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GABRIEL GOITY
“TENER CONTINUIDAD EN LA ARGENTINA ES DIFÍCIL” REESTRENÓ CASADOS SIN HIJOS, TELEFE,
REFLEXIONA SOBRE
UNA DE LAS
“EL
26> CLASE
COMEDIAS MÁS VISTAS DE
2016. Y
MIENTRAS DEFINE SU REGRESO AL PRIME TIME DE
PRIVILEGIO” DE SER UNO DE LOS ACTORES MÁS CONVOCANTES Y CONVOCADOS.
nos mates en Playa Paraná, a 1.300 kilómetros de la vorágine porteña en la que pasó los últimos meses. Ese fue el plan para poner la mente en blanco, respirar y poder volver a empezar. En Puerto Madryn, frente al azul intenso del océano Atlántico, Gabriel Puma Goity pasó los primeros días del año. Atrás quedó una temporada de éxitos. Por delante, otra asoma. Empezó con la reposición de Casados sin hijos, somos childfree, la obra que protagoniza junto a Eugenia Tobal en Paseo La Plaza. Su 2016 incluyó la segunda temporada de Psiconautas, emitida en América latina por TBS; la miniserie Si, sólo si (TV Pública), el estreno de la puesta teatral a la que acaba de regresar y su papel como Capitán Garfio en Peter Pan, todos podemos volar, el musical infantil que tendrá segunda vuelta en las próximas vacaciones de invierno, de nuevo en el Gran Rex. ¿2016 fue uno de sus años más exitosos? Y, ¿qué te parece? ¡Fue un año espectacular! Lejos de achicarse, Goity va por todo cada vez que le llegan propuestas que le interesan. Y aunque un segundo año del mismo proyecto no implique prepararse desde cero, el actor ya tiene aprendido que retomar exige tanto como estrenar. “Una vez, íbamos a reestrenar una obra en Mar del Plata. Teníamos que juntarnos unos días antes para ensayar y yo decía: ‘Pero, por favor, somos todos profesionales, no hace falta. ¿Cómo no nos vamos a acordar el texto, las escenas? Es como andar en bicicleta’. Yo empezaba la obra con un monólogo... Y no la pasé nada bien. Esto fue hace 10 años, así que ahora, olvidate: ‘Ensayemos mil horas’”, se ríe sobre la experiencia que le quedó grabada. Muchas veces a un proyecto le va bien pero, por cuestiones de agenda del elenco, la producción o hasta el teatro, no puede repetirse. ¿Disfruta revivir algo que ya hizo? Sí, es verdad, son muchas variables. Sobre todo en nuestro país, donde es bastante difícil sostener los proyectos, tener continuidad. Pero está buenísimo
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volver con algo que nos dio tantas satisfacciones. Texto de Matías del Federico, dirección de Mauricio Dayub y Marcos Carnevale, dupla con Eugenia Tobal. ¿Childfree le resultó atractiva por sus compañeros, además de por el tema? Fueron varias cuestiones. Lo primero y fundamental es que quería hacer la obra de un autor nacional: Matías es brillante, ya lo habíamos visto con Bajo terapia. Segundo, buscaba que tuviera un tema, más allá de que fuera una comedia. Todos los carteles de las obras prometen que “te vas a divertir, te vas a reír”. Pero quiero que haya un tema interesante detrás, algo que se destaque. Todos se desesperan por asegurar y que quede claro que te vas a reír. Además de eso, acá también te vas a emocionar. Y de eso no hay mucho. ¿Por qué le interesaba actuar un texto argentino? Todos los materiales que me venían llegando eran de autores extranjeros. Obras que las terminamos adaptando pero, en definitiva, están alejadas. ¿Viste que en la Argentina hay muchas modas? Así como el parripollo y el pádel, en el teatro argentino se pusieron de moda los autores españoles y franceses. Pero tenemos grandes dramaturgos argentinos, gente que necesita mostrarse. También me pasó que estuve haciendo temporada con Luis Brandoni, fanático del teatro nacional, quien me decía: “Usted tiene que hacer teatro argentino. Termínela con los otros” (risas). De alguna manera lo venía masticando y, gracias a Dios, lo pude hacer. ¿El humor también puede hacer reflexionar? Si te fijás, no hago comedias blancas. No soy de hacer solamente un entretenimiento: me gusta hacer teatro del que la gente se vaya reflexionando, que no se olvide al primer bocado de pizza después de la función. Que haya una reflexión, una bajada de línea, un pensamiento, que genere polémica. El teatro fue siempre eso. Cuando camino del camarín hasta el estacionamiento escucho a la gente que está debatiendo lo que vio. Eso es lo que me gusta generar cuando me subo al escenario. A esta altura de su carrera, ¿el fracaso es una variable que ya no contempla?
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La verdad, no lo evalúo. Hago todo con pasión. Lo que tiene nuestro trabajo es que, cuando se pierde, se pierde rápido. Si una obra o un programa no anda bien, se baja enseguida. En esta profesión no hay mucho tiempo para el duelo. Sabemos que es parte de esta carrera tan difícil. Pero bueno, si algo no anda, no va, seguimos con la próxima. Tengo ese deseo constante de hacer, de ir para adelante. Me preocuparía el día que no tenga esas ganas de hoy. ¿Qué ganó con los años y la experiencia? No lo pienso así. Para mí, cada momento es nuevo. Y creo que está bueno que sea así. Cuando empiezo un proyecto siento como si no tuviera trayectoria, como si tuviera que volver a ganarme todo. Acá te toman examen todos los días. El público me conoce, no te voy a mentir. Pero, en lo personal, siempre pienso que es la primera vez. Y es una gran responsabilidad. No sé si el término es miedo pero, con los años, me genera más respeto, porque uno es más consciente de la profesión. Cuando sos joven no pensás tanto. “Hoy me van a ver, me van a comparar”, pienso. Tengo más presión por ese lado, pero está bueno. Disfruto esta etapa. Llega un texto, lo ensayo, me corre un hormigueo. Tengo dudas, temores, como si nunca lo hubiera hecho. ¿Diría que se trata de conservar la humildad del debutante? No me parece que esté bueno sabérselas todas. Siempre hay mucho para aprender. El público que te va a ver hoy no te vio antes. Así que la trayectoria no sirve de nada. No me agarro de las glorias pasadas. No corre lo que hiciste antes: es aquí y ahora. Uso eso a mi favor para estar atento.
SANGRE PUMA Nacido y criado en El Palomar, jugador de rugby en su juventud y fanático del fútbol de toda la vida, se define como un hincha con el corazón dividido por igual entre Huracán, Boca y Almagro. Ese fanatismo por la pelota se cruzó dos veces en la ficción. Primero, en una obra de teatro independiente con Rodrigo Cárdenas, en la que interpretó a un hincha de Racing. “Eso fue hace bastantes lustros”, bro-
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Phs: Gentileza Paseo La Plaza
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SOLD OUT Augusto y Flor son un matrimonio feliz. Como base de su proyecto vital, acordaron no tener hijos. Sin embargo, todo parece cambiar en el cumpleaños número 50 de él. Casados sin hijos: somos childfree, es una comedia romántica sobre la libertad para tomar decisiones y mudar de opinión. Tras ser una de las 10 obras más vistas de 2016, volvió a la sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza.
mea. Después le tocó ser padre de una promesa de la número cinco en Buenos vecinos. “Es algo que forma parte de nuestra cultura, nuestro folclore. A veces, si usás terminología futbolística para decir algo, lo comunicás más rápido”, reflexiona. Como el desopilante Capitán Garfio, Goity conectó con el público infantil, aunque su foco estaba en los adultos: “Pero escuchar la platea llena de risas puras, genuinas, es alucinante. Los chicos tampoco te regalan nada. Son muy sinceros: cuando no les gusta, te hacen sentir el gélido frío”, asegura. El otro terreno que Goity siempre elige es el de la comedia televisiva. Estuvo en la primera tira que Ideas del Sur hizo para ese formato, Buenos vecinos; después llegó Los Roldán y siguieron Sr. y Sra. Camas, Sos mi hombre y Noche y día, entre otras. Por estos días, Goity ultima los detalles de su contrato con Telefe y Underground que definirán su participación en la telenovela Fanny, la fan, con Agustina Cherri en el rol central. Previsor, si eso no termina de avanzar, tiene otras dos carpetas para revisar, además de una película para rodar. Desde aquel debut oficial que él sitúa en la temporada 1981/1982, Goity asegura que su entrega y amor por lo que hace están intactos. “Lo tomo como un verdadero premio. Si me convocan para hacer teatro en el Paseo La Plaza y en el Gran Rex, ¿cómo me lo voy a perder? No puedo estar cansado. Es pasión pura, mi vocación, mi carrera, mi trabajo. Muy pocos pueden tener esta experiencia. Y yo no puedo entenderla de otra manera. Tengo el privilegio de ser actor”. ¿Cuál es la clave para que una obra, película o tira funcionen? No lo sé. Pero cuando la gente se junta con corazón y con entrega, es difícil pifiarle. El país tiene que acompañar; si no, a veces uno siente que hace un excelente helado pero está en la Antártida. Se trata de entregar todo, no sentarse en los laureles y siempre estar en camino a la excelencia.◆ CLASE
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