personaje • Por Daniela Rossi - Fotos: Adán Jones
Fabricio Oberto
“Ahora me mis gustos” Referente de la Generación Dorada del básquet nacional, fue campeón en la NBA, tuvo su merecida despedida en su Córdoba querida y ahora incursiona en varios terrenos: la música, el vino, la tele y la radio.
ive en Córdoba. Eso, por ahora, no se negocia. Fabricio Oberto pasó una tarde de domingo en Buenos Aires junto a Bruce Bowen, uno de sus ex compañeros en San Antonio Spurs. Ambos fueron parte de NBA 3X, un evento que organiza la mayor liga del mundo en diferentes países apuntado a los jóvenes basquetbolistas. Apenas terminada la actividad –anécdotas, consejos y chicanas incluidas-, Fabricio y su hija Julia partieron
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rumbo al aeropuerto. Su ciudad los esperaba para terminar el fin de semana allí. Tiene 39 años, mide 2.08 y estrena corte de pelo. A cada paso que da por la cancha –y cuando sale- un chico se le acerca para saludarlo, pedirle una foto, darle una palmada. Oberto sonríe siempre. Debutó en Atenas en 1993, jugó en Grecia, en España (en donde ganó tres títulos y dos subcampeonatos) y en 2005, a los 30 años, debutó en los Spurs. Al año siguiente consiguió su primer anillo de la NBA. Al mismo tiempo se convirtió en uno de los re-
ferentes de la Generación Dorada de la Selección nacional, con la que fue campeón en el Mundial de 2002 y medalla de oro en los JJOO de Atenas 2004, entre otros logros. Durante sus últimos años en los Estados Unidos, una arritmia cardíaca lo alejó de las canchas: le practicaron una ablación y durante dos años estuvo retirado del básquet. Volvió en Atenas de Córdoba, el club de su vida, y ahí tuvo su despedida. Aunque para él sea algo parecido a estar en stand by. -Te fuiste de los Spurs en 2009. Cinco años después parece que tu vínculo con ellos