MUNDO t Joao Paulo Cunha,
foto : a . f. p.
expresidente del Congreso, Marcos Valerio, empresario que habría lavado el dinero ilegal del gobierno, y José Dirceu, mano derecha de Lula da Silva, fueron condenados por su participación en el escándalo de corrupción llamado ‘mensalão’.
¡A la cárcel!
Las nuevas condenas en el Juicio del Siglo, incluida la de José Dirceu, ministro de Presidencia de Lula da Silva, ponen en duda el legado del expresidente y sus posibilidades de reelección.
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iemblan los corruptos en Laborista Brasileño, quien denunció iniBrasil y elTribunal Supremo de Justicia cialmente el mensalão y apuntó a Dirceu hace historia. Fueron condenados por como su principal responsable. su participación en el mensalão, el Dirceu ha declarado constantemenescándalo de corrupción más importante de te que es inocente. “Fui prejuzgado y la última década, José Genoino, expresidente linchado”, dijo cuando supo el fallo y del oficialista Partido de los Trabajadores aseguró que se trataba de un ataque por (PT), Delúbio Soares, el tesorero, y el pez razones políticas: “Desde 2005 fui consigordo del PT: José Dirceu, mano derecha de derado como el enemigo público número Lula da Silva y su ministro de Presidencia. uno por los enemigos del PT”. José GenoiA este proceso se le ha llamado el no, otra de las grandes figuras del partido, Juicio del Siglo y con mucha más razón renunció al cargo de asesor especial del tras estas tres condenas, las primeras Ministerio de Defensa, que desempeñaba que culpan de corrupción directa a los hasta ahora. involucrados. Según la sentencia, desde El escándalo salpicó al expresidente, su posición como director de la campaña contra quien comienzan a surgir pruebas. presidencial de Lula, José Dirceu orques- Según la revista brasileña Veja, el empretó su subida al poder al comprar apoyo sario Marcos Valério, acusado de lavar electoral a cambio de contratos ventajo- el dinero que el gobierno les pasaba a sos y favores políticos. Una vez que Lula los parlamentarios, dijo que “todo lo que ganó la Presidencia, Dirceu se encargó de hacía era del conocimiento de Lula”. Aunpasar una mesada (mensalão) a los par- que el Tribunal se ha negado a procesarlo, lamentarios para que desde el Congreso el escándalo empaña considerablemente apoyaran las propuestas del u El expresidente Lula partido oficialista. da Silva es visto como el El Tribunal Supremo responsable del enorme condenó a Dirceu a 18 años progreso que Brasil ha de cárcel por estas acciones, a vivido en los últimos pesar de que no existían prueaños. Su participación en bas contundentes de su partiel ‘mensalão’ no ha sido cipación. De hecho, la condeprobada pero la corrupción na se basó mayormente en el testimonio de Roberto Jeffer- comienza a manchar su hasta ahora impecable imagen . son, expresidente del Partido
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la imagen de un político adorado por su gente y reconocido internacionalmente como el hombre que acabó con la pobreza en Brasil y empujó al país a la modernidad. Que su gobierno haya estado marcado por una red de corrupción que habría malversado al menos 25 millones de dólares abre grietas en el pedestal del hasta ahora héroe latinoamericano. Algunos analistas consideran que la gran beneficiada de este escándalo será Dilma Rousseff, bajo cuyo gobierno se juzgó y condenó a los corruptos. Y no solo a los responsables del mensalão, sino también al menos a ocho ministros y una docena de funcionarios públicos heredados de Lula que Rousseff sacó de su administración por estar ligados a prácticas corruptas. De cara a las elecciones presidenciales de 2014, aún no se sabe si Rousseff buscará la reelección o si Lula se presentará como candidato. En todo caso, la imagen del expresidente está ahora manchada mientras que la de Rousseff seguiría intacta. Los partidos opositores también podrían ganar puntos con quienes asocien a todo el PT con el mensalão. El proceso contra los implicados ha sido expedito, cosa que no deja de sorprender, si se considera que de los 11 magistrados que conforman el Supremo, ocho fueron designados por Lula y la presidenta Rousseff. Los brasileños celebran esta victoria de la Justicia, pero es difícil no recordar el también escandaloso caso del presidente Fernando Collor de Mello, destituido en 1992 por corrupción. Años después, el PT llegó al poder prometiendo hacer un nuevo tipo de política transparente y limpia, pero ahora se sabe que estaban muy lejos de cumplir con su oferta. Aparentemente, es más fácil matar la corrupción con palabras que con hechos. n foto : a . p.
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