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Sábado. 5 de mayo de 2018 • LA RAZÓN
gts LA COLECCIÓN «Odalisque couchée aux magnolias» Quizá uno de los Matisse más importantes en salir al mercado en años Autor:
Henry Matisse Precio de salida:
70
Millones de dólares
Rockefeller ASÍ SERÁ LA SUBASTA DEL SIGLO
Entre el 8 y el 10 de mayo se adjudicarán cerca de dos mil piezas –cuadros, muebles, porcelanas y tapices– que pertenecieron al acaudalado matrimonio formado por David y Peggy. Se estima que se recaudarán más de 500 millones de dólares D. MENDOZA - MADRID
E
n más de 250 años de historia, Christie’s ha subastado desde el cuadro más caro del mundo, el «Salvator mundi», los vestidos de Diana de Gales o las zapatillas rojas de Judy Garland en «El mago de Oz», hasta un huevo Fabergé de 12 millones de euros y un autorretrato de Frida Kahlo que fue el primer cuadro de un latinoamericano en superar el millón de dólares en una subasta. Sin embargo, este 8 de mayo comenzará una puja que conformará un capítulo sin precedentes en la historia de esta casa. La colección de David y Peggy Rockefeller sale a la venta y se espera que recaude más de 500 millones de dólares. Entre los 1.550 lotes se cuentan más de cien obras de pintores impresionistas, posimpresionistas y de arte moderno,
una vajilla de porcelana de Sèvres hecha por encargo para Napoleón, una veintena de muebles antiguos, porcelanas chinas, japonesas y coreanas. Y todo lo recaudado por su venta será donado a fundaciones y organizaciones sin ánimo de lucro. David Rockefeller, que falleció el año pasado a los 101 años, era el nieto menor de John D. Rockefeller sénior, el magnate del petróleo y el primer multimillonario estadounidense. David era conocido por haber fundado el Chase Manhattan Bank, pero también por su labor filantrópica –donó más de 800 millones de dólares a lo largo de su vida– y su pasión por el mundo del arte. De hecho, su madre, Abby Rockefeller, fue una de las tres fundadoras del MoMa de Nueva York y David perteneció a la junta del museo hasta su muerte. El mejor ejemplo de su vínculo
Peggy y David Rockefeller se aficionaron al arte moderno gracias al director del MoMa de Nueva York
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LA RAZÓN • Sábado. 5 de mayo de 2018
gts Vajilla de postres «Marly Rouge»
«Fillette à la corbeille fleurie»
De porcelana de Sèvres y hecha especialmente para Napoleón I entre 1807 y 1809, y entregada ese año en Fontainebleu. Perteneció a Abby Aldrich, la madre de David
Los Rockefeller la adquirieron junto a parte de la colección privada de Gertrude Stein tras su fallecimiento, en 1968
Peggy y David le encargaron esta escultura a Calder en 1967 a través de Klaus G. Perls, el famoso colecionista y dueño de Galerías Perls
Autor:
Autor:
Pablo Picasso
Alexander Calder
Precio de salida:
Precio de salida:
Precio de salida:
Mil dólares
Millones de dólares
90 - 120
150 - 250
EFE
«Arado»
con esa institución es que el actual jardín de esculturas del MoMa fue, en los años sesenta, la casa donde David nació. Pero mucho antes de desarrollar su pasión por el arte, al magnate ya le había «picado el bicho del coleccionismo», según cuenta el profesor Michael Watts, «cuando encontró un espécimen de Parandra brunnea, un escarabajo longicornio» en la casa familiar de Tarrytown, Nueva York, cuando tenía apenas siete años. El insecto le fascinó tanto que lo preservó y se dedicó, desde entonces, a coleccionarlos (cuando murió, había reunido más de 2.000 especies distintas y hasta había descubierto un escarabajo que lleva su nombre, el diplotaxis rockefelleri). Claro que después de casarse con Peggy en 1941, su interés por el arte aumentaría de manera notoria. Ella era quien se encargaba de decorar sus hogares y elegía con mimo las piezas que exponía, eso sí, sin caer jamás en lo opulento, o al menos eso han asegurado algunos de sus distinguidos invitados tras su fallecimiento. Aunque no todos eran tan benevolentes. En 1948, Marga Barr, esposa del entonces director del MoMa, Alfred Barr, visitó la casa de Manhattan de los Rockefeller y, según escribió el propio David, criticó las pinturas «de hombres con chaquetitas rojas» que decoraban sus paredes. La pareja se sintió insultada y pidió consejo a Barr, quien a partir de entonces les daría a conocer a las obras de muchos impresionistas franceses y de artistas precursores de dicho movimiento. Entre los lotes que salen ahora a subasta se encuentran, por ejemplo, cuadros de Manet, Corot, Monet y Pissarro. Sin duda, parte del encanto de la colección reside no solo en su inmenso valor, sino también en el vínculo de ésta con los Rockefeller y los historias que cuenta. Es el caso de «Los Rivales», de Diego Rivera, que el mexicano
¿Quiénes son sus nietos?
Ariana Rockefeller, diseñadora de bolsos y filántropa
Camilla Rockefeller, trabaja por la conservación del océano
Christopher Lindstrom, defensor del medio ambiente
Miranda Kaiser, presidenta del Refugee Center Online
David Kaiser se ha posicionado contra ExxonMobil
Michael Quattrone, cantante, compositor y poeta
Rebecca Rockefeller, guía de retiros espirituales
Clayton Rockefeller, líder en diseño sostenible
Adam Growald, escritor y consultor de branding
Daniel Growald trabaja con energías renovables
pintó en 1931 en un barco de camino a Nueva York, a donde iba a conocer a Abby Rockefeller para hablar de una restrospectiva suya que se preparaba en el MoMa. El cuadro representa las festividades de Oaxaca y además de que fue la primera obra suya que la familia adquirió, en 1941 la matriarca se lo ofreció a su hijo como regalo de bodas. Un gran momento para Peggy y David fue la compra, en 1968, de la colección que había pertenecido a Gertrude Stein. Rockefeller unió fuerzas –y dinero– con su hermano Nelson, también un gran coleccionista, William S. Paley, John Hay Whitney y André Meyer para hacerse con el conjunto y tuvo la suerte de ser el primero en elegir las obras que quería para sí. Quizá la más relevante de ellas sea «Fillete a la corbeille fleurie» (1905), de Picasso, que el martes sale a la venta por más de noventa millones de dólares.
Diez años de negociación La colección es tan impresionante que, antes de la subasta, Christie's la ha expuesto en Londres, París, Pekín, Los Ángeles, Shanghái y Nueva York, donde cientos de personas hicieron fila para contemplarla. Para la casa de subastas se trata de una venta histórica por la que lucharon durante una década, según el periodista James Reginato, que explica que Marc Porter, director de Christie's en Estados Unidos, cerró finalmente el negocio en 2013. Rockefeller había dejado claro mucho antes que quería que su colección pasara a manos de otros dueños «que obtengan de ella tanta satisfacción y alegría como nosotros». Dicho deseo va de la mano con su legado filantrópico –durante su vida, donó más de 800 millones de dólares a las causas que apoyaba–, que sus diez nietos también mantienen vivo, sobre todo en cuanto a salvaguardar el medio ambiente se refiere.
2,5 - 3,5
Millones de dólares
COLECCIONAR JUNTOS FERNANDO RAYÓN Director de «Ars Magazine»
Dicen que los ricos americanos son distintos. Y lo son por dos motivos: porque son más ricos, y también porque son más simpáticos. Son los dos rasgos que mejor retratan a la pareja Peggy y David Rockefeller y a su colección: coleccionaban juntos y además con un criterio bastante peculiar. A lo largo de su vida donaron en torno a los mil millones de dólares a instituciones de todo el mundo, España incluida. Quizá por esa filantropía tuvieron muy claro que sus obras de arte no iban a terminar en ningún museo de nueva creación, sino en aquellos con los que ya colaboraban. También decidieron que a su muerte el resto de sus bienes fueran subastados para que otros coleccionistas pudieran disfrutar y cuidar aquellas piezas. En total serán 1.550 lotes, 450 de ellos pinturas, y el resto, muebles y artes decorativas. Christie’s espera «PEGGY Y DAVID recaudar en torno a COLECCIONABAN los 500 millones de dólares que se JUNTOS Y CON destinarán íntegraUN CRITERIO mente a once BASTANTE instituciones PECULIAR» benéficas. Algunas ventas harán historia. Quizá el lote más caro sea la «Muchacha con la cesta de flores», de Pablo Picasso. Pintado en 1905 en plena transición de la etapa azul a la rosa, tiene una estimación entre 90 y 120 milllones de dólares. Me atrevo a decir que, pese a que se trata de un desnudo que retraerá a los inversores árabes, subirá bastante más. Su procedencia de la colección de Leo y Gertrude Stein añade pedigrí a una obra cuya belleza tampoco la necesita. También se dispararán la «Odalisca tumbada con magnolias», de Henri Matisse (estimada en 70 millones), y los «Nenúfares en flor», de Monet (50). Maravillosa es también la «Mesa de música», de Juan Gris (22) y el «Arado», de Calder. Pero también será noticia el precio que recauden las 70 vajillas, especialmente la que fue de Napoleón y la llamada Rockefeller de la Compañía de Indias. Pero habrá más sorpresas. La familia se lo merece.