Diseño de las actividades de cada taller 1.- En los pasos anteriores hemos aprendido a diseñar los talleres o módulos de actividades, que tienen un número variable según cada proyecto. También hemos empezado con la gestión del currículum. Asimismo, hemos sometido a los objetivos didácticos a una serie de comprobaciones. De igual manera, con un diseño previo de las actividades (número y descripción sintética), acabamos de completar la tabla de enseñanza de cada taller y, al finalizar cada uno de ellos, incorporamos la hoja de control de los aprendizajes. Por último, hemos hecho las tablas de programación de todo el proyecto. 2.- Llega ahora el momento del diseño pormenorizado de las actividades de cada taller. Dichas actividades tienen que presentar un enfoque comunicativo, fomentar un pensamiento inductivo y estimular la motivación del alumno/a (Ver documento específico). En una secuencia didáctica de producción de textos como la que nos ocupa, tiene que haber suficientes actividades como para que el alumno/a llegue a la meta final de producir un texto de forma autónoma, es decir, tiene que saber planificarlo, estructurarlo, textualizarlo y revisarlo. Siguiendo la tipología de Littlewood, en los talleres ahondaremos en tareas más sencillas que preparen al alumnado para la tarea compleja de producción del texto. Por lo tanto, diseñaremos actividades pre-comunicativas (estructurales y cuasi-comunicativas) y/o actividades de comunicación funcional. Esta progresión en la dificultad culminará al final del proyecto con la revisión de la producción inicial y con la realización de la producción final autónoma.
Diseño del Taller 0 o producción inicial y su revisión 1.- Al inicio del proyecto, y tras su presentación – negociación – motivación, diseñaremos el Taller 0 o producción inicial. Esta producción inicial es una tarea compleja, esto es, una actividad de interacción social diseñada de forma esquemática (datos contextuales y temáticos mínimos imprescindibles para dirigir una producción autónoma del alumnado). La producción inicial sirve para que el docente sea consciente de los conocimientos previos sobre el género y destrezas comunicativas ya adquiridas. Es el punto de partida del proceso de enseñanza-aprendizaje y, por ello, puede (y debe) tener repercusión en la puesta en práctica del proyecto didáctico diseñado: a partir de los resultados, se insistirá más en unos objetivos que en otros (evaluación diagnóstica). 2.- Estos resultados los obtendremos aplicando a cada producción individual la tabla o parrilla de observación diseñada (aprenderemos a hacerlas en el paso siguiente). La misma parrilla la vamos a aplicar tres veces: después de la producción inicial; tras la revisión de la producción inicial después de haber realizado todos los talleres; y al finalizar el proyecto, como corrección de la producción autónoma final. 3.- La producción inicial hay que devolverla a cada alumno/a tras haber realizado todos los talleres de aprendizaje y encomendarles que revisen lo que hicieron al principio del proyecto. Completamos así el circuito inductivo: tarea compleja – tareas sencillas – tarea compleja. Los alumnos/as modificarán el texto, que volveremos a corregir con la tabla o parrilla de observación. Esta revisión (habilidad imprescindible en la producción de textos) permitirá dos constataciones muy importantes: al alumno/a le supondrá una reflexión sobre su aprendizaje y al docente, una evaluación continua y formativa, puesto que podrá comparar las anotaciones de la parrilla de observación tras la producción inicial y después de su revisión. 4.- En las pautas para la producción inicial es bueno, por último, introducir la subcompetencia básica que queremos trabajar explícitamente en alguno de los talleres. 1
Diseño de la producción final o producción autónoma 1.- Al final del proyecto, y tras la revisión de la producción inicial, planificaremos la producción final o producción autónoma. Como la inicial, es una tarea compleja de interacción social diseñada de forma esquemática (datos contextuales y temáticos mínimos imprescindibles para dirigir una producción autónoma del alumnado). Introduciremos obligatoriamente la subcompetencia básica trabajada. Esta producción la corregiremos con la tabla o parrilla de observación. 2.- La producción final es la meta de todo el proyecto de enseñanza – aprendizaje. Es la evaluación final del mismo, que, unida a la evaluación continua, nos servirá para calificar al alumno/a (evaluación sumativa).
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