LEYENDAS DE TERROR
DANIA PAOLA GONZALEZ VEGA
CONTENIDO LA PASCUALITA ......................................................... 2 EL HOSPITAL FANTASMA DE MORELIA .................. 3 LEYENDA "EL COLUMPIO DEL DIABLO" .................. 5 LA LLORONA .............................................................. 6 LA MUJER HERRADA................................................. 7 EL ÁRBOL DEL VAMPIRO .......................................... 8 LA MULA SIN CABEZA ............................................... 9 LA CASA DE LAS BRUJAS ....................................... 10 LEYENDA DEL NIÑO TRISTE .................................. 11 LA FINCA EMBRUJADA............................................ 12 LA NIÑA DE LA ESTACIÓN TERMINAL AÉREA ...... 12 LA MUÑECA DEL MERCADO................................... 13 EL FANTASMA DE LA BASILICA DE GUADALUPE 15 EL NAHUAL ............................................................... 16 LA FUENTE DE LOS MUÑECOS .............................. 17 LA MONJA DE LA CATEDRAL ................................. 19
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LA PASCUALITA
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l 25 de marzo de 1930, un nuevo maniquí presumió el mejor diseño de vestido de novia de La Popular, un local que se perfilaba como la tienda más popular de vestidos para novia en Chihuahua. Los detalles realistas y la enigmática belleza de la mujer, cautivaron a todo aquel que pasaba por el aparador. "Chonita" como le llamó la dueña Pascualita Esparza Perales de Pérez, por su aparición en el día de la Encarnación, llenó de misterio a toda la ciudad, pues poco creían que efectivamente se trataba de un maniquí y argumentaba que era una mujer disecada. Existen dos teorías de cómo La Pascualita llegó a la calle Libertad en Chihuahua. La primera apunta que la dueña la adquirió en Francia, cautivada por la belleza, mientras que otros señalan la consiguió en la tienda "El Puerto de Liverpool" mientras compraba telas, azahares, ramas y todo lo necesario para los vestidos de novia, cuando se percató de la misteriosa mirada de un maniquí en la tienda. Intrigada y con miras a decorar el aparador de la tienda, la dueña quiso comprar el maniquí, y ante la extraña petición, los dependientes se negaron. Fuera de sí, con mucha insistencia y como si su vida dependiera de ello, la dueña amenazó con dejarlo todo y no comprar nada, y para evitar la pérdida de un cliente frecuente, accedieron. El vulgo, como suele ocurrir en la mayoría de las leyendas urbanas, comenzó a apodarla "La Pascualita", en honor a su dueña y en parte por su asombroso parecido físico. “Tenía un mejor acabado en la cera, sus ojos eran de cristal, su pelo y sus pestañas eran implantes de verdadero pelo y pestañas, y su expresión, a diferencia de las de tantos maniquís de mirada inerte, era viva y reflejaba emociones, cual si estuviese dotada de humanidad". Aunque inspiraba a muchos, otros se sintieron ofendidos con los rumores de la posibilidad de que estuviera viva y no repararon en quejarse con la dueña, por la "inmoralidad" y los "actos de transgresión hacia Dios" por tener a una mujer viva. Sin embargo, La Popular se llenó de misterio a partir de la década de los 60, pues el maniquí fue objeto de múltiples rumores. Se decía que la novia que coronaba los mejores diseños de la tienda, estaba viva y era capaz de moverse en la noche cuando la tienda estaba cerrada. Otros afirmaban haber visto cómo el maniquí les sonreía cuando pasaban por la calle. La leyenda se convirtió en mito cuando la dueña de la tienda, la Pascualita original, murió en 1967. Quien pasaba por el aparador afirmaba que sentía cómo el maniquí les seguía con la mirada, o que por unos segundos se le podían ver pequeñas venas rojas en los ojos. Los amantes de las leyendas de la ciudad incluso recuerdan casos de empleadas que renunciaron porque la vieron llorar y moverse, se negaban a vestirla con la última colección porque le aparecían venas verdosas en las piernas que luego desaparecían o se resistían a bañarla con champú como lo exigía su guía de cuidados. ¿Cómo se explican los misteriosos hechos alrededor de La Pascualita? Aunque ambas teorías apelan a lo paranormal, algunos señalan que con la muerte de la dueña, éste se adueñó del cuerpo del maniquí para seguir vagando la ciudad. La otra, quizá la más popular se refiere a la muerte de una presunta hija de la dueña.
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La leyenda cuenta que La Pascualita, dueña de La Popular, sufrió la pérdida de su hija cuando ésta esperaba a su prometido en el altar de la iglesia. Un bicho, proveniente de la coronita de novia, bajo para darle un mortal piquete. O bien, una segunda versión de la misma teoría señala que su hija pudo haber sido asesinada en el altar por un amante celoso, quien llevado a la depresión por la boda de su amor con otro hombre, le arrebató la vida. Llena de dolor, decidió embalsamar a su hija, recubrirla de parafina y cera, y vestirla con los más hermosos vestidos. Así, su hija tendría un eterno homenaje en el aparador de su tienda, recordándola en su momento más bello y cargado de felicidad. Sin embargo, la leyenda es contrapuesta con la realidad, puesto que los registros oficiales señalan que el único descendiente de La Pascualita fue un varón de nombre Enrique. A pesar de eso, el local de La Popular es uno de los sitios más visitados en la ciudad de Chihuahua, tanto por turistas como curiosos que intrigados por la leyenda se acercan para admirar la verdadera belleza del maniquí. Y qué decir de las novias de Chihuahua, que buscan comprar el vestido de colección portado por el maniquí pues se cree es un amuleto de felicidad en el matrimonio.
EL HOSPITAL FANTASMA DE MORELIA
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sta leyenda de terror tiene origen en un hospital de Morelia, Michoacán en México. Se trata de un hospital que actualmente está activo pero que en las profundidades de sus pasillos, salas y cuartos envuelven innumerables apariciones y presencias sobrenaturales que muy pocos las han vivido en carne propia, especialmente el vigilante del edificio quien es el que sabe con certeza las cosas extrañas que suceden dentro del hospital cuando prácticamente no hay ninguna persona rondando en el interior. Se dice que en el cuarto de operaciones del hospital, mejor conocido como quirófano, se aparece todas las noches un hombre que inexplicablemente traspasa las paredes y debes 3
en cuando se escuchan gritos desgarradores, los cuales se creé son provenientes de esa alma en pena que aún no descansa. En el cuarto de la morgue, en donde trasladan los cuerpos que lamentablemente habían fallecido, se escuchan frecuentemente ruidos raros, sonidos de vidrios rotos y un rechinido de las puertas como si las estuviera abriendo y cerrando. También al pasar por ese recinto se siente una sensación horripilante como si alguien estuviera vigilando todo el tiempo. En la sala de terapia intensiva que está en el octavo piso del hospital, los testigos que han presenciado esta aparición cuentan que por las noches se aparece una mujer con una bata blanca que camina por los pasillos en absoluto silencio, dejando a su paso una manchas de sangre en el piso y las paredes que luego de un tiempo desaparecen. El vigilante del edificio cuenta que la extraña mujer que aparece en el octavo piso, tiene un historial de miedo, le hicieron un trasplante de riñón pero lamentablemente el órgano no funciono como debía y al ver las pocas esperanzas que le quedaban de vida, decidió optar por el suicidio aventándose desde una ventana del octavo piso.
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LEYENDA "EL COLUMPIO DEL DIABLO"
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n un lugar de Tecozautla, Hgo. Llamado “El columpio del diablo”, hace muchos años en plena oscuridad y justo a la media noche, entre las dos peñas que componen ese lugar se escuchaban los funestos quejidos de un hombre que parecía estar agonizando. La gente que pasaba por ahí, al escuchar los fantasmales quejidos vivía una experiencia muy rara, quedándose sin habla y hasta mucho tiempo después reaccionaban para salir despavoridos de ese terrible lugar. Cuenta la leyenda que una noche dos personas que transitaban por aquel lugar no resistieron la tentación al escuchar los quejidos y decidieron internarse en el lugar para ver de qué se trataba. Al llegar al lugar, los dos personajes no daban crédito al darse cuenta que un hacendado que había muerto tiempo atrás se columpiaba en una cuerda que pendía de los dos cerros. Su rostro pálido dejaba ver su condición cadavérica, lo que provocó en las personas un terrible miedo que los heló hasta los huesos y crispó sus cabellos.
Paralizados no daban crédito a lo que sucedía, de pronto una luz rojiza e intensa abrazó al hacendado prendiéndolo en llamas y carbonizándolo por completo. Mudos con los dientes riscados y los cabellos erizos salieron despavoridos de aquel lugar, pero cuando lo hicieron fueron sorprendidos por la muerte. Los dos hombres cayeron muertos por haber presenciado un encuentro con el diablo al que no los habían invitado. Se dice que aquel hacendado le vendió en vida su alma al diablo y que esa noche el mismo diablo vino por el alma del hacendado que durante mucho tiempo anduvo en pena en el mundo de los vivos.
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LA LLORONA
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ifícilmente existe un chilango que nunca haya escuchado hablar de la leyenda de La Llorona. Unos dicen que se aparece en Coyoacán, otros, que siempre la escuchan gritar en la calle de su casa. Algunos incluso aseguran haberla visto.
Se cuenta que La Llorona es una mujer que deambula por las calles de la Ciudad de México en busca de sus hijos, a los que ella misma asesinó, enloquecida, durante una noche. Dicen que aparece en lugares por donde alguna vez pasó un río. También se dice que es una mujer muy bella vestida de blanco. Otros mencionan que sólo se alcanza a ver su silueta, que flota. En lo único que coinciden es que siempre que se deja ver se escucha un largo y aterrador grito: «¡Ay, mis hijos!». Sobre el origen de esta leyenda hay varias versiones: una es la colonial, la cual se basa en las crónicas de Bernal Díaz del Castillo, quien participó en la conquista del Imperio mexica. Se cuenta que una mujer de origen indígena era amante de un caballero español y, cuando ella le pidió formalizar la relación, él se negó porque pertenecía a la alta sociedad. Este hecho desató la tragedia por la que su alma deambularía en pena. Cuentan que esa noche la mujer despertó a sus pequeños hijos –un niño y una niña–, tomó un puñal y los llevó al río, el cual se encontraba muy cerca de su casa. Estando ahí, ciega por el coraje, los apuñaló varias veces hasta que los dejó sin vida. Minutos después reaccionó y, al darse cuenta de lo que había hecho, corrió desesperada por el río y emitió el escalofriante grito por el que la identificamos. Desde esa noche no se volvió a saber más de ella y se convirtió en mito. Quienes juran haberla escuchado dicen que deambula en las calles y los parques de la Ciudad de México, además de los canales de Xochimilco.
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LA MUJER HERRADA
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orría el año 1670, en una casa de la calle de la Puerta Falsa de Santo Domingo vivía un clérigo en concubinato con una mala mujer. Su mejor amigo era un herrador, que vivía muy cerca de ahí, en un lugar llamado la casa del Pujavante, que era también su taller le aconsejaba renunciar a ese concubinato pero el clérigo no quería. Una noche, cuando ya el herrero se había acostado, llamaron a su puerta violentamente, y al abrir se encontró con dos hombres de color que llevaban una mula. Aquellos hombres rogaron al herrero que pusiera herraduras al animal, que pertenecía a su buen amigo el sacerdote, quien iniciaría un repentino viaje al día siguiente. El hombre hizo su trabajo, herrando la mula y entregándola a los dos extraños, cuando se alejaban, pudo ver que los indios castigaban cruelmente al animal. Inquieto por lo que pasó en la noche, el herrero fue a primera hora del día siguiente a casa de su buen amigo el sacerdote. Largo rato estuvo llamando a la puerta de la casa, sin obtener respuesta, hasta que el capellán abrió la puerta tallándose los ojos, señal evidente de que aun dormía. El herrero le platicó de lo que sucedió aquella noche, el clérigo respondió que no había efectuado viaje alguno ni tampoco dado orden para que fueran a herrar la mula. Después, ya bien despierto, se rió el capellán de la broma que le había jugado a su amigo. Para celebrar la broma quiso despertar a su concubina, pero no respondía al llamado, insistió y al no obtener respuesta, entró en la habitación, el espectáculo que se ofreció ante sus ojos era horrible. Sobre la cama ensangrentada, estaba el cadáver de la mujer, clavadas en sus pies y manos, las herraduras que el herrero había puesto la noche anterior a la mula, tenía también las marcas de los golpes que los indios le dieron. Ambos se convencieron de que todo aquello era efecto de la Divina Justicia, que la desdichada mujer había cometido un gran pecado, y que los demonios, tomando el aspecto de indios, la habían convertido en mula para castigarla. Desde entonces el alma de esa mujer vive maldita y no puede descansar en paz, pues vaga por las noches como un horrible ser, mitad mujer y mitad mula. Hubo otros tres testigos del cadáver, el cura Dr. D. Francisco Antonio Ortiz, el R. P. Don José Vidal y un religioso carmelita. Los tres respetables testigos acordaron el entierro de esa mujer en esa casa y guardar en secreto permanente lo sucedido. Ese mismo día aquel clérigo, abandonó la casa para cambiar de vida y no se volvió a saber de él.
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EL ÁRBOL DEL VAMPIRO
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a historia cuenta que a la Guadalajara colonial llegó un hombre muy rico de Europa, quien todas las noches salía vestido de negro y con una actitud misteriosa. Se llamaba Don Jorge.
Cada que salía aparecían animales muertos, pero éstos se empezaron a convertir en humanos. La gente asustada decidió salir en busca del causante, cuando, cerca del Panteón de Belén, escucharon gritos. Era Don Jorge, atacando con la boca el cuello de un hombre. La gente lo persiguió, pero él logró huir, así que el cura de Guadalajara lo fue a buscar a su hacienda, para hacerle un exorcismo. El Vampiro juró vengarse de todos, cuando alguien le clavó una estaca en el pecho. Al morir, lo enterraron en el mismo Panteón de Belén. Pero lo extraño sucedió cuando un árbol empezó a crecer justo por encima de la lápida de Don Jorge, misma que se rompió. La leyenda dice que el día que el árbol sea derrumbado o que las raíces rompan por completo la lápida, Don Jorge, el vampiro, regresará a llevar a cabo su venganza.
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LA MULA SIN CABEZA
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a leyenda de la mula sin cabeza, que circula en todas partes es muy conocida, ya que es parte de la costumbre de los portugueses cuando conquistaron Brasil, yo les quiero contar una leyenda mexicana, del pueblo de mis abuelos, en Nueva Rosita, Coahuila, y nada tiene que ver con la ya conocida. Leyenda de la mula sin cabeza Mis abuelos, que vivían en lo que ahora ya es una ciudad, pero en los años 20´s aun era un pueblo de cientos de habitantes, circulaba la leyenda de la mula sin cabeza, que a todas las malas personas se les aparecía, era como un emisario del mismo demonio, para agradecer a los que se dedicaban a esparcir o proclamar las maldades. De boca de mi abuela, cuenta que aunque mi abuelo, no era una mala persona, siempre fue renuente con la religión, se consideraba ateo, y digo que se consideraba, ya que una situación que le paso, le hizo cambiar de parecer. El abuelo tenía la única tortillería del pueblo, por lo que tenía que ir a todas las rancherías, a comprar el maíz, para realizar su masa, esto era una vez cada semana, ya que lo que compraba, le aguantaba esos días, en una de esas ocasiones, el último de los granjeros que le vendía el producto, tuvo un inconveniente, y tardo más de lo programado, por lo consiguiente, el abuelo en la carreta con su burro, salió con rumbo a su pueblo, ya entrada la noche. Salir a esas horas de la noche, en aquellas épocas era algo que nadie hacía, era muy arriesgado y se le tenía más miedo a los muertos y aparecidos que a los vivos que no eran tan malos como hoy en día. Y al pasar por un montón de piedras, la carreta sufrió un desperfecto, con lo que tuvo que detenerse, el burro empezó a ponerse inquieto, y de un tirón se quitó amarras y corrió como desaforado, con el miedo en las entrañas el abuelo, solo le quedo esperar, pero lo que llego, le dejo helado, era la mula sin cabeza, que había pasado a su lado, saliendo fuego de su cuello, buscando algún alma para llevar al reino de su amo. Al ser ateo el abuelo, no sabía qué hacer, empezó a rezar, ya que su esposa si era religiosa, algo que hizo que el animal o lo que parecía una mula, se fuera sin buscarlo, desde ese día, fue el más fiel feligrés en la iglesia del pueblo, y nunca más salió tarde de un lugar.
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LA CASA DE LAS BRUJAS
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a casa de las brujas es una leyenda Mexicana bastante conocida. Todos sabemos que el DF tiene en su haber construcciones de enorme valor histórico y arquitectónico, pero no es solo un destino común entre los amantes de la arquitectura antigua y de la historia pues estas viejas construcciones esconden secretos entre sus paredes que atraen a los fanáticos de fenómenos paranormales, pues aseguran que en los interiores hay manifestaciones que provienen del más allá. Entre estos edificios emblemáticos de la capital mexicana se encuentra la misteriosa y famosa Casa de las Brujas, ubicada en la Plaza Río de Janeiro, en medio de la Colonia Roma, en cuyo centro hay una reproducción del David de Miguel Ángel. Esta casa ha servido como inspiración y residencia de muchos artistas y escritores a lo largo de un siglo de existencia. La construcción resalta de entre las demás por su excéntrico estilo, fue el primer edificio de departamentos construido en la ciudad de México con un estilo arquitectónico que rompía con el afrancesamiento predominante en aquella flamante y exclusiva colonia de anchas calles. Tiene una torre en el frente que asemeja un sombrero, sus ventanas son como ojos, acompañado de un adorno en el ventanal principal, se forma claramente una cara que se puede apreciar desde lejos, pero no es esto lo que le ha dado el nombre la famosa casa, si no que según la leyenda se dice que ahí vivió una bruja chamana llamada Pachita, quien era seguida por muchos famosos y políticos. Estos la visitaban para que les hiciera favores. Por los rituales practicados en esta casa se cuenta que se han quedado atrapados en su interior fantasma y espíritus que molestan a las personas que han habitado recientemente el inmueble, van desde ruidos extraños a observar presencias desconocidas a todas horas, asediando a los inquilinos. En la actualidad no sólo es uno de los atractivos principales de la colonia, sino que también su planta baja alberga el Bar Bonneli, establecimiento que es frecuentado por estudiantes, oficinistas y parejas.
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LEYENDA DEL NIÑO TRISTE
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a historia empieza con una historia de amor, que sucedió hace tiempo, cuando dos jóvenes se conocieron en el centro histórico de la ciudad de México.
Ella era de origen humilde y mientras el joven que la enamoró, provenía de una familia de gran prestigio entre la sociedad de aquellos tiempos. Por esta razón, tuvieron que mantener su amor en secreto, y cuando ella quedó embarazada, los padres de ambos no les permitieron estar juntos. A él lo enviaron de viaje, y la joven fue recluida en un convento durante todo su embarazo para evitar la deshonra de la familia. Los meses pasaron y la muchacha dio a luz a un hermoso pequeño, que por supuesto no le permitieron conservar, en contra de su voluntad, fue a obligada a dejarlo a cargo de las monjas, pero ella se las ingeniaba para ir a visitarlo a diario y hacerle saber que era su madre. Por muchos años, la mujer pudo mantener las visitas a su hijo en secreto, pero un día que el enfermo olvidó todas las precauciones, y por salir corriendo a verlo, fue descubierta por sus padres que le impidieron de nuevo estar cerca del pequeño. Por desgracia su enfermedad era muy grave y murió a los pocos días. Desde entonces se cuenta que el chico aun después de muerto, siguió esperando la visita de su madre en las puertas del convento. Hoy el edificio es utilizado como espacio de oficinas como muchos otros en el centro histórico y muchas personas que trabajan ahí, dicen que lo han visto caminar por los pasillos y que al acercarse a preguntarle algo, el niño solamente desaparece, en lo que muchos coinciden es que su rostro siempre refleja una profunda tristeza, al parecer ocasionada, porque su madre nunca volvió a verlo.
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LA FINCA EMBRUJADA
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n Puebla se cuenta sobre un velador que no le temía absolutamente a nada; muchos de los lugareños sabían de las historias que se contaban acerca sobre esta finca, en donde preferían no pasar cerca de la finca, pero este valedor de nombre Juan como dije no le temía absolutamente a nada, además de que este necesitaba el dinero, así que tomo el trabajo de velador en esta finca, así que una vez con el trabajo, pronto comenzó su labor, Juan empezaba a escuchar voces en la finca e incluso a ver cosas extrañas, pero el valiente hombre jamás mostró terror ante estos hechos, Juan enfrentaba cara a cara los sucesos, simplemente vigilando de que nadie más estuviera en ese lugar. Así pasó mucho tiempo e incluso las personas pensaban que estaba loco por no temerle a sucesos sobrenaturales. Paso tiempo y se dice que Don Juan murió y fue enterrado en esa finca, muchas personas aseguran que hoy en día se puede ver a Don Juan, aun cumpliendo su labor, aún después de la muerte.
LA NIÑA DE LA ESTACIÓN TERMINAL AÉREA
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a anteriormente hable sobre esta pequeña niña, pero la volveré a mencionar solo para que la conozcan aún mejor. Esta peculiar niña ronda las estaciones de noche y se cuenta que quienes caminan por los pasillos en las noches, normalmente cuando están casi desolados, se les aparece el fantasma de esta pobre niña de aproximadamente 8 años de edad quien esta les pide que si por favor le ayudan a amarrarse las agujetas (cordones o cuerdas) de los zapatos, si aceptas y la ayudas a amarrarle las agujetas al momento en el que te agaches para tomar las agujetas te darás cuenta que la pobre niña no tiene piernas. En otra versión de esta historia se dicen que 12
Las personas que se encuentran con la niñita, esta les pedirá que si quieren jugar con ella, pero al momento de aceptar o negar, la niña arroja su muñeca a las vías donde para sorpresa de muchos al voltear a donde cayó la muñeca, en lugar de encontrar la muñeca que la niña arrojo, se encontraran con una cabeza cercenada que según se dice, es de la persona que mato a la pobre niñita.
LA MUÑECA DEL MERCADO
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uenta la leyenda que en un mercado en la Ciudad de México, se encuentra una muñeca cerca de la entrada de dicho mercado, esto solo como un adorno de bienvenida, pero muchos aseguran haber visto que esta muñeca se mueve sola por las noches, por lo que algunas personas han comenzado a temerle. Un día un grupo de jóvenes decidió averiguar si realmente está muñeca se movía por si sola en las noches, así que los jóvenes fueron muy tarde al mercado, subieron al tejado del mercado y se quedaron esperando tal suceso, pasaron algunas horas, pero no ocurría absolutamente nada, así que los jóvenes para pasar el rato empezaron a jugar cartas, hasta que uno de ellos volteo a donde estaba muñeca y está ya no estaba ahí, rápidamente los jóvenes comenzaron a buscarla con la mirada, pero no la podían ver, hasta que uno de los jóvenes miro detrás suyo y justamente ahí estaba la muñeca, en ese momento los jóvenes salieron corriendo sin voltear atrás y jamás quisieron volver a visitar ese mercado.
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LEYENDA DEL JINETE SIN CABEZA
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l jinete sin cabeza de Tequisquiapan en 1942, el pueblo de Tequisquiapan estaba aterrorizado debido a que durante las noches se escuchaba el recorrer de un caballo el cual muchos pensaban que era un ser maligno. Durante las noches más silenciosas se escuchaba como recorría un caballo las calles, pero solamente se lograban escuchar tres cascos, por lo que las personas pensaban que solamente tenía tres patas o que se trataba de otro animal. Un día, Don Julián, un señor del poblado, decidió salir averiguar a qué era lo que todos le tenían miedo, al salir de su casa observo como un caballo negro con un hombre montado y un perro negro se acercaban, Don Julián observo como el caballo si tenía cuatro patas pero no lograba ver la cabeza del jinete porque este llevaba un sombrero. Leyenda del jinete sin cabeza Don Julián comenzó a sentir miedo pero no se movió del lugar, el caballo se detuvo a un lado de él y Don Julián solamente dijo Buenas noches, a lo que el jinete le contesto Buenas noches Don Julián, el en ese momento se quedó sorprendido de que conociera su nombre, pero antes de preguntar cómo era que lo conocía, el jinete le pregunto que donde vivía Don Luis Nieto que necesitaba verlo porque tenían asuntos pendientes, Don Julián contesto que ese hombre ya llevaba años muerto, el jinete quedo en silencio y simplemente dio media vuelta y comenzó a marcharse, mientras hacía esto Don Julián observo como el sombrero se encontraba sostenido por sus hombros y que no tenía cabeza el jinete, Don Julián corrió a su casa y desde entonces ya no se volvió a escuchar el caballo durante las noches. Origen de la leyenda del jinete sin cabeza. Jinete sin cabeza. La leyenda del jinete sin cabeza comienza de lo más trágico, se trata de la guerra británica en donde había batallando un soldado de origen alemán, este se encontraba en medio de la guerra y no veía hora de volver a su hogar, pero las circunstancias crueles no lo dejaron regresar y encima un soldado estadounidense pasó por donde se encontraba y utilizó su misma espada para quitarle la cabeza, desde allí se dice que él está buscando su cabeza, ya que el enemigo se la habría llevado, volvió desde las profundidades del infierno para poder atacar a las personas sobre su gran jinete negro, lo único que no pudo volver es su cabeza. Dentro de las características que hay sobre el jinete sin cabeza podemos decir que su caballo tiene la cola con cabezas que ya corto con su espada, luego su cuerpo está bañado en sangre, su caballo también tiene ojos totalmente rojos como si fueran hechos con sangre y es enorme en comparación con otros, nadie sabe desde donde sale o hacia donde va. El modo de atacar que tiene el jinete sin cabeza es de modo sorpresivo, cuando una persona anda en el bosque, sin importar que esté solo o en compañía, si comienza a escuchar el relinchar de su caballo, entonces será su fin porque de pronto aparece y le corta la cabeza a quien anda por el bosque, si fueran varios, solamente se llevará la cabeza de uno solo y se quedará frente al resto para que huyan rápidamente del terror que les provoca, cuando tiene la cabeza algunos dicen que se la prueba para ver si le queda, otros simplemente dicen que la añade a la cola de su caballo y así sigue su camino. La muerte del jinete sin cabeza como soldado alemán contratado fue durante el año 1776 y desde entonces que se conoce esta leyenda y se le teme mucho por los bosques 14
oscuros de todas partes del mundo, ya que en muchos países hay leyendas de personas que lo han visto, o que se apareció en algún lugar muy diferente a su lugar de muerte que fue en Estados Unidos, toda esta creencia llevó a que se realice la película titulada “El jinete sin cabeza” que cuenta una historia diferente a la de la leyenda, pero tuvo mucho éxito entre el público que espera respuestas para poder catalogar a este fenómeno que volvió de la muerte solamente para encontrar su cabeza y vengarse.
EL FANTASMA DE LA BASILICA DE GUADALUPE
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n la CDMX hay muchos lugares que ocultan leyendas aterradoras, sobre todo aquellos que diario reciben a millones de chilangos y turistas. Ésta es la historia del fantasma que habita la Basílica de Guadalupe.
Es uno de los lugares más concurridos de la Ciudad de México –y no sólo el 12 de diciembre–. Su estructura actual nació el 12 de octubre de 1976; sin embargo, existe otro edificio que fue construido muchísimos años antes, conocido como «la antigua Basílica». Desde que ese viejo edificio se construyó, por ahí del año 1709, millones y millones de personas han visitado el lugar con el propósito de cumplir mandas, elevar oraciones o sólo turistear. Sin embargo, hay un visitante que ha logrado llamar la atención de todos por el «pequeño» e «insignificante» detalle de que ya no está vivo. Según se cuenta, el fantasma de una mujer visita con frecuencia la casa de la Virgen de Guadalupe. Antes que alguien pueda verla en el recinto, es común que se escuche un ligero tintineo de campanas, cuyo origen nadie ha podido descifrar. Se dice que siempre lleva entre las manos una o dos velas. Son «mágicas» porque no se apagan ni con la lluvia ni con el fuerte viento que llega a presentarse en la Ciudad de 15
México. Se pasea por las inmediaciones de la Basílica, visita tanto el antiguo edificio como el nuevo y se dirige con decisión a alguno de los altares. Entonces se pone a rezar con fervor, sus plegarias suelen ser escuchadas por los visitantes, pero nadie se atreve a mirarla de frente. Después, la mujer se dirige a los altares, a veces a pie y otras de rodillas, y deja alguna ofrenda. Hasta ahora nadie conoce la historia de la mujer ni el motivo por el que siga acudiendo a la Basílica. Muchos creen que está cumpliendo una manda –eterna– o que tiene muchos pendientes por arreglar en este mundo antes de poder, por fin, descansar en paz.
EL NAHUAL
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n aquellos pueblos de la Huasteca se oían rumores acerca de un animal, que había matado a varios animales y herido a varias personas. Los Rancheros y ganaderos mandaban a gente a buscar a aquel animal, pues su ganado estaba desapareciendo y si los encontraban los hallaban destrozados. Martin un día salió en compañía de unos amigos, en busca del dichoso animal asesino, se internaron entre la maleza de aquellos lugares. Martin creyéndose el más valiente de todos se fue internando más y más a aquel lugar, los amigos perdieron el rastro de Martin, cuando llego la noche los amigos de Martin optaron por regresar a su pueblo dejando solo a Martin. Al día siguiente la policía fue a buscar a Martin, cuando por fin lo encontraron lo vieron pálido y con la ropa ensangrentada, la policía se acercó a él y le pregunto que le pasaba, 16
el de entre sus ropas saco un brazo humano, la policía lo detuvo de inmediato, cuando fue llevado ante las autoridades la declaración de Martin fue. Que cuando se separó de sus amigos se encontró a un viejito que traía consigo unas bolsas, el al verse perdido se acercó al viejito para preguntarle donde estaba el viejito le pidió que le ayudara a llevar sus bolsas y le diría por donde se fuera. Martin le ayudo pues veía que el viejito no podía ni caminar, cuando de repente, llegaron a una división el viejito le dijo a Martin tú fuiste bueno te voy a premiar y aquel viejito dio unos brincos muy altos parresia que tocaba las nubes y de repente se transformó en un impresionante lobo negro. Martin se asustó tanto que saco su machete y de un solo tajo le corto una pata y como pudo salió corriendo de ahí, fue cuando encontró a los policias.Las autoridades no le creyeron y fue encarcelado por supuesto homicidio. Los ancianos de los pueblos cuentan que lo que Martin encontró fue a la bestia al NAHUAL, y dicen que tuvo suerte de salir vivo. Desde aquella ocasión ya no a habido mas ataques a animales ni a personas.
LA FUENTE DE LOS MUÑECOS
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sta leyenda es una de las más escabrosas y populares en Puebla, famosa ciudad de México, muy conocida por su mole y sus numerosas historias. Corría la década de los 30 y gobernaba en la urbe el alcalde Maximino Ávila Camacho, hombre oriundo del Barrio de Xonaca, donde vivía con su esposa y sus dos hijos. Los chiquillos, un niño y una niña que no se llevaban demasiados años entre sí, eran muy alegres y curiosos. Constantemente estaban jugando en las calles y ya todos los vecinos los conocían, porque siempre andaban juntos. En aquel entonces los padres no se angustiaban tanto como hoy en día; era normal que los chicos jugaran fuera de casa hasta tarde, ya que los niveles de delincuencia no eran tan altos como en la actualidad.
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El caso es que un día, los hijos del gobernador no regresaron a casa. Preocupado, su padre salió a buscarlos, pensando que tal vez se habían entretenido con algo por los alrededores. Pero de ellos no había ni rastro. Preguntó a los vecinos y recorrió las calles del barrio una y otra vez, sin que nadie pudiera darle razón de donde se encontraban los niños. La última vez que se les había visto, los pequeños caminaban bajo la lluvia, tomados de la mano. Reían como siempre. A esas alturas, tanto el gobernador como las familias del vecindario estaban desesperados, pensando que algo malo les había ocurrido. Los otros padres temían por la seguridad de sus hijos. Se ordenó llevar a cabo una búsqueda por toda la ciudad y más allá, en vano. Nadie nunca volvió a ver a los niños. Y cuando ya todas sus esperanzas se habían agotado, el alcalde ordenó cesar con todos los esfuerzos. Poco después se los daba por muertos.
Desolado, Maximino ordenó hacer dos enormes muñecos, iguales a sus hijos. Se los colocó en el pozo principal del barrio, desde el cual todos los habitantes obtenían el agua que consumían a diario. Siempre había sido uno de los lugares preferidos de los niños para jugar. Desde entonces se refirieron al mismo como la “Fuente de los Muñecos” y poco después, cosas extrañas comenzaron a ocurrir. Algunos vecinos aseguraban que escuchaban risas infantiles por las noches, las cuales les helaban la sangre. Y es que de no ser porque todos sabían sobre la desaparición de los chicos del gobernador, muchos jurarían que eran ellos y que habían regresado para ponerles los pelos de punta. Otros aseguraban que habían visto a los muñecos moverse de su lugar. Por las mañanas los encontraban en su sitio, con las rodillas raspadas y los zapatitos muy sucios, como si hubieran regresado de ir a jugar.
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Por mucho tiempo la fuente se convirtió en el centro de las habladurías y los rumores que recorrían el Barrio de Xonaca, incluso después de la muerte del alcalde. Aun hoy en día se dice que los muñecos se mueven por las noches, que ríen y corren, para divertirse como hacían cuando eran humanos.
LA MONJA DE LA CATEDRAL
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ay una vieja leyenda mexicana que dice hace mucho tiempo, en los tiempos de la invasión francesa en México, existía un convento en los límites del estado de Durango. Allí, vivía una hermosa muchacha llamada Beatriz, que a pesar de su juventud y su belleza había decidido tomar los hábitos, pues era muy piadosa y tenía muy poco interés en los hombres. Pero cuando las tropas de Francia se presentaron para luchar contra sus compatriotas, ella no pudo evitar enamorarse de un apuesto soldado que estaba en el frente. Todos los días lo veía marchar al lado de sus compañeros, pues el batallón se había establecido frente al convento. Y aunque sus compañeras no se atrevían ni a levantar la mirada, por temor a que los soldados franceses las mataran, Beatriz siempre que podía cruzaba sus ojos con los de aquel desconocido. Un buen día, mientras ella se encontraba rezando en la capilla, escuchó que tocaban la puerta fuertemente. Al abrir, se quedó muy sorprendida de ver a su querido soldado, sangrando profusamente y pidiéndole asilo, pues el ejército mexicano había disparado contra él y sus compañeros.
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Dejándose llevar por sus sentimientos, Beatriz aceptó esconderlo en el convento y curó sus heridas. Le llevó de comer y de beber, y le preparó un catre para que descansara. Así transcurrieron los días y entre ambos surgió un amor muy profundo. Sin embargo, cuando el soldado se recuperó por completo hubo de partir a buscar a su ejército. Antes de irse, besó a Beatriz y le prometió que un día regresaría por ella. Aquella fue la última vez que la monja lo volvió a ver. Ella no tuvo manera de saberlo, pero días más tarde, cuando su amado logró reunirse con los franceses que habían sobrevivido a la última emboscada, todos fueron sitiados de nuevo por soldados mexicanos y fusilados sin piedad. Ignorante de su destino, Beatriz tomó la costumbre de subir cada tarde hasta el campanario de una catedral que se hallaba junto al convento, para mirar si acaso el hombre del que estaba enamorada había regresado por ella. Pero los días pasaron y junto a ellos, los meses y los años. La monja envejeció llena de melancolía por el amor de su vida y se rehusó a dejar de acudir a la catedral. En el fondo guardaba la vaga esperanza de que un día, vería al francés aparecer para irse juntos. Una mañana, al acudir a abrir la puerta principal de la catedral, el sacerdote a cargo se quedó paralizado al descubrir un cuerpo sin vida en el suelo. Era Beatriz, que finalmente había parado de sufrir por amor al caer desde el campanario. Desde ese entonces, se dice que a veces se puede ver el fantasma de una monja, deambulando con tristeza por el lugar. A veces se la ve asomarse desde el campanario, desde donde cae de una manera horrible. Otras simplemente aparece afuera de la catedral, como una sombra que se desvanece entre las paredes. Se dice que sigue esperando a su enamorado.
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En MĂŠxico, cada pueblo remoto o cercano a las ciudades cuenta entre sus tradiciones con una serie de relatos espeluznantes que los habitantes suelen narrar a quienes los visitan. Historias como “La llorona" forman parte de los testimonios Populares incluidos en Leyendas mexicanas de terror, una obra para todos los amantes de las narraciones de espantos contadas por nuestros abuelos.
Recopilador: Dania Paola GonzĂĄlez Vega 21