Runner Pasión corredores reales, historias que inspiran
OTRO CUERPO
A Juan Carlos, Ana y Sandra, correr les volvió a cambiar la vida tanto como bajar de peso.
El amanecer del cuerpo Miralos bien. Antes pesaban el doble. Ahora son corredores. Porque nada es imposible. Comprobalo. POR daniela rossi
“EL RUNNING ES RELATIVAMENTE
nuevo en nuestras vidas, pero enseguida supimos que nos hacía bien. Al correr nos seguimos descubriendo a nosotros mismos, nos sentimos poderosos por lograr hacer algo que durante tantos años estuvo tapado”, coinciden los tres. Juan Carlos Saib, Ana Ferroni y Sandra Cascarino aseguran que encontraron en el running un cambio de vida. Se convirtió en el mejor Fotos: herna n p e p e
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modo de empezar o terminar cada día, en el motivo para irse a dormir temprano para competir en una carrera, en el medio para mantener su peso, pero también a la inversa. Hoy mantienen su peso para poder correr mejor, porque les hace bien. Los tres tuvieron una baja pronunciada de peso mediante una dieta hipocalórica y al terminarla se cruzaron con el mundo de las zapatillas, los grupos de entrenamien-
to, las carreras. El momento para encontrarse con ellos mismos. Fue cuando su mujer estaba embarazada de su segundo hijo que Juan se planteó con firmeza que debía bajar de peso: “Pobres chicos, van a crecer sin padre”, dice que pensó. Al poco tiempo empezó el tratamiento con el que bajó 70 kilos. Inmediatamente después comenzaron las salidas a correr por La Plata, la ciudad en la RUNNERS WORLD
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que vive y corre. “Nunca había hecho actividad física. El running permite arrancar fácil, podés salir a cualquier hora, en cualquier lugar y no necesitás en un principio demasiadas aptitudes deportivas, aunque después sí te preocupás por la técnica. Para quien nunca hizo deporte, parece la opción más fácil”, asegura. Aunque en el inicio el running era una forma de mantener el peso al que había llegado, después dejó de ser un complemento para tomar protagonismo en su rutina. “Empezó por una cuestión de salud, para mantener el peso. Pero después mantenés el físico para poder correr, se da vuelta. Y empezás a buscar más”, asegura el abogado, que ya corrió 10K urbanos, media maratón, 27K de Pinamar, El Cruce y la maratón de Nueva York. Cuando terminó el secundario, Sandra se sintió aliviada porque no tendría que volver a hacer ejercicio ni correr el test de Cooper. Años después, en el examen preocupacional para ingresar a un nuevo trabajo, el médico
El PASAdO
Juan Carlos con 70 kilos de sobrepeso. Sandra, con 26 kilos arriba de su peso actual. Ana, 60 kilos la separaban del running. A los tres les cambió el modo de vivir volver a tener el cuerpo que alguna vez supieron tener. Correr les alimenta el espíritu.
le dijo que tenía obesidad en grado 1. “Fue un shock. Yo me veía en las fotos y no me veía así”, asegura. Sandra bajó 26 kilos y también encontró al running cuando no estuvo más la dieta. “Tenés que entrar al mundo real. Si bien cambiaste el modo de vida, la actividad física es esencial. Yo había pagado durante años el gimnasio, pero jamás iba. Sabía que mucha gente corría y quise probar”, asegura. Se anotó en una carrera de 5K y con ese objetivo empezó a entrenar dos meses antes. “Después no parás. Empezás a subir la cantidad de kilómetros, la frecuencia semanal. La calle te queda chica y querés probar la aventura y así”, ex-
plica sobre el derrotero de competencias en las que participó luego. El Parque Centenario fue el escenario que tentó a Ana. A una cuadra de su casa, por ahí empezó a salir cuando se preguntó “¿cómo se sentirá correr?”. “Es un camino de ida, cambia completamente tu vida”, dice sobre la actividad que hoy entrena cinco veces por semana. A los 15 años Ana tenía una vida deportiva activa, que incluía torneos de natación. Pero con el aumento de peso el entrenamiento quedó de lado hasta que decidió encarar la dieta, ya que deseaba ser madre –pesaba 135 kilos y bajó 60– y empezó a correr. “Esto no termina en el entrenamiento, sino que renovás el compromiso, buscás superarte, cada día te ponés un objetivo nuevo”, asegura. Ana salió a correr por primera vez en septiembre de 2012 y en octubre se anotó a sus primeros 5K. “Mi objetivo era terminarla. Llegué sin parar y en ese momento dije: esto es lo que me gusta, es lo mío”, cuenta.
escapar de alGÚn tipo de adicciÓn es la raZÓn por la que el 26 % de los runners coMenZaron a correr
la intersecciÓn donde running y cultura coinciden SI ALGO FALTABA Con los los geniales bloques de construcción de Lego, ahora también podés hacerte tu medalla. No, mejor no. EN ARENA El hombre relámpago, Usain Bolt, corrió una prueba de 100 metros sobre la arena, en la playa de Copacabana, en Brasil. Fue su segunda competición después de su lesión. 42
SEPTIEMBRE 2014
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DRON Investigadores australianos desarrollaron el Joggobot, un drone que te acompaña a correr y controla tu rendimiento.
NETFLIX Te ponés a ver Los Juegos de Hambre en el iPad y no te produce miedo porque en lo único que estás pensando esen cuantos kilómetros hacen los protagonitas corriendo mientras huyen.
SE LA BANCA El etíope Haile Gebrselassie tiró que le gustaría participar del maratón olímpico de 2016. Para entonces tendrá 43 pirulos. Percival Wyer corrió en Belín, en 1936, con 52 años... Así que...
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“En principio, un entrenamiento intensivo conviene solo si el organismo está estabilizado, si se posee una evaluación cardiovascular y de laboratorio que no evidencia malnutrición o lo que se denomina ‘hambre oculta’, que es la carencia de vitaminas y minerales producto de dietas con menos de 1.000 calorías por día”, explica la Dra. Mónica Katz, médica especialista en nutrición, sobre el momento ideal para comenzar una actividad como el running luego de un régimen hipocalórico. “Si con la alimentación no se consumen los macro (grasa, proteína y carbohidratos) o micro nutrientes (vitaminas y minerales) existe un riesgo de que haya carencias nutricionales. Si no, te comés a vos mismo: los músculos, el miocardio, el cerebro, los huesos”, asegura sobre los riesgos que pueden venir asociados a una dieta de este tipo. “Esto fue un cambio completo. Aquellos análisis que me hice para el preocupacional me diagnosticaron obesidad, pero los últimos chequeos médicos que tuve fueron perfectos. Incluso la antropometría decía que tengo el organismo de una persona de 29 años”, explica Sandra, que tiene 45 recién cumplidos. “Antes estabas siempre encorvado, hoy respirás mejor, caminás bien”, dice Ana sobre los cambios que siente. “Te cambia la óptica de la vida. Los análisis te dan bien, podés elegir qué ropa querés, podés vincularte desde otro lado con las personas. Hoy mis hijos ven que hago una actividad sana y pretenden hacer lo mismo cuando sean grandes, toman un ejemplo saludable”, cuenta Juan. “Hay cosas que descubrís cuando empezás a correr, como conocer un grupo lindísimo de gente. Hoy tenemos otro lugar desde donde vincularnos, no necesariamente hay que juntarse a comer. El running es maravilloso socialmente. Hace siete años que corro, pero me dio amistades muy fuertes”, explica Juan sobre el entorno social que le dio la actividad. “Hace un tiempo empecé a trabajar en un banco y hay un running team en el que me anoté. Es también otro modo de relacionarte con gente de la oficina, de generar un vínculo. Termina la jornada y salís a conectarte con la naturaleza, el aire libre, con las personas desde otro punto”, cuenta Sandra, que sale a correr al atardecer por Puerto Madero. “En las carreras también sentís la buena onda siempre, hay mucha camaradería. Alguien te alienta,
Ana
“Cada día tengo un objetivo”.
Sandra
“Pagaba el gym pero no iba”.
juan carlos
“Me animé a la Maratón de NY”.
te grita ‘vamos’ porque no te ve bien, y sabés que vos lo vas a decir también más tarde”, cuenta Ana. Además de bienestar físico, los tres coinciden en que el running les dio seguridad, los incluyó en un ámbito en el que se sienten iguales con otros, les planteó una superación constante y una sensación de poder más. “Te sentís uno más, no importa cuánto corras, a qué velocidad, no importa tu peso ni tu altura. El running incluye a todos”, dice Ana. Sandra coincide en que, más allá de la velocidad o la capacidad de cada uno, en el running no se sienten diferentes: “Este es un deporte igualitario. En una carrera estás vos y el atleta de elite que llega primero o marca un récord. No hacemos el mismo tiempo pero vamos todos juntos. En otros deportes no pasa eso”, justifica. “Salir contra tu voluntad te hace sentir fuerte. Podés superar la quietud, el tedio o la bronca de no correr. Inmediatamente después decís ‘¡qué maravilla estar acá!’”, asegura Juan sobre los días en los que debe esforzarse más para salir de su casa. Los fines de semana, incluso, toma la autopista y viaja hasta Palermo para correr por los Bosques, lugar que también disfruta como circuito. Haga frío o llueva, ellos aseguran que salen a correr igual. “No depende del clima, las carreras se hacen igual así que nosotros no podemos quedarnos en nuestras casas por una lluvia”, coinciden. Cada uno tiene metas deportivas que los incentivan a más. Los 100K de El Origen son el principal objetivo que tiene Sandra por delante: será en febrero de 2015. Antes agendó Tandil en agosto y la carrera que The North Face hace en Bariloche en noviembre. El Cruce es la competencia con la que Juan arrancará el próximo año. Antes estarán la media y la maratón de Buenos Aires. Dos carreras de 21K esperan a Ana en esta temporada, y para el año próximo desea lograr un maratón y alguna carrera de montaña. También sueña con un triatlón, competencia que volvería a vincularla con la natación, que practicaba de adolescente. Todos aseguran, ya con la ropa de trabajo en el bolso y las zapatillas puestas: “Tenemos otra chance, un cuaderno en blanco que podemos escribir. Empezamos desde cero, nos paramos en la vida de otro modo. Hoy el running es parte de ese cambio completo”. RUNNERS WORLD
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