2012
PROYECTO CUENTO CONTIGO
LA BRUJA ENDREGOTO
Magisterio Educaci贸n Primaria | David Labarga Guti茅rrez
LA BRUJA ENDREGOTO
2012
LA BRUJA ENDREGOTO Hace muchos, pero que muchos años, vivió aquí en esta misma biblioteca Endregoto. Una bruja muy malvada. Era tan mala que todos los vianeses le temían y contaban historias horribles acerca de ella. Esta historia que hoy os voy a contar, es una pequeña muestra, para que comprobéis lo mala que era. Dicen que durante algún tiempo en Viana, desaparecieron muchos niños y nadie sabía el porqué, pero todos creían que la bruja tenía algo que ver en este asunto. Por eso nadie quería acercarse a la bruja ni hablar con ella. Esto a Endregoto no le importaba, pues las personas no le gustaban y ella ya tenía a alguien que le hacía compañía: Roberto, un búho negro de mirada profunda e inquietante. La bruja se pasaba todo el día hablando con su búho, bueno hablando es un decir, porque Roberto lo único que hacía era “cu-cu” y la bruja se lamentaba pues su mayor ilusión, era que Roberto hablase como las personas: - ¡Ay Roberto! ¡Qué feliz me harías si algo me contases! – Decía Endregoto. Como su mayor ilusión era que Roberto hablase, decidió buscar un libro de conjuros que solucionase el problema. La bruja, se pasaba días y noches buscando entre libros viejos de hojas amarillentas y llenos de polvo, leía y leía hasta encontrar un conjuro y cuando lo encontraba decía: - “Ojos de lechuza, uñas de rata, pata de cabra, haced que este búho diga una palabra”, y entonces Roberto decía: “cu-cu”. En ese momento la bruja se ponía histérica. Se ponía tan histérica que se montaba en su escoba y daba vueltas como una loca por la torre de San Pedro, después cuando ya estaba agotada, niño que veía niño que convertía en gato, y así se pasaba los días, entre libros y conjuros repitiendo: - “Alas de murciélago, mocos de gallina, haced que este búho me haga una rima”. 2
LA BRUJA ENDREGOTO
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Pero la única rima de Roberto era “cu-cu”, y a Endregoto se le alborotaban los pelos y los ojos se le enrojecían de ira, así que cogía su escoba para dar vueltas como una noria alrededor de la iglesia de Santa María. Endregoto intento que su búho hablase. Lo intentos días, semanas y años pero el búho solo hacia “cu-cu”, y la bruja cada vez estaba más triste y los vianeses más preocupados porque cada vez había más gatos y menos niños. En Viana todo el mundo estaba muy asustado. El alcalde reunió a todos los ciudadanos para intentar solucionar el problema que tenían con la bruja, pero a nadie se le ocurría nada para que la buja dejase de convertir a los niños en gatos, solo al viejo sastre del pueblo se le ocurrió una idea: -“Yo puedo hacerle un vestido para que la bruja se vea guapa y así se olvide de hacer hablar al búho”. Dicho y hecho, el sastre cosió un vestido precioso que llevo a la bruja. Esta se puso muy contenta y se apresuro a probárselo. El vestido le quedaba muy bien, y ¡mira que era fea la bruja!, pero la verdad es que estaba muy favorecida. La bruja estaba tan contenta que decidió montarse en la escoba para lucirse por lo alto y ser la envidia de todo Viana, pero justo cuando levanto la pierna para montarse en la escoba ¡RACATRACATÁ! El vestido se rasgo y todo el culo a Endregoto se le vio. Se enfado tanto, tanto la bruja, que ese día en Viana había veinte gatos mas y veinte niños menos. La bruja le dijo al sastre:”Ahora por tu osadía en rana te convertirás y al embalse de las Cañas iras a croar”. Entonces el sastre dijo: -“Pobre Endregoto…” - “Pobre de ti que en una charca vas a vivir” – dijo Endregoto. -“No, no, pobre de ti porque solo cu-cu oirás a tu búho decir” El sastre le dijo a la bruja que él sabía la forma de hacer hablar a su búho, pero que si le convertía en rana no podría ayudarle. Endregoto recapacito y le dijo al sastre: 3
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- Te doy una semana de tiempo para que hagas hablar a Roberto. Si no lo consigues, en rana te convertiré. ¿Qué pasara con el sastre? ¿Conseguirá hacer hablar al búho? ¿Convertirá la bruja al sastre en rana? ¿Segura la bruja haciendo desaparecer niños y llenando Viana de gatos? Ahora te toca a ti terminar este cuento. Si quiere, puedes escribir como imaginas tú el final.
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