en una fuerte caída de la construcción; dicho de forma más sencilla, se construyó en muy pocos años lo que debería haberse realizado en las próximas décadas. En la práctica esto significa que la obra nueva, una de las salidas profesionales más apetecibles, ha quedado reducida a mínimos. Además, no parece probable que vaya a sufrir nuevos incrementos en los próximos años, puesto que el crecimiento de esta burbuja especulativa fue creada por el exceso de liquidez y la canalización del ahorro hacia la inversión residencial (dicho en otras palabras, era más rentable invertir en vivienda que en la bolsa).
S Fotograma de “Españistán, este país se va a la mierda” (Aleix Saló)
T Viviendas visadas en 30 años (Instituto Nacional de Estadística)
El resumen de estas cifras: disminuye notablemente la demanda, mientras que aumenta espectacularmente la oferta. El arquitecto ha dejado de ser un buen partido. No hace falta ser un experto economista para darse cuenta que, aplicando las teorías evolucionistas de Darwin, “sólo sobrevivirán aquellos que sean capaces de adaptarse a los cambios”. Y éstos no tienen por qué ser los más fuertes, o los más inteligentes, sino simplemente, aquellos que sean capaces de interpretar esta nueva realidad profesional que nos ha tocado vivir, para poder adaptarse a ella.
En la actualidad, la figura del arquitecto en la sociedad es una caricatura de lo que fue. El cliente ya sabe que tiene el mando (porque tiene el dinero), y, ante el menor problema o falta de entendimiento con el arquitecto, no tendrá reparos en cambiarlo puesto que hay cientos de arquitectos dispuestos a trabajar en su lugar.
Hay que comenzar a asimilar que ya pasaron los tiempos en los que todo valía; el arquitecto era poco menos que un semidios que se permitía el lujo de gastar el dinero de sus clientes a su antojo para su mayor gloria personal, su objetivo no eran los destinatarios de la arquitectura sino las revistas de arquitectura, e incluso se permitía el lujo de llamar ignorantes·a aquellos que realizan cambios en sus obras simplemente porque son imposibles de habitar.
Si bien aún es posible encontrar actitudes esperanzadoras entre algunos estudiantes, la realidad de las aulas es que sigue imperando la figura del arquitecto como gran gurú mediático que debe mostrar a los mortales cómo deben vivir. Parece que mundo real sigue quedando bastante lejos de las preocupaciones arquitectónicas. No debemos olvidar que los arquitectos damos un servicio a la sociedad; salvo el caso puntual en que proyectemos nuestra propia casa, los objetos que diseñamos no son para nosotros, ni los pagamos con nuestro dinero, por lo que el papel del cliente exige un respeto por nuestra parte mucho mayor del que hemos tenido hasta ahora.
T Guggenheim, Bilbao. Aquí empezó todo. (foto: Daniel Sirvent)
T Street in the Sky, Robin Hood Gardens. (foto: Daniel Sirvent)
En el fondo, parece que a los arquitectos les apetece más ver sus nombres en los edificios que a los propios políticos en placas conmemorativas, lo cual no nos hace mucho mejores que ellos. La sociedad empieza también a estar un poco harta de nosotros. Nuestros clientes son personas reales, no unas publicaciones, premios o exposiciones. Recordemos las palabras del arquitecto Juan Herreros: los arquitectos han estado demasiado ocupados intentando publicar sus proyectos oníricos en El Croquis mientras que delante de sus narices otros arquitectos, bastante más prácticos, habían construido todo un país. La situación actual exige un mayor esfuerzo, ya no vale con diseñar cualquier cosa, como se hacía hace diez años, sino que hay que dar el mejor servicio (usando las palabras del maestro Alejandro de la Sota, “hay que dar liebre por gato”), para lo cual hay que tener bien claro qué necesita el cliente, manteniendo nuestro compromiso con la arquitectura. Debemos ofrecer a la sociedad y al usuario más esfuerzo y rigor que los habitualmente demandados por el cliente, público o privado. Por todo ello, es importante que, frente a cada nuevo encargo, nos hagamos las siguientes preguntas, y las respondamos con sinceridad: ¿Qué me están pidiendo realmente? ¿Cómo puedo responder a este encargo sin dejar de lado el compromiso con la buena arquitectura? |9
el refugio de emergencia
Agustín Faus, en su Diccionario de la Montaña (1.963), los define así: “Los refugios son construcciones generalmente toscas y reducidas que se hallan en sitios solitarios de las montañas y que facilitan considerablemente las excursiones montañeras”. Un refugio es un hogar, un punto de referencia ineludible señalizado en un mapa, que ayuda a pernoctar en condiciones dignas, afrontando de una forma mucho más asequible la ascensión a una cumbre o una travesía de varias jornadas. El fin fundamental de estas pequeñas construcciones es facilitar las ascensiones; por ello, se ubican en puntos estratégicos a medio camino entre las tierras bajas y las cumbres. Son lugares singulares en los que confluyen por un lado la naturaleza en estado más salvaje, con el primer eslabón de la civilización por otro. Puestos a hacer clasificaciones, podemos diferenciar dos tipos de refugio: el clásico o guardado, que se sitúa a una cota media, y que generalmente posee un encargado de su mantenimiento y gestión, y el refugio libre o vivac, de dimensiones mucho más reducidas, y situado en cotas altas.
10 | definición del trabajo
S refugio guardado: La Renclusa (Aneto 3.404 m., Huesca)
S refugio libre: La Caldera (Mulhacen 3.479 m., Granada)
Los refugios guardados son herederos de los antiguos hospitales de montaña (hospices en francés), que ya en su momento daban cobijo y alimento a viajeros y peregrinos.
Los refugios-vivac, en cambio, son construcciones de reducidas dimensiones que constituyen la imagen precisa de lo que es un auténtico alojamiento mínimo de emergencia, donde cada metro cuadrado está cuidadosamente estudiado y aprovechado.
Se trata de edificaciones con un alto nivel de confort: ofrecen cómodo alojamiento y comida casera, y disponen de servicios básicos como electricidad, agua corriente, calefacción, telefonía, internet, etc. En la actualidad son el centro de una polémica entre los que pretenden ampliar la red de albergues, dentro de una línea de “turismo rural”, y los que desean frenar su evolución por el fuerte impacto que la afluencia masiva puede generar en el entorno natural (los refugios más grandes de Pirineos, Estós y Respomuso, pueden albergar hasta 100 personas).
Permiten pasar la noche en mínimas condiciones y, aunque su estado de conservación suele ser aceptable, en ocasiones algunos son objeto de vandalismo, al no poseer guarda que vele por su integridad; afortunadamente la concienciación de los usuarios evita que esto pase de forma frecuente. El Comitè Català de Refugis de la FEEC ha construido una red de pequeños refugios metálicos de emergencia en el pirineo de Lérida, entre Andorra y el Aneto.
La construcción de refugios en el Pirineo se inició a finales del siglo XIX, coincidiendo con un auge por el descubrimiento de nuevas cimas y rutas. Aquellos primeros aventureros, equipados con toscos crampones y cuerdas de cáñamo, permanecían jornadas enteras en la montaña, contando para pernoctar en caso de necesidad tan sólo con precarias cuevas, cabañas de pastores, orris y otras construcciones básicas en piedra. Si excluimos las cuevas excavadas por el conde Henry Russell en 1.877 en el área del Vignemale, los primeros refugios-vivac se construyeron en piedra, y su forma ojival era una consecuencia de aplicar los sistemas constructivos de la época. Como ejemplos de este tipo, tenemos el de Tucarroya (1.889), o el de Packe (1.895).
En los duros años de la Guerra Civil, la zona pirenaica fue tristemente célebre por ser escenario del exilio de miles de españoles, que se vieron forzados a cruzar las montañas en penosas condiciones para llegar hasta Francia. Sería aquí donde surgiría la leyenda de los maquis, guerrilleros antifascistas escondidos en las montañas.
El avance de la técnica permitió introducir materiales mucho más ligeros, como el aluminio, y la puesta en obra se simplificó con el uso del helicóptero para el transporte de estos materiales. Claros ejemplos son los pequeños refugios-vivac catalanes, como Besiberri (1.961) o Molières (1.974), ambos desmantelados, pero sustituidos por otros similares en 2.001 y 2.011 respectivamente.
Ya en los años 70, los deportes de montaña adquirieron de nuevo gran popularidad, y fue entonces cuando surgieron refugios de grandes dimensiones, construidos en piedra con una estética industrial y pesada, pensados para albergar hasta 100 personas.
S Refugio Besiberri, brecha Peyta (desmantelado)
S Refugio de Anglios (Huesca)
S Refugio Tucarroya, picos de Astazú (Huesca)
Otros refugios similares: Piedrafita (arq. J. Delgado, 1.929), o Ledormeur, diseñado y construido por el arquitecto del mismo nombre en 1.926.
De forma paralela, se crearon también refugios más pequeños, esta vez en madera. De nuevo, fueron los sistemas constructivos tradicionales de la madera los que modelaron estas edificaciones, creando típicas construcciones de planta cuadrada y cubierta a dos aguas. Ejemplos, refugio de Larry (1.968), o el de Anglios (1.981).
En la actualidad, la necesidad de electricidad para poder dar servicio a instrumentos electrónicos indispensables para la seguridad en la montaña (emisoras, teléfonos y gps, etc.) ha hecho indispensable el uso de energías renovables. Si bien disponemos de material y tecnología cada vez más sofisticada, el diseño de nuevos refugios que en su forma integren estos sistemas de autoabastecimiento energético es ahora la gran asignatura pendiente. | 11
refugios metálicos en el pirineo catalán Desde 1960, el Comitè Català de Refugis de la FEEC (Federació d’Entitats Excursionistes de Catalunya) se ha encargado de construir refugios libres a más de 2.000 m. de altura en el área catalana de los Pirineos. Conocidos como “refugis-bivac” o de forma más coloquial como “refugis de llauna”, son pequeñas construcciones metálicas, acabadas con paneles de madera en el interior y aluminio en el exterior. Sus características más destacables son: utilidad: pese a sus reducidas dimensiones en planta (entre 20 y 25 m2 aprox), deben dar cabida al mayor número posible de montañeros, y permitir unas actividades básicas (descanso, almacenamiento, cocina) de forma confortable. industrialización: el concepto constructivo de estos pequeñas refugios es sencillo: estructura perfectamente modulada que permita fácil transporte (camión y helicóptero) y rápido montaje “in situ”. ubicación: se seleccionan lugares cerca de Estanys para el abastecimiento de agua, elevados (resguardados de aludes y que no acumulen grandes cantidades de nieve en invierno) y sensiblemente horizontales, que faciliten el aterrizaje de helicópteros. 12 | definición del trabajo
BAIAU (2.517 m.)
“josep m. montfort”
MONT ROIG (2.290 m.)
“enric pujol”
42º 35’ 51.1’’ N 01º 25’ 45.2’’ E
42º 42’ 21.3’’ N 01º 11’ 20.1’’ E
año: 1.981 literas: 18 servicios: lugar para cocinar, emisora de socorro ubicación: sobre el Estany superior de Baiau poblaciones cercanas: Àreu comarca: Pallars Sobirà cartografía: Pica d’Estats (ed. Alpina)
año: 1.984 literas: 18 servicios: lugar para cocinar, emisora de socorro ubicación: desagüe del Estany inferior de la Gallina poblaciones cercanas: Tavascan; Alòs d’Ísil comarca: Pallars Sobirà cartografía: Pica d’Estats (ed. Alpina)
BROATE (2.221 m.)
BESIBERRI (2.220 m.)
“nou”
MOLIERES (2.395 m.)
“nou”
42º 40’ 56.7’’ N 01º 22’ 16.3’’ E
42º 36’ 16.6’’ N 00º 48’ 33.1’’ E
42º 37’ 42.4’’ N 00º 43’ 08.9’’ E
año: 1.988 literas: 18 servicios: energía (placas), zona cocinar, emisora ubicación: junto al Estany de la Pleta de Broate poblaciones cercanas: Tavascan; Àreu comarca: Pallars Sobirà cartografía: Pica d’Estats (ed. Alpina)
año: 2.001 literas: 18 servicios: placas solares, lugar para cocinar, emisora ubicación: al norte del Estanyet de Besiberri poblaciones cercanas: Senet comarca: Alta Ribagorça cartografía: Montardo (ed. Alpina)
año: 2.011 literas: 18 servicios: placas solares, lugar para cocinar, emisora ubicación: al norte de los Estanyhots de Molières poblaciones cercanas: Viella; Senet comarca: Vall d’Aran cartografía: Vall d’Aran (ed. Alpina)
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MOLIERES (2.395 m.)
“vell”
BABORTE (2.390 m.)
“cinquantenari”
GERBER (2.460 m.)
“mataró”
42º 37’ 42.4’’ N 00º 43’ 08.9’’ E
42º 38’ 48.1’’ N 01º 21’ 44.1’’ E
42º 37’ 03.6’’ N 00º 59’ 27.2’’ E
año: 1.974 (demolido en 2011) literas: 12 servicios: lugar para cocinar, emisora emergencia ubicación: al norte del Estany inferior de Molières poblaciones cercanas: Viella; Senet comarca: Vall d’Aran cartografía: Vall d’Aran (ed. Alpina)
año: 1.981 literas: 16 servicios: lugar para cocinar, emisora de socorro ubicación: entrada de aguas del Estany de Baborte poblaciones cercanas: Àreu comarca: Pallars Sobirà cartografía: Pica d’Estats (ed. Alpina)
año: 1.985 literas: 16 servicios: lugar para cocinar, emisora emergencia ubicación: al lado del Estany Llong, Vall de Gerber poblaciones cercanas: València de Àneu comarca: Pallars Sobirà cartografía: Vall d’Aran (ed. Alpina)
14 | definición del trabajo
vall d’aran
pica d’estats
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algunos referentes: refugios-vivac Si bien en apartados anteriores hemos descrito pormenorizadamente los refugios-vivac metálicos del pirineo catalán, un grupo de alumnos decidió investigar la existencia de refugios de similares dimensiones en otras montañas del mundo, y encontraron un puñado que destacan por sus singulares formas, materiales y sistemas constructivos. Entre ellos, destacamos el refugio de Grintovcem, diseñado por Miha Kajzelj. Se trata de un edificio de poca superficie en planta, pero con un aprovechamiento de la sección, que se divide en tres plantas (estar comedor en la inferior, y literas en las dos superiores). Toda la estructura, construida en taller y transportada en helicóptero en una sola pieza, es de aluminio, material de gran durabilidad.
También de gran interés, tanto constructivo como espacial, es el refugio alpino Gervasutti, un espectacular cilindro plástico en equilibrio inestable situado en los Alpes, diseñado por L. Gentilcore y S. Testa, y producido por LEAPfactory. A destacar, su sistema constructivo mediante módulos prefabricados (especializados en una función diferente cada uno de ellos), la integración de los sistemas de captación de energía, y el uso de madera como material de acabado interior. El sistema modular admite diferentes combinaciones de módulos, lo que permite que un mismo diseño pueda dar respuesta a diferentes requerimientos y exigencias.
Por último, señalamos dos refugios pensados para zonas extremas, cuyo sistema constructivo se basa en el empleo de materiales ligeros, resistentes, y de fácil puesta en obra. El primero de estos refugios es la Estación Polar Tte. Arturo Parodi, diseñada por ARQZE; se trata de un sistema de arcos organizados en tres ejes a 120º, cubiertos por membranas de tres capas (PVC y poliéster, aislamiento de poliestireno, y capa interior de nylon), y doble curvatura. Por otro lado, tenemos el Refugio para Red de Monitoreo de Glaciares, una estructura portátil, modular y articulada (compuesta por 8 piezas de fibra de vidrio, poliuretano y poliéster), que permite desarmarla para reubicarla fácilmente (630 kg.).
S Estación Polar Tte. Arturo Parodi, arq. ARQZE
S Refugio Grintovcem, arq. Miha Kajzelj
16 | definición del trabajo
S Refugio Gervasutti, arqs. Gentilcore&Testa (dib. Oscar Hernández)
S Refugio para Red de Monitoreo de Glaciares, arq. ARQ-X
otros referentes: refugios guardados En este apartado se exponen refugios bastante más grandes y con muchos más servicios que los pequeños refugios-vivac, pero que sin embargo nos son de utilidad para estudiar el sistema constructivo utilizado, o la resolución del acondicionamiento e instalaciones, por ejemplo. Este es el caso del refugio Monte Rosa, un espectacular edificio acabado en aluminio y con capacidad para 120 montañeros, que destacamos tanto por su construcción prefabricada (muros y pórticos de madera, ensamblada en taller y transportada en helicóptero), como por la integración de los paneles fotovoltaicos en la fachada sur.
S Refugio Monte Rosa, proyecto ETH Zurich
Otro edificio a destacar es el refuge de Goûter; situado cerca del Mont Blanc, a 3.817 m. de altura, y a sólo 200 m. del refugio actual que ha quedado desfasado, se encuentra actualmente en proceso de construcción (está previsto que los trabajos finalicen durante 2012).
Por último, y en contraposición a los dos anteriores edificios, tecnológica y constructivamente muy avanzados, el refugio Garabashi, popularmente conocido como Barrels Camp, es un peculiar enclave situado 3.730 m. al pie del monte Elbrus, la montaña más alta de Europa oriental.
Si bien es bastante similar en cuanto a dimensiones, materiales y sistemas constructivos prefabricados al refugio Monte Rosa, se diferencia sustancialmente de aquél en su forma ovoide, que está pensada para resistir los fuertes vientos existentes en la zona. En este caso, los paneles solares, también integrados en el diseño inicial, se sitúan en la cubierta del edificio.
El conjunto Barrels está formado por un grupo de unas 10 cisternas de antiguos camiones, dispuestas en fila, y adaptadas para servir de alojamiento para seis personas cada una. Si bien su aspecto exterior no es tan espectacular como los anteriores, la realidad es que el reciclaje y reutilización de antiguas estructuras es una solución barata, rápida y efectiva.
S Refuge de Goûter (fotomontaje), arq. T. Buschi y H. Dessimoz
S Garabashi Huts
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¿QUÉ? programa de necesidades Incluimos el siguiente esquema con necesidades básicas y avanzadas que todo refugio-vivac debe cubrir, y también algunas otras opcionales que sería muy recomendable incluir en el proyecto y diseño de futuros refugios libres.
visibilidad
iluminación / energía
visuales / ventanas
exterior en colores, para facilitar su ubicación por los montañeros
placas solares y/o aerogeneradores iluminación mediante LED’s enchufes (cargadores gps, moviles)
compatibilizar con: - pérdidas energéticas - seguridad antiimpacto (aludes, vandalismo)
descanso
almacenamiento espacio para mochilas, abrigos, etc.
literas corridas, o individuales (aconsejable con colchones)
S Refugio La Carihuela, Sierra Nevada (Granada)
no existen actualmente en refugios-vivac ¿aconsejable?, por higiene y ecología 18 | definición del trabajo
cerca de la entrada para botas, crampones, piolets y bastones
espacio comunitario para comer, pasar el tiempo, leer, ...
zona para cocinar
zona húmeda wc
zona de estar
kit de emergencia
calefacción
- emisora de socorro - botiquín primeros aux.
un refugio libre no es un hotel para turistas, pero las temperaturas suelen descender de 0º
habitualmente los alpinistas llevan un pequeño hornillo (“camping-gas”) para calentar nieve y conseguir agua, con la que hacer sopas o pastas
Para todos aquellos que nunca hayan tenido la oportunidad de vivir en primera persona las sensaciones propias de una dura ascensión, y la experiencia como usuario de uno de estos refugios de alta montaña, la lectura de los diarios de algunos alpinistas son un material imprescindible para poder proyectar un espacio con unas restricciones muy importantes de uso, materiales y sistemas constructivos. Incluimos algunos consejos y recomendaciones recogidos tras diversas entrevistas con profesionales y expertos.
cimentación y ENTORNO cercano + exigentes condiciones climáticas (viento, nieve) + alterar el lugar lo mínimo posible + posibilidad de helipuerto en las cercanías + visibilidad para facilitar su ubicación
espacio INTERIOR + aprovechamiento máximo del espacio, tanto en planta como en sección + separar áreas húmeda y seca + vida comunitaria: solucionar incompatibilidad con la exigencia de un mínimo de privacidad
acceso y HUECOS en fachada + acceso recomendable: fachada no expuesta + puerta con apertura hacia el interior (es frecuente fraccionarla en dos mitades) + posible acceso de emergencia por cubierta, en previsión de fuertes nevadas + huecos: valorar las pérdidas energéticas (posibilidad de usar contraventanas)
limpieza, orden y MANTENIMIENTO + abastecimiento de agua, en lagos cercanos + eliminación de residuos: por el propio usuario + wc: ningún experto consultado lo recomienda: - fosa séptica: excesiva excavación - inodoro químico: contaminación del subsuelo además, todas ellas precisan mantenimiento
sistemas, componentes y MATERIALES + sistemas constructivos industrializados + elementos y componentes prefabricados + durabilidad en el tiempo + bajo o nulo mantenimiento + antivandálico (minimalismo interior...)
forjado y PAVIMENTOS + suelo perfectamente aislado (espacio adicional para dormir, en caso de necesidad) + impedir el contacto de la nieve con la cara inferior del forjado (humedades por capilaridad) + acabados resistentes e impermeables
autosuficiencia ENERGÉTICA + uso de energías renovables (solar, eólica, hidráulica), integradas en el diseño + aprovechar las ganancias térmicas solares, mediante una orientación adecuada + desaconsejable el uso de estufas de leña | 19
¿PARA QUIÉN? sensaciones del usuario
Los refugios hacen falta porque la resistencia humana tiene un límite. No todos están preparados para dormir al aire libre y no todos tienen posibilidades de poder llevar consigo un completo y caro material de acampada. La admiración hacia las montañas desaparece cuando la fatiga sobrepasa algunos límites y por lo tanto es necesario muy a menudo que los finales de etapa estén acondicionados.
Es recomendable que en un refugio no se deje nada que pueda ser llevado o que pueda ser quemado. El año pasado dejamos aquí algunas cucharas y un caldero en un armario metálico; el armario ha sido forzado y estos objetos fueron sustraídos por contrabandistas. En cuanto a la madera habría que pedir a todos que, por muy helados que lleguen, respeten todo cuanto tiene mejor utilidad que ser quemado.
Este texto, escrito por el alpinista francés Schrader en 1898, da una primera idea sobre la necesidad de los refugios de emergencia, y su programa de usos. Algo muy simple y básico: un techo bajo el que guarecerse, y donde descansar.
El mantenimiento de estas instalaciones corre a cargo de los propios alpinistas; una de las máximas que rige en todo refugio es: que no quede huella de vuestro paso: ni destrucción, ni papeles ni basuras. Aunque en ocasiones se pueda llegar a observar conductas incívicas, lo normal es que, tras el paso de los alpinistas, el refugio se encuentre en mejores condiciones que antes de su visita.
T Expedición al Toubkal, cordillera del Atlas, Marruecos (marzo 2005)
Los montañeros, principales usuarios de los refugios, forman un grupo social muy singular y fácilmente identificable: rudos, amantes de la naturaleza y las sensaciones fuertes, viven con pasión en la delgada línea entre el sufrimiento y la dureza de la montaña, y las alegrías y emociones que ésta comporta, a las cuales son adictos. Nadie mejor que ellos mismos para explicarnos cómo usan y cómo sienten los refugios; incluyo a continuación algunos de sus textos y experiencias, con el fin de entender mejor la estrecha relación a tres bandas entre naturaleza, usuario y edificación. 20 | definición del trabajo
T “Instrucciones de uso” de un refugio-vivac.
“... toda la noche, enorme y llena de abismos, iba moviéndose alrededor de un bloque y de un minúsculo cascarón de chapa que protegía el descanso de los hombres. Allí dentro el espacio estaba humanizado, con algo tan familiar y agradable como la silueta de un banco de pueblo, la suciedad de las cenizas en la chimenea o el ruido de las mantas al moverse sobre la gran litera común. Y los frágiles tabiques bastaban para envolver el mundo de amistad, asegurando la división milagrosa entre lo que estaba dentro y lo que restaba fuera. El refugio navegaba, como un arca repleta de calor tibio y de vida, entre las enormes olas del silencio y la muerte. En el interior todo estaba tranquilo, quieto, mientras que fuera no reinaba más que lo inconmensurable, donde lo peor podía venir de golpe y sin avisar.”
“Mi primera noche en un refugio de alta montaña fue en Serradets, en la brecha de Rolando. [...] recuerdo perfectamente nuestra llegada a Gavarnie y la subida al “refu” de noche, [...] lo más interesante es que todos compartían lo que tenían con el resto, dándole a todo una dimensión mucho más humana. Los refugios marcan el punto de partida para descubrir la montaña, son el lugar de encuentro de alpinistas y senderistas y sin lugar a dudas, son el mejor amigo del montañero en caso de mal tiempo. [...] para ir al monte no hace falta tanto dinero como para realizar otras actividades de ocio; solo con tus piernas y tu fuerza de voluntad ya tienes bastante.”
Paul Gayet-Tancrède “Samivel”
Edurne Pasabán
“- ¿Has dormido bien o no? - Si, bastante bien, muchas horas para mi, ¿y tu? - Muy bien, menos mal que tenía los tapones... había por ahí un par de “motos-gp”... - Si, un par de “Ducati’s”... - Qué manera de roncar la peña, iban a dúo - Ya tienes la experiencia de dormir en un refugio - Pero es que se movían las paredes! - Mi cama vibraba; no oía el ruido, pero notaba... - Era este señor: Señor, ¿por qué ronca tanto? eres como una batidora, un tractor...” Hector Barberá & Dani Pedrosa & Jesús Calleja “Ahora estoy en la gloria, es un momento como si estuviera en un hotel de siete estrellas... después de lo que hemos pasado hoy, estar ahora sentado... esta es mi cama de hoy, la mejor del mundo”. Nico Terol
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¿CÓMO? proceso de montaje
Al igual que en el guión literario de una película lo primero que se describe es la localización de la escena (interior o exterior), en construcción prefabricada debemos distinguir entre fases del montaje realizadas en taller (interior), y trabajos de ensamblaje realizados en obra (exterior), así como el transporte de los elementos pre-fabricados en taller hasta la obra. Como ejemplo, se incluyen a continuación imágenes (cortesía de Toni Borràs) del proceso de desmontaje del refugio “vell” de Molières, construido en 1.974, y que se encontraba en pésimo estado (las chapas de acero presentaban un avanzado estado de corrosión), y el posterior montaje de un nuevo refugio cerca del anterior, durante agosto de 2011.
S Desmontaje del Refugi Vell de Molières (julio 2011)
22 | definición del trabajo
interiores: el TALLER
el TRANSPORTE de taller a obra
El trabajo en taller tiene unas importantes ventajas en relación a la ejecución en obra: por lo general, se suele disponer de mejores medios, maquinaria y condiciones de trabajo, lo cual redunda directamente en la mejora de la calidad de los acabados y en el incremento de la productividad.
Siempre que sea posible, se preferirá la ejecución en taller a la obra; no obstante, existen limitaciones. Las dimensiones máximas y peso de las piezas a fabricar vendrán condicionadas por las dimensiones del taller, capacidad de la maquinaria disponible para su manejo, y medidas máximas permitidas para el transporte en carretera de estas piezas.
S Corte de piezas y ensamblaje preliminar de módulos
S Transporte de la estructura despiezada, y paneles de la envolvente
(medidas totales refugio: 5,40 x 4,15 m.)
S Montaje provisional en taller, para comprobar el encaje de piezas
(mediante camión hasta final de la pista de montaña)
S Transporte por helicóptero (max. 600 kg) hasta emplazamiento
exteriores: la OBRA
En obra nos encontraremos frecuentemente con situaciones en las cuales la ejecución de determinadas tareas puede ser muy penosa o prácticamente imposible, al carecer de las comodidades del taller y de ciertas maquinarias de precisión, además de la dificultad añadida que suponen las inclemencias meteorológicas.
S 1. Cimentación, y estructura metálica soporte “in situ”
S 4. Capas de la envolvente (interior): aislamiento e instalaciones
En el caso que nos ocupa, la ubicación de la obra a más de 2.000 m. de altura, así como la imposibilidad de acceder por carretera, acentúa aún más la problemática de trabajar “in situ”.
S 2. Montaje estructura (atornillado) y envolvente (paneles madera)
S 5. Fijación de la estructura y cierre de cámara bajo forjado
S Campamento provisional para montaje (12 pers. durante 15 días)
S 3. Capas de la envolvente (exterior): impermeabilización y acabado
S 6. Mobiliario interior, acabados y mecanismos eléctricos
Por ello, trataremos de disminuir al máximo los trabajos a ejecutar “in situ”, o bien, diseñaremos uniones y encuentros sencillos que sean fáciles de realizar y ofrezcan garantías de una correcta ejecución y buenos acabados
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¿DÓNDE? entorno y contexto El lugar elegido para proyectar y construir el refugio-vivac se encuentra en el corazón de los Pirineos, al nordeste de la comarca catalana de Pallars Sobirà, muy cerca del límite occidental de Andorra. Se trata de una región que posee una gran riqueza natural, con profundos valles y altas cimas, varias de las cuales superan los míticos 3.000 m. Entre ellas, destaca la Pica d’Estats, que con sus 3.143 m. es la montaña más alta de Catalunya. T Plano de situación: nordeste de la comarca Pallars Sobirà
24 | definición del trabajo
El área concreta donde se encuentra el emplazamiento es el Valle de Areste, un lugar solitario y poco frecuentado, de belleza salvaje, presidido por el majestuoso Estany d’Areste. Si bien existe una ruta para alcanzar la Pica d’Estats que atraviesa este barranco, son pocos los montañeros que se aventuran por sus estrechos caminos.
El punto exacto donde se instalará el futuro refugio de Areste coincide con una elevación de cota máxima 2.525 m. que se sitúa justo en el centro del barranco, lo cual le permite estar resguardada de los aludes, y ofrecer una inmejorable visibilidad para poder localizar el refugio en caso de necesidad.
Desde Àreu, el pueblo más cercano, una pista forestal que coincide con el GR11 llega hasta el punto natural de acceso al valle, donde se levanta el refugio guardado de Vallferrera (altitud 1.905 m.), construido en 1935 y recientemente ampliado.
La elevación se encuentra al norte del Estany d’Areste, a la izquierda de la entrada de aguas (aproximadamente a 2 ½ horas a pie del refugio de Vallferrera). Las coordenadas de este punto son: 42º 38’ 37.7’’ N 01º 24’ 28.3’’ E
T Plano de entorno lejano: Noguera de Vallferrera
T Plano de entorno cercano: valle y Estany de Areste
Una vez descrito pormenorizadamente el emplazamiento definitivo, así como su accesibilidad, necesitaremos también otros datos importantes para el proyecto: soleamiento, y régimen de vientos. En relación al número de horas y ángulos de incidencia solar, la página web del PVGIS (PhotoVoltaic Geographical Information System) ofrece unos gráficos muy completos y exactos en función de la ubicación geográfica concreta del punto a analizar. En nuestro caso, la situación en el medio de un valle hace que, en invierno, las horas de sol sean muy escasas ya que las montañas colindantes arrojan sombras.
S Soleamiento máximo (21 de junio) y mínimo (21 de diciembre)
S Imagen virtual del Valle de Areste, desde el sur (Google Earth) T Plano de emplazamiento con cotas de altura
En relación a los vientos predominantes, podemos estimar sus componentes principales mediante el estudio de las llamadas brisas de valle. Por la mañana, los rayos del sol calientan las laderas y el aire asciende por ellas, arrastrando el existente en las cotas bajas del valle; se crean así las brisas ascendentes o viento anabático, que pueden ser fuertes en estrechamientos del valle por el efecto Venturi. Por la noche, la circulación se invierte, y el aire desciende desde las partes altas de las montañas hacia el fondo de los valles (viento catabático). Como resumen, y a la vista de la configuración del Valle de Areste, podemos preveer la existencia de fuertes vientos (más intensos en días muy soleados) en sentido S-N durante el día (ascendentes), que cambian a N-S por la noche (descendentes).
S Día: vientos anabáticos (ascendentes, del valle a las montañas)
S Noche: vientos catabáticos (descendentes, de las cimas al valle)
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fase 1: ANALISIS (lecciones de natación) Antes de tirarse de cabeza a una piscina, parece razonable tener unas mínimas nociones de natación si no quieres ir directo al fondo de la misma. Por idéntico motivo, el proyecto de arquitecturas prefabricadas requiere de una base teórica a partir de la cual iniciar todo el proceso de diseño y construcción con ciertas garantías de éxito. En esta primera fase del trabajo, el análisis de otros referentes construidos proporciona una eficaz ayuda para comenzar a crear: constituye unas útiles lecciones de natación.
sistema ESTRUCTURAL
sistema ENVOLVENTE
El sistema estructural lo forman la cimentación, la estructura portante y la estructura horizontal. Si bien el CTE habla de datos, bases de cálculo y características de los materiales, al nivel en que nos movemos nos interesa especialmente el concepto de estructura utilizada, y su esquema de funcionamiento, haciendo especial énfasis en las uniones entre piezas (la forma en que concibamos su funcionamiento condicionará el detalle constructivo a diseñar).
Entendemos por envolvente aquellas secciones materiales que separan el interior del exterior de un edificio. Para proceder a su estudio, deberemos comenzar por identificar, tanto en planta como en sección, los diferentes tipos de envolventes, para posteriormente elaborar una tabla que contenga las características (materiales, función, uniones, dimensiones) de cada una de las capas que componen las secciones-tipo.
S esquema estructural: SleepBox (dibujo: Nuria Gambin)
S axonometría envolvente tipo: viv. en Ranon (dibujo: Rafael Perez)
Puesto que el objetivo fundamental de esta etapa inicial de análisis es el de obtener conclusiones válidas para aplicar a nuestro proyecto, la selección de la obra a estudiar es decisiva: por ello, se procede a buscar edificios de características similares a un refugio-vivac, y que sean especialmente destacables o representativos en tres áreas distintas: técnica: sistemas constructivos industrializados. proyectual: arte, idea, forma, espacio. instalaciones: integración de energías renovables. Por último, para organizar y homogeneizar el contenido de los análisis, se seguirá un guión basado en el concepto de los cinco subsistemas citados en la Memoria Constructiva del Código Técnico de la Edificación (CTE): 26 | fase 1: análisis
sistema COMPARTIMENTACIÓN
sistema ACABADOS
sistema ACONDICIONAMIENTO
A diferencia del sistema envolvente, entendemos por compartimentación las secciones materiales que separan interior de interior. Si bien podría parecer que este tipo de secciones son menos restrictivas que las envolventes al no tener exigencias básicas de impermeabilidad [HS1] y aislamiento térmico [HE], lo cierto es que tienen otras que pueden condicionar bastante su sección: protección frente al ruido [HR], seguridad en caso de incendio [SI].
Aunque los materiales de acabado se incluyen en los análisis y tablas correspondientes a envolventes y compartimentación, el Código Técnico los incluye en un apartado diferente, ya que estas capas que se encuentran en contacto directo con los usuarios o con el exterior tienen sus propias prescripciones y deben cumplir requisitos adicionales de funcionalidad, seguridad y habitabilidad.
Dentro de la sección de acondicionamiento e instalaciones se recogen los datos de partida, prestaciones y bases de cálculo de unos subsistemas entre los que encontramos: energía solar térmica y/o fotovoltaica y otras energías renovables, instalaciones térmicas, fontanería, evacuación de residuos líquidos y sólidos, electricidad y alumbrado, ventilación, telecomunicaciones, pararrayos, ascensores, ...
S tabla tipos envolvente: refugio Monte Rosa (dibujo: Clara Arques)
S tabla tipos envolvente: viv. SU-SI (dibujo: Eva Casasola)
S esquema instalaciones: Compact House (dibujo: Sonia Escudero)
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fase 1 ///a técnica La construcción prefabricada ligera configura un ámbito de la arquitectura muy específico, donde no son válidos los tradicionales esquemas lineales de proyecto (desde la idea hacia la construcción). No todas las ideas (formales) de proyecto pueden ser resueltas mediante construcción industrializada (¿cómo sería la capilla de Notre Dame du Haut en Ronchamp si se hubiesen empleado sistemas de prefabricación?), y al revés, las arquitecturas prefabricadas tienen su propio repertorio formal. Esto implica que la influencia del sistema constructivo a emplear es muy importante desde los primeros bocetos, ya que configura la propia imagen de la arquitectura, y por ello no podemos obviarlo. El proyecto con arquitecturas prefabricadas nos lleva a esquemas proyectuales en espiral, donde avanzan en paralelo idea y construcción, interrelacionándose entre ellos, hasta que finalmente ambos caminos convergen en una forma final, que ya no es producto del capricho del proyectista, sino consecuencia del proceso proyectual empleado. Aclarado este primer concepto, pasamos a continuación a analizar los sistemas constructivos más comunes en la arquitectura industrializada. 28 | fase 1: análisis
sistemas 1D: ELEMENTOS LINEALES
Entendemos como sistemas 1D aquellos basados en elementos lineales: pilares, vigas, viguetas, etc. Estos elementos forman una estructura principal, claramente diferenciada, a la cual se añaden posteriormente otros elementos industrializados, estratificados en capas y anclados generalmente a subestructuras que dependen de esta estructura principal. Este sistema se adapta perfectamente a plantas orgánicas, asimétricas, o aquellas en las que no se haya realizado una exhaustiva modulación. Generalmente y salvo excepciones, supone un nivel muy bajo de prefabricación, puesto que la mayor parte del montaje se realiza en obra.
S Esquema estructural “1D”: viv. en Ranon (dibujo: Rafael Pérez)
T Esquema estructural “1D”: SustenHome (dibujo: Alicia Piqueras)
sistemas 2D: ELEMENTOS PLANOS
Estos sistemas, a diferencia de los anteriores, emplean planos prefabricados: cerramientos, forjados, etc. En este sistema, se funde la estructura con las diferentes capas y pieles materiales de cada elemento plano prefabricado, procediendo al ensamblaje en obra de los diferentes planos que llegan ya montados desde el taller. Se trata de un sistema especialmente apto para arquitecturas prismáticas continuas, aunque también se puede adaptar con facilidad a formas más orgánicas; en este caso, las juntas deben ser especialmente estudiadas. Siempre y cuando los elementos estructurales de cada plano sean de una jerarquía similar, el objeto una vez ensamblado funciona estructuralmente de forma bidireccional; no obstante, cuando una de las dos direcciones posea una estructura más potente que la otra, hablaremos entonces de estructuras unidireccionales, convirtiéndose el plano que la contiene en un pórtico, tímpano, o incluso en una pantalla, en el caso en que no se distingan elementos lineales dentro del plano. El sistema aporta una rapidez de montaje en obra muy superior a los sistemas 1D, y no requiere maquinaria tan pesada como en los sistemas 3D; es por ello que su uso está bastante extendido.
S Pórticos paralelos: Airclad (dibujo: Patricia Villasante)
S Pórticos paralelos: casa Urcomante (dibujo: Socorro Martínez)
S Pórticos paralelos: Dragspelhuset (dibujo: Andres Llopis)
S Pórticos paralelos: Wheatsheaf residence (dibujo: Pablo Lizan)
S Pórticos radiales: Refugio Monte Rosa
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sistemas 3D: ELEMENTOS MODULARES
Los sistemas de prefabricación 3D, también conocidos como arquitectura modular, se basan en la construcción en taller de módulos completos, totalmente finalizados (estructura + capas de la envolvente), que son transportados hasta su emplazamiento definitivo. Habitualmente, se emplean estructuras formadas por la repetición de pequeños elementos iguales, que funcionan todos a la vez sin una jerarquía definida (estructuras espaciales). Este sistema tiene algunas limitaciones: las dimensiones y el peso de cada uno de estos módulos está restringido por las dimensiones máximas del transporte por carretera y por las características de la grúa a emplear para la ubicación de los módulos en su emplazamiento.
Algunos arquitectos, fascinados por este ejemplo paradigmático de modulación y racionalidad constructiva, tomaron el sistema de containers como referente y fuente de inspiración para sus proyectos, creando una línea de trabajo con sus propias variaciones y reinterpretaciones que aún se mantiene vigente en nuestros días. En primer lugar, nos encontramos con el subgrupo de proyectistas que han trasladado el modelo de los containers a la arquitectura de forma totalmente directa: equipos como Lot-Ek se han especializado en trabajar sobre contenedores de barco para, mediante sencillas operaciones de corte, reconvertirlos en viviendas, stands, etc.; es el caso, por ejemplo, del Pabellón PUMA para la Volvo Ocean Race.
T Pabellon PUMA Volvo Ocean Race, arq. Lot-Ek
El sistema 3D ha tenido siempre un referente en los containers para transporte marítimo, donde la necesidad de apilar la mayor cantidad posible de “cajas” en un espacio acotado como es un barco, y posteriormente transportarlas por carretera en camiones, llevó a un estudio muy detallado de unos módulos-tipo fácilmente repetibles (industrialización), cuyas medidas fueran aptas de forma simultánea para el transporte marítimo, terrestre e incluso aéreo (normalización). 30 | fase 1: análisis
En otros casos, la copia no es tan directa, y en su lugar se parte del concepto de módulo-container para tunearlo con diversos materiales de acabado, creando arquitecturas “pret-a-porter” que no dejan de ser reinterpretaciones del contenedor tradicional. Esta tendencia se puede subdividir a su vez en dos versiones: los que simplemente varían los materiales y acabados de los contenedores (sistema Spacebox [de Vijf], casa SU-SI [Kaufmann 96], módulo System3 [Kaufmann & Rüf]), y aquellos que aportan una nueva intencionalidad en sus propuestas mediante la ampliación de espacios habitables gracias a la existencia de módulos extensibles dentro del propio contenedor (estructura móvil Xbo [70ºN Arkitektur], casa para artistas nº19 [Korteknie & Stuhlmacher], módulo DropHouse [D3 architectes]). T DropHouse, arq. D3 Architectes
sistemas MIXTOS
La idea de la reutilización y reciclaje de viejos contenedores está en sintonía con las corrientes de ecosostenibilidad, tan vigentes en nuestros días, y que tantos titulares están ocupando ahora que la sociedad empieza a ver en lo “eco-” un valor en alza. Por ello, no es de extrañar que sea precisamente el container la base modular sobre la que se articulan propuestas arquitectónicas que, con mayor o menor fortuna proyectual, incorporan toda clase de sistemas y técnicas para crear los conocidos y publicitados módulos autosuficientes. Dentro de este grupo de propuestas podemos citar por ejemplo la Zero House, proyectada por S. Harpman, y la R4 House, de Luis de Garrido.
T Zero House, arq. Specht Harpman
Por último, nos encontramos con este grupo que se caracteriza por emplear simultáneamente varios de los sistemas descritos con anterioridad. Si bien conceptualmente puede que los edificios que emplean sistemas mixtos no tengan la misma fuerza expresiva que las obras que emplean uno sólo de estos sistemas (pierden la claridad conceptual que le otorga el propio sistema), la decisión en muchas ocasiones está condicionada por las características del lugar (no hay un fácil acceso a la maquinaria pesada), o de las dimensiones de la obra. El caso más frecuente es aquel que utiliza un sistema estructural principal 1D, formado por una serie de pilares y vigas de gran sección, montadas en la propia obra, al que posteriormente se le agregan módulos 3D fabricados en taller. A este grupo pertenece el proyecto Domino.21, desarrollado en la ETSAM, o la casa Loblolly, de K. Timberlake.
S Esquema constructivo: Loblolly House (dibujo: Marcos Ferrándiz) T Nakagin Capsule Tower, arq. Kisho Kurokawa
Este concepto de 1D in situ + 3D prefabricado tiene un antecedente bastante conocido en la vetusta Nakagin Capsule Tower de Tokio, desarrollada por Kisho Kurokawa en 1972, y que permitía añadir o desconectar unidades individuales 3D de la estructura principal 1D (hormigón y acero) gracias a un sencillo sistema que constaba tan sólo de 4 fijaciones, si bien nunca se llegó a realizar ningún cambio. | 31
fase 1 ///b instalaciones sistemas ACTIVOS
En los últimos años, la seria amenaza del cambio climático y el alza en los precios de los combustibles fósiles han llevado a la sociedad a tomar conciencia de la importancia de las energías renovables. El fomento desde algunos gobiernos al desarrollo de estas energías y la urgencia de su implantación para reducir la dependencia de los países productores de petróleo, ha terminado con la aplicación de estos sistemas desde un punto de vista meramente funcional, a espaldas de la arquitectura. Una vez más, los arquitectos llegamos tarde, y cuando nos hemos querido dar cuenta, nuestros edificios se encontraban poblados de placas térmicas y fotovoltaicas, sin que hayamos sido capaces de reaccionar a tiempo. Por ello, va siendo hora que nos mentalicemos de la necesidad de integrar desde los primeros bocetos de proyecto estos elementos, con total naturalidad, como un factor más de generación de ideas arquitectónicas en el diseño. Al igual que hemos comentado en el apartado de sistemas constructivos, la forma en la arquitectura deja de ser el capricho de un diseñador, para convertirse en consecuencia de variables como la integración de sistemas de autoabastecimiento energético. 32 | fase 1: análisis
La obtención de energía eléctrica a través de fuentes renovables, como la solar, eólica o hidráulica, entra dentro de lo que conocemos de forma genérica como sistemas activos, ya que implica la colocación de elementos y componentes que aprovechan la radiación solar, o la fuerza del viento o del agua para transformarla en energía eléctrica.
S CO2 Saber House, arq. P. Kuczia (dibujo: Pablo Mira)
T Green Box, arq. L. de Garrido (dibujo: Oscar Ripoll)
Para seleccionar el sistema de obtención de energía más adecuado a nuestro proyecto, debemos conocer las peculiaridades del lugar donde se situará: vientos dominantes, obstáculos y sombras a la luz solar, existencia de arroyos, ríos o presas en las cercanías... Durante años, el sistema preferido para obtener energía eléctrica en albergues de montaña fue el hidráulico; por este motivo, los refugios se emplazaban junto a pequeños arroyos y riachuelos, que permitían además el suministro de agua potable. Años después, el desarrollo de los sistemas de paneles solares fotovoltaicos ha conseguido que se adopten estas tecnologías como fuente preferente, si bien es cierto que su rendimiento no es óptimo en áreas de montaña, y por ello se combinan con los anteriores en el caso de refugios muy frecuentados.
T Pabellon Smartcity Endesa, arq. IAAC (dibujo: Ricardo Perdomo)
Los sistemas de energía solar tienen una restricción importante: existe un ángulo óptimo de aprovechamiento, que es el perpendicular a los rayos del sol. Esto supone un fuerte condicionante sobre las primeras fases de proyecto, siempre y cuando queramos integrar estas placas en el diseño y a la vez obtener un rendimiento óptimo del sistema. Por norma general, la inclinación óptima coincide con la latitud geográfica del emplazamiento; no obstante, es importante reseñar que ese ángulo varía en cada estación del año, debido a la diferente altura máxima del sol. Las desviaciones de ± 15º no suponen pérdidas significativas de rendimiento.
En cuanto a la energía eólica, existen algunas limitaciones en zonas de montaña: los fuertes vientos existentes pueden llegar a dejar fuera de servicio estas instalaciones. No debemos olvidar que una de las condiciones de los refugios-vivac es la ausencia total de mantenimiento, por lo que no podemos confiar en un sistema que, en caso de necesidad, pueda estar roto o inservible. No obstante, existen sistemas eólicos funcionando con total normalidad en climas extremos, como en las bases polares de la Antártida.
Si nuestro ángulo se aleja del óptimo, deberemos compensar la pérdida de eficiencia mediante el incremento de la superficie de los paneles.
Como ejemplo de integración de sistemas eólicos, el refugio Eagle Nest Hut es un proyecto de Piero Ceratti que destaca por la integración de 80 microaerogeneradores que aprovechan las corrientes ascendentes para producir energía eléctrica.
T Magic Box (Solar Decathlon 2005), arq. UPM
T Eagle Nest Hut, arq. Piero Ceratti (fotomontaje)
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sistemas PASIVOS
Los sistemas pasivos se basan exclusivamente en aprovechar aspectos constructivos y compositivos (correcta selección de materiales, ubicación del edificio, distribución de huecos en fachada, ...) con la finalidad de reducir las pérdidas de calor interior, o favorecer las ganancias por los rayos del sol. Su uso inteligente marcará la diferencia entre un refugio agradable y una auténtica nevera, y todo ello sin necesidad de depender de la electricidad.. Uno de estos sistemas pasivos es la inercia térmica de los materiales: atrapar calor durante las horas de sol, para soltarlo poco a poco durante la noche. Este es el principio en que se fundamenta el sistema de Muro Trombe: consiste en utilizar piedras orientadas hacia el sol que funcionan acumulando energía durante las horas diurnas, para luego soltarla en forma de calor durante la noche.
S Refugio Villa Vientos, Sierra Nevada (foto: Daniel Sirvent)
34 | fase 1: análisis
Otra forma de utilizar las ganancias solares para incrementar la temperatura del interior consiste en aprovechar el conocido efecto invernadero: la energía solar entra en las estancias a través de los paños acristalados, calienta los objetos del interior, y estos a su vez emiten energía que queda atrapada en su interior, aumentando la temperatura del recinto.
El efecto invernadero se viene utilizando desde hace muchos años en agricultura, mediante el uso de edificios diseñados estrictamente bajo criterios industriales que mejoran la productividad de las cosechas gracias al incremento de la temperatura.
Sobre este particular, es importante reseñar que se debe llegar a un punto de equilibrio en las dimensiones de las aperturas y huecos, pues si bien un gran tamaño favorece la ganancia térmica durante el día mediante el citado efecto invernadero, su escasa inercia térmica hace que durante la noche la pérdida de calor sea muy importante.
En el campo arquitectónico, han tenido que pasar casi 100 años desde que J. Paxton diseñara el conocido Crystal Palace, hasta que un par de franceses, Lacaton & Vassal, redescubrieran la utilidad del efecto invernadero como sistema de acondicionamiento climático en viviendas y otros edificios públicos, y pusieran de moda una estética que utiliza técnicas, diseños y materiales propios de la arquitectura industrial aplicados a la edificación.
S Low3 solar decathlon 2010, arq. UPC (dibujo: Ivan Torregrosa)
S Casa Latapie, arq. Lacaton & Vassal
El concepto de caja dentro de la caja (equivalente al de las matrioskas, los típicos souvenires rusos) se basa en el uso de materiales baratos e industriales (telas, policarbonatos y otros materiales traslúcidos) para generar dobles pieles en fachada, que dejan pasar la energía solar y la atrapan en su interior.
Es el caso de la Maison Barak, de otro francés, R&Sie(n), o de la premiada Casa Muro de los chilenos Frohn&Rojas. En ambos casos, el volumen principal se cubre con pieles textiles que crean un interesante espacio intersticial protegido, a la vez que configuran la imagen exterior de la arquitectura.
Por último, destacamos dos proyectos más que juegan con este concepto. Por un lado, tenemos la Casa N, que lleva al extremo el tema de las envolventes climáticas creando hasta tres para una misma vivienda (si bien sólo la segunda está cerrada). T Casa N, arq. Sou Fujimoto
T Maison Barak, arq. R&Sie(n) (dibujo: Laura Mora)
T Casa Muro, arq. FAR Frohn&Rojas
De otra parte, tenemos el Pabellón de NO+12, planteado como dos objetos independientes, dos arquitecturas, una dentro de la otra (tres espacios interiores que resuelven el programa, dentro de una carcasa arquetípica con cubierta a dos aguas). T Pabellón para la Feria del Libro de Madrid 2007, arq. NO+12
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fase 1 ///c proyecto En apartados anteriores, técnica e instalaciones, hemos visto cómo estos factores modelaban de forma importante la arquitectura, pero aún nos queda un tercer factor, no menos importante que los anteriores: la idea de proyecto, entendida ésta como Arte, y que engloba conceptos como espacio, forma, luz, distribución, entorno, etc.
distribución y ESPACIO MINIMO
La vivienda mínima es un tema que atrae el interés de los arquitectos desde hace tiempo; ya en 1929, durante el segundo CIAM en Frankfurt, se trato el tema del existenzminimum. Cuando se trabaja con espacios reducidos, con superficies máximas muy controladas (como es el caso de nuestro refugio-vivac), resulta fundamental compartimentar lo mínimo posible: las paredes reducen aún más la sensación de amplitud. Una buena táctica consiste en utilizar los propios muebles para acotar espacios y separar recintos. Si además este mobiliario tiene la capacidad de moverse o replegarse, multiplicará las posibilidades de uso del escaso espacio disponible. 36 | fase 1: análisis
Un conocido ejemplo de espacio mínimo que utiliza el mobiliario para matizar espacios es el Cabanon. Se trata de una pequeña casa-refugio de madera en Cap Martin, que Le Corbusier define como “un castillo que mide 3,66 x 3,66 m.; extravagante en su comodidad y en su simplicidad“. Dispone de tres áreas funcionales (reposo, circulación y estar), además del acceso. Años después, y partiendo de la misma planta del Cabanon de Le Corbusier, el arquitecto Anton GarciaAbril desarrolla otro refugio con un concepto constructivo bien diferente: La Trufa. Si bien la idea de crear una roca de hormigón a modo de cueva habitable puede ser bastante cuestionable (parece más enfocado desde el punto de vista del marketing que desde la propia arquitectura), lo cierto es que el uso de un espacio interior muy reducido mediante un cuidado estudio del mobiliario es destacable.
S Le Cabanon, arq. Le Corbusier (1.952)
T La Trufa, arq. Antón García-Abril (Ensamble Studio)
Otra manera de aprovechar espacios mínimos sin recurrir a la compartimentación interior tradicional consiste en trabajar la forma en planta del edificio, depurándola para eliminar los espacios muertos, o bien deformándola para acotar espacios.
S Bird’s Nest, arq. Inredningsgruppen (cotas: Carolina Moyano)
S Futuro House, arq. H. Matti Suuronen
En relación a la primera opción, las formas cuadradas o rectangulares crean esquinas que son difíciles de aprovechar; en cambio, las formas curvas suprimen este problema, si bien crean otros como la escasa adaptación del mobiliario y otros objetos estándar a la curvatura de la envolvente (problema cuya solución pasa obligatoriamente por el diseño a medida del propio mobiliario).
S Villa Nyberg, arq. K. Kaminsky
Los cuatro ejemplos expuestos, si bien poseen escalas diferentes, nos muestran formas muy distintas de afrontar la distribución en planta de una geometría circular. La mayoría opta por concentrar el programa o el mobiliario en la periferia, dejando libre el centro; en la Villa Nyberg este centro es un hueco, un patio alrededor del cual están las circulaciones, mientras que en la Casa en el Bosque es el corazón del edificio, un gran espacio a doble altura alrededor del cual un espacio fluido y abierto contiene partes del programa y las propias circulaciones hacia los espacios privados cerrados, que han sido centrifugados hacia el exterior.
S Casa en el bosque, arq. Kazuyo Sejima
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La manipulación de la planta mediante estrategias de deformación de la envolvente exterior (Villa 08) o adición de piezas básicas (Isla wi-fi) también permite la creación de zonas y áreas diferenciadas sin necesidad de levantar ni un solo tabique, manteniendo a la vez espacios interiores fluidos.
T Casa Pocafarina, arq. H. Hartman (dibujo: Mª Dolores Collado)
Otro aspecto a tener en cuenta en espacios mínimos es la importancia de la sección. Si nos fijamos en otros ejemplos, como pueden ser los submarinos o las autocaravanas, nos damos cuenta que la sección se trabaja como si de una planta más se tratara.
Analizando estos ejemplos, comprobamos que uno de los secretos consiste en utilizar espacios que no precisan iluminación natural (zonas húmedas y espacios de almacenamiento) a modo de cajas estancas y aisladas en medio de la planta, de tal forma que crean un obstáculo visual que permite separar unas zonas de otras pero mantienen la continuidad del espacio, al no interferir con la continuidad de la envolvente exterior (Casa Pocafarina).
S Villa 08 en Nanjing, arq. Mansilla & Tuñon
38 | fase 1: análisis
aprovechamiento de la SECCIÓN
El hecho de disponer plataformas intercomunicadas espacialmente a diferentes alturas en el Refugio Grintovcem, no sólo aumenta los metros cuadrados útiles, sino también la propia sensación de amplitud del pequeño espacio interior. En las obras de Sou Fujimoto o Aires Mateus también se trabaja este concepto de concatenación de espacios en sección.
S Isla wi-fi en la Universidad Miguel Hernández, arq. MOHO
S Refugio Grintovcem, arq. Miha Kajzelj
INTEGRACIÓN en el entorno
La idea de respetar y adaptarse al entorno fue una premisa de partida del denominado funcionalismo organicista, que posteriormente defendió también el grupo italiano La Tendeza.
S Apartamentos en Tokio, arq. Sou Fujimoto
Hablando de adaptación o integración, podemos encontrar varios entornos, medios o contextos: físico, social y temporal. De forma genérica, entorno son aquellas variables que no pueden ser modificadas por el arquitecto, pero que afectan a su proyecto.
S Casa en Saijo, arq. Suppose Design Office
En primer lugar, tenemos el medio entendido como sistema ecológico: clima, humedad, soleamiento, topografía, luz, aislamiento, etc. Es lo que habitualmente se entiende como naturaleza, paisaje o genius loci.
S Vivienda en Alenquer, arq. Aires Mateus
S Mirror Cube (TreeHotel), arq. Tham & Videgård Arkitekter
Por otro lado, está el medio social: cultura, historia, costumbres y tradiciones; todos estos factores integran la memoria colectiva de un determinado lugar, su idiosincrasia. Entraría aquí también el análisis de la arquitectura vernacular y los materiales autóctonos. Por último, tenemos la integración temporal, el zeitgeist o espíritu de la época. En nuestro caso en Pirineos, un ejemplo de integración formal (metáfora) sería el uso de secciones quebradas y verticales, como las montañas que rodean el valle, mientras que el empleo de materiales pétreos supondría una integración material (mímesis).
S Museo de la Vega Baja (Toletum visigodo), arq. Mansilla & Tuñón
S Proyecto Keepsala, arq. NRJA
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fase 2: PROCESO construyendo ideas Una vez finalizada la primera etapa del proceso (investigación y análisis de referentes), cuyo objetivo era extraer una serie de conclusiones y conocimientos iniciales para formar un alfabeto básico de la construcción industrializada, estamos en disposición de comenzar con la siguiente fase: el procedimiento de proyecto de arquitecturas prefabricadas ligeras. La asignatura Construcción III, situada en 4º curso de Arquitectura en Alicante, se centra en el proyecto y construcción con sistemas industrializados. Desde que imparto docencia, hace ya 12 años, trabajamos con el método I+CT, basado en el binomio IdeaConstrucción, forma y materia, como unidad indisoluble (Arte y Técnica: una nueva unidad, según el slogan de Walter Gropius en la Bauhaus). En este método, ni la forma sigue a la función, ni la función a la forma: ambos caminos avanzan en paralelo en el proceso de proyecto, alimentándose mutuamente, de tal forma que el detalle constructivo concreto (construcción) es el que aporta validez a una idea proyectual genérica, y a su vez, el concepto general de proyecto (idea) es la guía que permite seleccionar el detalle adecuado a nuestro proyecto de entre todas las soluciones posibles. 40 | fase 2: proceso
Es un sistema que implica pensar a la vez en 1/1000 y en 1/1, dibujar en el mismo papel una distribución a escala urbana, los alzados, y la resolución en detalle de las capas de una envolvente. El método I+CT nos dice que la forma exterior no es caprichosa, sino que debe haber una coherencia entre el sistema estructural, el procedimiento de montaje y la imagen final del objeto. Así, la forma resultante surge de la conjunción de dos factores: el uso eficaz de materiales y sistemas, seleccionados en base a una idea de proyecto, que es la base conceptual, el sustrato ideológico. Esta metodología I+CT es especialmente válida para la construcción industrializada, en la que el peso de los sistemas y materiales empleados es muy importante e influye de forma decisiva en la imagen final. La prefabricación utiliza un lenguaje técnico y compositivo característico, distinto al que se emplea en los sistemas “tradicionales”: modulación, normalización, ensamblaje, tolerancias, juntas... Es obvio que no todas las ideas (formales) de proyecto pueden ser resueltas mediante construcción industrializada. Sin embargo, tampoco debemos ver en la normalización una restricción a la creatividad; más bien se trata de aprender a jugar con otras reglas diferentes a las usadas hasta ahora. X Croquis preliminares, g108 (Hernandez, Moreno, Perdomo)
Así expuesto, parece que este procedimiento de proyecto basado en la interacción de dos variables pudiera ser bastante razonable. Sin embargo, los años de experiencia docente muestran que la aplicación de este método no es una tarea fácil, y es porque el viejo debate entre idea (diseño, proyecto, creatividad) y construcción (obra, realidad, técnica) sigue más vivo que nunca.
Por otro lado, nos encontramos con la antítesis del tipo anterior: el estudiante técnico. Se limita a dar respuesta de forma secuencial a todas las variables iniciales de proyecto (clima, entorno, programa de necesidades, materiales disponibles, …) pero sin una idea clara de conjunto, una guía que indique hacia qué dirección avanza su proyecto. Construir sin saber qué: formas vacías.
Esto se aprecia especialmente en una escuela de arquitectura pequeña como es la de Alicante, y así es posible ver dos tipos de estudiantes. De una parte, los que denominaremos estudiantes proyectuales, se centran exclusivamente en la imagen del objeto, obviando aspectos tan básicos como el uso, la realidad material, o el propio entorno donde se ubican. Trabajan más como escultores que como arquitectos, los dibujos se convierten en un fin en si mismo, en lugar de ser un medio. Pensar sin saber cómo: pensamientos vanos.
Puesto que la asignatura en la que se desarrollan estos trabajos tiene por nombre Construcción, por regla general los alumnos suelen llegar a clase con la idea de que este segundo aspecto es el que se espera de ellos; sin embargo, este es un gran error, puesto que la arquitectura es a la vez idea y construcción, o como expresaba Alberto Campo Baeza en su artículo “Pensar o no pensar: esa es la cuestión”: Pensar: idear construcciones Construir: levantar ideas La arquitectura es siempre IDEA CONSTRUIDA.
S “Objeto” sin uso específico, diseñado para el Sahara occidental.
S “Construcciones” del siglo XXI, idénticas a las tradicionales.
El sueño de la razón produce monstruos. Luchar contra este concepto de trabajo en el que solo hay técnica, y que la idea de proyecto es cuestión de otras asignaturas, es una de las prioridades del curso. Con este fin, se elaboraron una serie de diapositivas con el título genérico: ¿Qué pensarían los grandes maestros de la Arquitectura si vieran tu proyecto?
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fase 2 ///a relación forma-material Decía Lao-Tsé, filósofo taoísta chino, que incluso el viaje más largo comienza con un solo paso. Si bien este primer paso puede parecer algo insignificante, no lo es tanto la dirección hacia la cual lo damos. El primer paso, esta primera decisión, será de vital importancia, puesto que implica una dirección, un camino, y un destino: hacia dónde nos dirigimos. Mientras que una buena idea de proyecto facilitará mucho la tarea en fases posteriores, una decisión equivocada nos lastrará al generar problemas que se irán haciendo cada vez más grandes. Por ello, el primer concepto a aprender es que se debe tener una idea de proyecto clara y potente, pero no todas las ideas son buenas. Es fundamental que el proyectista tenga autocrítica, y sepa decidir si la idea adoptada, este primer paso, va en la dirección adecuada, o por el contrario, es la primera piedra de una montaña que terminará por caerle encima, por muchos parches y remiendos que le ponga. Muchos alumnos se empeñan en defender su idea de proyecto a cualquier precio, sin darse cuenta que es precisamente esa idea que tanto defienden la que se convierte en su peor enemigo. 42 | fase 2: proceso
X Bocetos y maqueta preliminar, g111 (Llopis, Sanchez, Tejeda)
Para facilitar esta labor inicial de autocrítica, nos basamos en aquel refrán popular que dice que es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que en el propio, por lo que elaboramos una metodología de trabajo basada en la crítica de un proyecto a cargo de otros tres grupos de compañeros independientes. Esta corrección ajena tomó la forma de check-list: se redactaron una serie de ítems o variables de proyecto, agrupadas en tres categorías: Arte (idea), Técnica (construcción), y Necesidades del Cliente. Fue tremendamente interesante comprobar el resultado de este experimento; según se observa en la ficha incluida a continuación, había variables o ítems en los que, no sólo el grupo que era analizado tenía dudas, sino que los propios evaluadores tampoco se ponían de acuerdo. En algunos casos, las opiniones llegaban a ser totalmente opuestas. Basta con observar, por ejemplo, el apartado concepto estructural: dos grupos lo explican como 3D, mientras que un tercero lo justifica como 2D. La última pregunta planteada, ¿Crees que este trabajo ganaría el concurso? pretendía indagar si la idea de proyecto propuesta es acertada y se puede seguir adelante, o por el contrario, no es la más adecuada, y sería conveniente cambiarla. Resulta curioso ver respuestas antagónicas a esta cuestión tan trascendente.
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cotas y MEDIDAS de elementos
Los arquitectos y los escultores comparten una serie de factores en relación a su obra: objetos tridimensionales, que se pueden considerar arte, y en los cuales los componentes visuales y formales tienen un gran peso. Sin embargo, hay una diferencia fundamental entre ambos: el objeto arquitectónico tiene un uso, una función a resolver, una necesidad humana a la que debe responder, mientras que la escultura está exenta de ese uso, se trata de un objeto exclusivamente para ser visto y sentido, pero no usado. El método de creación también difiere bastante: mientas que un escultor suele trabajar de fuera hacia adentro (lo que importa es la forma), el arquitecto debería trabajar de dentro hacia afuera. Sólo una vez que se haya asegurado que el edificio es útil para el fin al que se destina, entonces podrá entretenerse con la forma; es una cuestión de prioridades, y el cliente que nos contrata quiere que la vivienda, hospital, aeropuerto, o supermercado que diseñamos funcione como tal, además de ser estable y bonito. Es la utilitas de la tríada de Vitruvio. Por ello, si vamos a proyectar un refugio-vivac (que además es un espacio mínimo), lo primero que deberíamos preguntarnos es: ¿Cuánto mide una litera? ¿Y una mochila? ¿Y unas botas? 44 | fase 2: proceso
S Medidas de objetos y distribución del espacio g311 (Jimenez, Morales, Rodenas)
Conocidas estas medidas, seremos capaces de distribuir el espacio de la forma más racional posible, sin dejar áreas residuales o rincones de difícil uso, porque cada metro cuadrado construido a más de 2.500 m. de altura tiene un coste importantísimo.
Un defecto común es dejarse guiar por la forma exterior que hemos creado, y tratar de “rellenar” la planta que nos queda con el programa; por lo general, trabajar de esta forma siempre nos originará espacios residuales y distribuciones poco lógicas.
S Distribuci贸n del espacio y cotas, g207 (Gomez, Iba帽ez, Martinez)
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MODULACIÓN
Cada vez que se habla de modulación, surge a modo de slogan una de las frases más repetidas en las escuelas de arquitectura: “al que modula Dios le ayuda”. La leyenda popular se la atribuye al arquitecto y docente Francisco Sáenz de Oiza, si bien es posible que, a su vez, la escuchara de Alejandro de la Sota. En cualquier caso, lo cierto es que modular inyecta racionalidad y euritmia, y además facilita la armonía entre el sistema estructural y la compartimentación y distribución de la planta. La modulación se vuelve imprescindible cuando hablamos de prefabricación ligera, donde nada es casual y cada componente industrializado tiene unas medidas estándar fijadas de fábrica. Es una de las reglas del juego básicas que se debe respetar. Aunque siempre es posible recurrir a piezas especiales, el propio concepto encierra una connotación negativa: especial hace referencia a diferente, distinto, no-normalizado, y por definición estas palabras se oponen a lo que representa la industrialización. Usar piezas especiales delata a aquellos que no usan la modulación en sus diseños, por no hablar del incremento de costes que suele llevar aparejado, además del aumento en los plazos de entrega del producto, lo que implica retrasar el ritmo de obra (una de las ventajas de la prefabricación). 46 | fase 2: proceso
La mayor dificultad con la que nos encontraremos es la denominada coordinación modular: no todos los componentes prefabricados están basados en los mismos módulos. Por ello, es fundamental empezar por conocer desde el primer minuto cuáles van a ser los materiales que emplearemos, así como sus medidas estándar, para tratar de encontrar una base modular común a todos ellos. Una razón más que destroza el tradicional proceso lineal de proyecto: idea -> forma -> construcción -> materiales
La forma más sencilla de trabajar, una vez decidido el módulo-tipo, consiste en dibujar una trama reticular con un ancho igual a ese módulo, y tratar de hacer coincidir todos los elementos constructivos y estructurales con esas líneas de la trama, sin olvidar que “no por mucho modular se proyecta más temprano”.
Seguir con este esquema lineal, empeñarse en partir de una forma concreta, genera el error frecuente de tratar de rellenar esta forma con materiales no aptos para ello. La incompatibilidad entre idea preconcebida y realidad de los materiales sólo puede ser resuelta a posteriori de dos formas, y ambas constituyen tan sólo un parche, un caricaturesco remiendo: a/ saltarse la modulación propia del material, aumentando considerablemente el número de piezas especiales, y obteniendo una más que dudosa disposición de juntas, b/ readaptar la forma a las características del material, degenerando y desfigurando la idea inicial. Es por ello que lo razonable en el proceso de proyecto es pensar a la vez qué quiero hacer (idea), y cómo voy a hacerlo (construcción), para que el objeto diseñado incorpore la realidad material como un valor inicial de proyecto, y no como una imposición constructiva posterior.
S Trama reticular en planta, g105 (Escribano, Mas, Villasante)
X Malla modular para organizar la planta g306 (Casasola, Vilella)
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planta y PERCEPCIÓN del espacio
Con mucha frecuencia, los estudiantes se obsesionan con la planta de distribución, con tal de encajar perfectamente el programa de uso, las circulaciones, espacios de servicio y servidos, etc., y se olvidan que la Arquitectura es una realidad tridimensional. Para tratar de paliar este pequeño defecto, y mientras desarrollan la habilidad de ver espacialmente lo que dibujan bidimensionalmente en una planta de distribución, es fundamental que, cada vez que se dibuje algo en planta, se realice un simple croquis tridimensional, una perspectiva (cuando no una maqueta) que permitan verificar de forma sencilla y rápida cómo son tridimensionalmente, cómo se perciben, los espacios arquitectónicos que se están creando en planta. Esta práctica, que estuvo muy extendida en las escuelas de arquitectura en décadas pasadas, se ha ido perdiendo de forma paulatina con la introducción de ordenadores que, paradójicamente, facilitan la tarea de visualizar tridimensionalmente el espacio gracias a sofisticados programas de renderización. En el caso que nos ocupa, el diseño de un refugiovivac, en el que la superficie en planta es estrictamente reducida, el aprovechamiento de la sección y su diseño como si de una planta más se tratara adquiere una especial relevancia. 48 | fase 2: proceso
X Perspectivas del espacio interior, g105 (Escribano, Mas, Villasante)
X Perspectivas del espacio interior g110 (Sagasta, Soler, VillacĂs)
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trabajar con VARIAS ESCALAS
Por norma general, la idea de proyecto, la forma, se suele pensar y representar en escalas grandes (volumetrías y perspectivas, alzados, etc.). Las escalas medias son apropiadas para observar la relación entre el concepto general y los sistemas constructivos de la pieza proyectada. Por último, la técnica (sistemas y materiales, uniones, juntas, etc.) se observan frecuentemente con escalas mucho más pequeñas, a nivel de detalle constructivo.
Puesto que el método I+CT implica pensar de forma simultánea en forma y en material, la consecuencia lógica es que los bocetos y croquis iniciales de todo proyecto deban contener en la misma lámina imágenes generales de proyecto junto con el detalle constructivo que garantiza y da credibilidad a las formas dibujadas. O lo que es lo mismo, se debe pensar y dibujar a la vez a 1/1000, 1/20 y 1/1.
La justificación de esta exigencia parece evidente: cualquier pequeño cambio en el detalle a escala 1/1 produce efectos en la forma en que el objeto es percibido, y en consecuencia en sus alzados a escala 1/100, y al revés, si se quieren obtener unos alzados concretos, unas determinadas sombras, aristas, etc., tan sólo se conseguirán manipulando el detalle constructivo a escala 1/1 (ley de acción-reacción).
T Forma general y detalle particular, g102 (Berenguer, García, Tarí)
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X Croquis con varias escalas, g101 (Barcelona, Collado, Nortes)
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fase 2 ///b sistema instalaciones La segunda jornada de trabajo dentro de la fase de proceso de diseño fue destinada al estudio del sistema acondicionamiento e instalaciones: autoabastecimiento mediante el uso de energías renovables. Quizás pueda sorprender que estos temas se traten en un momento inicial dentro del proceso de creación de la arquitectura, cuando habitualmente el tema de las instalaciones se suele dejar para el final. Es fácil suponer que la escasa integración de los sistemas de autoabastecimiento energético es precisamente consecuencia de esta actitud. Por ello, uno de los objetivos de este trabajo es contar con las energías renovables como una variable más de diseño, una fuente generadora de ideas de proyecto que hasta ahora había sido ignorada o minusvalorada. Queremos saber qué ocurre cuando la forma y dimensión de los paneles solares se convierte en un parámetro de partida del diseño con igual rango de importancia que lo tiene la forma (idea), el programa de necesidades, o el proceso de montaje (construcción). Que se dibujen desde el primer boceto, y aparezcan en todos los croquis de las fases siguientes, y no sólo en los planos de instalaciones. 52 | fase 2: proceso
Otro objetivo de esta fase consiste en profundizar en la relación entre calculista y diseñador. Hasta hace bien poco, la forma más común de trabajo en los estudios de arquitectura se basaba en el desarrollo de la idea de proyecto conceptual a cargo del arquitecto, para pasar a subcontratar el resto de aspectos técnicos a otros especialistas ajenos a la profesión: estructuras, instalaciones, etc. Frente a este modelo, creemos que una de las direcciones que debe tomar nuestra profesión en el futuro pasa por la especialización de los arquitectos en un campo determinado, y su integración en equipos multidisciplinares de trabajo. Con esta idea, se elabora la metodología de trabajo para la corrección en clases de esta segunda sesión práctica, basada en una nueva check-list en la que cada miembro del equipo de correctores adopta un rol: especialista en instalaciones, frente a los especialistas de proyecto. Una vez más, obtenemos curiosos e interesantes resultados de este experimento. En esta ocasión, son 7 equipos diferentes (además del profesor) los que evalúan cada trabajo bajo dos puntos de vista, y de nuevo comprobamos la dificultad de llegar a un acuerdo en cuanto a la verificación de los contenidos, y calidad y corrección del trabajo realizado. X Sección y dibujos de concepto, g308 (Ferrándiz, Mora, Pérez)
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INTEGRACIÓN de los sistemas en el diseño
Tal y como acabamos de comentar, uno de los objetivos fundamentales de la metodología de trabajo establecida es conseguir que los sistemas de autoabastecimiento energético no solo se integren en el proyecto, sino que la propia idea de proyecto surja como respuesta a las características del sistema elegido y sus condicionantes para un rendimiento óptimo. Para ello, debemos comenzar obligatoriamente por buscar cuál es el sistema de autoabastecimiento energético más adecuado a nuestra ubicación y necesidades, y conocer su funcionamiento. Las duras condiciones climáticas que imperan en el emplazamiento donde se ubicará nuestro proyecto, en el centro de un valle a más de 2.500 m. de altitud, plantean serias dificultades a cualquiera de los sistemas frecuentes: las bajas temperaturas congelan el agua de los arroyos en invierno, lo que descartaría a los sistemas hidráulicos, la posibilidad de fuertes vientos y la necesidad de mantenimiento desaconsejaría el uso de sistemas eólicos, y las escasas horas de sol, así como la acumulación de nieve en las placas, inutilizarían los sistemas solares. Sin embargo, la experiencia en lugares aún más exigentes (bases polares en la Antártida), demuestran que es posible el aprovechamiento de la energía solar o eólica. 54 | fase 2: proceso
Si trabajamos con sistemas de energía solar, el aspecto que más influencia tendrá en relación al diseño del proyecto es el ángulo de inclinación óptimo de las placas, puesto que el mayor rendimiento coincide con la perpendicular a los rayos solares (las pérdidas son poco significativas si el ángulo se desvía hasta ± 15º).
En cuanto a la inclinación en sección, existe un convencionalismo en indicar que el ángulo óptimo coincide aproximadamente con la latitud geográfica del lugar en el que nos encontremos. En nuestro caso en concreto, la latitud es de 42º 38’ 37’’ N, lo que significa que una inclinación con respecto al plano horizontal de 42º sería adecuada.
En relación al ángulo en planta, todos los expertos consultados coinciden en recomendar una orientación sur geográfico (no confundir con el sur magnético, cuyo ángulo con el geográfico varía en función del lugar en el que nos encontremos), si bien en algunos casos se recomienda que esté ligeramente inclinada hacia el sur-suroeste, puesto que habitualmente la intensidad solar es algo mayor después del mediodía.
No obstante, hay que tener en cuenta que, debido al ciclo solar anual, la altura máxima que alcanza el sol varía notablemente de invierno a verano, con lo cual, el ángulo óptimo también sufre importantes oscilaciones dependiendo de la temporada en la que nos encontramos.
T Tabla PVGIS: variación mensual del ángulo de inclinación óptimo.
Si quisiéramos obtener un rendimiento óptimo de la instalación, deberíamos variar el ángulo de las placas (al menos dos veces al año, para adaptarse a las condiciones óptimas de verano e invierno). Si esto no fuera posible, el programa de cálculo del PVGIS (PhotoVoltaic Geographical Information System) ofrece un ángulo óptimo general, que obtiene como promedio de las inclinaciones mensuales más favorables. En nuestro caso, de los 42º obtenidos en el predimensionado según la latitud, pasaríamos a los 36º que nos recomienda el cálculo de la citada página web europea. X Idea de proyecto basada en ubicar placas con diferentes ángulos g108 (Hernandez, Moreno, Perdomo)
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ESQUEMA de elementos
Otro aspecto que condiciona el diseño de forma importante, más aún en un edificio tan pequeño como el que tenemos entre manos, es el tamaño y número de los elementos que componen el sistema de obtención de energía seleccionado. Ya hemos comentado que las instalaciones se suelen dejar para el final; como mucho, en las fases iniciales se deja previsto en la planta de usos un espacio para incluir la “maquinaria”, pero, ¿cómo vamos a saber si esta dimensión prevista será suficiente, o incluso si podremos entrar en ese espacio, si no sabemos qué elementos tenemos que incluir en dicho cuarto, cuáles son sus necesidades de espacio, ventilación, etc., o cuánto miden estos elementos? Por todo ello, una vez decidido el sistema de obtención de energía óptimo para nuestras necesidades, debemos empezar por conocer y estudiar perfectamente el funcionamiento de dicho sistema: elementos que lo integran, prestaciones, necesidades y condicionantes de los mismos, etc. (el predimensionado de estos elementos lo veremos en una segunda fase, descrita en el próximo apartado). Para esta documentación inicial, nos será de gran utilidad la ayuda que nos proporcionen las empresas fabricantes, suministradoras e instaladoras de dichos sistemas; nadie mejor que ellos conoce el producto. 56 | fase 2: proceso
S Esquema del fabricante: elementos integrantes de sistema mixto
T Esquema y medidas del sistema seleccionado g106 (Fernández, Giménez, Ripoll)
S Esquema de elementos, medidas y ubicaci贸n g204 (Arques, Asencio, P茅rez)
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PREDIMENSIONADO y planta acotada
Una vez que conocemos el funcionamiento del sistema elegido, y las características y exigencias de sus componentes, podemos pasar a la siguiente fase: el predimensionado de los elementos integrantes del sistema. Este dato nos permitirá saber cuánto miden, para poder ubicarlos en una planta acotada y asegurarnos su correcto funcionamiento.
Esta visión de los sistemas de captación de energía no como una traba o imposición a la libertad creativa, sino justamente al revés, como origen de nuevas ideas de proyecto, abre interesantes vías de trabajo; la forma deja de ser un capricho del proyectista, para convertirse en consecuencia lógica de necesidades técnicas, lo que aporta un valor añadido.
Habitualmente, son las propias empresas especialistas del sector de energías renovables las que suelen ofrecer un predimensionado de elementos; para ello, precisan que se les facilite una lista de consumos estimados, basada en la cantidad de aparatos eléctricos que necesitamos, y la estimación de horas al día que estarán funcionando. Es precisamente en este punto donde radica una de las diferencias fundamentales entre los antiguos procedimientos de trabajo y el método I+CT formulado en este documento: antes se dejaba todo el tema de instalaciones para el último momento, de tal forma que cuando se realizaba el predimensionado, el proyecto se encontraba prácticamente finalizado, siendo muy difícil integrar los sistemas. Sin embargo, proponemos trabajar al revés: obtener los datos de los sistemas de autoabastecimiento energético sin haber dibujado ni una línea del proyecto, para que la idea surja precisamente de estos datos. 58 | fase 2: proceso
X Ubicación de elementos del sistema g304 (Belda, Escudero, Rives)
Además, el predimensionado facilita la distribución inicial en planta y sección, al ofrecer dimensiones de elementos comprobadas y reales, tan válidas como pueden ser las de una cama o una mesa. Esto nos permite tratar los componentes de una instalación con total naturalidad desde el primer día, evitando la sensación de ser objetos “ajenos” a la arquitectura.
S Predimensionado de la instalaci贸n en base al consumo estimado (datos facilitados por la empresa Bornay)
X La forma surge de las prestaciones exigidas y del c谩lculo g305 (Bernabeu, Fontcuberta, Villar)
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imagen REAL de la arquitectura
Propongo un sencillo experimento: abrir una revista especializada de arquitectura por cualquier página, buscar los planos (especialmente alzados) del edificio comentado, y tratar de buscar en ellos elementos auxiliares o secundarios, tales como antenas, barandillas, chimeneas, vallados, o los paneles solares. En la mayor parte de las ocasiones, comprobaremos que no se han dibujado. No es objeto de este escrito encontrar las razones de este “olvido”; no obstante, podemos afirmar que el interés por la forma, la volumetría general, convierte a estos pequeños elementos en una traba a la claridad conceptual del diseño, no se integran, y por ello nuestro subconsciente no cuenta con ellos, y los elimina de los dibujos y bocetos de forma automática. T Antena VHF y cables arriostrado, ref. Molières (foto: Toni Borras)
60 | fase 2: proceso
Sin embargo, este autoengaño es tremendamente dañino para el propio arquitecto, puesto que esos elementos van a existir realmente en la obra, nos guste o no, puesto que son necesarios. Ante esta realidad, existen dos posicionamientos: aceptarla cuanto antes, y contar con estos elementos para tratar de integrarlos en el proyecto con la mayor naturalidad posible, o bien, seguir engañándonos y obviándolos hasta que hacen su aparición en la obra real, momento en el cual continúa el proceso de borrado (utilización del Photoshop en las fotografías de las publicaciones).
Existe otro motivo para preocuparse por estos elementos accesorios: puesto que son necesarios, si no los diseñas tú, alguien lo hará por ti. Y puede que no tenga la misma “sensibilidad artística” que el diseñador, con lo que puede llegar a producir un daño irreparable al objeto arquitectónico. Bien es cierto que en ocasiones, las necesidades surgen una vez terminada la obra, con lo que el arquitecto no pudo anticiparse al problema por no conocerlo, y no es razonable culparle por ello.
Ante esta segunda posición, los viajes para visitar arquitectura son concluyentes: manifiestan la calidad de una obra, o desenmascaran la escasa profesionalidad de algunos arquitectos.
Como resumen, se puede ofrecer un consejo: conocer, dimensionar e integrar desde el primer croquis (y durante todo el proceso de diseño) todos los elementos que deben formar parte del edificio finalizado, puesto que es mejor hacerlo uno mismo que dejar que otros lo hagan por ti.
T Parabólicas, Secretariado de Chandigarh (foto: Dani Sirvent)
T Acceso minusválidos, Centro Tecnific. Alicante (foto: Dani Sirvent)
S Perspectiva y esquema de instalaciones g203 (Rebollo, Torregrosa, Vera)
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CONDENSACIONES
Más allá de la problemática general común a la mayor parte de las obras (ubicación de sistemas de captación de energía, integración de elementos secundarios o auxiliares, etc.), cada obra cuenta con una serie de problemas propios específicos. En el caso que nos ocupa, estamos diseñando un edificio con escasísimos metros cúbicos habitables en una zona de temperaturas muy bajas. Si ahora rescatamos los apuntes de las asignaturas de Acondicionamiento e Instalaciones, y buscamos el famoso ábaco psicrométrico, comprobaremos lo que sucede cuando se juntan simultáneamente condiciones de bajas temperaturas y alta concentración de vapor: condensaciones. X Solución a las condensaciones g301 (Adeva, Moyano, Noguerol)
La solución que adoptó la FEEC en sus refugiosvivac de Pirineos consistió en un aspirador estático que funciona por efecto venturi, y al que le añadieron en el interior del tubo de ventilación una válvula de “papallona” (en catalán) para poder cerrar la entrada de aire en el caso de poco personal en el interior y mucho frío en el exterior. S Punto de rocío a 0º de temperatura: 0,004 kg vapor / kg aire
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X “Aeraspirator” con cierre tipo “papallona”, refugio Molières
T Aerorespirador en sección, no integrado en el diseño g207 (Gómez, Ibáñez, Martínez)
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fase 2 ///c sistema estructural
T Relación entre esquema estructural, proceso de montaje y forma g102 (Berenguer, García, Tarí)
Decía Mies van der Rohe que “la estructura no sólo determina la forma, sino que es la propia forma”. Mediante estas rotundas palabras, se pretendía remarcar que la imagen de la arquitectura no responde a cuestiones exclusivamente compositivas, sino que va ligada de forma indisoluble a la técnica. En construcción industrializada, donde se trabaja con dos localizaciones (taller y obra), debemos incorporar un tercer factor a este binomio compuesto por estructura y forma o imagen: el proceso de montaje. Es posible que las acciones durante la fase de transporte sean mayores incluso que las existentes una vez finalizado el edificio, por lo que la estructura no sólo debe estudiarse desde el punto de vista estático, sino también dinámico. Atendiendo a esta relación a tres bandas entre estructura, forma y montaje, existen dos posiciones conceptuales básicas; de un lado, se encuentran aquellos edificios en los que la forma final muestra el proceso de montaje como un valor de proyecto (sinceridad constructiva), pero también nos encontramos obras en las que las capas de acabado se construyen una vez ensamblados los módulos estructurales básicos, precisamente para ocultarlos. 64 | fase 2: proceso
Un punto especialmente comprometido es el apoyo en el terreno, puesto que aquí confluyen problemas técnicos (transmisión de esfuerzos), funcionales (aislamiento, humedades capilares), y por supuesto estéticos o compositivos: el edificio no es un objeto que “flota” sobre el terreno, por lo que el apoyo debe quedar integrado en la idea de proyecto.
La metodología de revisión recoge todas estas cuestiones y las integra en una nueva check-list, en la cual se vuelven a observar discrepancias entre los evaluadores; tan sólo en casos puntuales, como el ejemplo que ilustra esta página, existe coincidencia de opiniones: la imagen final refleja el sistema constructivo (proceso de montaje) y tipo estructural.
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TRANSPORTE y montaje (func. DINAMICO) X Proceso de montaje, estructura 3D g312 (Juarez, Pérez, Valderrama)
T Proceso de montaje, estructura 2D g301 (Adeva, Moyano, Noguerol)
La forma de concebir arquitectura prefabricada es radicalmente distinta a la convencional: requiere sus propias reglas de juego. La característica fundamental de la prefabricación es la elaboración de componentes en una ubicación diferente a la posición final (taller), por lo que el transporte y ensamblaje en obra de forma rápida y precisa condicionan enormemente la forma final de la arquitectura. Cuanto más se trabaje en taller y menos en obra, más prefabricado será el objeto. Bajo este punto de vista, los sistemas 3D (arquitectura modular) son preferibles a los 2D o 1D, si bien presentan más limitaciones debido a su mayor peso o dimensiones. El diseño de un edificio prefabricado 3D no puede realizarse ajeno a los factores transporte y montaje en obra, como si se tratara de una tarta que posteriormente se “trocea” al antojo del arquitecto para convertirla en modular; más bien el proceso debe ser al revés: la imagen de la arquitectura debe surgir de la adición de piezas básicas elementales, estudiadas para ser estables durante el transporte, y cuyas uniones en obra sean rápidas y sencillas. Otra cuestión a resolver, es la imagen final del edificio tras el ensamblaje de una estructura 3D. Si no se opta por la sinceridad constructiva, y las capas de acabado cubren los módulos, éstos deberán unirse de forma rígida; de lo contrario, cualquier movimiento diferencial generará fisuras en las uniones.
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S RelaciĂłn entre forma, transporte y proceso de montaje en obra g308 (FerrĂĄndiz, Mora, PĂŠrez)
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modelización y ESQUEMA (func ESTATICO)
Si bien el funcionamiento estructural y el tipo de montaje de la estructura se encuentran bastante relacionados, es importante marcar la diferencia entre ambos conceptos para evitar confusiones. Cuando hablamos del funcionamiento estructural nos estamos refiriendo a la forma en que trabaja la estructura una vez montada, o lo que es lo mismo, al esquema teórico o modelización decidido para proceder al cálculo numérico de la misma. T Proceso de montaje 1D, funcionamiento estructural tridimensional g108 (Hernandez, Moreno, Perdomo)
Por ello, cuando calificamos un tipo estructural como 1D, 2D o 3D, debemos indicar si lo estamos haciendo desde el punto de vista del transporte de la estructura desde el taller a la obra y su proceso de montaje “in situ” (funcionamiento dinámico), o bien nos referimos al modo de trabajo o modelización de cálculo de la estructura una vez montada la pieza en su lugar (funcionamiento estático). De esta forma, un tipo de montaje a base de elementos lineales (1D) puede funcionar una vez ensamblado de forma bidimensional como un pórtico, o incluso tridimensional, en el caso que no exista jerarquía entre las piezas (son todas iguales).
El aspecto que más nos interesa resolver cuando hablamos de funcionamiento estructural de forma genérica es la relación entre el esquema teórico que se emplea para calcular la estructura (modelización), y el detalle constructivo particular que garantiza que la estructura funcionará tal y como se ha calculado. Por ejemplo, si hemos modelizado nuestra estructura como un pórtico rígido con una articulación en el encuentro con el terreno, debemos pensar en detalles a escala 1/1 para cada nudo del pórtico, que garanticen una perfecta unión entre las partes (empotramiento), y una unión entre pórtico y apoyo que transmita cargas pero no momentos (articulación). T Modelización estructural, g105 (Escribano, Mas, Villasante)
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S Esquema estructural y resoluci贸n de nudos en detalle g101 (Barcelona, Collado, Nortes)
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ENSAMBLAJE de los módulos
En arquitectura industrializada, a la relación entre la forma final del objeto (idea), y el detalle 1/1 utilizado (construcción), se le suma un tercer factor: el proceso de montaje, y ensamblaje de módulos. Atendiendo a este tercer factor, las juntas entre los módulos pre-fabricados en taller pueden utilizarse como un recurso expresivo para manifestar el sistema constructivo modular (sinceridad constructiva), siempre que se dejen vistas. Esta técnica permite además una puesta en obra rápida y sencilla, puesto que los módulos llegan a obra totalmente acabados. T Diferentes tipos de unión entre módulos: vista (refugio Gervasutti),
De otro lado, existe una opción antagónica: tapar las juntas. Esta solución, que diluye visualmente el sistema constructivo utilizado creando una falsa sensación de continuidad, obliga a colocar la última capa de acabado en obra para poder manipular la junta, lo que implica un mayor tiempo de ejecución; a cambio, el acabado es más uniforme. Dentro de esta segunda opción, hay una forma de aprovechar las ventajas de las juntas vistas (rapidez de ejecución y acabados de taller), con la imagen de continuidad que ofrece la junta oculta: dejar una estrecha franja interior, en la zona de la junta, para poder manipular la unión. Una vez realizado el ensamblaje entre módulos, se procede a colocar el acabado del mismo material. 70 | fase 2: proceso
y oculta (NomadHome, y estudio Selgas-Cano)
S Relación entre forma y detalle estructural g306 (Casasola, Vilella)
T Relaci贸n directa entre ensamblaje de m贸dulos e imagen final g206 (Garc铆a, Piqueras)
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APOYO en el terreno
Uno de los errores más frecuentes que se suelen cometer cuando se diseña una pieza singular en un entorno natural (como es el caso), es el de trabajar el edificio como un objeto escultórico, aislado, independiente, y por tanto, desconectado del suelo. Los problemas aparecen cuando, una vez diseñado el objeto, la ley de la gravedad obliga a incluir elementos de transición de cargas desde el edificio al terreno.
En la composición clásica tripartita (zócalo, desarrollo y remate), el apoyo se asociaba a una gran masividad. Con el inicio del Movimiento Moderno, el basamento comienza a desmaterializarse, hasta llegar a los pilotis de Le Corbusier, soportes que separan la edificación del terreno, permitiendo una continuidad del plano horizontal por debajo del edificio. Esta solución, ampliamente reinterpretada en los bloques prefabricados soviéticos, ha degenerado en pilares aislados o “patitas” ajenas al diseño.
S Unité d’Habitation, Marsella, Francia (foto: Dani Sirvent)
S Bloque de viviendas, Moscu, Rusia (foto: Dani Sirvent) S Detalle: encuentro con terreno, g311 (Jiménez, Morales, Ródenas)
S Apoyos puntuales o “patitas” (refugio Molières)
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S Detalle: encuentro con terreno, g106 (Fernández, Giménez, Ripoll)
S Superjednostka, Katowice, Polonia (foto: Dani Sirvent)
Existen muchas soluciones compositivas diferentes para integrar los soportes de apoyo en el diseño del edificio, manteniendo una cierta independencia de éste en relación al suelo. En primer lugar, tenemos la integración orgánica; es el caso de edificios que asemejan organismos naturales, o incluso naves espaciales, en los cuales los apoyos refuerzan estéticamente la metáfora principal del objeto, y contactan de forma puntual con el terreno mediante articulaciones.
De otra parte, tenemos soluciones en las que el encuentro con el terreno se resuelve mediante un podium neutro continuo, sobre el cual se posa la pieza como si se tratara de una escultura. Otra opción bastante extendida consiste en crear un bosque de pilares; en ocasiones, los soportes se emplean exclusivamente a modo de escenografía, mientras que en otros casos la disposición de pilares con diferentes inclinaciones responde a una mejora de la estabilidad en situaciones difíciles.
En nuestro caso de refugio en Pirineos, las dificultades de construir a más de 2.000 m. condiciona en gran medida la elección del sistema. En los refugios de la FEEC, la cimentación se realizó mediante “patas” metálicas ancladas directamente a la roca, y posteriormente recubiertas de piedra para formar un podium neutro. Las soluciones en hormigón fueron descartadas: se requiere 28 días para el endurecimiento, mayor coste en transporte, y gran precisión en las esperas de conexión.
S Parque de la Relajación, Torrevieja (arq. Toyo Ito) S Archigram: “walking city” (dibujo: Ron Herron) S Villa dall’Ava, Paris (arq. Rem Koolhaas)
S Sede central ING, Amsterdam (arq. R. Meyer & J. van Schooten)
S Construcción del refugio de Molières, Pirineos
S Base polar belga “Princess Elisabeth”, Antartida
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reunión con el cliente Uno de los eventos más importantes y trascendentes que tienen lugar en la vida profesional de todo arquitecto es la segunda reunión con el cliente (por lo general, la primera suele ser una toma de contacto y visita al solar), en la cual se muestran por primera vez las ideas iniciales y croquis del edificio en el que se está trabajando, y el cliente ofrece sus primeras impresiones sobre nuestro trabajo. Siguiendo con el criterio de aproximar lo máximo posible la actividad académica a la vida real, se programó a mitad de desarrollo del trabajo práctico la visita de un experto montañero, José A. Catalán. En su currículum deportivo cuenta con ascensiones a cimas de más de 4.000 m. en Francia, Suiza, Italia y Marruecos, además de algunos seismiles en Perú.
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Nuestro invitado, un usuario asiduo de refugios (no se trata del cliente propiamente dicho, aunque en este caso en concreto coinciden las necesidades y exigencias de ambos) ofreció una interesante conferencia sobre su experiencia, y posteriormente procedió a la revisión de varios de los trabajos en curso. El evento fue de gran utilidad en un momento del proceso de proyecto en el que se entra en temas técnicos, y se corre el riesgo de perder de vista el aspecto puramente funcional del edificio: además de la idea y la construcción, (venustas y firmitas), no podemos olvidar la utilidad (utilitas). Tras la jornada de trabajo, se abrió un debate en el grupo de Facebook de la asignatura, donde los alumnos expresaron su opinión y conclusiones sobre el intercambio de ideas entre cliente y proyectistas. T José A. Catalán, en la cumbre de la Torre del Friero (Leon)
Aprender a escuchar al cliente, sus necesidades reales, y que el proyecto recoja sus exigencias y responda a ellas con buena arquitectura, es uno de los ejercicios más importantes que todo buen arquitecto debe saber hacer. Entre los aspectos que comentó José A. Catalán, destacan especialmente la necesidad de dar solución a los problemas de condensación que se originan en el interior de los refugios-vivac.
S Vivac en la Cresta de Salenques (Pirineos)
También es fundamental la inclusión e integración de una radio de emergencia. Nuestro cliente, la FEEC, nos comentó vía email sus necesidades: un equipo de VHF conectado a los Bomberos del Valle de Arán (precisa una antena de 2,5 m.). Se destacó la importancia de incluir un sistema que permita la localización del refugio en condiciones de niebla espesa; más allá del propio color empleado en el exterior, la inclusión de un flash o luz intensa es de gran ayuda para este fin.
S Tres momentos de la jornada de intercambio cliente-proyectistas
Por último, y en relación a la distribución interior, comentó el requisito de diseñar una zona húmeda junto a la entrada para dejar el material con nieve (botas, crampones, bastones, etc.), la necesidad de realizar una inteligente distribución interior para aprovechar el espacio y, como consejo final, utilizar materiales “cálidos” (maderas fundamentalmente) como acabado interior.
S Radio de emergencia, y base para antena (refugio Molières)
S Caótica distribución del interior, refugio Pombie (Huesca)
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fase 2 ///d capas, material y función La siguiente fase del proceso de definición material y formal de nuestro ejercicio consiste en el estudio simultáneo de tres subsistemas diferentes del CTE: Envolvente, Compartimentación y Acabados. En arquitectura prefabricada ligera, se suele trabajar con sistemas multicapa para resolver las diferentes envolventes (cerramientos de separación exteriorinterior) y la compartimentación (tabiquería que divide estancias interiores). Estos sistemas se basan en la agrupación de varios materiales dispuestos secuencialmente (capas), cada uno de los cuales se especializa en resolver distintas funciones (aislamiento, impermeabilidad, estructura, acabado, etc.). La metodología de análisis en esta fase comienza por identificar las diferentes envolventes-tipo existentes en el edificio, para pasar posteriormente a definir cada una de las capas que la componen: material, función, dimensiones, fijación, etc. Una vez más, se utiliza una check-list para comprobar si cada grupo de trabajo ha seguido esta metodología planteada, y ha reflejado su estudio de componentes y funciones de forma gráfica (axonometrías explosionadas y secciones globales 1/20) y escrita (pliego prescripciones técnicas particulares). 76 | fase 2: proceso
X Capas de la envolvente g111 (Llopis, Sánchez, Tejeda)
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identificación de envolventes-TIPO
T Envolventes-tipo: secciones acotadas + tabla material & función g102 (Berenguer, García, Tarí)
La primera parte del análisis de sistemas y componentes de las envolventes y compartimentación de nuestro edificio consiste en la identificación y ubicación de todos y cada uno de los tipos diferentes que existen: cubiertas, cerramientos de fachada y medianería, forjados, tabiquería interior, ...
Una vez asignado un código identificativo a cada una de estas envolventes-tipo, y localizadas de forma gráfica en la planta y sección del edificio, podemos proceder al estudio pormenorizado de cada una de las capas materiales que lo componen. Este estudio se realizará conjuntamente de forma textual y gráfica, para lo cual nos ayudaremos de una tabla de materiales acompañada de secciones constructivas de cada una de las envolventes-tipo. La tabla permite ver de forma conjunta las diferentes capas materiales que conforman una envolvente, así como la función de cada una de ellas. Además de esta información básica, en la tabla se pueden indicar otros aspectos importantes, como la fijación de cada uno de estos materiales, sus dimensiones, acabados, protecciones y recubrimiento, e incluso marca comercial si se trata de productos singulares. Conviene además asignar un código a cada material, preferiblemente relacionado con su función, o con el subsistema CTE al que pertenece. La información contenida en la tabla se complementa con secciones de detalle (escalas 1/5 o 1/2) de cada una de las envolventes-tipo definidas. En estos detalles constructivos, que deben estar acotados, se identificarán todos los materiales mediante el código individual asignado en la tabla.
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T Envolventes-tipo: secciones, tabla y axonomĂŠtrica g302 (Alonso, Macone, Morillas)
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axonométrica explosionada “tipo IKEA”
La tabla general y las secciones detalladas de las envolventes-tipo nos dan una imagen muy precisa de la composición material de cada parte del proyecto pero, además de esta información bidimensional parcial, se precisa una visión de conjunto tridimensional de todas estas envolventes en relación al edificio para entender su funcionamiento de forma global.
Al igual que se ha indicado anteriormente, es muy conveniente que se identifique cada material en el gráfico explosionado mediante su propio código, para que pueda ser localizado fácilmente en la tabla general, secciones constructivas parciales, y en la leyenda de los planos finales.
Además, los detalles constructivos proporcionan imágenes geométricas estáticas, fijas, en las que falta un dato importantísimo: la cuarta dimensión, el tiempo, el proceso constructivo. Para solucionar estas carencias, debemos recurrir a la realización de una representación gráfica explosionada de conjunto, a la que nos referimos en la asignatura como “axonometría tipo ikea”, en alusión directa a los dibujos utilizados por la multinacional sueca para facilitar el automontaje de sus productos al usuario final. La perspectiva explosionada permite también indicar de forma gráfica las posibles relaciones de afinidad entre capas de cada envolvente; por ejemplo, agrupar materiales en sistemas multicapa, delimitar el alcance y responsabilidad de cada fabricante, etc., lo cual es muy útil a la hora de entender la composición y funcionamiento global de la envolvente. 80 | fase 2: proceso
X Axonométrica parcial de una envolvente.tipo, con indicación de las capas componentes del sistema “vm zinc” g311 (Jimenez, Morales, Ródenas)
Del mismo modo, cada una de las envolventes-tipo deberían reconocerse fácilmente en la axonometría de conjunto; para ello, además de estar rotuladas con el mismo código identificativo utilizado en la tabla y secciones, se dibujarán en su posición real en relación al edificio.
S AxonomĂŠtrica explosionada y envolventes-tipo g301 (Adeva, Moyano, Noguerol)
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SECCIÓN 1/20 global + zoom detalles
Una vez identificadas las distintas envolventes-tipo del edificio, y definidas conceptualmente las capas materiales que componen cada una de estas envolventes, podemos entonces pasar a definir la sección constructiva global del edificio, y estudiar pormenorizadamente sus encuentros y puntos singulares. Esta sección integral del edificio, que se trabajará a escala 1/20, representa una realidad geométrica, estática, que no permite por sí sola explicar el proceso de construcción del edificio; esta carencia se suplirá posteriormente con el story-board, que se define en el siguiente capítulo. X Zooms de detalle, g314 (Martínez, Moreno, Segura) T Sección general 1/20, g312 (Juarez, Pérez, Valderrama)
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La sección a escala 1/20 es el documento característico y más importante del método I+CT, ya que es lo suficientemente pequeña como para que se pueda apreciar la composición material de los cerramientos (construcción), pero a la vez permite una visión conjunta del edificio (idea). Asimismo, esta sección general admite también la representación gráfica de la modulación básica general del edificio, con lo que se convierte en un documento esencial para analizar la coordinación modular entre los diferentes elementos y componentes materiales que forman parte de cada una de las envolventes.
Si bien esta sección 1/20 admite un cierto nivel de detalle que permite mostrar los materiales de las envolventes, en algunos casos puede hacerse necesario ampliar determinados puntos singulares para poder analizar su resolución constructiva. En estos casos particulares, se procederá a realizar zooms de detalle de esos encuentros hasta aumentar la escala a 1/5, 1/2 o incluso 1/1 si es preciso, con el objetivo de permitir la representación y definición constructiva de elementos muy pequeños, como tornillos, juntas, cortes y encuentros especiales de piezas singulares, etc.
T Secci贸n global 1/20, con indicaci贸n de zooms de detalle g308 (Ferr谩ndiz, Mora, P茅rez)
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pliego prescrip. técnicas PARTICULARES
El Código Técnico de la Edificación CTE, en su Parte 1 / Anejo 1 / Punto III, enumera los distintos documentos que integran el Pliego de Condiciones en un proyecto de edificación. El Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares (PPTP) es uno de estos documentos, que se diferencia del resto por ser específico de la obra descrita en el Proyecto.
S Secciones-tipo y tabla materiales, g208 (Gómez, Herrero, Muñoz)
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El PPTP se subdivide en tres apartados: materiales, ejecución, y verificaciones en el edificio terminado. Desde el punto de vista docente, nos centraremos tan sólo en el estudio de dos subapartados de este Pliego, por su relación con la descripción técnica de los materiales componentes de las envolventes: + criterios de Aceptación y Rechazo, + descripción del Proceso de Ejecución de elementos o partidas singulares.
En relación a la prescripción sobre los materiales, se deberán indicar los valores concretos a partir de los cuales un material o componente defectuoso podrá ser rechazado y/o devuelto a fábrica. Se utilizarán valores objetivos, no valen palabras genéricas. En cuanto a las prescripciones sobre ejecución, se trata de describir textualmente aquellos puntos críticos que no quedan suficientemente descritos con la representación gráfica de los planos.
envolvente térmica (CTE DB HE 1)
El DB HE1 es un apartado del Código Técnico de la Edificación CTE que estudia el aislamiento que deben tener las edificaciones, desde el punto de vista de la limitación de la demanda energética. El concepto de envolvente térmica se describe en el apartado 3.1.3. del HE1: Está compuesta por todos los cerramientos que limitan espacios habitables con el ambiente exterior (aire o terreno u otro edificio). Mediante la representación gráfica de la envolvente térmica se analiza la continuidad en la capa de aislamiento, con el fin de detectar posibles interrupciones (puentes térmicos), o redundancias (colocación de aislamiento en zonas donde no tiene sentido).
X Envolvente Térmica en sección 1/20 (se observa puente térmico) g110 (Sagasta, Soler, Villacís)
W figura 3.2. CTE DB HE1 muestra la clasificación de cerramientos en función de su situación
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fase 2 ///e procedimiento de montaje La sección constructiva a escala 1/20 representa de forma gráfica la disposición de los materiales que componen las envolventes del edificio de una manera estática, geométrica, “como si siempre hubieran estado ahí”; sin embargo, no es capaz de expresar la realidad temporal de la obra: cómo ha llegado ese panel, tornillo, o perfil metálico hasta el sitio en el que aparece representado en la sección. En construcción prefabricada, casi tan importante o más que la definición geométrica es la definición temporal: el procedimiento de montaje, también conocido como story-board, utilizando una analogía con la industria cinematográfica. El objetivo es pensar exactamente no sólo qué material vamos a utilizar, sino también el cuándo y el cómo de su ubicación concreta y definitiva en obra, y esto incluye el análisis de los medios auxiliares (maquinaria y transporte) y humanos (mano de obra). Una falta de previsión puede hacer que nuestro detalle geométricamente sea perfecto, pero físicamente imposible de construir, o, en el mejor de los casos, se pueda ejecutar con un alto coste económico o una escasa calidad de acabados. 86 | fase 2: proceso
S Esquema global del procedimiento constructivo y localizaciones g306 (Casasola, Vilella)
A diferencia de la construcción “tradicional”, caracterizada por el empleo de tecnologías con escasos niveles de industrialización (lo que significa que la práctica totalidad del trabajo se realiza “in situ”, en la misma obra), la arquitectura prefabricada posee, al menos, dos localizaciones diferentes donde se ejecutan trabajos, taller y obra, y una fase intermedia entre ambas: el transporte.
La metodología de trabajo diseñada para esta última fase pasa de nuevo por la cumplimentación de otra check-list, en esta ocasión basada en un juego de roles: cada miembro del equipo corrector analiza el proyecto desde el punto de vista de un Jefe de Taller, Transportista, o un Jefe de Obra, con la finalidad de detectar carencias o errores en cada fase.
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esquema-RESUMEN general por fases
Un story-board completo, con definición detallada de todos los pasos a ejecutar (tanto en taller, como en obra), puede llegar a tener una gran cantidad de viñetas, lo que dificulta su lectura. Para facilitar la tarea, se debe elaborar un esquema resumen de todos los pasos, a modo de guión (el equivalente a un índice en un libro). Este esquema básico puede ir acompañado de una tabla, en la que se especifiquen los elementos pre-fabricados, su peso, e incluso referencia a los planos de detalle.
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S Tabla de elementos pre-fabricados T Esquema-resumen del story-board g101 (Barcelona, Collado, Nortes)
S Esquema-resumen del story-board, g102 (Berenguer, García, Tarí)
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fase 1: TALLER
La característica fundamental de la pre-fabricación es la elaboración de componentes en una ubicación diferente (taller) a la posición definitiva, con la idea de conseguir una puesta en obra rápida y precisa. El trabajo en taller tiene unas importantes ventajas en relación a la ejecución en obra: por lo general, se suele disponer de mejores medios, maquinaria y condiciones de trabajo, lo cual redunda directamente en la mejora de la calidad de los acabados y en el incremento de la productividad.
En relación a los planos de taller, adquiere especial relevancia la maquetación y selección de la información que vamos a incluir en cada plano, puesto que cada uno de ellos deberá ser específico para un oficio concreto, e irá destinado a un taller determinado de los que intervendrán en la ejecución: herrero, carpintero, acabados, etc. Asimismo, también es importante identificar cada una de las piezas pre-elaboradas en taller mediante una nomenclatura o código específico; este dato será de gran ayuda para controlar estos componentes durante el transporte y la puesta en obra, y localizarlos fácilmente en los planos de montaje.
Sin embargo, el hecho de que existan piezas elaboradas en una localización ajena a la obra, no es excusa para que esa parte del proceso constructivo sea ignorada por el Arquitecto: el taller no es un lugar misterioso en el que las cosas se hacen solas. El trabajo en taller requiere también de la redacción de planos y otros documentos, de la misma forma que lo haríamos para los trabajos en obra. Por todo ello, debemos entender que, tanto taller como obra, son dos localizaciones de una única estrategia global de montaje, definida de forma esquemática mediante el story-board. Esta multiplicidad de localizaciones obliga al proyectista a ser muy meticuloso y ordenado a la hora de elaborar la documentación de proyecto, que debe estar organizada en tres grandes paquetes: taller, transporte y obra. 90 | fase 2: proceso
X Nomenclatura de componentes, g308 (Ferrándiz, Mora, Pérez)
S Planos de Taller por oficios, g314 (Martinez, Moreno, Segura) W Esquema componentes y oficios, g208 (G贸mez, Herrero, Mu帽oz)
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fase 2: TRANSPORTE
Siempre que sea posible, se preferirá la ejecución en taller a la obra, por las ventajas citadas en el punto anterior; no obstante, existen limitaciones al trabajo en taller: las dimensiones máximas de las piezas a fabricar y peso de las mismas, vendrán condicionadas por las características volumétricas del taller, capacidad de la maquinaria disponible para su manejo, y medidas y cargas máximas permitidas en el medio de transporte seleccionado.
T Organización del transporte g110 (Sagasta, Soler, Villacís)
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Sobre este particular, la ubicación final de la obra condicionará en gran medida las dimensiones máximas de las piezas a pre-fabricar; si el lugar es fácilmente accesible por carreteras convencionales, será el tamaño estándar de la caja de un camión , y su peso máximo autorizado, el que limite las medidas y pesos de las piezas. Si, por el contrario, nos encontramos con un caso algo más especial como el que nos ocupa (refugio a más de 2.000 m., sin pistas de acceso), entonces deberemos recurrir a otros medios de transporte, como helicópteros.
En ambos casos resulta fundamental definir desde el inicio del proyecto el trayecto desde los talleres hasta la ubicación definitiva, para conocer cuanto antes las limitaciones y restricciones que el transporte impondrá al diseño de piezas pre-fabricadas. Una vez definido perfectamente el proyecto y su proceso de montaje, deberemos organizar el transporte de las piezas pre-fabricadas, y para ello será de gran ayuda rellenar una tabla que refleje los pesos y medidas de cada uno de estos elementos y componentes, para poder agruparlos en packs.
T Tabla de pesos y medidas de componentes pre-fabricados, y agrupación en packs, g106 (Fernández, Giménez, Ripoll)
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fase 3: OBRA
Antes de llevar los elementos pre-fabricados a la obra, debemos establecer una zona de acopio, alejada del trasiego de maquinaria, para evitar daños a estos elementos antes de su colocación definitiva. No obstante, siempre que sea posible, se tratará de colocar directamente las piezas conforme llegan a obra para evitar acopios; para ello, deberemos estudiar muy bien el planning de obra, y conocer las peculiaridades del transporte.
En relación al proyecto, y puesto que la ejecución de determinadas tareas en obra puede ser muy penosa o prácticamente imposible, al carecer de las comodidades del taller y de ciertas maquinarias de precisión (además de la dificultad añadida que suponen las inclemencias meteorológicas), trataremos de diseñar uniones y encuentros sencillos que sean fáciles de realizar y ofrezcan garantías de una correcta ejecución y buenos acabados.
Por último, debemos estudiar también tanto los medios auxiliares para la puesta en obra como la mano de obra necesaria, especialmente cuando la obra se encuentre en zonas de difícil acceso que limiten o impidan el paso de maquinaria pesada para el manejo de grandes piezas pre-fabricadas. Tenemos que ser conscientes que, cuanto más grandes y pesadas sean las piezas, mayor será la necesidad de establecer tolerancias de montaje en las uniones.
T Proceso constructivo (story-board) en obra
X Descripción del proceso constructivo completo
g311 (Jiménez, Morales, Ródenas)
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g306 (Casasola, Vilella)
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fase 3: PLANOS el “super-trabajo” indie Diciembre es un mes de tópicos: regalos, cenas, fiestas, y también, balances anuales. Es muy típico que, a final de año, se publiquen listas y “tops” con lo mejor y lo peor del año que termina: música, cine, famosos, etc. Todo ello en cuenta atrás del 50 al 1 para dar un pequeño toque de emoción. Uno de los balances anuales de mayor tradición en el panorama radiofónico nacional es el que propone Julio Ruiz en su programa Disco Grande. Las listas se elaboran con los votos de los oyentes, quienes proponen el mejor disco y canción de aquí y de fuera (nacional e internacional), los mejores ante la afición (conciertos), y las mejores maquetas. T Julio Ruiz, locutor del programa “Disco Grande” de RNE3.
Por último, Julio propone una lista muy peculiar, en la que los oyentes de su programa votan al mejor cantante (masculino y femenino), guitarra, bajo y batería, que, en caso que se juntaran, formarían lo que él denomina un super-grupo indie. La tercera y última fase del trabajo realizado por los alumnos de la asignatura Construcción III, tras el análisis y proceso de proyecto, consiste en redactar y elaborar parte importante de la documentación final que debe contener un proyecto de arquitectura: escrita (memoria y pliego) y gráfica (planos).
T Operario marroquí y constructor murciano.
El criterio seguido para seleccionar la documentación que se incluye a continuación es el mismo que el propuesto por Julio Ruiz para las listas de su Disco Grande: se han escogido las mejores láminas de cada trabajo, para obtener así un super-trabajo indie. En relación a la maquetación de cada uno de estos planos y láminas, la primera lección a aprender es que, tan importante como la propia concepción del proyecto, es la representación gráfica del mismo. Una parte importante de la documentación de proyecto (en especial los planos) se destina casi en exclusiva a su utilización en obra, por gente que no tiene (en muchos casos) una formación técnica adecuada, y en unas condiciones (frío, viento, lluvia) muy alejadas de la comodidad de la habitación en la que se redactan esos planos.
96 | fase 3: planos
Por ello, uno de los aspectos más importantes a observar a la hora de componer los planos y elegir un grafismo concreto, consiste en pensar especialmente en el destinatario final de los mismos. Debemos tener en cuenta que, de poco sirve tener muy bien pensado un proyecto, si no somos capaces de representarlo correctamente en planos para que cualquier oficio lo pueda interpretar; no vamos a ser nosotros, sino ellos, los que estén a pie de obra manejando los materiales y colocando los componentes en su posición final.
Los planos de proyecto NO son para revistas, sino para ellos.
El modo de organizar la información, tanto escrita como gráfica, es también una cuestión que merece una especial atención. Con la finalidad de unificar criterios y establecer un procedimiento único que simplifique la consulta de la documentación en cualquier proyecto de edificación, la normativa vigente CTE (Código Técnico de la Edificación) establece, en su Anejo I existente en la Parte I, los epígrafes de cada una de las partes en que se divide un proyecto, y su contenido mínimo. Si nos centramos en el segundo de los apartados, planos, observamos que el CTE plantea un guión mediante el cual el objeto arquitectónico es descrito desde lo general (descripción del entorno, escalas grandes) hasta lo particular (nivel de detalle constructivo, escalas pequeñas). Desde una perspectiva docente, podemos aplicar el método I+CT de creación arquitectónica que se ha descrito en esta publicación, para agrupar todos estos planos en tres grandes paquetes: + planos de idea: describen de forma geométrica el objeto; corresponden con planos de escalas grandes, hasta 1/50 + planos de idea-construcción: relacionan la idea geométrica con la materialidad constructiva; su escala característica es la 1/20 + planos de construcción: muestran la cuarta dimensión, el tiempo, el proceso de montaje, y el detalle constructivo hasta en 1/1
S Anejo I, Parte I CTE: contenido de un proyecto de edificación
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maquetado y grafismo: un decálogo Al contrario de lo que podría parecer, la tarea de contar un proyecto de forma gráfica a otras personas no es sencilla. La gran cantidad de horas dedicadas a pensarlo y desarrollarlo juega en nuestra contra; tenemos en la cabeza una gran cantidad de datos, detalles y aspectos, que para nosotros son obvios porque conocemos muy bien el proyecto, pero que nuestro interlocutor no tiene por qué saber. La correcta expresión gráfica de las láminas que componen el proyecto juega un papel fundamental en este cometido de transmitir la idea a otras personas que intervienen en el proceso constructivo. Del mismo modo que debemos vocalizar bien si pretendemos que nos entiendan cuando hablamos, nuestros dibujos deben ser claros, concisos, completos y ordenados para garantizar que los destinatarios finales entienden fácilmente lo que queremos transmitirles, el proyecto que tenemos en mente. Afortunadamente, contamos con una serie de parámetros y pautas que podemos utilizar para facilitar en gran medida la tarea de maquetación de láminas y organización de la información dentro de las mismas. Incluimos a continuación un decálogo de reglas, sugerencias y recomendaciones, que fueron designadas en clase con el popular nombre de daniconsejos. 98 | fase 3: planos
S Heygate Estate, Londres. 1974. Dibujo de proyecto: Tim Tiker.
T Heygate Estate, Londres. 2011. (foto: Daniel Sirvent) Abandonado, a la espera de la demolición.
#1 indice de planos Uno de los errores más frecuentes de cualquier proyectista es olvidar que la persona a la que nos dirigimos no conoce en absoluto el proyecto. Por ello, resulta fundamental, antes de empezar a dibujar ni una sola línea del proyecto, hacer una recapitulación de todo el proceso, y escribir un primer guión, script o índice de contenidos, para asegurarnos que no se nos queda nada por contar, y que cada aspecto o detalle del proyecto está en su capítulo correspondiente.
#4 jerarquía de la información #2 nombre de plano = contenido Una vez redactado el índice, podemos empezar a dibujar cada uno de los planos. El primer dato que debemos indicar antes de dibujar ninguna línea, es el nombre y el número del plano, en el cajetín del mismo: este dato nos ayudará a saber para quién se destina el plano, y, por tanto, qué información debe contener ese documento (ni más, ni menos de la estrictamente necesaria). Tenemos que ser conscientes que cada plano debe ir destinado a una persona u oficio concreto, y por ello contendrá exclusivamente la información útil que necesite ese determinado oficio en un momento preciso de la obra. Debemos huir de colocar información en planos con el único criterio de “rellenar huecos” y colocar cosas en sitios que no proceden, tan solo porque “cabe ahi” dicha información.
Aunque el Proyecto forme una única unidad que contiene documentos escritos y un buen número de planos, lo habitual es que, en la obra, cada persona de las que interviene extraiga únicamente aquella información que le es útil para su cometido.
Por regla general, en todo plano existe siempre una información principal (que es la que corresponde al nombre del plano, según la regla #2) y otra secundaria o complementaria, que como su propio nombre indica, ayuda a explicar la información principal. Es muy recomendable que la documentación principal ocupe una posición central en el plano, con una superficie no menor del 75% del mismo, y la información complementaria se coloque siempre en la misma zona en todos los planos (por ejemplo, las notas textuales suelen estar en el área inferior).
Por ello, debemos preveer que cada plano va a funcionar como un documento autónomo, independiente, y por ello debe ser autosuficiente, es decir, que debe contener toda la información necesaria (ni por exceso, ni por defecto), sin obligar al destinatario a acudir a otros planos u documentos para completar la información que necesita para su trabajo.
En relación con el 25% complementario, es habitual que se utilice para colocar esquemas que ubican la planta, alzado o sección que compone la información principal, si bien también es posible colocar textos (leyenda de materiales), o incluso axonometrías o detalles constructivos que expliquen o aclaren el dibujo principal (75% de la información).
#3 planos autosuficientes
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#6 escalas conceptuales
#5 ajustar el papel al contenido En los primeros trabajos que realiza todo proyectista, y a falta de un criterio mejor, el maquetado comienza fijando un tamaño de plano determinado en base a determinados criterios (máximo formato de la impresora disponible, por ejemplo), y a partir de ahí, se trata de encajar la información dentro de él. Sin embargo, este procedimiento es erróneo, porque otorga más importancia a un papel que a la propia información. Debemos tomar conciencia que lo importante es el contenido, la información, y por ello debemos ajustar el tamaño de papel a la información, y no al revés. El formato final dependerá de lo que se quiera o se necesite contar en cada plano. 100 | fase 3: planos
La escala no es sólo un número, ni se decide únicamente aplicando el comando zoom de Autocad; cada escala debe contar algo concreto, expresar un determinado concepto: geometría (1/50), materialidad (1/20), tiempo o proceso (1/5), y debe contener la densidad de información adecuada a esa escala. Para regular esa densidad de información adecuada a cada plano, resulta muy conveniente trabajar con muchas capas en un mismo dibujo, de forma que podamos desactivarlas conforme aumentamos la escala para evitar que se sobresature de lineas.
Otro consejo de aplicación práctica que ayuda a una fácil comprensión de las láminas y a obtener un documento autosuficiente (regla #3), es que todos y cada uno de estos planos deben contener siempre, y de forma simultánea, dibujos, textos y medidas.
Otro error frecuente, relacionado con la regla #5, es aplicar la escala necesaria hasta que el dibujo cabe en un formato predefinido. Sobre este particular, hemos de indicar que no todas las escalas son válidas. Debemos pensar que, aunque los dibujos estén acotados, se deben de poder medir en obra con un escalímetro; por ello, las únicas escalas útiles serán la 1/1, 1/2, 1/5, 1/20, 1/50, 1/100, y en general, aquellas disponibles en los escalímetros habituales.
Damos por hecho que un plano, por definición, ya contiene dibujos, gráficos y líneas; cuando hablamos de textos, nos podemos referir a la leyenda de materiales por ejemplo, o a algún pequeño párrafo descriptivo o cualquier otra aclaración textual necesaria, mientras que por medidas entendemos fundamentalmente cotas, superficies, ángulos, niveles, o cualquier otro valor necesario para la comprensión global de la información del plano.
#7 lineas, letras, números
#10 cotas y ejes estructurales #8 jerarquía de lineas y contraste En relación a los dibujos propiamente dichos, tenemos tres parámetros fundamentales de utilización de las líneas para evitar que la representación gráfica sea plana (líneas todas iguales), y conseguir que se exprese correctamente la tridimensionalidad del objeto descrito: grosor de trazado, tipo de línea (continua, rayas, puntos, ...), y color o tono de línea. Otro concepto a manejar cuando dibujamos objetos seccionados, es la jerarquía de línea; en una sección se pueden distinguir varios tipos conceptuales de lineas: las que representan materiales seccionados, las que corresponden a objetos proyectados, y las líneas auxiliares (como lineas de cota, ejes, numeros de leyenda), que ni siquiera representan objetos reales. Por ello, debemos utilizar una correcta combinación de líneas para conseguir un fuerte contraste que ayude a distinguir de un primer vistazo por dónde transcurre la sección, qué objetos están proyectados, y qué líneas representan tan sólo datos adicionales.
#9 escalas de grises y sombreados Pasamos ahora a hablar exclusivamente del tono de línea y la utilización de diversos colores en los planos. Sobre este particular, la recomendación es trabajar únicamente con escalas de grises. La justificación es bien sencilla: con frecuencia, es necesario fotocopiar los planos, y los colores se pierden con las copias en blanco y negro, mientras que los tonos de grises sí que se mantienen. Sólo en contadas excepciones estará justificado el uso del color en los planos (cuando hagamos despieces de elementos iguales que sólo se diferencian en el color, por ejemplo). Por otra parte, y en relación con el punto anterior que habla sobre el contraste (regla #8), la utilización de sombreados macizos con diferentes tonos y escalas de grises ayudan mucho a la fácil lectura del dibujo y aportan tridimensionalidad al mismo, por lo que hay que aprender a utilizarlos.
El acotado de un plano consiste en indicar las medidas de los diferentes objetos, no en “rellenar” el dibujo con números. Acotar requiere tener bien claro qué medidas serán necesarias en obra (o taller), y colocar estos números con criterio. Existen un par de reglas que nos ayudarán en esta tarea; en primer lugar, conviene definir dos tipos diferentes de cotas: las que indican las distancias entre ejes estructurales, que deberán estar marcados siempre en todos los planos (estas cotas tendrán un mayor tamaño y grosor), y las que sirven para medir otros elementos fijos de los edificios, tales como particiones, huecos, ventanas, etc. En cuanto a la ubicación, y siempre que se pueda, las cotas se colocarán fuera del dibujo, para no entorpecer su lectura. Siempre serán dobles: una línea contendrá un acotado parcial, y tras ésta, otra línea con la cota total como comprobación de la suma de parciales. Cuando las líneas de acotado deban cruzar el dibujo, se procurará que sean siempre continuas (atravesarán todo el elemento). | 101
102 | fase 3: planos
S g204 (Arques, Asencio, P茅rez)
a1.1 situaci贸n y emplazamiento
a1.2 replanteo cimentaci贸n
S g311 (Jim茅nez, Morales, R贸denas)
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104 | fase 3: planos
S g308 (FerrĂĄndiz, Mora, PĂŠrez)
a2. plantas, uso y cotas
a3. alzados y secciones
S g301 (Adeva, Moyano, Noguerol)
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106 | fase 3: planos
S g305 (Bernabeu, Fontcuberta, Villar)
b1.1 secci贸n 1/20
b1.2 sección 1/20 + zoom detalles
S g312 (Juárez, Pérez, Valderrama)
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108 | fase 3: planos
S g110 (Sagasta, Soler, Villacís)
b2. axonometría “ikea”
b3. tipos de envolventes
S g102 (Berenguer, GarcĂa, TarĂ)
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110 | fase 3: planos
S g204 (Arques, Asencio, PĂŠrez)
b4. esquema estructural
b5. esquema instalaciones
S g203 (Rebollo, Torregrosa, Vera)
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SS g109 (MartĂnez, MartĂnez, Sanz)
112 | fase 3: planos
S
g101 (Barcelona, Collado, Nortes)
c1. planos de taller: componentes
c1. planos de taller: componentes
S g302 (Alonso, Macone, Morillas)
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114 | fase 3: planos
S g206 (GarcĂa, Piqueras)
c2. planos de taller: oficios
c2. planos de taller: oficios
S g314 (MartĂnez, Moreno, Segura)
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116 | fase 3: planos
S g305 (Bernabeu, Fontcuberta, Villar)
c3. story-board
c4. planos de obra: montaje
S g106 (FernĂĄndez, GimĂŠnez, Ripoll)
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S g303 (Ballestero, Mira, Paredes)
118 | fase 3: planos
X g203 (Rebollo, Torregrosa, Vera)
d1. memoria descriptiva
S g314 (Martínez, Moreno, Segura)
d2. pliego prescrip. técnicas particulares
X g307 (Espinós, Martínez, Prats)
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epílogo: sólo puede quedar uno El arquitecto ha dejado de ser un buen partido. Retomamos esta frase del artículo con el que comenzábamos esta publicación, y que retrata la cruda realidad en la que nos encontramos inmersos. No tenemos más que abrir cualquier periódico para ver que los conceptos prima de riesgo, paro, recortes, recesión, etc., han sustituido a otros como milagro económico, burbuja inmobiliaria, efecto Guggenheim. En la televisión, programas como Españoles en el mundo y otros similares nos muestran que una buena parte de la emigración de nuestro país es generada por nuestros compañeros de profesión. Se habla incluso de más de un 40% de arquitectos apuntados al INEM. Esto, sin contar con los muchos que ya han abandonado la arquitectura para trabajar en otros sectores.
120 | epilogo
Ante esta dura situación, conviene recordar de nuevo el axioma fundamental de la teoría de Darwin, recogida en su celebérrimo tratado sobre el origen y la evolución de las especies animales: las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor a los cambios. Si extrapolamos esta cita a nuestra profesión, quedaría más o menos así: sólo los arquitectos mejor adaptados conseguirán encargos. Podríamos entender que los mejores son aquellos que han sabido dar respuesta a las necesidades del cliente con una interesante y comprometida actitud con la arquitectura. Son los que, retomando la cita de Alejandro de la Sota, dan liebre por gato y, por ello, los únicos que estarán en condiciones de conseguir trabajo en el futuro. T Los pocos concursos de arquitectura que aún se convocan registran cifras record de participación.
El ejercicio que ha servido de base para esta publicación, un refugio-vivac en Pirineos, se planteó como un concurso de arquitectura restringido entre los alumnos. Durante su desarrollo, se recordó constantemente que la actitud de diseñar cualquier cosa ya no es válida; sólo uno de los trabajos se llevará el premio (recordando una mítica película de los años 80, sólo puede quedar uno), por lo que es fundamental escuchar al cliente, al entorno, al usuario, y realizar el mejor proyecto con estos condicionantes.
Los concursos de arquitectura poseen una importante cualidad: permiten mostrar una multiplicidad de respuestas diferentes a un mismo problema. Por ello, la exposición y/o publicación de los proyectos participantes supone un ejercicio muy didáctico. Con esta finalidad, el día 27 de marzo tuvo lugar en los pasillos de la escuela de Arquitectura una exposición con todos los proyectos de refugio-vivac realizados por los estudiantes de la asignatura Construcción III. En este evento, se pidió a los propios alumnos que actuaran como jurado de un concurso, y que seleccionaran (de forma razonada) la mejor propuesta, en base a los criterios constructivos, proyectuales, compositivos, etc., que ellos mismos estimaran pertinentes. También se les solicitó, con fines docentes, que eligieran la propuesta con más errores graves de concepto o construcción. Cada uno de los alumnos, rellenó una ficha individual o check-list en la que, además de expresar el número del grupo escogido, debía exponer las razones o motivos de su selección. El recuento de votos individuales produjo resultados sorprendentes; si bien unos pocos grupos acumularon la mayoría de los votos, algunos grupos obtuvieron simultáneamente votos positivos y negativos; es decir, mientras para algunos alumnos el trabajo era el mejor y, por tanto, digno de construcción, para otros contenía importantes errores. | 121
fotomontajes proyectos de refugio-vivac
T g109: Socorro Martínez, Cristina Martínez, Esther Sanz
T g308: Marcos Ferrándiz, Laura Mora, Isidro Pérez
T g202: Jordi Coves, Alejandro Pineda, Manuel Rico
T g307: Estela Espinós, María Martínez, Conchi Prats
Frente a la dura realidad descrita sobre el presente (y especialmente futuro) de nuestra profesión, los proyectos aquí recogidos muestran que no todo está perdido, y que aún es posible encontrarse con buenos profesionales, implicados con su trabajo, y capaces de crear edificios útiles, bellos y bien construidos sin renunciar a sus convicciones e ideas, en los cuales el cumplimiento de las exigencias de los propietarios no está reñido con la creatividad.
T g103: Beatriz Barreres, Antonia Blaya, Ana Mª Carreto
122 | epilogo
arquitectura modular
T g110: Asun Sagasta, Toñi Soler, Edwin Villacís
T g306: Eva Casasola, Santiago Vilella
T g111: Andrés Llopis, Antonio Sánchez, David Tejeda
T g312: Laura Juárez, María Pérez, Ana Valderrama
Uno de los condicionantes más exigentes de este proyecto era la construcción en alta montaña, un lugar en el que no es posible el transporte de materiales por carretera, y donde el montaje se debe realizar en muy poco tiempo, y por mano de obra no excesivamente especializada. Todo ello conduce al empleo de sistemas de prefabricación ligera con un plan de ensamblaje muy estudiado donde la repetición y modulación juegan un papel esencial para conseguir una fácil y económica construcción en taller, un transporte sencillo, y un rápido montaje en obra. La forma final de muchos de los proyectos refleja directamente este sistema de montaje modular, que no tiene obligatoriamente que generar siempre imágenes cúbicas.
T g311: Jesús Jiménez, Pablo Morales, Claudia Ródenas
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curvas orgánicas y aerodinámica
T g102: Rafael Berenguer, Felipe García, Mireia Tarí
T g305: Alejandro Bernabeu, David Fontcuberta, Paula Villar
T g203: Noelia Rebollo, Iván Torregrosa, Mª Angeles Vera
T g313: Alejandro Moragón, Rubén Vizner
La situación del refugio, expuesta a fuertes vientos y eventuales acumulaciones de nieve, unido al poco peso de estas construcciones prefabricadas (en contraposición a los másicos refugios de piedra tradicionales), llevaron a algunos grupos a la decisión de trabajar con formas redondeadas, orgánicas, que ofrecen una menor resistencia al viento y facilitan la evacuación de la nieve acumulada. En algunos de los casos, estas formas son fáciles de conseguir gracias a las propiedades intrínsecas del material utilizado (plásticos, fibras y metales ligeros); en otros proyectos, se recurrió además a evitar la ortogonalidad de los cerramientos exteriores. T g101: Antonio Barcelona, Mª Dolores Collado, Heriberto Nortes
124 | epilogo
integración de los sistemas de energía
T g107: Hermes González, Pau Peretó
T g303: Javier Ballestero, Pablo Mira, Enric Paredes
T g106: Andrés Fernández, Pau Giménez, Oscar Ripoll
T g309: Nuria Gambín, Isabel Mármol, Leyre Tejero
Otro de los objetivos perseguidos con este ejercicio era conseguir que los sistemas de autoabastecimiento energético (mayormente paneles solares y pequeños aerogeneradores) se integraran en el diseño desde el principio del proyecto. El condicionante del ángulo de inclinación óptimo de las placas solares, que en el caso concreto correspondiente al Valle de Aresté es de 36º, obligaba a que, al menos, uno de los paramentos del refugio tuviera esta inclinación. A partir de este dato inicial, común a todos, fueron múltiples las ideas de proyecto y líneas de trabajo desarrolladas, que terminaron por desembocar en formas diversas y diseños bastante interesantes, alejados de la imagen estereotípica de los refugios de montaña construidos de forma tradicional. T g108: Oscar Hernández, Vidal Moreno, Ricardo Perdomo
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nuevos materiales, nuevas formas
T g301: Ana Adeva, Carolina Moyano, Martín Noguerol
T g206: Cristian García, Alicia Piqueras
T g302: Inmaculada Alonso, Paula Macone, Belén Morillas
T g304: Manuel Belda, Sonia Escudero, Fco. Javier Rives
El método de proyecto I+CT idea & construcción pretende diluir el viejo dilema entre forma y función para crear edificios que respondan simultáneamente a ambos parámetros, y en los cuales la realidad constructiva y los nuevos materiales influyen y condicionan de forma importante la imagen final del objeto. En contraposición a las construcciones tradicionales de formas fácilmente reconocibles, estos refugios suponen una importante apuesta en un campo, el montañismo, en el que los avances de la tecnología se dejan ver tan sólo en aspectos tales como el material para el alpinista, pero donde las tradiciones constructivas se han quedado ancladas en el pasado. T g207: Belén Gómez, Cristina Ibáñez, Javier Martínez
126 | epilogo
aprovechamiento del espacio interior
T g105: Víctor Escribano, Mª José Mas, Patricia Villasante
T g314: Mª José Martínez, Mª José Moreno, Beatriz Segura
T g204: Clara Arques, Francisco Asencio, Rafael Pérez
T g310: David Palazón, Cristina Gil, Pablo Lizán
En contraste con el grupo anterior, otra línea de investigación consistió en realizar un estudio atento del espacio interior, para conseguir una utilización óptima. Esto llevó en bastantes casos a diseñar secciones con planos inclinados en cubierta, lo cual permite además una integración más sencilla de los paneles solares, y evita la acumulación de nieve. Aunque la forma final de estos proyectos evoque las imágenes más típicas o tradicionales de las construcciones en montaña con cubiertas a dos aguas, la utilización de materiales industrializados ligeros y tecnologías de prefabricación los separa de aquellos y permite mostrarlos como contemporáneos. T g208: Daniel Gómez, Mª José Herrero, Jaime Muñoz
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alumnos construcción III curso 2011-12 [101]
[111]
[304]
Belda Almira, Manuel Escudero Zamora, Sonia Rives Manresa, Fco. Javier
Llopis Pérez, Andrés Sánchez Sánchez, Antonio Tejeda Tejera, David
[305]
Bernabeu McAuley, Alejandro Fontcuberta Rubio, David Villar Pastor, Paula
Coves Vidal, Jordi Pineda Sánchez, Alejandro Rico Santacruz, Manuel
[306]
Casasola Alepuz, Eva Vilella Bas, Santiago
Barcelona Martínez, Antonio Collado Gómez, Mª Dolores Nortes Lorca, Heriberto
[202]
[102]
Berenguer Ruíz, Rafael García Madrid, Felipe Tarí de Paco, Mireia
[203]
Rebollo Alonso, Noelia Torregrosa Morales, Iván Vera Sánchez, Mª Ángeles
[307]
Espinos Soler, Estela Martínez Moreno, María Prats Ortuño, Concepción
[103]
Barreres Sánchez, Beatriz Blaya García, Antonia Carreto Bermejo, Ana Mª
[204]
Arques Sirvent, Clara Asencio Coves, Francisco Pérez Hernández, Rafael
[308]
Ferrándiz Real, Marcos Mora Vitoria, Laura Pérez López, Isidro
[105]
Escribano Sánchez, Víctor Más Pérez, Maria José Villasante Zurita, Patricia
[206]
García Peláez, Cristian Piqueras Muñoz, Alicia
[309]
Gambín Esteban, Nuria Tejero Sánchez, Leyre Mármol Ruiz, Isabel
[106]
Fernández Cifuentes, Andrés Giménez Miralles, Pau Ripoll Chacón, Oscar
[207]
Gómez Llobell, Belén Ibáñez Moreno, Cristina Martínez Sánchez, Javier
[310]
Gil Guerrero, Cristina Lizán Candela, Pablo Palazón Berna, David
[107]
González Alcaraz, Hermenegildo Pereto Mas, Pablo
[208]
Gómez Teruel, Daniel Herrero López, Mª José Muñoz Gómez, Jaime
[311]
[108]
Hernández Haro, Oscar Moreno Mirete, Vidal Perdomo Florez, Ricardo
Jiménez Hidalgo, Jesús Morales Ordoñez, Pablo Ródenas Castillo, Claudia
[301]
Adeva Gil, Ana Moyano, Carolina Noguerol Bertomeu, Martín
[312]
Martínez Moya, Socorro Martínez Pérez, Cristina Sanz San Pablo, Ester
Juárez Villena, Laura Pérez Oliver, María Valderrama Garre, Ana
[302]
Alonso Sánchez, Inmaculada Macone Martínez, Paula Morillas Álvarez, Belén
[313]
Moragón Sancho, Alejandro Vizner Núñez, Rubén
Sagasta Boix, Mª Asunción Soler Espinosa, Antonia Villacís López, Edwin
[303]
[314]
Martínez Ballester, Mª José Moreno Sánchez, Mª José Segura Ros, Beatriz
[109]
[110]
128 | epilogo
Ballestero Mascarell, Javier Mira Alcaraz, Pablo Paredes Vaño, Enric