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12. EDUCACIÓN Y ADIESTRAMIENTO

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11. CRÍAS

11. CRÍAS

La inteligencia y facilidad para aprender de la raza shih tzu hace que sea muy sencillo educarles y entrenarles. Pueden aprender muchos trucos y a la vez educarse en comportamientos adecuados, siempre y cuando esa educación se realice desde cachorros y siempre en positivo. Estos animales no soportan el adiestramiento desde la dominancia, por lo que siempre habrá que buscar medios para que el perro se tome el aprendizaje como un juego. Además, las sesiones cortas resultan mucho más apropiadas que las largas debido a la facilidad de esta raza para distraerse.

Una correcta educación hará que el perro adulto sea alegra, sociable y juguetón, sin presentar apenas problemas de comportamiento. Únicamente hay que prestar atención a los ejemplares que se quedan demasiado tiempo solos en casa, ya que esa soledad, unida a la falta de cariño y ejercicio, puede desembocar en comportamientos destructores y en ladridos frecuentes y muy molestos. La ansiedad por la separación es muy habitual y difícil de corregir en esta raza debido a sus propias características y a la necesidad de estar siempre en contacto con su familia.

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Así, tanto la socialización como el aprendizaje de normas básicas de conducta será mucho más sencillo que cuando es adulto, que ya tiene costumbres más arraigadas y un carácter plenamente formado.

El adiestramiento en positivo, basado en la recompensa, es el que mejor resultados da en los perros shih tzu.

A nivel de adiestramiento, estamos ante una raza formidable. Se trata de unos perritos que aprenden con sorprendente rapidez y facilidad, por lo que te darán la posibilidad de enseñarles mil cosas distintas.

Si quieres conseguir los mejores resultados, estos llegarán de la mano del adiestramiento positivo, pues el shih tzu no responde bien al castigo ni a las voces. Entrénalos en sesiones cortas pero divertidas, pues has de partir de la base de que son perritos con tendencia a distraerse.

Por último, no caigas en el error de permitir que tu Shih tzu experimente “el síndrome del perro pequeño”, que se concreta en que se creerá el líder de la manada, que en este caso estará constituida por los miembros de la familia, intentando hacer prevalecer en todo momento sus caprichos y preferencias. Evítalo siendo inflexible y manteniéndote firme en tus decisiones.

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