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Juanita, La Niña Que Perdió A Su Madre

CAMARGO

JUANITA, LA NIÑA QUE PERDIÓ A SU MADRE

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Autora: Prof. Rosmeri Ruiz Otondo

Municipio: Camargo, U.E. Carusla Servidumbre Costumbrista.

Había una vez una niña que vivía detrás de unos cerros donde no existía ninguna escuela. Juanita vivía en ese lugar muy triste, porque, además, no la querían en su casa. Un día llegó su padre borracho, como siempre llegaba a discutir y a pelear con su mamá. Al final, siempre la pegaba, con tanta rabia y le repetía que Juanita no era su hija. Juanita, de 9 años, se sentó en una grada y se quedó callada y pensativa, pensaba dónde estaría su papá, también pensaba que, si su papá estuviera con ella, él sí la querría y mimaría. Pasaron semanas y la tristeza de Juanita no se quitaba con nada y en eso, el lunes de madrugada llegó una señora llamada Martina. La señora Martina había llegado temprano al pueblo en busca de empleadas y la madre sin dudarlo le entregó a Juanita, y no le importó si estaría bien, si tendría cariño y atención. Su madre pensaba que todos sus problemas eran por causa de Juanita y quería que se vaya para ser feliz con su pareja. Le regalo a mi hija, le dijo. La señora Martina, le hablaba mientras caminaban y para que Juanita ya no llorara, le prometió muchos juguetes, ropa, zapatos, comida rica, y Juanita, en medio de toda su tristeza, pensaba que al menos estaría mejor. Las palabras de la señora Martina animaron a Juanita pues le dijo que sería como su hija. Llegaron a la gran casa de la señora Martina. Juanita esa semana comió bien, durmió mejor, le dieron ropa y un hermoso delantal azul de cuadritos, le parecía tan bonito que Juanita estaba contenta. Pero a la semana siguiente Juanita tenía que levantarse a las 5 de la mañana porque la señora tenía una granja de pollos y Juanita tenía que empezar limpiando la granja, luego a las 7 de la mañana tenía que preparar el desayuno para ocho personas, luego limpiar la casa y ayudar en la cocina para el medio día. Si podía lavaba la ropa de todos, la planchaba, tenía ya que lavar los platos de la cena y dejar ordenada la cocina, hasta eso ya se hacían las 11 de la noche. Juanita trataba de apurar el paso en sus tareas diarias porque la señora Martina siempre le decía que tenía que

organizarse mejor y ser responsable, ya que así podría tener tiempo de sobra para jugar o hacer lo que ella quisiera. Juanita pensaba que era muy desorganizada y lenta porque nunca le sobraba tiempo para nada, ella quería estar igual que las hijas de doña Marina: volver de la escuela y echarse en cama con su celular, encender la tele y no hacer nada de nada. Alguna vez que Juanita apuraba el paso y terminaba sus deberes, la señora ya tenía algo nuevo para hacer. La señora se había olvidado de los juguetes, no estaba ya la ropa bonita, ni la comida sabrosa y ni un minuto de descanso. En las noches, cuando se entraba a dormir quería pensar en su mamá, pero se dormía de tan cansada que ya estaba olvidando el rostro de su madre. Juanita se pasaba el tiempo sola, tímida, llena de tristeza, sin muestras de cariño ni de afecto por las personas que vivían a su alrededor, quería saber por qué tenía que sufrir de esa manera. Juanita había crecido, ya no era la niña chiquitita de 10 años, ahora era más guapa y más alta, tenía 14. Estaba barriendo la acera como todas las mañanas y vio que a lo lejos se acercaba una señora, era su madre que, al principio, no la reconoció. Cuando la madre se acercó a ella, la miró detenidamente y se echó a llorar, le pidió perdón por haberla abandonado y haberla cambiado por aquel hombre tan malvado. El hombre se había ido. Juanita la perdonó y volvió con su madre. Sin embargo, siempre volvía a su corazón aquel dolor de cuando la entregó a doña Martina, el dolor que sintió al haber sido abandonada, dejando que la explotaran y la maltrataran.

ACTIVIDADES

1) Respondamos a las siguientes preguntas de acuerdo con la lectura. 1 ¿Con quién vivía Juanita? ¿La trataban bien en su casa? 2 ¿Asistía Juanita a la escuela antes de trabajar con la señora Martina? 3 ¿Qué le prometió la señora Martina para que Juanita se fuera con ella? ¿Qué pasó con estas promesas? 4 ¿Cómo vivían las hijas de la señora Martina en comparación con ella? 5 ¿Crees que Juanita era desorganizada, y que por eso no podía tener tiempo libre? 6 ¿Crees que la mamá de Juanita fue feliz después de que la regaló? 7 ¿Qué hubieras hecho tú, en el lugar de la mamá de Juanita? 8 ¿Si tuvieras hijos los regalarías? ¿Por qué? 2) Realizamos esta promesa en voz alta y la copiamos en nuestro cuaderno.

YO prometo que voy a dar cariño a los niños y niñas que lo necesiten y siempre le diré que son especiales y que sus amigos seremos su familia.

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